César Barrio-Amorós
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ANARTIA
Publicación del Museo de Biología de la Universidad del Zulia
ISSN 1315-642X (impresa) / ISSN 2665-0347 (digital)
DOI: 10.5281/zenodo.7951670 / Anartia, 35 (diciembre 2022): 54-57
Serpientes de Costa Rica
Solórzano, Alejandro.
2022. San José, Costa Rica: Impreso por Litografía e
Imprenta LIL, S.A., Tibás, San José, Costa Rica. 1116 pp.
ISBN 978-9968-49-990-3
(Versión de tapa dura, costo US$ 135,00)
Otras contribuciones, aunque menos útiles, son las de Mu-
ñoz y Jonhston (2013) y la de McConnell (2013).
Debido al acelerado incremento de información y a la
prolijidad de la nueva taxonomía, muchos de estos libros
o monografías, especialmente el de Savage (2002) y el
primero de Solórzano (2004), estaban ya algo rezagados
desde el punto de vista de la nomenclatura y taxonomía,
por lo que se requería una actualización. Además, el aporte
más reciente a la odiofauna (Leenders 2019), se publicó
en inglés, así que muchos interesados hispanoparlantes
quedaban algo fuera de atención. Recordemos que la pri-
mera versión (Solórzano 2004), era bilingüe y ya tenía 791
páginas, mientras que ésta última (Solórzano 2022), que
tratamos en esta recensión, está escrita solo en español y
posee 1.116 páginas, por lo que una versión bilingüe ha-
bría sido totalmente impráctica, demasiado larga para una
monografía en un solo volumen.
Yendo a la descripción física del libro, hay que decir que
el tamaño es adecuado (21,6 × 14 cm) pero el peso es exce-
sivo (1.6 kg) como para ser considerado una guía de cam-
po. Creo que nadie llevaría este libro consigo a una expedi-
ción, tanto por su peso, como por su alto costo (US$135),
por lo que se trata más bien de un libro de consulta en casa
o en bibliotecas y centros de documentación.
El libro comienza con una dedicatoria a Jay Savage,
pionero de la investigación herpetológica en Costa Rica,
quien a sus 95 años, aún sigue activo. Siguen los agradeci-
mientos, la presentación por parte de Daniel Janzen y un
prefacio del autor. La introducción contiene una descrip-
ción física y geográca de Costa Rica, con mapas de relie-
ve y zonas de vida. Entra en escena uno de los dos autores
invitados, Mahmood Sasa, quien en un capítulo especial,
Los estudiosos y entusiastas de la herpetofauna (an-
bios y reptiles) de Costa Rica, están de enhorabuena. Este
pequeño país centroamericano puede jactarse no sólo de
poseer una variadísima herpetofauna, tal vez la más diver-
sa del mundo respecto a su supercie, sino por haber sido
foco de atención de una amplia variedad de herpetólogos
nativos y foráneos. Su accesible geografía ha propiciado la
producción de una serie de guías y libros que se han publi-
cado sobre ella. Entre estas obras, se encuentra el libro de
Savage (2002), considerada la “Biblia” de la herpetología de
Costa Rica; también la primera edición del libro, Serpientes
de Costa Rica (Solórzano 2004) y más recientemente los de
Leenders sobre anbios y reptiles (Leenders 2016, 2019).
Todos grandes aportes al conocimiento de la herpetofauna
y en los casos de Savage (2002), Köhler (2003), Solórzano
(2004) y Leenders (2019), al de los odios de Costa Rica.
Recensión: Serpientes de Costa Rica
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habla del origen y evolución de las serpientes y sus venenos.
Sigue, ya por el autor principal, un capítulo sobre anato-
mía y morfología, que presenta de manera bastante simple,
datos a tener en cuenta pero que en un libro de esta en-
vergadura, habría ameritado un poco más de profundidad.
Prosigue con una sucinta explicación de la biogeografía de
las serpientes de Costa Rica, y tras ella, una lista sistemática
de los odios presentes en el país, organizada por familias.
Después el autor explica cómo usar el libro y la manera
en que se realizan las descripciones de familias, géneros y
especies. Para cada especie se ofrecen diferentes secciones,
como una descripción, hábitos y comportamiento, alimen-
tación, reproducción, abundancia, distribución y hábitat,
y se hace una comparación con especies similares. Sigue
un capítulo de biología general, el origen de las serpientes
y características de los órganos sensoriales (algo breve) y
locomoción (que ameritaría también algo más de dedica-
ción), comportamiento (fascinante tema al que se podría
dedicar un capítulo entero, no sólo una página), el hábitat
y patrones de actividad (bastante simple), alimentación,
reproducción, tamaño y dimorsmo, defensa y depreda-
dores (bastante completa y con fotos ilustrando diferentes
eventos de depredación a odios). Lo mismo ocurre con
el subcapítulo sobre serpientes imitadoras y su signicado
biológico, el cual parece más un resumen que un texto de-
sarrollado.
El siguiente capítulo, trata sobre los envenenamientos
por mordeduras de serpientes en Costa Rica, el cual está
a cargo del segundo invitado, José María Gutiérrez, inves-
tigador del Instituto Clodomiro Picado, y que debería ser
lectura obligatoria, para todas aquellas personas interesa-
das seriamente en las serpientes.
Tras este preámbulo, tan necesario como obligato-
rio, comienza el tratamiento de las especies por familia.
Las primeras son Anomalepididae, Leptotyphlopidae y
Typhlopidae, todas muy parecidas externamente, por lo
que su diferenciación se ofrece mediante el uso de una
clave dicotómica. Las Boidae son tratadas extensamente,
con excelentes fotos y datos novedosos sobre alimentación
y comportamiento. Corallus ruschenbergerii, sin embargo,
es dictaminada como presente sólo en el Pacíco Central
y hasta 500 m de altitud, cuando en realidad la especie se
distribuye tanto en el Pacíco Central y Sur, con registros
hasta 700 m (Savage 2002 y datos propios). Solórzano
asigna el género Ungaliophis a la familia Charinidae. Si
bien la ubicación de Ungaliophis a dicha familia podría ser
un tema de debate (versus Boidae), la manera correcta de
escribirse sería Charinaidae (ICZN 2020). Algunos deta-
lles poco signicativos que podrían deberse a lapsi, son por
ejemplo, que en la página 613 se menciona la pertenencia
de Sibon longienis, a dos grupos del género: S. annulatus
y S. argus. Por otra parte, Tropidodipsas sartorii fue transfe-
rida al género Geophis (Grūnwald et al. 2021). La distribu-
ción de Xenodon angustirostris es solo centroamericana y
del noroeste de Suramérica al oeste de los Andes (siguien-
do a Myers & McDowell 2014), no incluyendo países su-
ramericanos al este de los Andes, donde se distribuye la
especie vicariante X. rhabdocephalus.
Y así son casi todos los tratamientos de especies, bas-
tante completos en su mayoría, sucientes para recono-
cer la especie en cuestión, y con buenas y variadas fotos.
Las claves dicotómicas suelen ser apropiadas, con alguna
excepción como la de Dipsas, en la que no se distingue
bien entre D. articulata –que tiene dos a cuatro pares de
escudos geneiales– y D. bicolor –que posee dos (dentro
de la variación de articulata, por lo que no es un carácter
útil)–; la de Rhadinaea, donde el único carácter para dis-
tinguirla de las demás especies, el vientre usualmente rojo
o anaranjadoen R. decorata, cuando se conocen con vien-
tre amarillo y blanco; y la de Leptodeira (ver más abajo).
El tratamiento de Hydrophis platurus es extenso y se nota
que es una de las especies a las que Solórzano ha dedica-
do más tiempo, tanto en la calidad del texto como en la
gran variabilidad que muestran las fotografías. Sin embar-
go, el autor no considera H. platurus xanthos, subespecie
descrita para la población del Golfo Dulce (Bessesen &
Galbreath 2017), pese a que su descripción es un acto de
nomenclatura válido. Solórzano, quien trabajó con esta
población por muchos años, había llegado a la misma
conclusión mucho tiempo antes, aunque los autores arri-
ba mencionados, en un acto poco transparente o antiético
decidieron describirla antes que él, sin realizar un estudio
en conjunto o colaborativo, que hubiese sido lo más pro-
fesional y deseable.
El apartado “Especies similares” podría resolver las du-
das que genera, ya que sólo menciona las especies a las que
se parece cada uno de los taxones, pero no cómo distin-
guirlos. Algunos olvidos importantes, como por ejemplo,
no mencionar que los juveniles de Clelia clelia y C. scytali-
na, se asemejan sobremanera a Pseudoboa neuwiedii.
En general, este es un libro bastante completo, que de-
bería estar en bibliotecas institucionales y ser asequible a las
personas interesadas no sólo en herpetología, sino en la na-
turaleza en general. La selección de fotografías es amplia y
diversa. Si algo se echa en falta, como ya se ha mencionado,
es un tratamiento algo más profundo de temas fascinantes
que sólo son abordados tangencialmente, como el origen
de las serpientes y características físicas generales, los ór-
ganos sensoriales y la locomoción, el comportamiento, la
adaptación a diferentes hábitats y la actividad, la alimenta-
ción, la reproducción, el tamaño o talla y el dimorsmo se-
xual, así como los aspectos comportamentales inherentes a
sar Barrio-Amorós
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la defensa. Un aspecto a resaltar son los excelentes mapas
por zonas o regiones, elaborados por Gerardo Chaves.
A pesar de la enorme carga de información que tiene
esta nueva edición, pareciera que faltó meticulosidad en
la búsqueda y revisión de literatura, sobre todo de estu-
dios recientes. Aunque esto, pudo deberse al incremento
exponencial, que en los últimos años ha ocurrido con las
publicaciones. Por ejemplo, faltaron algunas contribucio-
nes sobre el género Corallus (Barrio-Amorós 2017), sobre
Ungaliophis alimentándose de Gonatodes (Espinoza &
Barrio-Amorós 2016), tres casos de alimentación de Cle-
lia clelia sobre otros reptiles (Chavarría & Barrio-Amo-
rós 2014, Timofeevski et al. 2017, Barrio-Amorós & ter
Harmsel 2017), un caso de amelanismo en Imantodes cen-
choa (Núñez-Escalante & Barrio-Amorós 2015), además
del registro reciente de Urotheca myersi (Barrio-Amorós
2020), en la que se conrma que el registro de esta espe-
cie en Panamá es erróneo, pese a lo cual, el autor la sigue
denominando Cola de vidrio panameña. Esta última es-
pecie es tan poco conocida, que merecerían destacarse
las nuevas localidades en el mapa de distribución. Sobre
Micrurus multifasciatus, podría haberse mencionado que
recientemente, se ha registrado el primer caso de tanato-
sis para la especie (Barrio-Amorós & González 2022).
Tampoco parece conocer, los registros alimentarios para
Bothriechis schlegelii que se han publicado, a pesar que apa-
rece una foto de Solórzano, cedida por él, en una de las
notas (Barrio-Amorós 2015). Otro caso es el de Morgan &
Barrio-Amorós (2015), quienes registraron una presa pro-
porcionalmente de tamaño enorme, un Holcosus undula-
tus con una relación de 1.44 en tamaño presa/depredador.
Tampoco parece haber reparado, en un caso de oofagia
de Bothrops asper sobre Tantilla supracincta (Gabrysova
et al. 2020). Pero muy especialmente llama la atención la
omisión de la cita del artículo reciente más exhaustivo so-
bre el género Lachesis, del cual existe una versión original
en inglés (Barrio-Amorós et al. 2020a) y otra en español
(Barrio-Amorós et al. 2020b).
Uno de los géneros más comunes de serpientes en Cen-
troamérica es Leptodeira. Sobre este grupo de serpientes,
Solórzano discute el trabajo de Barrio-Amorós (2019),
aunque solo para evidenciar carencias, no obstante estas
haber sido mencionadas en el mismo trabajo. Tampoco
reconoce que dicho estudio fue el primer artículo que
discrepó el uso de L. septentrionalis (sensu stricto), para las
poblaciones centroamericanas. De hecho, Torres-Carvajal
et al. (2020) no refutan las conclusiones de Barrio-Amorós
(2019), sino que adjudican correctamente el linaje L. or-
nata, basados en evidencia genética de la que no se dispo-
nía anteriormente. Por otro lado, la clave dicotómica para
este último género parece algo débil, separándose L. rhom-
bifera de Leptodeira sp. a. ornata,lo porque la primera
tiene menos de 185 escamas ventrales, y la segunda más de
186. Se puede añadir que L. rhombifera posee una escama
postocular cuadrada mientras que Leptodeira sp. a. or-
nata, la tiene de forma cuadrangular, y que L. rhombifera
posee sus manchas oscuras dorsales rodeadas de una línea
clara y una línea oscura central y postoccipital, ambos ca-
racteres ausentes en Leptodeira sp. a. ornata, entre otros
detalles útiles mencionados por Barrio-Amorós (2019).
El libro continúa con un capítulo novedoso y extrema-
damente conveniente sobre la conservación de serpientes
en Costa Rica, nuevamente por Mahmood Sasa, quien
trata la posible declinación de serpientes en el país y su es-
tado de amenaza, mencionando posibles medidas de con-
servación, como programas de educación y rescate. Al
se sugiere emplear algunas especies emblemáticas, como
taxones bandera o paraguas para la conservación. Siguen
un cuadro sobre el estado poblacional y de vulnerabili-
dad, incluyendo las categorías de la lista roja (de la Unión
Mundial para la Conservación de la Naturaleza) y otros
sistemas de categorización (Medida de Vulnerabilidad
Ambiental); y otro con el área potencial de distribución
de algunas especies, así como un tercero sobre la distribu-
ción altitudinal.
Finaliza este libro con un glosario de términos espe-
ciales y varias páginas de referencias bibliográcas (que
como se ha mencionado, no son todo lo completas que
debería).
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* CRWild, Uvita, Puntarenas, Costa Rica (e-mail: cbarrioamoros@crwild.com).