Revista
de Ciencias Sociales (RCS)
Vol.
XXVIII, No. 1, Enero - Marzo 2022. pp. 303-321
FCES -
LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431
Imaginario social de actores
locales sobre la contaminación ambiental minera en el altiplano peruano*
Quispe-Mamani, Edgar**
Chaiña Chura, Fermin Francisco***
Salas Avila, Dante Atilio****
Belizario Quispe, Germán*****
Resumen
El estudio sobre el
imaginario social de los actores afectados por la contaminación ambiental en ámbitos
locales donde se desarrollan actividades mineras, formales e informales, es de
alta relevancia para lograr la ansiada complementariedad y la armonía entre el
desarrollo basado en el extractivismo y la protección del medio ambiente. El objetivo
del artículo es analizar e interpretar los sentimientos, pensamientos,
significados y las acciones de los actores en torno a la contaminación ambiental
producida por la minería informal e ilegal en la cuenca del río Suches en
Cojata, Puno-Perú. El diseño metodológico es la fenomenología interpretativa, porque
analiza e interpreta las subjetividades e intersubjetividades de los actores,
recabadas a través de: Entrevista semiestructurada, grupo focal y observación.
Como resultado, el imaginario social de los actores se expresa en una fuerte
oposición y rechazo a la minería informal e ilegal, porque en los últimos 15
años habría generado efectos nocivos al medio ambiente: Contaminación de los
ríos, la vegetación, la salud animal y la salud humana. Se concluye que, ante
el imaginario radical de los actores locales es indispensable acciones
políticas multinivel basadas en enfoques y políticas de sinceramiento en el
diseño e implementación de instrumentos de gestión ambiental.
Palabras clave: Imaginario social; contaminación ambiental; actores locales; minería;
Perú.
Social
imaginary of local actors on mining environmental pollution in the Peruvian
highlands
Abstract
The study of the
social imaginary of the actors affected by environmental pollution in local
areas where formal and informal mining activities take place is highly relevant
to achieve the desired complementarity and harmony between development based on
extractivism and the protection of the environment. The objective of the
article is to analyze and interpret the feelings, thoughts, meanings and
actions of the actors around the environmental pollution produced by informal
and illegal mining in the Suches river basin in Cojata, Puno-Perú. The
methodological design is interpretive phenomenology, because it analyzes and
interprets the subjectivities and intersubjectivities of the actors, collected
through: Semi-structured interview, focus group and observation. As a result, the social imaginary of the actors is expressed in a strong
opposition and rejection of informal and illegal mining, because in the last 15
years it would have generated harmful effects on the environment: Contamination
of rivers, vegetation, animal health and human health. It is concluded that, given the radical imaginary of local actors,
multilevel political actions based on approaches and sincere policies in the
design and implementation of environmental management instruments are
essential.
Keywords: Social
imaginary; environmental pollution; local actors; mining; Peru.
Introducción
En la sociedad global, basada en
el modelo de racionalidad instrumental moderna (Weber,
2002), el cambio climático es uno de los problemas que viene afectando a
la humanidad, debido a la contaminación ambiental producida, en buena medida,
por el extractivismo de los recursos naturales, como es el caso de la minería.
Debido a la fiebre del oro, muchos ecosistemas en el mundo empezaron a ser
contaminados desde la época de la colonización, a través del uso de mercurio
para su recuperación (Díaz, 2014).
Históricamente, la visión oficial
del Perú ha sido que éste es un país eminentemente minero, por ello el Estado
peruano ha sido promotor del extractivismo (Yacoub,
Vos y Boelens, 2016), como tal, es el cuarto productor de plomo en el
mundo, por lo que está expuesto a la contaminación ambiental producida por la
explotación minera formal e informal (Astete et
al., 2009), y más de medio millón de peruanos dependen directa o
indirectamente de la explotación artesanal e informal de minerales,
principalmente del oro, cuyo modo
de explotación no repara en lo más mínimo en el cuidado del medio ambiente, ni
en la aplicación de tecnologías óptimas de extracción, mitigación y biorremediación
(Osores, Rojas y
Manrique, 2012). Esta
situación da lugar a múltiples conflictos socioambientales cada vez de mayores
dimensiones.
En la región Puno, el mayor
problema de contaminación ambiental es generado por la minería informal
desarrollada en las cabeceras de cuenca de los ríos Azángaro, Suches y Coata (Ministerio
del Ambiente [MINAM], 2013), debido al uso exagerado e
inadecuado de mercurio para la extracción del oro que altera la flora y la
fauna silvestre, así como los cultivos y la ganadería, con los consiguientes
riesgos sobre la salud pública de más de 1.000.000 de habitantes: Peruanos y
bolivianos (Goyzueta y Trigos, 2009).
La minería informal desarrollada en la cabecera de cuenca del río Suches,
por mineros bolivianos y peruanos, afecta a los sistemas de producción familiar
de los peruanos, dedicados principalmente a la crianza de alpacas para carne y
fibra, que vienen siendo afectados por la presencia de elementos químicos
provenientes de las actividades mineras que contaminan el rio Suches, cuyas
aguas desde tiempos ancestrales se emplean para el riego de pastos naturales,
alimento de los camélidos y consumo de los propios habitantes del distrito de
Cojata.
Ante la situación problemática expuesta, en el artículo se busca dar
respuesta a las siguientes preguntas: ¿Qué sentimientos y pensamientos tienen
los actores comunales y locales sobre la contaminación minera en los ríos, la
vegetación, la salud animal y la salud humana? ¿Qué significados le atribuyen
los actores a la contaminación minera? ¿Qué acciones desarrollan los actores
ante la contaminación minera? De esta manera, desde el enfoque fenomenológico
interpretativo, el objetivo del artículo es analizar y comprender el imaginario
social de los actores comunales y locales sobre la contaminación minera que
afecta a su entorno y vida cotidiana.
La fenomenología interpretativa, es un
enfoque de investigación cualitativo que busca comprender los significados
asociados a la experiencia vivida, es decir, su objetivo es estudiar un
acontecimiento o fenómeno desde la perspectiva de quienes viven o han vivido la
experiencia, e interpretar dicha experiencia vivida (Duque y Aristizábal, 2019), la experiencia vivida es la vida
cotidiana de los individuos y está constituida por todos los eventos
sensoriales, afectivos y cognoscitivos observados, subjetiva e
intersubjetivamente, por los individuos en un lugar y tiempo; además, es la
forma efectiva de existencia trascendental del ser, que se renueva a si misma
para la verdad (Husserl, 1997; Arreola, Aguilar y Niebla, 2019).
Si bien desde el paradigma
cualitativo de investigación, y específicamente, desde la fenomenología
interpretativa se pueden realizar estudios de experiencias vividas en torno a
diversos temas y fenómenos sociales; sin embargo, en el ámbito de estudio no se
dispone de investigaciones similares sobre la problemática de la contaminación
ambiental minera, por ello el estudio pretende cubrir ese vacío teórico y
analítico.
De otra parte, el imaginario
social es ese elemento estructurante
originario, ese significado-significante central, fuente de lo que se da cada
vez como sentido indiscutible e indiscutido, soporte de las articulaciones y de
las distinciones de lo bueno y lo malo, afectivo e intelectual, individual y
colectivo (Castoriadis, 2007); los imaginarios sociales, en el tiempo y el
espacio, son esquemas socialmente construidos, que permiten percibir
(sentimientos y pensamientos), explicar (significados) e intervenir (acciones)
en lo que en cada sistema social diferenciado, se tenga por realidad (Pintos,
2005).
Asimismo,
la contaminación ambiental, es un proceso cíclico que involucra todos los
ambientes: Aire, agua y suelo, y desde cualquier perspectiva, a los seres vivos
tanto emisores como receptores de los contaminantes. Es decir, la contaminación
ambiental es la alteración del medio ambiente, a través de la emisión de
contaminantes de origen, mayoritariamente, antropogénicos, causado por acciones
de tipo industrial, agropecuario, clínico, entre otros, que son capaces de interferir el bienestar y la salud
de las personas (Guerrero y Pineda, 2016;
Moreira-Ceballos, 2020).
1. Fundamentación teórica
1.1. Imaginario
social
En el marco del
imaginario social, el mundo social es cada vez constituido y articulado en
función del sistema de significaciones sociales instituidas y esas significaciones
existen como lo imaginario efectivo. Es decir, al ser
del grupo, cada uno se define, y es definido por los demás, en relación a un
nosotros (sociedad) que es ante todo un símbolo, un nombre, designado por
extensión y por comprensión, cuyo significado no es ni puede ser real ni
racional, sino imaginario (Castoriadis, 2007).
Así, el imaginario social es fuente de producción de la realidad de las
sociedades humanas a partir de un modo de ser sui generis del ser
cultural (Leff, 2010).
Pintos (2005), centra
su análisis teórico-metodológico de los imaginarios
sociales para relacionar con el problema del orden social, y define como los esquemas socialmente construidos, cuya
entidad tiene un elevado grado de abstracción, basado en el código
relevancia/opacidad, socialmente diferenciado. Consiente percibir (lo espacial, temporal, geográfico, histórico,
cultural, entre otros), explicar (con
marcos lógicos, emocionales, sentimentales, biográficos, entre otras), e intervenir (mediante estrategias,
programas, políticas, tácticas, entre otras). En la medida que la realidad es
percibida de forma particular, permite afirmar que no puede haber una verdad
única, si no múltiples verdades (Randazzo, 2012).
Por su parte, Baeza (2000) comprende el imaginario social a
partir de la puesta en cuestión de la visión moderna e instrumental de
la conciencia, porque el imaginario social influye con contundencia los modos
de pensar y actuar en sociedad. Por tanto, un imaginario social no es la
sumatoria de imaginarios individuales, sino producto de la legitimación social en
el marco de las relaciones sociales, y los imaginarios sociales juegan el rol
de cohesión social en la sociedad.
Los imaginarios sociales son mundos
fácticos de la vida, productos y productores de la
cultura (Leff, 2010), un conjunto real y
complejo de imágenes mentales, independientes de los criterios científicos de
verdad y producidas a partir de herencias y creaciones, relativamente
conscientes (Martínez y Muñoz, 2009), construcciones
de sentido que gravitan y adquieren autonomía relativa en torno a emergencias e
interacciones entre eventos, relaciones, experiencias y nociones de la
comunidad ante un fenómeno (Cuéllar y Andrade,
2019), significaciones sociales imaginarias, definidas como formas de
ser, pensar y actuar de las personas (García-Rodríguez,
2019).
De acuerdo con lo
anterior, el imaginario social es un magma de significaciones sociales (Castoriadis, 2007) que se encarna en los habitus
(Bourdieu,
1990), en esquemas de
prácticas sociales (Giddens, 2000), en
símbolos y significados (Geertz, 2003),
en costumbres en común (Thompson, 1995), en el sendero de indagación
del sentido común de la población (Salazar y
Castelán, 2011) y regula las prácticas de una comunidad a partir de las
maneras de sentir y de pensar, codificando el deseo de vida de un pueblo, de
una cultura y de una comunidad (Leff, 2010).
Desde la perspectiva
reconstructiva de la realidad social, el imaginario social transita hacia el “imaginario radical”, que conlleva la idea
de un imaginario capaz de resistir a los procesos de colonización y
racionalización, y su capacidad de restaurar los mundos de la vida desde sus
raíces (Habermas, 1999). En esa
radicalidad, el imaginario social incorpora las dimensiones intencional y
afectiva de las significaciones sociales dominantes (Leff, 2010). Es decir, el proceso de reconstrucción y
transformación de la realidad social es imposible e inconcebible fuera
de la imaginación productiva o creadora, o imaginario radical (Castoriadis, 2007).
El imaginario social es radical, en tanto fuente de creación (Cuéllar y Andrade, 2019). De esta manera, el
imaginario sería reserva y potencia: Reserva, en tanto actualización de la
cultura; y potencia, en tanto creatividad y dinamización de la subjetividad (Martínez y Muñoz, 2009), donde los imaginarios
del buen vivir cuestionan el propósito de mejorar la calidad de vida, que desde
una modernidad reflexiva busca afinar la economía del bienestar dentro de la
instrumentalizada economía tecnológica y de la geopolítica del desarrollo
sostenible. Entonces, del imaginario del vivir bien, que ha sido instaurado en
la vida de los pueblos andinos y amazónicos -imaginarios de una vida
comunitaria dentro de una comunidad ecológica-, deriva otro imaginario: El de
los derechos de la naturaleza (Leff, 2010).
1.2. Contaminación
ambiental minera
La problemática de
la contaminación ambiental en el mundo, durante los últimos 30 años, ha
generado una serie de conflictos y transformaciones socioambientales,
culturales, económicas y políticas en los diferentes ámbitos a nivel
internacional. Esta es una situación compleja, que en términos de Walter (2009), puede ser analizada desde tres
enfoques del medio ambiente: El post-materialismo, la distribución ecológica y
el ecologismo popular.
El enfoque
post-materialista del medio ambiente, es el resultado de un cambio en los
valores de la sociedad (Walter, 2009). Es
decir, a medida que determinadas naciones se convierten en sociedades
industrialmente avanzadas, la maximización del crecimiento económico ya no
produce niveles más elevados de bienestar subjetivo, por ello se deja de dar
prioridad a la eficiencia y al crecimiento económico, y en su lugar, se da énfasis
a la calidad de vida (Diez y Inglehart, 1994).
Estas sociedades tienen un alto nivel de apoyo al movimiento ecologista, que
según Martínez-Alier (1998) no se ajusta
a la realidad, porque significaría afirmar que solamente los ricos tienen una
vocación y visión ambientalista, en tanto que los pobres serían demasiado
pobres para ser verdes o ecologistas.
El enfoque de la
distribución ecológica, a medida que la economía y la población humana crecen,
se usan más recursos naturales y se producen más residuos, donde no todos se
benefician ni son igualmente afectados y unos sufren mayores costos que otros
por las cargas de contaminación, de ahí los conflictos ecológico-distributivos
(Martínez-Alier, 2006; Walter, 2009).
Además, en el proceso de distribución del ingreso, el poder, la propiedad, los
recursos naturales, así como los costos sociales y ambientales involucrados, se
evidencia las relaciones de poder económico y político entre naciones, clases
sociales, género y Estado-sociedad civil (Fuente,
2008).
Asimismo, el
enfoque del ecologismo popular o de los pobres, tiene su origen en las
movilizaciones de resistencia desde las comunidades locales afectadas por la
extracción de sus recursos naturales y la carga de contaminación ambiental,
cuyo fundamento radica en que los grupos indígenas y campesinos han
coevolucionado sosteniblemente con la naturaleza (Walter, 2009). Por ello, hay muchas experiencias de resistencia
popular e indígena en todos los países del mundo ante el extractivismo de diverso
tipo, mediante los conflictos socioambientales (Martínez-Alier,
2007; Ávila y Luna, 2013; Folchi, 2019). De esta manera, el ecologismo popular estaría
expresado en las nociones de marginalidad social y
marginalidad ecológica, como mecanismos de control social y dominación en el
mundo (Goebel, 2010).
En este contexto de abordajes del
ambiente, la minería es una de las actividades económicas involucradas en
estudios ambientales. Para fines del estudio, la minería es entendida como una actividad extractiva que opera en sus diferentes modalidades: Minería formal, constituida por
unidades de explotación de tamaño variable, explotada por empresas legalmente
constituidas (Cuéllar y Andrade, 2019). La minería
informal, es aquella que está
constituida por unidades de explotación pequeña y mediana de propiedad
individual y opera sin cumplir las normas de carácter administrativo, técnico, social, así
como medioambiental en zonas no prohibidas; y la minería ilegal, es la pequeña
minería que no está reconocida, se define por el tamaño de su producción y es
ilegal porque opera al margen
de la ley y en zona prohibidas, sin título minero (Güiza, 2013).
Los
efectos de la contaminación minera son adversos en ambientes acuáticos, que
afecta al suelo, la vegetación y al hombre. La disponibilidad de agua es importante para la vida y el desarrollo económico (Fernández, 2012), su contaminación se debe al impacto de los relaves
mineros (Huaranga et al., 2012) y el
vertimiento de una gran variedad de sustancias tóxicas (Morán e Hidalgo, 2016). El suelo, constituye
el fundamento de la vida en los ecosistemas terrestres y alberga una gran
cantidad de organismos y microorganismos (Volke,
Velasco y De la Rosa, 2005), es un recurso esencial para personas,
animales, plantas y el desarrollo socioeconómico (Guerrero y Pineda, 2016); no obstante, se contamina en el proceso
de extracción de oro y plata (Covarrubias y
Peña, 2017).
Las
mejores condiciones sanitarias, ambientales y socioeconómicas suponen contar
con un medio ambiente seguro; no obstante, el uso del mercurio en la industria,
principalmente, en la minería ha aumentado (Casas
et al., 2015; Rocha-Román, Olivero-Verbel y Caballero-Gallardo, 2018).
Por ello, cuanto mayor es el riesgo que la contaminación afecte a los seres
vivos, mayor será la necesidad de implementar programas de restauración del
suelo (García-García et al., 2012), cuyas
alternativas tecnológicas existentes para su remediación, como las tecnologías
fisicoquímicas y biológicas, son técnica y económicamente viables (Volke et al., 2005).
2. Metodología
El fundamento metodológico de la investigación radica
en el paradigma cualitativo (Hernández-Sampieri y
Mendoza, 2018), porque se busca comprender las perspectivas de los
actores sociales en torno a los fenómenos que los rodean, sus experiencias, opiniones,
significados y sentidos que asignan a la contaminación ambiental producida por
la minería informal e ilegal en la cuenca del río Suches. El diseño metodológico adoptado es la fenomenología interpretativa, porque
se analiza las subjetividades e intersubjetividades
de los actores, las mismas que están expresadas en sus imaginarios sociales.
Así, la investigación
es de tipo no experimental, debido a que se analiza un fenómeno dado sin la
manipulación de variables, en este caso, la contaminación ambiental minera.
Dado
que la investigación centra su énfasis en el análisis del imaginario social de
los actores sociales afectados por la contaminación ambiental minera, la
población sujeto de estudio está constituida, mayoritariamente, por tenientes
gobernadores de las comunidades aledañas a la cuenca del río suches, identificándose
30 tenientes y cinco autoridades locales entre Juez de Paz, Gobernador y representantes
del Comité de Usuarios de Agua, cuya selección se ha basado en el muestreo por
bola de nieve en complemento con el muestreo intencional y por conveniencia.
Para la recolección de datos cualitativos en campo
se ha aplicado tres técnicas de investigación: La
entrevista semiestructurada, es una
técnica más dinámica, flexible y abierta, y por tanto permite una mayor
interpretación de los datos que con la entrevista estructurada (Lopezosa, 2020); el grupo focal, es un
espacio de opinión para captar el sentir, pensar y vivir de los individuos,
provocando auto explicaciones para obtener datos cualitativos (Hamui-Sutton y Varela-Ruiz, 2013); y la observación, consiste
en el registro sistemático, válido y confiable de comportamientos, así como
situaciones observables, a través de un conjunto de categorías y subcategorías
(Hernández-Sampieri y Mendoza, 2018).
La entrevista semiestructurada, se ha aplicado a 30 tenientes
gobernadores, basado en una guía de entrevista con algunos conceptos
orientadores de acuerdo con lo que se pretendía indagar en campo. El grupo
focal, se ha desarrollado con la participación de
ocho autoridades comunales y locales: Tres tenientes gobernadores con mayor
voluntad y disponibilidad de información, y cinco autoridades locales citados
en el párrafo anterior. La observación, se ha aplicado en el proceso de la
investigación para registrar las acciones que desarrollan las autoridades
comunales y locales en torno a la problemática de la contaminación ambiental
minera.
La
investigación se desarrolló en tres fases: La primera, consistió en la
exploración de la problemática in situ,
durante el mes de mayo de 2019, donde se ha observado la realidad epistémica (Sandoval, 2002), identificando algunos
informantes clave que permitiría el contacto y el acceso a las autoridades
comunales. En la segunda fase, se realizó la revisión documental para construir
la fundamentación teórica y la elaboración de las técnicas e instrumentos de
investigación. En la tercera fase, se ha desarrollado el trabajo de campo,
durante octubre, noviembre y diciembre de 2019, aplicando las técnicas e
instrumentos de recolección de datos.
Las
entrevistas grabadas se han transcrito manualmente y el grupo focal grabado,
también. Así, tomando como referencia a Pertegal-Felices,
Espín-León y Jimeno-Morenilla (2020) los treintaiunos documentos digitales de las entrevistas y el grupo
focal fueron procesados y analizados de forma cualitativa en el software Atlas.ti 8.4, lo que permitió sistematizar los datos en forma de “redes
semánticas” organizadas en categorías, subcategorías y citas representativas de
testimonios de los actores sociales; metodología que también se sostiene en lo
aplicado por Cardona y Trejos (2020) en
un estudio cualitativo, cuya sistematización de datos se ha basado en la
codificación y categorización en torno a ejes de análisis o patrones de
comportamiento de los actores.
El ámbito de estudio está ubicado en el margen occidental de la cuenca
del río Suches en el distrito de Cojata,
provincia de Huancané, departamento de Puno, al sur del Perú, como cuenca
compartida entre Perú y Bolivia (Ministerio de
Agricultura/ Autoridad Nacional del Agua [MINAGRI-ANA], 2010). Geográficamente, el distrito de Cojata se ubica en el altiplano
peruano a 4.364 m.s.n.m., en la zona alta de la provincia de Huancané, a 117
km. de la capital de la región Puno. Según el Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI, 2018), el distrito cuenta
con 3.764 habitantes, cuya actividad económica principal es la ganadería, con
predominio de la crianza familiar de camélidos: Alpacas, en complemento con la
agricultura y el comercio.
3. Resultados y
discusión
Como resultado de
la investigación empírica realizada a través de la recolección de datos
cualitativos en campo, se ha logrado identificar y construir cuatro categorías
de análisis en torno al imaginario social de los actores locales sobre la
contaminación ambiental minera en la cuenca del río Suches: a) Contaminación de
los ríos, b) vegetación contaminada, c) contaminación en los animales, y d)
contaminación de la salud humana; cuyo detalle expresado en las subcategorías
de análisis o códigos asignados a los sentimientos, pensamientos, significados
y acciones de los actores locales dan cuenta de su imaginario social.
3.1. Imaginario social sobre la
contaminación de los ríos
Uno de los
elementos esenciales de la existencia de la vida en el planeta tierra es el
agua, elemento vital del que depende la subsistencia de una serie de organismos
vivos, como el ser humano. Sin embargo, como consecuencia de la minería
informal desarrollada en la cabecera de cuenca del río Suches se ha generado la
contaminación de las fuentes y canales de circulación del agua (ver Figura I).
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Figura I: Red semántica del imaginario social
sobre la contaminación de los ríos
Según el imaginario
social de los actores locales, se ha producido tres fenómenos biológicos que
están generando problemas en la dinámica ambiental, social, cultural y política
en las comunidades aledañas a la citada cuenca. De una parte, se ha producido
la pérdida de especies acuáticas en los ríos, expresado en la extinción de
especies de peces nativas como el suche y el Karachi, y también la trucha, los
que en el pasado constituían parte de la canasta básica de alimentos de los
habitantes de las comunidades aledañas a la cuenca.
De otra parte, como
producto del consumo de las aguas contaminadas de los ríos, también se ha
producido la mortandad de aves silvestres como gaviotas y palomas, que forman
parte de la biodiversidad, generándose con ello la ruptura y el desequilibrio
en el ecosistema altiplánico que acarrea problemas en la salud comunitaria.
Asimismo,
relacionado con lo anterior, el vertimiento de los relaves y desechos mineros
en los ríos ha producido la filtración de agua contaminada a fuentes de consumo
humano y animal (ver Figura I), porque los habitantes, al no contar con agua
potable en las comunidades rurales, consumen agua de los manantiales o de los
ojos de agua “naturales” que estarían contaminados, generando, como en otros
aspectos, problemas de salud comunitaria. Esta situación problemática, implica
un abordaje desde las dimensiones físicas, psicológicas y sociales (Oliver-Parra, González-Viana y Grupo de Trabajo de Indicadores Básicos de
Salud por Área Básica [GT-IBS], 2020), es decir, además del enfoque biológico, la salud comunitaria implica
adoptar el enfoque biopsicosocial.
La adopción del
enfoque biopsicosocial de la salud comunitaria, también implicaría la
inclusión, tanto del imaginario social del “buen vivir” como del imaginario de
los “derechos de la naturaleza” (Leff, 2010),
que poseen las comunidades locales afectadas por la contaminación
minera. Sin embargo, aquellos imaginarios sociales han sido colonizados y están
en un franco proceso de transformación, producida por la racionalidad
instrumental moderna.
Los imaginarios
sociales expresados en las tres dimensiones problemáticas referidas a la
contaminación de los ríos, estarían constituyéndose en elementos que motorizan
los diversos conflictos socioambientales producidos, periódicamente, durante
los últimos 15 años en el distrito de Cojata, dando lugar a los conflictos
ecológico-distributivos (Martínez-Alier, 2006)
debido a la generación de altas cargas de contaminación ambiental (Walter, 2009).
3.2. Imaginario
social sobre la vegetación contaminada
En las localidades
y comunidades rurales alto-andinas, como Cojata, la vegetación expresada en una
diversidad de pastos naturales ha sido y es regularmente escasa en el
territorio, siendo ésta la fuente principal de alimentación de la ganadería
familiar de los habitantes, y a su vez, la ganadería es la actividad económica
principal de subsistencia de los habitantes del distrito de Cojata. En este
contexto, según el imaginario social de los actores locales se ha logrado
identificar y construir tres subcategorías de análisis en torno a la vegetación
contaminada a raíz de la minería informal desarrollada en la cabecera de cuenca
del río Suches, que estaría generando problemas de subsistencia en las comunidades
directamente afectadas.
De acuerdo con la Figura
II, en el imaginario social de los
actores locales respecto a la contaminación minera, de una parte, se observa la
presencia excesiva de relaves mineros, puesto que periódicamente desde la
cabecera de cuenca, donde se desarrolla la actividad minera informal se vierten
residuos o relaves, expresados en lodos de sustancias utilizadas en la
extracción del oro, los que en épocas de precipitaciones pluviales altas
generan desbordes del río Suches, generando a su vez el revestimiento de los
pastos naturales con lodo proveniente de las pozas de sedimentación.
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Figura II: Red semántica del imaginario social
sobre la vegetación contaminada
Por otra parte,
como consecuencia de la situación problemática anterior, en el imaginario
social de los actores locales, se identifica la escasa vegetación o escasa
disponibilidad de alimentación para el ganado. Además de la escasez, los
actores locales sostienen que, la poca vegetación disponible estaría
contaminada, lo que estaría generando efectos nocivos en la salud animal.
La tercera
subcategoría de análisis sobre la vegetación contaminada está relacionada con
la tendencia a la desertificación de tierras, este imaginario social de los
actores locales da cuenta de la situación crítica y preocupante de cara a su
subsistencia futura, porque cada vez más, en el tiempo, se estaría produciendo
la desaparición de pastos naturales y por ende la vida misma.
3.3. Imaginario social sobre la
contaminación en los animales
Considerando que la actividad
económica principal de los actores locales es la ganadería familiar, con
predominio de la crianza de alpacas que se adapta al piso ecológico
alto-andino, actividad económica que en los últimos años ha sido afectada por
la contaminación minera. En este sentido, los imaginarios sociales más
representativos se expresan en torno a la generación de enfermedades internas,
externas y mortandad de alpacas.
En torno a las enfermedades
internas en alpacas, los actores
locales sostienen que los desechos o relaves mineros son vertidos a las aguas que
fluyen al río Suches, las mismas que son consumidas diariamente por las
alpacas, lo que produce la acumulación de arenilla fina en los intestinos de
los animales, provocando enfermedades internas con diferentes manifestaciones,
que en muchos casos conduce a la muerte de las alpacas.
La contaminación minera con metales pesados en los ríos, vegetales,
animales y alimentos altera la sostenibilidad de la cadena trófica (Guerrero y Pineda, 2016; Londoño-Franco, Londoño-Muñoz y Muñoz-Garcia, 2016). Ante esta situación, es necesario hacer esfuerzos para mejorar la eficiencia en el uso de los recursos y la
protección de la biodiversidad (Betancur-Corredor
et al., 2018).
Referente a las enfermedades externas, en la Figura
III, los actores locales consideran que la contaminación del río Suches afecta
también los bofedales donde se alimentan las alpacas, provocando el
engrosamiento de la piel, produce sarna, caída de la fibra y pérdida de peso
del animal por desgano en la ingesta. Así, al año mueren entre 10 a 15 alpacas
por familia.
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Figura III: Red semántica del imaginario social
sobre la contaminación en los animales
La otra problemática crítica que se configura en el
imaginario social de los actores locales es la mortandad de alpacas a raíz de
la contaminación minera que, precisamente, antes de la introducción de ésta
actividad ascendía a seis animales y en la actualidad es entre 15 y 20 alpacas
en familias de pequeña y mediana producción; en tanto que en familias de mayor
producción la mortandad es de 20 a 30 alpacas al año, principalmente, en los
meses de enero a mayo, cuando se producen desbordes de las pozas de lavadero de
oro y también del río Suches, inundando los bofedales donde se alimentan las
alpacas, que al consumir agua y pasto contaminados se enferman y mueren. Cada
año mueren alpacas madres y crías por diferentes enfermedades desconocidas.
Mientras que, históricamente, tanto los lagos como
los ríos, han sido utilizados por la especie humana como fuentes de
alimentación (Morán e Hidalgo, 2016); sin
embargo, hoy están siendo amenazados, situación
que preocupa a los actores locales. Ante esta realidad, es necesario diseñar
estrategias de intervención para la recuperación de la calidad ambiental y
alcanzar un desarrollo sostenible de la cuenca hídrica (Macías y Díaz, 2010).
3.4. Imaginario
social sobre la contaminación de la salud humana
La salud de los
habitantes alto-andinos es uno de los elementos de la dinámica socioambiental
que ha sido afectada por la minería informal en el distrito de Cojata, porque
de ellos depende la gestión de las
unidades familiares alpaqueras. Por ello, los imaginarios sociales de los actores locales se configuran y se instituyen
en torno a las enfermedades respiratorias, diarreicas y tendencia a la
mortalidad de niños y ancianos (ver Figura IV).
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Figura IV: Red semántica del imaginario social
sobre la contaminación de la salud humana
De esta manera, según los sentimientos y
pensamientos de los actores locales, los contaminantes de las aguas del río
Suches afectan a niños y ancianos, acarreando enfermedades como la tos y la
gripe, pero llama la atención que las personas tengan tos permanente, se piensa
que es por la contaminación, no saben a qué se debe estas infecciones
respiratorias agudas. Asimismo, las enfermedades diarreicas agudas se expresan
en los cólicos estomacales por consumir agua del río y manantiales contaminados;
por ello, en algunos casos recurren a la farmacia en busca de medicamentos.
Manifiestan también que a veces viven por vivir porque creen que están
contaminados, de ahí que perciben la mortalidad de niños y ancianos como una
posibilidad inminente: Últimamente murió una mujer por consumir agua del rio,
sostienen.
Como ya se sostuvo más arriba, la descarga de los relaves
mineros afecta directamente al recurso hídrico que genera efectos nocivos en
las poblaciones humanas (Carmona-García,
Cardona-Trujillo y Restrepo-Tarquino, 2017), el mercurio es
tóxico para los humanos, por lo que es necesario tomar medidas para minimizar
su liberación en el ambiente y así evitar sus efectos directos o indirectos en
la salud humana (Casas et al., 2015). Es
decir, la calidad
de agua tiene consecuencias directas en la salud humana, situación que se
torna más grave por su demanda creciente, porque la salud humana depende
no sólo de la cantidad de agua suministrada, sino principalmente de su calidad
(Fernández, 2012).
Ahora bien, de
todos los resultados analizados y expuestos en torno al imaginario social de
los actores locales respecto de las cuatro categorías de análisis, articulado
con cada una de sus subcategorías o códigos, se identifica una cadena
secuencial de efectos socioambientales en los habitantes de las comunidades aledañas
a la cuenca del río Suches. Esta situación o imaginario social compartido por
los actores locales habría venido generando una serie de sentimientos y
pensamientos de ruptura y cambio en su filosofía y lógica de vida social,
cultural, económica y política en relación con la naturaleza.
En el pasado, tanto
el imaginario social del buen vivir como el imaginario de los derechos de la
naturaleza (Leff,
2010), se habrían desarrollado en coherencia con aquella relación
armoniosa y sostenible entre las mujeres y los hombres andinos con su entorno
natural, o los campesinos habrían coevolucionado sosteniblemente con la
naturaleza (Walter, 2009). Es decir, el estilo de vida desarrollado por las comunidades rurales
alto-andinas tiene su sentido y significado, expresado en la filosofía del ser
y en la reproducción equilibrada de ese ser.
No obstante, dado
que aquella filosofía del ser y la reproducción social del ser han venido
siendo amenazadas, colonizadas y obligadas a su transformación con base en los
pasivos ambientales producidos por la minería informal, entonces surge el “imaginario
radical” de los actores sociales locales, con el propósito de resistir a los
procesos de racionalización instrumental y restaurar el mundo desde sus raíces
(Leff, 2010).
De esta manera, el imaginario radical de los actores sociales afectados por la
contaminación ambiental minera, se constituye en el elemento dinamizador de su
resistencia, descolonización, reconstrucción y transformación de la realidad
social (Habermas,
1999; Castoriadis, 2007), configurando con ello y fortaleciendo el
enfoque del ecologismo popular o de los pobres (Martínez-Alier,
2007).
Como manifestación
del imaginario radical de los actores sociales afectados por la contaminación
ambiental minera en el Distrito de Cojata, a lo largo de los últimos quince
años, ellos han realizado una serie de acciones de protesta y demanda de
solución a los problemas de contaminación generados en los ríos, los pastizales,
los animales y en la salud humana. Sin embargo, los actores políticos locales,
regionales y nacionales, indicados de solucionar o remediar aquellos problemas,
casi siempre se han mantenido esquivos. Este comportamiento de los actores
políticos, al parecer, se debe a que, quienes generan mayoritariamente la
contaminación serían los mineros informales bolivianos, lo cual implicaría
acuerdos y políticas de carácter binacional.
Como autoridad comunal quiero hacer una denuncia
pública, aquí en mi distrito de Cojata se reactiva el transporte de combustible
en el campamento minero Las Perlas, ahí abastecen combustible a los mineros
informales bolivianos. Estos mineros informales que botan relaves mineros están
afectando a más de 15 comunidades que viven en la cabecera del río, eso es la
preocupación de nosotros como autoridad comunal. Sabemos que la contaminación
aquí no es de ahora, es desde el 2003, por eso el día de ayer se ha notificado
conjuntamente con el Subprefecto distrital y la policía para que se retiren.
(entrevista al Teniente Gobernador de Cojata)
Hacemos un llamado a las instituciones encargadas
de materia de salud, tienen que venir a verificar a in sito, como la autoridad
nacional del agua, autoridad local del agua, la fiscalía del medio ambiente, también
hacemos llamado a OEFA y OSENERMING, lo cual debe de controlar el tema de
combustible. Este problema no solo es de Perú también es de Bolivia, por eso
nosotros planteamos que este problema debe ser solucionado entre autoridades
peruanas y bolivianas, para lo cual como autoridad comunal solicitamos que de
una vez nuestras autoridades, el alcalde del Distrito de Cojata se pronuncie
por lo menos para que actúe sobre este tema que afecta a los productores
alpaqueros. (entrevista al Teniente Gobernador de
Cojata)
Además, los actores
sociales sostienen que, durante todos estos años de contaminación minera que
han venido afrontando en sus comunidades, diferentes instituciones encargadas
del análisis y control de los efectos e impactos ambientales, generados por la
minería, han realizado y realizan monitoreos periódicos de la calidad de agua
del río Suches, cuyos resultados casi siempre han sido negativos, dando cuenta
que no habría presencia de sustancias contaminantes en las aguas; sin embargo,
la realidad socioambiental expresada en el imaginario social de los actores
locales es crítica, como se ha expuesto arriba, y que en una reunión de
tenientes gobernadores del distrito de Cojata se sostuvieron los siguientes
comentarios:
En Cojata el cien por ciento vivimos de la
ganadería de alpacas y la contaminación nos afecta al cien por ciento también,
pero como los jilasullcas (tenientes)
dijeron, se ha llevado varias veces monitoreos, pero nunca hemos tenido
resultados, creo que esta semana también la Autoridad Nacional del Agua (ANA)
está llevando monitoreo de binacional ¿no?, pero como la vez pasada nos ha dado
resultados, nosotros no estamos de acuerdo, nos ha dicho como que todos los
ríos estarían sanitos. (Participante 1)
Anterior creo ha venido la ANA, pero declara
diciendo que no hay contaminación y por varias veces. Ahora, varias
instituciones han venido a la cuenca del río Suches para ver la contaminación, medio
ambiente y otros, pero ¿a qué se debe al final? la población no somos los
contaminadores, sino los mineros informales de Bolivia. (Participante 2)
“Aquí
prácticamente no hay justicia, desde hace años hemos presentado reclamos, las
autoridades y los pobladores hemos reclamado, pero al final nada” (Participante
3).
Siempre hemos reclamado y reclamado, pero esos
señores de la ANA vienen a puntos estratégicos para levantar sus tomas de
muestra y no nos da resultados. Si nos da resultados, como dicen los señores
tenientes, para la ANA no hay contaminación ¡cómo no va ver contaminación
señores! (Participante 4)
El panorama
revelado por las autoridades comunales refleja la desidia y la inacción
política de las instituciones del Estado peruano, cuya concepción, dicho sea de
paso, gira en torno a la promoción del extractivismo, y se ufana de ser un país
minero, sea por la vía formal o informal, generando múltiples conflictos socioambientales
cada vez de mayores dimensiones. En ese contexto, las herramientas de monitoreo
estarían pensadas e implementadas en el territorio hidro-social como un mero instrumento
técnico y político (Yacoub et al., 2016) de
legitimación e institucionalización, en este caso, de la minería informal.
Porque, desde aquellas instancias se establecen normas, prácticas y procesos de
monitoreo, definiendo qué es y cuándo hay “contaminación”.
De esta manera, en la medida que
existe confrontación entre el comportamiento político de desidia de los actores
políticos y el imaginario radical de los actores sociales comunales y locales,
es indispensable acciones políticas multinivel, donde bajo el enfoque de la
gobernanza, el gobierno local asuma el liderazgo y articule el compromiso y la
participación activa del gobierno regional, así como el gobierno nacional en el
diseño de las políticas de restauración y remediación de los pasivos
ambientales (Quispe, 2013), donde,
además, el diseño e implementación de instrumentos de gestión ambiental se
desarrollen en el marco del sinceramiento o el manejo transparente de la
información.
Conclusiones
La realidad socioambiental
compartida en el imaginario social de los actores comunales y locales se
manifiesta en la ruptura de la dinámica ambiental, social, cultural, económica
y política, propias de la racionalidad andina, expresadas en el imaginario del
buen vivir en relación con el imaginario de los derechos de la naturaleza, así
como desarrolladas a lo largo de décadas y siglos en las comunidades
alto-andinas del distrito de Cojata.
Ante aquella
situación de ruptura del orden social originario de los actores sociales
locales surge el imaginario radical como un mecanismo de resistencia,
descolonización, reconstrucción y transformación de la realidad social vivida desde
sus raíces. En este sentido, el ecologismo popular se constituye en una
corriente de pensamiento que da soporte a ese imaginario radical de los actores
sociales comunitarios, para redimensionar el sentido ecológico de la
cosmovisión andina basada en la perspectiva del buen vivir y orientada al
desarrollo local, regional y global sostenible desde adentro.
El imaginario
radical de los actores sociales ha venido revelando la necesidad de acciones de
remediación y solución ante los problemas de contaminación ambiental generada
por la minería informal; sin embargo, ha sido recurrente la desidia y la
inacción política del Estado peruano en sus diferentes niveles territoriales. Donde
es indispensable acciones políticas multinivel, desde lo local hacia lo global
y viceversa, basadas en enfoques y políticas de sinceramiento en el diseño e
implementación de instrumentos de gestión ambiental, de sobremanera, en materia
de control de los efectos e impactos ambientales.
El aporte del
estudio radica en que, desde la perspectiva de los actores comunales y locales,
revela los efectos ambientales generados por la minería informal en los
diversos entornos de vida en Cojata, que otros estudios no lo hacen. No
obstante, para tener resultados más integrales en torno a efectos ambientales
de la minería, es necesario investigaciones mixtas (cualitativa-cuantitativa)
sobre calidad de agua, conservación de la biodiversidad y ecosistemas a nivel
de cuenca para contribuir en la construcción de una minería responsable y
sostenible.
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* Nuestro
reconocimiento al Vicerrectorado de Investigación y a la Dirección de
Institutos de Investigación de la Universidad Nacional del Altiplano Puno, por
haber financiado la ejecución del proyecto de investigación.
** Doctor en Teoría Política, Teoría
Democrática y Administración Pública. Magister en Sociología. Licenciado en
Sociología. Investigador Calificado del RENACYT-CONCYTEC, Perú. Docente de Pre
y Postgrado, Miembro asociado del Instituto de Investigación en Metalurgia
Materiales y Medio Ambiente (IIMMMA) de la Universidad Nacional del Altiplano
Puno (UNAP), Perú. E-mail: edgarquispe@unap.edu.pe ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4877-8551
*** Doctor en Educación. M.S. en
Desarrollo Rural. Licenciado en Sociología. Docente y Miembro asociado del
Instituto de Investigación en Metalurgia Materiales y Medio Ambiente (IIMMMA)
de la Universidad Nacional del Altiplano Puno (UNAP), Perú. E-mail: fchaina@unap.edu.pe ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0559-9748
**** Doctoris Scientiae en Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Magister Scientiae en Tecnologías de Protección Ambiental. Ingeniero
Metalurgista. Miembro asociado del Instituto de Investigación en Metalurgia
Materiales y Medio Ambiente (IIMMMA) de la Universidad Nacional del Altiplano
Puno (UNAP), Perú. E-mail: dsalas@unap.edu.pe ORCID: https://orcid.org/0000-0002-7033-2006
***** Doctoris Scientiae en
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Magíster Scientiae en Ingeniería de
Recursos Agua y Suelo. Ingeniero Agrícola. Ingeniero Civil. Profesor Principal y Miembro
asociado del Instituto de Investigación en Metalurgia Materiales y Medio
Ambiente (IIMMMA) de la Universidad Nacional del Altiplano Puno (UNAP), Perú.
E-mail: gbelizario@unap.edu.pe ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9805-3714
Recibido: 2021-08-19 · Aceptado:
2021-11-06