EDITORIAL
Publicaciones científicas sobre COVID-19
¿La evidencia presentada es de alta calidad?
La pandemia de la COVID-19 ha crea-
do una atención sin precedentes y probable-
mente es la pandemia que mayor cantidad
de información ha desarrollado. Desde que
se inició la pandemia, la información cientí-
fica ha ido incrementándose diariamente en
forma notable; se trabaja y se publica sobre
su epidemiología, modo de transmisión, ma-
nifestaciones clínicas, diagnóstico de labo-
ratorio, tratamientos médicos. Actualmente
toda la información para controlar la enfer-
medad se ha volcado sobre el proceso de va-
cunación masiva a la población general, con
el propósito de lograr una inmunidad colec-
tiva o de rebaño que conduzca a su fase final
esta pandemia.
En el desafío por contener el avance de
la pandemia de la COVID-19, las investiga-
ciones se enfocaron al principio en la realiza-
ción de ensayos clínicos con el arsenal tera-
péutico disponible que hubiese evidenciado,
principalmente, propiedades antivirales en
detrimento de otros tipos de publicaciones.
Esto provocó un desequilibrio preocupante
en los temas de los estudios clínicos; en par-
ticular, en la escasez de ensayos sobre inter-
venciones no farmacológicas importantes
para ofrecer conductas sobre las interven-
ciones en salud pública, trascendentales en
la mitigación de esta pandemia (1).
Como consecuencia de ello, desde que
se instaló la pandemia, una avalancha de
publicaciones -especialmente sobre ensayos
clínicos con drogas- produjo una atención
importante en la comunidad científica que
esperaba una “bala mágica” para detener la
covid-19 y su principal complicación: el Sín-
drome Agudo Severo Respiratorio (SARS).
Hasta el momento, han sido infructuosos los
intentos por conseguir un compuesto tera-
péutico efectivo.
Desafortunadamente, el exceso de in-
formación sobre la COVID-19 ha conducido
a que publicaciones relacionadas sean con-
sideradas veraces sin un análisis profundo
previo de los artículos, seguramente por la
expectativa e incertidumbre de la sociedad
hacia la resolución de esta pandemia. En
este sentido, es preciso diferenciar la verda-
dera evidencia de las falsas informaciones
que podrían conducir a decisiones potencial-
mente perjudiciales (2).
Como consecuencia de la presión por
publicar rápidamente sobre la COVID-19,
muchos investigadores han abandonado o
puesto en pausa otras investigaciones impor-
tantes y se han enfocado solo en el tema de
esta pandemia. A ello se suma que la mayo-
ría de las revistas científicas en el área de la
salud han cambiado prácticamente su polí-
tica editorial al asignar prioridad a trabajos
sobre la COVID-19, en detrimento de otras
áreas del conocimiento en ciencias de la sa-
lud, con un probable factor adicional que in-
volucra a un proceso de revisión por pares
poco riguroso. Estas publicaciones tienen
el potencial de influir desfavorablemente el
discurso científico y público, generando con-
fusión, malas decisiones políticas y descon-
fianza del público en la ciencia (3).
En el caso de los ensayos clínicos, en
esta pandemia se han evidenciado deficien-
cias notables en su diseño y en los aspectos
éticos relacionados con investigaciones en
Invest Clin 62 (3): 189-191, 2021 https://doi.org/10.22209/IC.v62n3a00