Medición de la pobreza multidimensional para la ciudad de Medellín,
Colombia.
Muñetón
Santa, Guberney*
Pineda
Varela, Laura**
Keep
Buitrago, Juan Pablo***
Resumen
Eliminar la pobreza es un problema que enfrenta toda sociedad, en
este sentido, pensar la forma de comprenderla y medirla es el reto principal de
la política pública. Por tanto, en el presente artículo se propone un índice de
pobreza multidimensional para la ciudad de Medellín, con el fin de servir como
instrumento para la toma decisiones de política pública y aportar al monitoreo
de los objetivos de desarrollo sostenible 2030. Se sigue la
metodología propuesta por Alkire y Foster, un método de conteo que identifica a
los pobres de acuerdo a las privaciones que sufren. Entre los resultados, la medición
realizada indica que para el año 2014 en Medellín, la incidencia de la pobreza fue
de 20%; mientras el promedio de privaciones que experimentan las personas
pobres es de 40%. En conclusión, las dimensiones de desescolarización y estándar
de vida son la que más aportan a la explicación de la pobreza multidimensional
de la población. Por lo tanto, se sugiere a la política pública
institucionalizar una mediada multidimensional de pobreza con los datos que
produce la ciudad.
Palabras clave: Pobreza multidimensional; medición de
la pobreza; privaciones; Medellín; Colombia.
Measurement of multidimensional poverty for the city of Medellín, Colombia
Abstract
Eliminating poverty is a problem that all societies face, in this sense, thinking about how to understand and measure it is the main challenge of public policy. Therefore, this article proposes a multidimensional poverty index for the city of Medellin, in order to serve as an instrument for making public policy decisions and contribute to monitoring the 2030 sustainable development goals. The methodology is followed proposed by Alkire and Foster, a counting method that identifies the poor according to the hardships they suffer. Among the results, the measurement made indicates that for the year 2014 in Medellín, the incidence of poverty was 20%; while the average deprivation experienced by poor people is 40%. In conclusion, the dimensions of deschooling and standard of living are what contribute most to the explanation of the multidimensional poverty of the population. Therefore, it is suggested to the public policy to institutionalize a multidimensional mediation of poverty with the data produced by the city.
Keywords: Multidimensional poverty; measurement of poverty;
privations; Medellín, Colombia.
Introducción
La reducción de la pobreza es uno de los principales objetivos de la
agenda de política pública nacional e internacional. Con la declaración de las
Naciones Unidas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se plantean 17
retos del desarrollo con miras a cumplirlos para el 2030. En la resolución de
la asamblea de las Naciones Unidas del 5 de septiembre del 2015, se proponen 17
objetivos de desarrollo sostenible. El primer objetivo es: “Poner fin a la
pobreza en todas sus formas, en todo el mundo”; cuando se incluye la frase “en
todas sus formas”, se hace un reconocimiento al cambio de perspectiva de
conceptualización y medición de la pobreza, pasando de un enfoque univariado a
una perspectiva multidimensional.
Precisamente, el presente artículo tiene como objetivo contribuir a
la discusión sobre la pobreza multidimensional en Colombia con un ejercicio
particular de calcular un índice para la ciudad de Medellín. Es un ejercicio para
generar evidencias de la realidad local del territorio nacional, por tanto, se
plantea como necesario implementarlo en cada municipalidad que busque
contribuir a la solución de las pobrezas teniendo como principio la
interpretación del contexto.
En este sentido, avanzar en la medición multidimensional implica que
los hacedores de política pública deben sortear varios retos. Primero,
identificar a los pobres mediante una metodología que involucre las dimensiones
consideradas importantes para las personas que van a ser sujetos de la medida, siguiendo
al nobel Amartya Sen (1999), se deben elegir los objetos de valor, aquellos que
la población valora y tienen razones de valorar. Segundo, deliberar sobre el
mejor método de agregación de las dimensiones elegidas, un método que responda
a la riqueza conceptual de la pobreza multidimensional, al tiempo que sea útil
para dirigir los avances de la política pública; que tenga rigurosidad técnica
y factibilidad política.
El tercer reto es, instaurar un sistema de información que soporte
los dos aspectos anteriores, además de ajustarse a la restricción presupuestaria
para hacerlo viable en el tiempo. Cuarto, mantener un sistema abierto de
deliberación sobre la pobreza, que permita actualizar la medición en el tiempo,
un sistema que logre la flexibilidad necesaria para incluir las dimensiones que
van apareciendo como relevantes para comprender la pobreza. Retos que los
países y las unidades administrativas locales comienzan a enfrentar con el fin
de reportar sus avances en reducción de la pobreza en todas sus formas y todas
las partes.
Particularmente, en Colombia es necesario revisar los arreglos
institucionales para guiar el objetivo de la eliminación de la pobreza, principalmente
el que tiene que ver con la medición. Aunque Colombia define con claridad la
medición oficial de la pobreza para todo el territorio, los 1.122 municipios de
la nación, no cuentan con evidencias sobre la pobreza para activar la política
pública municipal. El documento 150 del Consejo Nacional de Política Económica
y Social del 2012 (Departamento Nacional
de Planeación [DNP], 2012)
presenta las dos metodologías oficiales del país: i) La medición de la pobreza
por insuficiencia de ingresos, y ii) La medición multidimensional de la
pobreza.
Sin embargo, los reportes del Departamento Administrativo Nacional de
Estadística -DANE- no entregan medición de los 1.122 municipios que tiene el
país, porque la representatividad estadística para ambas mediciones está dada
para áreas mayores a las unidades municipales, exceptuando Bogotá que es
distrito capital; aunque se tenga un índice agregado de país, las dimensiones
de pobreza que se miden en el índice de pobreza multidimensional oficial, se
diseñaron para hacer seguimiento a la política pública del plan de desarrollo
del presidente Santos del periodo 2010-2014 (Angulo, Díaz y Pardo, 2016), una discusión de pertinencia de la medición
que está en deuda en el país.
Por consiguiente, la medición actual que realiza el centro nacional
de estadística no entrega evidencia pertinente a nivel municipal, aspecto que
compromete la toma de decisiones en política social. Es el caso de la ciudad de
Medellín, que técnicamente está imposibilitada para llevar un monitoreo de la
reducción de la pobreza en su territorio, puesto que no la mide localmente.
Medellín, hace parte del área metropolitana con otros 9 municipios, todos ellos
con dinámicas sociales y económicas diferenciadas, lo que lleva a sesgos cuando
usa la medición que entrega el DANE, pues reporta pobreza para el Área Metropolitana.
Aunque la ciudad hace esfuerzos para reducir la pobreza con programas
específicos que lidera desde la Secretaría de Inclusión Social y Familia (Alcaldía de Medellín, 2012), desde allí brinda servicios sociales
enfocados en los diversos grupos poblacionales, en particular uno dirigido a la
superación de la pobreza extrema: “Medellín Solidaria: Familias Medellín”, que
lleva funcionando más de 10 años con inversiones que rondan los veinte mil
millones de pesos anuales (6.64 millones U.S. de dólares, aproximadamente), una
inversión que le representa beneficio anual a cada hogar por un valor aproximado
de 13% de sus ingresos anuales (Muñetón, Bedoya,
Valencia y Vanegas, 2013). Sin
embargo, la ciudad carece de indicadores agregados para evaluar sus avances en
la reducción de la pobreza; además, no presenta ejercicios de deliberación sobre
las realidades de la población pobre de la ciudad, asunto que lleva a errores
de medición por el sesgo de pertinencia de lo que se mide.
No obstante, en el presente artículo se propone un índice
multidimensional con argumentos de necesidad y viabilidad de la medición para
la ciudad. Primero, se cuenta con los datos disponibles en la encuesta de
Calidad de Vida de Medellín (realizada anualmente desde 2004), es decir, hay
factibilidad y oportunidad. Segundo, la ciudad le apuesta abiertamente a la
reducción de la pobreza multidimensional, principalmente con su programa
Medellín Solidaria, por tanto, merece saber cuántas personas
multidimensionalmente pobres tiene. Tercero, debe alinearse con las medidas
oficiales de pobreza en Colombia, una de ellas es la multidimensional. Cuarto,
la ciudad necesita datos para evaluar la inversión y la calidad de los
programas en los que invierte. Por último, la ciudad debe contar con una
medición que le permita saber cómo van los avances frente a los objetivos de
desarrollo sostenible, principalmente, el primero: “poner fin a la pobreza en
todas sus formas, en todo el mundo”.
Para lograr el objetivo de obtener un instrumento para la toma
decisiones de política pública alrededor de la Pobreza Multidimensional en
Medellín, el artículo se divide en cuatro partes. Primero, la discusión teórica
de la medición multidimensional. Segundo, la presentación metodológica del
indicador propuesto, con atención en el proceso para elegir las dimensiones a medir.
Luego, los resultados de la medición y, por último, las conclusiones.
1. Apuntes teóricos
Los avances sobre la conceptualización y medición de la pobreza
llevan a considerarla como un problema derivado de múltiples privaciones
simultáneas que enfrentan las personas en su vida cotidiana (Streeten, 1981; Sen
y Anand, 1997; Foster y Sen, 1997). Por tanto, los planteamientos para la
medición de la pobreza se concentran en diferentes aspectos que componen la
vida de las personas (Atkinson, 2003; Bourguignon y Chakravarty, 2003;
Chakravarty y Silber, 2008; Ravallion, 2011), una característica que había sido
señalada por Amartya Sen bajo el enfoque de las capacidades (Sen, 1985; 1992; 1999; Nussbaum y Sen, 1993).
Precisamente, el presente artículo sigue el enfoque mencionado, desde
el cual la pobreza debe ser entendida como la privación de las capacidades
básicas para lograr vivir vidas valoradas y con razones de valorar (Sen, 1999). Por consiguiente, la pobreza “es una situación
donde las personas experimentan privaciones simultáneas” (Alkire, et al.,
2015, p.1), y es dicha razón la que entrega su carácter de multidimensionalidad,
por ejemplo, el estar privado en salud genera imposibilidad de estar bien
educado o ganarse la vida. En este sentido, la pobreza se puede comprender como
un estado de déficit asociado a umbrales deseados en cada dimensión (Bourguignon y Chakravarty, 2003).
La discusión de la característica multidimensional recibió atención
con estudios participativos donde los pobres muestran sus privaciones más allá
de los ingresos (Narayan, Patel, Schafft,
Rademacher y Koch-Shulte, 1999; PNUD, 2013). Su implementación se puede ver en los reportes anuales de
desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
que desde 2010, siguiendo el método Alkire-Foster (Alkire y Foster, 2007; 2011), realiza el
cálculo de la pobreza multidimensional con medición para más de 100 países. Igualmente,
la medición multidimensional de la pobreza, bajo la misma metodología, fue
adoptada como uno de los indicadores que servirá para monitorear el avance del
primer Objetivo de Desarrollo Sostenible 2030, mencionado anteriormente.
En diversos países y regiones ha sido implementado un índice multidimensional
como medida de la pobreza. La Unión Europea evidencia la limitación conceptual
de la medición de pobreza monetaria y le apuesta a la medición bajo un concepto
multidimensional y de exclusión social como objetivo para el 2020 (Nolan y Whelan, 2011; Whelan, Nolan y Maître, 2014). En Latinoamérica Santos, Villatoro, Mancero y Gerstenfeld (2015), proponen un índice de pobreza
multidimensional recogiendo elementos de los enfoques de necesidades básicas insatisfechas,
capacidades y derechos, en combinación con el enfoque de ingresos.
Ahora bien, las iniciativas de medición de los países son impulsadas
por la Red de Pobreza Multidimensional (MPPN, por sus siglas en inglés). La Red
la integran más de 60 países y organizaciones, que persiguen el objetivo de
brindar herramientas a los hacedores de políticas públicas, para monitorear la
pobreza y tomar acciones para erradicarla. En este sentido, países como Chile,
México, Colombia, Ecuador, Costa Rica y El Salvador, han desarrollado su
medición nacional, con asesoría de la Oxford
Poverty and Human Iniciative. Otros países como Bangladesh, Cuba, Pakistán,
Bolivia, Jamaica, Argentina, Botswana, Panamá, Guatemala, entre otros, se
incorporaron a la red y trabajan en la elaboración de sus mediciones.
2. Metodología
La medición que se propone sigue una metodología aceptada por la
política pública de Colombia (DNP, 2012) y
utilizada ampliamente para mediciones multidimensionales de pobreza.
Particularmente, la medición de pobreza
multidimensional para la ciudad de Medellín, Colombia, sigue la metodología Alkire-Foster (Alkire y
Foster, 2011; Alkire, et al., 2015; Alkire, Apablaza, Chakravarty y Yalonetzky, 2017). Es un método de conteo de privaciones para identificar
la cantidad de personas pobres. El soporte teórico del método AF es el enfoque
de las capacidades; en este sentido, el conteo evidencia personas que simultáneamente
están privadas en diferentes aspectos valorados como importantes para llevar
una vida apreciada individual y socialmente.
Siguiendo a Alkire et al. (2015) se resume la
estructura del índice de la pobreza multidimensional, como sigue a continuación: Se partió del supuesto de que el logro de una
persona i = 1,…, n en la dimensión j = 1,…,
d, puede ser representado por xi j € ℝ+, y se
considera que una persona u hogar está privado en el indicador j si su nivel de logro se ubica por
debajo del umbral de privación. El punto de corte en una dimensión j, es denotado por z j, por tanto, una privación puede definirse así: g
i0j =
1 si xi j < z j y, g i0j
= 0 si xi j ≥ z j .
Teniendo en cuenta la relevancia de cada privación en el indicador,
cada una de ellas puede recibir determinado peso o valor de privación, el cual
se denota por w j. La sumatoria del peso de todos los indicadores
debe ser igual a 1, así: ∑ w j = 1. La medición continúa con el cálculo del
puntaje de privación de cada persona u hogar, que corresponde a la suma
ponderada de las privaciones y se denota por c i = ∑ dj
= 1 w
j g i0j. Luego,
se procede a identificar las personas u hogares pobres a través de un segundo
punto de corte denotado por k, que indica el número de privaciones que
debe cumplirse para ser considerada multidimensionalmente pobre, de esta
manera, una persona u hogar es pobre si c
i ≥
k.
Tras establecer quiénes son las personas multidimensionalmente pobres,
se procede a calcular la medida M0, que combina incidencia de la pobreza,
denotada por H = q/n; e
intensidad, que se expresa como A = ∑ni=1 ci (k)/q; donde q
es el número de hogares multidimensionalmente pobres. Finalmente, M0 que denota el índice de pobreza multidimensional,
viene dado por:
IPM = M0 = H x A = ∑ni=1 ∑dj=1 w j g i0j
2.1. Datos
Los datos para la medición propuesta se tomaron de la Encuesta de Calidad
de Vida (ECV) de Medellín del 2014. La base de datos tiene representatividad
estadística a nivel de comuna y corregimientos, éstos últimos son las áreas
rurales del municipio. En total, son 16 comunas y 5 corregimientos. La unidad
de análisis de la encuesta es el hogar, definido como aquel grupo familiar que comparte
la comida, “come de la misma olla”.
2.2. Dimensiones, indicadores y umbrales
La medición del índice inicia con la etapa de identificación de la
pobreza a nivel de hogar. Posteriormente, se definen 6 dimensiones de igual
ponderación que reúnen 18 indicadores, entre los cuales se distribuye en partes
iguales el peso de la dimensión a la cual pertenecen, tal como se muestra en la
Tabla 1.
Tabla 1
Dimensiones e indicadores del IPM para Medellín
Dimensiones |
Indicadores |
Condición de privación |
1. Entorno y calidad de vivienda. (1/6) |
1. Estrato de la vivienda. (1/18) |
La vivienda es estrato 1 o 2. |
2. Calidad de la vivienda. (1/18) |
Paredes
exteriores de desechos y otros, Madera burda, Bahareque sin revocar, guadua,
caña, esterilla, otro vegetal; o pisos de tierra o arena, madera burda, tabla,
tablón u otro vegetal. |
|
3. Hacinamiento. (1/18) |
En el hogar duermen tres o más personas por cuarto. |
|
2. Acceso a servicios públicos. (1/6) |
4. Número de servicios públicos. (1/12) |
Carece de energía o acueducto o alcantarillado. |
5. Número de servicios públicos suspendidos. (1/12) |
Presenta suspensión del servicio de energía o acueducto. |
|
3. Escolaridad. (1/6) |
6. Escolaridad del jefe. (1/12) |
Jefe del hogar no supera la secundaria. |
7. Escolaridad del cónyuge. (1/12) |
Cónyuge del hogar no supera la secundaria. |
|
4. Desescolarización. (1/6) |
8. Desescolarización de menores de 3 a 12 años. (1/12) |
Niños entre los 3 y 12 años no asisten a sala cuna, guardería, preescolar,
escuela, colegio. |
9. Desescolarización de jóvenes entre 13 y 18 años. (1/12) |
Niños entre los 13 y 18 años no asisten a asiste a escuela,
colegio, técnico, tecnológico o universidad. |
|
5. Estándar de vida. (1/6) |
10. Número de vehículos. (1/24) |
En el hogar no cuentan con al menos un vehículo (Auto, moto, motoneta,
bicicleta, lancha o bote). |
11. Número de electrodomésticos. (1/24) |
El hogar no cuenta con al menos una nevera o enfriador, una
lavadora, un televisor a blanco y negro o a color y una estufa eléctrica,
mixta o a gas. |
|
12. Tenencia de vivienda por estrato. (1/24) |
Los miembros del hogar son ocupantes de hecho en una vivienda. |
|
13. Ingresos Medidos por los gastos per cápita en el hogar. (1/24) |
El ingreso medido por los gastos per cápita del hogar, dividido el
total de personas que integran el hogar, es menor al valor de la línea de
pobreza para Colombia según el DANE ($211.807). |
|
6. Salud. (1/6) |
14. Alimentación de los niños. (1/30) |
En los últimos 30 días, alguna vez, algún niño o joven del hogar
sólo comió una vez al día, dejó de comer todo un día o se acostó con hambre
por falta de dinero. |
15. Alimentación adultos. (1/30) |
En los últimos 30 días, alguna vez, algún adulto del hogar sólo
comió una vez al día, dejó de comer todo un día o se acostó con hambre por
falta de dinero. |
|
16. Proporción de personas en el hogar con sistema de salud
contributiva. (1/30) |
Alguna persona del hogar tiene EPS-Subsidiada, no está afiliado y
está encuestado en el Sisbén o no está afiliado y no está encuestado en el Sisbén. |
|
17. Mortalidad. (1/30) |
Alguna persona del hogar murió en los últimos 12 meses sin alcanzar
la esperanza de vida (71.15 años según DANE). |
|
18. Percepción sobre la seguridad. (1/30) |
Los miembros del hogar se sienten inseguros en el lugar de residencia. |
Fuente: Elaboración propia, 2018.
La selección de las dimensiones e indicadores del presente estudio,
al igual que la asignación de las ponderaciones, guarda estrecha relación con los
ejercicios de medición a nivel internacional, regional, nacional y local. Para
ello, se creó una matriz que contiene las dimensiones, indicadores y puntos de
corte de pobreza de la medición del IPM global, de América Latina (Santos, et al.,
2015), de Colombia (Angulo, et al., 2016) y del Índice
Multidimensional de Condiciones de Vida de Medellín (Departamento Administrativo de Planeación, 2013), así como los pesos o ponderaciones de las
tres primeras, puesto que la última no sigue el método Alkire-Foster. La
elección de dimensiones se realizó tomando como base las variables de los
cuatro ejercicios de medición; entonces, se listan todas las dimensiones,
comunes y no comunes, descartando aquellas que no aparecían en la base de datos
usada o que estaban en contradicción con la postura teórica abordada para este
estudio (ver Tabla 1).
Después de establecer los indicadores y las dimensiones, se procede a
definir el primer punto de corte de la metodología Alkire-Foster, que determina
si un hogar experimenta o no privaciones en un indicador, y se considera
privado si no alcanza el logro mínimo que éste requiere. Para establecer este
punto de corte, se analizó la información consignada en la matriz elaborada
para tal fin, en ella se encontró un alto nivel de concordancia entre los
puntos de corte de todos los ejercicios evaluados, por lo que no hubo inconvenientes
mayores a la hora de tomar la decisión final con cada indicador. Sin embargo, dos
indicadores requirieron de elaborar la medición: El primero fue el ingreso,
para el cual se definió como punto de corte la línea de pobreza para Colombia en
el año 2014 según el DANE; el segundo, la mortalidad, se definió que un hogar
estuvo privado si alguna persona había muerto en los últimos 12 meses sin
alcanzar la edad de esperanza de vida en Colombia, según el DANE.
Al concluir este proceso, se construye una matriz de unos y ceros,
los unos significan que al menos un miembro del hogar experimenta privación en
un indicador determinado y, por consiguiente, todo el hogar se considera
privado; los ceros, cuando ninguno de los miembros del hogar experimenta la
privación.
El paso a seguir es determinar el segundo punto de corte denotado por
k, que indica cuándo un hogar tiene
suficientes privaciones para ser considerado multidimensionalmente pobre. Hasta
el momento no se ha establecido un método que defina el valor específico que
debe tomar el parámetro k. Según Alkire et al.
(2015, p.213), “la elección de k
debería ser, en la mayoría de los casos, un asunto normativo, sin embargo, es
importante tener en cuenta la robustez del parámetro en el índice”.
Así, para decidir sobre k,
se estimó el valor de M0 en las comunas y corregimientos de Medellín
para diferentes valores del umbral de pobreza k, este ejercicio permitió constatar, como se observa en la Figura
I, que la relación del nivel de pobreza se mantiene a pesar del cambio en el
valor del parámetro (Santos, et al., 2015); el ranking de
comunas y corregimientos es consistente ante cambios en versiones alternativas
del umbral de pobreza multidimensional.
Fuente: Cálculos propios, 2018. Con base en Encuesta Calidad de Vida, 2014.
Figura I. Estimaciones M0 para diferentes valores de k
Igualmente, siguiendo a Angulo, et al. (2016), se realizó una
comparación del valor que toma la tasa de incidencia ajustada (M0) con diferentes puntos de corte (k), a través del coeficiente de
variación que muestra la variabilidad de cada uno de estos valores con respecto
a la media aritmética (8,12%). Así, se identificó un rango de valores para k entre 28% y 38%, en el cual el
coeficiente de variación fue inferior a 33%, ya que a medida que el coeficiente
de variación toma menor valor, existe mayor homogeneidad en los valores que
toma la variable M0. Una vez seleccionado el conjunto de
posibles valores de k, se observó el
promedio de privaciones que experimenta la población que se considera pobre y
que además es pobre según la línea de pobreza, a su vez se identificaron las
privaciones promedio que experimenta una persona que no se considera pobre ni
es pobre por línea de pobreza, obteniendo como resultado 6 y 2 privaciones
respectivamente sobre las 18 posibles privaciones.
A partir de dicho rango acotado de valores de k, es posible constatar que k
= 32% es el valor con el menor coeficiente de variación, y dada su
proximidad al número de privaciones promedio que experimenta una persona que se
considera pobre y al mismo tiempo es pobre según línea de pobreza (6/18), se
adoptó como punto de corte de la pobreza multidimensional. Este valor no
difiere en gran medida de las estimaciones internacionales, por ejemplo, Alkire y Santos (2014), establecen un k = 33% como punto de corte de la
pobreza, con el fin de agrupar aquellas personas que no alcanzan el umbral
mínimo acordado internacionalmente. Para continuar con la medición, se crea una
nueva matriz, en la cual son censurados los hogares que no se identificaron
como multidimensionalmente pobres.
Posteriormente, en la etapa de agregación, se calcula el IPM (M0), para ello, se hace uso del comando de stata llamado “mpi”, el cual es avalado
por OPHI para hacer los cálculos de la metodología Alkire-Foster.
3. Análisis de Resultados
Con un k = 32% la incidencia
de la pobreza (H), es decir, la proporción de personas que experimentan
privación en Medellín fue de 19,98%. En cuanto a la intensidad de la pobreza
(A), los resultados muestran que la proporción de privaciones promedio que
enfrentaron los pobres en el período de análisis fue de 39,8%, es decir, en
promedio, los pobres estuvieron privados en el 39,8% de los indicadores
ponderados. Por su parte, la tasa de incidencia ajustada, que es el producto de
H (incidencia de la pobreza) y A (intensidad de la pobreza), para el año 2014,
fue de 7,9%.
Al analizar los resultados por comunas y corregimientos (Figura II),
se evidencian altos contrastes. La tasa de incidencia de la pobreza supera el
47% en las comunas 1 y 2 (Popular y Santa Cruz, respectivamente). Se encuentra
entre 30 y 35% en Santa Elena, Palmitas, Manrique, San Cristóbal, San Javier, y
Altavista. En las comunas Villa Hermosa, Doce de Octubre, Aranjuez, el corregimiento
San Antonio de Prado, Robledo, Buenos Aires y Castilla, la incidencia está
entre 9,5 y 29%. Mientras Belén, La Candelaria y Guayabal presentan tasas de
incidencia entre 3,5 y 6%. Finalmente, sólo en Laureles-Estadio, La América y
El Poblado, la incidencia de la pobreza está por debajo de 1,5%.
Fuente: Elaboración propia, 2018 con base en Encuesta
Calidad de Vida, 2014.
Figura II. Tasa
de incidencia de la pobreza (H)
Además, se evidencia una alta variabilidad en la incidencia de la
pobreza por zonas y corregimientos en la ciudad, puesto que, mientras en la
Zona Nororiental y los 5 Corregimientos la pobreza multidimensional es de 3,8 y
3 por cada 10 hogares respectivamente, en El Poblado y la Zona Sur Occidental,
esta proporción es 3,3 por cada 100 hogares. Un contraste interesante de
variabilidad en la incidencia de la pobreza se presenta en la Zona Centro
Occidental, donde en promedio 11% de la población es multidimensionalmente
pobre, esto debido a que San Javier aporta la mayor proporción (30%), mientras
que Laureles y La América juntos ascienden a 2,4%, evidenciando la disparidad
de la pobreza en Medellín.
En términos de intensidad, la Figura III muestra que, en las comunas
Popular, La Candelaria, Buenos Aires, Manrique, Villa Hermosa, San Javier, La
América y el corregimiento de Santa Elena, la población experimenta privación
entre 40 y 43,1% de los indicadores. Por su parte en las comunas Santa Cruz,
Aranjuez, Belén, Altavista, Robledo, Castilla, Guayabal, Doce de Octubre y los
corregimientos de San Cristóbal, Palmitas y San Antonio de Prado, la intensidad
de la pobreza varía entre 36,6 y 39,6%. Finalmente, en Laureles-Estadio y El
Poblado la intensidad es de 35,7 y 33,3% respectivamente. Adviértase que la
intensidad mide la proporción de privaciones que sufren los hogares que son
multidimensionalmente pobres.
Fuente: Elaboración propia, 2018 con base en Encuesta
Calidad de Vida, 2014.
Figura III. Intensidad
de la pobreza (A)
En la Figura IV, se puede observar que los mayores niveles de pobreza
multidimensional se concentran en las comunas 1 y 2 (Popular y Santa Cruz) con
un M0 entre 19 y 20%, en contraste, las comunas
con menores niveles de pobreza multidimensional fueron Laureles-Estadio, La
América y El Poblado, con valores entre 0,1% y 0,9%.
Fuente: Elaboración propia, 2018 con base en Encuesta
Calidad de Vida, 2014.
Figura IV. Tasa
de incidencia ajustada de la pobreza (M0)
De acuerdo con los resultados de la medición de pobreza multidimensional
de Medellín en 2014, la estructura de la pobreza muestra las dimensiones donde
hay más porcentaje de personas privadas (ver Figura V). Así, la dimensión que
contribuye en mayor proporción al total de la pobreza es escolaridad, con un
porcentaje de 32,2%, seguida por estándar de vida con un porcentaje de 24,1%.
Por su parte, las dimensiones que contribuyeron en menor medida a explicar el
valor de M0, son: Acceso a servicios públicos y
desescolarización con porcentajes de 3,4% y 7,2% respectivamente.
Fuente: Elaboración propia, 2018 con base en Encuesta
Calidad de Vida, 2014.
Figura V. Estructura de la pobreza
multidimensional
En el mismo sentido, la escolaridad del jefe del hogar es el
indicador que concentra el mayor porcentaje de privación, seguido por los
hogares que no tienen activos de vehículos (bien sea bote, automóvil, moto,
bicicleta) y en tercer lugar se encuentran aquellos hogares integrados por personas
con sistema de salud subsidiado o sin afiliación alguna (ver Figura VI). En
contraparte, es bajo el porcentaje de hogares que se encuentran privados por
tenencia de vivienda (ocupantes de hecho), número de servicios públicos y
mortalidad.
Fuente: Elaboración propia, 2018 con base en Encuesta
Calidad de Vida, 2014.
Figura VI. Porcentaje
de privación por indicador
Conclusiones
Usando los datos que recoge la administración local de la ciudad de
Medellín, se propone un índice de pobreza multidimensional que sigue la
metodología diseñada por Alkire y Foster, la misma que Colombia adopta en el
2011, el método propuesto permite identificar los pobres y conocer la
profundidad de la pobreza. El Índice de Pobreza Multidimensional propuesto para
la ciudad de Medellín lo componen 6 dimensiones y 18 indicadores. Los resultados
para el 2014 muestran que un 20% de la población es pobre multidimensionalmente,
para una ciudad con una población alrededor de 2,5 millones de habitantes. Se
evidencia un reto alto para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En promedio, las personas pobres multidimensionalmente están privadas
en el 40% de los 18 indicadores ponderados, cifra que refleja la profundidad de
la pobreza. Además, el cálculo muestra una tasa de incidencia ajustada es 7,9,
cifra que da cuenta tanto de la incidencia como de la profundidad de la pobreza
en la ciudad y es importante para hacer comparaciones relativas en el tiempo.
Las últimas se sugieren como complemento al presente estudio para observar la
sensibilidad de las medidas entre periodos y evaluar los comportamientos
intertemporales.
La distribución espacial de los resultados del porcentaje de
población pobre y su profundidad, muestran diferencias que evidencian
segregación socioespacial. Por ejemplo, el porcentaje de población pobre
multidimensionalmente en la comuna 1 (Popular) ubicada en la zona nororiental
de la ciudad es de 48%, mientras que en la comuna 14 (El Poblado) ubicada en la
zona sur de la ciudad, es de 0,3%. En cuanto a la profundidad de la pobreza, se
observa que la distribución es más homogénea, es decir, tienen menos variabilidad
y, por tanto, los pobres multidimensionales estarán privados, en la mayoría de
las comunas, entre un 35% y 45% de los indicadores medidos.
La dimensión que contribuye en mayor proporción al total de la
pobreza es escolarización, con un porcentaje de 32,2%, seguida por estándar de
vida con un porcentaje de 24,1%. Por su parte, las dimensiones que
contribuyeron en menor medida al total de la pobreza son acceso a servicios públicos
y desescolarización con porcentajes de 3,4% y 7,2% respectivamente. En concordancia
con lo anterior, al analizar los indicadores se evidencia que, la escolaridad
del jefe del hogar concentra el mayor porcentaje de privación, seguido por los
hogares que no tienen vehículo particular, mientras que es bajo el porcentaje
de hogares que se encuentran privados por tenencia de vivienda y número de
servicios públicos. Las dimensiones y sus indicadores relacionados entregan
evidencia a la política pública de la ciudad para actuar en aquellas donde la
población se encuentra con mayores privaciones, tanto por extensión como
intensidad.
Ante los resultados obtenidos en el estudio, se sugiere a la política
pública institucionalizar una mediada multidimensional de pobreza con los datos
que produce la ciudad. Además, revisar las prioridades de los programas
sociales en función de las necesidades más acuciantes de la población,
reflejadas en las mediciones. En la misma línea, avanzar en el ajuste y
revisión de las dimensiones priorizadas por el programa de superación de
pobreza extrema de Medellín, con el fin de proponer estudios de evaluación de
impacto que involucren la medición multdimensional de la pobreza. Además, se
requiere avanzar en estudios de corte mixto (cualitativo-cuantitativo) que
permitan reflejar las dimensiones de la pobreza valoradas por la población,
pero que no aparecen en las encuestas oficiales para su medición, las llamadas
dimensiones perdidas (Alkire, 2007) que son el pilar fundamental para proceder
con actualizaciones de la medición.
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* Magister en Estudios Socioespaciales.
Economista.
Coordinador del grupo de
investigación Recursos Estratégicos, Región y Dinámicas Socioambientales (Rerdsa). Profesor Asociado del Instituto
de Estudios Regionales, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
E-mail: guberney.muneton@udea.edu.co
Orcid: http://orcid.org/0000-0002-5194-1914
** Economista de la
Universidad de Antioquia, Colombia. Asesora de área – Servicio de empleo
Comfama. E-mail: laurapineda.v3@gmail.com
*** Economista. Asesor temático en el
Concejo de Medellín y Consultor de la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. E-mail: juan-pablo-555@hotmail.com
Recibido: 2019-03-12 · Aceptado: 2019-06-06