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Esta publicación cientíca en formato digital es continuación de la Revista Impresa: Depósito legal pp 196802ZU42, ISSN 0378-7818.
Rev. Fac. Agron. (LUZ). 2021, 38: 241-260. Abril-Junio.
Lemes et al. ISSN 2477-9407
no desenvolvimento vegetativo,
inuenciando diretamente a divisão
e expansão celular e o processo
fotossintético da planta.
Quanto ao parcelamento e
época de aplicação existe o conceito
generalizado de que se aumentando o
número de parcelamento da adubação
nitrogenada aumenta-se a eciência
do uso do fertilizante e reduzem-
se as perdas, principalmente por
lixiviação e volatilização (Scivittaro et
al., 2010). O fornecimento adequado
de N, no momento correto e em dose
adequada, é fundamental para o
ótimo desenvolvimento e crescimento
da cultura (Yamada, 1996). A
recomendação de parcelamento para
a cultura do milho é de 500 a 750
mL.ha
-1
sendo duas aplicações: entre o
vigésimo e vigésimo quinto dias após
a emergência e outra após 15 dias da
primeira aplicação (Malavolta et al.,
1997).
Segundo a marcha de absorção
do N a maior exigência deste pela
cultura do milho acontece nos estádios
V4-V5, durante o estádio vegetativo,
onde a cultura mais necessita do
nutriente, pois é nessa fase que inicia
o processo de diferenciação oral,
denindo o potencial de produção, e se
o suprimento não for adequado poderá
haver diminuição no rendimento da
cultura (Silva et al., 2012).
A adubação foliar é uma pratica
complementar à adubação realizada
via solo visando o fornecimento de
macro e micronutrientes e segundo
Benett et al. (2011), a aplicação de
nitrogênio foliar consiste na utilização
de ureia (ou outra fonte) diluída
em água e aplicada em sistema de
planta, la producción de maíz está
directamente relacionada con el
suministro de N (Basi et al., 2011).
Según Farinelli y Lemos (2010), el N
actúa sobre el desarrollo vegetativo,
inuyendo directamente en la división
y expansión celular y el proceso
fotosintético de la planta.
En cuanto al tipo de fraccionamiento
y aplicación, existe un concepto
generalizado de que aumentar el
número del fraccionamiento de la
fertilización nitrogenada, aumenta
la eciencia del uso del fertilizante y
reduce las pérdidas, principalmente
por lixiviación y volatilización
(Scivittaro et al., 2010). El aporte
adecuado de N, en el momento
oportuno y en una dosis adecuada, es
fundamental para el óptimo desarrollo
y crecimiento del cultivo (Yamada,
1996). La recomendación de abono
para el maíz es de 500 a 750 mL.ha
-1
,
con dos aplicaciones: entre los 20 y
25 días posteriores a la emergencia
y otra a los 15 días desde la primera
aplicación (Malavolta et al., 1997).
Según la curva de absorción de N,
la mayor demanda de N por el maíz
se encuentra en las etapas V4-V5,
durante la etapa vegetativa, donde
el cultivo necesita más el nutriente,
ya que es en esta etapa que comienza
el proceso de diferenciación oral,
deniendo el potencial producción,
y si el suministro no es adecuado,
puede haber una disminución en el
rendimiento del cultivo (Silva et al.,
2012).
La fertilización foliar es una
práctica complementaria a la
fertilización del suelo, que tiene
como objetivo el aporte de macro y