Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
hubieron de adaptarse a las dinámicas que el mismo mercado trae consigo
(competencia, volatilidad, riesgos ambientales, entre otros), ante los
avatares de la incertidumbre que caracteriza el devenir social, per de
manera muy especial el contexto de las organizaciones,
independientemente de si son empresariales, sociales, políticas o jurídicas,
o de cualquier otra naturaleza.
De allí que la competitividad emergente en el contexto de los
desafíos de cambio, haya llevado al mundo de las organizaciones a
transformar su accionar al punto de necesitar no solo inteligencia
suficiente para sortearlas, sino que estas se las han valido de creatividad
para generar, requerir y recibir apoyos para la preparación de sus gestores
y contar así con suficiente experiencia, generando, al ritmo de los
vaivenes de cambio, un método para adaptarse de forma prolongada en el
tiempo: se trata del método de administración a través de competencias,
el cual procura optimizar los modelos de negocio, asumiendo y
consolidando los retos de futuro naturales en estos medios de
incertidumbre, considerando las capacidades de los aliados, por demás
dinámicas.
A partir de lo anterior, se entiende entonces que los
requerimientos para la vinculación de personal deben cambiar, y de
hecho cambian drásticamente, para adaptarse a las necesidades
emergentes en el marco de la dinámica de alta velocidad que significa hoy
el mundo empresarial. Ello se afirma puesto que las formas de
administrar las organizaciones también generan cambios en los procesos
de renovación y contratación de colaboradores, justamente con
propósitos adaptativos. En ese sentido, la selección de personal se enfoca
en las características específicas necesarias para el desempeño eficiente,
pues cada uno de los aspirantes es valorado según los estándares
requeridos para verificar su perfil previamente a su vinculación a la
organización; de esta manera, el rol de cada colaborar se vuelve
estratégico, y las empresas comienzan a reclutar personal caracterizado
por los roles predefinidos. La gestión por competencia, entonces,
empieza a idealizar, retener y vincular personas en las empresas con mano
de obra calificada y ajustado a los roles preestablecidos, dando una mejor
valoración al talento humano, y a los perfiles correspondientes. Todo
ello, junto con el manual de funciones elaborado con fines de gestión de
personas, agilizan los procesos de las empresas que están diseñados para
al óptimo desempeño de las personas así como de los colaboradores,
aprovechando al máximo las capacidades de la organización para