Autotrascendencia y enfermedades crónicas
no transmisibles en adultos mayores cesantes de una universidad peruana
Peralta Gómez, Reyna Ysmelia*
Rodríguez Marín, Irma Stephani**
Manrique Tovar, Fresia Lizeth***
Chanduvi Ticona, Elsa Fabiola****
Resumen
La
autotrascendencia involucra conexiones profundas con uno mismo y con los demás,
es un recurso interno que permite mirar más allá del estado de salud actual
para conectarse con una energía superior. El presente estudio tuvo como objetivo
determinar la relación entre el nivel de autotrascendencia y la presencia de enfermedades
crónicas no transmisibles en adultos mayores cesantes de la Universidad
Nacional de San Agustín de Arequipa, Perú. Para ello, se realizó un estudio
cuantitativo de tipo descriptivo, diseño correlacional y corte transversal,
utilizándose como instrumentos la Escala de Autotrascendencia de Reed (2009) y un
formulario de caracterización e información sobre las Enfermedades Crónicas no
Transmisibles que afrontan los cesantes, los cuales fueron aplicados a una
muestra de 60 unidades de observación. Se obtuvo como resultado que el 60%
presentó un alto nivel de autotrascendencia, mientras que el 40% registró un
nivel medio. Las enfermedades crónicas no transmisibles fueron mayoritariamente
cardiovasculares (58,3%), seguidas por las endocrinas o metabólicas (23,3%). Estadísticamente, con un p = 0.680, no existe
relación entre ambas variables. Se concluye, que la presencia de enfermedades crónicas
no trasmisibles, no determina el nivel de autotrascendencia de los cesantes en
dicha Universidad.
Palabras
clave: Trascendencia;
significado en la vida; enfermedades crónicas; adulto mayor; enfermería.
Self-transcendence and chronic non-communicable diseases in unemployed
older adults from a Peruvian university
Abstract
Self-transcendence
involves deep connections with oneself and with others, it is an internal
resource that allows one to look beyond the current state of health to connect
with a higher energy. The present study aimed to determine the relationship
between the level of self-transcendence and the presence of chronic
non-communicable diseases in unemployed older adults from the National
University of San Agustín de Arequipa, Peru. To do this, a descriptive,
quantitative, correlational, and cross-sectional study was carried out, using
the Reed Self-Transcendence Scale (2009) as instruments and a characterization
and information form on Non-Communicable Chronic Diseases faced by the
unemployed, which they were applied to a sample of 60 observation units. As a
result, 60% had a high level of self-transcendence, while 40% had a medium
level. Non-communicable chronic diseases were mainly cardiovascular (58.3%),
followed by endocrine or metabolic diseases (23.3%). Statistically, with a p =
0.680, there is no relationship between both variables. It is concluded that
the presence of non-communicable chronic diseases does not determine the level
of self-transcendence of those unemployed at said University.
Key Words:
Transcendence;
meaning in life; chronic diseases; elderly; nursing.
Introducción
La población de
adultos mayores ha aumentado considerablemente a nivel mundial, se estima que entre
el año 2000 y 2050, la población de habitantes mayores de 60 años pasará de 11%
a 22%. Es decir, de 605 millones a 2000 millones (Organización
Mundial de la Salud [OMS], 2013). América Latina, es una de las regiones
del mundo más envejecida, en 2006, había 50 millones de adultos mayores, se conjetura
que esta cifra será doblada en el 2025, y de igual forma para el 2050, cuando
una de cada cuatro personas tendrá más de 60 años. Además, las personas están
viviendo más años, en el 2025 habrá aproximadamente 15 millones de personas con
más de 80 años (Organización Panamericana de la Salud [OPS], 2015).
En Perú, en el
año 2018 se registraron 3 345 552 Personas Adultas Mayores (PAM), lo que
equivale al 10,4% de la población total. Según las proyecciones
demográficas, para 2020 se espera que dicha cantidad ascienda a 3 593
054 y, para 2050, a 8,7 millones de PAM (Mamani, 2018). Si bien se han
identificado situaciones problemáticas para este grupo en el Perú, como: Falta
de acceso a servicios de salud, educación y pensión; así como cifras
preocupantes sobre violencia y discriminación por motivos de edad; el Estado
peruano ha formulado una Política Nacional en relación a las Personas Adultas
Mayores (Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables [MIMP], 2013), cuyos contenidos principales son: Envejecimiento saludable, empleo, previsión y
seguridad social, participación e integración social, y educación, conciencia y
cultura sobre envejecimiento y vejez.
En la región
Arequipa existe un 11,1% de población adulta mayor (MIMP, 2015), este proceso
de envejecimiento plantea desafíos y exigencias de diferente naturaleza en términos
de políticas y programas sociales a nivel regional y local, dependiendo de la
escala, características así como heterogeneidad en cada región del país.
En la
Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, según la Ley 20530, son
pensionistas como cesantes para el año 2019, un total de 376 exdocentes, cuyas
edades oscilan entre 71 a 90, respecto a la variable sexo, predominan los
varones sobre las mujeres, con cifras de 300 y 76 respectivamente. Se reporta
que, por Áreas, el grupo mayoritario corresponde a Biomédicas, siendo 92
cesantes de la Facultad de Medicina, mientras que en Ingenierías el mayor grupo
corresponde a Ciencias Naturales y Formales con 39 cesantes, y en el área de
Sociales, la Facultad de Ciencias Histórico-Sociales registra 30 cesantes.
Se tiene un
nuevo enfoque del cuidado del adulto mayor, donde no basta satisfacer sus
necesidades físicas, sino también las espirituales, buscando que se sientan
felices, que gocen, disfruten y se sientan llenos de paz. En ese sentido, motivar
la autotrascendencia mejora la adaptación y afrontamiento ante los procesos
normales del envejecimiento, pues al encontrar un sentido de vida, el ser
humano logra sobrepasar cualquier obstáculo y convertirlo más bien en una
oportunidad (Guerrero-Castañeda y Ojeda-Vargas, 2015).
Desde los
anteriores argumentos, el objetivo del presente estudio es conocer cómo se
comportan las estadísticas en los adultos mayores cesantes de la Universidad
Nacional de San Agustín, además de la forma en que actúa su Autotrascendencia
en la superación de las limitaciones que la presencia de Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT) podrían traer consigo, o si,
por el contrario, estas enfermedades suponen una barrera para el desarrollo de
esta capacidad.
Al respecto, el
artículo está estructurado de la siguiente manera: En el primer apartado se
expone la fundamentación teórica o estado del arte, luego se presenta la
descripción de la metodología utilizada en el trabajo, posteriormente los
resultados, análisis y discusión de los mismos, y finalmente, las conclusiones
del estudio.
1. Fundamentación
teórica
1.1. Autotrascendencia
Trascender es
sobrepasar los límites del ser, lo opuesto a la inmanencia. Autotrascender, es
un fenómeno que involucra conexiones profundas con uno mismo y con los demás,
es un proceso infinito de búsqueda, pues el hombre nunca termina de dar sentido
a su felicidad, constantemente se renueva y encuentra nuevos horizontes. El
adulto mayor está inmerso en una etapa de vulnerabilidad, donde la desconexión
con el medio lo obliga a encontrarse a sí mismo e interiorizar (Guerrero-Castañeda
y Ojeda-Vargas, 2015).
La autotrascendencia fue estudiada por la Dra. Pamela Reed
(1991), quien desarrolla una teoría en la que afirma, que el ser humano se
encuentra en constante desarrollo durante todo su ciclo vital y su entorno
puede influir tanto positiva como negativamente. Para Reed (2009), la salud es
un proceso vital formado a través de experiencias personales que llevan a crear
valores y favorecer un entorno que mejore el bienestar, donde la función
principal de enfermería es propiciar el desarrollo de habilidades necesarias
para promover la salud y tranquilidad de las personas bajo su cuidado.
Saldaña, et al. (2020) sostienen
que la salud es “un proceso integral, social, físico y mental que se da a lo
largo de la vida, que depende de la persona, las condiciones del medio
sociocultural” (p.26), entre otros; lo cual puede traducirse en bienestar o en
enfermedades. La presentación de estas últimas y sobre todo en las PAM, puede
resultar entre otras cosas estresante, provocando un desequilibrio y respuestas
emocionales frente a esas situaciones de dificultad; donde, tal como lo
manifiestan Delfín-Ruiz, Cano-Guzmán y Peña-Valencia (2020) la funcionalidad
familiar, “se
considera necesaria para garantizar el cambio y el desarrollo, en una situación
de crecimiento, envejecimiento y condiciones ambientales cambiantes” (p.46); ayuda
profesional; así como también influye, sobre todo en los adultos mayores, la
confianza en sí mismos, para superar las limitaciones que se les presenten.
Al respecto,
se considera que la vulnerabilidad, entendida como la conciencia de mortalidad,
aumenta durante el envejecimiento o en otras etapas del ciclo vital,
especialmente cuando aparece una enfermedad, bajo esta premisa Reed (2008)
define a la autotrascendencia como “la capacidad para expandir las fronteras personales
y orientarse hacia perspectivas, actividades y propósitos más allá del yo,
sin negar el valor de uno mismo y el contexto presente” (p.111).
Esta
expansión de fronteras se da en cuatro dimensiones: a) intrapersonalmente,
mediante actividades introspectivas; b) interpersonalmente, para relacionarse
con otros y preocuparse por su bienestar; c) temporalmente, para integrar el
pasado de uno mismo con el futuro de manera que tenga significado en el
presente; d) transpersonalmente, mediante conexión con un ser o dimensión
“superior”. Los factores que influencian esta concepción considerados como
moderadores-mediadores, son las variables personales tales como: Edad, sexo,
experiencias vitales y entorno social, que pueden influir en las relaciones
existentes entre vulnerabilidad y autotrascendencia o, entre autotrascendencia
y bienestar (Coward, 2017).
Según la Teoría
de Autotrascendencia (Reed, 2008), esta es mayor en las personas que deben hacer
frente a todo aspecto relacionado con el final de la vida, como el envejecimiento, la enfermedad y cualquier otra
experiencia que provoque un aumento de conciencia de la mortalidad. La autotrascendencia
se asocia e incluso puede ser predictor de bienestar en las personas, por lo
que, a mayor autotrascendencia, mayor bienestar (Oliva, Cruz y Luengo, 2016).
Otros autores
también han considerado a la autotrascendencia como un tema importante, e
incluso esencial en el proceso humano. Eriksson, Eriksson y Kivnick (1986), explicó que los individuos maduros trascienden los
intereses personales y requieren ser necesitados. Lifton (1979), la describió
como una necesidad humana básica dirigida a ganar un sentido de continuidad y
participación vital cuando se enfrenta al final de la vida. De igual forma,
Frankl (1992) propuso tres modos de autotrascendencia: Contribuir con el mundo,
respetar a los demás y, aceptar los eventos inevitables de la vida.
La autotrascendencia
también se hace evidente en otras teorías de enfermería, por ejemplo, la teoría
del Cuidado Humanizado de Watson (1985), que se basa en la concepción de la persona como
quien tiene la capacidad de trascender el tiempo e intereses personales,
mediante experiencias intra e interpersonales. Newman (1986), afirmó que la
trascendencia de los límites temporales y el ego, es fundamental para alcanzar
la madurez y expansión de la conciencia propia.
1.2.
Enfermedades crónicas no transmisibles
Las
Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT), son aquellas que persisten a
pesar de recibir tratamiento, tienen larga duración y lento progreso. En etapas
tempranas no suelen interferir con la vida diaria de las personas, por lo que
la identificación se hace en etapas avanzadas o durante la realización de otros
exámenes médicos. En el caso de los adultos mayores, el diagnóstico suele
hacerse cuando ya hubo daño en los órganos, si es así, los objetivos incluyen
minimizar complicaciones, retardar la mortalidad asociada y optimizar la
calidad de vida relacionada a la salud, con una atención enfocada en la persona
como un ser holístico (Touhy y
Jett, 2016).
Las
ECNT más comunes en el mundo son las cardiovasculares, las respiratorias, el
cáncer y la diabetes. Juntas, representan el 63% (36 millones de personas al
año) de todas las muertes, de los cuales, el 80% viven en países de ingresos
altos y medios (World Health
Organization [WHO],
2013). En Perú, las ECNT figuran
como el 58,5% de las enfermedades con mayor incidencia, al mismo tiempo, son
las que producen mayor discapacidad. En el 2015, el 9,5% de la población fue
diagnosticada con hipertensión arterial y un 2,9% eran portadores de Diabetes
Mellitus (Instituto Nacional de Estadística e
Informática [INEI], 2016).
Enfermedades como
la diabetes y la hipertensión arterial, presentan un incremento, de forma que,
a nivel de la Región Arequipa, hasta abril del 2018, la oficina de
Epidemiologia de la Gerencia Regional de Salud de
Arequipa (GERSA) reporta 202 casos nuevos de hipertensión arterial; el
aumento es considerable teniendo en cuenta que, durante el año 2017, se
reportaron 649 casos (GERSA, 2018).
El
impacto de las ECNT en el estado funcional es mayor en los pacientes de edad
avanzada, debido a que hay déficits en los órganos del cuerpo, la estructura
ósea y la masa muscular, además de la reducción del funcionamiento de los
órganos sensoriales. Estas situaciones, sumadas a las enfermedades crónicas,
hacen que el adulto mayor sea incapaz de desarrollar plenamente su autonomía y
se incrementa la relación de dependencia con el medio (Menéndez, et al., 2005;
Walter, 2008).
Por
todas estas variaciones, es normal que haya cierta tristeza en el anciano, sin
embargo, en algunos casos, una enfermedad crónica puede causar depresión, ansiedad,
ira, desórdenes del sueño y/o abuso de sustancias (Morewitz, 2006). Por lo
tanto, es vital que el adulto mayor se adapte a los nuevos cambios y, si tiene
una ECNT con efectos limitantes, deberá replantear sus ambiciones y hacer
algunos ajustes emocionales y físicos, sin que esto signifique renunciar a
vivir plenamente (Jacobi y MacLeod, 2011).
Una
de las intervenciones de los profesionales de la salud es hacer que los
pacientes perciban los eventos de su vida en términos diferentes, mediante la
búsqueda de nuevas formas de ver el mundo. Para ello, una escucha activa
contribuye a revelar fortalezas y experiencias de éxito en el pasado que sean
útiles para enfrentar las desavenencias del presente; aquí, el objetivo no es
ayudar al paciente a enfrentar traumas, sino a desarrollar habilidades sociales
(Jacobi y MacLeod, 2011).
2. Metodología
El presente estudio
se considera cuantitativo de tipo descriptivo, corte transversal y diseño
correlacional (Hernández, Fernández y Baptista, 2014), la población de estudio
estuvo constituida por Docentes Cesantes de la Universidad Nacional de San
Agustín de Arequipa-Perú, pertenecientes a la Ley 20530. Se consideraron a
pensionistas de ambos sexos siendo el tamaño de la muestra de 60 unidades de
observación, calculadas de manera no probabilística por las características de
acceso a la población.
La información
se toma en los locales de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA), donde
acuden los docentes a recoger sus boletas de pago y se completa la muestra
mediante visitas domiciliarias. Los criterios de inclusión fueron pertenecer al
grupo de cesantes y no tener limitaciones cognitivas, auditivas u otras que
impidan responder la encuesta. Para obtener los datos de caracterización de la
población de estudio y aplicación de instrumentos, primero se obtuvo de manera
escrita el consentimiento informado y, posteriormente se tomó lo data de manera
anónima.
El cuestionario
de Enfermedades no Transmisibles, ha permitido evaluar las ECNT, definidas como
patologías que se presentan por un período mínimo de 3 meses a más, no tienen
una cura específica e implican cambios que influyen de manera significativa en
la vida de los adultos mayores, alterando la funcionalidad de la familia a la
que pertenece y la autonomía de la persona.
De la misma
manera, se mide la variable Autotrascendencia, definida como la capacidad del
ser humano para ir más allá del propio yo y como consecuencia ampliar sus
límites personales mediante un camino espiritual para dar sentido a la vida.
Sus dimensiones son: La Intrapersonal, Interpersonal, Temporal y Transpersonal.
Para medir esta variable se aplicó la Escala de Autotrascendencia de Reed
(2009), el instrumento consta de 15 ítems con escala de Likert de cuatro
puntos. El puntaje final varía entre 15 y 60 e indica el nivel de autotrascendencia,
teniendo que, a mayor número, mayor trascendencia.
La confiablidad,
determinada por el alfa de Cronbach, fue originalmente de 0.80 para la versión
inglesa y 0.77519 para la versión coreana en el año 2007 (Díaz, 2012); la
validez de contenido, fue determinada por contrastación con la literatura y con
los hallazgos en diversos estudios realizados con adultos mayores; la validez
de constructo, se soporta en las relaciones tanto positivas como negativas que
se han encontrado en los estudios en los cuales se ha utilizado la escala.
3. Resultados y discusión
En la Tabla 1,
se aprecia que los Cesantes de la UNSA tienen edades que oscilan entre 71 a 80
años, son mayoritariamente varones y su estado civil predominante es Casado.
Así se demuestra que la mayoría están en uso de varias facultades, la docencia
universitaria en la antigüedad estaba consagrada al sexo masculino y el
matrimonio era norma social en el colectivo arequipeño. Esto se corrobora con
el hecho de que la tercera parte, es decir, el 30% viven con su esposo(a) y el
23,3% con esposo(a) e hijos.
Tabla
1
Caracterización
de la población de estudio
Característica |
Frecuencia |
Porcentaje |
|
EDAD |
57 - 60 años |
1 |
1,7% |
60 - 70 años |
10 |
16,7% |
|
71 - 80 años |
36 |
60,0% |
|
81 - 92 años |
13 |
21,7% |
|
SEXO |
Masculino |
34 |
56,7% |
Femenino |
26 |
43,3% |
|
ESTADO
CIVIL |
Soltero(a) |
7 |
11,7% |
Casado(a) |
32 |
53,3% |
|
Viudo(a) |
15 |
25,0% |
|
Divorciado(a) |
6 |
10,0% |
|
ESTRUCTURA
FAMILIAR |
Vivo con esposo(a) |
18 |
30,0% |
Vivo con esposo(a) e hijos |
14 |
23,3% |
|
Vivo con hijos |
13 |
21,7% |
|
Vivo solo(a) |
15 |
25,0% |
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Según
el censo del INEI del 2007, en los últimos 35 años la población de 60 y más
años se ha triplicado aumentando aproximadamente en 1 millón 700 mil personas.
Mientras que, la población en su conjunto ha crecido en ese período con una
tasa promedio anual de 2%, los mayores de 60 años presentan una mayor velocidad
de crecimiento (3,3% anual). Pero el proceso es aún más dinámico en el grupo de
los más longevos. El ritmo de crecimiento de la población de 80 y más años es
cerca de dos veces que la del conjunto de la población peruana.
Al respecto,
el término "envejecimiento individual" se asocia comúnmente al
proceso biológico que experimenta una persona cuando avanza su edad. Sin
embargo, el comienzo de la edad de la vejez tiene que ver no sólo con la
evolución cronológica, sino también con fenómenos de la naturaleza biopsíquica
y social (INEI, 2007).
Las
precisiones hechas por el INEI son coherentes con los hallazgos encontrados en
la presente investigación, más aún si se tiene en cuenta el proceso de
envejecimiento poblacional por el que atraviesa el grupo etario de mayores de
60 años que habitan en este país, esta situación plantea desafíos y exigencias
de diferente naturaleza en términos de políticas y programas sociales a nivel
regional y local, dependiendo de la escala, características y heterogeneidad en
cada región.
Asimismo,
esta investigación constató que la población estudiada presentó edades que
oscilan entre 71 a 80 años, son mayoritariamente varones y respecto al estado
civil, predomina el de casado. Datos que son contrastables con los que
encuentran Cárdenas-Salazar, et al. (2009), donde los adultos mayores cesantes
estudiados presentaron edades entre 60 y 74 años, de estado civil casado, en su
mayoría de sexo masculino y tipo de familia nuclear. Ambos estudios coinciden
en una realidad propia de los años vividos por la población estudiada, donde se
encontraba arraigado el trabajo dirigido al sexo masculino y el tipo de unión
entre parejas a través del matrimonio.
En la Tabla 2 se
visualizan las áreas profesionales en las que se desempeñaron los cesantes, se
tiene que fueron mayoritariamente de Biomédicas y Sociales, correspondiendo un
55% y 25%, respectivamente. Esto se explica porque en la Universidad,
Biomédicas es el área que tiene la mayor cantidad de docentes cesantes.
Tabla
2
Población
de estudio por área profesional
Profesiones según Áreas |
Frecuencia |
Porcentaje |
Área de sociales |
15 |
25% |
Área de ingenierías |
12 |
20% |
Área de biomédicas |
33 |
55% |
Total |
60 |
100% |
Fuente: Elaboración propia, 2020.
En la Tabla 3, al
evaluar la variable Autotrascendencia, se encuentra que ninguna de las unidades
de observación tiene un Nivel Bajo, por el contrario, más de la mitad que
corresponde al 60%, poseen un Alto Nivel de Autotrascendencia, mientras que con
un Nivel Medio se registraron 24 cesantes (40%), esto explica que el personal
cesante considera alcanzadas sus metas y realizaciones, sin dejar de plantearse
nuevos objetivos y trabajar por ellos.
Tabla 3
Población de estudio por nivel de autotrascendencia
Nivel de Autotrascendencia |
Frecuencia |
Porcentaje |
Bajo |
0 |
0% |
Medio |
24 |
40% |
Alto |
36 |
60% |
TOTAL |
60 |
100% |
Fuente: Elaboración propia, 2020.
El
estudio realizado por Oliva, et al. (2016), demostró que la autotrascendencia
en el adulto mayor participante se encuentra activa al compartir con sus pares,
estas personas conocen sus límites, son conscientes del pasado, presente y
futuro, enlazando experiencias y aceptan su vida en el día a día, estos hechos
se reflejan en un 96% de encuestados con alto nivel de autotrascendencia y 4%
con un nivel medio, se puede comparar con una investigación realizada por Young
y Reed (1995), en la que afirman que la psicoterapia de grupo permite el
desarrollo de la autotrascendencia personal.
En
Colombia, Díaz (2012) lleva a cabo una investigación donde demuestra que la
edad se asocia positivamente con el nivel de autotrascendencia, a mayor edad,
mayor AT, el contexto social y familiar también puede influir en esta situación.
De igual manera encontró que solo en las mujeres pudo observarse la correlación
entre edad y autotrascendencia, debido a que su población en estudio de sexo
masculino fue muy pequeña y no se pudo apreciar dicha tendencia; en cuanto a la
influencia familiar y social se observó que las personas con estas
características presentaron más de 54 puntos al aplicar el instrumento de autotrascendencia.
Por otro lado, en la Tabla 4 se aprecia que en relación al Sexo, tanto en
mujeres como varones predomina un Alto nivel de Autotrascendencia, con 25% y
35% respectivamente. Al aplicar la prueba de Chi cuadrado se encuentra un valor
de p=0.750, este hecho demuestra que no existe relación entre Sexo y
Autotrascendencia. Este aspecto es coincidente con los hallazgos de Cárdenas-Salazar,
et al. (2009), donde a diferencia de otros estudios, las características
sociodemográficas como el sexo (femenino) y la edad (menos de 67 años) influyen
positivamente en las relaciones sociales y satisfacción del adulto mayor
jubilado. No encontraron una diferencia
significativa, probablemente debido al cambio en los papeles sociales posterior
a la jubilación, en los cuales el hombre toma un rol importante a nivel
doméstico, que lo llevan a desempeñar funciones de cuidador o encargado de
oficios del hogar, que lo mantienen en contacto con la sociedad, similar a lo
que sucede en la mujer.
Tabla
4
Población
de estudio por sexo según nivel de autotrascendencia
Sexo |
Nivel de Autotrascendencia |
Total |
||||
Media |
Alta |
|||||
N° |
% |
N° |
% |
N° |
% |
|
Masculino |
13 |
21,7% |
21 |
35% |
34 |
56,7% |
Femenino |
11 |
18,3% |
15 |
25% |
26 |
43,3% |
TOTAL |
24 |
40% |
36 |
60% |
60 |
100% |
Nota: X2 =
0.102; GL= 1; p = 0.750
Fuente: Elaboración propia, 2020.
En
la Tabla 5 se aprecia que, cualquiera sea la estructura familiar de los
encuestados, obtuvieron un Nivel de Autotrascendencia Medio o Alto. Desde el
punto de vista estadístico, al aplicar la prueba de Chi cuadrado, se obtiene un
valor de 0.788, hecho que denota que no existe relación entre la Estructura
Familiar y el Nivel de Autotrascendencia.
Tabla
5
Población
de estudio por estructura familiar según nivel de autotrascendencia
Estructura Familiar |
Nivel de Autotrascendencia |
Total |
||||
Media |
Alta |
|||||
N° |
% |
N° |
% |
N° |
% |
|
Vive con esposo(a) |
7 |
11,7% |
11 |
18,3% |
18 |
30,0% |
Vive con esposo(a) e hijos |
7 |
11,7% |
7 |
11,7% |
14 |
23,3% |
Vive con hijos |
4 |
6,7% |
9 |
15,0% |
13 |
21,7% |
Vive solo(a) |
6 |
10,0% |
9 |
15,0% |
15 |
25,0% |
TOTAL |
24 |
40% |
36 |
60% |
60 |
100% |
Nota: X2
= 1.054; GL= 3; p = 0.788
Fuente: Elaboración propia, 2020.
En
la investigación realizada por Mikulic, Muiños y Crespi (2007), se
identificaron las características que definen a los adultos mayores que
obtuvieron un Nivel de Autotrascendencia Medio, en primer orden: Son casados,
viven solos, en sectores urbanos y no presentan otras actividades ajenas al
club del adulto mayor o de la iglesia; en segundo orden, los adultos mayores
son viudos, viven solos y participan en su iglesia al menos cinco veces al año.
En cambio, los adultos mayores que obtuvieron un Alto Nivel de
Autotrascendencia se caracterizaron por: Ser casados o vivir con sus hijos si
eran viudos, asistían regularmente a su iglesia y participaban en otras
actividades además del club del adulto mayor y la iglesia, hecho que difiere en
los resultados del presente estudio, donde se aprecia que cualquiera sea la
estructura familiar de los encuestados, obtuvieron un Nivel de
Autotrascendencia Medio o Alto, denotando que no existe relación entre la
estructura familiar y el nivel de autotrascendencia.
De igual manera,
se observa en la Tabla 6, que las enfermedades que más afrontan los Cesantes
son las del sistema cardiovascular, donde según los datos recolectados prima la
hipertensión arterial (HTA), sin embargo, conservan un Nivel de
Autotrascendencia Alto, le siguen las enfermedades del orden endocrino-metabólicas
donde resalta la diabetes, las enfermedades del sistema musculo-esquelético y oncológicas,
también registraron niveles de autotrascendencia que oscilan entre media y
alta, pese a su carácter invalidante.
Tabla
6
Población
de estudio por tipo de enfermedad según nivel de autotrascendencia
Nivel de
Autotrascendencia |
Total |
|||||
Media |
Alta |
|||||
N° |
% |
N° |
% |
N° |
% |
|
Cardiovasculares |
14 |
23,3% |
21 |
35,0% |
35 |
58,3% |
Endocrino-metabólicas |
6 |
10,0% |
8 |
13,3% |
14 |
23,3% |
Músculo-esqueléticas |
1 |
1,7% |
3 |
5,0% |
4 |
6,7% |
Oncológicas |
2 |
3,3% |
1 |
1,7% |
3 |
5,0% |
Neurológicas |
0 |
0% |
1 |
1,7% |
1 |
1,7% |
Visuales |
1 |
1,7% |
1 |
1,7% |
2 |
3,3% |
Auditivas |
0 |
0% |
1 |
1,7% |
1 |
1,7% |
TOTAL |
24 |
40,0% |
36 |
60,0% |
60 |
100,0% |
Nota: X2 = 11.08; GL = 14; p = 0.680
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Estos
hallazgos se repiten en otros estudios, como el realizado por Thomas, et al.
(2010), donde la autotrascendencia se encontró en niveles altos en una muestra
de mujeres con cáncer de mama. Se comprobó que el desarrollo de la autotrascendencia
ayuda a las pacientes a recuperarse del cáncer, en el sentido de que les ayuda
a encontrar un propósito por el cual deben continuar luchando contra esa afección
y les permite comprender sus experiencias personales enmarcadas dentro de la
enfermedad, de una manera holística.
En
búsqueda de la existencia de una relación entre autotrascendencia y ansiedad, Guerrero,
Prepo y Loyo (2016) encontraron que no hay una asociación significativa; al
igual que Barboza y Forero (2011), quienes demostraron que la autotrascendencia
no se relaciona con una disminución de los síntomas de ansiedad en pacientes
con cáncer de mama. Sin embargo, Haugan e Innstrand (2012) hallaron una
relación inversa entre estas variables, a mayor autotrascendencia, menor
ansiedad. Lo mismo sucede con la depresión, Vehling, et al. (2011) aseguran que
la AT es un factor de protección que contrarresta el desarrollo de síntomas
depresivos. Entonces, se deduce que la misma representa un constructo esencial
para hacer frente a trastornos psicológicos y desempeña un papel crucial para
mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En
el presente estudio, la prueba de Chi cuadrado con el valor de p =0.680,
demuestra que no hay asociación entre las variables de estudio. De la misma
forma, tampoco se encontró una asociación significativa entre Sexo y AT, ni en
Estructura Familiar con AT, deduciendo que no actúan como factores moderadores
o mediadores en el proceso.
Conclusiones
Lo encontrado en el presente estudio demuestra que el adulto mayor
afronta un periodo de “transición epidemiológica”, en la que por la
vulnerabilidad de la edad, se pueden asociar las ECNT, hecho que los expone a
una simbiosis; los hallazgos contribuyen a reforzar el acceso al control y
manejo de estas enfermedades y bajo un buen concepto de autotrascendencia, se puede
garantizar el bienestar y la salud de un grupo ocupacional, que en su etapa de
vida económicamente activa contribuyó con sus conocimientos y enseñanzas a la
formación de diversos profesionales de hoy.
El hecho de que los cesantes tengan que convivir, en la mayor
parte de los casos, de manera permanente con las ECNT y, de otro lado, su
creciente incidencia, es el resultado de una serie de circunstancias
irreversibles que requieren un cambio de paradigmas; se preconiza que se debe
adoptar estilos de vida saludables en todas las esferas, puesto que los
resultados demuestran que se necesita un cambio en la concepción vivencial, la
perspectiva de hacer de ellos agentes de transformación por medio de la
emancipación en sus enfermedades y, que comanden el control de las mismas.
Referencias Bibliográficas
Barboza, F., y Forero, M.
J. (2011). Ansiedad y depresión en pacientes con cáncer de seno y su relación
con la espiritualidad/ religiosidad. Análisis preliminar de datos. Revista
de Psicología Universidad de Antioquia, 3(1), 7-27.
Cárdenas-Salazar, R., Villareal-Ríos, E.,
Vargas-Daza, E. R., Martínez-González, L., y Galicia-Rodríguez, L. (2009).
Relación entre apoyo social funcional y satisfacción vital del adulto mayor
jubilado. Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, 47(3),
311-314.
Coward, D. D. (2017). Self-trascendence theory. https://nursekey.com/29-self-transcendence-theory/
Delfín-Ruiz, C., Cano-Guzmán, R., y Peña-Valencia, E. J.
(2020). Funcionalidad familiar como política de asistencia social en México. Revista
de Ciencias Sociales (Ve), XXVI(2), 43-55.
Díaz, L. P. (2012). Promoción de salud:
Autotrascendencia, espiritualidad y bienestar en no consumidores y consumidores
moderados de alcohol (Tesis doctoral). Universidad Nacional de
Colombia, Bogotá, Colombia.
Eriksson, E. H., Eriksson, J. M., y Kivnick, H. Q. (1986). Vital
involvement in old age. Norton.
Frankl, V. E. (1992). Man’s search for meaning. Beacon Press.
Gerencia Regional de Salud de Arequipa -
GERSA (2018). Boletín Epidemiológico Semanal No. 16. Boletín Epidemiológico (Arequipa),
14(S.E. 16), 211-223. https://www.saludarequipa.gob.pe/epidemiologia/bole_epi/2018/Bolet_16.pdf
Guerrero-Castañeda, R. F., y Ojeda-Vargas,
M. G. (2015). Análisis del concepto de Autotrascendencia. Importancia en el
cuidado de enfermería al adulto mayor. Cultura de los Cuidados, XIX(42),
26-37. http://dx.doi.org/10.14198/cuid.2015.42.05
Guerrero, J. M., Prepo,
A. R., y Loyo, J. G. (2016). Autotrascendencia, ansiedad y depresión en pacientes con cáncer en
tratamiento. Barquisimeto. 2015. Revista Habanera de Ciencias Médicas, 15(2),
297-309.
Haugan, G., e Innstrand, S. T.
(2012). The effect of
self-transcendence on depression in cognitively intact nursing home patients. Psychiatric,
2012(ID 301325), 1-12. https://doi.org/10.5402/2012/301325
Hernández, R., Fernández C., y Baptista, M. D. P. (2014).
Metodología de la investigación. McGraw-Hill/ Interamericana Editores, S. A. de C. V.
Instituto Nacional de Estadística e Informática
– INEI (2007). Censos Nacionales 2007: XI de Población y VI de Vivienda.
http://censos.inei.gob.pe/cpv2007/tabulados/
Instituto Nacional de Estadística e
Informática - INEI (2016). Perú: Enfermedades No Transmisibles y
Transmisibles, 2015. INEI. https://proyectos.inei.gob.pe/endes/doc_salud/Enfermedades_no_transmisibles_y_transmisibles_2015.pdf
Jacobi, S., y MacLeod, R. (2011). Making sense of chronic illness: A therapeutic approach. Journal
Prim Health Care, 3(2), 136-141.
Lifton, R. J. (1979). The broken connection: On death and the continuity
of life. Simon and Schuster.
Mamani, F. (2018). La situación de la
población adulta mayor en el Perú, hallazgos de una investigación del Idehpucp
para mejorar las políticas públicas. Instituto de Democracia y Derechos
Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú. https://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/la-situacion-de-la-poblacion-adulta-mayor-en-el-peru-hallazgos-de-una-investigacion-del-idehpucp-para-mejorar-las-politicas-publicas/
Menéndez, J., Guevara, A., Arcia, N.,
León, E. M., Marín, C., y Alfonso, J. C. (2005). Enfermedades crónicas y
limitación funcional en adultos mayores: Estudio comparativo en siete ciudades
de América Latina y el Caribe. Revista Panamericana de Salud Pública, 17(5/6),
353-361.
Mikulic, I. M., Muiños,
R., y Crespi, M. (2007). Crecimiento personal, necesidad de trascendencia,
redes sociales y ambiente: Análisis de la calidad de vida percibida en diferentes
sucesos estresantes desde un enfoque integrativo y ecológico. Anuario de
Investigaciones, XIV, 277-285.
Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables – MIMP (2013). Política Nacional en relación a las Personas
Adultas Mayores. https://www.mimp.gob.pe/files/politicas/pol_nac_pam_2013.pdf
Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables – MIMP (2015). Estadísticas: Población Adulta Mayor, 2015. https://www.mimp.gob.pe/adultomayor/Estadisticas.html
Morewitz, S. J. (2006). Chronic diseases and health care: New trends
in diabetes, arthritis, osteoporosis, fibromyalgia,
low back pain, cardiovascular disease, and cancer. Springer Sciencie+Business
Media, Inc.
Newman, M.
(1986). Health as expanding consciousness. Mosby.
Oliva, J. F., Cruz, M. B., y Luengo, L.
(2016). Nivel de autotrascendencia y factores moderadores en adultos mayores
que participan en clubes del adulto mayor en la comuna de Coihueco, Chile. Aladefe.
Revista Iberoamericana de Educación e Investigación en Enfermería, 6(3),
59-67.
Organización Mundial de la Salud - OMS
(2013). Envejecimiento y ciclo de vida. http://www.who.int/ageing/es/
Organización Panamericana de la Salud - OPS
(2015). La cantidad de personas mayores de 60 años se duplicará para 2050;
se requieren importantes cambios sociales. https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=articl%20e&id=11302%3Aworld-population-over-60-to-double-%202050&Itemid=1926&lang=es
Reed, P. G. (1991). Toward a nursing theory of self-transcendence:
Deductive reformulation using developmental theories. Advances in Nursing
Science, 13(4), 64-77. https://doi.org/10.1097/00012272-199106000-00008
Reed, P. G. (2008). Theory of Self-Trascendence. In M. J. Smith y P. R. Liehr (Eds. 2008), Middle range theory for nursing (pp. 109-140).
Springer, Publishing
Company, LLC .
Reed, P. G. (2009). Demystifying self-transcendence for mental
health nursing practice and research. Archives
of Psychiatric Nursing, 23(5), 397-400. https://doi.org/10.1016/j.apnu.2009.06.006
Saldaña, C., Polo-Vargas, J. D., Gutiérrez-Carvajal, O. I.,
y Madrigal, B. E. (2020). Bienestar psicológico, estrés y factores
psicosociales en trabajadores de instituciones gubernamentales de
Jalisco-México. Revista de Ciencias Sociales (Ve), XXVI(1), 25-37.
Thomas, J. C., Burton, M.,
Quinn, M. T., y Fitzpatrick, J. J. (2010). Self-transcendence, spiritual well-being and
spiritual practices of women with breast cancer. Journal of Holistic Nursing,
28(2), 115-122.
Touhy, T., y Jett, K. (2016). Ebersole & Hess’ toward healthy
aging: Human needs & nursing response. 9th ed. Elsevier
Mosby.
Vehling, S., Lehmann, C., Oechsle, K., Bokemeyer,
C., Krull, A., Koch, U., y Mehnert, A. (2011). Global meaning and meaning-related
life attitudes: Exploring their role in predicting depression, anxiety and
demoralization in cancer patients. Support Care Cancer, 19(4), 513-520. https://doi.org/10.1007/s00520-010-0845-6
Walter, G. (2008). Autonomía en la vejez y
derechos humanos. Tiempo: El portal de la Psicogerontología. http://www.psiconet.com/tiempo/monografias/autonomia.htm
Watson, J. (1985). Nursing: Human science and human care: A theory of nursing. Appleton-Century-Crofts.
World Health Organization - WHO (2013). 10 facts on
noncommunicable diseases. https://www.who.int/features/factfiles/noncommunicable_diseases/en/
Young,
C. A., y Reed, P. G. (1995). Elder's perceptions of the role of group
psychotherapy in fostering self-transcendence. Archives Psychiatric Nursing,
9(6), 338-347. https://doi.org/10.1016/S0883-9417(95)80057-3