Productividad total
factorial y diferencias de ingreso a nivel internacional: 1950-2017
Villegas Pocaterra, Esmeralda*
Alava Martínez, Holger Esteban**
Ponce Andrade, Johnny Edison***
Palacios Molina, Dayni Lisset****
Resumen
La
distribución de la producción y de los ingresos a nivel mundial reviste suma
importancia para el desarrollo. El presente estudio tiene como propósito estimar
la contribución de la productividad o eficiencia y los factores productivos
para explicar las diferencias en los niveles de ingreso entre países. La
investigación es de tipo descriptiva de corte transversal, basada en revisiones
documentales de fuentes secundarias, con información estadística tomada de la
Penn World Tables 9.0. Se procesó la información aplicando la metodología de la
contabilidad del desarrollo a una muestra de 44 países (agrupados en 7
regiones) y 68 años comprendidos entre 1950 y 2017. Los resultados indican que una
amplia proporción de las diferencias en producto por trabajador que ostenta Estados
Unidos respecto a las regiones se deben a diferencias en los niveles de
productividad total de los factores. Se concluye que la metodología aplicada de
la contabilidad del desarrollo arroja en consenso que la eficiencia juega un
rol crucial en casi todas las regiones para explicar por qué en promedio tiene
un menor ingreso relativo respecto a Estados Unidos, y además puede ser el
camino para reducir las brechas respecto a los países de mayores ingresos.
Palabras
clave: Productividad total de los factores;
factores productivos; contabilidad
del desarrollo; distribución del ingreso; producto por trabajador.
Total factorial productivity and international income differences:
1950-2017
Abstract
The production
distribution and income worldwide is of utmost importance for development. The
purpose of this study is to estimate the productivity’s contribution or
efficiency and productive factors to explain the differences in income levels
between countries. The research is descriptive in cross section, based on
documentary reviews of secondary sources, with statistical information taken
from Penn World Tables 9.0. The information was processed by applying the
development accounting methodology to a sample of 44 countries (grouped in 7
regions) and 68 years between 1950 and 2017. The results indicate that a large
proportion of the differences in output per worker that shows States United
with respect to the regions are due to differences in the levels of total
factor productivity. It is concluded that the applied methodology of
development accounting shows in consensus that efficiency plays a crucial role
in almost all regions to explain why, on average, it has a lower relative
income compared to the United States, and it may also be the way to reduce gaps
in higher-income countries.
Keywords: Total factor productivity; production factors;
development accounting; income distribution; product by worker.
Introducción
La distribución
desigual del ingreso entre países y regiones en el mundo es posiblemente el
hecho económico más importante en la actualidad (Weil, 2006). Por tal razón,
desde el ámbito de la ciencia económica, suele prestarse mucha atención al problema
crucial de la teoría del crecimiento como lo es comprender por qué unos países
crecen más rápido que otros y explicar las diferencias observadas en
desigualdad económica y niveles de ingreso por persona.
Se entiende por
desigualdad económica a la diferencia que hace posible que un grupo de personas
tengan acceso a oportunidades materiales y otras no (Ramos, Alvargonzález y Moreno,
2018). La medición de la distribución desigual del ingreso tiene como objetivo
dar a conocer cómo se caracteriza el crecimiento y desarrollo entre diferentes
grupos sociales, asimismo el elevado nivel de desigualdad influye en las
tendencias que siguen las relaciones internacionales, el mercado de trabajo, la
salud, entre otros ámbitos.
De lo anterior surge
un prolífico debate sobre las causas que explican las diferencias en los niveles
de ingresos entre países, entre las cuales han destacado las divergencias en
los niveles de productividad o eficiencia de las economías (Klenow y Rodríguez-Clare,
1997 y 2005; Hall y Jones, 1999; Caselli, 2005; Cole, et al., 2005; Cazallo y
Salazar, 2018). Se arguye que el crecimiento económico, más allá del incremento
en la acumulación de capital físico, por medio de la inversión, y de capital
humano, a través de una mejor educación y salud, sólo sería posible si crece la
productividad o eficiencia con la cual los trabajadores producen (Gutiérrez,
2019).
En ese sentido, por
ejemplo, Hsieh y Klenow (2010) al relacionar la productividad con la diferencia
en el ingreso de las naciones, muestran que entre 10% a 30% de estas se
atribuyen a diferencias en capital humano, 20% a las de capital físico y, la
mayor parte y de mayor significancia, entre 50% a 70% es atribuida a diferencias
de productividad. Así, la eficiencia o la productividad como principal elemento
explicativo del crecimiento económico y de las diferencias entre países y
economías a lo largo del tiempo, se remonta a los escritos de diversos autores
dentro del pensamiento económico, pero quizás es más conocido desde el
nacimiento de la moderna teoría del crecimiento económico con los aportes efectuados
por Robert Solow (Solow, 1956; Solow, 1957). Al respecto, Gutiérrez (2019) menciona
que “el desarrollo teórico formal sobre el crecimiento y la productividad se
remonta al modelo neoclásico desarrollado por Solow-Swan” (p.6).
A pesar de la amplia
difusión que ha tenido la productividad como variable principal para explicar
las fuentes del crecimiento y de los altos niveles de ingreso de los países más
aventajados, existe debate en torno a cómo se mide. En ese sentido, una medida
ampliamente utilizada en la academia para aproximar el nivel de productividad o
eficiencia de una economía es la Productividad Total de los Factores (PTF) o
productividad total factorial. La PTF puede explicarse como la diferencia entre
el crecimiento observado del producto menos el aporte brindado por el
crecimiento de los factores de producción, por lo tanto, según Hamann, et al. (2019):
Es
un indicador de la capacidad de una economía para combinar sus recursos
productivos disponibles, como el tiempo de las personas (trabajo calificado y
no calificado), las máquinas y la infraestructura (capital) y otros recursos
(como la tierra o recursos naturales), para producir bienes y servicios. (p.4)
En este sentido, la
metodología de la contabilidad del desarrollo ofrece una perspectiva
cuantitativa para aproximar las diferencias entre países y describir qué parte
de esas discrepancias se corresponden a divergencias en los niveles de
eficiencia o PTF, e indagar en la importancia relativa que tienen el resto de
factores en la brecha que separa el ingreso de una economía respecto a otra. En
este documento se ofrecen estimaciones a través de la contabilidad de
desarrollo para el debate sobre la importancia de la productividad, frente al
capital físico y humano, con el fin de explicar las diferencias internacionales
en los niveles de ingreso.
El estudio presenta la siguiente estructura. Después de
la introducción, en la primera sección, se expone el planteamiento
teórico de la herramienta conocida como contabilidad del desarrollo. Seguidamente, en la sección dos se
discute la estrategia metodológica, los datos y la muestra de países usada en
las estimaciones. Luego, en la siguiente sección se describe las brechas que
exhiben los países analizados en capital físico, capital humano y productividad.
Posteriormente, se emplean los resultados hallados para presentar la
descomposición de las brechas mediante el ejercicio de contabilidad del
desarrollo a la par que se discuten los mismos por regiones del mundo y se presentan
algunas consideraciones normativas. Finalmente, se exponen las conclusiones del
estudio.
1. Bases
teóricas
1.1. Identificación
de los componentes que explican las diferencias internacionales en ingreso per cápita
Una cuestión de persistente
interés en la literatura teórica y empírica del crecimiento económico es
determinar sus fuentes y las diferencias en ingreso que exhiben los países. La
eliminación de las brechas en ingreso, como fue el caso de algunos países de
Asia, y el estancamiento en otros, como el promedio de América Latina,
constituye un área que sigue siendo objeto de estudio y debate. Por ejemplo,
autores como Gómez, Posada y Rhenals (2018), señalan que en 1950 “el PIB per cápita asiático representaba sólo
21,2% del latinoamericano” (p.3) y en 2015 prácticamente igualaron el ingreso
medio de América Latina. Sin lugar a dudas, es claro que la eliminación de la
brecha que separa a dos economías en cuanto a sus niveles relativos de ingreso per cápita se debe a que ambas
exhibieron diferentes trayectorias y ritmos de crecimiento económico. En tal
sentido, los precitados autores destacan que las naciones emergentes de Asia
alcanzaron a América Latina porque los primeros crecieron en promedio a una
mayor tasa que los de la segunda región mencionada.
Ahora bien, la
permanencia de las diferencias en niveles de ingreso per cápita, o bien su eliminación, se debe en una primera instancia
aproximada, a que dos economías exhiben diferentes niveles de factores
productivos o discrepancias en productividad agregada. Luego, cada economía
debe identificar qué parte de la diferencia que separa su ingreso per cápita del que exhiben los países de
altos niveles de ingreso, se deben a brechas en los factores productivos o en
niveles de productividad o eficiencia. Esto es un primer paso para la puesta en
práctica de las políticas adecuadas para incentivar el crecimiento sostenido a
largo plazo, que permitiría eventualmente corregir tales divergencias o recortar
las brechas.
1.2.
Metodología de la contabilidad del desarrollo
La metodología de la
contabilidad del desarrollo, es un enfoque útil para descomponer las
diferencias en niveles de ingreso per cápita.
En este apartado se presenta una exposición sobre la misma. Recientemente, trabajos
como el de Beugelsdijk, Klasing y Milionis (2018) emplearon la contabilidad del
desarrollo en una perspectiva regional, en el caso de 257 regiones de la Unión
Europea, hallando resultados cónsonos con la idea que detrás de las diferencias
en desarrollo (ingresos) se esconden discrepancias sustanciales en
productividad agregada. De la misma forma, que De Figueiredo y Nakabashi (2016)
encuentran que principalmente las brechas en producto por trabajador entre los
estados de Brasil, respecto al estado de San Pablo, provienen de la brecha que
existe en productividad total.
El planteamiento
formal parte del modelo de crecimiento de Solow-Swan (Solow, 1956; Swan, 1956),
ampliado para incorporar capital humano, en línea con el desarrollo teórico y
empírico brindado por Mankiw, Romer y Weil (1992). Sea la función de producción
neoclásica(1), con capital humano incorporado, en términos
intensivos para una economía:
En la ecuación (1)
Para cualquier período
En otros términos,
este enfoque permite estimar, para un período cualquiera, cuánto de la
diferencia en el producto por trabajador entre dos países es explicado por
diferencias en sus niveles de productividad. La contabilidad del desarrollo,
nombre con el cual se conoce a la descomposición anterior, es usada para
comparar a dos países en un mismo período, típicamente usando data de sección
cruzada o transversal de países, regiones o cualquier otra clasificación. Entonces,
queda que la producción por trabajador se compone de dos partes: 1) la
productividad total; 2) los factores de producción por trabajador.
Por ejemplo, si una
economía (rica) produce más por trabajador que otra economía (pobre) es porque:
a) la primera tiene un mayor nivel relativo de productividad total de los
factores respecto a la segunda; b) la primera acumula, en términos relativos,
mayores niveles de factores (capital físico y humano) por trabajador, de nuevo,
respecto a la segunda; o, c) por ambas razones. Entonces, en la comparación de
dos países, se capturaría la descomposición de esas diferencias relativas en el
producto (por trabajador) entre las diferencias que hay en productividad, y las
discrepancias asociadas a la acumulación de factores:
Asumiendo que cada economía
Aplicando logaritmo
natural en ambos lados de la ecuación anterior:
La ecuación anterior brinda, en diferencia de
logaritmo, la parte de la brecha que separa el ingreso generado en la producción
por cada trabajador en dos economías
Esto permitirá una aproximación descriptiva
al rol que juega el capital humano en el crecimiento, en línea con el papel que
le otorgan a tal factor desde la teoría endógena del crecimiento, o si el incremento
de la productividad total constituye el detonante más cercano que permite
elevar el nivel medio de ingreso de una economía, en cuyo caso serviría, en
cierta forma, de evidencia a favor de las exposiciones que enfatizan en la
tecnología como el factor determinante en el crecimiento económico. Asimismo, este
último “es una condición importante para el desarrollo humano, a condición de
que genere oportunidades iguales para todos” (Márquez, et al. 2020, p.244). Por
lo tanto, de acuerdo con Fuertes, Plou y Gómez (2017) “el crecimiento económico
posibilita el desarrollo humano siempre y cuando mejore los factores de
producción, las condiciones así como la calidad de vida de todos” (p.84). Después
de todo, sigue siendo un enigma qué factores se esconden detrás de los patrones
de crecimiento económico (Chirwa y Odhiambo, 2018).
2.
Estrategia metodológica
El procedimiento que sigue este trabajo es el siguiente. En
primer lugar, se disponen para el país
3. Resultados y
discusión
3.1. Diferencias en producto
por trabajador
Se estimó la brecha
que separa el producto por trabajador de EEUU respecto a cada país y en cada año.
Los resultados hallados, para un total de 44 países (agrupados en 7 regiones) y
68 años, se expresaron en logaritmo natural, siguiendo la ecuación 5. En total,
2.992 observaciones componen el panel. El valor promedio para todos los datos
en el logaritmo natural de la brecha del producto por trabajador de EEUU
respecto a cada país, es ligeramente superior a 1, lo que se traduce en un
valor en niveles de 2,7. Esto significa que, en promedio, para todos los países
y años, el producto por trabajador de EEUU excedió en 2,7 veces el producto por
trabajador de cualquier país.
En el lapso
1950-2017, el valor máximo (mínimo) en la serie construida a partir de las
diferencias entre el logaritmo del producto por trabajador de EEUU y el
producto por trabajador del resto de países fue de 3,35 (-0,37), esto es una
proporción máxima (mínima) de 28,5 (0,69) entre el producto por trabajador de EEUU
respecto al país de referencia, en este caso correspondió a la India (Irlanda)
en el año 1985 (2016). La mayor parte de las observaciones del panel, 86% de
los datos, revelan que la diferencia de logaritmo del producto por trabajador
de EEUU y de los demás países, se encuentran en el rango 0-2, en escala
logarítmica, lo cual equivale a un relativo en los productos que va desde uno
(es decir, el producto por trabajador de EEUU es igual al del país de
comparación), hasta 7,5 veces la proporción del producto por trabajador de EE UU
respecto a otro país.
Sin embargo, el
comportamiento temporal, en 1950-2017, del valor promedio de la brecha para la
sección cruzada de países en cada año muestra un comportamiento marcadamente
descendente, en general. Dicho de otro modo, el mundo, en este estudio
conformado por 44 países, logró año tras año reducir la brecha, en promedio,
que le separa respecto al producto por trabajador de EEUU.
El valor promedio,
para la sección cruzada de países en el año 1950, de la diferencia entre el
producto por trabajador de EEUU respecto al producto por trabajador de los
países considerados fue de 1,25 (en logaritmo natural), lo que equivalió a un
valor de 3,5 en el cociente entre el producto por trabajador de EEUU respecto
al producto por trabajador promedio de los demás países en el año 1950. En
contraste, para el año 2017, este mismo valor promedio de la sección cruzada
había llegado a 0,80 (en logaritmo natural), equivalente a un valor de 2,25 en
el cociente entre el producto por trabajador de EEUU en el año 2017 respecto al
producto por trabajador promedio de los demás países, en ese mismo año.
En ese sentido, la Figura I recoge el comportamiento del
valor promedio en las secciones cruzadas para cada año, para el total de los países
y por regiones del mundo. Al analizar los resultados por regiones, la media en
la brecha (en logaritmo natural) entre el producto por trabajador de EEUU y los
países de la región Este de Asia y Pacífico, muestra un desempeño descendiente
en el lapso 1950-2017, reduciéndose en promedio a la mitad de su valor inicial.
Igual comportamiento se deja ver en el caso de Europa y Asia Central, donde la
brecha pasó de 0,92 a 0,19 (en logaritmo) y, en menor grado, para el grupo de
Medio Oriente y Norte de África.
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Figura
I: Diferencias en el producto por
trabajador EEUU versus regiones
Por su parte, la media en el grupo América Latina y el
Caribe de la brecha en el producto por trabajador de EEUU respecto a los países
de esta región, muestra un comportamiento descendente hasta principios de los
años ochenta, y, a partir de ahí, un comportamiento creciente, lo que significa
un atraso relativo en el producto por trabajador de este grupo respecto al país
rico de referencia. En este sentido, hasta 1980 esta región en promedio había
reducido significativamente la brecha en nivel de producto por trabajador
respecto al país rico, no obstante, con la crisis de los años ochenta, en la
que esta región se vio inmersa durante todo el decenio, revertió la tendencia a
la convergencia y reducción de la brecha que había mantenido hasta entonces.
En la actualidad la brecha en producto por trabajador entre EEUU
y América Latina, sigue teniendo el mismo nivel o amplitud respecto al valor de
1950 (1,42 en escala logarítmica). Igual desempeño muestra, de acuerdo a los
resultados, la región de África Subsahariana, que en este trabajo solo
comprende a Suráfrica y Kenia.
3.2. Intensidad
capital-producto
Se estimó la brecha
en la relación capital-producto entre EEUU y cada uno del resto de países que
conforman las unidades de sección cruzada del estudio. El valor promedio, para
todos los datos, en el logaritmo natural del cociente entre el capital-producto
de EEUU respecto a cada país es de -0,08, lo que se traduce en un valor en
niveles de 0,92.
Esto significa que,
en promedio, para todos los países y años, el cociente entre la relación
capital-producto de EEUU y la relación capital-producto de los países de la
muestra se ubicó por debajo de la unidad. Esto revela, en el caso del país rico
de referencia (EEUU), que ésta economía emplea menos capital físico por unidad
de producto generado en un año, a diferencia de los demás países donde hay más
capital físico por cada unidad de producto. Los resultados son ilustrados en la
Figura II.
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Figura
II: Diferencias en la relación
capital-producto entre EEUU versus
regiones
La brecha que separó EEUU
del resto de países y regiones se redujo considerablemente en todo el lapso
1950-2017, aunque en menor ritmo en las regiones de África Subsahariana y de
Medio Oriente y Norte de África. Lo anterior significa, que estas regiones
siguen presentando brechas positivas en sus relaciones capital-producto
respecto a la misma relación para EEUU, con lo cual se deja ver que una parte
de las diferencias que separan al producto (ingreso) por trabajador de estos
países y regiones respecto al de EEUU, se explican en cierta proporción por las
brechas en la relación capital-producto, es decir, en la acumulación y
utilización de más capital físico por unidad de producto.
Regiones como Este de
Asia y Pacífico, Europa y Asia Central, y América Latina y el Caribe, tienen en
promedio una mayor razón capital-producto respecto a Estados Unidos, de modo
que han cerrado la brecha en acumulación de capital físico, más parecen no ser
regiones tan productivas como la economía estadounidense, pues en su conjunto
estas regiones tienen menos producto e ingreso por trabajador respecto al país
rico.
3.3. Capital humano por trabajador
La Figura III, presenta el comportamiento temporal
entre 1950 y 2017 de los valores promedios de las secciones transversales en
cada año, por región y el mundo en su conjunto, para la diferencia de los
logaritmos del capital humano por trabajador de EEUU y el capital humano por
trabajador del resto de países.
Para el grupo llamado mundo, los 44 países
del estudio, el comportamiento temporal de la media de la sección transversal
de los datos, muestra una tendencia decreciente en todo el lapso; en efecto, la
diferencia entre el logaritmo del capital humano por trabajador de EEUU y el logaritmo
del capital humano por trabajador promedio del resto de países, pasó de 0,39 a
0,23. Esto se traduce en que el cociente capital humano por trabajador de EEUU
respecto al del mundo pasó de 1,47 a 1,23, mostrando una convergencia hacia la
igualdad con respecto al país de contraste. El gráfico revela un descenso en
todas las regiones consideradas.
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Figura
III: Diferencias en capital humano entre EEUU
versus regiones
3.4. El rol de las
diferencias en PTF
La Figura IV, describe el
desenvolvimiento entre 1950-2017 de los valores promedios en cada año, de cada
región y del mundo en su conjunto, para la diferencia de los logaritmos de la
PTF de EEUU y de la PTF del resto de países.
Esta variable muestra un
comportamiento de tendencia decreciente hasta mediados de los años setenta (con
excepción del Sur de Asia), donde ocurre un quiebre y, seguidamente, comienza
de nuevo a mostrar un desempeño ascendente, es decir, la PTF de los EEUU en
relación a los demás países y regiones, comenzó a aumentar desde entonces. En
el año más reciente, 2017, la razón entre la PTF de EEUU respecto al promedio
del mundo, es de 3,3 veces la productividad o eficiente del país rico respecto
al promedio de los demás países, siendo aún mayor en relación a las regiones
Sur de Asia (diez veces mayor), América Latina y el Caribe (6,3 veces), y
África Subsahariana (5 veces).
Fuente:
Elaboración propia (2020).
Figura
IV: Diferencias en niveles de eficiencia
EEUU versus regiones
4. Descomposición de
las brechas y contabilidad del desarrollo
Estimada la brecha en la PTF
entre EEUU y el resto, se procedió con la metodología de la contabilidad del
desarrollo, a los fines de descomponer la brecha del producto por trabajador
entre la brecha en acumulación de capital físico y humano, así como la brecha
en productividad o eficiencia. Para tal fin, se emplearon los valores promedios
del lapso 1950-2017 para cada país (44 en total) y, luego, agrupados por regiones;
es decir, se hizo un análisis de corte transversal para estimar la
responsabilidad de los factores productivos y de la productividad en la brecha
del producto por trabajador del país rico respecto a los demás, en el período
señalado. En ese sentido, la Tabla 1 expone los resultados hallados.
Tabla
1
Resultados
contabilidad del desarrollo
Notas: GAP_YPT
se refiere a la brecha en producto por trabajador (EEUU respecto al i-ésimo país, en logaritmo natural);
GAP_KYA se refiere a la diferencia logarítmica en la intensidad producto-capital
entre EEUU y el i-ésimo país; GAP_HC
se refiere a la diferencia logarítmica en la brecha en capital humano por
trabajador entre EEUU y el i-ésimo
país; GAP_PTF se refiere a la diferencia logarítmica en la brecha en PTF entre EEUU
y el i-ésimo país.
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Cerrar la brecha promedio del
producto por trabajador de EEUU respecto a la media mundial en el lapso 1950-2017,
depende significativamente de la brecha que existe en niveles de productividad
general o eficiencia respecto a la que muestra el país rico. Así pues, de
acuerdo a los resultados encontrados en este estudio, la mayor porción de la
brecha en producto por trabajador se encuentra ligada la brecha que existe en
la PTF (0,72), con una participación secundaria de la brecha en factores
productivos (0,36 para el capital humano y -0,08 para el capital físico).
La brecha en la PTF
es casi idéntica a la brecha en producto por trabajador en el caso de Este de
Asia y Pacífico (1,11 la brecha de la productividad de 1,15 la brecha del
producto por trabajador, en escala logarítmica), y en Europa y Asia Central
(0,4 la brecha de la productividad de 0,46 la brecha del producto por
trabajador, en escala logarítmica), regiones donde literalmente se cerraron las
brechas en factores productivos; por tal razón, sus esfuerzos en políticas de
crecimiento y convergencia respecto a EEUU, deben concentrarse en incrementos
en la productividad o eficiencia con la cual se emplean los factores
productivos ya acumulados por estas economías.
En el caso de otras
regiones, las perspectivas son más complejas. Por ejemplo, África Subsahariana
tiene un producto por trabajador que representó, en promedio, una sexta parte
del producto por trabajador de EEUU y la responsabilidad de tal brecha descansa
casi por partes iguales tanto en la brecha en acumulación de factores como en
la brecha en productividad de estos.
En Latinoamérica y el
Caribe, los países de esta región en promedio muestran una brecha en producto
por trabajador cuya descomposición se traduce principalmente en una brecha
bastante alta en productividad (la diferencia, en escala logarítmica, en la
productividad de EEUU respecto a la media de la región es de 1). Además, la
desviación estándar de las observaciones cruzadas para la región indica que hay
poca variabilidad entre la media de los países de este grupo respecto a la
brecha en productividad. La Figura V ilustra las brechas, en logaritmo, en cada
variable: Producto por trabajador, factores productivos por trabajador y productividad
total; y es otra forma de exponer los mismos resultados del cuadro anterior.
Fuente:
Elaboración propia, 2020).
Figura V: Descomposición de las brechas EEUU versus regiones
En el mismo orden de
ideas, la Tabla 2 muestra información derivada de los resultados anteriores,
pero en esta ocasión presenta las brechas en productividad y en factores en términos
relativos respecto a la brecha del producto por trabajador, para ver su
proporción porcentual. Así, la información es reveladora del papel que juega la
brecha en productividad o eficiencia respecto al rol de los factores
productivos para representar a las diferencias que existen en producto por
trabajador entre el país rico, EE UU, y el resto.
Tabla
2
Participación
porcentual de la eficiencia y la acumulación factorial en las diferencias
internacionales
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Según los resultados
hallados, casi la totalidad de las diferencias en producto por trabajador que
ostenta EEUU respecto a las regiones, se componen principalmente por
diferencias que existen en los niveles de productividad total de los factores
que EEUU presenta respecto al resto, en concreto, un 91,5% o poco más de nueve
décimas partes de la diferencia en producto por trabajador. Es decir, la
metodología aplicada de la contabilidad del desarrollo arroja en consenso que
la eficiencia juega un rol muy crucial en casi todas las regiones para explicar
por qué, en promedio, estas son menos ricas que EEUU.
Con la excepción de
la región África Subsahariana, donde la mayor proporción es explicada por la
acumulación factorial (una sexta parte por el capital físico y dos quintas
partes por el capital humano), en todos los demás las diferencias en PTF vienen
a significar una alta proporción de las discrepancias en producto por
trabajador, que pueden ir desde 50% hasta 94% de las diferencias explicadas por
la brecha en productividad; como se dijo, África Subsahariana presenta un
comportamiento más parejo respecto a la responsabilidad que tienen las brechas
en acumulación y en eficiencia, en explicar las diferencias que históricamente
han separado su producto por trabajador del obtenido por EEUU.
La Figura VI sirve
para ilustrar los resultados obtenidos en las participaciones relativas de las
diferencias en capital físico y humano, así como en productividad total, con el
fin de explicar las razones próximas por la cual EEUU es más rico que otros
países, en términos intensivos. Se ilustra en el mismo lo antes comentado,
sobre el rol igualitario entre eficiencia y acumulación factorial para explicar
la brecha de África respecto a EEUU, mientras que en promedio a nivel global un
poco más del 90% de las diferencias que separan a EEUU del resto en producto
por trabajador, son explicadas por diferencias en eficiencia.
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Figura VI: La productividad como principal elemento de
las diferencias en ingresos
En el caso particular
de Latinoamérica y el Caribe cabe señalar que, de acuerdo a autores como Cavalcanti,
De Abreu y Veloso (2012), hasta inicios de la década de los setenta del siglo
pasado la región en promedio tuvo altos niveles de productividad relativa a
Estados Unidos, siendo después de esa década que se observa un rápido
decrecimiento en el nivel de PTF. Para Cavalcanti, et al. (2012), entre los factores
que pueden explicar la caída en la productividad relativa de los países de esta
región, puede mencionarse, severas distorsiones de políticas, una rápida y
amplia gama de intervención gubernamental, y barreras a la competitividad
nacional e internacional.
Con base en una
revisión documental de los principales modelos de crecimiento exógenos y
endógenos, Chirwa y Odhiambo (2018) identifican algunos determinantes claves
que dan cuenta de las diferencias internacionales en niveles de productividad.
Esos determinantes son: La tecnología, el capital intelectual e innnovativo, el
capital humano, la política fiscal, la política monetaria, el comercio
internacional, factores financieros, e instituciones políticas, económicas y
sociales.
En este estudio se identificaron
las fuentes de las diferencias, y se contabilizaron las brechas en
productividad y en factores productivos que determinan las brechas internacionales
en niveles de producción por trabajador, como una aproximación a las
diferencias internacionales en ingresos per
cápita. Estudios posteriores deben estar dirigidos en indagar en los
elementos que influyen en las diferencias en productividad, habida cuenta del
rol que juegan los distintos niveles de productividad que exhiben los países,
en el tiempo, en los patrones, y diferencias que presentan en tasas de
crecimiento e ingresos per cápita.
Conclusiones
Los diferentes modelos disponibles en la teoría del
crecimiento económico brindan un conjunto amplio y heterogéneo de predicciones
positivas y normativas, por lo tanto, es importante distinguir entre ellos
desde el punto de vista empírico. La contabilidad del desarrollo permite una
aproximación descriptiva para conocer las fuentes de las diferencias en niveles
de ingreso entre diferentes economías y regiones.
Según los resultados hallados, casi la totalidad de las
diferencias en producto por trabajador que ostenta EEUU respecto a las regiones,
se componen principalmente por diferencias que existen en los niveles de
productividad total de los factores que presenta con respecto al resto, poco
más del 90%, según estimaciones transversales.
Se concluye que la metodología aplicada de la contabilidad del
desarrollo, permite explicar que la eficiencia o productividad juega un rol muy
importante en casi todas las regiones para revelar por qué en promedio son
menos ricas que EEUU. En América Latina, como en la mayoría de las economías
emergentes, elevar la productividad es crucial para cerrar la amplia brecha
respecto de los niveles de vida de las economías avanzadas y escapar a la
trampa del ingreso medio, lo cual exigirá reformas estructurales integrales,
apoyadas en un marco de políticas que fomente la productividad e incorpore
consideraciones de inclusión social.
Notas
1 Las propiedades de esta función de
producción se pueden revisar en Briones, Molero y Calderón (2018).
Referencias bibliográficas
Beugelsdijk, S.,
Klasing, M., y Milionis, P. (2018). Regional economic development in Europe: The
role of total factor productivity. Regional
Studies, 52(4), 461-476. https://doi.org/10.1080/00343404.2017.1334118
Briones, X. F., Molero, L. E., y Calderón, O.
X. (2018). La función de producción Cobb-Douglas en el Ecuador. Tendencias, XIX(2), 45-73.
Caselli, F. (2005).
Accounting for cross-country income differences. In P. Aghion and S. N. Durlauf
(Eds.), Handbook of economic growth (pp.
679-741). Vol. 1A. Elsevier.
Cavalcanti, P., De Abreu, S., y Veloso, F. A.
(2013). On the evolution of
total factor productivity in Latin America. Economic Inquiry,
51(1) 16-30. https://doi.org/10.1111/j.1465-7295.2011.00430.x
Cazallo, A. M., y Salazar, E. J. R. (2018). Análisis
macroeconómico de los países de la Alianza del Pacífico (2011-2015). Revista
de Ciencias Sociales (Ve), XXIV(2), 37-55.
Chirwa, T. G., y Odhiambo, N. M. (2018). Exogenous and endogenous growth models: a critical
review. Comparative Economic Research, 21(4), 63-84.
Cole, H., Ohanian,
L., Riascos, Á., y Schmitz, J. (2005). Latin American in the rearview mirror. Journal of Monetary Economics, 52(1), 69-107.
De Figueiredo, L., y Nakabashi,
L. (2016). The
relative importance of total factor productivity and factors of production in
income per worker: Evidence from the Brazilian states. Economia, 17(2), 159-175.
https://doi.org/10.1016/j.econ.2016.03.005
Federal Reserve
Economics Data – FRED (2018). Penn World Tables 9.0. https://fred.stlouisfed.org/categories/33402
Fuertes, E., Plou, P., y Gómez, C.
(2017). Desarrollo humano desde la perspectiva del
crecimiento. Revista de Ciencias Sociales (Ve), XXIII(4), 81-97.
Gómez, W. A., Posada, C. E., y Rhenals, R.
(2018). Determinantes de la productividad multifactorial: Los casos de las
principales economías latinoamericanas y emergentes de Asia (1960-2015). Borradores Departamento de Economía, (78),
1-47.
Gutiérrez, A. M. (2019). Determinantes de la
productividad total de factores en América del Sur. Investigación & Desarrollo, 19(2), 5-26.
https://doi.org/10.23881/idupbo.019.2-1e
Hall, R. E., y Jones, C. I. (1999). Why do some countries produce so much output per
worker than others? The Quarterly
Journal of Economics, 114(1),
83-116. https://doi.org/10.1162/003355399555954
Hamann, F. (Coord.), Arias, F., Bejarano, J.
A., Gáfaro, M. M., Méndez, J. C., y Poveda, A. P. (2019). Productividad total
de los factores y eficiencia en el uso de los recursos productivos en Colombia.
Ensayos sobre Política Económica (ESPE), (89),
1-54. https://doi.org/10.32468/espe.89
Hsieh, C-T., y Klenow, P. J. (2010).
Development accounting. American Economic Journal: Macroeconomics,
2(1), 207-223. https://doi.org/10.1257/mac.2.1.207
Klenow, P., y Rodríguez-Clare, A. (1997). The neoclassical revival in growth economics: Has it
gone too far? In B. S. Bernanke and J. Rotemberg (Eds.), NBER Macroeconomics
Annual 1997, Volume 12 (pp. 73-103). MIT Press.
Klenow, P., y Rodríguez-Clare, A.
(2005). Externalities and economic
growth. In P. Aghion and S. N. Durlauf (Eds.), Handbook of economic growth (pp. 817-861). Vol. 1A. Elsevier.
Mankiw, N. G., Romer,
D., y Weil, D. N. (1992). A contribution to the empirics of economic growth. The Quarterly Journal of
Economics, 107(2),
407-437. https://doi.org/10.2307/2118477
Márquez, L. E., Cuétara, L. M., Cartay, R. C.,
y Labarca, N. J. (2020). Desarrollo y crecimiento económico: Análisis teórico
desde un enfoque cuantitativo. Revista de Ciencias Sociales (Ve), XXVI(1),
233-253.
Ramos, C., Alvargonzález, M., y Moreno, B.
(2018). Factores determinantes de la
reducción de la desigualdad en la distribución de la renta en países de América
Latina. Revista de la CEPAL, (126),
88-107.
Solow, R. M. (1956).
A contribution to the theory of economic growth. The Quarterly Journal of Economics, 70(1), 65-94.
Solow, R. M. (1957).
Technical change and the aggregate production function. The Review of
Economics and Statistics, 39(3), 312-320.
Swan, T. W. (1956). Economic
growth and capital accumulation. Economic Record, 32(2), 334-361. https://doi.org/10.1111/j.1475-4932.1956.tb00434.x
Weil, D. (2006). Crecimiento económico. Editorial Pearson Educación, S.A.
* Doctora en Ciencias
Económicas. Magíster en Economía Mención Macroeconomía y Política Económica.
Economista. Docente Investigadora de la Universidad del Zulia, Maracaibo-Venezuela.
E-mail: villegas_esmeralda@fces.luz.edu.ve esmeraldavillegas@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4547-2023
** Magíster en
Educación Superior. Economista. Docente e investigador de la Universidad Laica
Vicente Rocafuerte de Guayaquil, Ecuador. E-mail: halavam@ulvr.edu.ec
holgeralava@hotmail.com ORCID:
https://orcid.org/0000-0001-6698-0433
*** Doctor (PhD) en Ciencias
Administrativas. Magister en Dirección Estratégica de Marketing y Ventas. Ingeniero
Comercial. Profesor Titular Principal a Tiempo Completo en la Universidad Laica
“Eloy Alfaro” de Manabí, Ecuador. E-mail: johnny.ponce@uleam.edu.ec jeponc@yahoo.es ORCID: https://orcid.org/000-0002-4461-5938
**** Doctora (PhD)
en Ciencias Administrativas. Magister en Administración de Empresas. Ingeniera
Comercial. Docente de la Universidad Laica “Eloy Alfaro” de Manabí, Ecuador. E-mail:
daynipalacios@uleam.edu.ec daynilisseth@hotmail.es ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2201-2507
Recibido: 2020-02-26 · Aceptado:
2020-05-14