De igual manera, el funcionamiento de la administración pública, se desarrolla junto al
acompañamiento del procedimiento administrativo, el cual constituye una garantía fundamental
en el estado de derecho, que se materializa en una serie de actos y cuidados que tienen a
determinar la existencia de faltas y sanciones disciplinarias de destitución por parte de los
docentes, y a su vez, obra, como una garantía primordial para que los empleados públicos no sean
perseguidos por sus supervisores (Durán, 2014).
Ahora bien, se debe afirmar entonces que, en relación con la profesión docente, la educación
pública se encuentra legislada y reglada por parte del estado como es lo natural. Es por ello que la
persona que se dedique al ejercicio de esta profesión en el sector público será un funcionario
público siempre y cuando haya cumplido los requisitos de entrada establecidos en la LEFP
(2002).
Artículo 1. La presente Ley regirá las relaciones de empleo público entre los
funcionarios y funcionarias públicos y las administraciones públicas nacionales,
estadales y municipales, lo que comprende: 1. El sistema de dirección y de gestión de
la función pública y la articulación de las carreras públicas 2. El sistema de
administración de personal, el cual incluye la planificación de recursos humanos,
procesos de reclutamiento, selección, ingreso, inducción, capacitación y desarrollo,
planificación de las carreras, evaluación de méritos, ascensos, traslados,
transferencias, valorización y clasificación de cargos, escalas de sueldos, permisos y
licencias, régimen disciplinario y normas para el retiro….
Según Flores (2016), los participantes del hecho educativo como son los profesores, deben
actuar profesionalmente, con idoneidad dentro del procedimiento administrativo, como
característica propia en su personalidad; el ser idóneo académicamente tiene sus bases en la
moral institucional, y garantiza la estabilidad en el ejercicio docente con relación al
procedimiento administrativo. Su deterioro puede traer como consecuencia la falta de interés en el
desempeño laboral y dar paso a cambios inútiles; de allí que el verdadero sentido de la
administración debe poseer normas bien establecidas para evitar conductas poco respetables,
donde las acciones del personal se encuentren posicionadas dentro de la normativa legal del
ambiente educativo.