Migración: Contexto, impacto y desafío.
Una reflexión teórica
Gutiérrez Silva, José Manuel*
Romero Borré, Jenny**
Arias Montero, Salomón Roberto***
Briones Mendoza, Xavier Fernando****
Resumen
La historia de la humanidad ha permitido recopilar
diversos hechos migratorios en el mundo, pues desde que la especie humana
existe, hay indicios de migración. Las personas han tenido que desplazarse de
un lugar a otro para mejorar sus condiciones de vida. Considerando esta perspectiva, el
presente artículo compone una reflexión teórica sobre la migración, destacando
los factores, consecuencias y políticas de este fenómeno. La naturaleza del
estudio es de carácter descriptivo, con un enfoque analítico, cuya fuente de
información es de tipo documental. Los hallazgos obtenidos demuestran que la migración es un proceso social que altera
la estructura, crecimiento y distribución de la población de una localidad y se
encuentra ligada a factores sociales, económicos y políticos fundamentalmente,
que deja huellas considerables tanto en el país de origen como en el de destino.
Se concluye que, este fenómeno indisoluble del cambio de la población está determinado por la estructura
social y económica de una región o país que pone de manifiesto
oportunidades de crecimiento y desarrollo o problemas que atentan contra la
estabilidad de las personas, por lo que se hacen esperar políticas que ayuden a
controlar este proceso como medio para favorecer a los países e individuos
involucrados.
Palabras
clave: Migración; factores;
consecuencias; desplazamientos de personas; políticas.
Migration: Context, impact and challenge. A theoretical reflection
Abstract
The history of humanity has allowed the collection of various migratory
events in the world, since since the human species exists, there are signs of
migration. People have had to move from one place to another to improve their
living conditions. Considering this perspective, this article composes a
theoretical reflection on the migration process, highlighting the factors,
consequences and policies of the phenomenon. The nature of the study is
descriptive, with an analytical approach, whose source of information is
documentary. The findings obtained demonstrate that migration is a social
process that alters the structure, growth and distribution of the population of
a locality and is mainly linked to social, economic and political factors,
which leaves considerable marks both in the country of origin and in the
destination It is concluded that, this indissoluble phenomenon of population
change is determined by the social and economic structure of a region or
country that highlights opportunities for growth and development or problems
that undermine the stability of people, so they are made expect policies that
help control this process as a means to favor the countries and people
involved.
Keywords: Migration;
factors; consequences, displacement of people; policies.
Introducción
La migración es catalogada como un fenómeno
que siempre ha estado presente en la vida del hombre. Desde tiempos remotos,
las personas tuvieron que partir de su lugar de origen a lugares de destino en
búsqueda de alimentos, vivienda y vestimenta. Los conflictos políticos y
sociales como las masacres, guerras, persecuciones, así como desastres
naturales, también han sido detonantes en la decisión migratoria de
contingentes poblacionales (Massey y Capoferro, 2004; León, 2015; Organización
Internacional para las Migraciones [OIM], 2018; Guillén, Menéndez y Moreira,
2019), la historia así lo ha dejado ver.
A medida que la sociedad fue avanzando, el
hombre tuvo que migrar con la intención de encontrar mayores oportunidades de
trabajo que le permitieran mejorar la calidad de vida de su familia. Con los
avances tecnológicos en el marco de la globalización, este proceso demográfico
tuvo mayor auge; los sistemas de comunicación y transporte representaron una
nueva era que facilitaron consolidar el fenómeno, tratándose de migraciones incitadas
por problemas sociales, económicos y políticos, dado un proceso de desigualdad
creciente entre los países desarrollados y subdesarrollados y acentuados, en
especial, por malas gestiones de gobiernos según León (2015).
Asimismo, Guillén, et al (2019) sostienen que:
“Una diversidad de acontecimientos económicos, sociales, políticos, otros,
aunque puedan ser muy mínimos, y otros emblemáticos más rigurosos hasta crueles,
han constituido la columna vertebral de los cimientos de la migración” (p.283).
Por lo tanto, el incremento de las emigraciones recientes que se han presentado
a nivel mundial, irradia uno de los grandes problemas o dificultades de la
sociedad, considerando que, en el proceso de las migraciones la desigualdad,
constituye un aspecto importante de discriminación en las poblaciones.
De acuerdo a la Organización Internacional del
Trabajo (OIT, 2015) existen alrededor de 232 millones de migrantes en el mundo,
sin embargo, los datos que ofrece la OIM (2018), aseguran que la cifra alcanza
los 244 millones de personas, de los cuales el 65% son trabajadores;
representando un porcentaje significativo de personas que dejaron de pertenecer
a la fuerza de trabajo de sus naciones, para hacer vida productiva en otras
tierras, por lo que son individuos en edad activa (que incluye a jóvenes) y
muchos de ellos, de condición calificada. Situación que preocupa a la OIT y
OIM, entre otros organismos internacionales que han tratado el tema para
delinear políticas de migración de alcance mundial.
Actualmente, el fenómeno migratorio ha contribuido en
mejorar la calidad de vida de muchas personas tanto en el país de origen como
en el de destino, no obstante, no todos los movimientos se producen en
circunstancias favorables. En los últimos años, se ha registrado un aumento de
las migraciones y desplazamientos provocados por conflictos, persecuciones,
situaciones de degradación y cambio climático, además de la falta de
oportunidades y seguridad humana (OIM, 2018; Rodicio y Sarceda, 2019).
De esta manera la migración como cuestión de orden
público, nunca antes había ocupado una posición tan prominente. Cada vez más
gobiernos y políticos, así como gran parte de la opinión pública de todo el
mundo, consideran a este proceso demográfico como asunto político
preponderante, debido a la importancia que reviste para el desarrollo y la
prosperidad económica de los países (OIM, 2018). En el mismo orden, la Oficina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, [ACNUR] (2018)
afirma que las políticas públicas en el campo migratorio han tomado auge en los
últimos años, bien sea con el diseño de programas o instrumentos orientados a
revertir la intención de emigración o a controlar el flujo de inmigrantes, por
lo que ha estado presente en las agendas públicas de muchos gobernantes.
Bajo estas consideraciones, el presente
artículo hace una reflexión teórica sobre el fenómeno migratorio, destacando
los factores que lo motivan, las consecuencias que lo generan y algunos lineamientos de
política que demanda este proceso, con la intención de contar con teoría
sistematizada de esta variable de estudio, que cada día toma mayor relevancia
dado los acontecimientos que viven muchos países.
1. Migración: Concepto,
características y fuentes de información
La
migración, es parte de los procesos demográficos que junto a la natalidad y
mortalidad introduce cambios en el tamaño, composición y distribución de la
población. Este fenómeno está relacionado con el movimiento o desplazamiento
espacial de las personas, que tiene vigencia desde que la especie humana existe
(OIM, 2018), motivado a que el hombre tuvo la necesidad de salir de su lugar de
origen en búsqueda de alimentos, vestimenta o vivienda para él y sus afectos.
Además, las grandes catástrofes naturales, pérdida de cosechas, guerras y
hechos sociales como persecuciones raciales o ideológicas, han promovido el movimiento migratorio (León, 2015).
En
este sentido, se trae a colación los postulados de Valente (2012), quien señala
que la migración es un derecho ejercido por los individuos con la perspectiva
de mejorar su situación o enfrentar circunstancias adversas, que puede producir
cambios ligeros o hasta radicalmente bruscos en estas personas. Asimismo,
indica que todo sujeto está expuesto a migrar en algún momento de su vida y aunque
puede que esto no ocurra, existe siempre una expectativa latente de migración
susceptible en cualquier lapso de tiempo.
Por
su parte, el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE, 1997) expone que la migración es un fenómeno social indisoluble
del cambio de la población, que está determinado por la estructura social y
económica de una región o país, que a la vez, repercute sobre dichas
estructuras, pues es un hecho potencial que trasciende en la vida de las
personas, dado que existe un traslado de residencia que exige el cruce de
alguna delimitación administrativa o geográfica. De allí que, son desplazamientos de grupos humanos que los alejan de sus
residencias habituales.
Al
respecto, Rodicio y Sarceda (2019) manifiestan que “las
migraciones son un fenómeno constante que reporta beneficios más allá de los puramente
económicos. Gracias a ellas muchos países han podido modernizarse y abrirse a
la pluralidad social que conlleva recibir personas de muy diferentes culturas”
(p.12). En ese sentido, De La Vega (2005; 2014) refiere
al proceso migratorio como el desplazamiento
espacial de la población, vinculado al desarrollo de las personas que ha traído
como consecuencia la diversidad étnica y cultural que se observa en la
actualidad. Esta movilidad de personas que ha sido característica de la
humanidad a lo largo de la historia, implica el cruce de un territorio
delimitado por una frontera.
En
este mismo orden, León (2015) y Vargas (2016), definen la migración como el cambio
de residencia de un lugar llamado “origen” hacia otro llamado “destino”, con un carácter casi permanente, el cual es motivado
por razones económicas, sociales y/o políticas. De esta manera, el fenómeno se compone de la salida
de un individuo (emigración) de una comunidad, estado o país (lugar de origen)
por un tiempo determinado y la llegada de éste al nuevo territorio
(inmigración) o lugar de destino. En este sentido, conviene considerar el cruce
de fronteras, que distinguen dos tipos de migraciones: Las internas y las
internacionales.
Las
migraciones internas, según Ramírez (1992), son aquellos movimientos de población
que ocurren al interior de un mismo país, es decir, acontecen desplazamientos
entre municipios, Estados, condados, distritos o regiones. Mientras que las
migraciones internacionales o externas, de acuerdo a Valente (2012), son desplazamientos
de población que ocurren entre países, trayendo como consecuencia el traspaso
de una frontera. Sin embargo, CELADE (1997) sugiere precisar los movimientos
específicos que denota el concepto; llevando al investigador a delimitar el
tipo de migración a estudiar, teniendo en cuenta que en este fenómeno quedan
excluidos los desplazamientos laborales cotidianos, los viajes de turismo, los
traslados de corta duración y los cambios de residencia dentro de la misma
unidad administrativa.
Ante
estas consideraciones, la migración como proceso demográfico, puede ser
entendida como el fenómeno social que altera la estructura, crecimiento y
distribución de la población de un país; debido a que un número de personas
realiza el cruce de algún límite o frontera administrativa, en búsqueda de
asentarse en nuevas tierras para mejorar sus condiciones de vida, de trabajo,
entre otros aspectos. Se denominará migrante, al individuo que toma la decisión
de salir de su lugar de origen para trasladarse a otro; emigrante, a la persona
que traslada su lugar de residencia habitual geográfica o administrativa a otra
(sale); e inmigrante, a la misma persona, pero que viene a asentarse en el
lugar de destino escogido (entra), tales procesos se pueden apreciar en la
Figura I. Aunque puede responder a muchos tipos de causas, las migraciones
están normalmente originadas por la necesidad o deseo de alcanzar unas mejores
condiciones económicas, culturales, sociales y/o políticas.
Fuente: Elaboración
propia, 2019.
Figura I: Proceso migratorio
Cabe
destacar, que la migración tiene influencia características como la edad, sexo,
estado civil y aspectos educativos. Al respecto, Rodríguez y Busso (2009)
alegan que la mayor parte de los migrantes suele ser población joven, con mayor
presencia de hombres; esto puede ser explicado debido a que la etapa de la
juventud se caracteriza por decisiones y eventos cruciales como la inserción
universitaria, ingreso al mercado de trabajo, nupcialidad, aventura, poco temor
al riesgo, experimentación, entre otras particularidades que promueven la
migración. La supremacía del género masculino podría expresarse en el temor que
las mujeres tienen ante los cambios, de allí que los hombres siguen
representando la proporción más elevada de migrantes (OIT, 2010). No obstante, Martínez
y Orrego (2016) afirman que la mayoría de los países de América Latina y el
Caribe presenta un perfil de emigrantes feminizado en los últimos años.
Por
otro lado, Valente (2012) expone que el
estado civil es otro elemento que se introduce como variable explicativa de la
migración, pues los solteros o matrimonios de reciente formación, son los que
tienen mayor disposición para probar suerte en un lugar diferente; mientras que
los trabajadores casados y con niños, tienen menor propensión a migrar por
razones como los altos costos de traslado, mayor arraigo al medio, así como obstáculos
psicológicos de otra naturaleza.
En cuanto a las
características educativas, Rodríguez y
Busso (2009) sostienen que las decisiones
a migrar se elevan con la educación, debido a que la escolaridad brinda información
y habilita el desplazamiento, abre opciones de vida, ofrece más probabilidades
de moverse bajo la modalidad de contratación previa, convenio, beca,
intercambios y se vincula positivamente con los ingresos y la capacidad de solventar
los costos de una mudanza. Al respecto, García, Mariz y Mourelle (2018) en su
estudio evidencian un incremento en el número de estudiantes
participantes en programas de movilidad, en universidades europeas, así como en
las cifras de movilidades entrantes, tanto de personal docente e investigador
como de administración y servicios, atraídos por beneficios educativos y económicos.
Por
otra parte, entre las fuentes de datos para el análisis de las migraciones se
encuentra la información que registra el suceso demográfico mismo, bien sea
cuando se produce o cuando el individuo lo declara por necesidad o presiones
institucionales en los registros permanentes de población, estadísticas
vitales, listados electorales, policiales, entre otros; y la información que
los sujetos hacen sobre sus movimientos migratorios en encuestas y censos de
población (CELADE, 1997; León, 2015).
Dentro
de los registros permanentes de población se ubican los instalados en las
aduanas y puestos fronterizos de los países, en los que se denota la entrada y
salida de habitantes de un país (León, 2015). Sin embargo, estos registros presentan
algunos problemas por el hecho de que existe una gran cantidad de movimientos
que no se consideran (OIM, 2018), dado que los individuos, por diferentes
razones evaden el paso por aduanas y puestos fronterizos; además, se tiene
información de movimientos que no pueden reconocerse como migración (traslado
por turismo, relaciones laborales cortas, visitas a familiares, vínculos educativos).
De
igual manera, las estadísticas vitales generan información sobre los
nacimientos, defunciones, matrimonio, divorcio y otros certificados que tienen
usos esenciales (León, 2015), donde para el caso de los nacimientos y
defunciones, se generan datos sobre el crecimiento natural de la población, que
comparándolo con datos censales, se obtendrían estimaciones indirectas de las
migraciones. CELADE (1997), afirma que este instrumento puede usarse en los
pocos lugares donde las estadísticas vitales tienen alta cobertura, así lo ha
dejado ver la experiencia de Latinoamérica.
En cuanto a las encuestas, el mismo organismo internacional señala que se han realizado
encuestas específicas para seguir el estudio de la migración, siendo la fuente
idónea para el análisis de la historia migratoria de los individuos y los
factores asociados a esta, pero son escasas las experiencias de encuestas
nacionales. CELADE recalca que la información obtenida de este instrumento
puede ser valiosa, sí se aplica en períodos
intercensales, con preguntas bien formuladas, siendo posible la estimación de
flujos migratorios y la indagación de los factores asociados al traslado.
Por
último, se encuentra el censo, que tiene la virtud de una cobertura universal
en la población, siendo relevante también para el estudio de las migraciones,
pues en la mayoría de los casos se incluye una sección específica que aborda
este fenómeno; además de recolectar información de orden demográfico, social y
económico, que puede proporcionar desagregaciones descriptivas de los factores
asociados a la migración y la no migración. Sin embargo, CELADE (1997) coloca
en desventaja al censo con respecto a las encuestas, pues esta última logra
información detallada de aspectos sociales y económicos, que explican los
determinantes del movimiento y otros aspectos relacionados con las migraciones,
que no se obtendrían a través del censo.
Por
lo tanto, se tienen instrumentos valiosos para evidenciar este proceso
demográfico que viene dado por diversas causas, que generan consecuencias tanto
en el país de origen como en el país de destino, y deben ser atendidas con
políticas nacionales que propicien la estabilidad de
los individuos con un contexto económico, político y social positivo.
2. Factores que motivan la migración
Las
experiencias migratorias en el mundo, han dejado ver que son muchas las razones
por las cuales las personas migran. Estudios de organismos internacionales como
la OIT y OIM, demuestran que la búsqueda de una mejor calidad de vida y condiciones
óptimas de trabajo son los principales factores; por
lo que intervienen de manera directa determinantes de tipo social, económico y
hasta político.
Aruj
(2008) apunta que la decisión migratoria es consecuencia de un complejo proceso,
relacionado al proyecto futuro de las personas que integran las expectativas de
realización personal, económica y de seguridad. De igual modo, la OIT (2010) y OIM (2018) sostienen que las
causas que promueven el fenómeno migratorio tienen peso en aspectos sociales y económicos
fundamentalmente; donde la salida del lugar de origen evita el derrumbe
personal que visualiza el emigrante ante situaciones angustiantes marcadas por
carencias y problemas, teniendo la idea de un nuevo país que le permitirá
aparentemente encontrarse con situaciones más llevaderas para alcanzar una vida
estable.
No
puede negarse que el ser humano trabaja en la búsqueda de la satisfacción de
sus necesidades fisiológicas, de seguridad, sociales, reconocimiento y
auto-superación (pirámide de Maslow); y algunas veces en sus países nativos,
las condiciones para lograr tales objetivos, se
tornan desafiantes por la situación de crisis permanente. De esta
manera, Castles (2004) y Aruj (2008) reúnen una serie de factores generales que
inducen la migración, tales como: La falta de alternativas para los logros
ocupacionales, incertidumbre social sobre el futuro económico, inseguridad
general frente al crecimiento de la violencia, necesidades básicas
insatisfechas, así como frustración en la realización personal. En esencia, se
resalta factores que reúnen características sociales y económicas. No obstante,
De La Vega (2014) agrega a las causas señaladas, los retrasos
científico-tecnológicos y escasos procesos de innovación en el país de origen,
que aquietan los intereses de personas preparadas.
Más en detalle, los factores sociales concentran aspectos ligados a las condiciones de vida que tiene la
población, entrando en juego la educación, salud, seguridad, vivienda,
transporte, acceso a servicios de luz, agua, gas doméstico, entre otras
expresiones, que operan sobre las personas y las familias, e incluye todo lo
relacionado al confort y el nivel de vida que espera la población y que dan
pie al desarrollo social de esta misma.
Por
su parte, los factores económicos que están intrínsecamente relacionados con
los aspectos sociales, tienen detrás las condiciones de trabajo, acceso a bienes y
servicios, oportunidades de encontrar empleo y un ingreso digno para el
grupo familiar. Asimismo, considera las principales actividades productivas predominantes, la tecnología utilizada
y el tamaño de la población económicamente activa (PEA). Dichos factores
inciden en el nivel de vida de las personas, pudiéndolas alejar de una zona de confort
para acercarlas a una situación de hambre y miseria, todo depende del
contexto que se presente en el lugar de origen.
Además,
se tienen los factores políticos como determinantes de la migración, que
refieren las causas derivadas de las crisis que
suelen presentarse en ciertos países producto del diseño e implementación de
políticas; donde puede ocurrir un sistema impregnado de corrupción, regímenes
totalitarios, persecución y venganzas, que hace que muchas personas teman de
esta situación y decidan abandonar su país para residenciarse en otro. León (2015),
asegura que cuando las personas emigran por persecuciones políticas, se habla
de exiliados, circunstancia presente en diferentes naciones del mundo. Por lo
cual, Guillén, et al (2019) manifiestan que “los individuos tienen el derecho
de transitar libremente por los territorios del mundo, así, como optar por su
lugar de domicilio y solicitar asilo” (p.292).
Asimismo,
León (2015) a pesar que involucra aspectos culturales relacionados al idioma,
religión, tradiciones, costumbres, prácticas y comportamiento de la sociedad; y
las catástrofes generalizadas por efecto de grandes terremotos, inundaciones,
sequías prolongadas, ciclones, tsunamis, entre otros
desastres naturales que motivan la
migración; hace énfasis en los aspectos sociales, económicos y políticos al
igual que los autores y organismos antes mencionados, pues resalta que las
migraciones radican en la necesidad o deseo que tienen las personas de alcanzar
unas mejores condiciones socioeconómicas.
De
esta manera, se tiene que los factores asociados a la migración se agrupan en
aspectos económicos y sociales principalmente, que exigen mejoras en las
condiciones de empleo y salarios que impactan en la calidad de vida de las
personas; igualmente se incluye el acceso a los servicios públicos básicos como
la educación, salud, seguridad, vivienda, transporte, entre otras variables que
inciden en el desarrollo social de la población.
Los
factores económicos, juegan un papel importante en este proceso demográfico,
pues se vinculan de manera directa con los factores sociales; por lo que, sí
ambos están presentes, es difícil frenar el flujo migratorio. Conjuntamente,
resaltan los factores políticos generados por problemas
en el sistema político de los países, que atentan contra los ideales, libertad
de pensamiento y la democracia. Igualmente se tienen problemas culturales y de
catástrofes naturales como causantes del fenómeno, que junto con los
mencionados anteriormente, generan sentimientos o emociones individuales que
llevan a tomar la decisión de migrar, tal como se puede apreciar en la Figura
II.
Fuente: Elaboración
propia, 2019.
Figura
II: Factores
que promueven la migración
3. Consecuencias
que genera la migración
Los
flujos migratorios producen una serie de consecuencias positivas y negativas
tanto en el lugar de origen como en el lugar receptor de migrantes (Aruj,
2008), pues el acto de migrar no sólo implica el cruce de una frontera, sino
que también lleva a la instalación parcial o permanente de la persona en el
país escogido para residir, donde tendrá que trabajar, consumir bienes y
servicios, compartir costumbres, asistir a servicios de atención médica,
solicitar seguridad física y posiblemente la nacionalización con el pasar del
tiempo (si es el caso), entre otras atenciones que demandará.
León
(2015) manifiesta que la migración es parte de la conducta humana que afecta a
grupos de personas y tiene consecuencias sociales, económicas y culturales en
los territorios involucrados en el fenómeno. No sólo están las afectaciones de
la persona, como sus sentimientos y expectativas, sino que también se suman
problemas en el país que se deja y en el que se comienza una nueva vida. La OIT
(2016) expone que este fenómeno cada día se vuelve más complejo, representando retos
y oportunidades para las personas y los países implicados, que sí es bien
manejado, permite mantener y con frecuencia aumentar el crecimiento económico
de los países de destino, así como reducir la pobreza en los países de origen.
Entre las consecuencias positivas para el país de origen, que se pueden
evidenciar en la Figura III, Aruj (2008) y OIT (2010) coinciden en la
disminución del conflicto social y político cuando un porcentaje considerable
de la población económicamente activa decida emigrar, contrayendo los niveles
de desocupación y de descontento, trayendo oportunidades a aquellas personas
que permanecen en el país, debido a que se incrementan las posibilidades de
ingreso a la fuerza de trabajo; pues ha disminuido la competencia y hay puestos
de trabajo disponibles. Asimismo, tienden a aumentar los salarios en la medida
en que se reduce el desempleo. También pueden obtenerse beneficios a través de
los flujos de remesas y la transferencia de inversiones y tecnología que hacen
los migrantes, promoviendo el crecimiento de la economía y disminuyendo los
niveles de pobreza.
Fuente: Elaboración propia, 2019.
Figura III: Consecuencias que promueve la
migración
Con respecto al tema de las remesas, sí bien, este flujo financiero
dirigido al país de origen permite la contribución positiva en aspectos
sociales como la salud, vivienda, educación y en general, el bienestar familiar
del migrante; además de fomentar mejoras en la producción agrícola u otro
sector y la posible creación de pequeñas empresas; la dependencia de recibir remesas
puede reducir la oferta de mano de obra en la medida en que actúan como
sustituto al ingreso de los trabajadores. Conjuntamente puede hacer que la
economía del país sea vulnerable a repentinos cambios de la coyuntura económica
en los países de destino. Por lo que, las familias de los migrantes no deben
depender en gran medida de estos envíos de dinero; conviene aprovecharlos de la
mejor manera posible para que favorezcan la calidad de vida de la familia del
migrante y el crecimiento económico del país expulsor.
Entre
los efectos negativos para el país de origen, uno de los más significativos es la
emigración de mano de obra calificada y/o joven, esta representa una pérdida de
capital humano valioso que frena el proceso de desarrollo a medio y largo plazo.
La merma de personal joven en específico, preocupa al CELADE (2012) dado que
lleva a que los países pierdan su bono demográfico, tras la tendencia de
envejecimiento de la población. En cuanto al ámbito educativo, De La Vega y
Vargas (2017) exponen que la salida de profesionales acarrea la
descapitalización intelectual, pues los problemas del desarrollo en parte son
abordados por los científicos y tecnólogos. Además, los países de origen
también dejan de percibir ingresos fiscales de los contribuyentes que abandonan
el territorio.
Por otro lado, en el país receptor que aparece imaginariamente como un
espacio de grandes oportunidades e ingresos, participa de los beneficios de la
migración, puesto que la entrada de personas puede ayudar a paliar la
escasez de mano de obra calificada y contribuir en el resurgimiento potencial de
muchos sectores productivos. De igual modo, los inmigrantes en edad productiva pueden
ayudar a financiar los planes de pensiones y otras medidas de seguridad social (Aruj, 2008; OIT, 2010). También se incrementa el
consumo y la recaudación a partir del pago de impuestos.
Como
consecuencias desfavorables, se puede mencionar el aumento de la competencia
laboral, el surgimiento de nuevos bolsones de pobreza, incremento de la
discriminación, la xenofobia, desequilibrios en cuanto a la estructura por edad
y sexo e introducción de una mayor diversidad política, lingüística y religiosa.
Igualmente, puede ocurrir que la clase trabajadora local se perjudique de los
trabajos que toman los migrantes a salarios inferiores. Asimismo, se presentan
problemas con la integración y adaptación del migrante, que podrían originar
que este retorne al país de origen o se dirija a otra nación de acuerdo a
Rodicio y Sarceda (2019).
En líneas generales, se tienen aspectos positivos y negativos en los
países vinculados a la migración, donde se colocan de manifiesto oportunidades
de crecimiento y desarrollo si el fenómeno migratorio es bien manejado; de lo
contrario, surgirán problemas que atentan contra la estabilidad de la persona y
el resto de la población, aunado a los desequilibrios económicos que se
generan. De esta manera, se hacen esperar políticas que ayuden a controlar este
proceso como medio para favorecer a los países involucrados.
4. Políticas sobre migración
La
migración internacional no es un tema nuevo,
pero sí poco abordado en las políticas públicas de diversos países del mundo,
así lo considera la OIT (2016); quien además agrega, que la migración requiere de
respuestas de mediano y largo plazo, así como de políticas integrales que den
cuenta de las variadas dimensiones del fenómeno. En
el punto anterior específicamente, se conoció el conjunto de consecuencias que
se generan tanto en el país de origen como en el de destino, demandando la
atención de los gobiernos para afrontar los retos y oportunidades que
desencadena este proceso demográfico.
Al respecto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH,
2003) afirma que las políticas migratorias constituyen una serie de actos administrativos,
medidas, acciones, leyes y también las omisiones institucionales, llevadas a
cabo por un Estado, para regular la entrada, salida o permanencia de población
nacional o extranjera dentro de su territorio. En este sentido, es una potestad
de cada Estado, con intencionalidades jurídico-sociales, atender, promover,
regular o restringir las migraciones. Muñoz (2016), en el mismo orden de ideas,
expone que son herramientas esenciales para tratar los diferentes retos que
conllevan las migraciones, las cuales han ido aumentando considerablemente tras
la globalización mundial.
Es
menester señalar, que en el diseño y aplicación de políticas migratorias,
intervienen factores internos y externos de carácter político, económico y social
(Freitez, 2011), que pueden generar fracaso o éxito en la regulación del
proceso. No sólo está en consideración la dinámica interna del país que desea
aplicar la política, sino también, la conformación de todo un sistema externo
integrado de países que deben respetar los derechos y obligaciones
jurídicamente vinculantes, regidos por lineamientos internacionales, que
establecen un marco amplio de cooperación para abordar problemas comunes y
mecanismos de arreglos, entre determinados ministerios u organismos
gubernamentales de los países de destino y de origen.
En
la siguiente Tabla 1, se presentan algunas propuestas auspiciadas por
organismos internacionales abocadas a tratar el tema de la migración, el empleo
y el desarrollo, que a juicio de la Oficina Internacional del Trabajo (2017),
son problemas que se han agravado debido a grandes movimientos de refugiados,
personas desplazadas por la fuerza y migrantes en situación irregular, en
distintas partes del mundo, que abren la oportunidad de un amplio debate
político por autoridades gubernamentales, pues no puede ocultarse el hecho de
que muchas personas migran con la esperanza de una estabilidad económica y
social para ellos y sus familiares.
Tabla 1
Algunos
lineamientos mundiales sobre migración y desarrollo
Año |
Actividad |
2003 |
Creación de la
Comisión Mundial sobre las Migraciones Internacionales por el Secretario
General de las Naciones Unidas, con un mandato que establece el marco para la
formulación de una respuesta coherente, integral y global a la cuestión de la
migración internacional. |
2004 |
La Resolución de
la OIT relativa a un compromiso equitativo para los trabajadores migrantes de
la economía globalizada, estableciendo políticas que eleven al máximo la
contribución de la migración al desarrollo. |
2005 |
La Comisión Mundial
publicó su informe final, donde reconocía el papel que desempeñan los
migrantes en la promoción del desarrollo y la reducción de la pobreza de sus
países de origen. |
2006 |
La Conferencia
Ministerial Euroafricana sobre Migración y Desarrollo se celebró en Rabat en
noviembre y en Trípoli en junio, con el cometido de aportar soluciones
concretas, sostenibles y pertinentes a la cuestión de la gestión de los
flujos migratorios. |
2007 |
A raíz del
Diálogo de Alto Nivel, se celebró en Bruselas el primer Foro Mundial sobre Migración
y Desarrollo, que marcó el inicio de un proceso internacional destinado a
promover los efectos positivos de la migración en el desarrollo y viceversa. |
2009 |
El Tercer Foro
Mundial, celebrado en Grecia, organizó mesas redondas sobre los siguientes
temas: utilización del nexo migración-desarrollo para alcanzar los objetivos
de Desarrollo del Milenio; integración, reintegración y movilidad de los
migrantes para promover el desarrollo; y cohesión y alianzas políticas e
institucionales. |
2009 |
Publicación del
Informe sobre Desarrollo Humano, dedicado a la movilidad y desarrollo de las
personas. El informe analiza, entre otras cosas, la migración en el contexto
de los cambios y las tendencias demográficas tanto en términos de desarrollo
como de desigualdad. |
2015 |
La Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS),
aprobados por las Naciones Unidas, reiteró su preocupación por la creciente
migración internacional y la discriminación en contra de los inmigrantes y
los refugiados, previendo entre sus metas algunos lineamientos de apoyo. |
2016 |
La OIT ha
intensificado sus acciones respecto a las migraciones laborales, incluyendo
el tema como el Objetivo 9 dentro de su Programa y Presupuesto 2016-2017.
Además, este organismo internacional ha desempeñado un papel clave para que
este tema se incluyera entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el
marco de la Agenda 2030. |
2018 |
La OIM en su
edición del 2018 presenta un debate intenso sobre la migración, explicando
los aspectos prominentes, intrincados y emergentes del fenómeno, destacando
la importancia de las políticas públicas para controlar este proceso
demográfico. Asimismo, resalta los
derechos de los migrantes y la mayor atención que los países deben prestar a
los migrantes más necesitados. |
Fuente: Elaboración propia, 2019 a partir de
la OIT (2010; 2016); CEPAL (2016) y OIM (2018).
Cabe
destacar, que la OIT (2016) observa ciertas
debilidades en las políticas públicas migratorias internacionales, pues ha
dejado vacíos y fragmentación en los acuerdos regionales de integración; falta
de participación de los actores del mundo del trabajo, en los procesos de
consulta sobre migración; ausencia de diálogo social sobre el tema migratorio; inexistencia
de comisiones inter-gubernamentales, con la participación de los ministerios de
trabajo; falta de coherencia entre las políticas migratorias y las políticas de
empleo; problemas en los sistemas de información y estadísticas; y brechas en
los conocimientos sobre las migraciones laborales.
En atención a este panorama, Freitez (2015) indica que las políticas
públicas que conviene formular en este campo, deben contemplar en esencia, la
producción de estadísticas sobre migración de forma continua, oportuna y
accesible, para permitir la adecuada cuantificación y caracterización de los
flujos migratorios. Asimismo, se requiere del fomento de programas y proyectos,
capaces de retener al personal calificado que tendría mayor predisposición a
emigrar, pero la autora aclara, que en un contexto de polarización y de conflictividad
política, difícilmente prosperen estas acciones.
De
igual manera, Freitez (2011) sugiere el establecimiento de mecanismos que auspicien
los nexos con los emigrantes calificados, que sirvan de puente entre el lugar de
origen y el de destino, para que los emigrados transfirieran conocimientos,
experiencias y relaciones. Por último, propone la formulación de una política
de retorno, que pueda captar o convocar aquellos emigrantes calificados que
deseen regresar al país. No obstante, se deben generar incentivos económicos,
laborales, profesionales y familiares que sean de interés y atracción. Al
respecto, la OIT (2010), refiere que el alentar a los migrantes que han dejado
sus países a regresar, es algo que los formuladores de políticas incluyen cada vez
más en sus programas, como medio para aprovechar el desarrollo en los países de
origen, siendo una posibilidad oportuna.
Por
tal motivo, surge la necesidad de sincerar las políticas migratorias en
consenso con diferentes países, teniendo la tarea cada país de manera
individual de revisar sus políticas al respecto, en concordancia con el resto
del mundo, sobre todo, con las naciones que se caracterizan como atractivas
para los que han emigrado o están predispuestos. Esto con el fin de generar
acuerdos que integre voluntades y esfuerzos gubernamentales convenientes entre
las partes, de apoyo para los migrantes, que flexibilice la rigidez de los
movimientos de refugiados, personas desplazadas por la fuerza y migrantes en
situación irregular. Además, se hace necesaria la información estadística sobre
el hecho migratorio, entre otros aspectos, que sumen esfuerzos orientados a
relacionar la migración, el empleo y el desarrollo de los países.
Conclusión
Como aspectos concluyentes
puede destacarse que la migración se presenta como un proceso complejo que es
parte de las personas en algún momento de su vida, siendo un hecho potencial que trasciende en
muchas naciones del mundo. La búsqueda de oportunidades para contar con
una calidad de vida aceptable es el foco central de este fenómeno; de allí que
se desprendan factores sociales, económicos, políticos y hasta culturales como
detonantes de la migración, y donde características
como la edad, sexo, estado civil y aspectos educativos ejercen una fuerte
influencia.
Este fenómeno social actúa
bajo fuerzas de expulsión y de atracción, asociado tanto al lugar de origen como
al de destino que dinamiza todo el proceso demográfico. Los factores de
expulsión o rechazo, definen las áreas desde donde se originan los flujos
migratorios e incluyen la falta de oportunidades, incertidumbre sobre el futuro económico, conflictos sociales como
la persecución religiosa, inseguridad
general frente al crecimiento de la violencia, problemas en el sistema
político nacional, necesidades básicas
insatisfechas, frustración en la realización personal, entre otros aspectos.
Por su parte, los factores
de atracción determinan la orientación de los flujos migratorios al punto de
destino e incluyen la disponibilidad de trabajo, acceso a bienes y servicios, libertad
religiosa o política, facilidades en materia de educación, atención médica y
otros servicios, favorables para el desarrollo económico y social de las
personas, que hacen atractivas las áreas de destino y las convierten en
receptoras de población.
Actualmente, numerosos
países están viviendo este proceso demográfico y las consecuencias que se han
generado, destilan problemas entre las personas y los territorios involucrados.
Tal situación ha hecho que las políticas en materia de migración estén tomando
mayor auge y sean un tanto estrictas. Lo importante es que organismos
internacionales, gobiernos, políticos y
voceros de asuntos migratorios, velen por lineamientos que garanticen que los migrantes tengan acceso a los
territorios y procedimientos en mejores condiciones, con garantías de
protección y alternativas de residencia legal, que otorgan el derecho al
trabajo, acceso a la salud y la educación.
Finalmente,
el migrante ante situaciones angustiantes marcadas por
problemas y carencias, busca en otro lugar poder obtener una vida estable,
derecho que tienen todas las personas sin distinción alguna; por lo que no
puede cerrarse esta posibilidad para quien lo desee. La calidad de vida no
debería tener fronteras, sólo se debe trabajar muy duro para obtenerla y gozar
de ella.
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* Economista. Docente e Investigador de la Universidad del Zulia, Maracaibo-Venezuela. E-mail: jmgsilva30@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9929-0172
** Doctora en Ciencias Humanas. Magíster en Gerencia
de Empresas. Economista. Docente e Investigadora de la Universidad de la Costa,
Barranquilla-Colombia y de la Universidad del Zulia, Maracaibo-Venezuela. E-mail:
jennyfrb@yahoo.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0457-6467
***
Magíster en Administración de Empresas. Ingeniero Agrónomo. Docente e
Investigador de la Universidad Técnica de Machala, Ecuador. E-mail: sarias@utmachala.edu.ec
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4459-9767
**** Magíster en Administración de Empresas. Economista. Docente e Investigador de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, Ecuador. E-mail: reivaxlia@hotmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-7977-9525
Recibido: 2019-12-20
· Aceptado: 2020-03-08