Revista de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXIX, No. Especial
8, julio-diciembre 2023. pp. 275-287
FCES - LUZ ●
ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431
Como citar: Gutiérrez, J.
M., Romero, J., y Cuba, G. (2023). Migración de estudiantes universitarios
venezolanos: Percepción de sus consecuencias. Revista De Ciencias Sociales,
XXIX(Número Especial 8), 275-287.
Migración
de estudiantes universitarios venezolanos: Percepción de sus consecuencias
Gutiérrez
Silva, José Manuel*
Romero
Borre, Jenny**
Cuba
Romero, Gabriela***
Resumen
El fenómeno migratorio
ha sido una constante en la historia del ser humano. Las personas han tenido
que salir de su lugar de origen a otros destinos en búsqueda de oportunidades
laborales y sociales que les permitan mejorar su calidad de vida y la de su
familia, dejando consecuencias para los territorios involucrados. Así, el
objetivo de este trabajo es analizar la percepción de las consecuencias de la
migración en estudiantes universitarios venezolanos. Para ello, se realizó un
estudio descriptivo con diseño de campo, aplicando un cuestionario a una
muestra de 423 estudiantes de la Universidad del Zulia-Venezuela, entidad
pública que tiene una cantidad significativa de estudiantes matriculados a
nivel nacional. Los resultados indican que: 85,6% de los estudiantes
encuestados tienen intención de emigrar; 35,5% piensa que la migración podría
disminuir el conflicto social y político en el territorio nacional; 68,9% está
dispuesto a trabajar en cualquier actividad económica; y 69% estaría dispuesto
a enviar remesas a su familia una vez emigre para sobrellevar la situación. Se
concluye que los estudiantes universitarios están dispuestos a asumir riesgos y
adaptarse a nuevos lugares en busca de bienestar, que conlleva a una pérdida de
capital humano joven y calificado para el país.
Palabras clave: Migración;
consecuencias migratorias; remesas; adaptación; estudiantes universitarios.
Migration
of Venezuelan university students: Perception of its consequences
Abstract
The
migratory phenomenon has been a constant in the history of the human being.
People have had to leave their place of origin to other destinations in search
of employment and social opportunities that allow them to improve their quality
of life and that of their family, leaving consequences for the territories
involved. Thus, the objective of this work is to analyze the perception of the
consequences of migration in Venezuelan university students. For this, a
descriptive study with a field design was carried out, applying a questionnaire
to a sample of 423 students from the University of Zulia-Venezuela, a public
entity that has a significant number of students enrolled nationwide. The
results indicate that: 85.6% of the students surveyed intend to emigrate; 35.5%
think that migration could reduce social and political conflict in the national
territory; 68.9% are willing to work in any economic activity; and 69% would be
willing to send remittances to their family once they emigrate to cope with the
situation. It is concluded that university students are willing to take risks
and adapt to new places in search of well-being, which leads to a loss of young
and qualified human capital for the country.
Keywords: Migration; immigration consequences; remittances;
adaptation; university students.
Introducción
A
lo largo de la historia de la humanidad, la migración ha formado parte de la
vida del hombre como un ser social y comunitario, incluso antes de la creación
de la escritura. Existen registros de diversas tribus que se desplazaron desde
sus lugares de origen hacia otros destinos con el propósito de obtener mejores
condiciones de vida. Diversas son las causas de estas movilizaciones, entre las
que se pueden mencionar: Crisis de tipo económica, los conflictos políticos y
sociales, como las guerras y las persecuciones, junto con los desastres
naturales; estos han representado los factores determinantes en la decisión de
emigrar.
Con
el progreso de la sociedad, según la Oficina Internacional del Trabajo (2017), el
ser humano se vio en la necesidad de emigrar en búsqueda de mejores
oportunidades laborales que le brindaran una mejor calidad de vida para su
familia. Hoy día, frente a un mundo globalizado, con transacciones económicas
rápidas, avances científicos y tecnológicos, así como mejoras en los sistemas
de comunicación y transporte, se ha facilitado el movimiento de personas, pues ven en la migración grandes posibilidades
para el crecimiento y desarrollo de acuerdo con Woolcott
y Gamarra-Amaya (2020); y, Martínez y Salazar (2023).
En los últimos
años, los desplazamientos migratorios se han intensificado según la
Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2022a), por las
desigualdades en el plano económico, social y político, entre los países
desarrollados y subdesarrollados, y acentuados en especial, por las malas
gestiones de algunos gobiernos, que han conllevado a una diáspora sin control
que para el año 2020 alcanza la cifra de 281 millones de migrantes en el mundo,
con consecuencias negativas en los países involucrados, que denotan al fenómeno
como cuestión de orden público que merece ser atendido.
Tal es el caso de Venezuela, que en el siglo
pasado fue un país atractivo receptor de migrantes, por sus actividades
económicas, gentilicio y estabilidad social; hoy actúa como válvula de escape
de miles de venezolanos jóvenes y calificados, con poca atención de las
instancias públicas y un estado de sobrevivencia cotidiana, escasas
oportunidades de desarrollo personal y profesional, conflictividad política,
pérdida del poder adquisitivo en su sentido más amplio y falta de seguridad,
que han generado gran incertidumbre respecto al futuro, alentado la decisión de
emigrar.
Cabe destacar, que la diáspora no se detiene,
según la Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida (ENCOVI, 2022), la cifra
de migrantes supera los 6 millones y cada día el panorama en las fronteras de
los países vecinos, receptores de migrantes venezolanos, es más dramático. Por
ello, conviene revisar algunas de las consecuencias asociadas a este problema
demográfico que se vive, siendo el interés de este trabajo de investigación, que
toma en cuenta la percepción de estudiantes
universitarios, que ha sido la población más prominente en concretar el proceso
migratorio.
1. Fundamentación teórica
1.1. Migración:
Un proceso demográfico que no se detiene
Dentro de los
procesos demográficos más significativos es imposible no mencionar la
migración, pues es responsable, junto con otros procesos, de modificaciones en
el tamaño, composición y distribución de la población. A su vez, está
directamente relacionada con contextos socioculturales determinados por hechos
económicos y sociales puntuales, que traen como consecuencia el traslado de
manera temporal o permanente de las personas de una localidad a otra en
búsqueda de mejores oportunidades siguiendo a León (2015); Vargas (2018); Guillén,
Menéndez y Moreira (2019); y, Gutiérrez et al. (2020).
Valente (2012), define
a este proceso como el desplazamiento que implica el cambio de residencia de
los individuos desde su lugar de origen a un destino específico, lo cual
involucra el cruce de límites de una división geográfica-espacial, por ende, se
entiende como movimientos poblacionales que pueden abarcar un mismo país, es
decir, entre municipios, estados, condados, distritos o regiones; pero también,
el desplazamiento entre países diferentes, mediante el traspaso de fronteras.
Por lo que se pueden tener migraciones internas y externas; las externas, son de
mayor relevancia para estudiar dado las complicaciones que se derivan.
Continuando con
esta línea, Muñoz (2016) sostiene
que la migración ocasiona el cambio de la residencia habitual por otra nueva,
por lo que un migrante se considera como aquel que en un momento puntual reside
en un país diferente al de origen o al de residencia anterior. En este orden de
ideas, se entiende por emigrante a quien se moviliza de su lugar de residencia
habitual, de origen, geográfica o administrativa (sale); mientras que el
inmigrante llega a establecerse en el lugar de destino (entra).
En esta
discusión, De la Vega y Vargas (2017); así como Mazuera-Arias
et al. (2019), manifiestan que el proceso de migración se asocia al progreso de
las personas, que ha desencadenado una serie de consecuencias a la complejidad
familiar y cultural. Por esta razón, la migración viene siendo un fenómeno
global ligado al desarrollo de los individuos, los cuales se enfrentan a
diferentes condiciones que resultan de situaciones económicas, políticas y
sociales en el país de origen, percibiendo oportunidades de desarrollo y de
mejora de la calidad de vida en el nuevo destino.
El Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF, 2019),
también se pronuncia en este tema, y establece que la migración está
estrechamente ligada a los nuevos desafíos del desarrollo, por lo que ofrece un
sinfín de oportunidades para millones de familias y países, si el proceso se
lleva adecuadamente y es bien asimilado. También, puede atraer escenarios
negativos, dependiendo de la dinámica del fenómeno y el contexto político de
cada país, convirtiéndose en un problema poco controlable.
En un tono
conciliador, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2018);
así como Guillén et al. (2019), plantean que la migración debe establecer
situaciones flexibles, que considere el respeto a los derechos humanos e
igualdad de los derechos sobre la nacionalidad de origen. Tendencia que se
vincula con las concepciones de socialización de las relaciones humanas y
políticas de cooperación regional, que sugiere a los gobiernos delinear estrategias
integrales como hilos conductores que atiendan y comprendan los vacíos y retos
derivados del fenómeno, con consecuencias en los países de origen y de destino.
1.2. Consecuencias que desencadena la migración
Las actividades migratorias conllevan a múltiples consecuencias que
pueden acarrear efectos positivos o negativos asociados al país de origen y de
destino; puesto que el acto migratorio no sólo implica atravesar una frontera,
sino que además lleva una instalación parcial o permanente del individuo en el
nuevo país, donde deberá buscar un trabajo, consumir bienes y servicios,
compartir costumbres, asistir a servicios de atención médica, solicitar
seguridad física, educación y probablemente la residencia o nacionalización (si
se da el caso), entre otras atenciones que requerirá, siguiendo a Gutiérrez y
Romero (2020).
Según Aruj (2008), uno de los efectos
positivos para el lugar de origen es que gracias a que una cantidad
considerable de personas deciden emigrar para evadir la situación desfavorable
en su país, se reducen los niveles de ocupación y de descontento, lo que
produce oportunidades de empleo para la mano de obra disponible con posibilidad
de mejores ingresos, puesto que existe una menor competencia en el mercado
laboral. Por otra parte, el país de origen puede resultar beneficiándose
gracias al envío de remesas, pues son fuente de ingresos para familias que
permanecen allí, siendo de apoyo para gastos de la canasta básica, servicios,
medicamentos e incluso para la inversión de pequeños emprendimientos.
Al analizar los efectos negativos para el lugar de origen, De la Vega y
Vargas (2017) establecen que la actividad migratoria resulta en la fuga de
profesionales en distintas áreas especializadas, de mano de obra calificada, al
igual que de Población Económicamente Activa joven, siendo su traslado un
detonante de la disminución de capital humano necesario para alcanzar el
desarrollo a mediano y largo plazo en el país. Diversas experiencias
internacionales han puesto de manifiesto cómo numerosos territorios pierden a
sus emprendedores, profesionales de la ingeniería e innovación, educadores,
médicos, científicos, artistas, entre muchos otros profesionales a causa de los
fenómenos socioculturales y sociopolíticos en el lugar de origen, desatando un
proceso de descapitalización intelectual.
En el otro extremo, el lugar de destino se ve beneficiado al recibir
profesionales en múltiples áreas, optimizando la actividad social y económica a
través de individuos en los que no se invirtió en su proceso de formación. La
Oficina Internacional del Trabajo (2017), añade que los países destino de
inmigrantes pueden emplear estrategias de política laboral que permitan
aprovechar de forma eficaz la mayor disponibilidad de mano de obra calificada y
joven, así como favorecer su integración en el campo laboral, lo cual se asocia
a acuerdos sobre el reconocimiento de capacidades, competencias y experiencia
desarrollada en el país de origen.
Sin embargo, al llegar al lugar destino es posible que existan efectos
negativos como el aumento de la competencia laboral, la discriminación,
xenofobia y desequilibrios en estructuras de edad, sexo y nivel educativo, pues
las personas más propensas a la migración son hombres, personas jóvenes y profesionales.
De igual forma, la integración y adaptación del migrante al nuevo país impactan,
lo que podría causar el retorno al lugar de origen o el desplazamiento a otro
país. En palabras de Rodríguez (2017), las personas permanecen arraigados
mentalmente a sus orígenes.
También se acentúan, los inciertos sobre el futuro y la imposibilidad de
tener un proyecto de vida estable, barreras con el idioma en el nuevo lugar,
choque cultural, conflicto con costumbres, prácticas y comportamiento de la
sociedad, y hasta sentimientos de soledad que puede mantener vulnerable al
migrante. No obstante, Entrena (2010; 2011) afirma que no todos pasan por estas
situaciones, otros se integran rápidamente con la dinámica destino, enfrentando
todos los retos que se presenten, siendo casos de construcciones sociales que
se van definiendo y redefiniendo.
En cuanto al ámbito laboral, Aruj (2008), expone
que el proceso de migración incluye múltiples sacrificios para los trabajadores
migrantes, la llegada al lugar de destino no implica la finalización de sus
problemas, puesto que el nuevo destino puede sorprender con condiciones de
trabajo fuertes, diferentes, salarios bajos, y a la ausencia de disposición de
los beneficios laborales establecidos en la ley. Romero (2021), agrega que en
los últimos años se ha vuelto una constante encontrarse con lugares extraños, con
escasas redes de apoyo y obstáculos para obtener un trabajo.
Siguiendo esta línea, autores como Friedberg y
Hunt (1995), vienen manifestando que los migrantes
deben informarse sobre el grado de apertura económica del país al que piensan
trasladarse, el grado de sustitución entre factores y el nivel de flexibilidad
del mercado de factores. Simultáneamente, es vital estar al tanto de la
distribución del flujo de migrantes por territorios, actividades económicas
importantes, el nivel de ocupación, la experiencia, la cualificación, el tiempo
de residencia y la etapa generacional del trabajador que está llegando al
destino. También, se debe tener en cuenta el grado de movilidad de la fuerza
laboral nativa e inmigrante y la diferenciación de las actividades en relación
al sexo y origen del flujo migratorio de acuerdo a Borjas (2003).
En general, se entiende que existen efectos positivos y negativos en los
países involucrados en la migración, donde se evidencian oportunidades de
crecimiento y desarrollo frente a una realidad a veces desconocida donde pueden
aparecer problemas que afectan la estabilidad del individuo y su proyecto de
vida. Sumado a desequilibrios sociales, económicos y hasta demográficos que en los
países se van derivando tras el mismo fenómeno. Los sentimientos y expectativas del migrante son una
constante que pueden jugar en contra tras el desespero en el lugar de origen y
de destino. Se debe llevar y reflexionar este proceso de la mejor manera.
2. Metodología
Se manejó un enfoque epistemológico empírico-inductivo, con un diseño de
investigación no experimental - de campo y un tipo de estudio descriptivo. La
población estudiada quedó conformada por los estudiantes activos de pregrado en
la Universidad del Zulia - Venezuela, inscritos en las 11 facultades y 2
núcleos de acuerdo a la información suministrada por la Secretaría de LUZ en el
año 2018, los mismos totalizaron 50.804 universitarios.
Cabe destacar que, debido al gran tamaño muestral,
fue necesario utilizar un tipo de muestreo estratificado con afijación
proporcional que garantiza obtener el máximo tamaño de muestra. En este
sentido, se obtuvo un tamaño de muestra de 423 estudiantes, a los cuales les
fue aplicado un cuestionario semi-estructurado
compuesto de 25 ítems. Entre los
procedimientos para el análisis se encuentran: Distribución de los datos,
valores o puntuaciones obtenidas para cada ítem,
distribución de frecuencias (absolutas y relativas) para cada ítem, así como presentación de los datos
de manera escrita y tabulada.
3. Resultados y discusión
3.1. Percepción de las consecuencias de la migración de estudiantes
universitarios venezolanos
Este apartado analiza las consecuencias que asumirían los estudiantes
universitarios al concretarse sus intenciones de migración, teniendo en
consideración el lugar de origen y de destino escogido. De esta manera, el
85,6% de los universitarios manifiesta como resultado la intención de migrar;
mientras que un bajo porcentaje (14,4%) rechaza dicha posibilidad, tal como se
muestra en el Gráfico I. Situación que genera preocupación debido a los
incrementados niveles de emigración documentados en años recientes por
organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados (ACNUR, 2019); y, UNICEF (2019).
Fuente: Elaboración propia, 2022.
Gráfico I: Estudiantes universitarios
con intenciones de migrar
ENCOVI (2022), en su estudio más reciente reporta una emigración que
asciende de 5 a 6 millones de venezolanos en el mundo, que representaría casi
el 20% de la población total de Venezuela. Siendo la mayor emigración de los
últimos años en la región de las américas según OIM (2022b), que tiende a ser
particularmente vulnerable debido a la falta de acceso a vías regulares y
condiciones de movilidad; tomando nuevas rutas hacia América del Norte, bajando
las cifras de desplazamientos hacia países de América del Sur como Ecuador,
Perú, Chile y Argentina.
En relación a las posibles consecuencias en lugar de origen, un 36,5% de
la población de estudiantes manifestó que, al migrar de Venezuela, habrá
mayores oportunidades de empleo para los que no decidan irse. Asimismo, el
35,5% piensa que disminuiría el conflicto social y político en el territorio
nacional (ver Gráfico II). Postura aceptable dado que, al migrar un porcentaje
considerable de la población económicamente activa, merma la competencia y se
incrementan las posibilidades de ingreso a la fuerza de trabajo. Además, se
contraen ciertos niveles de descontento, disminuyendo el conflicto social y
político de acuerdo con Aruj (2008); y, la Organización
Internacional del Trabajo (OIT, 2010).
Fuente: Elaboración propia, 2022.
Gráfico II: Estudiantes universitarios
con intenciones de migrar según el panorama económico, político y social en
Venezuela
No obstante, a pesar de haber emigrado un contingente poblacional
importante, el panorama que se observa es de deterioro progresivo y de
sobrevivencia, causando diversos malestares en los habitantes, puesto que no se
han aplicado políticas que estabilicen el sistema económico. Por el contrario,
se mantiene una polarización política, escaso clima de entendimiento, diálogos,
pactos y acuerdos entre los representantes gubernamentales y los grupos de
oposición.
En palabras de Azócar (2018); y, Mora (2018), el
deterioro constante y sostenido en el país en lo que va de siglo, es consecuencia
de una política gubernamental que ha socavado sus cimientos y ha erigido el
liderazgo de la violencia, la impunidad, corrupción, polarización política y
social, desempleo, falta de producción, hiperinflación, pérdida del poder
adquisitivo y el racionamiento de servicios básicos, sólo por mencionar algunos
de los males que aquejan a la población, incitando la migración masiva.
Por otra parte, los estudiantes declaran que podrían sentirse afectados
por la discriminación en los países de destino (54,3%), tal como se puede
apreciar en el Gráfico III. Situación que ocurre con normalidad en estos
lugares, donde la población ve en el migrante una competencia laboral inmediata
como afirma Aruj (2008). Por ello, ACNUR (2018) ha levantado
su voz con la finalidad de que los gobiernos intervengan sobre la situación de
la migración venezolana en materia de la necesidad de protección internacional
y asistencia humanitaria, para garantizar el derecho al trabajo, el acceso a la
salud y a la educación.
Fuente: Elaboración propia, 2022.
Gráfico III: Estudiantes universitarios
con intenciones de migrar según adaptación en el lugar de destino
Si bien, los gobiernos de la región han sido generosos con el proceso de
migración actual y muchos venezolanos han obtenido permisos temporales y hasta
permanentes, una gran parte permanece sin documentación, lo que los vulnera
ante la explotación, la trata de personas, la violencia, el abuso sexual, la
discriminación y la xenofobia.
En el mismo orden de ideas, el 38,7% de los estudiantes reveló que les
costaría adaptarse a la dinámica de vida y costumbres de estos países de
acogida. Situación entendible, pues siguiendo a Rodríguez (2017), los migrantes
siguen arraigados a sus orígenes a pesar de estar físicamente lejos,
manteniendo sentimientos de nostalgia y soledad, que se unen con la barrera
idiomática, choque horario y cultural que les impacta.
En menor proporción, los estudiantes se afligirían por comenzar de cero
su proyecto de vida (7%). Esto es posible dado el agotamiento y estado de
sobrevivencia de los venezolanos, quienes sienten frustración en el país y se
ven en la necesidad de acelerar el proceso migratorio en búsqueda de
condiciones más óptimas para encaminarse a un nuevo proyecto de vida, que, si
bien en algún momento lo tuvieron en Venezuela, ahora se tiene que abandonar
debido a las circunstancias desfavorables del contexto presente en opinión de Woolcott y Gamarra-Amaya (2020).
Es de interés destacar, que el 68,9% de la población estudiantil está
dispuesta a incorporarse a cualquier actividad económica, así no esté
relacionada a su formación académica-profesional y un 30,3% lo haría por un
salario por debajo del mínimo establecido en el lugar de destino (ver Gráfico IV).
Esta decisión puede obedecer al hecho de encontrar un empleo de forma rápida
para asumir los gastos ocasionados en el país, lo que puede generar según Aruj (2008), un aumento de la competencia laboral.
Asimismo, también ha de ocurrir que la clase trabajadora local se vea
perjudicada por trabajos que buscan migrantes a salarios bajos, desencadenando la
discriminación.
Fuente: Elaboración propia, 2022.
Gráfico IV:
Estudiantes universitarios con intenciones de migrar según disposición laboral
en el lugar de destino
Otro dato de interés es sobre el destino de los recursos que genere el
migrante. Al respecto, el 69% de los universitarios declara que, de concretarse
su migración, enviaría remesas para apoyar a sus familiares; el 15,7%
invertiría parte de los ingresos para consolidar un negocio en Venezuela; y el
15,3% ahorraría para regresar al país si las condiciones cambian (ver Gráfico V).
Fuente: Elaboración propia, 2022.
Gráfico V:
Estudiantes universitarios con intenciones de migrar según destino de los
recursos generados
Cabe señalar, tomando en cuenta a León (2015), que estos fondos o
beneficios que envía el migrante del extranjero, traen bienestar para la
familia, contribuyendo para gastos de alimentación, salud, vivienda, educación,
entre otros que demanden. Además, pueden fomentar la posible creación de micros
y pequeñas empresas para garantizar el bienestar de la familia si se lleva una
buena gestión de recursos o para cuando el migrante regrese si lo desea a
futuro.
En el caso de Venezuela, para el año 2018, casi 3 millones de habitantes
fueron beneficiarios de remesas de acuerdo al Salmerón (2018), siendo favorecidos
no sólo con dinero, sino también con alimentos, medicinas y tecnología del
extranjero. Más recientemente, ENCOVI (2021) revela que 30% de los hogares
venezolanos están recibiendo remesas, representando un alivio para numerosas
personas puesto que les ha permitido sobrellevar la crisis con menos carga
económica, pues el salario percibido por las actividades desarrolladas dentro
del país ha perdido importancia como fuente principal de ingresos.
Sin embargo, León (2015) expone que se debe controlar la dependencia del
recibimiento de remesas, puesto que puede reducir la oferta de mano de obra de
modo que se actúa en sustitución del ingreso de los trabajadores. Además, se
deben considerar los cambios imprevistos de la coyuntura económica en los
países destino, que puede terminar afectando al grupo de personas dependiente
de recursos. Posiblemente esté ocurriendo recientemente, reportes de ENCOVI
(2022) muestran un aumento importante de migrantes que redujeron la cantidad y
frecuencia de las remesas y quienes dejaron de enviar ayudas.
Como percepciones generales de las consecuencias que generaría la
migración de estudiantes universitarios se tiene, la posible disminución del
conflicto social y político, así como la apertura de empleos para los que
deciden quedarse, una vez haya salido del país un importante grupo de personas.
En el mismo orden de ideas, este grupo estudiantil consideró verse afectado por
la discriminación en los países de destino; sin embargo, están dispuestos a
adaptarse a las costumbres y dinámica de vida de tales lugares, asumiendo
trabajar en cualquier actividad económica, aunque les paguen poco. Por último,
se aprecia una opinión positiva sobre la situación de la familia receptora de
remesas, quienes se apoyarían de tales recursos para sobrellevar la crisis.
Conclusiones
El proceso de emigración persiste, debido a que los jóvenes venezolanos
perciben un horizonte donde el conflicto social y político en el país se sigue
acentuando, con falta de alternativas
para los logros ocupacionales, incertidumbre sobre el futuro económico, inseguridad
general frente al crecimiento de la violencia, necesidades básicas insatisfechas,
así como frustración en la realización personal. La pobreza, desigualdad y
corrupción reinante han quebrantado los derechos indispensables de respeto,
honestidad, dignidad, solidaridad y compromiso de las personas, además se han
violado los derechos fundamentales a una vida digna.
Los universitarios están conscientes que tendrán que adaptarse a una
nueva dinámica de vida, donde la discriminación, xenofobia, puestos de trabajos
precarios y bajos salarios, estarán presentes, aunado a sus sentimientos de tristezas
por la desintegración del grupo familiar. A pesar de esto, manifiestan unas
altas expectativas y actitud positiva para hacer frente a estos inconvenientes,
manteniendo la certeza de ayudar a su familia en Venezuela con el envío de
remesas, que se están convirtiendo en salvavidas para una gran parte de la población.
Estos jóvenes con intenciones de migrar, también perciben que pueden
contribuir al crecimiento económico de los países destino, por medio de su
trabajo y consolidación de ideas de emprendimiento, impactando positivamente en
las variables económicas. Pero para Venezuela, representa una pérdida dramática
de recursos y talentos valiosos, lo que dificulta aún más su recuperación, pues
este latente proceso de migración de estudiantes universitarios,
posiblemente sea extensivo en muchas instituciones de educación superior,
agravando la pérdida del bono demográfico de la nación, que acarrea problemas
de estructura y composición poblacional, así como descapitalización intelectual; dimensiones de interés que deben
profundizarse en futuros estudios.
En este contexto, se hace necesario el diseño e
implementación de políticas públicas orientadas a retener y atraer a los
jóvenes, con el objetivo de incrementar el desarrollo del país. Para ello, se
requiere un compromiso serio por parte del gobierno para promover un ambiente
de estabilidad y seguridad, que permita la creación de empleos de calidad y el
desarrollo de iniciativas empresariales. Asimismo, es necesario fomentar una
educación de calidad, con condiciones e inversión en ciencia, tecnología e
innovación para poder competir con éxito en un mercado global cada vez más
exigente.
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* Magíster en Gerencia
Pública. Economista. Docente - Investigador adscrito al Instituto de
Investigaciones “Econ. Dionisio Carruyo” de la
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales en la Universidad del Zulia,
Maracaibo, Venezuela. E-mail: jmgsilva30@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9929-0172
** Doctora en Ciencias Humanas.
Magíster en Gerencia de Empresas. Economista. Docente - Investigadora adscrita
a la Facultad de Ciencias Económicas en la Universidad de la Costa,
Barranquilla, Colombia y al Instituto de Investigaciones “Econ. Dionisio Carruyo” de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
en la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela. E-mail: jennyfrb@yahoo.com
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0457-6467
*** Estudiante del Programa de
Psicología de la Universidad de la Costa, Barranquilla, Colombia. E-mail:
gabrielacubaromero@hotmail.com ORCID:
https://orcid.org/0009-0006-4259-6457
Recibido: 2023-04-01
· Aceptado: 2023-06-26