Rincón, I. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº112, 2025-2, (Abr-Jun) pp. 92-100 98
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
Antonio Gramsci (1971) desarrolló el concepto de hegemonía para explicar cómo el
poder se mantiene no solo mediante coerción, sino a través de la cultura y la ideología. En el
ámbito económico, esto se traduce en la aceptación de un modelo capitalista como si fuera
la única opción viable, lo que economistas como Karl Polanyi (1944/2001) han cuestionado
al analizar la construcción histórica del mercado autorregulado.
La literatura ha sido un espacio de disputa ideológica: mientras algunas narrativas
refuerzan la legitimidad del sistema (la novela burguesa del siglo XIX), otras lo desafían,
como en Germinal (Zola, 1885), que visibiliza la explotación proletaria. En la actualidad,
este fenómeno se observa en el auge de la narrativa poscolonial (Things Fall Apart, Achebe,
1958), que desafía la hegemonía occidental sobre la historia económica y cultural de los
países del Sur Global.
Este estudio se basa en un análisis documental heurístico de obras representativas de
la literatura románica, complementado con una revisión de las teorías sociales de Foucault,
Bourdieu, Marx y Weber. El análisis documental implica la búsqueda, selección,
organización y análisis de materiales escritos para responder a preguntas específicas sobre
el tema (Pinto & Gálvez, 1996). La heurística, en este contexto, se refiere al proceso de
descubrimiento y comprensión profunda de los textos literarios y su relación con las
estructuras de poder y la reproducción social.
Conclusión
La literatura románica, a lo largo de la historia, ha sido una herramienta fundamental
para cuestionar, reflejar y, en algunos casos, consolidar las estructuras de poder y las
dinámicas sociales. A través del análisis de teóricos como Foucault, Bourdieu, Marx y Weber,
es posible comprender cómo estas narrativas han influido en la configuración del
pensamiento contemporáneo y cómo continúan dialogando con otras disciplinas como el
cine, la política y la economía globalizada. Este artículo ofrece un punto de partida para
futuros estudios sobre la intersección entre literatura y teoría social, invitando a una
reflexión crítica sobre el impacto de la literatura en la configuración del pensamiento
contemporáneo.
El análisis de las intersecciones entre filosofía, ciencias sociales y economía revela la
profunda interdependencia entre estos campos y su impacto en la configuración del
pensamiento y la estructura social contemporánea. Desde la noción foucaultiana del poder
como discurso hasta la visión hobbesiana del Estado como garante del orden, pasando por
la hegemonía cultural de Gramsci y la crítica de Polanyi a la construcción del mercado,
podemos observar cómo las ideas filosóficas han trascendido el ámbito teórico para
convertirse en herramientas de interpretación y transformación de la realidad. La literatura,
como manifestación cultural, ha jugado un papel clave en esta dialéctica, sirviendo tanto
para legitimar estructuras de poder como para subvertirlas.
En el contexto actual, marcado por la digitalización, la globalización económica y la
crisis de los modelos tradicionales de gobernanza, estas perspectivas adquieren una
renovada vigencia. La biopolítica de Foucault nos ayuda a comprender cómo la tecnología y
los algoritmos han reemplazado a las instituciones disciplinarias tradicionales en la
regulación de la vida social y económica, mientras que la noción de hegemonía de Gramsci