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Enfermedad de Wilson
La enfermedad de Wilson es un trastorno hereditario en el que la excreción biliar defectuosa
de cobre conduce a su acumulación, particularmente en el hígado y el cerebro. La
presentación clínica puede variar ampliamente, pero las características clave de la enfermedad
de Wilson son enfermedad hepática y cirrosis hepática, alteraciones neuropsiquiátricas, anillos
de Kayser-Fleischer en la membrana de Desçemet de la córnea y episodios agudos de hemólisis
a menudo asociados con insuficiencia hepática aguda. La enfermedad de Wilson no es solo una
enfermedad de niños y adultos jóvenes, sino que puede presentarse a cualquier edad (5).
La combinación de anillos de Kayser-Fleischer y un nivel bajo de ceruloplasmina sérica (<0,1
g/L) es suficiente para establecer un diagnóstico. Cuando los anillos de Kayser-Fleischer no
están presentes (como es común en la manifestación hepática de la enfermedad de Wilson),
los niveles de ceruloplasmina no siempre son confiables porque pueden ser bajos por razones
distintas a la enfermedad de Wilson (p. Ej., Hepatitis autoinmune, insuficiencia hepática grave
en la enfermedad hepática avanzada), enfermedad celíaca, aceruloplasminemia familiar) (6).
Hay varios medicamentos disponibles para el tratamiento de la enfermedad de Wilson,
incluidos D-penicilamina, trientina, zinc, tetratiomolibdato y dimercaprol. Una vez que se ha
realizado el diagnóstico, el tratamiento debe ser de por vida. Hay una falta de evidencia de alta
calidad para estimar los efectos relativos del tratamiento de los fármacos disponibles en la
enfermedad de Wilson (7).
Hemocromatosis
La hemocromatosis se define como un trastorno hereditario de sobrecarga de hierro
caracterizado por una absorción excesiva de hierro, debido a la deficiencia de hepcidina.
Existen 4 tipos principales de hemocromatosis que se han clasificado en función de las
proteínas implicadas en la homeostasis del hierro que se ven afectadas (8).
La presentación clínica puede ser variable, incluida la elevación asintomática de las
aminotransferasas séricas, dolor inespecífico en el cuadrante superior derecho o
complicaciones de la enfermedad hepática en etapa terminal. El enfoque inicial para la
evaluación de pacientes con sospecha de trastornos por sobrecarga de hierro incluye la
medición del nivel de hierro sérico, ferritina (SF) y saturación de transferrina-hierro (TS).
En el paciente con sospecha de hemocromatosis basada en síntomas, enzimas hepáticas
elevadas o antecedentes familiares, la prueba de detección inicial sugerida debe ser el nivel de
ferritina y saturación de transferrina. Si TS es <45% y SF es normal, no es necesaria una
evaluación adicional. Si TS es ≥45% y SF está elevado, HFESe deben realizar pruebas genéticas.
Todos los pacientes homocigotos C282Y deben proceder a la flebotomía. Si SF es> 1000 μg / L,
se sugiere una biopsia de hígado para la estadificación de la fibrosis. Los pacientes con cirrosis
deben someterse a exámenes de detección de carcinoma hepatocelular. También se puede
considerar una biopsia de hígado antes de iniciar la flebotomía en homocigotos C282Y con
enzimas hepáticas elevadas para descartar causas adicionales de enfermedad hepática. En el
paciente que no es homocigoto C282Y, se debe realizar una evaluación de otras causas de
índices de hierro elevados, incluidos trastornos hepáticos y hematológicos. Si se han
descartado otras causas de sobrecarga de hierro, la concentración de hierro hepático debe
evaluarse mediante biopsia hepática o resonancia magnética. Los pacientes con
concentraciones de hierro hepático y SF elevados de> 1000 μg / mL deben proceder a una
flebotomía terapéutica (9).