Revista de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXIX, No. 3, Julio - Septiembre
2023. pp. 517-530
FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ●
ISSN-E: 2477-9431
Como citar: Bracho-Fuenmayor, P. L.
(2023). Habilidades de liderazgo en tiempos de cambio: Una mirada en las
universidades del Zulia-Venezuela. Revista De Ciencias Sociales, XXIX(3),
517-530.
Habilidades de liderazgo en
tiempos de cambio: Una mirada en las universidades del Zulia-Venezuela
Resumen
Muchas situaciones en la actualidad han cambiado, siendo imperativo
analizar por qué y cómo hacer para que el liderazgo en las universidades esté
dirigido a la formación y preparación de su personal, considerándolo un talento
humano importante para propiciar los procesos y obtener los resultados
esperados, por ello, la presente investigación tuvo como propósito describir
las habilidades del líder en tiempos de cambio en las universidades, con los
postulados de Gavilán (2018). Se desarrolló un estudio descriptivo, con diseño
no experimental, transversal de campo, asumiéndose como población a los
Directivos y profesorado de las Escuelas de Derecho, en este caso, de las tres
universidades más importantes del Zulia-Venezuela, con un muestreo no probabilístico
intencional, de 80 participantes. Se elaboró un cuestionario válido y
confiable. El análisis se realizó con medidas de tendencia central observando como
resultado habilidades adecuadas con mayor relevancia en la comunicación y
debilidades en la aplicación de la empatía. En conclusión, en estas
universidades se cuenta con directivos cuyo liderazgo es capaz de enfatizar en
los nuevos requerimientos formativos de los profesionales, para conducir al
funcionamiento gerencial, operativo, técnico, administrativo, programando
proyectos económicos, sociales, culturales, científicos y tecnológicos exigidos
por la nación.
Palabras clave: Habilidades; liderazgo;
cambios; universidades; talento humano.
Leadership skills in times of change: A look at universities at
Zulia-Venezuela
Abstract
Currently,
many situations have changed, making it imperative to analyze why and how to
ensure that leadership in universities is aimed at training and preparing their
staff, considering it an important human talent to promote processes and obtain
the expected results, for Therefore, the purpose of this research was to
describe the skills of the leader in times of change in universities, with the
postulates of Gavilán (2018). A descriptive study was developed, with a
non-experimental, cross-sectional design, assuming as a population the
Directors and professors of Law Schools, in this case, from the three most
important universities in Zulia-Venezuela, with an intentional
non-probabilistic sampling. , of 80 participants. A valid and reliable
questionnaire was developed. The analysis was carried out with measures of
central tendency, observing as a result adequate skills with greater relevance
in communication and weaknesses in the application of empathy. In conclusion,
in these universities there are managers whose leadership is capable of
emphasizing the new training requirements of professionals, to lead to
managerial, operational, technical, administrative functioning, programming
economic, social, cultural, scientific and technological projects required by
the nation.
Keywords: Skills;
leadership; changes; universities; human talent.
Introducción
Los procesos de cambio experimentados en el siglo XXI, considerada la
sociedad del conocimiento, han estado envueltos en innovaciones tecnológicas y
de la información, sustentados por una serie de principios de la IV Revolución
Industrial, los cuales han incidido en la transformación de las organizaciones,
de allí la necesidad de desarrollar acciones de adaptación ante ciertos
aspectos, tal es el caso del estilo de liderazgo autocrático, democrático o
liberal según fuera la necesidad, que determinaba el enfoque de la gerencia,
que ahora debe ser adecuado a las transformaciones.
Es así como al considerar el liderazgo en la actualidad, según lo
expresan Romero-Parra, Romero y Barboza-Arenas (2022), sobresale la destreza de
motivar e inspirar a otros individuos, generar seguidores con una actitud
abierta a la innovación, al conocimiento, a las relaciones con una posición
dirigida al trabajo en equipo; así como Krüger y
Chiappe (2021), consideran la comunicación interpersonal, la negociación, el
desarrollo de la creatividad; además, habilidades de decisión y pensamiento crítico
para la resolución de problema, el autocontrol y afrontamiento, entre otras.
Por su parte, Cardona y
Trejos (2020) consideran que el liderazgo se manifiesta en el trabajo en equipo
porque optimiza la capacidad de comunicar y recibir información mejorando sus
relaciones, lo que disminuye el estrés y aumenta el logro de objetivos
organizacionales, expresando Lozano, Lozano y Ortega (2022),
“que Las habilidades blandas, también
conocidas como habilidades
sociales, permiten que la persona que las
posea pueda desempeñarse eficazmente en sus
actividades laborares, lo que ha sido muy valorado por las empresas” (p.412), propiciándose
el cambio y la innovación.
En ese marco de ideas, se analiza la situación de muchas organizaciones
educativas, entre ellas las universidades, lugares para la transmisión de
conocimiento cuya misión es crear y difundirlo (Xu et al., 2018), donde en
tiempo de cambios, posiblemente el talento humano no siempre es tomado en
cuenta por los directivos de escuelas y facultades, trabajando cada uno de
manera aislada sin considerarse la importancia actual del trabajo en equipo;
por cuanto cada individuo participa y coopera en función de logros
organizacionales para vencer las dificultades.
A partir de la literatura revisada, puede detectarse que es importante considerar no tanto el conocimiento
específico de normas, procedimientos y tecnologías, sino valorar las
habilidades para poder asimilar cambios generales en el entorno del trabajo,
cuestión que implica la necesidad de contar con gerentes líderes preparados
para los cambios, según sean los escenarios laborales, el medio ambiente
cultural, de información, las personas y su manera de percibir los hechos,
analizando causas, consecuencias, mostrando un papel notable y relevante al
saber transformar las debilidades en oportunidades, sin temerle a las amenazas
externas.
Por ello, en
momentos de cambios, se requiere de individuos que hagan uso de sus dones para
darle solución a las distintas crisis presentadas, por cuanto como lo manifiestan
Avila et al. (2022), “la complejidad de las nuevas realidades demanda de
talento humano y liderazgos orientados en desarrollar la competitividad de las
organizaciones a partir de principios de innovación, participación, ética,
justicia y equidad” (p.162), cuestión considerada en la actualidad ante las
realidades presentes enfrentadas según sea las habilidades para hacerlo. Sin
perder de vista que según Bracho-Fuenmayor et al. (2023): “la
justicia se modifica a la luz de la visión de quien la debe asumir, de quien la
vive o experimenta” (p.197).
Este aspecto ha sido punto de inquietud por lo cual se asumió la
realidad detectada en tres universidades de Maracaibo, estado
Zulia-Venezuela, donde se le ha exigido al personal
directivo de las distintas facultades y escuelas, iniciar un proceso de cambio
en cuanto al liderazgo, tomando en cuenta las capacidades de su talento humano,
conformado por los profesionales de las distintas carreras, para generar
acciones traducidas en transformación, lo cual hace pensar en cómo se están desarrollando
estas gestiones.
En este sentido, se consideró el contexto de las Escuelas de Derecho de
la Universidad del Zulia (LUZ), Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín (URBE), y
la Universidad Rafael Urdaneta (URU), seleccionadas por ofrecer la carrera de
Derecho o Abogacía, donde, de acuerdo con observaciones empíricas, se detecta
que los directivos de Escuela, desde su posición, establecen las condiciones
para gestionar adecuadamente el conocimiento en cada una de las funciones de la
institución.
Sin embargo, no siempre este personal Directivo, muestra interés por el desarrollo del talento humano
profesional de estas Escuelas, bien sea por el estilo de liderazgo, algunas
veces autoritario, transaccional, burocrático; o porque dentro de las
actividades administrativas que realizan no están preparados en aspectos
innovadores impuestos por los cambios, lo cual impide tengan la seguridad y
libertad para adaptarse a los mismos y aceptar del profesorado las ideas
novedosas, opiniones, conocimientos, experiencias, iniciativa y creatividad,
pudiendo generarse una rutina poco productiva y posiblemente desinterés,
desestimulo por el trabajo.
Además, en estas Escuelas de Derecho, de acuerdo con comentarios
directos con los profesores/as, manifiestan sentirse más preparados/as que sus
Directores/as de Escuela, en distintas áreas profesionales, y poseen esas
habilidades de líder asumidas para el desarrollo de las actividades académicas,
de investigación y extensión (Escorcia y Barros, 2020), lo cual a veces puede
ser difícil de aceptar por la competencia establecida, sobre todo cuando el
directivo cuenta con un profesorado más actualizado y dispuesto, muy
especialmente en los momentos de cambios experimentados en los últimos tiempos;
de allí que Vélez et al. (2019), manifiestan que:
El directivo de una organización
posee conocimientos propios de la administración, y al ser esta una disciplina
con visión prospectiva, es imperante evolucionar con el tiempo, para lo cual se
debe estar actualizado con los nuevos enfoques de la misma para que los
conocimientos del directivo no se vuelvan obsoletos. (p.52)
Por lo tanto, es importante asumir el cambio muy especialmente en la
manera de relacionarse con los demás, de allí que Gavilán (2018) considera la necesidad
de contar con las habilidades de adaptabilidad, empatía, comunicación y
persuasión para propiciar sus acciones de líder. Dicho esto, se asume como
objetivo, describir las habilidades del líder en tiempos de cambio en las
universidades, específicamente en las Escuelas de Derecho de LUZ, URBE y URU,
desde la perspectiva de directores y profesores de la misma.
1. Liderazgo
Acerca del liderazgo mucho se ha escrito e investigado, indicando que en
el tiempo se han ido modificando las definiciones, las clasificaciones y
enfoques por cuanto es una cualidad del hombre la cual debe adecuarse a las
condiciones del momento, a las exigencias de la sociedad; cuestión importante
dentro de cualquier organización, llámese hogar, escuela, sociedad, donde se
requiere contar con una persona cuyas habilidades le sirvan para atraer,
influir, persuadir a los otros para el logro de los objetivos.
En ese orden de ideas, se menciona a Maxwell (2020), quien, en
sus innumerables obras sobre liderazgo, ha expresado que los líderes más
talentosos y dedicados sienten la necesidad de avanzar para crecer y ayudar a
otros a hacer lo mismo, de esta manera, los gerentes desarrollan sus dones llegando a tener
un nivel de superación caracterizado por demostrar
esfuerzo,
intencionalidad, además de contar con habilidades interpersonales, socio emocionales,
comunicativas.
Por su
parte, Pando et al. (2022) consideran el liderazgo como el arte de poder
influir en otras personas para que estas consigan, de manera voluntaria,
participar en el procedimiento de lograr las metas de un grupo específico. De la
misma manera, liderar significa animar a las personas a integrarse
voluntariamente a trabajar, pero con ganas, emoción, ilusión y confianza.
En esta misma línea de ideas, Landeo-Quispe et al. (2022) mencionan que el liderazgo “permite al
directivo aprender “transformativamente” en el trabajo y mejorar éste. A
medida que el liderazgo sustituye a la gestión y el aprendizaje a la educación;
la efectividad del liderazgo emerge como la vertiente accesible de la
estrategia” (p.319), donde sus habilidades son imprescindibles, posiblemente éstas,
lo hace distinguir de los otros; actuando de manera responsable, transparente,
clara, ética, mostrando actitudes reflexivas, con visión de futuro, de cambio.
Entonces, se desea contar con un líder en
cualquier organización, cuyo carisma e influencia coadyuve a sus colaboradores
a trabajar por la productividad quienes en estos tiempos de cambios deben
adecuarse, adaptarse, modelando ante ellos, siendo una persona comunicativa que
trabaje con el equipo de manera directa, comprendiéndolos y aceptando a cada
individuo como único, pero en conjunto sus talentos ayudan al progreso, de allí
la necesidad de saberlos persuadir para estar entusiasmados, con esfuerzo para
superarse y hacer lo mejor para aplicar estrategias innovadoras, creativas, como lo
sugiere la sociedad de la IV Revolución Industrial, expresando Bernate
y Vargas (2020), que exige enfrentarse a los desafíos y tendencias del siglo
XXI en relación con la educación superior.
1.1. Talento humano
Dentro de las
organizaciones se ha considerado el capital intelectual como el conocimiento de
las personas que la conforman, quienes en conjunto brindan ideas, tecnologías,
procesos y operaciones para hacerla más productiva lo cual según Geraldo, Soria y
Tito (2020), “se convertirá de beneficio
en el futuro” (p.10), por ello, los miembros de la organización aportan sus
habilidades y talentos, la experiencia, la capacidad para aprender y adaptarse,
la capacidad de innovación y desarrollo, ayudando a mejorar la actividad de la misma;
por tanto, debe invertirse en dicho capital para incrementar la productividad,
a través del cambio y la transformación.
En ese
sentido, cuando el directivo posee un liderazgo transformacional, está
dispuesto a formarse y formar a su equipo de trabajo donde todos se sientan
valorados y al mismo tiempo, ayuda y toma en cuenta los logros, con ideas
liberadoras; su carisma contribuye con la motivación al logro del ser humano,
haciendo uso de la comunicación, por eso, un líder que atrae, convence, persuade,
cree en el talento de su gente, estimulándolos y apreciando sus competencias;
además, se basa en la teoría de la realización personal, permitiendo mediante,
un comportamiento modelado, orientar e interactuar para dirigir a su personal
al éxito, dándole opciones donde demuestren sus habilidades para liderar
manejando las relaciones, la comunicación, y la empatía..
A nivel
mundial, se está considerando cada vez más la gestión del talento humano para
alcanzar con más efectividad los objetivos organizacionales, considerando las
habilidades que el líder manifiesta, ayudándole a obtener una ventaja
competitiva, buscando el éxito, el cual será según se demuestren las
competencias distinguiéndose entre los demás, por sus conocimientos y una
actitud de progreso, superación para demostrar sus conocimientos mediante la
acción, al ser poseedor de una actitud y capacidad innovadora, dispuesto a
arriesgarse en proyectos, dotado del liderazgo necesario en estos tiempos,
según lo exponen Vernaza, Medina y Chamorro (2020).
En ese orden
de ideas, se menciona el estudio realizado por Deloitte (2019), en la encuesta
de tendencias globales de capital humano, de diferentes países en todo el
mundo, considerando los de Latinoamérica, donde “le dan un 79% de importancia
al liderazgo, un 73% al acceso del talento y un 81% a la movilidad” (p.9), por
tanto, las organizaciones no pueden esperar a obtener y contratar suficientes
personas con todas las habilidades necesarias, sino que deben desarrollarlas
internamente para prosperar.
1.2. Habilidades de liderazgo en
tiempos de cambio
El
liderazgo en tiempos de cambio implica actuar con dinamismo y proactividad,
siendo productivo y responsable de sus actos. Al respecto, Gavilán (2018)
considera al líder el protagonista quien ofrece la visión y establece el contexto para
que los equipos de trabajo se movilicen hacia la acción propositiva, por ello,
debe desarrollar una estrategia de
liderazgo clave para superar los acontecimientos, las emociones y los
comportamientos, que manifiesta en su
desempeño mediante sus habilidades, demostrándoles a los miembros de la organización
su deseo de progresar.
Esto implica contar con un líder que muestre
sensibilidad al ser receptivo a los problemas ajenos y tenga la capacidad de ver
más allá, de extender su amplitud de conciencia. Ser íntegro transmitiendo
honestidad, fiabilidad y confianza en los otros. Esto influye en el personal,
brindándoles confianza a quienes les presta sus servicios. Por lo tanto, según Jaén y Cortés (2020): “La
verdadera prueba de liderazgo no se produce cuando todo está tranquilo y sin
problemas” (p.1), por cuanto muchas crisis son impredecibles y por ello,
no siempre cuentan con el tiempo necesario para preparase y a menudo deben
tomar decisiones sobre la marcha debiendo ser no solo rápidos sino
también cautelosos en sus actos.
En ese orden de ideas, se plantea la encuesta realizada por la empresa
Deloitte (2019), acerca de la visión de líderes de diversos países mediante la
pregunta: ¿Cuáles cree que son los requisitos esenciales de los líderes del
siglo XXI? y las respuestas llevaron a analizar acerca de la necesidad de tener
habilidades tales como liderar en un entorno de mayor complejidad y ambigüedad,
ejercer influencia, liderar de manera remota, gestionar la combinación de fuerza
laboral y máquinas, resultando nuevas necesidades de liderazgo adquiridas
mediante la preparación constante.
Por ello, un
líder en tiempo de cambio debe mostrar habilidades para proyectar confianza, expresando Jaén y
Cortés (2020), que es la persona que todos
buscan para saber qué deben hacer; son realistas, auténticos, por cuanto los
individuos necesitan a alguien en quien puedan confiar, proporcionando
dirección para responder a la situación de manera oportuna; cuida del ambiente
laboral, toma el control, sabe delegar tareas, donde todos los involucrados
estén enfocados y decididos a completar las actividades en cuestión, evitando
criticar a la organización por cuanto lo más importante es controlar el caos
producido por cualquier cambio. Cuando las cosas suceden rápidamente, nadie
puede tener el control, pero si tiene las cualidades necesarias, puede
asumirlo, intervenir en la respuesta, mediante el trabajo colaborativo.
Desde la
perspectiva de Gurr y Drysdale (2017), es necesario “cambiar
para adaptarse a los cambios del entorno, también existen dominios clave del
liderazgo que se mantienen, al menos, relativamente estables a lo largo del
tiempo, dado a que mejora la actividad educativa” (p.139), lo cual requiere
comprender el contexto, establecer una dirección, desarrollar a las personas, desplegar
la organización, mejorar la enseñanza y el aprendizaje, influir en otros y
liderarse a sí mismos/as, de manera de adaptarse, comprender y actuar en
tiempos de cambio, de crisis e incertidumbre.
Al tomar
en cuenta los aspectos antes establecidos se asumen las habilidades propuestas
por Gavilán (2018), en cuanto a contar con un liderazgo en tiempos de cambios
que manifieste la adaptabilidad, empatía, comunicación y persuasión necesarias
para emerger triunfante de cualquier escenario en transformación. Estas
posiciones acerca del liderazgo necesario para gestionar los cambios en las
organizaciones requieren poseer características con las cuales entiende la
situación, así como analiza los hechos, comenzando por tener adaptabilidad a lo
nuevo.
a. Adaptabilidad
La presencia de una situación de cambio en la
organización, implica según Gavilán
(2018), enfrentarla, por ello, “los líderes se deben informar sobre el acontecer
del entorno (tanto interno como externo), interpretar la información y ejecutar
un plan de acción a partir del potencial latente en la organización” (p.2),
identificando el valor añadido diferencial y estableciendo los ajustes
necesarios en la estructura interna, en la política empresarial y los procesos
internos, para crear nuevas formas de realidad, a partir de los recursos de la
organización, comenzando por el humano, por los talentos que poseen.
En ese
sentido, Garzón (2018) hace una aproximación al constructo adaptación concretándolo en seis dimensiones: “Flexibilidad
estratégica, con cinco categorías: variedad de marcos de problemas;
multi-actor, multi-nivel, multi-sector; diversidad de soluciones” (p.3), toda
vez que el líder debe exponerse a diferentes situaciones tomando en cuenta
también la flexibilidad intelectual, con cuatro categorías como son confianza; aprendizaje
simple, aprendizaje de doble bucle; discusión de dudas, donde puede detectarse
diferentes formas de entender para aceptar los hechos y adecuarlos a las
exigencias; para adecuar los desafíos y perspectivas para un
mejor desarrollo.
Por
consiguiente, la adaptación hace referencia a las capacidades, conductas y
destrezas del líder para adecuar sus pensamientos, sentimientos y acciones de
manera de poder satisfacer las exigencias en sus entornos habituales, en sus
grupos referenciales, acordes a su edad, afrontando las experiencias en la vida
cotidiana, y cómo cumplen las normas con autonomía personal, demostrando
flexibilidad, capacidad en el manejo de problemas, saber hacer uso correcto del
tiempo, los recursos y equipos, poner en práctica las estrategias que impulsen
el cambio, pensando en los demás, para comprender y ser comprendido.
b. Empatía
Prieto, Martelo y Franco (2022), refieren que la empatía implica
visualizar el mundo desde la óptica de otro individuo, y experimentar sus
emociones, aceptar a cada quien, con sus diferencias, considerando sus
posiciones para enriquecer a la organización. Al
respecto, Harrison et al. (2020), se refieren a las capacidades que contribuyen al
reconocimiento y entendimiento de los sentimientos de los demás, y las
motivaciones influyen en su conducta, es decir, para ellos, es vivir
temporalmente en el mundo subjetivo del otro, sin hacer juicios, paseándose por
sus sentimientos, emociones, cogniciones y argumentos personales sin
modificarlos.
En ese orden de ideas, Gavilán (2018) manifiesta que el buen líder debe
contar con la habilidad para empatizar, manifestando que: “La empatía es fundamental para
construir el compromiso, la motivación y la colaboración entre el personal.
Promueve el respeto, el apoyo y favorece a los vínculos interpersonales” (p.2),
lo cual le provee de información valiosa sobre las expectativas y necesidades
de todas sus audiencias: Colaboradores, clientes y stakeholders. La situación de cambio en la organización requiere de esa persona
habilidosa quien sepa asumir su papel, pero a la vez, actué de manera humana
con el equipo de trabajo, la idea es conocer la preparación del otro para favorecer
el proceso, por tanto, debe aceptar las ideas y opiniones aportadas por cada
miembro de la organización, o en caso tal, a situaciones externas.
Al poseer el
líder esta habilidad, su acción con los otros será más efectiva por cuanto la
empatía se construye sobre la conciencia de sí mismo, por ello, como lo
expresan Grau et al. (2017) se puede definir “como la capacidad de una persona
para transmitir comprensión hacia las emociones de otros individuos, lo cual
implica una capacidad para comprender cómo se siente la otra persona y para hacerle
saber que existe esta comprensión” (p.114).
Por
consiguiente, tomando en cuenta lo expuesto, un líder empático aprovecha la
diversidad, aptitud que le permite cultivar las oportunidades a través de las
personas diversas, respetándolas sin importar cuál es su origen, entendiendo
sus opiniones posiblemente contrarias; así, como las diferencias grupales;
también, ven en la diversidad una oportunidad para crear un medio donde las
personas pueden prosperar, enfrentándose a los prejuicios e intolerancia con una
visión optimista porque confían en poder gestionar con éxito, a través de la
comunicación, los cambios, en este caso, en las universidades objeto de
estudio.
c. Comunicación
El elemento clave del éxito y la efectividad en cualquier organización,
es la comunicación, considerada la herramienta básica para establecer adecuadas
relaciones interpersonales y llevar a cabo las operaciones, de allí que sea la
estrategia más segura cuando se quiere el cambio; por ello, Yue, Men y Ferguson (2019) hacen relevancia
al papel del liderazgo y la comunicación como factores clave para generar y
reforzar la confianza de los empleados, lo cual favorece su aceptación e
incluso colaboración en procesos de cambio, dirigiendo las operaciones por el
camino correcto.
Por ello, en realidad
ninguna organización puede existir sin la comunicación, considerar la
transferencia de significados entre sus miembros, la transmisión de
significados sobre información e ideas, con una comprensión de dichos
significados juntamente con la transferencia de los mismos, donde el personal
directivo no debe conformarse con hablar y ser oído, debe ser escuchado y saber
de igual manera, atender al personal de la organización, sobre todo en este
caso, los profesores de las Escuelas de Derecho quienes al sentirse bien
preparados en diversas áreas, pretenden ser tomados en cuenta con respecto a lo
que piensan, a sus sentimientos y emociones, requiriendo aportar sus
conocimientos y experiencias.
Para Alonso y
Fernández (2018), “una organización puede estar bien diseñada, pero
si el mecanismo de la comunicación no funciona, trae necesariamente como
consecuencia una desarticulación de la estructura organizacional” (p.56), por
ello, debe ser entendida como componente estructural y funcional de una gestión
gerencial con significado, implicando ser la herramienta básica para
darle solución a los cambios; por cuanto mediante ésta se aportan ideas, se
escuchan opciones, se transmite la información acerca de lo que se puede hacer
y se está haciendo, por tanto, tal como lo expresa Pastor
(2020), el líder debe mostrar “habilidades de: comunicación verbal y no
verbal, escucha y observación” (p.33).
En ese orden de ideas,
según lo expresa Xifra (2020): “La comunicación corporativa y las relaciones
públicas son ejemplos de estos procesos que se enfrentan a una situación
inédita, difícilmente prevista y de la que habrá que sacar unas lecciones de
cara al futuro” (p.1), y luego de hacer investigación y ensayo, se pretende con
base a la teoría, pero a partir de la experiencia y de algunos estudios
llevados a cabo por profesionales de la comunicación, reflexionar sobre cómo
afecta y condiciona la crisis de cambio a la práctica de la comunicación
corporativa en general, en cuanto a la responsabilidad que se tiene para la
institución y la sociedad.
Xifra (2020), plantea que
mediante la comunicación se informa, pero debe hacerse siempre con base en la
verdad, de manera que se gestionen las técnicas y herramientas propias de las
relaciones públicas, generándose una gestión equilibrada, armónica y de confianza
con sus públicos, realidad experimentada de igual manera en las universidades
objeto de estudio.
d. Persuasión
Otras de las habilidades del lider para asumir el
cambio en las organizaciones, es la persuasión, la cual de acuerdo con lo
expuesto por Gavilán (2018), se reconoce cuando el directivo “ha
identificado el potencial en la organización, ha escuchado a sus diferentes
audiencias, ha ideado un plan de acción y ha sido congruente entre aquello
comunicado y lo hecho, la persuasión vendrá de forma natural” (p.2), por tanto,
al estar convencido de los cambios puede implementar estrategias para mejorar la situación, haciendo uso de la comunicación y
convencer a los miembros de las acciones a tomar.
Por ello, es importante persuadir, coincidiendo con Sánchez-Muñoz
et al. (2018) quienes entienden que: “Cualquier cambio que se dé en las
actitudes de un sujeto como consecuencia de una exposición a un proceso
comunicativo diseñado y ejecutado con esta finalidad” (p.9), suelen utilizarse
como sinónimos de persuasión, lo cual se convierte en una cualidad del líder
para atraer a sus seguidores y colaboradores, con el propósito de
comprometerlos en la dirección hacia la acción necesaria; y para llegar a la persuasión, se suele
atender más a la vía periférica, no tanto la central, debido a su mayor
funcionalidad práctica.
Sobre este tipo
de procesamiento más periférico se citan las aportaciones de Quevedo,
García y Cañizares (2021), quienes expresan que la persuasión “es un elemento básico de
cualquier profesional que comunica ideas a otros y delimitar cómo ocurre dicho
fenómeno” (p.30), para convencer a los seguidores y colaboradores de aquellas
acciones pertinentes para alcanzar los objetivos, trabajando con mecanismos
comunicativos que favorezcan la reciprocidad, coherencia, sanción social,
autoridad, simpatía y escasez, donde el líder al manifestar estos talentos
puede llegar fácilmente a la gente y convencerlos en cuanto a lo requerido por
hacer, generándose un clima de confianza y concertación con todos los involucrados en el
cambio dentro de la organización, en este caso, las Escuelas de Derecho de las
universidades estudiadas.
Por tanto, debe
entenderse que cuando hay cambios en el ambiente, en la sociedad, se dan de
igual manera en las organizaciones, y por ello, los directivos con su liderazgo
deben persuadir a los miembros para generar ideas acerca de cómo transformar
las situaciones, cuáles estrategias pueden aplicarse, siempre asumiendo una decisión
pertinente a la realidad. Esta habilidad del líder es fundamental para
convencer a los seguidores o colaboradores, por cuanto, el trabajo del cambio
debe ser de todos, por ello, la necesidad de entender los hechos, las causas y
las consecuencias en busca de mejorar los procesos.
2. Metodología
El estudio
surgió del interés del investigador con base en sus conocimientos empíricos,
proponiéndose describir las habilidades del líder en tiempos de cambio en las
universidades, partiendo de lo observado en distintas Escuelas de Derecho en
universidades de Maracaibo, estado Zulia-Venezuela, como son: LUZ, dentro de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas; URBE, en la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Políticas; y en URU, en la Facultad de Ciencias Políticas
Administrativas y Sociales.
Metodológicamente
es una investigación descriptiva, con diseño no experimental, transversal de
campo. La población se
conformó con los directivos de Escuela junto al personal que labora en las
mismas, así como a los profesores adscritos con un total de 90 sujetos,
realizando un muestreo no probabilístico accidental, obteniendo 80
participantes (16 directivos y 64 profesores) de las tres universidades antes
mencionadas, donde 30 sujetos son de LUZ, 25 de URBE, y 25 de URU.
Se asumió
como técnica la encuesta y como instrumento se elaboró un cuestionario contentivo de 12 items con cinco alternativas de
respuestas: Siempre, casi siempre, algunas veces, casi nunca y nunca, en cuanto
a la adaptabilidad, empatía, comunicación y persuasión como habilidades del
líder en tiempos de cambio, según los postulados de Gavilán (2018), el cual se
validó según opinión de 5 expertos, se aplicó prueba piloto a una población de
20 sujetos con características similares, con Alfa Cronbach se obtuvo alta
confiabilidad, obteniendo un coeficiente de 0.92.
Se aplicó el
instrumento en noviembre del 2021 y luego el análisis estadístico se realizó
con el programa estadístico SPSS versión 23.0, asumiendo la estadística
descriptiva con medidas de tendencia central. Para la interpretación de
los resultados se construyó un baremo en el cual los valores entre 1 a 1.80 indican
es muy inadecuada la habilidad del líder, de 1.81 a 2.61 inadecuado, de 2.62 a
3.42 moderado o regular, de 3.43 a 4.23 adecuada, y de 4.24 a 5 muy adecuada la
habilidad del líder en tiempos de cambios en las universidades.
3. Resultados y discusión
Con el propósito de determinar las habilidades de liderazgo en tiempos
de cambio, según la opinión de directivos y profesores de las Escuelas de
Derecho seleccionadas, se analizaron los valores según medidas de tendencia
central, con la media (), se
estableció la categoría correspondiente de acuerdo con el baremo antes
explicado, detectando según los indicadores, los siguientes resultados:
Al describir
las habilidades de liderazgo requerida en tiempos de cambio en las
universidades en estudio, se puede observar en la Tabla 1, al encuestar a los directores de
Escuela de Derecho y al personal de las mismas, se pudo obtener un
comportamiento moderado en cuanto a la adaptabilidad al cambio, al responder
que algunas veces ( 3.06) se informa sobre el acontecer del entorno
para hacer interpretación sobre la situación en la organización, ejecutando un
plan de acción a partir del potencial latente, para establecer los ajustes
necesarios en la estructura interna creando nuevas formas de realidad en la institución.
Para los profesores de la Escuela de Derecho el directivo manifiesta estos
aspectos de adaptabilidad casi siempre, por ello, tienen un comportamiento
adecuado según la media ( 4.09).
Tabla 1
Habilidades de líder en tiempos de cambio
Indicadores |
Directivos |
Categoría |
Profesores |
Categoría |
|
|
|
Categoría |
|||||
Adaptabilidad |
3.06 |
Moderado |
4.09 |
Adecuada |
3.57 |
Adecuada |
Empatía |
3.05 |
Moderado |
2.95 |
Moderado |
3.00 |
Moderado |
Comunicación |
3.00 |
Moderado |
4.20 |
Adecuada |
3.6 |
Adecuada |
Persuasión |
4.06 |
Adecuada |
3.03 |
Moderado |
3.54 |
Adecuada |
Indicador |
3.29 |
Moderadas |
3.56 |
Adecuadas |
3.43 |
Adecuadas |
Fuente: Elaboración propia, 2022.
En cuanto a la
empatía, de acuerdo con el promedio del personal directivo de escuela ( 3.05) y el de los profesores ( 2.95), esta habilidad se manifiesta en el liderazgo
de los directivos de manera moderada por cuanto algunas veces, promueve el
respeto para favorecer los vínculos interpersonales, se provee de información
valiosa sobre las expectativas del personal que integra la Escuela de Derecho y
muestra sensibilidad al ser receptivo a los problemas ajenos, lo cual demuestra
debilidad en esta habilidad de líder tan importante en tiempos de cambio.
En relación con
la comunicación, esta habilidad la muestran los directivos de manera moderada ( 3), al asumir que algunas veces en las Escuelas de
Derecho objeto de estudio, se logra la promoción de una comunicación clara para
brindar seguridad entre el personal en momentos de cambio, informándolo sobre
el campo de acción a seguir y estableciendo la ruta para lograrse las
transformaciones, lo cual reduce los rumores evitando la desmotivación de los
colaboradores. Al respecto, esta habilidad del líder es adecuada según lo
opinan los profesores con su media ( 4.20).
Con respecto a
la persuasión, los directivos de Escuela están convencidos de tener esta
habilidad con el personal según lo reporta la media ( 4.6); mientras para el profesorado es moderada ( 3.6), por cuanto solo algunas veces el directivo
como líder los convence, acerca de que el trabajo dirigido al cambio es
responsabilidad de todos, así como indaga acerca de cuáles estrategias puede
implementar para mejorar la situación, además que es congruente entre aquello
que comunica con lo realizado.
Los resultados
presentados en la Tabla 1, con respecto a las habilidades de liderazgo, indican que el personal directivo según
opinión de estos y del profesorado de las Escuelas de Derecho de las
universidades involucradas en este estudio, son adecuadas ( 3.43), con debilidad en la empatía la cual debe
demostrarse ante el personal aceptando la preparación hacia el cambio manifestada
por los profesores de Escuela; no obstante, de acuerdo con los valores, la
adaptabilidad, los directivos solo la logran algunas veces, evidenciándose
diferencias de opiniones al respecto de cómo deben asumirse las acciones para
el logro de las transformaciones.
Al revisar los
resultados con respecto, a describir las habilidades del líder en tiempos de
cambio dentro de las universidades objeto de estudio, específicamente en las
Escuelas de Derecho, se constata que el personal Directivo las asume de manera
adecuada a las exigencias de la sociedad del conocimiento, pudiendo observar la
comunicación, la habilidad más relevante para los gerentes de sus
organizaciones sobre todo en tiempo de cambio.
Lo expuesto
coincide con la posición de Pastor
(2020), para quien todo líder debe contar con habilidades y/o actitudes entre
estas la de comunicación verbal y no verbal, escucha y observación; por ser el elemento
clave del éxito y la efectividad, utilizada como la herramienta básica para
establecer adecuadas relaciones interpersonales y llevar a cabo las operaciones
de manera segura para afrontar las transformaciones en las universidades.
Sin embargo, la empatía es la habilidad con más bajo promedio según la
percepción de ambas poblaciones, manifiesta la presencia de una debilidad por
parte del personal de Dirección de Escuela de Derecho en las tres universidades
objeto de estudio, al ser poco comprensivos con respecto a lo que piensa y
siente el profesorado, lo cual contradice el postulado de Novillo,
Guananga y Mancheno (2021), en cuanto a la empatía al saber respetar, escuchar
y valorar las opiniones e ideas del equipo de trabajo deberán ser acciones
tomadas por el líder, que no necesariamente tendrá que llevarlas a cabo, basta
con dar la oportunidad al resto para expresar su sentir, trabajar en ello con
el fin de crear un mejor ambiente laboral, y con ello mejores resultados en el
trabajo.
Por lo tanto, es importante que un
líder cuente con la habilidad para empatizar, lo cual es fundamental para construir el
compromiso, la motivación y la colaboración entre el personal, al permitir la
promoción del respeto, el apoyo, y favorece los vínculos interpersonales siendo
importante en momentos de cambio por cuanto ayuda a comprender los sentimientos
y emociones de los otros para buscar estrategias dirigidas a brindar confianza
y credibilidad.
No obstante,
los resultados con respecto a la empatía, contradicen lo expuesto por Sánchez-Muñoz
et al. (2018), para quienes “los sujetos más empáticos, con gran capacidad de
ponerse en el lugar del otro, pueden ser más fáciles de persuadir” (p.16), y si
no se da esa similaridad con el receptor podría hacerles más vulnerables de
manera general, siendo la cognición un posible obstáculo para la persuasión,
por cuanto los profesores son o se sienten más preparados que los Directores de
Escuela, se hace más difícil persuadirlos, y viceversa, por generarse una alta
tendencia en este rasgo y se hacen resistentes al cambio actitudinal,
elaborando la información y generando actitudes con compromiso, resiliencia y
empatía.
Al respecto, Whitehurst
(2017) plantea que el líder actual debe ser una persona abierta a los cambios, estar
preparada para liderar a las personas hacia el trabajo en equipo, generando
confianza, transparencia, sensibilidad o emociones compartidas, lo cual
estimula al grupo a seguirlo para el logro de los objetivos organizacionales.
Entonces, ser empático interesa mucho por cuanto esta habilidad encabeza el
cambio a la hora de liderar las universidades, haciendo que los miembros
realicen mejor su trabajo, al permitir que se establezca una conexión donde
cada uno cumple con su rol, se valora el talento, como debe ser entre los directores
de escuela y los profesores, favoreciendo el compartir y trasmitir los valores
de la organización, motivando a los individuos de manera individual para formar
un colectivo más compacto.
De esa manera, tal como lo determinó Antoñanzas (2021) en su estudio,
cuando los líderes comparten con los trabajadores los problemas dentro de la
organización, los hace partícipes de las decisiones tomadas para sobreponerse
al cambio, estimulando la colaboración para obtener mejores resultados. Por
todo ello, los líderes han pasado de ser personas enfocadas a la tarea,
organizando y planificando las diferentes estrategias a seguir, a ser personas
con este tipo de responsabilidades, pero saben comunicar y tratar con el resto
de los miembros del grupo, haciéndoles mejorar como individuos con la finalidad
de ser más competitivo. A su vez, deben tolerar la exposición al cambio al
igual, saber tratar con las nuevas tecnologías y con grupos diversos.
Conclusiones
Para
concluir, es menester advertir que al analizar las habilidades del lider en
tiempos de cambio, considerando a los directivos y profesores de las Escuelas
de Derecho de las universidades de Maracaibo, estado Zulia-Venezuela, en este
caso, LUZ, URBE Y URU, se pudo observar de manera adecuada la presencia de la
adaptación al cambio, a las innovaciones, la adecuada comunicación, con la
debida persuasión, y la empatía, aunque esta habilidad muestra ciertas
manifestaciones de debilidad, por ser considerada por los sujetos involucrados
en este estudio, algunas veces, de allí su comportamiento moderado o regular.
Es pertinente expresar que la investigación llevada a cabo exige revisar
las limitaciones y efectos de esta ante la realidad observada, donde los
directivos de las Escuelas de Derecho de las universidades involucradas, están
conscientes que muchas de sus habilidades deben mejorarse lo cual se convierte
en un desafío para estos líderes, quienes por tener un cargo importante en la
universidad y su facultad, posiblemente se le escapa el desarrollo de estas
habilidades tan importantes preocupándose por la gestión administrativa y sus
tareas inherentes más que las relaciones con el profesorado, para dar
continuidad a los procesos de cambio.
No
obstante, en líneas generales se puede decir que se describe la presencia
adecuada de habilidades de líder en tiempo de cambios en los directores de
Escuela, lo cual le permite la adaptación para manejar los desafíos y las
nuevas situaciones, saber reorganizar sus prioridades, adecuándolas a las más diversas
situaciones, visualizando los conflictos intrapersonales como una posibilidad
para el crecimiento personal y como una capacidad subyacente ante los cambios,
donde su inteligencia emocional juega un papel importante para el bienestar
personal como un factor decisivo afrontando los retos diarios al interaccionar
con su medio adecuadamente.
A partir de los hallazgos encontrados es pertinente enfatizar que los
directivos de las Escuelas de Derecho de las universidades LUZ, URBE y URU,
desarrollan habilidades que le permiten tener iniciativa, proactividad,
seguridad, confianza en sí mismo, lo cual coadyuva a tener mayores
posibilidades para realizar una adecuada gestión, consolidándose con la
capacitación y el desarrollo de las cualidades del profesorado de las
universidades según sean sus funciones.
Asimismo, los hallazgos indican que el cambio se está
produciendo, y debe seguirse trabajando en función de otras habilidades
(cognitivas, tecnológicas, lingüísticas, espirituales, éticas), que permitan ir
propiciando la adecuación de los conocimientos al trabajo gerencial y
académico, de manera que en estas universidades, el liderazgo que se manifieste
tanto en lo teórico como en lo práctico, sea el transformacional dirigido al
trascedental por ser lo que en esta sociedad del siglo XXI prevalece y se
necesita.
Por tanto, que esta investigación sirva de base para la generación de nuevo conocimiento, consolidando las expectativas
de la comunidad y las exigencias competitivas de la sociedad en el contexto
universitario, lo cual abre un espacio para la reflexión y para el
desarrollo de futuras investigaciones posiblemente con enfoque cualitativo,
para observar las dificultades frente a la relevancia de la transformación que
se genera en estas Escuelas de Derecho y en las universidades en general.
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* Doctor en Ciencia Política. Doctor
en Ciencias Jurídicas. Postdoctor en Docencia e Investigación. Postdoctor en
Gerencia de la Educación Superior. Magister Scientiarum en Ciencias Penales y
Criminológicas. Especialista en Metodología de la Investigación. Licenciado en
Ciencias Jurídicas y Sociales. Abogado. Académico en la Universidad de
Tarapacá, Iquique, Chile. Socio activo del
Instituto de Ciencias Penales de Chile. Email: pbrachof@academicos.uta.cl ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3899-8163
Recibido:
2023-03-24 ·
Aceptado: 2023-06-09