Revista de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXVIII, No. 1, Enero - Marzo 2022. pp. 187-201
FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431
Gerencia
de la investigación y del conocimiento en las universidades colombianas:
Algunas reflexiones
González Roys, Gustavo Adolfo*
Resumen
La
gerencia de la investigación y del conocimiento en las universidades
colombianas beneficia de manera directa e indirecta a la innovación, la
creatividad, la asimilación y la adaptación a los cambios mediante la
aplicación del conocimiento como recursos estratégicos en el proceso investigativo.
Por ello, en el artículo se busca reflexionar sobre la gerencia de la
investigación y del conocimiento para identificar áreas de demanda y detención
de necesidades, implementar mecanismos de promoción, difusión y colocación de
productos investigativos en los mercados. Teóricamente se basó en investigadores
como Muro y Rivas (2004); Santillán (2010); y Soto (2011). El estudio se abordó
desde la perspectiva interpretativa, en un contexto teórico, documental. Los
resultados reconocen las potencialidades de los miembros de la organización
universitaria, sus conocimientos y destrezas, así como las reales necesidades
del entorno social y productivo, para encauzar el trabajo investigativo hacia
el conocimiento socializado. Se concluye que, las universidades colombianas como
comunidad científica, deben crear, analizar y discutir los convenios basados en
la triada relacional Universidad–Estado–Sociedad, convirtiendo a la tecnología
en aliada para el desarrollo, la construcción de comunidades prósperas, con
visión prospectiva, en escenarios que favorezcan las potencialidades del
conocimiento socialmente construido.
Palabras
clave: Gerencia de la investigación; gestión del
conocimiento; universidad; innovación; creatividad.
Research and knowledge
management in Colombian universities: Some reflections
Abstract
The management of
research and knowledge in Colombian universities directly and indirectly
benefits innovation, creativity, assimilation and adaptation to changes through
the application of knowledge as strategic resources in the research process.
Therefore, the article seeks to reflect on the management of research and
knowledge to identify areas of demand and detention of needs, implement
mechanisms for promotion, dissemination and placement of research products in
the markets. Theoretically it was based on researchers such as
Muro (2004); Santillan
(2010); y Soto (2011). The study was approached from the interpretive
perspective, in a theoretical, documentary context. The results recognize the
potentialities of the members of the university organization, their knowledge
and skills, as well as the real needs of the social and productive environment,
to channel the research work towards socialized knowledge. It is concluded that
Colombian universities, as a scientific community, should create, analyze and
discuss agreements based on the University-State-Society triad, turning
technology into an ally for development, the construction of prosperous
communities, with a prospective vision, in scenarios that favor the potential
of socially constructed knowledge.
Keywords:
Research management; knowledge management; university; innovation; creativity.
Introducción
Atendiendo
a la gerencia en el sector educativo se admite como una herramienta fundamental
para el logro y funcionamiento efectivo de la estructura educativa para la gerencia
del conocimiento, donde la capacidad para direccionar y organizar son
habilidades indiscutibles para el éxito de cada organización. En la educación
superior la importancia de la gerencia radica en que proporciona las bases para
orientar los procesos que permitirán desarrollar proyectos, atendiendo a los
recursos con los que se cuenta, sin dejar de lado las variables ambientales, sociales,
económicas y humanas, que entran en juego en todo proceso gerencial; por ello,
ha de entenderse como un instrumento necesario para lograr la eficacia
institucional en la toma de decisiones de naturaleza administrativa y
presupuestaria, pero también en la parte de la docencia, en la extensión y
obviamente en la investigación.
Desde
esta perspectiva ante el impacto que está teniendo la globalización y la
sociedad del conocimiento en todas las organizaciones y empresas, la gerencia
del conocimiento ha llegado a ser una plataforma determinante en el desarrollo
de la compatibilidad y su integración a un mundo caracterizado por el
aceleramiento, la urgencia y el fenecimiento del conocimiento, estas
condiciones están obligando tanto a las personas como a las organizaciones a
tener que reinventarse a cada momento con el objetivo de ser sostenibles en el
tiempo (Torres y Lamenta, 2015; Pinzón,
Maldonado y Marín, 2019; Escorcia y Barros, 2020; Ureña et al., 2021).
En
este contexto, los sistemas educativos que, a partir del siglo pasado, se
cristianizaron como una de las piezas angulares del desarrollo económico y
social de los Estados nacionales, hoy se encuentran como es lógico, inmersos en
las transformaciones de la sociedad del conocimiento, las cuales están trastocándolos
haciendo que tengan que dar respuestas perentorias para ajustarse a una
sociedad que emerge continuamente, producto de los requerimientos de la
dinámica de producción e intermediación de conocimientos en sus procesos
formativos y de capacitación.
Con
respecto a la gerencia de la investigación y del conocimiento en las
instituciones de educación superior, se han convertido en una tendencia
reorientadora de muchas de sus prácticas organizativas. Por una parte, se puede
expresar que gracias a su aparición y amplia expansión los temas de la gestión
del conocimiento, han cobrado fuerza y perspectiva dentro de la educación
superior. Por la otra, la investigación para la gestión del conocimiento
representa una oportunidad de ocuparse de los procesos que les son naturales,
pero que también garantizan su evolución, su eficiencia, eficacia y
productividad.
En
este ámbito de ideas, el trabajo está direccionado hacia gerencia de la
investigación y la gestión del conocimiento con sus factores condicionantes
tales como la autonomía, el reconocimiento y la adaptabilidad junto a la
capacidad de innovación; y en la gerencia de la investigación en lo que
respecta a las demandas sociales, administración de recursos, reconocimiento y
las funciones gerenciales, entre otras. Dadas todas estas razones, la
importancia de la presente investigación reside en que se pretende demostrar su
importancia para que la educación superior cumpla el cometido de ofrecer una
educación de calidad, pero con proyección social.
Los
beneficios de esta investigación se orientan a contribuir con el mejoramiento
tanto de la gerencia de la investigación como de la gestión del conocimiento,
en el entendido que el Estado colombiano está realizando esfuerzos encaminados
a generar posibilidades de éxito enmarcado en los tres procesos fundamentales
de la educación superior en Colombia: Academia, investigación y extensión
social. Con tal fin, propone y aplica políticas destinadas a mejorar los
procesos de investigación para que estos se transformen en el mejoramiento y
desarrollo de la calidad de vida de la población.
Quienes
se favorecen directamente con sus resultados es el conglomerado que interactúa
en las universidades objeto de estudio. Adicionalmente, se pretende hacer
recomendaciones particularmente para los gerentes de los centros de
investigación, los docentes, a los rectores y a los estudiantes. Además, la
investigación representa una oportunidad para mejorar procesos tradicionalmente
vinculados a la gerencia. De igual forma, los resultados que se alcancen para
las instituciones de educación superior públicas, representan una reflexión
para la resignificación de las funciones universitarias con el fin de alcanzar
la tan anhelada calidad educativa.
De
igual manera, desde las implicancias teóricas de la investigación permitirá
analizar el modo de concebir las variadas a partir de las diversas posturas
teóricas que le sirven de plataforma a las afirmaciones que realiza el
investigador. En correspondencia con la gerencia de la investigación y la gestión
del conocimiento, desde el punto de vista práctico la indagación mostrará
posibles soluciones a las problemáticas planteadas, resultando en un modelo
formal de un estudio estadístico descriptivo de las variables investigadas.
Las
implicaciones metodológicas de la investigación se abordaron desde la
perspectiva interpretativa, bajo un enfoque post
positivista, en un contexto teórico-documental, que para Tancara (1993), investigación
documental, se entiende como una serie de métodos y técnicas de búsqueda,
procesamiento y almacenamiento de la información contenida en los documentos,
en primera instancia, y la presentación sistemática, coherente y
suficientemente argumentada de nueva información en un documento científico, en
segunda instancia.
De
este modo, no debe entenderse ni agotarse la investigación documental como la
simple búsqueda de documentos relativos a un tema. “El Método de investigación
documental se desarrolla a través de cuatro fases que permiten el desarrollo
lógico y ordenado de la actividad de investigación, que implica la utilización
de diversas técnicas para obtener y tratar la información” (Rizo, 2015, p.23).
En
ese sentido, se parte del supuesto que los procesos para la producción del
conocimiento no pueden generarse únicamente de una descripción metodológica, es
decir, con la utilización exclusiva del método científico para la validez del
conocimiento, sino que también pueden ser apoyados desde una adecuación a la
realidad social, al mercado. Para esto, sería necesaria una caracterización
organizativa – gerencial, que se enfoque en las condiciones de productividad o
de efectividad de los procesos ligados a las necesidades y oportunidades del
mercado, la producción, planificación y organización de los recursos, medios y
tecnologías de producción.
Dentro
de este marco, la preocupación central de la presente investigación se
sintetiza en la premisa que refleja la integración de la gerencia de la
investigación y del conocimiento, adecuada desde una visión compleja y transdiciplinaria,
así como su rol en los cambios en el entorno en la sociedad del conocimiento,
específicamente del quehacer universitario en el contexto colombiano.
Bajo
ese escenario ideático, se mantiene la máxima que las universidades cumplen un
rol fundamental y protagónico en la sociedad: Transformar y preparar a un
profesional integral, con saberes especializados y generales relacionados con el
área profesional por la cual se inclinó, en términos vocacionales y, además, con
mayor importancia, que estén preparados para enfrentar la complejidad de los
retos y cambios que la sociedad demanda. Para este logro, las universidades
planifican, construyen y gestionan un currículo que les permita basar su
estructura académica en cuatro pilares orientadores operativos de actividades, que
las caracterizan y definen: Docencia, investigación, extensión y gestión. De
ese modo, el presente trabajo engrana estos cuatro universos en dos grandes
áreas, como son la gerencia de la investigación y del conocimiento.
Con
la finalidad de dar cumplimiento al propósito expresado, inicia con la revisión
teórica crítica de la literatura relacionada con la conceptualización de la
gerencia de la investigación, comenzando por el concepto de gerencia, a partir
del aporte de diferentes autores, épocas y contextos. Además, se conceptualiza
la investigación y sus diferentes movimientos teóricos relacionados con el
quehacer universitario, a fin de definir posteriormente, la gerencia de la investigación
y sus principios, describir las fases del proceso, a la vez relacionar esta con
la gestión del conocimiento en las universidades colombianas, variable que fue
revisada y definida.
Estas
teorías, han buscado identificar los criterios gerenciales implícitos en la
investigación que contribuyan a redimensionar el conocimiento, los saberes,
para de esta manera ofrecer aportes con la finalidad de reorientar o
transformar el trabajo investigativo universitario para el bien de la sociedad
colombiana (Castañeda y Castañeda, 2007).
El
presente artículo tiene como propósito principal discernir serias
consideraciones sobre la gerencia de la investigación y del conocimiento en el
contexto de las universidades colombianas. Esto con el fin, de evidenciar de
manera teórica, su relación directa con la solución de problemas existentes en
la sociedad actual, la cual se presenta con oportunidades difusas, aunado a
grandes retos, como el cambio y su fuerza transformadora frecuente.
1.
Gerencia de la investigación
Sostener
un análisis crítico y reflexivo sobre este punto implica conocer los conceptos
de gerencia e investigación. Para ello, se comenzará por definir lo correspondiente
al término de gerencia. La definición de Burgos (1986), apunta a la gerencia como
arte y ciencia de trabajar en equipo hacia el logro de los objetivos de una
organización, a través de sus funciones básicas: Planificación, organización,
dirección y control. Otra definición la aporta Guédez (2003), quien indica que
gerenciar implica tomar ideas, iniciativas, deseos y convertirlos en
propósitos, utilizando para ello unos recursos; a lo cual agrega, que la
gerencia busca administrar a través de determinadas acciones organizacionales,
para la traducción de propósitos en bienes, servicios o conocimientos. Por su
parte, Rodríguez (2016), consideran la gestión del conocimiento como:
La combinación de datos, información, experiencias,
sistemas de información; enmarcada en la capacidad creativa e innovadora de los
seres humanos; es decir, la relación armónica entre lo tecnológico y lo humano,
para hacer más resaltante la producción de conocimiento; convirtiendo este en
un componente competitivo a nivel académico; el cual debe contar con una
infraestructura de información académica, lo que simboliza una organización
abierta a la participación, la cooperación; donde la negociación y el crecimiento
académico sean los ejes centrales del compartir diario; valorando la capacidad
del talento humano y empleando los elementos tecnológicos al máximo. (p.3-4)
Claramente,
los autores citados Burgos (1986); Guédez (2003); y, Rodríguez (2016), reflejan
una visión de la gerencia como un arte, lo que implica preparación e intuición,
además de una necesaria, planificación, ejecución, dirección y control sobre
los procesos de los que se ocupa, así como la disponibilidad, administración y
utilización eficiente de los recursos para alcanzar los objetivos propuestos. Para
esto, es necesario el trabajo coordinado y en equipo de los miembros de la
organización, quienes deben conocer el propósito o misión organizacional y
hacerse participe de la misma, para de esta manera, accionar con claridad hacia
la búsqueda de resultados satisfactorios.
Lo
anterior, se complementa en la perspectiva de Terry y Franklin (1986), quienes
reconocen las funciones básicas y de carácter universal, indistintamente del
tipo de actividad o nivel en que trabaja el gerente, no obstante, debe preverse
el impacto de la tecnología en el futuro, considerando que esta retará la
innovación del gerente para utilizarla de manera efectiva.
Por
su parte, Rangel-Toloza (2016), manifestó que en las universidades requieren de
la innovación en los recursos, en la investigación, y en la extensión para
potenciar su misión que las lleven al posicionamiento potencial y espacial de su
contexto geográfico. Lo citado conduce a inferir que la gerencia implica necesariamente
un proceso de investigación, relacionado con la construcción de un producto y
fundamentado en una teoría o cuerpo de conocimientos organizados sobre esta
actividad humana.
Adicionalmente,
al ser percibida como un arte, permeado por la creatividad y la innovación,
puede conducir a la solución de los problemas desde diferentes ópticas, y con
ello al logro de los objetivos trazados, a través del trabajo en equipo y una
previsión tecnológica, que hoy por hoy conduce hasta la vida cotidiana. Todo
ello, de la mano de una valiosa capacidad organizacional para la adaptación a
los cambios, así como de la aplicación de herramientas y técnicas gerenciales.
En
un escenario de mayor especificidad, como es la gerencia universitaria, Muro y
Rivas (2004) apuntan a que ésta implica transformar, reinterpretar y hasta
reinventar, de manera tal que se pueden generar criterios de pertinencia y
calidad, tanto en sus procesos y funcionamiento, como en sus resultados; los
cuales, giran en torno a la construcción de conocimientos que permitan dar
respuesta a las necesidades y demandas de la sociedad en la que se insertan las
instituciones universitarias. En ese sentido, la universidad “tiene que
adaptarse, simultáneamente, a las necesidades de la sociedad contemporánea, y
llevar a cabo su misión trans-secular de conservación, transmisión,
enriquecimiento de un patrimonio cultural sin el cual no seríamos más que
máquinas que producirían y consumirían” (Morín, 1999, p.87).
Lo
anterior, en clara alusión a la necesidad de la construcción del conocimiento
desde las necesidades sociales, sin dejar de lado la investigación como proceso
orientador de cambios en el pensamiento y en la acción. Al respecto, Muro y
Rivas (2004) explican que esos esfuerzos están orientados a generar cambios, la
conducción asertiva de equipos de alto desempeño, con competencias para
producir nuevos modos de pensar y nuevas orientaciones que posibiliten una real
transformación universitaria, donde la gerencia sea conductora de procesos innovadores
y participativos.
Lo
antes expuesto, está en relación a lo manifestado por Suárez, Pereira y Pereira
(2010); así como Ureña et al. (2021), quienes alegan que la investigación es
una de las actividades primordiales de la misión universitaria en tanto sirve
de soporte a la actividad de extensión y, a la vez, se constituye en un factor
determinante en la actualización y profundización del conocimiento, el cual
sirve de sustento a la actividad docente.
Ahora
bien, Suárez et al. (2010), considera “la gestión de la investigación desde una
perspectiva integral la cual incluye las políticas diseñadas y los sistemas
administrativos puestos en marcha, con la finalidad de orientar e impulsar las
actividades de producción, difusión y uso de conocimientos” (p.137). Lo citado
por las autoras aborda la investigación desde dos etapas, las políticas
públicas y los sistemas administrativos que están implícito en la gerencia.
En
un sentido operativo, la principal tarea de una gerencia de investigación
consiste, a decir de Machado et al. (2007), en identificar áreas de demanda,
así como en detectar necesidades de conocimiento e implementar mecanismos de
promoción, difusión y colocación de productos investigativos en los mercados
adecuados. Asimismo, plantean, que las variaciones del proceso de investigación
pueden encontrarse en diversas esferas, entre estas los estilos epistémicos y
la condición de la organización.
Tomando
en cuenta todos los aspectos descritos, se podría inferir que para que exista
una gerencia de la investigación, como un proceso activo de gestión social que
pueda resolver los problemas presentes en las sociedades, se hace necesario la
presencia de los siguientes procesos:
1. Planificación: A partir de la frase cotidiana pensar antes de
actuar, que amerita analizar y establecer los pasos a seguir, visualizar el
norte para la investigación, y la definición de las políticas, objetivos,
estrategias de financiamiento, recursos y actividades a desarrollar, enmarcadas
en lo que en el contexto universitario se denomina un programa de investigación,
el cual debe ser aprobado y asignado a una comunidad científica según la línea
de investigación.
2. Organización: A través de la cual se distribuyen las funciones y
tareas planificadas, definiendo las redes y conexiones; la asignación y
coordinación de aspectos relacionados con tecnologías de información; recursos
humanos y materiales; así como espacios al igual que condiciones idóneas para
promocionar y fomentar tanto la creación como la posterior difusión del conocimiento.
3. Dirección: Desde donde se establecen los niveles de liderazgo
para la transformación y/o construcción social del saber, así como el
desarrollo de la capacidad creativa e innovadora de los seres humanos.
4. Supervisión o control: Que permite evaluar los resultados bajo la
perspectiva de criterios de eficiencia y eficacia tomando como base los
objetivos propuestos en la investigación. El criterio en el cual se basa la
supervisión, es mantener y gestionar el máximo bienestar humano al menor costo
posible, así como la efectividad o impacto social, bajo una concepción pluridisciplinaria
y transdiciplinaria; en esta premisa el eje central es el ser humano, principal
motivador y generador de los cambios.
5. Retroalimentación: Una vez culminado el proceso investigativo, se hace
una revisión de los logros, en términos del alcance de las metas propuestas y
su real impacto social, a los fines de determinar continuidades,
modificaciones, nuevas alternativas y/o nuevos escenarios de acción
investigativa.
2.
Gerencia del conocimiento
Para
analizar este aspecto, es necesario entender que el dominio del saber
científico permite apreciar en el mundo contemporáneo una necesidad para atestiguar
la identidad y la independencia cultural de los países y, de esta manera, canalizar
la participación de la población en la planificación y aplicación de acciones
hacia el desarrollo (Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las
Ciencias y la Educación [UNESCO], 1998). El proceso antes descrito evidencia
que la transformación y avance del ser humano depende en gran medida de la habilidad
de las sociedades para crear, innovar, manejar información, conocimientos,
investigar, aprovechar los descubrimientos que la investigación produce.
De
ese modo, la riqueza y bienes de las naciones estarán condicionados cada vez
más, no sólo por los recursos naturales o materiales que estas posean, sino por
sus recursos y potencialidades intelectuales para gestionar los primeros.
Dentro de este marco, se reafirma que el mejor y más valioso recurso con que
cuentan las organizaciones es el conocimiento, el cual está de manera directa
relacionado a la conducción adecuada de la información, al tipo de gerencia, a
la estructura característica que posea la organización, así como al uso de los
sistemas de información y comunicación que realizan las personas involucradas
en la toma de decisiones (Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL],
2001).
En
el mismo contexto, Santillán (2010) plantea que la gestión del conocimiento se
refiere a la aplicación pragmática y reflexiva de cualquier concepto o
definición. En ese sentido, supone el traslado a un plano de análisis en el que
se identifican procesos que agregan valor, determinados por la incorporación de
nuevos conocimientos. Luego entonces, gestionar el conocimiento podría entenderse
como el aporte que se hace a los sistemas de gestión de inteligencia para
aprender con base en experiencias propias y ajenas a la organización. Es en la
reutilización del saber hacer, donde se produce el enriquecimiento y la
aparición del nuevo conocimiento.
Dentro
de este marco organizacional, siendo la información y el conocimiento recursos
estratégicos en el proceso de investigación, en el marco de un contexto social
dinámico y sistemas de relaciones complejas, como deberían ser las
universidades, que implican reconsiderar la producción y organización del
conocimiento, es menester derribar las barreras tradicionales entre las
disciplinas, para dar relevancia al Pensamiento Complejo impulsado por Morín (2003).
Continuando
en este orden de ideas, la gerencia del conocimiento según Reyes y Aular (2018),
se relaciona con el aprendizaje desde todos los puntos de vista a ser, pensar, comprender,
distinguir, seleccionar, argumentar razonadamente y hacer útil el conocimiento,
para desarrollar las competencias investigativa interconectado con el
pensamiento crítico y la capacidad para resolver problemas con lógica donde se
vea la diferencia que existe entre el procesamiento y la aplicación del
conocimiento.
Todos
los autores citados en los párrafos anteriores coinciden en expresar que la
gerencia del conocimiento es la que conduce a la esencia del ser universitario,
la cual debe ir a la par con los avances tecnológicos, insertado en un
pensamiento complejo que eliminen las brechas tradicionales y conduzcan
a pensar,
comprender, distinguir, seleccionar, argumentar razonadamente y hacer útil el
conocimiento para desarrollar la inteligencia y actitud investigativa en
términos de capacidad para el trabajo científico con valores ciudadanos.
3.
Gerencia de la investigación y del conocimiento en las universidades
colombianas
Las
universidades colombianas según el Observatorio de la Universidad Colombiana
(2013) deben gerenciar la investigación y el conocimiento para mejorar la
calidad, la cual debe partir de la formación y experiencia de los profesores,
con la naturaleza de los procesos de enseñanza-aprendizaje, con la actualidad y
profundidad de los contenidos, así como con el conocimiento contextualizado
derivado de actividades intensas de investigación e innovación.
Adicionalmente,
se presentan en el contexto universitario e investigativo colombiano, que coexisten
junto a la precariedad de la asignación de recursos, otras debilidades que
deben considerarse y asumirse ante la asunción de planes y proyectos, a fin de
no chocar con un muro de obstáculos desmotivadores que, si se conoce y se
gestiona cómo derribarlo, se puede lograr al menos horadarlo progresivamente
hasta lograr su caída definitiva. Al respecto, de las debilidades del sector
investigativo, Soto (2011) comenta:
Sabemos nuestras falencias: la necesidad de acercar
los sectores científico, tecnológico y productivo; el poco conocimiento y la
poca conciencia de la importancia del tema de la investigación entre quienes
toman decisiones en las organizaciones; el insuficiente número de
investigadores en las diferentes áreas de formación y disciplinas; el limitado
nivel de la institucionalización de la ciencia en Colombia; la debilidad en la
capacidad de innovación; la percepción parcial y, a veces, distorsionada de lo
que es la ciencia y del papel que ella desempeña en la sociedad y en el
desarrollo del país; la poca comprensión pública del impacto de la ciencia en
la vida cotidiana de todo ser humano y del papel que ella puede cumplir en el
bienestar de la población; la carencia de rigor crítico; la debilidad y
dispersión de la comunidad científica; la separación académica entre
docencia-investigación-extensión; y habrá, seguramente, otras más, como por
ejemplo, la poca proyección social o la falta de internacionalización. (Soto, 2011,
párr.4)
La
anterior descripción de Soto (2011), aun cuando dista once años de la
actualidad, no está alejada de ella, pues siguen observándose patrones
similares, quizá porque se sigue trabajando en parcelas de conocimiento intra y
extrauniversitarias, donde no puede negarse el trabajo arduo que realizan las
instituciones por alcanzar estándares de gestión de calidad en la
investigación; sin embargo, el enrumbamiento hacia una visión compartida
todavía no se logra.
En
ese orden de ideas, Rodríguez (2016) en una investigación orientada a
caracterizar y medir los niveles de gestión del conocimiento en los grupos de
investigación en universidades colombianas y privadas de Boyacá, Colombia,
entre sus conclusiones, producto de los resultados, manifiesta que el proceso
de gerencia investigativa está carente de indicadores de medición del éxito, lo
cual oculta la realidad del desempeño en investigación, afianzando las barreras
de la gerencia del conocimiento investigativo, las cuales son trámites
administrativos, falta de retroalimentación de los resultados investigativos,
la alta resistencia al cambio y la falta de estímulos a los investigadores.
Las
consideraciones anteriores, permiten afianzar la necesidad de las universidades
colombianas de motorizar procesos de gestión del conocimiento y de la
investigación, toda vez que ello permitirá a los actores universitarios,
pilares de las instituciones, desarrollar y gestionar el conocimiento, para que
este a su vez se convierta en un eslabón competitivo a través de la gestión de
la investigación. Para ello, se hace necesario contar con una infraestructura contentiva
de información, tecnología y sistemas, lo cual denota a una organización universitaria
abierta a la participación social y a la cooperación institucional, así como
gubernamental, es allí donde la negociación y el crecimiento se convierten en los
ejes principales del quehacer diario, representativo de organizaciones donde se
diagnostican los recursos disponibles, se valora la capacidad de cada quien y
se emplean los elementos tecnológicos al máximo.
No
obstante, actualmente llegan buenas noticias sobre la investigación en las
universidades colombianas. La edición del 2020 del Ranking Iberoamericano de Instituciones de Educación Superior (IES),
SIR Iber 2020, en su informe anual sobre el proceder de las instituciones del
sector de investigación, publicado por SCImago
Research Group (SRG), en conjunto con
la revista científica: El Profesional de la Información, ofrece una
clasificación de las instituciones según el número de
trabajos indexados, analizando además su desempeño, considerando para ello,
tres factores fundamentales: Investigación, innovación e impacto social.
Para
2020, el informe incluye “el indicador de impacto: Weighted Citation Normalized
(WCN), y una caracterización del desarrollo de la actividad investigadora que
se realiza en el Sector Educación Superior, en los primeros 16 países
iberoamericanos” (De-Moya-Anegón et al., 2020, p.4).
El
referido informe indica que teniendo en cuenta la capacidad de producción
institucional por país, “Brasil, España, Portugal, México, Chile, Argentina y
Colombia se consolidan como los países con mayor capacidad para publicar
trabajos científicos en la región y constituyen el grupo 1 de análisis del
presente informe” (De-Moya-Anegón et al., 2020, p.9). Destaca además el documento,
que los países ubicados en el grupo 1 (ver Tabla 1 y Gráfico I), son aquellos
que han publicado más de 60.000 trabajos de investigación entre los años
2014-2018, aportando cada país más del 5% de la producción regional investigativa
publicada.
Cuadro
1
Grupos
de países según capacidad de producción SIR Iber 2020
Grupo 1 |
Grupo 2 |
Grupo 3 |
|
Brasil |
Ecuador |
Granada |
Haití |
España |
Perú |
Portugal |
Antigua y Barbuda |
Portugal |
Venezuela |
Guatemala |
Guayana |
México |
Uruguay |
Panamá |
Bahamas |
Chile |
Cuba |
San Cristobal y Nieves |
Aruba |
Argentina |
Puerto Rico |
Honduras |
Martinica |
Colombia |
Costa Rica |
República Dominicana |
Belice |
|
Jamaica |
Guadalupe |
Isla Caimán |
Bolivia |
Nicaragua |
Andorra |
|
|
El Salvador |
Isla Turcos y Caicos |
|
Islas Vírgenes |
San Vicente y las Granadinas |
||
Antillas Holandesas |
Monserrart |
||
Tinidad y Tobago |
Santa Luía |
||
Dominica |
Barbados |
||
Gayana Francesa |
Islas Británicas |
||
Sriname |
Bermuda |
Fuente:
De-Moya-Anegón et al. (2020).
Fuente:
De-Moya-Anegón et al. (2020).
Gráfico
I: Porcentaje de participación frente al número de IES
presentes en SIR Iber 2020 por país – Grupos 1 y 2
En ese orden de ideas,
el informe a nivel general, revela que el crecimiento investigativo de México,
Chile y Colombia supera los 7.000 trabajos en comparación con el quinquenio
anterior, lo que representa una tasa de crecimiento para México del 6%,
mientras que para Chile y Colombia supera el 10% (12% y 13% respectivamente),
lo cual representa noticias satisfactorias para las instituciones
universitarias colombianas.
Resulta importante señalar que en el año 2019 se dio la fusión del Departamento
Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias), en el
Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias, 2019), creado
también en ese mismo año. Ambos organismos presentan en el portal web La Ciencia en cifras, accesible a
todo público, así como una amplia información sobre resultados del avance
investigativo en Colombia, siendo los datos hasta 2019 aportados por
Colciencias y los posteriores al Minciencias. En ese sentido, entre los muchos
datos alojados en ese portal, en cuanto a grupos de investigación reconocidos,
el mismo revela su incremento entre los años 2013 y 2019, con un leve descenso
en 2014, que luego ascendió progresivamente hasta el pasado año, de lo cual se
infiere la atención y la continuidad del trabajo investigativo de estos grupos
en el país (ver Gráfico II).
Fuente:
Minciencias (2019).
Gráfico
II: Grupos de Investigación reconocidos en Colombia
En
cuanto a los productos de estos grupos de investigación (ver Gráfico III), se
informa que, para el año 2019, se registraron un total de 802.539 productos
investigativos en el contexto de la geografía colombiana, de los cuales la
producción de Nuevo conocimiento ocupó un 49% de los trabajos, la Formación del
recurso humano un 25%, la Apropiación social del conocimiento totalizó un 22%,
y el Desarrollo tecnológico e innovación un 4% de la producción investigativa.
Los resultados anteriores, son favorecedores en las tres primeras áreas, no así
en el área tecnológica y de innovación, donde según las cifras el trabajo
desarrollado y reconocido ha sido poco, con lo cual se infiere la necesidad de
emprender investigaciones hacia esa área a objeto de desarrollar en Colombia
productos tecnológicos propios, adaptados al contexto de las necesidades del
sector productivo y social comunitario.
Fuente:
Minciencias (2019).
Gráfico
III: Total de productos de investigación de grupos en
Colombia y porcentaje de productos de grupos por tipología
De
igual manera, el portal La Ciencia en cifras del Minciencias de Colombia (2019),
reveló cifras relacionadas a los Investigadores reconocidos en el lapso
2013-2019 (ver Gráfico IV), donde se evidencia un notable incremento del
talento humano incorporado y haciendo investigaciones, pues las cifras revelan
el paso de 8.016 investigadores en 2013 a 16.796 en 2019, esto representa un
209,53% de incremento entre 2013 y 2019, lo cual resulta sumamente relevante
pues demuestra el interés del personal calificado en las organizaciones
universitarias en incorporarse a la labor investigativa, repercutiendo como ya
se evidenció en el aumento de los grupos de investigación y de los productos
derivados de estos.
Fuente:
Minciencias (2019).
Gráfico
IV: Histórico de Investigadores reconocidos. Período
2013-2019
Dentro de los datos sobre las revistas
científicas indexadas (ver Gráfico V), para el presente año, el portal arroja
un total de doscientas setenta y cinco revistas (275), de las cuales solo dos
(2) revistas son publicadas por el Gobierno Nacional, mientras que para las
Universidades se reportan doscientas cuarenta y ocho (248) publicaciones lo
cual representa el 90% del total; para entidades sin fines de lucro catorce
revistas (14) para un 5%; centros o institutos de investigación seis (6) para
un 2%; instituciones tecnológicas, nacional y organizaciones no gubernamentales
dos (2) cada una, esto es un 1% y, la categoría pequeña una revista (1),
representativo de un 0% dentro de la totalidad.
Fuente:
Minciencias (2019).
Gráfico
V: Revistas Indexadas por Tipo, Subtipo y Naturaleza de
la Institución. Año 2020
En
cuanto a la naturaleza de la Institución, en términos de pública o privada,
ambos sectores engloban ciento treinta y siete (137) revistas indexadas,
representativo de un 50% del total y el sector mixto solo evidencia una revista
(1), que representa el 0% dentro del total (ver Gráfico V).
Esos
datos disponibles en el portal web La
Ciencia en cifras del Minciencias de Colombia (2019), así como los informes
hasta 2017, descargables desde el propio portal, exponen la importancia que para
las universidades colombianas supone el hecho de comunicar los resultados de
las investigaciones que se llevan a cabo en sus espacios académicos, denotando
además el interés de los investigadores en publicar y compartir el conocimiento
con sus pares.
Sin
embargo, se observa una gran brecha entre los resultados subtipo de las
instituciones y de estos con respecto a los resultados de publicaciones del
gobierno, hecho este que debe mover a otras instituciones gubernamentales o no,
a asumir el reto de publicar los resultados de investigaciones, pues es de esa
manera como el conocimiento científico puede ser revelado y compartido con la
comunidad científica, con la subsecuente continuidad, adaptación, contrastación
y comparación que pudieran generarse a partir de los resultados.
Conclusión
Las
universidades colombianas deben reflexionar sobre la necesidad de adaptarse a
las nuevas realidades cambiantes del entorno, por lo cual deben: Incorporarse a
un proceso de cambio, administrando el riesgo que esto implica. Adicionalmente,
deben generar y administrar la transformación por la búsqueda de una
universidad flexible, abierta y universalista, democrática que enfrente los
desafíos actuales y futuros de las sociedades. Eso implica, una transformación
de la gestión universitaria, donde su resultado sea el motor fundamental del
resto de las funciones y del desarrollo económico-social del país, indagando
sobre la verdadera gerencia de la investigación, generando nuevas líneas y
conformando grupos investigativos que respondan a los problemas reales de la
sociedad.
Lo
anterior, conducirá no únicamente a producir conocimientos, sino a disponer de
ellos, promocionarlos y hacerlos accesibles, para ser aplicados. Ese es el gran
reto para todas las universidades colombianas, no obstante, también se
convierte en una gran oportunidad de crecimiento como organizaciones que
gestionan el conocimiento, y para las personas que en ella hacen vida, pues se
enrumban hacia un trabajo con objetivos claros y compartidos, donde todos participan,
aportan y se motivan por el alcance de las metas.
Afrontar
estos retos, debe hacerse desde la planificación, desarrollo y gestión de
proyectos, líneas, áreas de investigación y centros e institutos, grupos de
investigación con pertinencia social, que puedan formar parte de convenios
universitarios basados en la triada relacional Universidad–Estado–Sociedad, convirtiendo
a la tecnología en aliada para el desarrollo, a las crisis en oportunidades, y
al conocimiento en el principal recurso, para la construcción de comunidades
prósperas, con visión prospectiva, en escenarios que favorezcan las
potencialidades del conocimiento socialmente construido.
El
estudio gerencia de la investigación y del conocimiento en las universidades
colombianas, aportó una nueva forma de ver, ser y sentir de las instituciones
de educación superior que responda efectivamente a las múltiples demandas, desafíos
y circunstancias sociales, en la que converjan las comunidades de
investigadores y profesores de la universidad con el contexto social, así como
la presencia de un liderazgo social orientado al logro de una institución
dinámica que aprende del proceso sinérgico y proactivo de sus miembros.
Las
posibles líneas de investigación que se pueden generar con este artículo son:
Gerencia universitaria ante las crisis mundiales no previstas; Generación de
capacidades de acción inmediata bajo contextos de emergencia; Investigación
direccionadoras de producción de conocimiento; Difusión y divulgación,
fundamentos para la socialización del conocimiento; La gerencia del
conocimiento intermediada por el internet.
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* Doctorante
en Gerencia y Políticas Educativas en la UBC (México). Magister en Gerencia de
Proyectos de Investigación y Desarrollo. Ingeniero Agroindustrial. Docente
Tiempo Completo en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Popular del
Cesar, Colombia. Docente Ocasional Medio Tiempo de la Universidad Mariana,
adscrito a la Facultad de Educación, en el programa de Maestría en Pedagogía,
Valledupar, Colombia. E-mail: gustavogonzalez@unicesar.edu.co;
ggonzalezr@umariana.edu.co ORCID:
https://orcid.org/0000-0001-5274-8182
Recibido: 2021-08-23 · Aceptado:
2021-11-09