En este orden de ideas, González (2009), estima que uno de los retos mayores en la práctica
pedagógica es la conversión de la disciplina científica en aprendizaje escolar, y para ello; se debe
atender la diversidad cognitiva del estudiante, centrándose en el desarrollo del pensamiento
formal, lo cual se logra con prácticas de estrategias de aprendizaje que incluyan repetición de
tareas en cuanto a contenidos y procedimientos científicos, que expandan los procesos cognitivos
básicos como la observación, descripción, comparación, clasificación, definición, análisis,
síntesis, memorización e inferencias.
Paralelamente, las prácticas de estrategias de aprendizaje deben expandir las habilidades
complejas del pensamiento del estudiante como lo refiere Sánchez (1998), entre ellas: las
estructuras procedimentales complejas de alto nivel de abstracción como los procesos de
planificación, supervisión, evaluación, retroalimentación y discernimiento. Por otro lado, se
deben destacar algunos elementos esenciales de la episteme del sujeto como las ideas previas,
referido por Ausubel, Novak y Hanesian (2002). La episteme del sujeto según González (2009),
se refiere a la arqueología mental que produce enunciados acerca del mundo, y pueden
presentarse como inductivo, deductivo e introspectivo.
Sin embargo, estos planteamientos no han sido suficientes para que en la disciplina científica
Química se lleve a cabo la conversión del conocimiento científico en aprendizaje escolar. En este
orden de ideas, las investigaciones de Verret (1975), Chevallard (1985), Torres (1996), Silva
(2001), Izquierdo (2005), y Solarte (2006), evidencian que la forma más apropiada de trasladar
los conocimientos científicos al aula, es siguiendo los mismos patrones de sistematización y
organización de la disciplina en cuestión, pero atendidos por el carácter regulatorio de las reglas
de relación social y sus modalidades de control intrínseco.
En concordancia con lo anterior, Verret (1975), Chevallard (1985), Otero (1989), Silva
(2001), Izquierdo (2005), y Solarte (2006), afirman que el problema del aprendizaje de las
ciencias reside en encontrar una manera de transformar el conocimiento científico en aprendizaje