
152
Revista Cuadernos Latinoamericanos. Universidad del Zulia. Vol 32, N° 57, enero-junio, 2020, págs: 149-160.
Maracaibo-Venezuela. ISSN 1315-4176
La Teoría General de Keynes en sus 80° aniversario: origen, vigencia y trascendencia / 149-160
Néstor Castro Barrios
Según Keynes (1958), Malthus se opuso con vehemencia a la doctrina de Ricardo, de
que era imposible una insuciencia de la demanda efectiva, pero en vano, porque como no
pudo explicar claramente, fuera de una referencia a los hechos observados por todos, cómo
y por qué la demanda efectiva podría ser deciente o excesiva, por lo que no logró dar una
armazón que la sustituyera, y Ricardo conquistó a Inglaterra de una manera tan cabal como
la Santa Inquisición a España. “Al no ser aceptada la teoría de Malthus, la controversia
se detuvo y el punto de vista contrario desapareció completamente y dejó de estudiarse”
(Keynes, 1958, p. 43).
Es en un ensayo de Festchrift (1933), en honor al economista alemán Arthur Spietho
(1873-1957), teórico de las uctuaciones económicas, donde aparece la más clara exposición
por parte de Keynes de una teoría referida a una economía monetaria (Dillard, 1951). En
ese ensayo, Keynes expone lo siguiente:
En mi opinión, la principal razón por la que el problema de la crisis está sin resolver, y desde luego, el
por qué esta teoría es tan poco satisfactoria, ha de encontrarse en la falta de lo que podría denominarse
una teoría monetaria de la producción” (citado por Dillard, 1951, p. 6).
Dillard (1951) agrega que una economía monetaria es aquella en la que el dinero
desempeña una función por sí mismo y afecta a las motivaciones y decisiones, y es, en
resumen uno de los factores operantes en la situación. El asunto en cuestión, es que
“no puede predecirse el curso de los acontecimientos, ni a corto ni a largo plazo, sin un
conocimiento del comportamiento del dinero entre el primero y el último estado” (Dillard,
1951, p. 6). Por lo tanto, el dinero no es neutral, ni es tampoco un articio para facilitar las
transacciones en bienes reales.
Por qué surge la Teoría General o bien ¿qué fue lo que llevó a Keynes a concebir su
monumental obra? Dos hechos pueden señalarse al respecto: 1) en primer lugar, de la vida
real como fue la Gran Depresión de los años de 1930, y 2) en segundo lugar, por el debate
en que se encontraba la teoría clásica por su imposibilidad para explicar la crisis existente y
mucho menos para ofrecer una salida a dicha situación.
En la reseña que efectuó Joseph A. Schumpeter (1883-1950) sobre Keynes en su libro
10 grandes economistas de Marx a Keynes nos señala:
El capitalismo de laissez faire, ese extraordinario episodio, había llegado a su n en agosto de 1914
(...). Hasta entonces, y bajo tales condiciones (del crecimiento poblacional, innovaciones tecnológicas
y la conquista de nuevas fuentes de materias primas y de recursos alimenticios), no había existido
dicultad alguna para absorber los ahorros de una burguesía que seguía cociendo pasteles para
no comerlos. Pero ahora (1920) aquellas fuerzas propulsoras estaban agotándose, el espíritu de
empresa privada estaba languideciendo, las oportunidades de inversión iban desvaneciéndose, y en
consecuencia, los hábitos del ahorro burgués habían perdido su función social y la persistencia de los
mismos no hacía, en realidad, más que poner las cosas peor de lo necesario (Schumpeter, 1969, p.
364-365).
Señala, entonces, Schumpeter (1969) que tenemos aquí pues, el origen de la moderna
tesis del estancamiento y tenemos aquí también el embrión de la Teoría General. Así, los
sucesos que estaban aconteciendo en la vida real impulsaban la necesidad de crear un
nuevo enfoque teórico. En este sentido, conocer los rasgos fundamentales de una situación
de la sociedad en un momento dado, respecto a lo que es y lo que no es importante para
entender la vida misma, es clave para poder formular una teoría y es lo que Schumpeter
denomina como su representación. Pero ello debe ser complementado por la técnica del