Revista
de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXIX, No. Especial 8, julio-diciembre 2023. pp.
450-461
FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E:
2477-9431
Como citar: Ayaviri-Nina, V. D., Giner-Pérez, J. M.,
Martínez de Meriño, C. Y., y Vallejo, E. A. (2023). Ideal del desarrollo de los
actores locales en comunidades rurales: Una mirada desde la perspectiva
latinoamericana. Revista De Ciencias Sociales, XXIX(Número
Especial 8), 450-461.
Ideal
del desarrollo de los actores locales en comunidades rurales: Una mirada desde
la perspectiva latinoamericana*
Ayaviri-Nina, Víctor Dante**
Giner-Pérez, José Miguel***
Martínez de
Meriño, Carmen Ysabel****
Vallejo Montoya, Elías
Alexander*****
Resumen
La investigación pretende identificar en qué
medida el imaginario de los actores locales, entendido como el ideal de desarrollo,
se relaciona con el desarrollo de las comunidades rurales. La investigación es
descriptiva, asume un enfoque cualitativo, con diseño no experimental. Se
estudian países de América Latina, como Chile, Bolivia, Argentina y Ecuador,
usando información secundaria, literatura especializada, documentos y manuales
de organizaciones relacionadas con el fenómeno de estudio. Además, se aplica el
método Delphi dirigido a expertos en la temática a fin de recabar sus
apreciaciones y puntos de vista. Desde la perspectiva teórica, y apoyado en las
versiones de los expertos encuestados, el desarrollo de una comunidad rural
depende de los actores locales, cuanto mayor sea la visión o el ideal de
desarrollo mayor será la oportunidad de ejecutar acciones que permitan
transformar su comunidad, mejorar la calidad de vida y lograr beneficios para
la comunidad. Como conclusión, se establece que el modo y los procesos de
desarrollo dependen del ideal de desarrollo y del imaginario de los actores
locales; lográndose éste cuando el ideal es compartido en la sociedad, lo que
depende de aspectos como la confianza, lealtad, gratitud, amistad, compromiso y
participación comunitaria.
Palabras clave: Ideal de
desarrollo; actores locales; imaginario colectivo; desarrollo local; participación
comunitaria.
Ideal of the development of local actors in rural
communities: A look from the Latin American perspective
Abstract
The research aims to identify to what extent the imagination of local
actors, understood as the ideal of development, is related to the development
of rural communities. The research is descriptive, assumes a qualitative
approach, with a non-experimental design. Latin American countries are studied,
such as Chile, Bolivia, Argentina and Ecuador, using secondary information,
specialized literature, documents and manuals from organizations related to the
phenomenon under study. In addition, the Delphi method is applied aimed at
experts on the subject in order to gather their appreciations and points of
view. From the theoretical perspective, and supported by the versions of the
experts surveyed, the development of a rural community depends on the local
actors, the greater the vision or the ideal of development, the greater the
opportunity to execute actions that allow transforming their community. improve
quality of life and achieve benefits for the community. In conclusion, it is
established that the mode and development processes depend on the development
ideal and the imagination of local actors; This is achieved when the ideal is
shared in society, which depends on aspects such as trust, loyalty, gratitude,
friendship, commitment and community participation.
Keywords: Development ideal; local actors; collective imagination; local
development; community participation.
Introducción
El desarrollo es un tema que se aborda desde distintas perspectivas; sin
embargo, cuando se relaciona con lo social-económico y desde las comunidades
rurales, pueden surgir las siguientes preguntas: ¿Cómo se logra el desarrollo?;
¿qué se entiende por desarrollo?; ¿dónde surge el desarrollo? Al respecto, instituciones
como el Banco Mundial y otras organizaciones no gubernamentales explican y dan
respuesta al desarrollo de los países a partir del concepto de crecimiento
económico.
Sin embargo, el proceso del desarrollo representa, además, un cambio dinámico
social, político, económico y tecnológico, considerado como estrategia y
política, con una importante participación de los actores locales (Alburquerque,
2004; Contreras y Montecinos, 2019). Si no existe una participación efectiva de
los actores en la formulación de políticas públicas, estas no tendrán un efecto
positivo en los procesos de desarrollo (Vázquez, 2017; 2019) y, en
consecuencia, el desarrollo se ralentiza como efecto de la baja o nula
participación e involucramiento de la comunidad y sus actores en los procesos
de desarrollo. Por ello, se considera que existe una relación importante entre
la participación de los actores y agentes locales en los procesos y los modos
de desarrollo (Salas, 2020; Montecinos, 2021).
A pesar de que existen modelos de desarrollo desde lo local y, casos
exitosos de desarrollo en las localidades mencionados por De los
Ríos-Carmenado, Díaz-Puente y Cadena-Iñiguez (2011); y, Quispe y Ayaviri
(2017), existe un nuevo paradigma de desarrollo, denominado Sumak Kawsay. En este sentido, surgen
algunas preguntas relevantes como: ¿Qué se entiende por desarrollo desde la
visión de la comunidad y el actor local en los entornos rurales?, cuyas respuestas
están centradas en que las comunidades buscan su transformación y cambios de
sus formas de vida basados en su cultura, tradiciones y saberes (Sunkel, 2007).
Ello quiere decir, que el desarrollo y el subdesarrollo es algo mental,
propio de los actores locales y comunidades, es una idea que está relacionada
con el imaginario y que depende de los modos de desarrollo según el actor de
desarrollo (Arocena, 2002; Delgado, 2018;). Así, dejando de lado el
subdesarrollo, se puede considerar que el desarrollo se produce en territorios
locales donde existen fuerzas endógenas (Alfaro y Costamagna, 2015), que están
relacionadas con los procesos de desarrollo; y que el territorio es un agente
de transformación económica y social, del cual forman parte los actores y las
organizaciones que participan en la toma de decisiones en la búsqueda del ideal
del desarrollo (Vásquez, 2019).
En tal sentido, la investigación tiene como objetivo identificar en qué
medida el imaginario de los actores locales entendido como el ideal de
desarrollo, se relaciona con el desarrollo de las comunidades rurales, dado que
existen pocos autores que estudian a la comunidad rural en el contexto del
desarrollo (Liceaga, 2013).
2. Metodología
La investigación asume un enfoque cualitativo y descriptivo, dado que
describe el fenómeno de estudio en su contexto, incorporando fuentes primarias
y secundarias. En la primera parte, emplea el método Delphi a través de una
encuesta dirigida a expertos en desarrollo local y endógeno, como Antonio
Vázquez Barquero (España), Francisco Alburquerque (España), Oscar Madoery
(Argentina), Adrián Rodríguez (Uruguay) y Luis Tuaza (Ecuador); luego, sigue la
aplicación de fuentes secundarias, a través de consultas en diversos documentos
y literatura especializada en temas de procesos de desarrollo comunitario.
La investigación presenta las diferentes conceptualizaciones del
desarrollo en entornos rurales, además las posiciones de los expertos en torno
al fenómeno de estudio, donde describen el imaginario o ideal de desarrollo de
los actores locales en las comunidades rurales; estos insumos permiten plantear
cuatro proposiciones (P):
P1: El modo de desarrollo depende del imaginario de los actores locales.
P2: El desarrollo se logra cuando el ideal de desarrollo es compartido
por los actores locales.
P3: El ideal de desarrollo depende de la confianza, lealtad, gratitud,
amistad y compromiso.
P4: El ideal de desarrollo determina un modelo de desarrollo endógeno.
3. Resultados y discusión
3.1. Concepción del desarrollo desde las comunidades
Existen distintas concepciones sobre el desarrollo que se encuentran
relacionadas con las culturas, las cuales han originado modelos de desarrollo
desde las comunidades, que son definidas por los actores y agentes locales a
fin de participar en los procesos y modos de desarrollo que cada comunidad precisa
en función a su ideal de desarrollo. En ese sentido, los modelos de desarrollo
se constituyen en un producto local de las comunidades con base a su ideal de
desarrollo, relacionado con el vivir bien o Sumay
Kawsay (quechua); y desde esa
perspectiva local, se entiende como complementariedad con la naturaleza con
base a la reciprocidad (el ayni),
priorizando la convivencia comunitaria.
El ayni, es una palabra quechua – aymara- principalmente
utilizada en países de América Latina, que significa cooperación y solidaridad
recíproca, representa la ayuda entre parientes destinados a realizar los
trabajos de la agricultura, construcción de viviendas y otras. Se entiende por ayni a la forma de trabajo reciproco y
complementario entre los miembros de una comunidad, caracterizado por la
participación de toda la familia en actividades agrícolas y de construcción de
viviendas principalmente. Las concepciones del desarrollo que tienen las
comunidades, poseen distintas connotaciones, tal como se presenta en el Cuadro
1.
Cuadro 1
Conceptualización del desarrollo desde las
comunidades locales
Origen o autor |
idioma de origen |
Significado |
Visión de desarrollo |
Ibn Khaldun – Arabe (1338) |
Umran |
Despliegue o progreso. |
Pasar de una civilización a otra |
Ghandi India (1909) |
Swadeshi-sarvodaya |
Mejoramiento de las circunstancias
sociales |
Transformación de las aldeas |
Los Borana en Etiopía |
Fidnaa/Gabina |
Alguien que está liberado de
preocupaciones |
Desarrollarse en libertad |
En el idioma Achí (Rabinal, Baja
Verapaz) |
- Ru yijb’anik ri oak’asleem |
- Componer, mejorar la vida |
Vivir en familia |
Colotenango Huehuetenango. Maya |
Jun tbanil te ke Oe Xjal |
- Vida para toda la gente. |
La felicidad como centro del
desarrollo |
Quichwa, Ecuador |
Alli kawsay |
Para todos un buen vivir |
Buen vivir |
Quechua y aymara (Bolivia) |
Sumak Kawsay (Quechua) Suma Qamaña (Aymara) |
Vivir bien. Vida en plenitud. |
Búsqueda de un desarrollo
sostenible, vivir en comunidad. |
Fuente: Elaboración propia, 2023 con base en datos de
entrevistas a expertos.
Sin embargo, a pesar de que existen distintas formas de
conceptualización del desarrollo a partir de la comunidad, éste se encuentra
relacionado con el vivir bien o buen vivir, en el significado propio de la
palabra de vida, puesto que los distintos actores locales buscan vivir bien a
pesar de que las condiciones económicas, sociales, ambientales, culturales y
espirituales, en muchos de los casos, no sean muy favorables para el logro de
sus objetivos (León, 2015; Rodríguez et al., 2018; Prado et al., 2021;
Quispe-Mamani et al., 2022).
Ahora bien, si el desarrollo de las comunidades está relacionado con el
vivir bien de los actores locales, ¿Qué significa el vivir bien? Las respuestas
giran alrededor del derecho a la alimentación, vestimenta, al trabajo, una
vivienda, acceso a la educación, salud, e ingresos para la familia, dando a
entender que surge desde la teoría de la motivación humana (Salamanca y Egea,
2018; García, Aldape y Esquivel, 2020). En ese contexto, se distinguen varias
formas del vivir bien, como las que se presentan en el Cuadro 2. Así, el vivir
bien es considerado como modelo de desarrollo, visión incluida como parte de la
política de desarrollo de los países, por lo que, es importante comprender que
el vivir bien es un modelo de desarrollo desde la visión de los actores locales
tanto en entornos rurales como urbanos.
Cuadro 2
Formas de comprender el vivir bien
Lugar |
Vivir Bien |
Características |
Países |
Estado
Plurinacional de Bolivia. Aymaras y Quechuas |
Vivir Bien
o Buen Vivir, es la vida en plenitud. Es saber vivir en armonía y equilibrio
con los recursos naturales y entorno |
-Suma
Manq’aña: Saber alimentarse. -Suma
Irnakaña: Saber trabajar. -Suma
Amuyaña: Saber pensar. -Suma
Munaña, Munayasiña: Saber amar y ser amado. (Huanacuni, 2010) |
Bolivia |
Pueblo chileno – Mapuches |
Vivir bien es vivir sin violencia, vivir con afecto y empatía. |
Se relaciona con el ser humano basado en la reciprocidad. Los mapuches
consideran que “el ser humano, la naturaleza y los sagrado forman una sola
unidad” (Huanacuni, 2010, p.42). |
Chile |
Kollas y amazónicos de Argentina |
El vivir bien se entiende como retornar hacia ellos mismos. |
Existe una relación con el medio ambiente. Se busca la armonía. |
Argentina |
Para los pueblos indígenas del Ecuador
- visión indigenista /cultural |
Se caracteriza la “vida plena basada
en la búsqueda
de la armonía con la comunidad y con la
naturaleza” (Hidalgo-Capitán, Arias y Ávila, 2014,
p.61) |
El Sumak Kawsay como vida en
plenitud. El Buen Vivir
o Allí Kawsay se
refiere al bienestar social y espiritual. |
Ecuador |
Fuente: Elaboración propia, 2023 con base a entrevista
a expertos.
Por tanto, se puede establecer que el desarrollo depende del ideal de
desarrollo de los actores locales de una comunidad y los agentes locales,
dentro del marco del deseo de un mundo que les proporcione felicidad y
satisfacción de las prioridades de cada uno de los actores locales.
3.2. El ideal de desarrollo en las comunidades
Ahora bien, si el desarrollo depende del ideal de desarrollo, entonces
¿qué se entiende por ideal de desarrollo? Blanco (1993); y, Krause (2001), son autores que mencionan sobre el
ideal de las comunidades, afirma que una comunidad está caracterizada por un
pensamiento común que los une a todos los actores, pertenencia e interrelación,
puesto que en ese “ideal de comunidad también están presentes: la amistad, la
lealtad, el amor, la gratitud, la confianza” (Blanco, 1993, p.13) pero,
principalmente, la cooperación y ayuda, conocidas en las comunidades rurales
como el ayni (cooperación y
reciprocidad), que significa una retribución con trabajo, dentro de la misma
rama de la producción (Ayaviri-Nina, Quispe-Fernández
y Borja-Lombeida, 2017).
También, es considerado como “un sistema de trabajo de reciprocidad
familiar generalizado entre los miembros de los ayllus(1), destinado
a las construcciones de estructuras públicas y a los trabajos agrícolas”
(Altamirano y Bueno, 2011. p.52), que es diferente a la mink’a(2), que significa una retribución con productos,
siendo distintas entre ellas, porque la primera, considera una retribución de
trabajo en forma de producto obtenido a través de la contribución del trabajo.
En cambio, el ayni asume la obtención
de trabajo calificado socialmente como propio de un determinado colectivo y la mink’a permite mantener vínculos de
solidaridad y éste a su vez, permite que el ayllu
sobreviva.
Entonces, desde este punto de vista, se podría entender que la P3, el
ideal de desarrollo en las comunidades, la forma como perciben los actores
locales y hacia donde se dirigen, depende de la confianza, lealtad, gratitud,
amistad y compromiso. Así también, Sangharkshita (1980) señala que el término
ideal se relaciona con el modelo o patrón de la armonía comunitaria y familiar
en cada hogar. En tal caso, se puede señalar que el ideal de desarrollo en las
comunidades, no solo está relacionado con la percepción de los actores locales
en cuanto a la dirección o donde se dirigen, sino también que ella depende del
imaginable y modelo o patrón, basado en la cooperación, el respeto, la
confianza, lealtad, transparencia y acuerdos de pertenencia para lograr lo que
se desea para el futuro de la comunidad.
Es importante considerar que ese imaginario comunitario será a mediano y
largo plazo, y que su logro puede asociarse a eventos que definan la
imposibilidad de cumplirse el objetivo, dado que es susceptible a cambios por
factores externos a la comunidad. El empoderamiento de ese ideal de desarrollo
por cada uno de los actores y agentes comunitarios, determinará su logro a
mediano y largo plazo; es decir, el ideal de desarrollo de cada actor o agente
local, unificado en un solo ideal, permitirá alcanzar ese ideal comunitario (Quispe, Ayaviri y Maldonado, 2018; García et al.,
2020; Reyes-Ortiz, Martin-Fiorino y Padilla-Lozano, 2023).
En tal sentido, la P4, relacionada con que el ideal de desarrollo de la
comunidad determina el modo de desarrollo y también el proceso de desarrollo
definidos por los actores locales, se cumple, puesto que existe un elemento
importante del que depende su éxito, y ello está relacionado con la cooperación
plasmada en términos de solidaridad, armonía y de especialidad de la comunidad.
Así, cuando la solidaridad es mecánica como “conjunto de creencias y sentimientos
comunes al término medio de los miembros de una misma sociedad, exige una
semejanza entre los individuos y su sometimiento a la voluntad común” (Liceaga,
2013, p.64).
En consecuencia, si se considera el imaginario del desarrollo, esta
libertad está relacionada con la especialización; es decir, con los procesos de
desarrollo, puesto que las formas de solidaridad que se aplican en las
comunidades, en este caso, la solidaridad mecánica, determina no solo el
proceso, sino también el modo de desarrollo, como el modo de producción de la
comunidad. Así se establece que los modos de desarrollo dependen del imaginario
de los actores locales (P1) y el ideal de desarrollo depende de la confianza,
lealtad, gratitud, amistad y compromiso (P3), como se mencionó anteriormente.
No obstante, también el ideal de desarrollo está relacionado con el yo
de las personas, en el sentido de que las mismas tienen un ideal personal,
donde ambos conceptos están relacionados con la temporalidad y la prolongación
hacia el futuro; por lo que está vinculado a una meta o ideal del futuro (León,
2013). Sin embargo, es importante considerar que el yo ideal es “una proyección
especular e imaginaria, promesa ilusoria y alienante de síntesis, basada en la
omnipotencia de la relación dual, a diferencia del ideal del yo, concebido como
función simbólica y sublimatoria” (p.14). Entonces, desde esta perspectiva el
ideal de desarrollo está relacionado con el imaginario que tienen los actores
locales en una comunidad rural respecto al vivir bien. Lo que quiere decir, que
el ideal de desarrollo refleja el imaginario de los actores y agentes locales.
3.3. ¿Qué se entiende por imaginario de desarrollo en los actores
locales?
Lo imaginario del desarrollo, como menciona Aliste (2010; 2011), es
nuevo, está relacionado con un lenguaje colectivo que existe en la mente de las
personas, esto debido a que lo imaginario, al ser un lenguaje existente en las
personas, es parte de una comunidad, no es solamente personal, sino que se
convierte en algo colectivo. Por tanto, se considera que el imaginario forma
parte de los actores y agentes locales, convirtiéndose así en un imaginario
social.
Los actores de una comunidad serán las familias, sus organizaciones
comunitarias, escuela, iglesia, centros de madres y otras agrupaciones. Esto
significa, basado en el planteamiento de Aliste (2011), que existe una alta
importancia sobre lo que desea la comunidad y sus actores, además de que la
autonomía del actor, lo que quiere decir, que está relacionado con la geografía
y el horizonte imaginado por cada actor, visualizando una comunidad que
proporcione los medios y modos de producción para lograr vivir bien. Esto
implica que los actores puedan visualizar un mundo idealizado o deseado, con el
que las comunidades desarrollarían un patrón de poder y búsqueda del desarrollo
en base a su forma de pensar (Bringel y Echart, 2017), con la finalidad de
alcanzar el buen vivir.
Este imaginario es un deseo mental, el cual, al ser participativo para
los actores locales, se constituye en un imaginario social(3); por
lo que, el imaginario compartido permite el desarrollo de una comunidad. Este
imaginario, claramente está relacionado con el vivir bien, dejando de lado en
principio su relación con un determinado modelo, puesto que, a partir de la
actuación de los actores, de la colaboración, lealtad y confianza podrán llegar
a vivir bien (Corrales y Castrillón, 2013).
También es importante mencionar que este imaginario tiende a cambiar,
porque el ser humano es un ser social que razona; por tanto, tiende a alterar
cómo va a lograr el vivir bien. Por ello, en las comunidades se han
desarrollado y aplicado distintos modelos de desarrollo, con el objetivo de
lograr el vivir bien en la comunidad, mencionando que el desarrollo se logra
cuando el ideal de desarrollo es compartido por los actores locales y es
antecedido por un imaginario común y aceptado en las comunidades locales (P2),
donde no solo está relacionado con el vivir bien, sino también con una mejora
de la calidad de vida.
Esta calidad de vida, desde el punto de vista imaginario, se entiende
como la búsqueda para la creación de sociedades democráticas, donde se luche
contra el hambre, la ignorancia y la existencia de un hábitat físico e
imaginario que garantice en la realidad, no en el papel, una mejor calidad de
vida (Sastre-Merino, Negrillo y Hernández-Castellano, 2013); por lo que, el ideal de desarrollo no
solo tiene relación con el imaginario del vivir bien, sino también con la
calidad de vida y así, el modo de desarrollo depende del imaginario que tienen
los actores locales en las comunidades de entornos rurales (P1).
3.4. ¿Cuándo se logra el desarrollo?
El desarrollo, desde la óptica del vivir bien, implica que la comunidad
busca una transformación armónica basada en sus conocimientos, costumbres y sus
ideales arraigadas en su cultura e imaginario, junto a la búsqueda de la
sostenibilidad, un trabajo digno, mejor educación y respecto. Vivir en
comunidad conlleva contar con una identidad cultural y un desarrollo
espiritual, puesto que las comunidades buscan mejorar su calidad de vida,
basada en la identidad cultural y derechos (Tejerina, 2010). Ahora bien, si el
desarrollo en una comunidad es producto de los ideales y la actuación de sus
actores; entonces, dependerá de ese imaginario su proceso de cambio y
transformación, donde los actores sumarán esfuerzos y capacidades territoriales
locales para alcanzar el vivir bien y la felicidad.
Las comunidades han intentado alcanzar el bien común basado en los
esfuerzos conjuntos y participativos de sus actores y agentes, como lo señala
Ander-Egg (1987), lo cual es una realidad, puesto que la gran mayoría de las
comunidades especialmente en países en desarrollo aún mantienen sus prácticas
ancestrales.
Por ejemplo, el imperio incaico expresaba la ayuda mutua y la acción
conjunta como ser: Las mink’as (ayuda
mutua entre los comunitarios para la construcción de vivienda), la faena
(trabajo conjunto de la comunidad para diferentes actividades), el apfthapi o la ronda (compartimiento de
alimentos después de un avance en las actividades agrícolas principalmente), el
ayni (ayuda, cooperación o
solidaridad mutua en trabajos o actividades agrícolas), entre otros; como las
prácticas culturales del imperio, como el ama
llulla (no seas mentiroso), ama
quella (no seas flojo), ama sua
(no seas ladrón) en la conducta territorial, que configuran también el
desarrollo endógeno.
Desde esa perspectiva, el desarrollo depende de la participación de los
actores y agentes locales. Como muestra el caso estudiado de la ciudad de El
Alto (Quispe, 2009), donde se identifica que los distintos actores locales
participan de forma activa en los procesos de cambio institucional “utilizando
los movimientos sociales incorpora un proceso de inserción de un nuevo modelo
económico y social, basado en la cultura andina, propugnada por los indígenas
aymaras” (p.186). En la misma línea, autores como Bringel y Echart (2017),
orientan especial atención a la comunidad aymara,
sus relaciones y el trabajo participativo de las mujeres en los procesos de
desarrollo.
3.5. ¿De qué manera la participación de los actores locales determina el
desarrollo de la comunidad?
Una comunidad está conformada por distintos actores que permiten el
desarrollo; sin embargo, esto no es tan simple, sino que tiene relación con el
progreso. Es decir, los actores locales para lograr el desarrollo también deben
actuar en dirección del progreso, por ello, depende del grado de empoderamiento
del actor local para alcanzar ese ideal de desarrollo. Así, la participación de
los actores locales, está relacionada con la felicidad, cultura del género, el
desarrollo completo de las disposiciones al bien, la disposición para la
humanidad y para la moralidad, la producción de la aptitud de un ser racional (Renting, Marsden y
Banks, 2003; Scoones,
2009; Quispe et al., 2018).
Por tanto, el desarrollo está limitado a la participación de los actores
locales y a su empoderamiento, también, a la voluntad y al derecho de propiedad.
En este sentido, se puede afirmar que a una mayor participación de los agentes
y actores locales se puede lograr el desarrollo de la comunidad y su bienestar
traducido en el Sumak Kawsay o el
vivir bien. En el Cuadro 3, se puede apreciar la
posición y planteamiento de los expertos en relación a las proposiciones formuladas.
Cuadro 3
Posición de los expertos en relación
a las proposiciones
Planteamiento |
Argumentos centrales de los
expertos |
P1. Los modos de desarrollo
dependen del imaginario de los actores locales |
La
historia ha demostrado que los pueblos se han desarrollado en función a las
formas y estilos de vida, a partir de las necesidades básicas y
satisfaciéndolas; por lo que, sus formas y modos de desarrollo responden a la
forma de vida, sus capacidades y experiencia del conjunto de la población y
sus organizaciones. Así también, el ritmo de la gestación de los cambios y
avances está condicionada a las perspectivas que puedan tener los actores
locales sobre su desarrollo. |
P2. El desarrollo se logra cuando
el ideal de desarrollo es compartido por los actores locales |
No
habría desarrollado sin una posición definida en las comunidades, éstas deben
ser capaces de sostenerse en sus organizaciones, sus familias, líderes
(actores) para establecer una ruta en busca del desarrollo y su bienestar.
Sin la articulación y coordinación de los involucrados, no es posible
alcanzar niveles de desarrollo importantes en las localidades. Por lo tanto,
reviste su importancia en la socialización, comunicación y empoderamiento del
ideal del desarrollo por parte de los actores locales. |
P3. El ideal de desarrollo depende
de la confianza, lealtad, gratitud, amistad y compromiso |
Sin
duda, para que existan un espacio o un clima agradable de trabajo, será
importante que toda la comunidad se desenvuelva con confianza y lealtad hacía
sus organizaciones, junto con la gratitud hacía los agentes del desarrollo y
con su propia comunidades (por los recursos locales que poseen); un aspecto
importante es la amistad que está relacionada a las prácticas de convivencia
y colaboración mutua; y el compromiso como un elemento central de todo
proceso de desarrollo, es quizá uno de los factores que incide y define las
formas de desarrollo de las comunidades rurales. En consecuencia, el ideal de
desarrollo de una comunidad dependerá de los factores descritos. |
P4. El ideal de desarrollo de la
comunidad determina el modo de desarrollo |
La
discusión sobre el ideal o la visión de desarrollo que tienen los
territorios, las ciudades y comunidades rurales, determinará sus prácticas,
formas y sistemas de vida de la población; porque, en la medida que hayan
planteado una visión, en la misma medida alcanzaran niveles de vida acorde a
una idea de su destino. Esta idea, la define la comunidad basada en una
realidad y en gran parte, en base a los recursos locales disponibles, según
los contextos de cada región y la participación de su población en los
procesos. |
Fuente: Elaboración propia, 2023 a partir
de los expertos entrevistados.
Desde la perspectiva teórica y apoyado en las versiones de
los expertos encuestados, el desarrollo de una comunidad rural depende de los
actores locales, cuanto mayor sea la visión o el ideal de desarrollo, mayor
será la oportunidad de desarrollar acciones que permitan transformar su
comunidad y la calidad de vida, y los beneficios para la comunidad estarán
reflejados en una mayor confianza, lealtad y un ambiente de armonía
comunitaria. Por lo tanto, la comunidad junto a sus actores, basados en el
imaginario e ideal del desarrollo, serán los que definan la ruta, el modo de
desarrollo, sus formas, sus políticas y sus estrategias para el establecimiento
de una mejor calidad de vida de su población.
Conclusiones
El desarrollo de una comunidad rural está determinado por el
ideal de desarrollo que comparten los actores locales y de su grado de participación
en los modos y procesos de desarrollo. Tanto el empoderamiento como la
participación de los actores locales, son elementos importantes para la
operatividad del ideal de desarrollo o imaginario que permita alcanzar una
mejor calidad de vida de la población. A su vez, el imaginario de los actores
locales, entendido como el ideal de desarrollo, está altamente relacionado con
los procesos de desarrollo de las comunidades rurales, basado en sus formas de
pensar, su cultura, tradiciones, conocimiento y saberes.
Así también, cada actor local y comunidad determina el modo
de desarrollo en función a la cooperación, la confianza, lealtad, compromiso y
pertenencia. El futuro deseado se origina en la comunidad y su transformación
depende del grado de compromiso y el involucramiento de los actores y agentes
del desarrollo conforme esté definido su ideal de desarrollo. En ese sentido, el
ideal de desarrollo es determinado por los actores locales en función a la
libertad y felicidad que busca cada individuo dentro del marco de su autonomía,
siendo la misma consensuada en función al compromiso, el deber y el cambio que
se desea para la comunidad y lograr así, ese imaginario e ideal del desarrollo
que confluyen en el vivir bien.
Notas
1 Se entiende por ayllu a las familias simples o
compuestas, es una forma de organización comunitaria que agrupa a un conjunto
de comunidades, mismos que confirman un territorio con sus propias
organizaciones. El más desarrollado se encuentra en la cultura aymara, en el altiplano y andes de
Bolivia.
2 La Mink’a es un concepto andino y milenario que sintetiza relaciones
de reciprocidad, compromiso y complementariedad. Consiste en una práctica en la
que la comunidad se reúne para trabajar en un objetivo en común (labores
comunitarias).
3 Se entiende por imaginario social a
la expresión de la imaginación radical de los sujetos, es una creación genuina,
es creación de la nada de nuevas formas, provenientes de la psique individual
que de manera permanente e incesante crea un flujo de representaciones, deseos
y afectos insospechados, no previstos (Corrales y Castrillón, 2013).
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* Los autores agradecen la colaboración de los investigadores
expertos: Dr. Antonio Vázquez Barquero, Profesor emérito de la Universidad
Autónoma de Madrid; Dr. Francisco Alburquerque, investigador de la Universidad
Complutense de Madrid; Dr. Oscar Madoery, Rector de la Universidad Nacional de
Rafaela; Dr. Adrián Rodríguez, investigador de la Universidad de la República
de Uruguay, y el Dr. Luis Tuaza, investigador de la Universidad Nacional de
Chimborazo (Unach), Ecuador. Así también, al Dr. Braulio Ramos, investigador de
la Universidad Técnica de Oruro, por los comentarios realizados al borrador del
artículo.
** Doctor en Desarrollo Económico. Docente e Investigador de la
Facultad de Ciencias Políticas y Administrativas en la Universidad Nacional de
Chimborazo (UNACH), Riobamba, Ecuador. E-mail: dayaviri@unach.edu.ec ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3078-1771
*** Doctor en Ciencias Económicas. Profesor Titular del
Departamento de Economía Aplicada y Política Económica en la Universidad de
Alicante, Alicante, España. E-mail: giner@ua.es
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0996-5509
**** Doctora en Educación.
Magister en Educación. Licenciada en Comercio. Docente Investigadora en la
Universidad Católica Luis Amigó, Medellín, Colombia. Integrante del Grupo de
Investigación Educación, Infancia y Lenguas Extranjeras. E-mail: carmen.martinezde@amigo.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8134-2306
***** Magíster en Mercadeo.
Especialista en Gestión de Servicios Sociales. Administrador de Empresas.
Docente Investigador del grupo GESNE del Programa de Administración de Empresas
en la Universidad Católica Luis Amigó, Medellín, Colombia. E-mail: elias.vallejomo@amigo.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8832-4098
Recibido:
2023-04-26 ·
Aceptado: 2023-07-14