Estudio de la ciencia,
tecnología e innovación desde perspectivas multitécnicas*
Piña López, Luis
Eduardo**
Resumen
La realización de trabajos de investigación que aborden ciencia,
tecnología e innovación puede ser apreciada desde perspectivas multitécnicas
que favorezcan la coexistencia de secuencias operativas distintas, previamente considerando
un enfoque epistemológico y paradigma predominantes. La definición de ciencia
corresponde a un ámbito teórico, mientras que la tecnología refiere a
investigaciones de tipo aplicativas, y en el caso de la innovación, representa un
área enriquecedora especialmente para lo tecnológico. Se plantea pues, que
pueden ser estudiadas desde una visión racional, empírica o inclusive
vivencial, dependiendo de la intención indagatoria del proceso investigativo;
por tanto, corresponder a una investigación mixta o con multitécnicas. La lógica-metódica
se basó en propuestas estructurales asociadas a los paradigmas de la mencionada
trilogía, para luego sintetizar ilustrativamente una configuración de fases.
Como resultado, se obtuvo un trayecto de generación teórica integral que representa
una propuesta de variaciones diacrónicas con marcos de trabajos diferentes. Se concluye
que debido
a lo inconmensurable de cada enfoque epistemológico en las fases racional,
empírica y vivencial, se deben diseñar procedimientos de enlace para obtener
nuevos datos con el objetivo de ir procesando resultados en un marco de trabajo
con multitécnicas.
Palabras clave: Ciencia; tecnología; innovación; paradigma; multitécnica.
Study of science, technology and innovation from multi-technical perspectives
Abstract
The realization of research works
in science, technology and innovation can be appreciated from multi-technical
perspectives that favor the coexistence of different operating sequences,
previously considering a predominant epistemological approach and paradigm. Science
corresponds to a theoretical field, while technology refers to applications-type
research, and innovation represents an enriching area especially for
technology. They can be studied from a rational, empirical or even experiential
perspective, depending on the intention of investigative process, therefore,
correspond to a mixed or multi-technical investigation. The logic-methodical
was based on structural proposals associated with the paradigms of the trilogy,
and then illustrate a configuration of phases. As a result, a theoretical generation
path was obtained that represents a proposal for diachronic variations with
different frameworks. It is concluded that due to the incommensurability of
each epistemological approach in the rational, empirical and experiential
phases, liaison procedures must be designed to obtain new data with the aim of
gradually processing results in a framework with multi-techniques.
Keywords: Science;
technology; innovation; paradigm; multi-technical.
Introducción
Estudiar tres áreas
suficientemente amplias como lo son ciencia, tecnología e innovación, requiere
de profundización y reconocimiento acerca del devenir socio-histórico que reviste
cada una. De este modo, ciencia, evoca lo relacionado al conocimiento, cómo
surge, y sobre todo qué aportes o pasos se han dado desde tiempos inmemorables.
Posiblemente, en la antigua Grecia se encuentre una manera de hacer ciencia
cuya forma de interpretación es un tanto similar al manejado en la actualidad.
En esa óptica, ciencia es un ámbito teórico, puesto que guarda relación con las
teorías que el ser humano viene reconfigurando, aunque existan diferencias en
cuanto a su concepción. Entonces, el hacer ciencia equivale a transitar
procesos que bien pueden llegar a la formación de ideales representativos.
Al respecto, si la
vía es racional, empírica o vivencial, eso estaría asociado a la forma como se
suponen o asumen los objetos del conocimiento. Lo que se pretende dar a
entender, es que el estudiar la ciencia, consiste en revisar los postulados
teóricos que en determinados campos de acción se le atribuyen. Algo distinto ocurre
con tecnología, porque esta trata sobre el conocimiento aplicado, es decir, que
las fases en un proceso de investigación ya han trascendido de la validación
teórica a la puesta en práctica, como objeto con el cual es posible establecer
control sobre las cosas o situaciones que rodean al ser humano. “La tecnología implica la resolución de problemas
prácticos que afectan a la sociedad (…) a través de la aplicación de nuevos
conocimientos generados desde la ciencia” (Quinde-Rosales,
et al., 2019, p.102). Entonces, la manera de estudiarla se aproxima a lo
empírico, diferente a ciencia, que bien puede ser apreciada desde lo mental-racional.
Con respecto a la
tercera área, la innovación, es conocida como un componente o producto de
interrelación que incide o condiciona a la ciencia y tecnología (CyT). Pero
también, la perspectiva con la que algunos organismos establecen planos de
igualdad, conformando la trilogía conocida como Ciencia, Tecnología e Innovación
(CTI). Desde donde se mire, si se aprecian resultados observables, medibles o
constatables, es deseable una apreciación empírica; pero si interesa descubrir
aspectos intersubjetivos (como por ejemplo, cómo surge o germina la intuición o
la creatividad en artesanos, o en tecnólogos populares), el “periscopio”
conveniente sería interpretativo, vivencial, hermenéutico o fenoménico, porque a
través de estos se lograría una mayor aprehensión del objeto de estudio; todo dependiendo
de la esfera en CTI.
Ahora bien, ¿a dónde
es posible llegar con tales supuestos?, entre lo que cabe, al interés por estudiar
dicha trilogía frente a los estilos de pensamiento y particularidades de los Enfoques
Epistemológicos (EE) que describe Padrón (2001), respetando la supuesta
prevalencia de una perspectiva epistémica principal, destacable sobre otras, donde
se haría necesario justificar el por qué de su inclusión. Al mismo tiempo, servir
de tránsito por cuanto interesan el manejo, la síntesis procesal o
interpretación particular de los resultados para luego continuar el desarrollo de
investigaciones mixtas asumidas así medularmente.
¿Es posible hacer
esto?, sí; desde la posición del enfoque mixto de Creswell (2014), a través de
un cuidadoso proceso de múltiples técnicas donde son justificados cada uno de los
procedimientos para el manejo de datos cuantitativos y cualitativos,
garantizando una investigación integradora o complementaria desde sus mismos
sub-componentes, haciéndola coherente desde sus tradiciones socio-históricas. Primeramente,
equivale a encontrar nexos o puntos de coincidencia entre las diferentes apreciaciones
de algunos exponentes en el campo de la epistemología, como Echeverría (1998); Padrón
(2001); Bunge (2007); Guba y Lincoln (2012); Martínez (2013); o Creswell (2014);
entre otros, y enseguida hilvanar propuestas operativas sobre nuevas
perspectivas multitécnicas para el tratamiento de la CTI.
1. Orientaciones
generales
Como se ha venido
comentando, CTI desde una perspectiva multimetódica requiere del esfuerzo por
reconocer la concepción de la ciencia como teoría (en una apreciación racional),
tecnología a partir del conocimiento práctico (empírico), e innovación puede mirarse
desde cualquiera de los EE (según sea la valoración de la estructura cognitiva,
por la invisibilidad de sus límites); sin embargo, un investigador puede preferir
llevar a cabo una secuencia procedimental en función de un enfoque predominante.
De acuerdo a la situación que se aborde y a los filtros cognitivos presentes, es
posible transitar a través de un enfoque medular donde los datos cuanti-cualitativos
entendidos de otros métodos puedan aportar sus resultados para continuar la trayectoria
de un proceso investigativo “multi-fase” (Creswell, 2014). Allí, la
epistemología obedece al encuentro de puntos comunes respecto a las tradiciones
reconfiguradas socio-históricamente.
Desde una estructura
kuhniana, en un plano mental de la generación del conocimiento, se han devenido
relevantes nociones sobre la forma de concebir los paradigmas (sus orígenes,
argumentos, relaciones, congruencias e incongruencias, entre otros), al tanto
de repensar en otras maneras de organizar estructuraciones que faciliten su
comprensión (Kuhn, 2004). Cabría mencionar algunos notables, que desde su
entera visión racional reclasifican el concebir del origen del saber como lo
hace Padrón (2001), quien al reconocer los aportes evolucionistas de variados
filósofos, establece tres macro-conjuntos (EE), aclarando que responden a
construcciones del conocimiento que siempre existen (sin preeminencia del
tiempo); no así los paradigmas que las épocas pueden hacerles surgir o desaparecer.
Por su parte, Guba y
Lincoln (2012) reclasifican a los paradigmas de forma limitante desde sus
creencias básicas ontológica, epistemológica y metodológica. No obstante, el
enfoque mixto representa una vía de tránsito a considerar, el cual propone métodos
de investigación basados en procedimientos sistemáticos de enlace (renombrados
como vistas panorámicas, o simplemente: “panorámicas”), que abarcan “diseños” reconocidos
(cuantitativos, cualitativos y métodos mixtos) (Creswell, 2014); en la manera
de que tales panoramas modifican la ruta del enfoque investigativo. En sí, la
investigación mixta refiere a una complementariedad técnica y metódica, donde además
deben validarse las tácticas de dos vertientes (Onwuegbuzie y Johnson, 2006), puesto
que se presentan marcos de trabajo diferentes (Greene, Caracelli y Graham, 1989).
Al tanto de la interconexión y flexibilidad en el
diseño de investigación (Maxwell, 2005), así como de los escenarios típicos de
investigación en enfoque mixto (como los arreglos de colección de data
secuencial cuanti-cuali), Creswell (2014), expresa que la generación teórica puede presentarse
en cualquiera de las etapas del proceso. De esta forma, el programa de investigación circunscrito
corresponde a CTI desde perspectivas epistemológicas que puedan servir entre
los EE y las multitécnicas; y que la familia de investigadores está relacionada
con los autores antes mencionados, así como algunas consideraciones de Bunge
(2007); Quintanilla (2016) y Echeverría (1998) en CTI, respectivamente, los
aportes en ciencia, de Bueno (1995); en tecnología, de Mitcham (1989) y Olivé
(2011); en innovación, de Lundvall (2005) y Von Hippel (2005); en conocimiento,
de Polanyi (1966) y Nonaka y Takeuchi (1995), inclusive la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) (Ministerio del Poder
Popular para Ciencia, y Tecnología, 2010).
2. Entramados
teóricos
La ciencia es en
primer lugar conocimiento, luego gradualmente esta percepción es desplazada a
términos de manipulación o de géneros (Russell, 1988), posiblemente hasta asociarla
con “teoría”. Desde esa óptica, no existe una ciencia única, sino una
diversidad de ciencias irreductibles unas a las otras (Bueno, 1995). En este
sentido, las teorías asociadas a cada género están encaminadas a una
comprensión más generalizada que la disposición minuciosa, precisa y
cuantitativa de los experimentos, por dar un ejemplo. Mucho se ha escrito sobre
el surgimiento de la estructuración de la ciencia. Al hacer un breve recorrido,
se parte con Galileo Galilei y su “método científico”, luego lo intentaron
probar en varios campos Newton, Darwin y Pávlov, entre otros, con lo que el
hombre fue entendiendo las limitaciones de este. En lo que respecta, los
mayores triunfos de la ciencia aplicada han sido realizados en física y
química.
En este orden de
ideas, Russell (1988) explica que la gente al pensar en técnica científica
inmediatamente lo que se le ocurre son dispositivos y máquinas, y además,
parece posible que en un futuro no muy lejano, la ciencia encuentre iguales éxitos
en ramas biológicas o fisiológicas, y más allá, pueda cambiar la mente de los
seres humanos y controlar el ambiente artificial que cada vez más le rodea.
Muchos otros científicos fueron dando sus aportes, a veces sin pensar en los
alcances de la aplicación práctica de sus investigaciones.
Como ejemplo
característico figura el electromagnetismo: El conocimiento científico inició
en trabajos experimentales de conexión entre fenómenos eléctricos y el medio
donde se producen, a cargo de Faraday; luego, sus resultados fueron reducidos
al lenguaje matemático por Clerk-Maxwell, quien teóricamente descubrió que la
luz consiste en ondas electromagnéticas. Más tarde, Hertz logra producir
artificialmente tales ondas, y finalmente, Marconi crea un aparato que es capaz
de emitirlas para fines comerciales. Es pues, una muestra evolucionista de
ciencia con estructuraciones de diferentes fases, que además confluyen hacia la
concepción de una teoría, la de las ondas electromagnéticas; desde un sistema
ordenado de proposiciones con un estilo de pensamiento y de acción (Bunge, 2007),
incluso el más aprovechado de los estilos, con dos fases: El trabajo (la
investigación) y su producto final (el conocimiento).
Si bien refiere, el
tipo de conocimiento de la ciencia puede ser ordinario o científico, haciendo
valer que se haga más especializado por medio de pruebas o del método por el
que se enriquece; así se supera a sí mismo y se hace más científico, por encima
del mismísimo conocimiento ordinario (Bunge, 2007). También se habla de ciencia
formal y fáctica, cuyos objetos de estudio son el ideal y el material,
respectivamente (Bunge, 2014). El primero, requiere de la lógica para la
demostración de teoremas, mientras que el segundo, tanto de observación como
experimentación. No cabe duda, que tratar ciencia es asociarla con el
conocimiento, y en sí, con teoría; por tanto al estudiarla existe inclinación
hacia ámbitos deductivos.
Pero bien, frente a la
tecnología, ¿qué es posible encontrar entre la literatura?; de por sí lo
tecnológico está asociado al binomio técnica-tecnología, y como antes fuera mencionado,
alude al conocimiento práctico, a las investigaciones aplicativas (Padrón,
2001). Desde un punto de vista histórico, lo que hoy se entiende por tecnología
y el papel que la técnica desempeña en la sociedad actual, es algo radicalmente
diferente a lo que era supuesto en otras épocas (Quintanilla, 2016). Es casi
seguro, que el origen de lo que ahora es conocido como tecnología debiese
ubicarse en la Revolución Industrial (siglos XVIII y XIX). Pero en sí, ¿qué es
tecnología?, se ha dado a entender en la manera cómo se hacen las cosas, y toma
en consideración sistemas con los que el ser humano puede controlar y hacer
transformar al mundo. En menor grado, tales sistemas corresponden a técnicas que
a su vez pueden emplear como medio instrumental, objetos.
Al respecto, una
peculiaridad de la tecnología es su nivel de eficiencia: No puede considerarse como una propiedad intrínseca de
los sistemas técnicos, puesto que no es posible prever todos los resultados de
la aplicación del sistema y será necesario elegir entre las consecuencias que se crean pertinentes (Quintanilla,
2016). Por tal razón,
existen variados tipos de tecnología, siendo posible reclasificarles por
género, origen, fin o utilidad; también, de acuerdo al nivel social donde
surgen y cómo subsisten. Así, un determinado tipo de
tecnología puede ser sofisticada, o en cambio, suficientemente robusta pero
objetivamente útil por y para quienes la crean. Como ejemplo contrastante,
están las tecnologías que vienen de las manos de artesanos y tecnólogos populares
(Piña, 2015; Ortiz-Mena y Mora-Delgado, 2019), algo casi siempre típico desde
rincones rurales o campesinos.
En dichos espacios,
el conocimiento generado junto a sus aplicaciones constituye fuentes
perfectamente valederas. Tecnificarlas, sería la posibilidad por reconfigurar ese
conocimiento ordinario intrínseco en ellas para luego intervenir y transferirle
“mejoras” de aproximación al conocimiento científico (Polanyi, 1966). En ese
plano, asumir niveles de perfeccionamiento podría equivaler en acercase a la tecnología
ingenieril (Mitcham, 1989), con orígenes que aluden a la mecánica (por los principios
newtonianos), pero bien, un punto donde se amplían las diferencias entre
artesanía y producción industrial (Ure, 1835), ciencia de la ingeniería de Kapp
en 1877 (Kapp, 1998), y cinemática (Reuleaux, 1875). Tales aseveraciones
conducen a presumir en estudiarle desde una perspectiva empírica, por cuanto la
evidencia de patrones comunes es de elevada significancia.
Desde el auge
tecnológico hasta la época actual, han ocurrido importantes cambios en el mundo
y por ende se encuentra una serie muy diversa de autores que han tratado el
tema de tales cambios tecnológicos, sus consecuencias e interpretaciones; como
por ejemplo, que la tecnología cuenta con dos componentes: El resultado de la actividad innovativa por resolver problemas,
y la experiencia acumulada dentro de quienes la desarrollan (Marchetto, 2006). También,
existe la manera de clasificarla en tecnologías duras y blandas, e inclusive
hay quienes le dan un ámbito de tecnociencia, como si la elevaran al otorgarle
asuntos éticos y morales (Echeverría, 2015); siguen siendo apreciaciones que
han logrado enriquecer a su propia conceptualización. Tal puede ser su
disquisición, que hoy día se le estudia casi a la par con un elemento que se ha
ganado el interés por ser desarrollado y aprovechado al máximo: La innovación.
Al respecto, existe
una tradición por referirse a Schumpeter (1944) cuando se es definida la
innovación. Esta puede ser vista como “algo nuevo”, y a la vez, ser separada
del concepto de invención, asumiendo que ha sido orientada al mercado por los
innovadores; y que además, atiende específicamente a nuevos materiales,
productos, formas de organizarse, a procesos, a nuevos mercados, o “la
implementación de un (…), modelo de negocio o servicio nuevo o mejorado” (Vélez,
et al., 2019, p.53). Representa un componente de valor agregado para el emprendimiento
y el emprendedor. En otro contexto, la innovación fue asumida por
organizaciones y políticas de varias naciones en la década de los 80, cuando fue
planteada a través del rol del Estado en los procesos de recuperación de la competitividad
(una vertiente industrial en Europa y EEUU); en ese momento se empezó a hablar
de sistema nacional de innovación (Lundvall, 2005).
Dependiendo de su
forma de actuación, puede jugar un papel de interrelación en lo tecnológico, específicamente
en la tecnología industrial sectorizada (de baja y alta tecnología). Además, se
pueden gestionar los modos de innovación desde dos grupos bien diferenciados: Uno
que crea accesos de codificación explícita del conocimiento (lo que es igual a promocionar
la investigación y desarrollo, “I-D”); y el otro, que hace, usa e interactúa
con esta. La primera se basa en la experiencia, y la segunda en la ciencia
(Lundvall, 2005). En otros casos, existe la innovación aislada que requiere de
difusión, de ser apoyada y apalancada, la cual surge en individuos que claman
por una democratización de la misma, a través de políticas y programas para su
sostenimiento. Al adentrarse en el
campo socio-tecnológico, las personas y organismos que más conocen de
innovación han aprendido que existen usuarios líderes que desarrollan y
modifican los productos para sí mismos, y a menudo revelan libremente lo que
han hecho (Von Hippel, 2005).
Bajo
esa intención, se ha iniciado una nueva manera de apreciarla, conocida como “comunidades
de innovación”, que pueden ser polos de desarrollo innovador, o de forma emergente,
virtuales; estas últimas muy en boga en la actual era de informatización tecnológica.
Por tanto, al ser diversa la forma de reconfigurar su captación o al menos su
intención mediadora, es notorio que el campo sea eminentemente empírico; no
obstante, resurge la idea por tratarle desde las vivencias del ser, puesto que
la abstracción de elementos propios de la introspección puede hacerse necesaria
sobre quienes conviven en tales comunidades.
Considerando
el ámbito del conocimiento, lo tratado hasta ahora en cuanto a CTI por separado
obliga a recapitular que la forma de estructuración de la ciencia equivale
eminentemente a la deducción racional, en la tecnología, sería principalmente a
través de la inducción empírica, y en la innovación, por una parte puede ser empírica
pero en otros por medio de la introspección. Ya sobreentendida la existencia de
los EE, como convicciones acerca de lo que es concebido como conocimiento
científico (sus vías de accesibilidad y cómo generarlo); conviene aclarar que
las secuencias operativas que procedimentalmente acontecen en estos, tampoco son
similares, pero sí es necesario hilvanar su trayecto lógico-metódico o cómo
pudiere determinarse para lograr rutas valederas en el marco de una
investigación con enfoque mixto.
Otra
forma de conocer el término enfoque, es la tratada en los métodos mixtos por
Creswell (2014), donde en tal perspectiva se promueve la construcción procedimental
de estructuras que permitan el manejo de datos cuantitativos y cualitativos (cuanti-cuali,
o vice-versa). Sin embargo, es casi una condición
necesaria la declaración de un EE predominante, sin obviar que consecuentemente
otras instancias deriven en considerar otros paradigmas, que más allá de su metódica
lo que brinden sea información para continuar con la labor de la investigación
a cargo del EE principal. Puesto que siempre es previsible la aparición de
paradigmas emergentes (Martínez, 2012), no así los EE; se presume de una
anteposición más racional en el orden de creencias: Epistemología (percepción
cognitiva del conocimiento), ontología (realidad asociada), y metodología (en
sí, lógica-metódica); en una dialéctica “epis-ontológica” (Guba y Lincoln, 2012).
A todo esto, debe
señalarse que el enfoque mixto de Creswell (2014) representa una alternativa entre
los multimétodos, donde se hace imprescindible contar con un grupo de
procedimientos que puedan ser usados para el desarrollo de estudios, no iguales,
sino de elaboración creativa coherente. Los escritos más recientes le catalogan
como “métodos mixtos”, aunque al revisarles minuciosamente se tratan de “multitécnicas”.
En este sentido, las multitécnicas abarcan tres tipos de diseño: Convergentes,
explicativos y exploratorios; diferenciándose por el orden de obtención de los
datos, su modo de sistematización y posterior interpretación.
En sí, el reto en los diseños de multitécnicas (en lo
convergente), es precisamente establecer cómo se van a fusionar los datos, entendiendo
que existirán conjuntos a ser analizados y validados separadamente (con uso de
índices “CUAN/CUAL” del tránsito en curso), para luego reunirlos con el
objetivo de producir informes de interpretación basados en las fusiones, integraciones,
secuencias u otros modos de procesamiento. Habida cuenta, el estudio de la CTI
desde multitécnicas revierte en estrategias para tramar una combinación de
estilos procedimentales sin obedecer a un único patrón de secuencias operativas,
mucho menos al orden de las siglas del mismo término, más bien a la decisión o
intencionalidad posiblemente basadas en la aplicación o fines de la
investigación mixta. Por todo esto, es justo ampliar separadamente tales siglas
para hacer un esbozo de la operacionalidad que puede acontecer en cada aparte,
inclusive del rol que creen cumplir:
i. Ciencia: Aporte al conocimiento
Así
como el hacer ciencia se encuentra estrechamente asociado a teorías y por ende
a la generación de conocimiento, entonces es posible evidenciar las correspondencias
que existen entre conceptos e hipótesis y demás fundamentos incluidas en las
teorías, en la forma de redes espaciales complejas. Por tanto, estos cimientos
pueden erigirse a partir de la visión ortodoxa de Hempel (1952), es decir, en
la conformación de una malla teórica relacional. De esta manera, el EE racional
acá es catalogado según lo que otros llaman metodología
teoricista, deductivista, o más aún, holística. Tal sistema complejo, flota
como si estuviese encima del plano de observación y se encontraría sujeto a
este por reglas de interpretación. El resto de la operatividad puede encontrarse
en el manejo estadístico multivariante, a través de las ecuaciones
estructurales.
ii. Tecnología: Cimiento de la ciencia aplicada
En la
perspectiva de las investigaciones aplicativas de Padrón (2001), asumiendo un
EE empírico donde la inducción pretende encontrar patrones de regularidad, el proceso
estadístico podría regir como condición indispensable. Ahora bien, la realidad
actual de los datos observables invitaría a revisar su naturaleza y composición,
puesto que la tendencia muchas veces es multivariada; por lo que el análisis de
datos multivariante representaría una ruta suficientemente interesante, mas no
limitativa (Kerlinger y Lee, 2002). En resumen, se apuntaría a
una metodología cuantitativa o medicionista, con registros esencialmente
estadísticos e independientes (no métricos), e interpretaciones sobre cómo o
qué tan asociadas estén las variables.
iii. Innovación: Componente entre ciencia y tecnología
Como
fue antes señalado, puede fundamentarse desde el empirismo con base en la recogida
y posterior análisis de datos estadístico (como por ejemplo, multivariados); no
obstante, en algunas situaciones la intersubjetividad juega un papel relevante
al tratarse de la captura de información desde las vivencias del ser, su
quehacer, cómo resurgen tales ideas innovadoras y demás interrelaciones que se
susciten en el espacio donde cohabitan. Se trataría de un EE donde la introspección
representa el eje central aupado por constructos categoriales de la fenomenología
hermenéutica (Heidegger, 1997).
Restaría procurar desde
el diseño convergente una estructuración articulada de tales visiones, ciertamente
bajo el mecanismo de un EE principal y el resto como vertientes que lo retroalimentarían,
y por ende a la temática global. También, especificar qué fases cualitativas y
cuantitativas se requieren debido a que constituyen elementos esenciales en la
propuesta de Creswell (2014). A su vez, toda esta información permitiría
configurar un trayecto de generación teórica que, en este caso, aborda la
complementariedad para estudiar a la CTI. Aún más, surgiría la necesidad de la
contextualización, es decir, para qué ámbito espacial pudieren incidir los
planteamientos o cuestionamientos, o bien, sobre qué aspectos se tratarían de incurrir.
Esto último, busca establecer concordancia con el argumento situacional.
Para discrepar, el
caso venezolano sirve de contraste en torno a CTI, puesto que de su historicidad
emergen algunas conjeturas: No es hasta la década de los 90 que se obtienen
algunos registros interesantes sobre productividad científica (Contasti, 2000),
con estadísticas de proporción considerable en la región latinoamericana; sin
embargo, a partir del nuevo milenio se propiciaron
algunas políticas para elevar la participación de investigadores e innovadores,
que luego de variadas convocatorias demostraron una evolución muy ralentizada; pese
a eso, constituyeron acciones enlazadas a los planes nacionales de desarrollo.
En ese marco, estudiar la CTI equivale únicamente al análisis estadístico, pero
al adentrarse en las consideraciones específicas sobre las causas o razones por
las que se suscitó el avance no esperado, requiere de múltiples focos para una
apreciación más clara, y es allí donde renace la idea por experimentar con
varias técnicas, partiendo en disponer y complementar EE (distintos al
medicionista).
3.
Fundamentaciones
Los ápices
referenciales que cimentan esta temática tienen especial relación con las
multitécnicas, considerando las propuestas paradigmáticas y epistemológicas de Padrón
(2001) y Kuhn (2004), así como algunas creencias de Guba y Lincoln (2002), criterios
de Cook y Reichardt (2005), los supuestos en métodos mixtos
de Greene, et al. (1989), así como Creswell y Plano (2011), al igual que
las estructuraciones procedimentales según Creswell (2014), sin obviar los argumentos de validación descritos por Onwuegbuzie y Johnson (2006); a los fines de obtener un producto convergente
para estudiar la CTI.
3.1. Perspectiva de
las multitécnicas en CTI
Tal como CTI representa una perspectiva de
desarrollo para una sociedad emergente (Rincón y Romero, 2006), el estudiar sus
distintas interrelaciones pudiere resultar muy complejo, al punto de convenir emplear
métodos complementarios como estrategia de integración metódica en investigación
social (Blanco y Pirela, 2016). No obstante, las multitécnicas son una
excelente alternativa considerando los debidos procedimientos de integración
cuantitativa y cualitativa en un esfuerzo por distanciarse de las prácticas
típicas de ambas perspectivas, asumiendo generalización, sistematización y
validación; por ende una mejor fiabilidad. Se traduce esto en nuevos diseños
lógico-metódicos que, en el caso convergente, no estarían ubicados en paralelo puesto
que el estudio de CTI por separado abarca perspectivas epistemológicamente
diferentes; por esto convendría integrar múltiples
fases, enlazando métodos exploratorios y explicativos para converger en
proyectos longitudinalmente más grandes (Creswell y Plano, 2011).
En ese
estado, las multitécnicas tratarían diseños multimodales con independencia
secuencial, sin ajustadas maniobras por el orden de fases a iniciar o proseguir,
aunque resulta interesante precisar estrategias de triangulación o combinación
operativas para emitir informes al final de cada una de las etapas. Aunque la
recursividad puede estar presente (especialmente en períodos de
intersubjetividad), tales diseños habitualmente incorporan elementos
procedimentales de interconexión para facilitar la flexibilización y enlace, dado
que suele trabajarse con objetivos parciales que retribuyen a un objetivo común
del programa (Creswell, 2014).
No se trata de señalar
cuál es la perspectiva más indicada para analizar CTI, porque eso depende de la
intencionalidad y propósito natural de cada investigación, sino de sugerir un
trayecto conveniente para incidir sobre un área problémica cuyo escenario sitúa
a la CTI, entre muchas otras consideraciones. Por tales motivos, la generación de
conocimientos giraría en torno a los diseños multi-fases con empleo de
multitécnicas, aludiendo primeramente a una orientación intra-paradigmática, y seguidamente
inter-paradigmática. Así sería posible la emisión de resultados parciales que
luego de ser revisados colectivamente faciliten la reconducción en dichas
investigaciones, inclusive distinguir nuevos tópicos de exploración desde un
punto de vista multivariado.
3.2.
Propuesta de síntesis multitécnica en CTI
Se plantea entonces,
que estudiar CTI desde perspectivas multitécnicas requiere proyectar e hilvanar
varias fases con EE diferentes, al igual que una clara configuración paradigmática.
Entonces, luego de puntualizar las intencionalidades y propósitos de indagación,
es prudente continuar con una fase preliminar donde se argumenten las orientaciones
que le cimentan; y aunque lo siguiente no constituye un marco único e ideal a
regir, la tipología multivariada actualmente es una característica de las
temáticas que circundan a CTI. Por tanto, se trataría de una investigación multitécnica
en CTI cuyo principal EE es empírico-inductivo, con uso de la estadística multivariante.
Las fases venideras (ver Figura I), nada obligantes en cuanto al orden operativo,
conformarían espacios para el tratamiento racional, empírico y vivencial, respectivamente.
Después, procedería una fase de síntesis (nuevamente empírica), que ha sido
alimentada por los resultados parciales de las anteriores, con lo que se
lograría emitir el producto final.
Fuente:
Elaboración propia, 2020 a partir de Creswell (2014).
Figura I:
Bosquejo de diseño mixto para
aplicación de multitécnicas en CTI
A decir de la fase de ciencia, y por corresponder con el
EE racional-deductivo, puede considerarse la disposición de una malla teórica
relacional (Hempel, 1952), así como el manejo operativo de ecuaciones
estructurales descrito por Jöreskog (1970). Inclusive, se pudiere discurrir el
arreglo que Bagozzi y Phillips (1982) idean para
la representación y evaluación de teorías. Esto conllevaría a un análisis
factorial con hipótesis, conceptos, demás reglas de correspondencia y modelaje
de diagramas de trayectoria.
Con respecto a la
fase de tecnología, es posible el manejo multivariante a través del análisis de
componentes principales (PCA), que como técnica facilita procesar mediante software
un cúmulo de datos propios de variables cuantitativas. Para esto pueden ser
empleados paquetes informático-estadístico en “R” (Husson, Lê y Pagès, 2011),
que luego de una tabulación apropiada permitirían identificar las similaridades
de una nube (de datos) desde el punto de vista de todas las variables
involucradas.
Muy distinta es la
fase de innovación, la cual presume de una fenomenología desde el binomio
óntico-ontológico, es decir, hermenéutica con énfasis en Heidegger (1997), la
cual abarca pertinencias empírico-trascendentales, perceptivas, intencionales,
esencia y juicio de los sujetos a estudiar desde el mismo espacio donde
conviven, para interpretar el sentido de vida de quienes promueven el
componente de la innovación. Alrededor de estas tres últimas fases pueden
presentarse recursividades, especialmente en la fase introspectiva, inclusive en
torno al área inscrita por las líneas segmentadas de la siguiente ilustración (ver
Figura II), que muestra un trayecto o ruta para la generación de conocimientos
en CTI. Los resultados de estas son ahora procesados mediante un conjunto de
procedimientos de enlace (Creswell, 2014). Sucesivamente, se formulan
resultados finales producto del tratamiento multi-fase, con las discusiones y
conclusiones respectivas, al igual que la proposición de nuevos tópicos.
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Figura II:
Trayecto de generación de
conocimientos en CTI con perspectivas multitécnicas
4.
Discusiones
Es de hacer notar,
que las multitécnicas representan áreas para la consolidación de sub-productos
que devienen del mismo proceso investigativo, por tanto, las diferentes denominaciones
empleadas (enfoque mixto, investigación mixta, métodos mixtos o complementarios),
posiblemente colinden o sean ambiguos frente al término EE. De ser válida esta
aseveración, el llamarles multitécnicas al conjunto de técnicas empleadas para
estudiar investigaciones de tendencias epistemológicas distintas, sea un tanto
más apropiado. Como tal, las secuencias operativas expuestas para estudiar CTI no
son rígidas ni obligantes en cuanto al orden, por ello su ejecución más bien
obedece a criterios de diseño convergente, paralelo o de otros tipos (Creswell
y Plano, 2011). Asimismo, sostienen la presencia de sub-componentes empírico-observacionales,
inter-teóricos, lógico-metodológicos e inclusive textuales como parte
constitutiva intrínseca.
En más de esta
propuesta, los productos según la variación diacrónica corresponden a la
cuantificación numérico-estadística en CTI desde el punto de vista descriptivo,
a la modelización a través de formulaciones hipotético-deductivas en lo
explicativo, a la argumentación teórica mediante contrastaciones creadas desde
el diseño de experimentación con base al procesamiento estadístico posterior a la
construcción hipotética en lo contrastivo; y al establecimiento de relaciones
entre el modelo y las conformidades e inconformidades desde la practicidad
cuanto a lo aplicativo (ver Figura III).
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Figura III:
Variaciones diacrónicas en CTI con perspectivas
multitécnicas
Con respecto a la
validación multitécnica, la cual aún es incipiente por los problemas de
integración entre fases cuanti-cuali (Onwuegbuzie y Johnson, 2006), es sugerible la
proposición meta-inferencial, o de combinación de inferencias, a los fines de
presumir argumentos que demuestren la veracidad del proceso. De esta manera,
una legitimación múltiple (primeramente cuantitativa por el EE preeminente, al
igual que en las subsiguientes, excepto cualitativa en la fase introspectiva),
sería lo más cónsono, y posteriormente, revalidar cuantitativamente la última
fase de síntesis bajo argumentos procedimentales. Es casi seguro, que exista un
lugar determinante en los asuntos de validación en torno a las técnicas de
muestreo, las de análisis como la triangulación o los procedimientos de
convergencia (Plano, et al., 2008), puesto que son cuestiones aún
en disputa entre las multitécnicas.
Como se ha planteado
el sostenimiento de un EE preeminente (empírico-inductivo), en cada una de las
variaciones diacrónicas deben existir nexos de correspondencia con dicho enfoque
principal, aún desde el punto de vista de la variación aplicativa donde se
pueden presentar múltiples contrastaciones en virtud de las diferencias por
satisfacción frente a las propuestas de cambio estructural que se formulen.
Esto es, hacer que el modelo de CTI a estudiar ofrezca la menor posibilidad de
dificultades en la práctica, por la necesidad de interacción entre quienes
desarrollen tal propuesta y los sujetos que puedan intervenir en una
determinada área objeto (Mertens, 2007).
Posiblemente, tales inconvenientes
se perfilen con mayor énfasis en ambientes donde se pretenda estudiar a la
innovación con grupos muy heterogéneos de mayoría no profesional por sus distintos
modos de actuación, no así en ambientes corporativos (Sipos e Ionescu, 2018); puesto que en grupos con
mayor concentración de profesionales dedicados a ciencia y tecnología, eventualmente
serían más uniforme las relaciones de productividad así como su facilidad de ubicación
en un contexto organizacional.
Conclusiones
El hecho de ser
polisistémica la principal característica de los fenómenos sociales, le
apertura inmensas posibilidades de desarrollo, no sin antes aclarar que es una realidad
irreductible a la óptica de sus elementos más simples que le constituyen, por
cuanto la naturaleza de sus interrelaciones ahora es mucho más compleja de lo
que se supone. De la misma forma, estudiar la CTI no obedece al simple hecho de
separar sus siglas y emprender profundas consideraciones paradigmáticas de
forma aislada, sino a hilvanar a modo de complementos los sub-productos que
ofrece tanto constitutivamente como la reformulación de su síntesis a expensas
de la visión de conjunto que se tenga para una determinada contextualización.
Es de hacer notar,
que la propuesta por considerar a la ciencia como racional y teórica no es
fortuita puesto que así ha sido estudiado desde tiempos no muy remotos. De
igual manera, la tecnología sostiene especiales criterios como para ser
considerada un campo eminentemente empírico, de ahí el EE devenido por lo que
la observación de patrones de regularidad sea una condición necesaria. Y, con
respecto al componente de la innovación, el cual también es presumiblemente empírico,
se ha ofrecido la idea de evidenciar registros de base cualitativa a efectos de
elaborar construcciones simbólicas sobre los hechos introspectivos para obtener
información de consenso y opinión a partir de los sujetos versionantes.
En relación a las
secuencias operativas a seguir, se ha vislumbrado un EE principal, en este caso
empírico-inductivo en la forma de eje transversal, al que las fases deban
realimentar. Debido a lo inconmensurable de cada EE en tales fases (racional,
empírica, vivencial), se deben diseñar procedimientos de enlace para obtener
nuevos datos con el objetivo de ir procesando resultados en un marco de trabajo
con multitécnicas. Por ser multivariante el tipo de estadística asumida,
conviene el empleo de programas informáticos para el manejo de aplicaciones en
una nube de datos. Esto último, ayudará a conseguir información sobre cómo están
asociadas el conjunto de variables que se propongan, asimismo, la obtención
gráfica de mapas que faciliten la emisión conclusiva del comportamiento de
tales variables, por lo que es previsiva la construcción de archivos y bases de
datos compatibles entre sí.
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Facilitadora: Dra. Alexa Senior Naveda.
** Doctor(c) en Planificación y
Gestión del Desarrollo Regional. MSc. en Gerencia de Calidad y Productividad. MSc.
en Docencia para Educación Superior. Ingeniero Mecánico. Profesor Asociado en
la Universidad Politécnica Territorial de Falcón Alonso Gamero (UPTAG), Coro, Venezuela.
E-mail: pluis@uptag.edu.ve
luispinalopez@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6669-0572