Revista de Ciencias Sociales (RCS)

Vol. XXIX, No. 3, Julio - Septiembre 2023. pp. 249-263

FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431

 

Como citar: Zambrano, E. J., Sánchez, Y. A., Loor, L. D., y Gómez, S. L. (2023). Nuevo paradigma de la gestión del conocimiento en la Educación Superior de Ecuador. Revista De Ciencias Sociales, XXIX(3), 249-263.

 

Nuevo paradigma de la gestión del conocimiento en la Educación Superior de Ecuador

 

Zambrano Zambrano, Elisa Juverly*

Sánchez Briones, Yenniz Aracely**

Loor Bravo, Lucia Dolores***

Gómez García, Susetty Lorena****

 

Resumen

 

En la actualidad, se evidencia la importancia creciente de la gestión del conocimiento en organizaciones e instituciones educativas, dada la rapidez de las transformaciones en la sociedad, el mercado y la tecnología. Frente a la exigencia de innovar y mejoras en los empleados, dicha gestión emerge como una competencia clave. El objetivo del trabajo es examinar los fundamentos teóricos de la gestión del conocimiento y explorar la creación de un sistema de gestión del conocimiento en instituciones de educación superior de Ecuador. Para ello, se utilizó una metodología cualitativa y exploratoria, sobre la base de una revisión bibliográfica y análisis de tendencias actuales. Los hallazgos subrayan el papel de la gestión del conocimiento en la competitividad organizacional y su relevancia en el ámbito académico. Las instituciones de educación superior necesitan transformarse en centros de innovación, fomentando el aprendizaje continuo y desempeñando una función esencial en la formación de profesionales adaptados a las demandas económicas y sociales. Se concluye que la gestión del conocimiento es fundamental en el ámbito académico, representando una tendencia en alza para potenciar la competitividad. Sin embargo, este enfoque implica un cambio de paradigma hacia la incorporación activa de la gestión del conocimiento en estas instituciones.

 

Palabras clave: Gestión del conocimiento; conocimiento; innovación; educación superior; paradigmas.

 

 

New paradigm of knowledge management in Higher Education in Ecuador

 

Abstract

 

Nowadays, the growing importance of knowledge management in organizations and educational institutions is evident, given the speed of transformations in society, the market and technology. Faced with the demand for innovation and improvement in employees, such management emerges as a key competence. The objective of this paper is to examine the theoretical foundations of knowledge management and to explore the creation of a knowledge management system in higher education institutions in Ecuador. For this purpose, a qualitative and exploratory methodology was used, based on a literature review and analysis of current trends. The findings highlight the role of knowledge management in organizational competitiveness and its relevance in academia. Higher education institutions need to transform themselves into centers of innovation, fostering continuous learning and playing an essential role in the training of professionals adapted to economic and social demands. It is concluded that knowledge management is fundamental in academia, representing a growing trend to enhance competitiveness. However, this approach implies a paradigm shift towards the active incorporation of knowledge management in these institutions.

 

Keywords: Knowledge management; knowledge; innovation; higher education; paradigms.

 

 

Introducción

En respuesta a la acelerada evolución de la situación económica y financiera a nivel global, las demandas para la educación superior en Ecuador han experimentado un incremento significativo. A pesar de la implementación de la Ley Orgánica de Educación Superior del Ecuador (LOES, 2018), la cual propone un marco regulador orientado a potenciar la creación, recopilación y difusión del conocimiento científico, las reformas educativas que se han llevado a cabo en el país durante la última década no han alcanzado plenamente los resultados esperados.

Diversos desafíos persisten en la educación superior del Ecuador: Las habilidades y competencias adquiridas no coinciden, a menudo, con las exigencias del mercado laboral; la aplicación práctica de las investigaciones científicas es limitada; únicamente una pequeña porción del conocimiento científico generado, atiende a las demandas específicas de las empresas; y existe una desconexión aparente entre las prioridades académicas y las necesidades nacionales, además de una notable falta de soluciones científicas innovadoras para abordar estos desafíos (Pfotenhauer, Juhl y Aarden, 2019).

Por ello, la gestión del conocimiento es uno de los temas centrales en el debate educativo contemporáneo, destacando la imperante necesidad de avanzar hacia una sociedad de la información (Barley, Treem y Kuhn, 2018). En este nuevo contexto, la información y el conocimiento adquieren una relevancia sin precedentes, convirtiéndose en recursos fundamentales. Tanto en Ecuador como a nivel global, se están estableciendo activamente diversas sociedades, asociaciones e instituciones, enfocadas en la gestión de estos recursos no materiales (Arlinghaus et al., 2021).

En ese sentido, se están llevando a cabo investigaciones en el campo de la gestión del conocimiento, buscando sistematizar y aprovechar la experiencia adquirida. Un elemento crucial es el desarrollo de una visión integral de la gestión del conocimiento que promueva una relación equilibrada e integrada entre los componentes organizacionales, humanos y tecnológicos del conocimiento (Kasemsap, 2016).

Históricamente, la tierra, y luego el capital, han sido las fuentes predominantes de prosperidad y poder. Sin embargo, en la sociedad de la información y del conocimiento recién formada, es el conocimiento mismo el que se ha convertido en la fuente de bienestar (Olssen y Peters, 2005). En la economía de la información, se han desarrollado canales para la transformación y la transmisión de la información, como internet, que han transformado radicalmente la vida de la humanidad (Teece, 1998), los cuales son esenciales para permitir a cada individuo participar activamente en la transformación del conocimiento, y no solo de la información (Caruso, 2018).

Durante la última década del siglo pasado, surgieron conceptos como “organización del conocimiento”, implicando ventajas competitivas para las organizaciones; “capital humano”, para transformar el concepto de recursos humanos (Zhilina, Kuznetsova y Zhilina, 2020). Posteriormente, apareció la noción de “capital social”, que prefiguraba las redes, normas y valores necesarios para una difusión efectiva del conocimiento (Karunarathne y Lee, 2019). La emergencia de estos conceptos, fue justificada por los procesos sociales y económicos, basados en la premisa de que la información y el conocimiento se están convirtiendo en los recursos más importantes de la sociedad (Bibri y Krogstie, 2017).

En ese contexto, las Instituciones de Educación Superior (IES) en Ecuador han sido tradicionalmente los actores más activos en la generación, aplicación y difusión de conocimiento. En virtud de lo establecido en la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES, 2018), estas instituciones tienen la responsabilidad no solo de organizar y llevar a cabo los procesos educativos, proporcionar las cualificaciones establecidas, y realizar investigaciones científicas y desarrollo experimental (social, cultural) y/o actividades artísticas, sino también de aplicar los resultados de las investigaciones científicas y experimentos, recopilar conocimientos científicos, fomentar la actividad creativa y la cultura, así como preservar los valores y tradiciones de la sociedad académica.

Todo ello, convierte a la gestión del conocimiento en una actividad de gran importancia para las instituciones de educación superior, puesto que, dependiendo de la capacidad para recopilar y analizar información, transformar el conocimiento y aplicar innovaciones (Ali et al., 2020), podrán identificar y abordar los obstáculos en un periodo de cambios dinámicos, rivalidades competitivas y evolución de las tecnologías de la información y gestión (Wong et al., 2020).

Por tanto, el objetivo de esta investigación es examinar los fundamentos teóricos de la gestión del conocimiento y explorar la creación de un sistema de gestión del conocimiento en las instituciones de educación superior de Ecuador. Esta tarea es de vital importancia para enfrentar los desafíos actuales y futuros, impulsar el desarrollo y mejorar la competitividad de la educación superior en el país.

 

1. Metodología

Este estudio adoptó una metodología cualitativa y exploratoria para profundizar en cómo la gestión del conocimiento impacta diferentes componentes de una institución educativa, incluyendo sus procesos, personal y tecnología, en el contexto de la educación superior en Ecuador. Como punto de partida, se construyó un marco teórico sólido a través de un análisis exhaustivo de la literatura científica relevante.

Siguiendo, se llevó a cabo un análisis comparativo de las estrategias de gestión del conocimiento implementadas en varias instituciones de educación superior, basándose en la revisión de una variedad de fuentes, que incluyen documentos oficiales y académicos. Posteriormente, se utilizaron técnicas de investigación empírica para identificar y evaluar los desafíos que se presentan en la implementación de los sistemas de gestión del conocimiento. Este análisis se realizó a través de la exploración de datos secundarios, incluyendo informes institucionales y estadísticas.

Por último, se efectuó un análisis de contenido para examinar la congruencia entre las políticas actuales y los principios teóricos de la gestión del conocimiento. Los hallazgos de estas etapas metodológicas proporcionaron información valiosa para la formulación de recomendaciones orientadas a mejorar la gestión del conocimiento en el ámbito de la educación superior en Ecuador.

 

2. Conocimiento como recurso y objeto de gestión

El concepto de gestión del conocimiento tiene más de tres décadas de existencia, siendo introducido por el científico estadounidense Wiig en 1986. Las contribuciones de Wiig, fueron seguidas por las de otros científicos notables, como Nonaka, Takeuchi y Stewart, entre otros, quienes extendieron el campo con sus investigaciones y recomendaciones prácticas.

En el entorno ecuatoriano, el conocimiento se reconoce como un recurso esencial para el funcionamiento del mercado y el desarrollo económico. Se estudia en dos aspectos principales: El conocimiento como información práctica y como un producto de venta y compra. El conocimiento práctico, se refiere al que se usa para resolver tareas y tomar decisiones, por lo que gestionarlo implica formarlo, renovarlo y aplicarlo sistemáticamente. Este tipo de conocimiento abarca cualquier elemento que fortalezca la comprensión y las acciones.

En contraste, el conocimiento como producto, es lo que la mayoría de las organizaciones producen, venden y compran. La gestión efectiva de este tipo de conocimiento se centra en su uso eficiente y en el desarrollo de nuevos productos y servicios innovadores. En las últimas décadas, la sociedad ha evolucionado hacia una sociedad del conocimiento, en la que la economía se basa en la producción, aplicación y uso del conocimiento.

En este contexto, el conocimiento se puede dividir en formalizado, no formalizado, explícito e implícito. El conocimiento formalizado, se documenta detalladamente; mientras que el no formalizado, está almacenado en la memoria de las personas y organizaciones. Por su parte, el conocimiento implícito reside en la subconsciencia individual y en la cultura organizacional.

En el caso ecuatoriano, esta clasificación del conocimiento es aplicable a todas las áreas, incluyendo al sector público, privado y, especialmente, a las Instituciones de Educación Superior. Estas últimas son fundamentales en la creación, difusión y aplicación del conocimiento, tanto formalizado como no formalizado.

En relación a las formas de conocimiento, los investigadores a menudo las dividen en explícita y tácita. El conocimiento explícito, es aquel que está claramente articulado en documentos, mientras que el conocimiento tácito es subjetivo y está basado en la experiencia individual. Aunque este último puede ser difícil de recuperar y conservar, sigue siendo un componente esencial para la organización, influenciando la gestión del conocimiento.

Por último, el conocimiento puede subdividirse en práctico, teórico y estratégico. Puede ser específico o general y puede ser obtenido de fuentes internas o externas. Esta diversidad de formas y tipos de conocimiento refleja la riqueza y complejidad del recurso que representa el conocimiento en la sociedad actual.

El nuevo conocimiento se crea en la interacción entre las personas, cuando se establece comunicación entre individuos que poseen conocimientos diferentes. En la literatura científica se analizan diferentes clasificaciones del conocimiento. A continuación, en el Cuadro 1, se presentan varias de ellas.

Cuadro 1

Tipos de conocimientos

Tipo de Conocimiento

Descripción

Tácito

Basado en experiencia personal e intrínseco a individuos.

Explícito

Conocimiento formalizado y fácil de compartir.

Implícito

No formalizado, pero potencialmente articulable.

Empírico

Basado en observación y experiencia.

Teórico

Sustentado en teorías y conceptos.

Estratégico

Esencial para la toma de decisiones organizacionales.

Técnico

Conocimiento práctico y detallado de procesos.

Normativo

Conocimiento de las normas y regulaciones.

Procesal

Relativo a rutinas y procedimientos organizacionales.

Cultural

Relativo a valores y creencias de una organización o sociedad.

 

Fuente: Elaboración propia, 2023 a partir de De Jong y Ferguson-Hessler (1996); Anderson, Spiro y Montague (2017); y, DiSessa (2018).

En el ámbito ecuatoriano, la variada gama de formas de conocimiento desempeña roles esenciales en diferentes sectores. Por ejemplo, en el entorno empresarial, el conocimiento estratégico se vuelve crucial, pues las empresas deben comprender y adaptarse a las dinámicas del ambiente de negocios local (Tallman, Luo y Buckley, 2018). Paralelamente, el conocimiento cultural, adquiere gran relevancia en organizaciones dedicadas a la preservación y promoción de las ricas culturas indígenas del Ecuador (Quezada-Sarmiento et al., 2018), donde los componentes culturales del conocimiento no formal y no explícito se destacan por su relevancia. En contraposición, las universidades e instituciones de educación superior pueden enfocar su atención en el cultivo de conocimiento teórico y técnico (An y Xu, 2021).

Los diferentes tipos de conocimiento, incluyendo los formalizados, no formalizados y no explícitos (Glass, 2013), tienen un papel crucial en la construcción y desarrollo de modelos de gestión del conocimiento (Escorcia y Barros, 2020). Esta última, ha emergido en Ecuador como una herramienta crucial en las instituciones de educación superior para mejorar la calidad de la enseñanza e investigación. El conocimiento se ha convertido en una parte integral del desarrollo económico del país, impulsando la innovación y el progreso en diversos sectores. Por tanto, una adecuada clasificación y gestión del conocimiento es de vital importancia para asegurar un crecimiento y desarrollo sostenible (ver Cuadro 2).

Cuadro 2

Clasificación del conocimiento basada en la naturaleza y la utilidad del contenido

Tipo de Conocimiento

Descripción Detallada del Conocimiento

Innovador

Original y único, capaz de revolucionar reglas existentes en un área específica.

Profundo

Entendimiento detallado de los procesos y relaciones internas en un campo específico.

Superficial

Basado en relaciones visibles y experiencia empírica, formulado en modelos si-entonces.

Básico

Conocimiento mínimo compartido para la participación efectiva en un área.

 

Fuente: Elaboración propia, 2023.

En las últimas décadas, se ha observado una expansión sin precedentes de la globalización, el desarrollo tecnológico y las redes de comunicación. Este fenómeno ha facilitado un aumento exponencial en los flujos y volúmenes de conocimiento, elevando su relevancia como uno de los recursos más críticos para las organizaciones contemporáneas (Kabir, 2019). No obstante, es el conocimiento innovador, aquel que rompe paradigmas y permite la configuración de reglas propias en el mercado, el que se ha destacado como la herramienta más valiosa dentro de una organización.

Específicamente en Ecuador, los dinámicos cambios en el entorno socioeconómico, el avance de las tecnologías emergentes y la expansión del sector digital, han elevado la importancia del conocimiento innovador y su correcta gestión (Pley et al., 2021). Por ello, las organizaciones ecuatorianas, tanto del sector público como privado, están incorporando estrategias de gestión del conocimiento para potenciar su eficiencia, creatividad y competitividad en el mercado. Adicionalmente, están fomentando una cultura organizacional que valora el aprendizaje continuo, la colaboración y la compartición de conocimientos (Chamba-Rueda, Dávila y Pardo-Cueva, 2023).

La cultura organizacional, que comprende valores, creencias y normas, ejerce una profunda influencia en la administración de cualquier proceso en una organización, tornándose un factor indispensable (Choudhry, Fang y Mohamed, 2007) en la gestión del conocimiento.

 

3. Condiciones previas para el surgimiento del sistema de gestión del conocimiento

El surgimiento del concepto de gestión del conocimiento se analiza en el contexto de los conceptos básicos de gestión, la cual se contempla como una vía para el desarrollo de la gestión de calidad. Su función principal es ser la entidad de procesos y tecnologías que tienen como objetivo descubrir, crear, difundir, procesar, almacenar y presentar para su uso dentro de la organización (ver Figura I).

El concepto de tecnologías de gestión del conocimiento

 

Fuente: Elaboración propia, 2023.

Figura I. Dimensión operativa de la gestión del conocimiento

La disciplina de la gestión del conocimiento surgió como un campo científico independiente en 1993, y hoy en día es una de las tendencias de gestión que más rápidamente ha evolucionado, impulsada por factores como la globalización, el avance de las TIC y el crecimiento tecnológico de la ciencia y la producción (Sunday y Vera, 2018), llegando a ser un escenario concluyente en el desarrollo de la compatibilidad y su integración a un mundo inmerso en las transformaciones de la sociedad del conocimiento (González, 2022).

En ese contexto, aprovechando el constante y dinámico progreso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el reconocimiento del conocimiento como un recurso esencial para mejorar el rendimiento y la competitividad (Ugalde y Naranjo-Gil, 2020), las organizaciones ecuatorianas están cada vez más inmersas en la integración de estas herramientas en sus respectivos procesos de gestión del conocimiento. De esta manera, están implementando sistemas tecnológicos sofisticados diseñados para recopilar, almacenar, compartir y aplicar conocimiento (Pinzón, Maldonado y Marín, 2019). Además, promueven prácticas que fomentan no sólo la creación de nuevo conocimiento, sino también su difusión.

Adicionalmente, varias organizaciones en Ecuador están haciendo esfuerzos en el desarrollo de una cultura organizativa que prioriza el aprendizaje y el intercambio de conocimientos para una efectiva gestión del conocimiento (Chión, Charles y Morales, 2019), reconociendo su papel en la exitosa implementación de la misma, impulsando el aprendizaje y la innovación (Martínez-Caro, Cegarra-Navarro y Alfonso-Ruiz, 2020). En la literatura científica existen múltiples descripciones de la gestión del conocimiento; algunas de ellas se muestran en el Cuadro 3.

Cuadro 3

Diversas perspectivas sobre la definición de la Gestión del Conocimiento

Autor(es)

Definición Resumida de Gestión del Conocimiento

Año

Davenport y Prusak

Disciplina para la gestión integral de los activos de información de una entidad.

1998

Wiig

Proceso sistemático para mejorar la comprensión y beneficios a partir del conocimiento y patrimonio intelectual.

1993

Nonaka y Takeuchi

Sistema que incluye tecnología y procesos para la gestión y el intercambio de conocimiento, uniendo lo personal y lo organizacional.

1995

Drucker

Enfoque sistemático para mejorar la eficacia y productividad laboral a través de la adquisición, organización y comunicación del conocimiento.

2003

Lumpkin y Lichtenstein

Proceso de generación, codificación y transferencia de conocimiento para mantener una ventaja competitiva.

2005

 

Fuente: Elaboración propia, 2023.

El contexto económico actual, marcado por la globalización, el progreso tecnológico, la formación de la sociedad de la información y la transición hacia una economía basada en el conocimiento, presenta desafíos significativos a las organizaciones. En este marco dinámico, las organizaciones se visualizan como sistemas de actividad en los que los empleados desempeñan un papel cada vez más crucial y activo en la eficiencia y el logro de objetivos (Abualoush et al., 2018).

En relación con lo anterior, la resolución no sistemática de problemas meramente posterga las cuestiones pendientes, dado que comúnmente engendra mecanismos de retroalimentación compensatoria, los cuales pueden potenciar las problemáticas preexistentes (Jackson, 1982). Para capitalizar de manera efectiva la información recabada, transmutándola en conocimiento y sabiduría respaldados por las mejores prácticas y tecnologías de la información, resulta imperativo instaurar un sistema de gestión de conocimiento integral, tal como se muestra en la Figura II.

 

Fuente: Elaboración propia, 2023.

Figura II: El enfoque dinámico de la gestión del conocimiento

Esta estructura, según lo evidenciado en la bibliografía pertinente, facilita que las organizaciones puedan alcanzar un éxito óptimo (Babu et al., 2020). Así, se pone de manifiesto el vínculo entre la necesidad de un papel más activo de los empleados en el contexto económico actual y la importancia de una gestión sistemática y estratégica del conocimiento en las organizaciones.

Este enfoque es particularmente relevante para Ecuador, un país en rápido desarrollo y cambio económico. La gestión del conocimiento en Ecuador tiene un enorme potencial para impulsar el crecimiento económico, incentivar la innovación y aumentar la eficiencia de las organizaciones. Por lo tanto, es esencial que las organizaciones ecuatorianas adopten prácticas de gestión del conocimiento y promuevan una cultura de aprendizaje y desarrollo continuo. Esto implica la incorporación de nuevas tecnologías de la información y la capacitación de los empleados en habilidades y competencias relevantes.

El sistema de gestión del conocimiento se presenta como una acción renovadora y compleja que involucra retroalimentación (Oh y Lee, 2022). Sin embargo, la proliferación del conocimiento y la creciente afluencia de información demandan una perspectiva de gestión del conocimiento que trascienda la esfera tecnológica y abarque también una aproximación filosófica.

Desde una óptica tecnológica, la gestión del conocimiento fomenta la interacción, facilita el intercambio de conocimientos y promueve la cooperación entre los miembros de una organización, potenciando así el rendimiento del capital intelectual (Jafari y Charband, 2016; Ganguly, Talukdar y Chatterjee, 2019; Pastor, 2022). No obstante, las soluciones tecnológicas no siempre aportan la respuesta idónea a los desafíos emergentes, especialmente cuando se requiere una solución no convencional.

Conectando con este desafío, la sociedad contemporánea, caracterizada por una creciente competencia y una menor cooperación, se halla marcada por una tensión intelectual creciente y la emergencia de nuevas formas de actividad. En este escenario, la gestión del conocimiento adquiere una dimensión no solo tecnológica, sino también filosófica, abogando por un enfoque sistemático del conocimiento (Schultze y Leidner, 2002), puesto que es una herramienta que concibe la interrelación entre todos y los conlleva a construir esquemas de pensamientos que les permitan actuar de forma eficiente frente a las transformaciones del entorno (Ureña et al., 2021).

Esta filosofía debe valorar al individuo y su capital intelectual más allá del conocimiento per se, percibiendo a este como el recurso más valioso de una organización (Sparrow y Makram, 2015). Esta visión sistemática de la gestión del conocimiento es de importancia crucial para diversos ámbitos, como los negocios, la industria, el comercio, la política, la cultura y otras actividades humanas.

Por tanto, se hace imperativo un enfoque integrado y holístico que equilibre la adopción de tecnologías avanzadas con la apreciación de la contribución humana, el capital intelectual y la capacidad de innovación (Ferreira, Coelho y Moutinho, 2020). Esta combinación resulta fundamental para una gestión del conocimiento efectiva y para la creación de valor en todas las esferas de la actividad humana.

 

3.1. La gestión del conocimiento como estrategia innovadora en Instituciones de Educación Superior

La simbiosis entre tecnología y gestión del conocimiento ha cobrado creciente relevancia en las organizaciones modernas, donde la adquisición y la aplicación deliberada de conocimientos resultan imperativas. Este contexto ha propiciado la institucionalización de servicios de información con el propósito de recolectar, sistematizar y procesar conocimientos eficazmente (Choi et al., 2020).

La utilización de tecnologías de la información optimiza la búsqueda, la disponibilidad y la presentación de la información, favoreciendo la exploración de grandes volúmenes de datos, ampliando la codificación y acelerando la transmisión de información (Himanen et al., 2019). Sin embargo, este panorama plantea un replanteamiento sobre la acumulación de información, sugiriendo un enfoque más dirigido a la comprensión de los aspectos subyacentes que influyen en la estructura actual del mundo.

Construyendo sobre este punto, el conocimiento, el recurso más valioso de una organización, proporciona una ventaja competitiva si es gestionado adecuadamente. Las ingentes cantidades de información son procesadas mediante tecnologías de la información, herramientas indispensables para las organizaciones en la era actual (Edmunds y Morris, 2000). En otras palabras, el uso efectivo de la tecnología de la información puede hacer una diferencia significativa en cómo las organizaciones manejan y aprovechan su recurso más valioso, el conocimiento.

Es importante destacar que la calidad de la gestión del conocimiento está intrínsecamente relacionada con la calidad y tipos de información. El análisis adecuado de la información requiere comprender su esencia, lo que demanda la formalización y control de los procesos de formación del conocimiento, en paralelo a los avances en tecnologías de la información. Este hilo conductor subraya la relevancia de la gestión de la calidad en todo el proceso, desde la recopilación de la información hasta su análisis y uso para la formación del conocimiento.

Finalmente, la capacidad de los empleados suele correlacionarse con su nivel de conocimientos. La información puede generar nuevo conocimiento que, a su vez, puede ser gestionado y aplicado prácticamente, sobre todo en el ámbito de la educación superior y la investigación aplicada. Este proceso requiere la transformación de la información en conocimiento y la implementación de procedimientos de gestión adecuados (Nemati et al., 2002).

 

3.2. La relación entre tecnología y gestión del conocimiento en las organizaciones

La interacción creciente entre tecnología y gestión del conocimiento resalta en las organizaciones actuales, donde no solo la adquisición sino también la aplicación efectiva de conocimientos es esencial. En este contexto, las organizaciones han establecido servicios de información especializados que buscan recopilar, sistematizar y procesar eficientemente el conocimiento.

Las tecnologías de la información facilitan la adquisición de información, mejora su presentación y acelera su transmisión. Sin embargo, en esta creciente inundación de información, se hace necesaria una reflexión que trascienda la simple acumulación de datos, para enfocarse en los aspectos ocultos que impactan la estructura del mundo actual.

El conocimiento, como recurso inestimable de una organización, debe ser gestionado eficientemente. Las organizaciones, que dependen en gran medida de las tecnologías de la información, gestionan corrientes crecientes de información interna y externa, en un proceso de constante renovación (Forés y Camisón, 2016).

La gestión del conocimiento está ligada a la calidad de la información, su tipología y formas; comprender la esencia de la información es fundamental para su análisis exhaustivo. Además, las innovaciones en tecnología de la información y en los procesos de formación de conocimiento requieren la formalización y el control de estos procesos.

Las habilidades de los empleados a menudo se correlacionan con su nivel de conocimiento, y la información puede generar nuevo conocimiento. Este conocimiento puede ser gestionado y aplicado en contextos académicos y profesionales, especialmente en instituciones de educación superior. Este proceso implica la transformación de la información en conocimiento y la implementación de procedimientos de gestión adecuados.

 

Conclusiones

En la contemporánea sociedad de la información, las instituciones de educación superior enfrentan la imperiosa necesidad de implementar gestión innovadora y sistemas efectivos de gestión del conocimiento. El conocimiento, trascendiendo la mera acumulación de información para enaltecer las acciones y habilidades que habilita, se ha erigido como el pilar de la ventaja competitiva en las organizaciones. A pesar de su extensa exploración en la literatura científica, la gestión del conocimiento aún exige investigación adicional, particularmente en torno a las redes sociales requeridas para el intercambio de conocimientos tácitos.

Impulsada por factores como la globalización, la competitividad, el avance vertiginoso de las tecnologías de la información y el crecimiento exponencial del conocimiento educativo y científico, ha surgido la necesidad de sistemas de gestión del conocimiento. Estos sistemas, que no sólo se fundamentan en la tecnología, sino también en la cultura organizacional, ejercen influencia sobre el aprendizaje y la innovación. El aprovechamiento eficaz de la información y su metamorfosis en conocimiento y sabiduría, exige la instauración de un sistema de gestión del conocimiento eficiente que vaya más allá de la tecnología y adopte una perspectiva filosófica.

En las instituciones de educación superior, la gestión del conocimiento se traduce en la generación y control del patrimonio intelectual. Este proceso es fundamental para el sistema de gestión de estas instituciones y debe sincronizarse con la motivación y la transferencia de conocimiento. Estos centros educativos deben cumplir con altos estándares, resultar atractivos para inversionistas, socios y futuros estudiantes, y establecer un entorno que impulse a empleados y estudiantes a adquirir y desarrollar nuevos conocimientos.

La creación de un sistema de gestión del conocimiento eficaz requiere describir y registrar los activos intelectuales de la institución, determinar una metodología para la recepción, recolección, transmisión y formación del conocimiento, y desarrollar mecanismos de control y seguimiento continuos.

La eficacia de un sistema de gestión del conocimiento depende de la capacidad sociocultural de generar nuevas ideas y conocimientos para las tecnologías de transmisión y gestión. Sin embargo, su éxito también radica en la motivación individual como componente integral del sistema sociocultural. La evolución de las tecnologías de la información establece el objetivo de formalizar los procesos de formación del conocimiento y de reconfigurar la organización tradicional de la gestión del conocimiento hacia un formato de proyectos.

En este sentido, la institución de educación superior juega un papel vital como transmisor de conocimiento, no solo para sus estudiantes, sino también para la comunidad científica y la sociedad en general. Convierte la información en sabiduría, fomentando la creación de un ciclo de aprendizaje continuo y permitiendo el desarrollo de habilidades que contribuyen al crecimiento individual y colectivo.

De este modo, las instituciones de educación superior deben promover y alimentar una cultura de la gestión del conocimiento, la cual va más allá de la mera transmisión de información para incitar la generación de ideas nuevas y originales, alentando la resolución de problemas y la aplicación de conceptos en escenarios del mundo real. Por lo tanto, estas instituciones se vuelven facilitadoras de la innovación, moldeando a los líderes del mañana y contribuyendo al progreso de la sociedad.

 

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* Doctora en Ciencias Contables y Financieras. Docente Titular Tiempo Completo e Investigadora de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas en la Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador. E-mail: elisa.zambrano@utm.edu.ec ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1750-266X (Autor de correspondencia).

 

** Doctora en Ciencias Económicas. Decana de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas, Profesora Titular Tiempo Completo, Coordinadora Académica de la Maestría en Administración de Empresas en la Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador. E-mail: yenniz.sanchez@utm.edu.ec ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3226-1224

 

*** Doctora en Ciencias Económicas. Docente Titular Tiempo Completo e Investigadora de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas en la Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador. E-mail: lucia.loor@utm.edu.ec ORCID: http://orcid.org/0000-0003-3791-6576

 

**** Doctora en Ciencias Contables y Financieras. Docente Titular Tiempo Completo e Investigadora de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas en la Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador. E-mail: susetty.gomez@utm.edu.ec ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8593-1979

 

Recibido: 2023-03-19                · Aceptado: 2023-06-06