Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
productivo, sino ambos están articulados y se desdibujan las fronteras
cuando se necesita el agua para preparar los alimentos, pero también para
regar las hortalizas que serán cosechadas para alimentar a la familia y dar
de beber a los cerdos y gallinas que también se constituirán no sólo una
fuente de alimentación, sino una alcancía en caso de necesidad. También
están los burros, esenciales para el acarreo del agua desde el manantial, en
caso de que falte el agua en la tubería. La totalidad de las viviendas de El
Mirador cuenta con animales de traspatio, en diferentes proporciones; así
como cultiva la tierra, sembrando maíz, haba, cebolla, frijol, calabaza,
cilantro, entre otros vegetales que contribuyen a una dieta diversificada.
Con el desarrollo de las entrevistas se pudo observar que la
percepción sobre la cantidad del agua disponible de cada vivienda
depende de la capacidad de almacenado de la familia, lo que está
directamente relacionado con su poder adquisitivo. Así, hay familias que
cuentan con recursos para comprar varios tambos de mayor capacidad de
volumen de agua, mientras otras logran a duras penas unas tantas
cubetas. Y, desde luego, las familias que cuentan con mayor capacidad de
almacenado no tienen problemas severos de cantidad de agua y logran
distribuirla entre los usos reproductivo y productivo de traspatio;
mientras que las familias más empobrecidas y con menor acceso a
grandes volúmenes de almacenado, enfrentan la carencia del agua y deben
racionarla para lograr desarrollar sus actividades.
Con relación a la continuidad, debido a los elevados costos de la
energía eléctrica, relativa al bombeo del agua desde el manantial, se
acordó en asamblea que se bombearía el agua cada tercer día, tres horas,
logrando de esta manera un equilibrio precario entre la economía y el
acceso a la cantidad mínima de agua necesaria para el desarrollo de las
actividades de las viviendas. La problemática de falta de continuidad en el
suministro de agua es compartida por muchas localidades rurales de
Latinoamérica, de hecho el 95% de los sistemas de abastecimiento rurales
en la región no brinda un servicio continuo (ILAYA-AYZA et al., 2015).
Asimismo, según el Informe Benchmarking Internacional de redes de
agua y saneamiento, el 84% de las empresas de agua en los países en vías
de desarrollo no cumplen con la continuidad del servicio.
La totalidad de las personas entrevistadas no perciben tener
problemas con la calidad del agua. La OMS establece que, para el ejercicio
del derecho humano al agua en lo referente a la calidad, ésta debe estar
libre de patógenos que puedan causar enfermedades de origen hídrico
(SOARES, 2019). El referente para determinar si el agua es apta o no