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School CoexistenceJesús Morales
Estrategias de atención socioeducativa a la conictividad multifactorial que atraviesa la escuela.
Aportaciones referenciales del Anteproyecto de Ley de Convivencia Escolar Pacíca
Según propone Sarramona (2007), la institución educativa enfrenta en
la actualidad diversos desafíos que van desde el establecimiento normas que
respondan adecuadamente al orden y la disciplina, hasta la construcción
de un ambiente positivo que le provea a los estudiantes las condiciones
de seguridad, crecimiento integral y desarrollo psicosocial; de allí, que el
compromiso de la escuela como factor de socialización del ser humano, gire
en torno a la formación para el ejercicio de la ciudadanía, lo cual implica,
ayudarles a enfrentar la conictividad mediante experiencias signicativas
en las que se logre: “Enseñar destrezas sociales con las que le sea posible
mantener una mejor relación con sus compañeros; logrando de este modo,
afrontar con éxito las situaciones de conicto que se encuentran en el aula”
(Sarramona, 2007: 9).
Una revisión del artículo 1 del Anteproyecto de Ley de Convivencia
Escolar Pacíca, deja ver los referentes que guían el objeto de esta iniciativa
legislativa, entre los que se precisan dos dimensiones importantes, a decir:
por un lado, la protección al estudiante de cualquier modalidad de acoso
y, por el otro, el despliegue de acciones entorno a la prevención; ambos
procesos se entienden entonces, desde el sentido de corresponsabilidad del
Estado, la comunidad educativa y la familia en lo referente al resguardo
de la integridad psicosocial personal como requerimiento sobre el que se
sustenta el desarrollo pleno de la personalidad.
Para Nardone, Giannotti y Rocchi (2005), la formación de sujetos
funcionales socialmente, requiere de la puesta en marcha de modelos
positivos de interacción familiar, en el que los hijos aprendan a gestionar sus
problemas a través de mecanismos pacícos que eviten la perturbación del
equilibrio y sí, en cambio, potencie la asunción de responsabilidades sobre
la resolución de las crisis mediante el despliegue de actitudes tolerantes
cuyo sentido de apertura posibilite el diálogo, y no la incomprensión y los
enfrentamientos. Esto como parte de la formación para el ejercicio pleno
de la ciudadanía, constituye una tarea desaante que insta a los factores de
socialización a avocarse en el compromiso de reforzar el desarrollo pleno
del ser humano, mediante la praxis de principios rectores de la “libertad y
la igualdad entre los hombres, mediante el trato justo, solidario y el respeto
activo tanto a su persona como a terceros, lo cual demanda el trabajo por la
paz social y el bien común” (Cortina, 2009: 193).
En correspondencia Maalouf (1999), propone que dadas las condiciones
hostiles y violentas por la que atraviesa la humanidad y, que atentan contra
la búsqueda del equilibrio sustentado en la justicia social, la misión del
Estado en acuerdo con la institución educativa debe ser el cumplimiento
de objetivos estratégicos como “el tejer lazos de unión, disipar los
malentendidos, hacer entrar en razón unos, moderar a otros, allanar y
reconciliar; pues su vocación es de ser enlaces, puentes, mediadores entre
diversas comunidades y diversas culturas” (1999: 6). En razón de estos