Revista de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXVII, No. 3, 2021. 299-316 pp.
FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431
Como citar APA: Donoso, V., Garzón, M. J., Costales, A.
I., y Arguello, E. D.(2021). Dependencia emocional transgeneracional: Mujeres
víctimas de violencia intrafamiliar en la Sierra del Ecuador. Revista de
Ciencias Sociales (Ve), XXVII(3), 299-316.
Dependencia emocional transgeneracional: Mujeres víctimas
de violencia intrafamiliar en la Sierra del Ecuador
Donoso Gallegos, Verónica*
Garzón
Padilla, María J.**
Costales
Zavgorodniaya, Anna I.***
Arguello
Yonfa, Erick D.****
Resumen
La
presente investigación conceptualiza y describe los distintos perfiles de
dependencia emocional transgeneracional, concepto que no ha sido construido
previamente, caracterizado por la historia de violencia intrafamiliar vivida o
presenciada por las mujeres, en su sistema social desde su infancia temprana,
que genera la creencia de “no poder vivir sin el otro” y que antecede su
situación de víctimas de violencia de pareja. El estudio es descriptivo, de
campo, con la encuesta como método de recolección de datos, y el análisis de contenidos
y frecuencias, para examinar la información recabada. La muestra constó de 50
mujeres, de dos ciudades de la Sierra Ecuatoriana (Quito y Riobamba). Se
evidenció que existen diferencias en el fenómeno de violencia de pareja en
cuanto a dos factores: Las características socio demográficas propias de estas
ciudades; y, los patrones intrafamiliares que sostienen la dependencia
emocional transgeneracional. En conclusión, en ambas ciudades las participantes
provienen de familias caracterizadas por historias de violencia en varias
generaciones; y, en Riobamba, ambos factores aumentan la probabilidad de que
las mujeres desarrollen dependencia en sus relaciones de pareja y sufran de
violencia, encontrándose en mayor vulnerabilidad. Se propone replicar la investigación
en otros escenarios, ampliar la muestra y el análisis.
Palabras clave: Mujeres víctimas de violencia de pareja; violencia
intrafamiliar; dependencia emocional; dependencia emocional transgeneracional;
Sierra del Ecuador.
* Magíster en Psicología con
mención en Psicoterapia. Psicóloga Clínica. Psicoterapeuta en consultorio
privado con niños/as, adolescentes y adultos, en terapia individual, familiar y
de pareja. Miembro de un proyecto de prevención de adicciones en el Municipio
de Quito, Ecuador. E-mail: psi.verodonosog@gmail.com ORCID: http://orcid.org/0000-0003-0478-9881
** Magíster en Psicología con
mención en Psicoterapia. Psicoterapeuta en la Unidad Médica Eloy Alfaro y en
consulta privada, atención direccionada a niños/as, adolescentes, adultos y
adultos mayores. E-mail: psic.mjgp@gmail.com
ORCID:
http://orcid.org/0000-0003-3858-7452
*** PhD. en Psicología General,
Historia de la Psicología, Psicología de la Personalidad. Master en Psicología
Social y Diferencial. Licenciada en Psicología General. Docente en la
Universidad Internacional SEK, Quito, Ecuador. E-mail: annacostales@gmail.com
ORCID: http://orcid.org/0000-0002-4976-4891
**** Doctor en Psicología Clínica con
especialización en Atención Primaria de Salud e Hipnosis Clínica. Postdoctorado
en Evaluación Clínica y Forense. Maestría en Consejería Matrimonial y Familiar.
Maestría en Educación en Desempeño Humano y Promoción de la Salud. B.S. en
Psicología. Docente en la Universidad Internacional SEK, Quito, Ecuador. E-mail:
erick.arguello@uisek.edu.ec ORCID:
http://orcid.org/0000/0001/5075/6816
Recibido: 2021-03-16 · Aceptado: 2020-06-02
Transgenerational emotional dependency: Women victims of domestic violence in the Ecuadorian Highlands
Abstract
This research conceptualizes and describes the different transgenerational emotional dependency profiles, a concept that has not been previously developed, characterized by the intrafamily violence history experienced or witnessed by women in their social system since early childhood, which generates the belief of “Not being able to live without her sentimental couple”, and that precedes their situation as victims of intimate partner violence. The present is a descriptive field study, with the survey as a method of data collection along with the analysis of content and frequencies to examine the collected data. The study sample consisted of 50 women, from two cities in the Ecuadorian Highlands (Quito and Riobamba). It was evidenced that there are differences in the phenomenon of intimate partner violence in terms of two factors: the socio-demographic characteristics of these cities, and intrafamily patterns that support transgenerational emotional dependency. In conclusion, in both cities, the participants come from families characterized by violence stories in several generations. In Riobamba, both factors increase the probability that women develop dependence in their relationships and suffer violence that makes them to be more vulnerable. It is proposed to replicate the research in other scenarios, expand the sample and the analysis.
Keywords: Women victims of partner violence; domestic violence; emotional dependence; transgenerational emotional dependency; Ecuadorian Highlands.
Introducción
De
acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la violencia de pareja es la
forma de violencia más habitual en contra de la mujer en el mundo. Esta
problemática se entiende como el comportamiento de una pareja, o ex pareja, que
causa daños físicos, sexuales o psicológicos a una persona, así como los
comportamientos de abuso o de control (World Health Organization [WHO], 2017).
Considerando estas definiciones, los datos presentados por ONU Mujeres infieren
que, alrededor del 35% de mujeres en el mundo han experimentado alguna forma de
violencia en su vida (United Nations Women, 2019).
En
Ecuador, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC, 2017) publicó un
infograma reconociendo que cada 3 días hay una nueva víctima de femicidio, y
que el 34% de éstas, tenían una relación de convivencia con el victimario.
Asimismo, el INEC (2019), en la “2da Encuesta Nacional sobre Relaciones
Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres”, señala que 43 de cada 100
mujeres de 15 años o más han sufrido violencia por parte de su pareja a lo
largo de su vida, siendo la de mayor prevalencia con el 40,8% la violencia
psicológica, seguida de violencia física con el 25%. Finalmente, el INEC
reconoce que del total de mujeres que han vivido algún tipo de violencia de género,
el 42,8% ha sido violentada por su pareja o ex parejas, ocupando el mayor
porcentaje dentro de la violencia de género en Ecuador.
Dado
lo anterior, la presente investigación conceptualiza y describe los distintos
perfiles de dependencia emocional transgeneracional, concepto que no ha sido
construido previamente, caracterizado por la historia de violencia
intrafamiliar vivida o presenciada por las mujeres, en su sistema social desde
su infancia temprana, que genera la creencia de “no poder vivir sin el otro” y
que antecede su situación de víctimas de violencia de pareja.
1.
Fundamentación teórica
1.1.
Fenómeno social de la violencia
A
pesar de ser un fenómeno presente en todas las sociedades del mundo, autores
como Espinosa et al. (2011), recalcan que la violencia es una conducta
aprendida, se trasmite de generación a generación, afectando a diferentes
culturas y grupos sociales. Al respecto, Argüello et al. (2021), señalan varios
factores que, según diversas investigaciones, juegan un rol crucial en este
fenómeno: Factores sociodemográficos (e.g., la normalización de la violencia
doméstica); la violencia sufrida o presenciada en la infancia; la salud mental
(e.g., diversos síntomas relacionados con la violencia); estado de salud física
y la eficacia del sistema de salud; así como, el tabaquismo y uso de diversas
substancias, entre otros.
Parecería
ser que existe una relación bidireccional entre la violencia intrafamiliar y
los trastornos mentales; específicamente, Machisa, Christofides, y Jewkes
(2017), reportaron que las mujeres que habrían sufrido abuso en la infancia,
desarrollaron posteriormente, algún trastorno mental (por ejemplo, TEPT,
sintomatología depresiva, consumo excesivo de alcohol), y tenían mayor
probabilidad de experimentar violencia intrafamiliar en algún momento de su
vida adulta. Desde el punto de vista psicológico, Fernández et al. (2020),
definen al maltrato como “toda conducta ejercida en deshonra, descrédito,
tratos humillantes, vejatorios, aislamiento, amenazas y actos que conllevan a
disminuir la autoestima” (p.189).
Por su
parte, Elizundia y Álvarez (2021), mencionan que su análisis de la construcción
del imaginario social sobre la representación del género femenino de la
publicidad televisiva en Ecuador, permite concluir que, a través de un lenguaje
audiovisual connotativo y simbólico, aún se reproducen viejos esquemas, así
como arquetipos, diferencias en las relaciones de poder, sociales, y el estatus
social de cada género. Es así que, estas creencias se manifiestan en una frase
muy popular en la sociedad ecuatoriana, principalmente, de la Sierra dentro de
la población indígena y mestiza, referida por Prieto et al. (2005): “marido es,
aunque pegue, aunque mate” (p.185).
Además,
Martínez (2003); así como Orozco, Jiménez y Cudris-Torres (2020), evidencian
que la violencia de género es un problema social que afecta a un gran número de
mujeres, y aunque la de tipo psicológico se presenta comúnmente desde la
relación de noviazgo, y prevalece sobre la física, así como la sexual, no
implica la ausencia de las otras. De acuerdo con Ramírez, Alarcón y Ortega
(2020), la violencia contra la mujer “se presenta como un problema social
producto de conductas de odio y menosprecio en mayor grado hacia la mujer”
(p.262).
1.2.
Dependencia emocional
La
dependencia emocional (DE), es uno de los conceptos que intenta dar explicación
a este fenómeno. Este es un tipo de comportamiento en relación a la pareja, en
el que la persona que lo experimenta se caracteriza por la creencia de que sin
su pareja no puede continuar viviendo, permitiendo así, a menudo, que las
agresiones y los maltratos vayan creciendo paulatinamente, tornándose en una
relación poco sana (Deza, 2012; Pradas y Perles, 2012; Aiquipa, 2015; Espinoza,
2016; González y Leal, 2016; Castillo, 2017; Laca y Mejía, 2017).
La DE
en víctimas de violencia, se encuentra asociada a varios aspectos: Emocionales,
cognitivos, comportamentales y motivacionales, algunos de los cuales, pueden
estar basados en creencias distorsionadas por parte de las víctimas y de la
sociedad en sí, normalizando las conductas agresivas y violentas (De La
Villa-Moral et al., 2018). En otros estudios, diversos autores reportan la
existencia de otras causas para la DE, entre ellas: La autoestima baja, la
pérdida del interés social, o la vivencia de ciertas experiencias previas en la
familia de origen (Villegas y Sánchez, 2013). Por lo tanto, la probabilidad de
sufrir de Violencia de Pareja Íntima (VPI) aumenta en las mujeres que, durante
la infancia, fueron víctimas de violencia de cualquier tipo, testificaron
violencia entre sus padres o vivenciaron abandono (Medina, 2020).
A
diferencia del concepto de apego de la teoría de Bowlby,
que refiere a una serie de conductas innatas en todo ser humano, que tiene como
fin la búsqueda de protección y seguridad a través de vínculos fuertes y
duraderos, que se establecen con los cuidadores primarios (Morán y Martínez,
2019), y que, aun cuando estos pueden ser poco saludables para el desarrollo
del individuo, en la juventud y en la adultez se podrían replicar con las
parejas; la dependencia emocional tiene un carácter patológico, crónico, no
innato; y, partiría de una imposibilidad de vivir sin el otro, más allá de la
seguridad y protección que se busque. De esta manera, tomando el concepto de
Castelló (2004), la DE se define como “la necesidad afectiva extrema que una
persona siente hacia otra a lo largo de sus diferentes relaciones de pareja”
(p.2).
1.3.
Dependencia emocional transgeneracional
Frente
a lo que plantea la presente investigación, donde deviene lo transgeneracional,
término sistémico creado por Murray Bowen, quien lo define como el
comportamiento heredado de los padres hacia los hijos a manera de pautas a lo
largo de varias generaciones, es decir, la manera de trasmitir los problemas a
la generación siguiente (Bowen, 1989). Y, al considerar una composición entre
ambos conceptos (dependencia emocional y transgeneracional); y, frente a lo que
Ortiz (2008), plantea en el desarrollo y mantenimiento de un patrón
transgeneracional, se podría proponer que la dependencia emocional
transgeneracional (DET) surge y es influenciada por la formación psíquica
temprana, es decir, va a depender de los primeros años de vida del individuo,
de cómo esté constituida la dinámica y estructura familiar, sus niveles de
jerarquía, sus roles, costumbres, creencias, e incluso, formas de dar afecto y
de comunicarse.
Se
podría sostener entonces, como concepto de DET que: es “la necesidad afectiva
extrema”, que se ha venido transmitiendo de generación en generación como un
patrón de comportamiento en la relación de pareja. Es así que, el objetivo de
la presente investigación es describir la percepción de las mujeres víctimas de
violencia de la Sierra Ecuatoriana, de dos ciudades distintas, sobre la
violencia intrafamiliar que han vivenciado o han sido testigos en su círculo
social de mujeres más cercanas, y generar distintos perfiles de posible DET en
base a estas percepciones.
2.
Metodología
En el
presente artículo se describen los resultados cualitativos, de un estudio
descriptivo, donde se revisaron las distintas formas de DE desde una
perspectiva transgeneracional. Los datos forman parte de una investigación
macro, mixta, no experimental, transversal, de campo, en la cual se
investigaron varias características psicológicas de una muestra de mujeres
víctimas de violencia.
La
muestra fue seleccionada por conveniencia entre las usuarias de los servicios
de salud pública; constó de dos grupos: El primer grupo, estaba conformado por
22 mujeres de similares características con edades entre 27-63 años de edad, de
dos centros de salud del sur de la ciudad de Quito; y el segundo grupo,
conformado por 28 mujeres víctimas de violencia de entre 15-58 años de una
fundación de ayuda psicológica a víctimas de violencia de la ciudad de
Riobamba.
Al
respecto, Quito, capital del Ecuador, provincia de Pichincha, considerada como
una ciudad metrópoli, conformada por 2.781.641 de habitantes (INEC, 2020).
Aunque es una de las ciudades con los niveles más bajos de necesidades
desatendidas, existe un 3% de analfabetismo y la mayoría de la población ha
culminado sus estudios hasta los 14 años, es decir, la mitad de su
bachillerato. Riobamba, capital de la provincia de Chimborazo, ubicada en la
Sierra Centro del país, es considerada una ciudad mediana, conformada por
264.048 habitantes (INEC, 2020). En cuanto al factor educativo, existe
deserción escolar entre los 5 a 14 años y referente al porcentaje de
analfabetismo existe un 8,3%. Ambas ciudades se ubican en la zona Andina del
Ecuador, en la región Sierra y se caracterizan por la presencia de más mujeres
que hombres en su población (INEC, 2010).
El
estudio se realizó bajo los lineamientos del Código de Ética de Núremberg; se
respetaron todos los principios éticos estipulados en la American Psychological
Association (APA, 2019), y se siguió el Código de Ética del Ministerio de Salud
Pública del Ecuador (2013). Además, contó con la aprobación de un comité de
ética interno y permisos por parte de la fundación y los centros de salud a los
que acudieron las participantes. Cada una de éstas, recibió información verbal
y escrita sobre el estudio; adicionalmente, se firmó un consentimiento
informado, declarando su participación voluntaria en la evaluación. Un
co-investigador y un profesional de salud mental, que trabaja dentro de las
respectivas instituciones administraron el cuestionario a las mujeres. La
información se recopiló entre marzo y mayo de 2019.
Se
utilizaron los siguientes criterios de inclusión para las participantes: (1)
Estar en los grupos de apoyo de la fundación o de los centros de salud
mencionados (Riobamba y Quito); (2) ser mujer y percibirse como víctima de
violencia; y, (3) estar separada de la pareja violenta. Luego de la revisión de
la literatura científica del tema, el equipo de investigación creó un set de preguntas (ver Cuadro 1), de las cuales,
cinco, de opción múltiple, corresponden a los resultados presentados.
Cuadro
1
Preguntas
y posibilidades de respuestas
PREGUNTAS |
OPCIONES DE RESPUESTA |
|
1. Sobre la presencia de violencia en la familia de
origen de las mujeres encuestadas y desde qué generación: |
SI |
Al ser afirmativa, la existencia de un patrón heredado
de DET hacia la pareja que sostendría las agresiones. |
NO |
Al ser una respuesta negativa, implicaría un patrón
aislado de violencia sin DET. |
|
Opción múltiple: abuelos, tíos, padres, hermanos,
primos, otros. |
||
2. Acerca de si las mujeres son víctimas de violencia
por parte de los hombres: |
SI |
Al responder afirmativamente, implica un componente de
victimización generalizando al hombre como agresor directo de las mujeres
violentadas. |
NO |
Al dar una respuesta negativa, implica que no hay una
generalización y tampoco una victimización. |
|
Opción múltiple: gritos e insultos, golpes, limitación
al momento de tomar decisiones, dar explicaciones constantemente de lo que ha
hecho con el dinero, obligar a tener relaciones sexuales sin consentimiento,
hablar mal de la familia del otro, prohibir hacer cosas que el otro necesita
o quiere, otros. |
||
3. Sobre algún ejemplo de mujeres que no hayan sido
víctimas de violencia por parte de la pareja: |
SI |
Al responder sí, esta persona tiene una posibilidad de
salida del círculo de violencia si existe un adecuado apoyo emocional y un
tratamiento acorde. |
NO |
Al responder no, indicaría no contar con una mujer
referente para presentarse la posibilidad de separarse de la pareja violenta. |
|
Opción múltiple: abuelas, tías, madres hermanas,
primas, amigas, otras. |
||
4. Sobre los intentos que han tenido las mujeres
víctimas de violencia de vivir sin la pareja |
SI |
Al responder sí, se sostiene la posibilidad de
separación de la pareja violenta, por lo tanto una posible ausencia de DE. |
NO |
Al responder que no hay intentos de hacerlo, daría
cuenta de una imposibilidad de separación, posiblemente por la existencia de
DE. |
|
Opción múltiple: semanas, meses, años. |
||
5. Sobre separaciones o divorcios en la familia: |
SI |
Al responder afirmativamente, existiría el precedente
dentro de la familia de vivir sin la pareja, es decir, la posibilidad de
hacerlo y seguir en la familia. |
NO |
Al responder no, indicaría que no se cuenta con
ejemplos de mujeres de su familia que han logrado salir del círculo de
violencia. |
|
Opción múltiple: abuelos, tíos, padres, hermanos,
primos, otros. |
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Luego
de la recolección de datos, se procedió a realizar la codificación de los
mismos y el ingreso de la información obtenida en una hoja de Excel. Se aseguró el anonimato de las respuestas a
través de la codificación numérica de las hojas y, desde el ingreso de los
datos se utilizaron números y siglas que aseguran la confidencialidad de las
mujeres participantes. El procesamiento y análisis de los datos, se realizó con
métodos de estadística descriptiva, utilizando el análisis de contenidos para
examinar la información recabada y el estudio de la frecuencia de las
respuestas.
3.
Resultados y discusión
3.1.
Características de la historia de violencia de las mujeres
En
base a los datos obtenidos y presentados en el Gráfico I, se observa que, tanto
el grupo de mujeres de Riobamba (78,6%) como el de Quito (68,2%), han
presenciado violencia en su familia de origen. En ambas muestras es menor la
cantidad de mujeres que no han presenciado violencia en sus familias, y la
presencia de violencia dentro de las familias de origen de las víctimas, es más
alta en la ciudad de Riobamba que en Quito. Cabe recalcar que, tanto las
participantes de Quito como las de Riobamba, han presenciado este tipo de
violencia entre sus padres (68,2%), seguido por violencia en los hermanos (en
Riobamba con un 21,4% y Quito con un 13,6%); y cifras similares en las dos
muestras en cuanto a la violencia entre abuelos y tíos (Riobamba con un 7,1% y
Quito con 9,1%, respectivamente).
Fuente: Elaboración propia,
2020.
Gráfico I: Porcentaje de mujeres en Riobamba y Quito que han
presenciado algún tipo de violencia en la familia, y entre que miembros de su
familia.
Entre
las participantes de la ciudad de Riobamba (ver Gráfico II), se observa que el
tipo de violencia que más se evidenciaba en la familia de origen fue “gritos e
insultos” (78,6%), seguido de “golpes” (57,1%). Mientras que, en las
participantes de la ciudad de Quito, el tipo de violencia más reconocido fue
“gritos e insultos” (59,1%). Los demás tipos de violencia presentan porcentajes
menores a 50%, sin embargo, no dejan de ser importantes; en especial, en
Riobamba: “hablar mal de la familia del otro” (42,9%), “limitar al momento de
tomar decisiones” (39,3%), “dar explicaciones constantemente de lo que ha hecho
con el dinero” (32,1%); y “prohibir hacer cosas que el otro necesite o quiera”
(28,6%).
Fuente: Elaboración propia,
2020.
Gráfico II: Porcentaje de mujeres en Riobamba y Quito que han
presenciado distintos tipos de violencia en la familia.
Asimismo,
en Quito: “prohibir hacer cosas que el otro necesite o quiera” (36,4%), “dar
explicaciones constantemente de lo que ha hecho con el dinero” (27,3%), y
“limitar al momento de tomar decisiones” (22,7%). Tipos de violencia como
“obligar a tener relaciones sexuales sin consentimiento” y “otros”, están poco
representados (<15%) en las participantes de ambas ciudades (ver Gráfico
II).
En el grupo de Riobamba, las encuestadas que mantienen la creencia de que las mujeres siempre son víctimas de violencia por parte de los hombres representan el 60,7%, mientras que, en Quito es del 50%. (ver Gráfico III).
Fuente: Elaboración propia,
2020.
Gráfico III: Porcentaje de Riobamba y Quito en cuanto a la
creencia de que las mujeres siempre son víctimas de violencia por parte de los
hombres
Como
se observa en el Gráfico IV, las mujeres que afirman no conocer a otras que no
han sido agredidas por su pareja, es del 28,6% en la muestra de Riobamba y del
13,6% en Quito. Es decir, estas participantes reportan no tener referentes de
mujeres que no hayan sufrido violencia de pareja. La incidencia más alta de
mujeres referente, que no han sido violentadas por su pareja, reside en la
categoría “amigas”, con porcentajes mayores a 60 en ambas ciudades (en Quito se
refleja un 63,6%, mientras que en Riobamba un 60,7%); seguido de otros
referentes con bajos porcentajes en: “madre” y “primas” en Riobamba, y “madre”
y “hermanas” en Quito.
Fuente: Elaboración propia,
2020.
Gráfico IV: Porcentaje en Riobamba y Quito de conocimiento de
mujeres que no hayan sido agredidas por sus parejas, e identificación entre
quienes
En la
ciudad de Quito, entre las participantes hay mayor cantidad de mujeres que han
intentado vivir solas sin pareja durante años (36,4%), y meses (31,8%); a
diferencia de las participantes de Riobamba, con 32,1% por años, y 28,6% por
meses (ver Gráfico V). Aquellas mujeres que han intentado vivir sin pareja
apenas por semanas están poco representadas (<15%) entre las participantes
de ambas ciudades.
Fuente: Elaboración propia,
2020.
Gráfico V: Porcentaje de Riobamba y Quito en el intento de
vivir sola sin su pareja y cuánto tiempo
Respecto
al porcentaje de divorcios o separaciones que las mujeres reportan entre los
miembros de su familia (ver Gráfico VI), se observa en Quito (86,4%): “primos”
(54%), seguido de “tíos” (45,5%), luego, con “padres” (36,4%), y “hermanos”
(31,8%); y, en Riobamba (64,3%): Entre los “hermanos” (31,8%), seguido de los
“tíos” (21,8%), después los “padres” (10,4%) y los “primos” (7,1%). Con
respecto a los “abuelos”, en ambas ciudades están poco representados (<15%).
Fuente: Elaboración propia,
2020.
Gráfico VI: Porcentaje de Riobamba y Quito con antecedente de
divorcios o separaciones de las parejas dentro de la familia de origen y entre
quienes.
3.2.
Perfiles de dependencia emocional transgeneracional
A
continuación, se generaron perfiles de DET utilizando la información recabada
(ver Cuadro 2). Se propone el siguiente criterio de perfilación utilizando las
diversas combinaciones de las respuestas “SI” y “NO” a las preguntas expuestas
en el Cuadro 1.
Cuadro
2
Perfiles
con y sin DET
PERFILES / PREGUNTAS |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
DET, con presencia de victimización, con posibilidades
de separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
SI |
SI |
SI |
SI |
SI |
DET, con presencia de victimización, sin posibilidades
de separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
SI |
SI |
SI |
SI |
NO |
DET, con presencia de victimización, con posibilidades
de separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad |
SI |
SI |
SI |
NO |
SI |
DET, con presencia de victimización, sin posibilidades
de separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
SI |
SI |
SI |
NO |
NO |
DET, con presencia de victimización, sin posibilidades
de separación, sin intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
SI |
SI |
NO |
NO |
NO |
DET, con presencia de victimización, sin posibilidades
de separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
SI |
SI |
NO |
SI |
NO |
DET, con presencia de victimización, con posibilidades
de separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
SI |
SI |
NO |
SI |
SI |
DET, sin presencia de victimización, con posibilidades
de separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
SI |
NO |
SI |
SI |
SI |
DET, sin presencia de victimización, con posibilidades
de separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
SI |
NO |
SI |
NO |
SI |
DET, sin presencia de victimización, sin posibilidades
de separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
SI |
NO |
SI |
NO |
NO |
DET, sin presencia de victimización, sin posibilidades
de separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
SI |
NO |
NO |
SI |
NO |
DET, sin presencia de victimización, con posibilidades
de separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
SI |
NO |
NO |
SI |
SI |
Sin DET, con presencia de victimización, sin
posibilidades de separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra
realidad. |
NO |
SI |
SI |
NO |
NO |
Sin DET, con presencia de victimización, con
posibilidades de separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra
realidad. |
NO |
SI |
SI |
SI |
SI |
Sin DET, con presencia de victimización, con
posibilidades de separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra
realidad. |
NO |
SI |
NO |
SI |
SI |
Sin DET, sin presencia de victimización, con
posibilidades de separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra
realidad. |
NO |
NO |
SI |
NO |
SI |
Sin DET, sin presencia de victimización, sin
posibilidades de separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra
realidad. |
NO |
NO |
SI |
SI |
NO |
Sin DET, sin presencia de victimización, con
posibilidades de separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra
realidad. |
NO |
NO |
SI |
SI |
SI |
Sin DET, sin presencia de victimización, con
posibilidades de separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra
realidad. |
NO |
NO |
NO |
SI |
SI |
Sin DET, sin presencia de victimización, sin
posibilidades de separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra
realidad. |
NO |
NO |
NO |
SI |
NO |
Nota: DET = Dependencia Emocional Transgeneracional.
Fuente: Elaboración propia,
2020.
Mientras
que, en la muestra de la ciudad de Riobamba, (ver Cuadros 3 y 4) se observa que
el perfil de mayor porcentaje es el de “DET, sin presencia de victimización,
con posibilidades de separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra
realidad” con un 21%, seguido por el “DET, con presencia de victimización, con
posibilidades de separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra
realidad” con un 18%. Pese a no encontrarse entre los porcentajes más altos, es
imperante señalar que el perfil denominado “DET, con presencia de
victimización, sin posibilidades de separación, con intentos de hacerlo, sin
ejemplo de otra realidad”, se considera como perfil de alto riesgo por la
combinación específica de las respuestas estudiadas y tiene una presencia del
11% en la muestra de la ciudad de Riobamba.
Cuadro 3
Porcentaje
de mujeres en los perfiles con DET
PERFILES |
Porcentaje |
|
Riobamba |
Quito |
|
Con presencia de victimización, con posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
18 |
27 |
Con presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
7 |
0 |
Con presencia de victimización, con posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
4 |
5 |
Con presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
4 |
5 |
Con presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
5 |
Con presencia de victimización, con posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Con presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
11 |
0 |
Con presencia de victimización, con posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
4 |
0 |
Sin presencia de victimización, con posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
21 |
14 |
Sin presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Sin presencia de victimización, con posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
4 |
9 |
Sin presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
4 |
0 |
Sin presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Sin presencia de victimización, con posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Sin presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
4 |
0 |
Sin presencia de victimización, con posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
5 |
Nota: Con negrilla el mayor porcentaje de la sección.
Fuente: Elaboración propia,
2020.
En lo
que concierne a los perfiles propuestos (ver Cuadro 3 y 4), en la muestra de la
ciudad de Quito, se observa que el perfil de mayor porcentaje denominado “DET,
con presencia de victimización, con posibilidades de separación, con intentos
de hacerlo, con ejemplo de otra realidad” alcanzó un 27%, seguido de los
perfiles: “DET, sin presencia de victimización, con posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad” y “Sin DET,
sin presencia de victimización, con posibilidades de separación, con intentos
de hacerlo, con ejemplo de otra realidad” con 14% cada uno.
Cuadro
4
Porcentaje
de mujeres con perfiles sin DET
PERFILES |
Porcentaje |
|
Riobamba |
Quito |
|
Con presencia de victimización, con posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
4 |
0 |
Con presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Con presencia de victimización, con posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Con presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
4 |
9 |
Con presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
7 |
0 |
Con presencia de victimización, con posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Con presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Con presencia de victimización, con posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Sin presencia de victimización, con posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Sin presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
4 |
0 |
Sin presencia de victimización, con posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
0 |
5 |
Sin presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad. |
0 |
14 |
Sin presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
5 |
Sin presencia de victimización, con posibilidades de
separación, sin intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
4 |
0 |
Sin presencia de victimización, sin posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Sin presencia de victimización, con posibilidades de
separación, con intentos de hacerlo, sin ejemplo de otra realidad. |
0 |
0 |
Nota: Con negrilla el mayor
porcentaje de la sección.
Fuente: Elaboración propia,
2020.
Pese a
la existencia de perfiles de mujeres víctimas de violencia por parte de su
pareja que son aislados a una DET (ver Gráfico VII), los perfiles encontrados
en los resultados con una mayor incidencia dan cuenta de una pauta
transgeneracional de la DE hacia la pareja, con un 68% en Quito y un 79% en
Riobamba.
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Gráfico VII: Porcentaje de mujeres en las categorías de
perfiles con y sin dependencia emocional transgeneracional en Riobamba y Quito
3.3.
Discusión
El
tipo de violencia más común presenciada en las familias de origen de las
mujeres participantes, en ambas muestras, son “gritos e insultos”; existiendo
una notoria diferencia en cuanto a la presencia de violencia en la ciudad de
Riobamba, con mayor porcentaje de violencia a diferencia de la ciudad de Quito,
especialmente, en “golpes” (más del doble 57,1% – 22,7%) y “hablar mal de la
familia del otro” (casi 8 veces más 42,9% – 5,5%).
Complementario
a lo anterior, la creencia de que las mujeres siempre son víctimas de violencia
por parte de los hombres, el precedente de mujeres que no sufren violencia, los
intentos por parte de las mujeres de vivir solas, y el antecedente de divorcios
y separaciones en la familia de origen, son otros de los factores delimitados
para la creación de los perfiles de DET en el presente artículo, y son de suma
importancia, puesto que potencialmente aumentan la vulnerabilidad de las
mujeres víctimas de VPI, especialmente en Riobamba.
Los
resultados señalan que, entre los factores en común tanto para Riobamba como
para Quito, se observan que: Las mujeres referentes, como ejemplo de ausencia
de violencia de pareja, son principalmente las amigas; y se han dado intentos,
por parte de las mujeres de ambas ciudades de vivir solas. En cuanto a las
diferencias entre ambos grupos, se encuentra que la creencia de que las mujeres
siempre son víctimas de violencia por parte de los hombres, es mayor en
Riobamba; y, se ha registrado un mayor porcentaje de divorcios y separaciones
en las familias de origen del grupo de mujeres de la ciudad de Quito;
reiterando parte de las conclusiones hechas por De La Villa-Moral et al.
(2018).
Además,
el 78% de las mujeres participantes de ambas ciudades están dentro de uno de
los siguientes perfiles con DET: “Con presencia de victimización, con posibilidades
de separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad” y “Sin
presencia de victimización, con posibilidades de separación, con intentos de
hacerlo, sin ejemplo de otra realidad”. Es decir, las respuestas distintivas en
esta sección son a las preguntas relacionadas con la presencia o no de
victimización, y el contar con o sin ejemplo de otra realidad. Lo peculiar de
estos dos perfiles, además, es que, en uno, a pesar de tener ejemplos de otra
realidad, la persona tiende a victimizarse; y, en el otro perfil, las mujeres
que no tiene ejemplos de otra realidad no se victimizan.
Finalmente,
el perfil que evidencia las diferencias notorias entre las mujeres víctimas de
VPI con DET y sin DET es “Sin DET, sin presencia de victimización, con posibilidades
de separación, con intentos de hacerlo, con ejemplo de otra realidad”,
observado únicamente entre las mujeres víctimas de violencia en Quito, y que
representa el 14% del total de 32% de los perfiles sin DET. Lo que permite
plantear que, si bien son menos los casos, aun así, existe población de mujeres
víctimas de violencia que son aislados de una pauta transgeneracional
aprendida.
La
ciudad de Riobamba, según datos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda
(MIDUVI, 2015), es más pequeña y conservadora que Quito; además tiene índices
más altos de pobreza y analfabetismo, lo que, según autores como Campbell et
al. (2011); Ruiz-Pérez et al., 2015; y, Yuan y Hesketh (2019), está relacionado
con el aumento de probabilidad de que las mujeres sufran de VPI. Además, es una
ciudad tradicionalmente agrícola semi urbanística (MIDUVI, 2015), que según
investigaciones de Peek-Asa et al. (2011) y DuBois, Rennison y DeKeseredy
(2019), es otro de los factores demográficos que aumenta la vulnerabilidad de
las mujeres ante la VPI.
De
igual manera, dado los hallazgos obtenidos en este estudio se pudo evidenciar
que, en ambas ciudades, las mujeres que han sido víctimas de violencia por
parte de su pareja, provienen de familias en las que principalmente sus madres,
abuelas, hermanas y tías han atravesado situaciones de violencia; lo que
reitera las conclusiones expuestas por otros autores anteriormente mencionados
(Vargas e Ibáñez, 2002; y, Medina, 2020).
Conclusiones
El
término DET no ha sido construido previamente en la literatura científica
revisada; y, en este artículo se busca que esta conceptualización del fenómeno
tenga un impacto y genere una mayor exploración del mismo en la problemática de
la violencia de pareja contra la mujer. Adicionalmente, durante la investigación
y, al plantear este concepto como parte de las posibles causas de la VPI, el
proponer y describir estos perfiles de DET, tiene como finalidad su utilización
para generar programas de intervención específica (asistencia y tratamiento),
dirigidos a cada categoría o grupo, tomando en consideración las diferencias
obtenidas en el presente estudio.
En
conclusión, existen algunas diferencias en el fenómeno de VPI en la muestra
estudiada: (1) Las relacionadas con ciertas características socio demográficas
propias de la ciudad donde habitan las participantes; y, (2) la presencia o
ausencia de factores que sostienen la DET en las mujeres.
La
ciudad de Riobamba, es considerada más pequeña y conservadora que Quito; además
tiene índices más altos de pobreza y analfabetismo, lo cual se encuentra
relacionado con el aumento de probabilidad de que las mujeres sufran de VPI;
asimismo, es una ciudad tradicionalmente agrícola semi urbanística
representando otro de los factores demográficos que aumenta la vulnerabilidad
de las mujeres ante la VPI.
Aunque
los resultados presentados en este artículo resultan contrarios a los datos
obtenidos en naciones Latinoamericanas y del Caribe según la Organización
Panamericana de la Salud (Bott et al., 2012), en la presente investigación, las
mujeres de la muestra de Riobamba sufren de más tipos de violencia, tienen
índices más altos según los perfiles expuestos de DET y se encuentran en mayor
riesgo ante este fenómeno que las de Quito, coincidiendo con resultados
obtenidos en los Estados Unidos que sugieren que la VPI ocurre más a menudo en
sectores rurales y en pequeñas ciudades.
De
igual manera, se pudo evidenciar que, en ambas ciudades, las mujeres que han
sido víctimas de violencia por parte de su pareja, provienen de familias en las
que principalmente sus madres, abuelas, hermanas y tías, han atravesado
situaciones de violencia. La herencia transgeneracional y la vinculación de los
mismos con las posibles lealtades existentes, que hacen de la violencia, un
fenómeno normalizado, mayormente en Riobamba (relacionado con la mantención de
creencias victimizantes), permite recalcar el rol de la DE como uno de los
principales pilares que sostiene las creencias y patrones que generan el
fenómeno transgeneracional.
Entre
las limitaciones de la presente investigación, se encuentra el tamaño de la
muestra, la metodología cualitativa y el tipo de análisis empleado, que, si
bien permite delinear tendencias y características de esta población, no
permite generalizar las conclusiones propuestas. Además, cabe señalar que
existe cierta dificultad al momento de recaudar la información, puesto que el
reconocer la situación de violencia (poca apertura con respecto al tema), la
posibilidad de revictimización al realizar una entrevista más extensa, cierto
mutismo y vergüenza, impiden también la validación de instrumentos más
complejos, por lo que, en la presente se colocó como prioridad la integridad y
la ética de la investigación y el principio de benevolencia con las mujeres
participantes.
No
obstante, la información obtenida presenta un concepto que permite generar
posibles líneas de trabajo terapéutico, tomando en cuenta las diferencias y
necesidades reales locales de las mujeres de diferentes regiones del Ecuador.
Coincidiendo con Argüello et al. (2021), quienes señalan que en los últimos 15
años pocos estudios se centran en la validación empírica de las intervenciones
para solventar VPI; en el presente artículo se pretende fomentar conocimientos
con ese objetivo. Sería de aporte académico el análisis de las características
psicológicas de las mujeres dentro de cada uno de los perfiles y sus posibles diferencias,
en estudios más amplios con muestras más representativas y en otros escenarios
sociales.
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