Revista de Ciencias
Sociales (RCS)
Vol. XXVIII, No. 1,
Enero - Marzo 2022. pp. 74-89
FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E:
2477-9431
Inestabilidad
del sistema económico actual desde la perspectiva de la Escuela Austriaca
Martínez
Chapa, Oshiel*
Quispe
Aruquipa, Saúl Roberto**
Salazar
Castillo, Jorge Eduardo***
Resumen
La economía mundial plantea desafíos que muestran la complejidad de sus
interacciones. En el presente estudio se analiza la inestabilidad del sistema
económico actual desde la perspectiva de la Escuela Austriaca, considerando su
tendencia a la recurrencia, sus tasas de crecimiento
desiguales, elevada inflación, volatilidad financiera, fuertes emisiones
monetarias, variabilidad en la producción y déficits públicos, entre otros
problemas. La metodología es cualitativa por cuanto analiza documentos y
cuantitativa por cuanto analiza e interpreta datos de variables seleccionadas. La
hipótesis es que el sistema económico requiere de arreglos institucionales a
fin de favorecer las prácticas de maximización de ganancias, con lo cual se
crean mayores riesgos. Se analizan variables macroeconómicas y los resultados
muestran patrones del ciclo económico en un contexto de liberalización
económica, desregulaciones y demás formas de adecuación de las políticas económicas
con miras a facilitar la expansión del capital transnacional. Los eventos
económicos y financieros se hallan marcados por inestabilidad, acentuándose esta
a partir de la década de los ochenta del siglo pasado. El trabajo concluye
señalando la necesidad de incorporar políticas económicas y sociales
incluyentes, pues las actuales contradicen los postulados teóricos y la
posibilidad de alcanzar las metas del desarrollo tan largamente prometido.
Palabras clave: Ciclo económico; políticas económicas; inestabilidad
económica-financiera; variables macroeconómicas;
Escuela Austriaca.
Instability
of the current economic system from the perspective of the Austrian School
Abstract
The world economy poses challenges that show
the complexity of its interactions. This study analyzes the instability of the
current economic system from the perspective of the Austrian School,
considering its tendency to recurrence, its unequal growth rates, high
inflation, financial volatility, strong monetary issues, variability in
production and public deficits, among other problems. The methodology is
qualitative in that it analyzes documents and quantitative in that it analyzes
and interprets data from selected variables. The hypothesis is that the
economic system requires institutional arrangements in order to favor profit
maximization practices, thereby creating greater risks. Macroeconomic variables
are analyzed, and the results show patterns of the economic cycle in a context
of economic liberalization, deregulation and other forms of adaptation of
economic policies with a view to facilitating the expansion of transnational
capital. The economic and financial events are marked by instability, this
being accentuated from the eighties of the last century. The paper concludes by
pointing out the need to incorporate inclusive economic and social policies,
since the current ones contradict the theoretical postulates and the
possibility of achieving the goals of development so long promised.
Keywords: Economic cycle;
economic policies; economic-financial instability; macroeconomic variables; Austrian
School.
Introducción
Los
episodios de inestabilidad económica se han desarrollado a lo largo de la
historia mundial, existiendo una gran cantidad en diversas economías y distintas
magnitudes. El interés en estos temas se renueva continuamente y se considera
que las condiciones económicas actuales son el resultado de políticas propiciadas
e inducidas por el gran capital. El hecho es que las políticas restrictivas de
recorte en los programas sociales repercuten negativamente en el grueso de la
población. Sin embargo, las políticas expansivas del gasto público, los rescates
financieros, así como los arreglos institucionales para privilegiar ganancias
corporativas extraordinarias, se ejercen e institucionalizan aun cuando solo
beneficien a una poderosa minoría, dejando fuera también a la mayoría
vulnerable.
La
experiencia de varios países en los siglos XX y XXI confirma cómo estas
condiciones descritas son adversas siempre para el interés público. Las prácticas
de acumulación son muy antiguas, pero se han reforzado y diversificado hasta el
presente. Ahora el capital se ubica en los diversos circuitos financieros
internacionales, pero el mismo no necesariamente se arraiga y, además, exige
rendimientos elevados con lo cual se coloca en altos niveles de riesgo
económico, político y social. Con diferentes matices, dicha condición ha
concurrido hasta ahora en buena parte de Occidente, paradójicamente, aun con las
políticas y regulaciones creadas por los bancos centrales y los organismos
internacionales de cooperación.
El objetivo de esta investigación es analizar la inestabilidad del
sistema económico actual desde la perspectiva de la Escuela Austriaca (EA). El
tema es actual, pero siempre ha sido relevante dada la evidencia de la
existencia de crisis permanentes. Su estudio es necesario en virtud que el
paradigma dominante no lo aborda en los términos en los que lo hace la EA. A
pesar que es una escuela con décadas de aportaciones en cuanto a investigación
recibe poco espacio en los textos de economía. En ese sentido, resulta fundamental
que los estudiosos de la ciencia económica tengan ante si más perspectivas que
explican el ciclo económico.
El
presente trabajo de investigación se estructura de la siguiente forma: En la
primera parte, se aborda la revisión de los antecedentes y los planteamientos
de la Escuela Austriaca (EA). La segunda, analiza de manera cuantitativa las
causas, rasgos y consecuencias de la inestabilidad financiera y política. La
tercera parte, describe la respuesta de la EA ante el ciclo económico. En la
parte final, se plantean las conclusiones, destacándose la implementación de
políticas de desarrollo inclusivo y de protección del empleo e ingreso de la
población, así como el abandono a esquemas que propician de forma recurrente
los episodios que distorsionan la economía y el bienestar.
1. Revisión de la
literatura sobre la Escuela Austriaca
En
esta sección se analiza lo que la EA considera como el origen de los problemas económicos
y financieros contemporáneos. Es necesario partir del reconocimiento que la economía
debe estar basada en el ahorro, la inversión rentable y el bienestar de la
sociedad. Cuando los países no tienen sus bases sólidas, sus sistemas
económicos se vuelven endebles y, por tanto, considerablemente riesgosos,
manifestándose ello en: 1) Dificultad para calcular con precisión el nivel de
precios, la tasa de interés y el tipo de cambio; 2) reducción del poder
adquisitivo de las familias que tienen renta fija y baja; 3) episodios de
volatilidad; 4) bajo crecimiento económico e insuficiencia en la generación de
empleos; 5) fallas de política monetaria, deviniendo generadores de presiones
de elevada inflación y política fiscal, lo cual entraña elevados impuestos,
recorte de gasto y déficit; y, 6) fallas de coordinación de los organismos
internacionales en el objetivo de reducir considerablemente la incertidumbre
económica.
En
el propósito de analizar el ciclo económico, Castellanos (2014) observa que las oscilaciones económicas
no son capaces de autorregularse y volver al equilibrio. Un trabajo reciente
respecto a la perspectiva de la EA que merece señalarse es el de Perdomo (2017), quien advierte que la inflación
de Colombia es el resultado de la expansión de la oferta monetaria. El autor
analiza las implicaciones de la política monetaria para dicho país en el
periodo 1991-2011, en el que se compara la inflación oficial del Banco Central
respecto de aquella que, en teoría, sería propia de la banca libre.
Otro trabajo en esta misma línea de investigación lo
constituye el de Borgucci (2011), en el que se revisan algunas
contribuciones de Ludwig von Mises y Friedrich Hayek en lo que se refiere a la existencia
de los ciclos económicos en Venezuela en el siglo XX. Según el autor, el país
en cuestión ha experimentado una complicada situación caracterizada por
políticas de gran intervención, caída en la inversión y dificultades para crear
nuevos puestos de trabajo, entre otras problemáticas que, si bien están presentes en la
mayoría de los países, en algunos de ellos se exacerban.
En un trabajo sobre la inflación según la EA, Martínez (2020), identifica patrones
continuos de desequilibrios en países de América Latina, además de otros, como
resultado de emisiones monetarias y políticas de fuerte gasto público ocurridas
en varios periodos de la historia, de manera específica en la década de los
ochenta del siglo XX. La inflación, como los demás problemas económicos, causa
afectaciones negativas a los trabajadores y, lo peor de todo, los resultados
dejan mucho que desear en cuanto a las metas de crecimiento y bienestar de la
mayoría de los países.
El
dinero, las diversas formas de transacción y el desarrollo de la sociedad
surgen, en primera instancia, a partir de un “orden espontáneo” (Hayek, 1983). Con el devenir, las naciones han
visto la creación de monedas y sistemas de transacción en diversos reinos y
países. Ello fue el antecedente del sistema bancario, contemplando la
circulación de billetes, casas de depósito y demás sustitutos monetarios
viables. El sistema del patrón oro con banca libre, competitiva y de reserva
fraccionaria, evolucionó hasta que sobrevinieron las prácticas expansivas de
dinero.
El
tema del ciclo económico ha sido abordado por diversos autores por separado como
Nicolai Kondratiev, J. Schumpeter, Alfred Marshal, H. Minsky, entre otros. También
se han analizado por diversas corrientes de pensamiento; a saber, la EA, el Marxismo,
la Escuela Keynesiana, el Monetarismo, el Estructuralismo de la Comisión Económica
para América Latina (CEPAL), por mencionarse a las principales. En el propósito
de este trabajo escapa analizar a fondo las otras perspectivas, excepto la EA.
No
obstante, en lo general dichas escuelas de pensamiento identifican la presencia
de ciclos económicos originados por factores como los conflictos militares, emisiones
monetarias, especulación financiera, el cambio tecnológico, acciones
gubernamentales proclives al gasto deficitario, entre otros. Las diferencias en
cuanto a lo que cada corriente plantea como solución se relacionan con las políticas
económicas a aplicar, así como a sus correspondientes expectativas.
Aunque
sobre el ciclo económico se ha escrito y discutido ampliamente, el presente
estudio se fundamenta en trabajos pioneros como “El dinero”, de Menger (2013); la “Desnacionalización
del dinero”, de Hayek (1983); “La
acción humana”, de Von Mises (2011); y demás fundadores, así como
continuadores de la Teoría Austriaca del Ciclo Económico. Debe señalarse la existencia de trabajos de enorme influencia en
el pensamiento económico como los de Keynes (1936),
en la perspectiva de la Teoría General, en el cual se advierte que la
inestabilidad referida es el resultado del funcionamiento del mercado en
condiciones de incertidumbre.
Trabajo
igualmente relevante es el de Minsky (2010), portavoz de “La hipótesis de la fragilidad financiera”, la cual esencialmente sostiene que las
especulaciones financieras dan lugar a inestabilidad en el sistema económico.
El auge de la economía y de las bolsas produce elevadas expectativas de
rentabilidad, las cuales se asocian con solicitud de endeudamiento y demás
operaciones que colocan en riesgo al mismo sistema financiero. La cuestión es
que, estos auges son pasajeros: Luego pasarán la factura a los demás agentes
económicos.
La
Escuela Monetarista no es ajena a este tipo de investigaciones, pues a partir
de trabajos como los de Fisher y Fisher (1933),
se postuló que las tasas de interés son el resultado de la interacción de dos
fuerzas: La ‘preferencia temporal’ que las personas tienen por el capital
ahora, y el principio de oportunidad de inversión (que el ingreso invertido
ahora generará mayores ingresos en el futuro). Más adelante, Friedman (1974); Barron (2011);
y, Cachanosky (1989), han sostenido que
las emisiones monetarias en los Estados Unidos (EU) han sido constantes y
generado graves consecuencias. Friedman (1974), planteó que los incrementos demasiado rápidos de la
cantidad de dinero en circulación respecto de la producción son los causantes
de dichas crisis monetarias.
De
hecho, el nacimiento de la macroeconomía como rama especializada en los temas
del desempleo, crecimiento, inflación, finanzas públicas, comercio
internacional y demás, se ha colocado en el centro de la atención de todas las
corrientes de pensamiento. Los temas financieros han cobrado relevancia
significativa en la actualidad. En economías dependientes fuertemente del commodity petróleo, como Venezuela, las
crisis petroleras impactan significativamente en los agregados monetarios M1 y
M2 (Urdaneta y Borgucci, 2018; Urdaneta et al., 2019).
Como
uno de los trabajos pioneros en este campo de investigación debe mencionarse “El
dinero”, de Menger (2013), quien advierte el proceso mediante el
cual se abandona la banca libre. De hecho, las leyes imperantes entre los
siglos XVI y XIX restringían la expansión crediticia. En la mayoría de los
países, la banca libre no llegó a desarrollarse debido a que los bancos
centrales mantuvieron privilegios a la hora de emitir dinero y crédito.
En
1694 se creó el Banco Central en el Reino Unido y pronto esta institución se
extendió a otros países de Europa. Estas instituciones emitían dinero
respaldado por oro, siendo este un modelo exigente con una paridad entre la
moneda y el metal en cuestión. El propio Von Mises (2011), defendió la banca libre en su obra “La acción humana”, destacando que en condiciones de
libertad bancaria la unión de todos los bancos en un cártel era peligrosa para
la propia banca libre y para la sociedad en general.
Según
Huerta (2012), los bancos requieren de
fiabilidad y calidad, además del oportuno servicio para no quebrar. La libre
competencia bancaria limita la emisión y expansión crediticia irresponsable. El
autor menciona las experiencias de banca libre y competitiva, previas al
monopolio de los bancos centrales, entre las cuales se hallan países como:
Escocia (1695-1844), Canadá (1817-1914), Colombia (1871-1886), Australia
(1890-1959), Francia (1776-1803), Irlanda (1824-1845), Suiza (1830-1881), EU
(1850-1860), China (1800-1922), entre otros.
Ya
en el siglo XX el patrón oro se transformó a partir de la experiencia de la
Primera Guerra Mundial; entonces los bancos centrales mantuvieron estables las
paridades. La Gran Depresión, según Cachanosky (1989),
comenzó temprana en la década de los veinte. En el momento en que se inició la
Primera Guerra Mundial imperaba el patrón oro y Londres era considerado el
centro financiero de la época. Con la guerra, se interrumpieron algunas
transacciones y parte del comercio internacional.
Sin
embargo, estos países abandonaron el patrón oro y, en consecuencia, comenzaron
a emitir fuertes cantidades de dinero sin respaldo con objeto de financiar los
crecientes gastos militares. Alemania y Francia abandonaron el patrón oro en
1914. El gobierno de Inglaterra declaró la inconvertibilidad de su moneda, pues
el precio de esta cayó rápidamente. EU no abandonó el patrón oro en ese
entonces. Sin embargo, en 1917 se realizaron enmiendas a la ley del Sistema de
la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) a fin de otorgar poderes de
emisión al margen del ahorro de los ciudadanos.
Con
la experiencia de la Gran Depresión, los gobiernos adoptaron regulaciones en
materia bancaria y financiera para privilegiar el interés público. No obstante,
en los hechos los bancos centrales fueron convirtiéndose en monopolios de la
oferta de dinero. Debe decirse que, desde su creación en 1913, la FED ha hecho diversas
enmiendas con el propósito de asegurar su influencia en la economía.
En
el mismo siglo XX, Hayek (1983) confirma
los hallazgos de los fundadores de la EA que le precedieron: Menger; von
Bohm-Bawerk; von Mises; y von Weiser. Para estos autores, el monopolio del
dinero ha reforzado el poder del Estado dada la tendencia a gastar más allá de
la capacidad de los ingresos de la producción nacional. Hayek (1983) lo describió así:
El derecho exclusivo del Estado de emitir y regular el
dinero no ha contribuido a proporcionarnos una moneda mejor de la que habríamos
tenido de otra manera, sino, posiblemente mucho peor. Ese derecho, como veremos
más adelante, se ha convertido en el principal instrumento de las actuales
políticas gubernamentales y ha contribuido al crecimiento general del poder
público. Gran parte de la política contemporánea se basa en la presunción de
que los gobiernos tienen poder para crear, y hacer que la gente acepte
cualquier cantidad de dinero adicional. (p.29)
Todavía
en el periodo de la posguerra, los Estados nacionales se limitaban en su
crecimiento a cobrar impuestos y obtener ingresos de sus bienes; su
intervención era mínima en la economía. En lo general, estos países tenían
economías estables -imperaba el patrón oro y, por tanto, no había
preocupación por la elevada inflación, ni por el déficit-. El
libre comercio y la movilidad de capitales se hallaban limitados por las políticas
proteccionistas imperantes.
Como
resultado de la inestabilidad del sistema económico, en particular de los
mercados financieros, en distintos países como México, Brasil, Argentina,
Paraguay y demás, se ha advertido una suerte de “quiebre” del modelo de ‘sustitución
de importaciones’, caracterizado por prácticas proteccionistas y de gran calado
de gobierno. En la década de los ochenta del siglo XX, en el Reino Unido
(Margaret Thatcher) y en EU (Ronald Reagan) comenzaron a empujar la agenda de
la liberalización y desregulación del mercado, basada en políticas y esquemas
de reducciones en el gasto público, políticas fiscales ortodoxas, esquemas de
privatizaciones, reducción del poder sindical y demás acciones, que fueron
cambiando la fisionomía de la estructura económica y social de dichos países.
2. Indicadores económicos: variables de interés del sistema económico
actual
En
esta sección se emplea la metodología cuantitativa para analizar una variedad
de indicadores económicos. Para este análisis se han seleccionado algunas
variables de interés del sistema económico actual. Se han seleccionado algunas series
de tiempo de: El crecimiento económico per cápita (países zona euro y pobres y
muy endeudados); las tasas de inflación (en este caso de México, Argentina y
Brasil); la oferta monetaria (en este caso, de la zona euro); la volatilidad
financiera (de EU); el comportamiento de los precios globales de los commodities
(de varios países); la deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) (de Grecia,
Italia, Argentina, España, Japón, Estados Unidos y México), así como el compuesto
precio-ganancias y la tasa de interés (de EU).
A
continuación, se describirá la evolución que tienen algunas variables económicas
y financieras representativas con el propósito de demostrar cuán inestable es
el sistema económico.
2.1. El
crecimiento económico
Se
entiende como crecimiento económico a la condición en la cual la producción
experimenta una expansión importante. La economía mundial ha estado inserta en
un ciclo económico resultado de diversos acontecimientos políticos, militares,
así como sociales, y ello se advierte en el Gráfico I, el cual muestra el
crecimiento del PIB per cápita para países de la zona euro y el de aquellos que
el Banco Mundial considera como pobres y endeudados (PPME)(1). A
grandes rasgos, se advierte que los de la zona euro registraron tasas
decrecientes a lo largo del tiempo. Los demás países experimentaron tasas
negativas por un largo periodo (hasta 1994). Después han tenido crecimiento,
pero no mayores a tres por ciento en promedio. Con la Gran Recesión de
2008-2009, el crecimiento ha ido a la baja en lo general. Esta situación
significa menores oportunidades de empleos bien remunerados, así como una
evidente contracción en la economía de los países y las familias.
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Fuente: Elaboración propia, 2021 con base en datos del Banco Mundial (2019).
Gráfico I: Tasas de crecimiento económico (per cápita) entre
países de la zona euro y muy pobres y endeudados (PPME) (en porcentaje)
2.2.
La inflación
La
inflación es definida como el incremento persistente del nivel de los precios
de los bienes y servicios. La crisis del petróleo de 1973-1974 significó un
incremento de precios en los energéticos y demás bienes, con lo cual el déficit
creció en forma desmedida, por lo que los bancos centrales y gobiernos
emitieron grandes cantidades de dinero con consecuencias de elevada inflación. El
Gráfico II, muestra un repunte en el nivel de precios desde mediados de los
ochenta hasta mediados de los noventa, siendo más elevados en Brasil y
Argentina que en México. Después de 1994, la variable en cuestión tendió a
bajar considerablemente como resultado de la aplicación de políticas monetarias
restrictivas, las cuales trajeron un bajo crecimiento y un mayor malestar en el
grueso de la población.
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Fuente: Elaboración propia, 2021 con base en datos del Banco Mundial (2019). Para el
caso de Argentina, se utilizan datos del Banco Central de la República
Argentina (2019).
Gráfico II: Tasas de
inflación en México, Argentina y Brasil en el periodo 1980-2019 (en porcentaje)
2.3. La oferta monetaria (M1)
La oferta monetaria
(M1) conocida
como un agregado monetario definido en termino de cantidad de dinero en
circulación conformado por billetes y monedas, los depósitos que dispone el
público, asi como las reservas en posesión de los bancos. El Gráfico III, muestra el crecimiento
de la oferta de dinero (en este caso, M1) en el periodo 1975 a 2020, observándose
cómo los bancos centrales crean dinero sin el respaldo debido en la producción.
La emisión de dinero se incrementa con las crisis de manera considerable y ello
tiene consecuencias en cuanto a problemas de inflación, deuda y menores
recursos para aplicar al desarrollo social. En el Gráfico III se aprecia cómo la
oferta de dinero de la zona euro presenta una tendencia exponencial.
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Fuente:
Elaboración propia, 2020 con base en datos del Federal Reserve Bank of St. Louis (2019).
Gráfico
III: Oferta
monetaria en zona euro periodo 1975-2020(miles de millones de dólares)
2.4. La volatilidad financiera
Se
entiende como volatilidad financiera a los cambios de tendencia o variabilidad
ocurrida respecto a su promedio en cuanto a la rentabilidad de activos en un periodo
determinado. Los bancos centrales desplegaron políticas monetarias que
influyeron en las decisiones de los agentes económicos como la tasa de interés,
tipo de cambio, oferta de dinero, crédito, entre otros. Hasta la mitad de la
década de los setenta existían condiciones de estabilidad en los tipos de
cambio. Sin embargo, en diferentes países comenzaron a suscitarse episodios de
volatilidad en el mercado de valores como resultado de búsqueda de tasas altas
de rentabilidad.
Lo
anterior trajo consigo devaluaciones de la moneda, entornos de recesión (moderada
o extendida), recuperación y luego auges, pero insostenibles en el largo plazo.
El ciclo es continuo y tiene efectos diversos en la producción, el empleo, los
ingresos y el gasto público, con todo lo que ello conlleva. El Gráfico IV, se refiere al comportamiento del
mercado en EU y muestra cómo estos episodios son constantes, pero han mostrado
una variabilidad mayor en las crisis, especialmente entre 2001, 2008-2009 y
2020.
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Fuente:
Elaboración propia, 2020 con base en datos del Federal Reserve Bank of St. Louis (2019).
Gráfico IV: Índice de
volatilidad en el mercado financiero estadounidense
(frecuencia mensual promedio)
El
índice de volatilidad procede de las opciones del Standard and Poors (S&P
500). Se crea a partir de la información del Chicago Board Options Exchange
y el precio de cada opción que representa la expectativa del mercado de una
volatilidad prospectiva de 30 días (ver Gráfico IV)(2).
2.5. El comportamiento de precios globales
Las corporaciones tienen metas de
desempeño financiero y ello motiva sus decisiones de inversión y producción. El
mercado de valores es un producto de dichas metas de maximización de
inversiones y de rentabilidad, en un entorno de riesgos y de información
imperfecta para los agentes económicos. En tales mercados se cotizan grandes
cantidades de bienes que la humanidad requiere como las materias primas,
alimentos, monedas, entre otros. El Gráfico V, muestra el comportamiento del
Índice Global de Precios de los Commodities, expresado en unidades. El Índice se basa en 2016, el cual es igual a 100; se
trata de información que se recolecta trimestralmente. El valor del índice
muestra los precios de referencia que se cotizan en el mercado global.
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Fuente: Elaboración propia, 2021 con base en datos del Federal Reserve Bank of St. Louis (2019).
Gráfico V: Índice global de
precios de todos los productos básicos o commodities y su tendencia (Índice
2016=100)
2.6. Deuda pública
Derivado de las crisis de
la posguerra y del proceso de armamentismo, la situación económica se volvió
adversa para los países en vías de desarrollo, pues han sido recurrentes los episodios
de devaluaciones, inflación y demás problemas, los cuales han precipitado
cambios bruscos en las tasas de interés, quiebras y rescates del sistema
bancario. Las políticas de ajuste emprendidas lograron reducir la inflación y
renegociar condiciones de deuda, pero no en sí las propias deudas, ni los déficits,
implicando restricciones en el gasto público con los consecuentes costos
sociales y económicos para el grueso de la población.
El Gráfico VI, muestra el
crecimiento de la deuda pública como porcentaje del PIB entre Grecia, Italia,
Argentina, España, Japón, EU y México. En todos ellos, en casi medio siglo
creció varias veces su tamaño: En Grecia, poco más de siete veces; en Italia y
Argentina, poco más de cuatro veces; en EU y en México, poco más de tres veces.
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Fuente:
Elaboración propia, 2021 con base en datos del Fondo Monetario Internacional (2019).
Gráfico VI: Deuda como
porcentaje del PIB (1970-2019) entre Grecia, Italia, Argentina, España, Japón,
Estados Unidos y México (en porcentaje)
2.7. Compuesto precio-ganancias
y tasa de interés en EU
El
índice CAPE (“Cyclically Adjusted Price
to Earnings Ratio” o “Ratio Precio-Beneficio Cíclicamente Ajustado”) es una
ratio de valoración bursátil que permite medir la relación entre el precio
actual de un índice bursátil durante un periodo de 10 años para suavizar las
fluctuaciones en las ganancias corporativas que se producen en diferentes periodos
de un ciclo económico (Shiller, 2000).
La
importancia de este índice es la relación inversa que guarda con la
rentabilidad de la bolsa durante los siguientes 10 años. Por tanto, cuanto
mayor sea el CAPE, menor es la rentabilidad que se debe esperar para los
próximos años. En el Gráfico VII, se puede apreciar cómo los periodos de un
elevado valor del índice CAPE están asociados a episodios de crisis económicas
y una baja en la tasa de interés nominal.
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Fuente: Shiller (2020).
Gráfico VII: Standard and
Poor’s (S&P) compuesto real relación
precio-ganancias y tasa de interés (1871-2020)
3.
La contribución de la EA frente al ciclo económico
Frente
a keynesianos y neoclásicos, la EA elabora la Teoría del Ciclo Económico, en la que reconoce que el problema de
inestabilidad económica y financiera tiene que ver con la expansión crediticia
artificial -ocasionada por el Estado y los bancos centrales al emitir dinero
sin respaldo, así como a la autorización de coeficientes de caja fraccionarios
en la banca privada-. Con estas acciones se distorsiona la información de los
agentes económicos, provocándose euforias inversoras que conducen luego a
quiebras patrimoniales y a acciones de rescates bancarios. La EA reivindica un
sistema de banca libre con coeficiente de caja de 100 por ciento (Garrison, 1978;
Huerta, 2012; Menger, 2013).
Frente
a los socialistas, los austriacos plantean la defensa radical de la libertad
del individuo a fin de limitar la intervención excesiva del Estado en la vida
de la sociedad. En este mismo orden de ideas,
debe señalarse que el teorema
austriaco de “la imposibilidad” afirma
que no es posible que un individuo o comité (el Estado) recolecte toda la
información necesaria para una asignación eficiente de los recursos.
La
EA hace hincapié en los resultados de la aplicación de la política monetaria al
considerar a la inflación como resultado inevitable de los incrementos en las
tasas de interés y las emisiones monetarias, causándose con ello distorsiones
en la producción, el empleo y la oferta de dinero. En ese tenor, Kirzner (1999);
y, Selgin (2008), plantean la necesidad que el mercado
retome su libre elección al confirmar la prevalencia del oro, o bien, dando
lugar a otros patrones monetarios. En un mundo de banca libre sometido a las
leyes, se tendrían beneficios como: 1) La creación de fondos de inversión con
participaciones negociables en el mercado; 2) la creación de entidades
destinadas a proporcionar servicios de pago, transferencias, contabilidad y
caja; y, 3) la formación de entidades dedicadas a la extracción, diseño y
oferta de los diferentes dineros privados.
Por su parte, Garrison (1978)
presenta un proceso de formación de capital y de crecimiento económico genuino,
contrario al de las emisiones de dinero y de la manipulación de la tasa de
interés, pues ello destruye la estructura productiva. El referido autor recomienda
que para evitar las
crisis de carácter cíclico hay que limitar la expansión artificial del crédito a
fin de fomentar el crecimiento del ahorro voluntario de la sociedad.
Por
ello, es fundamental garantizar al inversor y ahorrador el derecho de
propiedad, lo cual exige a las instituciones bancarias que los fondos se
custodien y mantengan a disposición 100 por ciento de los depósitos. Desde esa
perspectiva tiene sentido propiciar tasas de crecimiento económico sostenido,
con lo cual se reducen las tensiones en los costos de transacción laborales. Si
la productividad creciera más deprisa que la masa monetaria, se elevaría la
capacidad adquisitiva.
Autores como Fisher y Fisher (1933); Wartburton (1966); Rothbard
(2002); y Huerta (2012), han planteado
como fundamental que la banca garantice plenamente los depósitos de los
ahorradores, eliminándose así el curso forzoso. También se plantea que las
monedas se sometan a concurso, o bien, se privilegien prácticas de asociación
con naciones con monedas más estables.
No obstante, en EU, esta y otras regulaciones fueron
derogadas en 1999 por el entonces presidente Bill Clinton. Se observa, pues, la
persistencia de prácticas consideradas como riesgosas para el público inversor
como para los Estados nacionales, dadas las intervenciones y rescates
bancarios, así como financieros implementados en muchos países (Nicholson y
Snyder, 2011).
Por otra parte, existe el riesgo moral en el mercado
de inversiones, el cual se explica justamente por quienes toman decisiones
públicas y privadas con base en la información sobre eventuales acontecimientos
de los que se pueden obtener dividendos. De hecho, la crisis hipotecaria de
2008 constituye un claro ejemplo de lo que se viene aseverando a lo largo de
este trabajo. Hubo quienes anticiparon la “burbuja” especulativa derivada de
los créditos hipotecarios (Selgin, 2008; Barrón, 2011; Huerta, 2012). Sin
embargo, no fueron escuchados por las autoridades responsables de la política
económica.
Los incrementos en los precios también tienen sus
motivaciones. Según Galbraith (1975), la inflación
tiene ganadores y, en el origen del capitalismo norteamericano y europeo, jugó
a favor de los ricos y en contra de los asalariados:
La
inflación tuvo un profundo efecto sobre la distribución de la renta, con una
particular tendencia a castigar más a los que tenían menos. La pérdida de los
que cobraban los salarios bajos era una ganancia de los que los pagaban y se
beneficiaban con los precios continuamente en alza. De ello resultaron grandes
beneficios y sucesivamente una aceleración general del capitalismo comercial y,
en una manifestación más elemental, del industrial (…) así fue como el dinero
americano, y la inflación resultante, ayudaron al nacimiento del capitalismo
europeo. (p.362)
Frente al ciclo económico, la EA plantea la necesidad
de llevar a cabo inversiones sostenibles basadas en el ahorro de la sociedad. Las
crisis tienen su origen en la distorsión de las tasas de interés, lo cual es el
resultado de políticas de intervención. Bajo el patrón oro los gobiernos se
limitaban en su gasto a sus reservas y la producción se basaba en bienes reales
y necesarios, pero una vez que se abandonó dicho patrón los gobiernos
experimentaron una reducción del poder de sus monedas y aumentos en los
precios. En el interés de corregir estos problemas debe señalarse que no ha
sido suficiente con mantener la autonomía de los bancos centrales para evitar
la aparición de crisis recurrentes. El problema sigue latente y ello tiene que
ver con lo que sostiene Lorente (2021),
en el sentido que los elevados ingresos y ganancias de capital suelen
valorizarse en forma extraordinaria aun cuando no tengan una relación con la
inversión real lo cual alimenta la espiral especulativa.
Conclusiones
El
presente trabajo ha abordado la inestabilidad del sistema económico actual,
aunque debe reconocerse que dicha condición ha estado presente a lo largo de la
historia con diferentes grados de complejidad. Se han revisado aquí la teoría y
los hechos que muestran la presencia del ciclo económico según la EA. Aun
cuando se han creado leyes, acuerdos e instituciones nacionales e
institucionales para procurar el orden y el desarrollo social, el hecho es que
persisten los problemas económicos descritos en estas líneas en la mayoría de
las naciones.
Como
se ha señalado en este trabajo, existe un interés permanente en explicar la
dimensión y los efectos de las crisis. Ahora mismo los gobiernos encaran una
crisis sanitaria, pero también de índole económica y social. El presente
estudio contribuye a esclarecer el origen de la inestabilidad asi también sus
caracterizaciones. El creciente gasto de intervención se traduce en aumento de
deuda y déficit, lo cual tiene repercusiones en el grueso de los ciudadanos del
mundo. Las metas de una sociedad mas inclusiva y con justicia social se vuelve
muy complicado que sean alcanzadas dado el actual escenario descrito aquí.
Los
planteamientos de la EA sobre la necesidad de una economía sana y sostenible
son legítimos. Sin embargo, resulta evidente que el sistema económico está
regido por un elevado riesgo moral al asumir como directrices la obtención de ganancias
extraordinarias y la acumulación de poder político, aun cuando ello implique
continuar por la ruta sin salida respecto de los problemas descritos que encaran
la mayor parte de la población.
Se
ha precisado el papel que tiene el premio por la inversión y la especulación
característicos del sistema financiero. El motivo por obtener ingresos y
ganancias es legítimo en tanto que no implique afectar a terceros y, además, se
juegue de acuerdo con reglas de orden, así como coexistencia. No obstante,
existen prácticas de acumulación que se han llevado a cabo desde hace siglos y se
refuerzan permanentemente, las cuales han significado ganancias extraordinarias
para quienes conocen las reglas, disponen de información privilegiada y no
suelen pagar las consecuencias de sus acciones. Idealmente, las regulaciones al
sistema financiero se han diseñado a efecto de proteger, en lo posible, el
patrimonio de los inversionistas, reducir los riesgos de bancarrota, de
pérdidas patrimoniales, como también de empleos de la población.
En
este trabajo se advierte cómo las políticas adoptadas han estado comprometidas
con mantener el estado de cosas; es decir, beneficiar al poder económico y
político actual. Sin embargo, estos procesos han alentado escenarios de
inestabilidad permanentemente, con lo cual la situación de riesgo económico
sigue dominando. Los gastos extraordinarios del sector público tienen sus
beneficiarios, aunque también generan costos como: Elevada inflación, déficit,
deuda creciente, rescates y emisiones monetarias. Desafortunadamente, estas prácticas
continúan aun cuando se legisle al respecto. La ciencia económica ha dado
cuenta de la necesidad de limitar este tipo de acciones adversas para el
interés público fundamentalmente.
Después
de la Gran Recesión de 2008-2009 una buena parte del mundo ha sido afectado en
sus niveles de bienestar, toda vez que se han reducido los ingresos familiares
debido a la baja de la producción y contracción del crédito; todo ello en medio
de una coyuntura de bajo crecimiento y elevado desempleo. Esta situación
obedeció, en buena medida, a la incapacidad de los gobiernos para velar por las
condiciones de los trabajadores, así como familias de ingresos medios y bajos.
Se
trata de crisis ocurridas como si fuese una cadena montañosa. Las anteriores se
conectan con la actual, resultante de la denominada emergencia sanitaria por el
COVID-19, la cual agrava la realidad de cientos de millones de personas y, a la
vez, plantea un horizonte sombrío para las generaciones actual y venidera. Este
tipo de escenarios deben inspirar investigaciones en el contexto de la era post
COVID-19, pues es un hecho que el papel de los gobiernos será de mayor
intervención.
No
debe, por tanto, extrañarse la persistente desigualdad en los ingresos y
niveles de bienestar, con lo cual se vuelve problemática la gobernabilidad con
principios de justicia social. La inestabilidad económica ha colocado límites al
modelo de crecimiento, pues no privilegia inversiones sostenibles de largo
plazo, trabajo productivo y el ahorro mismo.
Notas
1 Los países considerados por el Banco Mundial como
Pobres y muy endeudados son: Afganistán, Benín, Bolivia, Burkina Faso, Burundi,
Camerún, Chad, Comoras, República Democrática del Congo, República del Congo,
Costa de Marfil, Eritrea, Etiopía, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Guyana,
Haití, Honduras, Liberia, Madagascar, Malawi, Malí, Mauritania, Mozambique,
Nicaragua, Níger, República Centroafricana, Ruanda, Santo Tomé y Príncipe,
Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Tanzania, Togo, Uganda y Zambia.
2 El valor alude a los
precios de referencia representativos del mercado global. Están determinados
por el mayor exportador de un producto determinado. Los precios son promedios
de período en dólares estadunidenses nominales.
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* Doctor
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Tecnológico Nacional de México, México. E-mail: omartinez@uat.edu.mx ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9675-5472
** Doctor en Ciencias Económicas. Profesor de la
Universidad Autónoma Metropolitana, México. E-mail: saul_rqa@yahoo.es ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3018-2832
*** Maestro
en Ciencias de la Administración. Profesor de la Universidad Autónoma de
Tamaulipas, México. E-mail:
jorge@uat.edu.mx ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1138-2353
Recibido: 2021-09-03 · Aceptado: 2021-11-23