Confianza y redistribución de agencia
en ecosistema de pagos de CajaVecina en Chile*
Espinosa-Cristia, Juan Felipe**
Batiz-Lazo, Bernardo***
Alarcón-Molina, José****
Resumen
La
presente investigación se encuadra dentro de los estudios de las finanzas domésticas
y tecnologías de lo cotidiano. La CajaVecina, es un sistema del BancoEstado que
opera en Chile, que acerca las operaciones bancarias a grupos de personas
recientemente bancarizadas, y que reciben servicios financieros en diversos puntos
de venta. Por tanto, el objetivo del presente artículo consiste en analizar la confianza y redistribución de agencia en ecosistema
de pagos de CajaVecina en Chile. Utilizando una metodología cualitativa con
base en entrevistas estructuradas a gerentes, intermediarios y comerciantes, se
constata que el fenómeno de la redistribución de la agencia del banco y de la
llamada corresponsalía bancaria se basa fundamentalmente en los llamados cupos
de operación, desde los cuales el BancoEstado diversifica el riesgo y aprende de las conductas bancarias
de los almacenes. Esta información permite que un almacén del barrio se
transforme en otro tipo de solución, independiente al banco, aprovechando los
niveles de confianza tejidos con sus clientes. En conclusión, es así como este sistema de pagos y operaciones
financieras, viene a redistribuirse, asumiendo el intermediario/corresponsal un
dominio sobre el territorio y las operaciones, reformulando por completo el
llamado ‘espacio de pagos’ para el banco, usuarios, e intermediarios.
Palabras
clave: Corresponsalía
bancaria; redistribución de agencia; espacio de pagos; marcado del dinero; operaciones
financieras.
Trust and agency redistribution in CajaVecina's payment ecosystem in
Chile
Abstract
This research is framed within the studies of domestic
finances and everyday technologies. La CajaVecina is a BancoEstado system that
operates in Chile, which brings banking operations closer to groups of people
recently banked, and who receive financial services at various points of sale.
Therefore, the objective of this article is to analyze the trust and
redistribution of the agency in CajaVecina's payment ecosystem in Chile. Using
a qualitative methodology based on structured interviews with managers,
intermediaries and merchants, it is verified that the phenomenon of the
redistribution of the bank's agency and the so-called correspondent bank is
fundamentally based on the so-called operating quotas, from which the
BancoEstado diversify risk and learn from the banking behavior of warehouses.
This information allows a neighborhood store to transform into another type of
solution, independent of the bank, taking advantage of the levels of trust
woven with its customers. In conclusion, this is how this system of payments
and financial operations comes to be redistributed, the intermediary /
correspondent assuming dominion over the territory and operations, completely
reformulating the so-called ‘payment space’ for the bank, users, and
intermediaries.
Keywords: Bank
correspondent; agency redistribution; payment space; marking of money; financial
operations.
Introducción
La figura del banco corresponsal
es casi tan vieja como el de la misma banca. A través de esta, una institución
financiera actúa como agente de otra al proveer de servicios a los clientes de
la primera. Usualmente, la corresponsalía bancaria se utilizó para facilitar el
comercio internacional, pero en épocas más recientes intermediarios financieros
y no financieros, han establecido este tipo de arreglos alrededor de transacciones
cotidianas y domésticas, muchas veces con el fin de incrementar la inclusión
financiera y servir a los estratos socio-económicos de más bajos recursos (la
llamada ’base de la pirámide’).
En ese sentido, el presente
estudio se encuadra dentro de aquellos que buscan documentar la sociología de
las finanzas domésticas (Ossandón,
Ariztía, Barros y Peralta, 2017), en particular, respecto de los modos de
cálculo cotidiano que utilizan almaceneros y en menor medida los usuarios que
operan el sistema de corresponsalía bancaria chileno llamado CajaVecina. El
sistema que opera en Chile, otorga la posibilidad a personas y microempresas de
realizar retiros de dinero, depósitos en efectivo, transferencias entre
cuentas corrientes de BancoEstado (la llamada Cuenta RUT(1)),
consultas de saldo, pagos de créditos y dividendos, pago de servicios, avance
y pagos de tarjeta de crédito BancoEstado y recargar el teléfono móvil,
entre otros. La tecnología que permite las transacciones es un terminal POS (point
of sale, por su denominación en inglés), que se comunica con el sistema central
del banco.
En este contexto, el sistema de
corresponsalías, ha intentado mostrar una mayor comprensión acerca de usuarios
no bancarizados, de las operaciones de pagos y más en general financieras (Elyachar, 2010; Maurer,
2012; Langley, 2014). De manera
más general, el sistema CajaVecina presenta un cambio tecnológico que avanza
hacia una ‘Cashless Society’ (Batiz-Lazo, Karlson y Thodenius, 2014; Batiz-Lazo
y Smith, 2016; Batiz-Lazo, 2018) que persigue la inclusión de los individuos no
bancarizados.
Al respecto, la CajaVecina, ha
sido impulsada principalmente, entre otros agentes del sistema
financiero-bancario, por el BancoEstado. Este último, es un banco donde el
Estado de Chile posee el cien por ciento de la propiedad. El Ministerio de
Economía del Gobierno de Chile (2013), ha definido las corresponsalías bancarias
como:
Un canal
de atención para los clientes y no clientes de BancoEstado, que funciona en
locales comerciales, durante sus horarios de funcionamiento. A través de
terminales instalados en los almacenes, permite realizar una serie de
transacciones bancarias y servicios financieros, utilizando las tarjetas de
cajeros automáticos Banco Estado o la tarjeta de débito de Cuenta RUT. (p.41)
La motivación del presente
estudio es el crecimiento exponencial en el número de corresponsalías(2) desde el punto
de vista de las ‘tecnologías de lo cotidiano’, es decir, desde la visión de
quienes reformulan sus propias prácticas, como lo son los usuarios de la
corresponsalía y los intermediarios -dueños del almacén- (Müller, 2014). Consecuentemente,
se intenta aquí arrojar luz sobre la pregunta: ¿Es el almacén de barrio una
sucursal de banco?
Al preguntarse acerca de las
características de la CajaVecina, se enfrenta la complejidad de la operación del
sistema de corresponsalía bancaria entre intermediarios financieros y no
financieros, que ha sido desarrollado por BancoEstado para facilitar la inclusión
financiera de un importante grupo de ciudadanos chilenos de escasos recursos. Según
Anaya, Buelvas y Romero (2020), la inclusión financiera está “representada por la
posesión de algún producto financiero por parte de los miembros del hogar”
(p.129). Por
ello, la pregunta avanza sobre una comprensión más general de la forma en que
las finanzas personales suceden hoy, cuando la tecnología de pagos se encuentra
en un importante ‘momento’ de cambio en el mundo (Zelizer, 1997).
1.
El estudio de las ‘finanzas cotidianas’ de la CajaVecina
El estudio de la mayor cobertura de
los bancos en la vida cotidiana de las personas se ha realizado desde
diferentes puntos de vista. Si bien la sociología crítica, caracteriza a este
móvil económico como un adiestramiento socioeconómico sistemático para el
ahorro forzado (Baudrillard, 2017); autores contemporáneos han mostrado que discursos
como el ya citado, ha capturado los sentidos comunes sobre las ‘lejanas lógicas
bancarias’, sin dar cuenta de las vinculaciones sociales con el mundo mercantil
(Wilkis, 2017). En una línea similar, Ossandón (2017) explica que el análisis de
las finanzas del ‘día a día’ de las personas, permite comprender los nexos
entre inclusión/exclusión financiera que experimentan. Los estudios sociales de
las finanzas de lo cotidiano, versan sobre el comportamiento y sucesos
alrededor de dichas transacciones.
Las finanzas de lo cotidiano, poseen un antecedente
importante en la sociología de los capitales personales y los intercambios que
realizan los actores económicos particulares en los circuitos comerciales
(Zelizer, 2010). Para
tal efecto, la sociología relacional presenta el concepto de ‘marcado de dinero’
(Zelizer, 1997). Este se define como la
clasificación que realizan los usuarios al identificar, organizar, guardar y categorizar
el dinero en su uso diario.
Los estudios de la ciencia y la
tecnología (STS, por su siglas en inglés), de acuerdo con Felt, Fouché, Miller y Smith-Doerr (2016) han desarrollado una línea
en donde clasificar no es una operación inocua sobre el mundo. Por el contrario,
el orden mismo que debe ser mantenido, se basa en la clasificación que las
personas realizan sobre el mundo en que estas se desenvuelven. Las clasificaciones
son generativas (Bowker y
Star, 2000), es decir, producen realidad, misma que tiene que
ver con, por ejemplo, las diferencias que realizan los operadores de los POS de
la CajaVecina en el almacén, dado que dichos operadores, deben gestionar los
fondos que ellos tienen y que siempre serán limitados.
Zelizer (1997; 2010) comprende la complejidad del lazo social que se relaciona con una cantidad
de dinero que puede ser igual en cuanto al monto, sin embargo, presentar
diferencias en cuanto a su obtención, por ejemplo, la suma de 100 dólares
recibidos en un almacén, será distinta dependiendo de la manera de cómo se
obtuvo el dinero. En el hipotético caso del almacén y corresponsalía bancaria, no
es lo mismo que el dinero provenga de la operación del POS de la corresponsalía,
que aquel proceda de la venta de la ‘mercadería’ del almacén, o de la venta de
un servicio de carga de minutos a un teléfono móvil. Las categorías son distintas.
En este sentido, la presente investigación buscará
entender qué características tendrá cada una de ellas y cómo es que afectarán
en la clasificación que se produce de los usuarios, que traen diversos tipos de
dinero al almacén corresponsalía bancaria. De hecho se comprende
que la tecnología de pagos se
encuentra en un transcendental período de cambio a nivel mundial (Bandeji,
Fourcade, Weber, Wherry y Zelizer, 2016), insertándolas en un lugar preferente y central para
su estudio.
Por su parte, Ossandón
(2017) sostiene que los procesos de extensión del crédito otorgados por el comercio
detallista, han generado ‘economías del cupo’, vale decir, circuitos económicos
que apelan a los mismos principios solidarios como las cooperativas de ahorro.
En dicha economía, se visualiza un doble aprendizaje colectivo, ya sea de la
estructura crediticia al enfrentarse como consumidores, y una versión de lazos
de confianza/desconfianza de sus redes y capitales sociales próximos. En este
ejercicio de calculabilidad, el actor operacionaliza no solo el beneficio común,
buscando mantener y aumentar los cupos, como beneficio del cumplimiento
sistemático del pago (la extensión del cupo entendido como la siembra
financiera) y el acceso a beneficios institucionales, como mecanismos de
propaganda institucional para el uso de estas cuentas (regalos, cupones o
puntos canjeables).
Tanto la
clasificación que se realiza a partir del marcado del dinero, como la operación
en base al ‘cupo’ que otorga el banco a su corresponsalía, se relacionan con el
problema de la confianza. La hipótesis es que el concepto de la confianza como
seguridad ontológica, se encuentra en el centro de las transacciones económicas
que son realizadas a diario por quienes utilizan los servicios de la CajaVecina.
Giddens (1990), define la seguridad ontológica como aquella que se relaciona:
(…) y aplica a todas las
culturas, pre-modernas y modernas (…) la seguridad ontológica es una forma,
pero una muy importante, de los sentimientos de seguridad in el amplio sentido
(…) refiere a la confidencia que la mayoría de los humanos tienen en la continuidad
de su identidad propia y la constancia del ambiente social y material de acción
que le rodea. Es un sentido de seguridad/confiabilidad de las personas y cosas
central a noción de confianza. (p.92)
Con todo, la
pregunta: ¿Es el
almacén de barrio una sucursal de banco?, buscará comprender
mejor cómo se comportan los almacenes cuando se introduce el sistema de
CajaVecina. Desde la antropología de los medios de pagos de Maurer (2008), se
ha demostrado que existe un ‘espacio de pagos’. La corresponsalía CajaVecina,
se convierte en parte de dicho espacio de pagos. Siguiendo al precitado autor,
la investigación intenta entonces dar cuenta de la reconfiguración que se ha
producido a partir del advenimiento del sistema CajaVecina. Para ello, la
infraestructura debe ser considerada en el centro del problema.
Considerar
la infraestructura en el centro del problema, permite llevar la mirada hacia
aspectos relacionados con la tecnología de las telecomunicaciones, la infraestructura
física de las conexiones entre los POS y los bancos, el flujo de caja de los
negocios/comercios en donde se implementan las CajaVecina, y la infraestructura
regulatoria que ofrece tanto el BancoEstado, como el Estado de Chile. Sólo
observando éstos aspectos se podrá responder a la pregunta sobre el cambio en el
ecosistema de pagos y las percepciones de quienes gestionan el uso de las
CajaVecina en el día a día.
2.
Metodología
La búsqueda y análisis de la información
recolectada será enfocada desde un paradigma cualitativo-empirista, con enfoque
etnometodológico (Garfinkel, 1999), puesto
que se indagó en las comunicaciones sociales a través del examen de las
actividades humanas, haciendo énfasis en los métodos y estrategias empleadas
por los individuos para construir, dar sentido y significado a sus prácticas
sociales cotidianas. Con ello, se prestó atención en aquellas prácticas que se
presuponen y sobre las cuales se estabiliza y opera el sistema de la
CajaVecina.
En el presente estudio la recolección
de datos, se estableció principalmente mediante la ejecución de entrevistas
semi-estructuradas (Brinkmann, 2014). Las mismas pudieron incorporar tres
elementos al momento de generar la recolección de datos: i) un guion según las
dimensiones de las variables que se quería ahondar; ii) permitir que los
objetivos se mantuviesen cerca de la pregunta de investigación propuesta, como
también de las dimensiones abarcadas en el marco teórico; iii) modificar el guion
según el ritmo de la conversación en el cual el investigador/investigado, se
confluyen en un entorno que pueda provocar complicaciones y/o disonancias.
Una primera selección de informantes, utilizó la
distribución geográfica de los POS de CajaVecina y por tal motivo se realizó un
requerimiento único de adecuación (Lynch, 2005):
a. Se realizaron
entrevistas en dos regiones de Chile, debido a la mayor representación de
corresponsalías de POS, éstas correspondieron a la Región Metropolitana y de
Valparaíso (Alarcón, Flores, Ormazábal, Vera y Yáñez, 2013).
b. La investigación
privilegió el acceso a los almacenes que se establecen como en los lugares
donde otros tipos de corresponsalías bancarias no llegan –ATMs y sucursales
bancarias-. Para ello, se ha establecido un criterio de distancia de 3
kilómetros de los almacenes con establecimientos bancarios.
El criterio
de selección de informantes premió aspectos de viabilidad económica, temporal y
también la posibilidad de saturación de las categorías. Luego de la primera ‘tanda’
de entrevistas y de pre-analizar las transcripciones, se prosiguió, con la
ayuda de dichos ‘insights’, hacia una segunda etapa de producción de
datos. El número final de entrevistas realizadas y analizadas fue de 24, de las
cuales 12 correspondieron a la Región Metropolitana y 12 a la Región de
Valparaíso. Las entrevistas se realizaron entre enero y junio del año 2017. Por
otro lado, y para ’triangular’ la información, la investigación contactó a
gerentes y cuadros medios del sistema de CajaVecina. Dichas entrevistas
alcanzaron un total de 3 y fueron aplicadas entre enero y marzo del año 2017.
Asimismo,
el análisis de los datos se realizó generando una combinación en la codificación
inductiva de categorías, con una comparación simultánea de todas las unidades
de significado obtenidas. Se siguió para ello los lineamientos propuestos por
Elo y Kyngäs (2008), quienes recomiendan que a medida que se vayan obteniendo cada
unidad de análisis, se debe ir comparando inmediatamente con las demás. Esta
comparación se realiza con la finalidad de factorizar el análisis, para llegar
a una reconstrucción significativa de datos. En síntesis, la metodología de
elaboración de códigos fue emergente, dando cuenta de una lectura global de las
entrevistas.
3.
Resultados y discusión
La investigación mostró que existe un mecanismo
central que explica la manera en que opera el sistema. Dicho mecanismo resultó
similar al propuesto por Ossandón (2014), quien plantea que es a través de la siembra
del crédito a los comercios, que se ‘performa’ la manera en que éstos operan las
corresponsalías y realizan distinciones de sus usuarios/clientes. Se muestra
además, que dichas distinciones entre usuarios/clientes se encuentra
íntimamente relacionado con la confianza entre usuarios, sistema y el operador
del sistema (almaceneros). Los resultados generales se pueden ordenar como
sigue:
a. Es a partir de la deuda/cupo que mantiene el
comercio con el banco, que se produce el punto inicial de contacto entre la corresponsalía
bancaria y el banco.
b. Dicho cupo, permite el funcionamiento de la
corresponsalía, y a su vez, se transforma en un mecanismo de ‘siembra’, que va
obteniendo información sobre el comportamiento económico de los almaceneros.
c. El mecanismo de la siembra, no es solo una forma
de aprendizaje vertical; es decir, por parte del banco dueño del sistema de
corresponsalía; pues además en los circuitos económicos de los comercios, el
almacenero utiliza la confianza con clientes, estableciendo distinciones y mecanismos
de reducción de incertidumbre, para la operación cotidiana de CajaVecina y la
gestión que realiza del cupo que posee en la CajaVecina que opera.
3.1. El mecanismo de siembra-cupo
del Banco y su corresponsalía
Los datos sistematizados indican que la forma de
contacto del BancoEstado con CajaVecina se puede dar de dos maneras: Mediante
la búsqueda activa de un funcionario del BancoEstado, ofreciendo la corresponsalía;
o mediante la solicitud del almacén, que se enteró sobre las corresponsalías.
No obstante, para ambos procesos BancoEstado realiza una evaluación comercial
del almacén, analizando el riesgo de sus propietarios. Si el resultado es
positivo, BancoEstado bancariza a sus propietarios y/o administradores,
entregando un crédito que se transforma en el ‘cupo de operación de la
CajaVecina’.
Asimismo, el cupo es uno de los términos más utilizados
en las entrevistas realizadas con los dueños de los comercios que operan el
sistema de corresponsalías bancarias. “Es que lo que
pasa que aquí te dan un cupo, todas no tienen el mismo cupo que otra. Hay
algunos que tienen 1 millón de pesos, otros dos millones” (Entrevista No.
11, Región de Valparaíso).
Junto con mostrar la importancia del concepto del cupo,
la cita señala una comparación entre la operación de la corresponsalía a cargo
del comerciante y otras de las que dicho comercio tiene información. De hecho,
el monto o ‘cupo’ para operar el sistema, se puede ampliar, según la antigüedad
que posee el almacenero que opera la CajaVecina y haciendo un seguimiento del
número de transacciones que va generando el almacén con el monto de crédito ya
asignado. Esta referencia al sistema aparece de manera central en el discurso
de los comerciantes que operan la corresponsalía. Es por así decirlo un
mecanismo medular que explica el operar del sistema de corresponsalía.
Paralelamente, y desde el punto de vista de la
dirección comercial del banco, el sistema de corresponsalía se conforma
primeramente como una tecnología que sistematiza y deshumaniza el intercambio, para
luego actuar como un modelo de negocio para operar transacciones. La primera
distinción, se encuentra en la siguiente cita:
Lo
primero es la máquina. Vamos a ver primero qué fue el modelo, cómo operas
porque vas a un negocio va a haber gente que hace transacciones y este negocio
como opera para poder efectuar en la época que nació el efectivo era como
predominante, entonces cómo las transacciones en efectivo cómo las garantizamos…
de hecho, la corresponsalía se opera con una persona que va con efectivo o con
su plástico y hace una transacción…Y eso es…la máquina hace algo y se gestiona todo
en el banco. (Entrevista CEO CajaVecina)
El comentario de que ‘el sistema es
una máquina’, se puede comprender como que el funcionario bancario piensa la
CajaVecina como un sistema completo, pero a la vez, como una máquina POS, misma
que se instala en el comercio, y es la relevante en el operar de la corresponsalía.
Es decir, el centro del asunto es que este es un problema de tecnología de
información y telecomunicaciones (TIC) y no de relaciones sociales entre el almacén,
cliente-usuario y el banco. Con todo, es claro que dicha tecnología aparentemente
no plantea altos desafíos de implementación o adopción, más allá de aquellos
relacionados con la conectividad telefónica. Incluso en los conocidos casos en
los cuales se ha conectado islas del extremo sur de Chile o la base que existe
en la Antártica, dichos desafíos tecnológicos, no parecen ser realmente
importantes para el actual desarrollo de las TIC.
Visto de otra forma, se podría decir
que BancoEstado implementó el modelo de negocio de CajaVecina, considerando
aplicaciones de las TIC que fueran conocidas, confiables y robustas. Es decir,
premió el cambio incremental reflejado en la solidez y confiabilidad del
sistema, sobre los posibles riesgos de fiabilidad de una probable innovación
disruptiva.
Sin embargo, el discurso del Gerente
General de la organización que controla las corresponsalías no termina allí.
Seguidamente, el mismo explica que existe algo que debe ser considerado anterior
a la tecnología y que a su juicio es más importante, esto es el ‘modelo’ con el
que se opera el sistema. Este modelo, se basa en una red que se auto sustenta y
se auto gestiona. En ese sentido, explicando el desarrollo desde el año 2006 de
las corresponsalías, la encargada máxima de la organización comentaba que:
Ahora a este sistema no entran camiones de transporte
de valores sino que funciona solito el negocio, es una red que se auto sustenta
y se auto gestiona. Entonces cómo garantizábamos eso, lo primero fue definir un
modelo, un modelo donde las transacciones que se hacían en un negocio, que no
es un funcionario del banco, se garantizaran y tuvieran sustentabilidad porque
qué puede pasar que vaya alguien y aquí no se haga la transacción y estafen al
cliente. Entonces se desarrolló lo primero y lo novedoso, entonces es un modelo
que se da la línea de sobregiro en el negocio a través del modelo de
microempresa con… vamos a suponer 100 pesos. Entonces va alguien a girar o a
depositar y esta línea se mueve. Entonces esta es un capital de trabajo para
garantizar las transacciones en efectivo. Entonces lo primero es que alguien va
a girar y este señor le entrega 100 pesos, lo primero que tiene que hacer es un
depósito. Entonces con esto si es de 10 pesos baja la línea 10 pesos y esos 10
pesos se depositan en donde se tiene que depositar en la cuenta. Después
alguien va a girar 10 pesos y esa línea vuelve a subir, o sea todos los
movimientos en efectivo los garantiza el dueño del negocio que le da el banco.
Ese es el beneficio, entonces…lo primero del modelo de operación. (Entrevista CEO
CajaVecina)
Es el modelo de operación el que
garantiza que el ejercicio del aparataje tecnológico de la corresponsalía
funcione. De hecho, la tecnología podría ser basada en web, en telefonía
satelital u otra, y ello no tendría mayor efecto que el modelo operacional construido
por el banco con el que operan las corresponsalías. Es la línea de crédito, la
que inaugura la posibilidad de operar del comercio como corresponsalía bancaria.
Económicamente, la existencia de estos
cupos, permiten seguridad operacional al banco, puesto que se opera con líneas
bajas, diversificando así el riesgo. De hecho, la manera en la que se analiza
al potencial almacenero que operará el sistema, no es distinta a la cual se examina
una línea de crédito otorgada a cualquier potencial cliente del banco. Tal como
lo comenta una almacenera:
A mí la persona que me instaló CV (CajaVecina), yo
a él le agradezco 100% porque primero a mí no me querían poner la CV porque yo
soy casada y estaba separada. Porque mi pareja estaba alcohólico y el al último
quería demostrar que ya nada y al final me la pusieron. Por eso te digo es
cosa… a mí mismo cuenta corriente tampoco la querían abrir por lo mismo pero al
final igual porque he demostrado que las cosas son muy distintas. Mi pareja es
una cosa y mis cosas son mías. Pero yo no he tenido problemas con la CV. (Entrevista
No. 12, Región Metropolitana)
En la cita, se puede observar el
tipo de mediación del sistema con el almacén que ejecuta la corresponsalía. En
dicha relación, la máquina opera consiguiendo altos niveles de seguridad para
el banco. La almacenera, quién considera el ‘cupo’ como una ‘oportunidad’, tendrá
entonces que evitar ‘tener problemas’ con el cupo de ‘capital de trabajo’ que
le ha otorgado el banco. Aún más, los almaceneros se dan cuenta de que dicha
línea debe ser gestionada y de ello depende la operación completa de la corresponsalía.
Las entrevistas sugieren que el almacenero se da cuenta también de que existe
un mecanismo que va incrementando paulatinamente dicho ‘cupo’ y que el tiempo (de
operación) es de lo que depende dicho aumento.
Interesantemente, el mecanismo es
similar al desarrollado en el sistema de crédito de las ’tiendas por
departamento’ las que ‘siembran’ y hacen crecer a sus clientes (Ossandón, 2014).
Las variables fundamentales para el incremento del cupo se relacionan con el
tiempo de operación, el nivel de transacciones y el buen actuar por parte de la
corresponsalía. Dicha conducta, es observada por BancoEstado y es a partir de
la misma que el Banco obtiene información precisa y clave para su toma de
decisiones y de dicha manera gestionar cada una de las corresponsalías que existen
en su red.
3.2. El cupo-la siembra explica
el operar de la corresponsalía
El cupo limitado entregado por el
BancoEstado posee una forma ‘positiva’ y ‘negativa’ de funcionar, entendiendo
su operar continuo. Mientras las transacciones que implican giros por parte de
los clientes, van liberando cupo, las que impliquen depósitos o pagos, van
restando pozo al cupo. Por lo cual, el almacenero debe estar continuamente
conjugando ambas operaciones, que le permiten tener cupo constaste.
Sin duda, quienes viven el día a
día del operar de la corresponsalía, existen en el ‘enmarcado’ que otorga el
sistema de cupo. Al mirar con más detalle el mismo, el análisis se torna hacia
el problema de la 'escasez' y de la administración que realiza el comercio de éste
cupo que el operador obtiene del banco.
La operación del sistema se
relaciona con la categoría "gestionar las transacciones”, pues los
almaceneros deben necesariamente crear estrategias de cómo gestionan sus
operaciones, decidiendo a quién (a qué usuario/cliente) va a privilegiar con
las mismas, administrando así su efectivo. Como se observa en la siguiente cita,
en la que una almacenera comenta cómo es que gestiona momentos de estreches en
el cupo que tiene para operar el sistema de corresponsalía.
Claro
es que tu teni que aprender a manejar tus lucas. Si tu sabi que viene fin de
mes fuerte, y tu teni cupos de 1 millón. Y viene la niña paga 300, viene el
caballero de la botillería y paga 200. Se te acabó el monto po. Yo no hago
pagos o movimientos mayores. (Entrevista No. 4, Región Metropolitana)
La gestión de las transacciones,
es una manera activa de operar la corresponsalía, misma que a su vez, permite
entregar información continua al banco sobre su comportamiento económico. Además,
la cita muestra que existe un aprendizaje del sistema. Este último es el que
permite al banco, a partir de las métricas que ellos realizan, conocer mejor a
su corresponsalía, para de dicha manera, incrementar o mantener el ‘cupo’
actual para su operación.
Con la finalidad de poder tener
siempre cupo disponible, ya sea moviendo recursos al interior de la caja del
almacén, mediante sus propias cuentas de crédito y/o débito o, dirigiéndose a
la sucursal más próxima de BancoEstado, para girar y/o depositar dineros, los
almaceneros, se convierten entonces en verdaderos expertos del cupo. Por ello, la
gestión del operador de la CajaVecina es activa y atenta al cupo que se le ha
otorgado. Tal como lo comenta un almacenero, en la siguiente cita:
Nada, po es como una rueda. Si tú no tienes giro porque no has pagado, no
hay giro no más. Si el banco tiene plata acumulada hay giro. Y después hay
muchos pagos teni que hacer giro, ahí viceversa. Pero igual el monto es alto así
que es difícil que quedemos sin costo. Antes no, porque teníamos como 500
lucas. E igual tu teni que manejarlo po, tu vai aprendiendo con tu experiencia
con el banco. Yo siempre le digo a los clientes: la caja Vecina fue creada para
los vecinos, para esos movimientos de 10, 20, 30 lucas. (Entrevista No. 7, Región de Valparaíso)
Esta gestión activa va mucho más
allá de permitir que el cupo cierre las posibilidades de atender al
usuario-cliente. Es claro que en el discurso del almacenero hay un ‘marcado’,
tal como lo señala Zelizer (1997), en cuanto el mismo distingue cuando
establece que: “…la caja Vecina fue creada para los vecinos, para
esos movimientos de 10, 20, 30 lucas”. Esto es interesante, pues
establece límites que no han sido realizados por el banco. La gestión activa,
también entonces depende de ésta ‘visión’ que posee el almacenero.
Se puede entonces comenzar a
entender el tipo de mediación que realiza la CajaVecina. La cita, lleva a contestar
la compleja pregunta que formuló Maurer (2008), respecto de quién es el dueño
del 'espacio de pagos'. Es claro que si bien el mecanismo de siembra, permite
un cierto control para minimizar el riesgo operacional que posee el banco, el
cupo otorgado, consiente una serie de operaciones que hacen dudar de que el intermediario
financiero sea el ‘dueño’ del espacio de pagos y operaciones realizadas en la
corresponsalía.
3.3. La siembra Banco, la corresponsalía
y la confianza
del usuario
El cupo permite la existencia de
una gestión activa por parte del almacenero-operador, misma que conllevará, mediante
mecanismos de confianza y a partir de esta última, una potencial clasificación
de los usuarios-clientes; un espacio de operaciones financieras particular y distinto
al que se daría en un banco. Es así que el mecanismo de la siembra, no es solo
una forma de aprendizaje vertical, es decir, por parte del banco dueño del
sistema de corresponsalía; pues además en los circuitos económicos de los
comercios, se utiliza la información para gestionar la confianza con clientes,
estableciendo distinciones y mecanismos de reducción de incertidumbre, para la
operación cotidiana de CajaVecina. Existe una libertad en el operar de la
corresponsalía que se relaciona ciertamente con la confianza que el
usuario-operador de la corresponsalía se tiene entre sí, en tanto
almacenero-cliente. Tal como lo comenta el almacenero:
Vienen hartos con otras tarjetas, pero por lo
general aquí cuando viene gente con otras tarjetas son las mamás, los hijos.
Que yo ya ubico a las personas, y si viene otra persona de otro lugar yo no
tengo idea si es la misma persona o no es la misma persona que tiene la tarjeta. (Entrevista No. 5, Región de
Valparaíso)
La administración activa que realiza el almacenero,
se relaciona con la confianza que existe entre éste y el cliente. Este espacio
de pagos, de acuerdo con Maurer (2008) se ha reformulado a partir de la
distinción de los clientes, apoyada teóricamente, en la idea de marcado de
dinero entregada por Zelizer (1997). Este marcado de dinero implica que los
almaceneros distinguen a los clientes clasificándolos.
En este sentido, el marcado de dinero implica una operación
de clasificación (Bowker y Star, 2000), misma que permitirá la gestión que
realiza el almacenero-operador de la corresponsalía, involucrando también
aspectos relacionados con la operación general de su negocio, concernientes con
el diarismo. El punto central es que tanto la clasificación que
se realiza a partir del marcado del dinero, como la operación en base al ‘cupo’
que otorga el Banco a su corresponsalía, se relacionan con el problema de la confianza.
Parafraseando a Giddens (1990), la CajaVecina es un mecanismo que permite afianzar
la identidad propia como cliente y almacenero, que se conectan de manera consistente
con el ambiente social y material de su acción en el mundo. Emerge así mayor confiabilidad,
de tal forma en que la confianza se encuentre en el centro de su actuar.
Es esta seguridad ontológica la que permite una
operación de la corresponsalía, donde muchas de las transacciones superan la
instancia temporal en el aquí y ahora (presente), es decir, sobrepasan el
instante en el cual se encuentra el almacenero, cliente y el POS. Es así como
la administración, al por ejemplo no existir cupo, gestiona el cliente
según sus niveles de confianza. Ciertamente, esta última es uno de los mecanismos
utilizados por el almacenero, para gestionar su riesgo a partir de la confianza
que ha generado en su historia de relaciones con sus clientes. Por ello, el
cliente a veces deja su cuenta inclusive, o los detalles de la operación (hasta
su clave), para que el almacenero la gestione en un futuro próximo que haya ‘cupo’
para su gestión. “Sí, a mí me
dejan las cuentas aquí y yo después las voy pagando a medida que tengo cupo.
Mucha gente lo hace así” (Entrevista No. 23, Región de
Valparaíso).
Al mover la mirada hacia los objetos tales como las
tarjetas, los recibos de cuentas, y otros, se puede considerar que dichos elementos
se convierten en un punto focal, permitiendo estas identidades que conllevan
seguridad ontológica en base a la confianza. Es por así decirlo, la
materialización de la seguridad, tal como lo establecen Kroener y Neyland (2012). Es en dicha confianza que se encuentra íntimamente ligada a
la manera en que se gestiona el cupo y por ende la manera en que el banco negocia
su relación con la corresponsalía. El usuario-cliente del almacén deposita su
confianza en el mismo, tal que, deja el objeto (su cuenta a pagar) y sus datos
personales, para que el almacenero realice el pago de la cuenta (normalmente de
servicios como la electricidad, el agua, entre otros), utilizando dicha
información personal.
Conclusiones
La investigación quiso adentrarse
en las prácticas cotidianas que se realizan en el sistema CajaVecina en Chile,
localizadas en almacenes. Para ello, se revisó la literatura del marcado del
dinero, los estudios sociales de las finanzas, como también algunos aportes de
los estudios de ciencia, tecnología y sociedad. Con dicho marco, se dio cuenta
que CajaVecina, es un
sistema que media y participa en la distribución de la confianza entre los usuarios
y el almacenero. No obstante, dicho elemento no puede ser completamente comprendido
sólo desde las mismas interacciones almacenero/cliente.
Adicionalmente a la importancia
de las interacciones, la investigación ha dado cuenta de la existencia de mecanismos
de cálculo de riesgo que realiza el BancoEstado a sus clientes, mismos que pueden
ser observados en la noción de autorregulación del ‘funcionamiento de la
CajaVecina’ y de la entrega de cupos de operación de la corresponsalía, como
mecanismos que justifican el desarrollo de técnicas por parte de los
almaceneros, para poder mantener continuamente operativo la CajaVecina. BancoEstado diversifica el riesgo y aprende de
las conductas bancarias de los almacenes. Pero es la misma información, la que permite
a un almacén transformarse en otro tipo de solución, independiente al banco,
aprovechando los niveles de confianza tejidos con sus clientes.
En ese sentido, los almaceneros
se dan cuenta, no con toda claridad, de que los cupos deben ser gestionados, y
que de ello depende la operación completa de la corresponsalía. Existe un mecanismo
que va incrementando paulatinamente su cupo en el tiempo y a partir de su
accionar. Asimismo, dicho cupo se otorga sin realizar ‘credit scoring’.
La investigación ha descubierto
aquí, un mecanismo muy similar al desarrollado en el sistema de crédito de las
“tiendas por departamento”, las que ‘siembran’ y hacen crecer a sus clientes. Esto
permite a los individuos crear elementos performativos al mismo, con el fin de
adaptarse a las reglas establecidas por los sistemas, ya sea crediticios, para
el caso de tarjetas de crédito y población vulnerable, o bancarios, como es el
caso de la operación de CajasVecinas.
Sin duda alguna, las altas
finanzas y las cotidianas se relacionan en más de una manera. Para estudiarlas,
se ha utilizado el caso de las corresponsalías bancarias y analizado dos
categorías fundamentales que operan en el sistema, tal como lo ha realizado el
BancoEstado en Chile. El análisis del presente caso es ejemplar respecto de la integración
de las ‘finanzas cotidianas’ con las ‘altas finanzas’, es decir, aquellas en
las que se desarrollan los grandes movimientos del mercado de capitales e
inversiones en ‘vehículos’ financieros. Con ello, se muestra además los mecanismos
con los cuales se organiza la operación 'in situ' de la corresponsalía
en el particular 'espacio de pagos' que se configura con ella.
Al momento de observar dichos
espacios, se puede comprender mejor la convergencia entre los espacios más
cotidianos, que se interconectan a través de mecanismos como las
corresponsalías bancarias, con la operación del banco en el mercado de capitales.
Por ello, en la medida que un intermediario financiero diseña políticas, donde
las transacciones no bancarizadas sean ahora parte del sistema bancario, es que
el sistema de pagos se complejiza con 'preciosos' detalles, que aparecen en el
estudio de las operaciones del sistema CajaVecina y que sin duda permiten su
funcionamiento y expansión.
Finalmente, el estudio del caso
de la CajaVecina permite comprender, que una de las tareas del estudio de las
finanzas domésticas es la de buscar nuevos espacios y escenarios, donde variados
sistemas de pago, sean estos operados por bancos o no, se encuentran realizando
nuevas estrategias de acercamiento de operaciones de finanzas a sectores hasta
ahora excluidos de las mismas. Con dichos estudios, se podrá comenzar a
analizar hasta qué punto la autorregulación de los sistemas se mantiene con
prácticas consideradas no monetarizadas como la confianza, retribución u otros,
los cuales emergen en las posibilidades otorgada por la innovación, que los usuarios
y operadores de dichos sistemas creen en conjunto, así como considerando sus
limitaciones y posibilidades.
Notas
1 Más detalles sobre la cuenta RUT, se
encuentran en el siguiente enlace: https://www.bancoestado.cl/imagenes/_personas/productos/cuentas/cuenta-rut-home.asp
2 En el año 2006, existían 2.016
POS con una corresponsalía, para fines del 2016, el sistema mostraba 27.000
negocios de barrio, que operaban este tipo de tecnología de lo cotidiano.
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Zelizer, V. A. (2010). Economic lives: How culture shapes
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* Los autores agradecen el patrocinio de
la UNAB vía Proyecto DI-3-17/JM: Caja Vecina y la bancarización de los
almacenes en Chile y del Proyecto Fondecyt Regular N° 1190543: “Doing
Laboratory Studies in Chile: Re-engaging Science in the Making”. Además, del apoyo
económico otorgado por la PUCV, como también el patrocinio de la Universidad de
Chile.
** Doctor
en Estudios de las Organizaciones. Master en Negocios. Licenciado en
Administración. Profesor de la Universidad Andrés Bello, Chile. E-mail: juan.espinosa@unab.cl ORCID:
http://orcid.org/0000-0002-5629-6328
*** Doctor
en Negocios (Manchester Business
School). Economista.
Historia. Miembro de la Royal Historical Society. Profesor de
la Bangor University, Reino Unido. E-mail: b.batiz-lazo@bangor.ac.uk. ORCID: http://orcid.org/0000-0001-7113-3386
**** Magister en Análisis Sistémico aplicado a
la Sociedad. Licenciado en Sociología. Sociólogo. Trabaja en el Ministerio de
Salud de Chile. E-mail: j.alarcon@ug.uchile.cl.
Recibido: 2019-11-10 · Aceptado:
2020-02-12