Espacio Abierto Cuaderno Venezolano de Sociología Vol.27 No.3 (julio-septiembre, 2018): 197-201
Lastra, Soledad –Compiladora– (2018) Exilios: un campo
CLACSO. Buenos Aires. Pp. 253.
En los últimos diez años, el campo de estudios sobre los exilios políticos ha crecido sustantivamente en temas y problemas de investigación. El presente libro se enraíza en este proceso pues cristaliza reflexiones e inquietudes confluyentes dentro del campo. Esta obra reúne trabajos de investigación innovadores que fueron presentados en el Coloquio Internacional de Investigaciones sobre los Exilios Políticos del Cono Sur, celebrado el día 11 de octubre de 2017 en el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El Coloquio fue convocado por el Grupo de Trabajo “Violencias y Migraciones Forzadas” de CLACSO y en su organización contamos con la activa participación del Instituto Interdisciplinario de Estudios e Investigaciones sobre América Latina (INDEAL) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. También fue deudor del apoyo brindado por la Rede de Estudos Contemporâneos da América do Sul (RedECOAS) y por la Rede de Estudos sobre Migrações e Exílios (REMIGRE). El objetivo inicial del Coloquio fue conocer los trabajos que se estaban realizando sobre los exilios políticos producidos bajo la última dictadura militar argentina pero incluyendo otras experiencias y actores que enriquecieran los abordajes. Así, el Coloquio se propuso para fortalecer los espacios de discusión e intercambio de los investigadores de este campo de estudios, la mayoría provenientes de nuevas cohortes generacionales, algunos con pesquisas iniciales y otros con tesis de posgrado ya concluidas. Los trabajos presentados en dicha ocasión fueron revisados y corregidos por los autores para esta compilación, teniendo en cuenta las discusiones sostenidas en el Coloquio. Cabe aclarar que el orden en el que aquí se presentan ha sido
ligeramente modificado, con el propósito de ofrecer al lector una estructura de temas y debates más armónica. El resultado final es una obra colectiva que ofrece una mirada reflexiva sobre lo discutido en aquella instancia y que focaliza en una productiva agenda de interrogantes. El primer bloque se organiza en torno al eje sobre exilios y represión. En él, se reúnen los trabajos que abordan las complejas inscripciones que tuvo el exilio en las matrices represivas de las dictaduras vividas en nuestra región, examinando cuáles fueron sus especificidades y dinámicas internas –externas. Asimismo, estos trabajos ponen en tensión la idea de que las dictaduras son meramente expulsivas. Por el contrario, los trabajos aquí reunidos desafían esta premisa y bucean productivamente en la comprensión de las políticas de refugio y/o recepción que las dictaduras de Argentina y Brasil tuvieron hacia otros exiliados. El trabajo de Cecilia Azconegui interroga una dimensión hasta ahora poco analizada: la política humanitaria que implementó la dictadura argentina para la protección de refugiados chilenos y aquellos provenientes del sudeste asiático (1979). Apoyándose en documentos desclasificados, prensa y fuentes de las agencias de protección humanitaria en Argentina, su investigación muestra que existieron importantes “usos” por parte de la dictadura sobre esta política a nivel local e internacional, que la constituyeron en una estrategia para frenar el creciente descrédito que sufría en el plano externo. El trabajo de Jorge Fernández, reconstruye algunas de las experiencias más paradigmáticas que vivieron los exiliados argentinos en Brasil, analizando los perfiles, las rutas de salida y llegada y sobre todo las formas que adoptó su vida en una sociedad atravesada por otra dictadura. Su análisis recorre la tensión que significó para muchos exiliados el hecho de vivir bajo un régimen represivo, que criminalizó y persiguió a muchos de ellos pero que también construyó su hegemonía a partir de una política económica exitosa en la que muchos de ellos encontraron una importante inserción laboral. Al igual que Azconegui, el texto de Fernández invita a explorar algunas hipótesis sobre la vinculación entre represión y consenso bajo un régimen dictatorial. Por su parte, Melisa Slatman analiza la evolución de las prácticas represivas desarrolladas en el marco de la Operación Cóndor. A partir de su detallado conocimiento sobre las causas judiciales en curso, la historiadora examina los casos de asesinatos a dirigentes políticos que vivieron sus exilios en la región y que tuvieron lugares centrales en la oposición a los proyectos dictatoriales. A través de ellos, Slatman devela las lógicas de intercambio de información y de perfeccionamiento de las técnicas de aniquilamiento del “enemigo” implementadas por las dictaduras en nuestros países, explicando cómo la coordinación represiva amplificó y articuló los dispositivos de persecución y muerte, poniéndolos al servicio de lo que cada régimen necesitaba. Además de lo mencionado, estos trabajos permitirán valorar la productividad analítica que ofrece el juego de escalas locales y regionales para explicar, no sólo los mecanismos y redes represivas hacia el exilio sino las estrategias de creación de consenso por parte de las dictaduras del Cono Sur. En el segundo bloque, los textos se concentran en la dimensión política, de militancias y denuncia transnacional realizada por los exiliados y/o por otros actores involucrados en el proceso de visibilización de los crímenes estatales. Este bloque tiene la virtud de reunir investigaciones sobre perfiles específicos de estos activismos en el exilio, teniendo en cuenta que no todos ellos pueden ser encuadrados en los marcos de un régimen de denuncia humanitaria. El trabajo de Andrés Gallina analiza las inscripciones que tuvieron actores y directores del campo teatral argentino en las luchas por la defensa
de los derechos humanos. Su trabajo recorre las experiencias de Alberto Adellach, el Grupo Bochinche y Norman Briski, para plantear por un lado, que desde el campo teatral no llegaron a cristalizarse asociaciones, casas o frentes como sucedió en otras experiencias y, por otro lado, que en esta clave de dispersión y ausencia de una organización institucional, cada exiliado encontró en su práctica dramatúrgica y de producción artística, un potencial y también un limitador para esas denuncias. Por su parte, Soledad Catoggio reconstruye las tramas individuales y religiosas que se tejieron en torno al activismo por la defensa de los derechos humanos a través de una figura poco explorada: la historia de Mercedes Lagrava de Martínez, madre de Atilio César Martínez, desaparecido en junio de 1977. Concentrada en un juego de escalas que van desde lo experiencial hacia lo social en la construcción de la denuncia, la autora se nutre de un profuso acervo documental construido por esta Madre de Plaza de Mayo en la búsqueda de su hijo. Así, el trabajo de Catoggio nos permite develar los modos en que desde y en el exilio se fueron perfilando relaciones de trascendental importancia político-humanitaria entre el adentro y el afuera de la Argentina dictatorial, restituyendo los procesos de subjetivación por los cuales un actor deviene activista y una madre, Madre. El estudio de Mario Ayala se concentra en el exilio y el mundo del trabajo, analizando específicamente las actividades de denuncia desplegadas por la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), sede de la Confederación Mundial del Trabajo. A través de diversas fuentes primarias de esta organización como de prensa y entrevistas, el historiador da cuenta de los fuertes posicionamientos que fue desarrollando la CLAT en pos de denunciar los crímenes estatales cometidos por la dictadura Argentina y sobre todo, de intervenir en la salida y resguardo de militantes gremiales y sindicales. Si el estudio de Catoggio abre las puertas a la comprensión de la dinámica política exilar desde parte del mundo religioso, Ayala lo hace mirando la organización de los trabajadores a escala latinoamericana, atendiendo a la historicidad de la solidaridad sindical y al modo en que el exilio se articuló en ese proyecto. Cerrando este bloque, el trabajo de Hernán Confino analiza un tema hasta ahora poco revisado en la historiografía de los exilios: las militancias ligadas a la organización Montoneros en el exterior. A través de tres historias de militancia en México, representativas de trayectorias y articulaciones diferentes con la organización, el autor devela el heterogéneo campo de prácticas políticas y de sociabilidad desplegadas en el exilio mexicano, mostrando cómo la dicotomía entre militancia revolucionaria y militancia humanitaria no es más que un constructo poco explicativo de la realidad. Por otro lado, este trabajo evidencia que el “exilio montonero” lejos está de poder interpretarse como un todo homogéneo y aislado de la vida política que transcurría en Argentina bajo la dictadura militar; como bien señala Confino, el análisis sobre estas experiencias permiten cuestionar las perspectivas que reducen el exilio militante a un “exilio de trinchera”. En consecuencia, los trabajos de este segundo bloque contribuyen a dimensionar la multiplicidad de perfiles y acciones que se tejieron en el campo exilar durante los años setenta abonando a la interrogación de los vínculos entre exilios y militancias; permitiendo a los investigadores identificar los rostros de la escala global en el que se inscribió este proceso y los nudos o puntos en los cuales las fronteras entre la Argentina interna y la Argentina externa se volvieron móviles, porosas y cargadas de complejidad. En el tercer bloque, reunimos investigaciones más jóvenes, que en su proceso de florecimiento analítico y empírico interpelan a los exilios recuperando nuevas escalas,
voces y sentidos: lo comparado, lo local y las redes; las memorias del exilio y su tensión generacional; la muerte o los diferentes modos de morir en el exilio; las mujeres y las historias del feminismo desde la perspectiva exilar. En primer lugar, el trabajo de Federico Vitelli se dedica a comparar las experiencias de inserción profesional de los exiliados republicanos españoles en los ámbitos universitarios argentinos, tomando especialmente los casos de la Universidad Nacional del Sur y la Universidad Nacional de La Plata. Su propuesta se concentra en el período de 1955 a 1966, subrayando la importancia de realizar estudios comparados que permitan identificar las especificidades locales. Así, el recorrido de Vitelli muestra cómo en los arribos de estos profesionales a las aulas universitarias, no sólo intervinieron factores macro vinculados a la situación político-institucional de la educación pública, sino a redes de relaciones laborales, familiares y afectivas que operaron impulsando y acompañando las trayectorias de inserción de estos exiliados. Por su parte, el trabajo de Erandi Mejía Arregui, también dialoga con la historiografía del exilio republicano español pero lo hace desde un lugar hasta ahora poco interrogado: el problema de la muerte y el exilio, entre el retorno y el no retorno. Su trabajo ilumina a través de múltiples voces y experiencias, el modo en que la muerte ha sido cargada de sentidos sociales, simbólicos y políticos. Si el largo exilio español implicó para muchos de sus protagonistas, que la muerte los hallara mucho antes de poder volver, la autora amplía su mirada a otras experiencias, profundizando en aquellos retornos que se producen para morir en la patria y en la triste agonía de aquellos que, viviendo en el no retorno, velan con su exilio el tiempo de muerte de otro proyecto político. Así, la lectura de este texto nos sitúa en un problema de evidente actualidad que no sólo se circunscribe al caso del exilio español. En clave contemporánea, el estudio de Eva Alberione centra su atención sobre los hijos e hijas del exilio, preguntándose por los distintos formatos narrativos que han ido desarrollando para contar sus historias de destierro. Su trabajo recorre seis producciones artísticoliterarias que fueron originadas en distintos contextos sociopolíticos postdictadura y que atraviesan formatos tan dispares como el género audiovisual, performances y novelas. Alberione profundiza en los sentidos narrativos que construyen estos hijos e hijas sobre su propio exilio, mostrando cómo en cada uno de ellos el destierro se inscribe como una historia familiar y colectiva, que pertenece a esta generación tanto como a sus padres y que la constituye con sello propio. Por otra parte, Ana Carolina Balbino comparte los cimientos de un proyecto de doctorado en curso, acerca de las memorias del exilio argentino en los años noventa. Específicamente, la autora se interesa por recuperar el papel que tuvieron en esta construcción de la representación del exilio a dos actores clave de la historia reciente: la agrupación H.I.J.O.S y el periódico El País. Así, Balbino postula una indagación sobre la memoria del exilio argentino que es susceptible de ser analizada desde los debates producidos por fuera de la frontera, en este caso, en España. Su propuesta resulta central para dislocar la pregunta por la memoria del exilio de los marcos de interpretación clásicos, y resituarla en los campos que atienden a la circulación de ideas, redes e influencias mutuas que se pudieron construir a escala iberoamericana. Cerrando este bloque, el trabajo de Isabel Burgos, dirige la mirada hacia las mujeres exiliadas y el movimiento feminista latinoamericano. Su trabajo construye una pregunta de profunda actualidad acerca de los exilios: ¿cuáles fueron los vínculos que se construyeron entre estas mujeres y el movimiento feminista latinoamericano? ¿Cuáles fueron sus experiencias en el
destierro, en el encuentro con otras mujeres y en el proceso de construir ideas acerca de su propio cuerpo, de su lugar frente al terror desplegado por las dictaduras de la región? Burgos recorre algunas historias y diálogos paradigmáticos para comenzar a pensar en estos problemas, apostando a reconocer en el exilio, un espacio que brindó un “plus político” a las mujeres que lo transitaron. Esta compilación finaliza con la conferencia que dictó la Dra. Silvina Jensen en la clausura del evento. En ella, Jensen recorrió las principales trayectorias que fue siguiendo el campo de estudios de los exilios políticos de la historia reciente argentina, explicando los contextos que potenciaron la producción de determinadas preguntas. En su disertación, Jensen profundizó en la necesidad de desnaturalizar conceptos y vínculos analíticos que hoy rigen en el campo de los exilios para avanzar en una perspectiva que les devuelva la densidad histórica ya sea en sus claves políticas, sociales o culturales. Su conferencia cierra con un punteo de los principales contenidos para una agenda de trabajo que además de comprender aspectos propios de los exilios, pueda analizar a través de ellos algunas dinámicas específicas de los regímenes represivos que los produjeron así como de las sociedades posdictadura cuyos conflictos heredaron.
Grupo de Trabajo CLACSO “Violencias y
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Vol 27, N°3
Esta revista fue editada en formato digital en septiembre de 2018 por su editorial; publicada por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
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