Revista de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXIX, No. 4, Octubre - Diciembre 2023. pp. 125-138
FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518
● ISSN-E: 2477-9431
Como citar: Chumaceiro,
A. C., Hern�ndez Garc�a de Vel�zco, J. J., y Velazco,
J. C. (2023). Pol�ticas p�blicas para la gesti�n de la felicidad
organizacional. Revista De Ciencias Sociales, 29(4), 125-138.
Pol�ticas p�blicas para la gesti�n de la felicidad organizacional
Chumaceiro Hern�ndez, Ana Cecilia*
Hern�ndez Garc�a de Vel�zco, Judith Josefina**
Velazco Hern�ndez, Jovana Cristina***
Resumen
Desde la gesti�n humana y participativa,
los individuos por su naturaleza construccionista han estado en b�squeda de
mejoras en garant�a de una sociedad equitativa, justa y en pro del bienestar
colectivo, presionando a los Estados y gobiernos para que impulsen en las
organizaciones p�blicas como privadas, el desarrollo y mejora en la calidad de
vida de sus miembros, que se han expresado a trav�s de la implementaci�n de
pol�ticas p�blicas pertinentes para ello. En este entendido, el presente
art�culo aborda, un an�lisis te�rico sobre las principales formas de gesti�n de
la felicidad organizacional a partir de las pol�ticas p�blicas existentes. La
revisi�n documental y el an�lisis hermen�utico-interpretativo-descriptivo
sirvieron como m�todo. Se encontr� que resulta
necesario que las pol�ticas p�blicas se orienten a contribuir en el bienestar
social y organizacional, as� entonces, si las pol�ticas p�blicas apuntan hacia ambientes
ecol�gico, econ�mico, social y pol�ticamente estable suministra a las
organizaciones un apoyo para crear entornos saludables para sus colaboradores, donde
el desarrollo personal, familiar, y profesional puedan coexistir m�s f�cilmente
a trav�s de por ejemplo, horarios flexibles, teletrabajo, capacitaciones,
otros. Se concluye que desde el aparataje jur�dico se evidencia
importantes avances sobre calidad de vida y desarrollo personal dentro de las
organizaciones.
Palabras
clave: Estado;
gesti�n del bienestar laboral; gobierno; pol�ticas p�blicas; promoci�n.
Public policies for the organizational happiness
management
Abstract
Since
human and participatory management, individuals, due to their constructionist
nature, have been in search of improvements to guarantee an equitable, fair
society and in favor of collective well-being, pressing States and governments
to promote public and private organizations, the development and improvement in
the quality of life of its members, which have been expressed through the
implementation of relevant public policies for it. In this understanding, this
article addresses a theoretical analysis of the primary forms of organizational
happiness management based on existing public policies. Documentary review and
hermeneutic-interpretative-descriptive analysis served as a method. It was
found that public policies must be oriented to contribute to social and
organizational well-being, so then, if public policies aim toward ecological,
economic, social, and politically stable environments, it supports
organizations to create healthy environments for their collaborators, where
personnel, family, and professional development can coexist more easily
through, for example, flexible hours, teleworking, training, and others. It is
concluded that from the legal apparatus, there is evidence of significant
advances in the quality of life and personal development within organizations.
Keywords:
State; labor welfare management; government; public policies; promotion.
Introducci�n
La
felicidad es un tema que ha sido tratado como una necesidad y/o aspiraci�n
individual donde cada persona es responsable de alcanzarla con sus propios
medios; sin embargo, la felicidad involucra un estado emocional generado por diferentes
actores en la vida de todo individuo y en muchas ocasiones depende de las
ambiciones de un colectivo (Garc�a, 2021), quiz�, por ejemplo, una familia, que
finalmente hace que esta exploraci�n sea m�s bien una b�squeda social y no
personal.
En
este entendido, la Organizaci�n de Naciones Unidas (ONU) en la Resoluci�n
65/309 de 2011, reconoce
que encontrar la felicidad forma parte fundamental de todo ser humano, adem�s,
invita a los Estados miembros a emprender en la elaboraci�n de nuevas medidas
que reflejen mejor la importancia del hallazgo de la felicidad y el bienestar
en el desarrollo, con miras a que gu�en sus pol�ticas p�blicas.
Aunado
a ello, se ha despertado una conciencia social que busca el accionar del Estado
para mejorar la calidad de vida (Castro y Londo�o, 2019) de la poblaci�n, no
s�lo corrigiendo las cuestiones b�sicas como la falta de
educaci�n, las enfermedades y la pobreza; sino que, incentivando a las
organizaciones a mejorar en
puntos �lgidos, como la seguridad y la equidad laboral, posibilidad de
crecimiento profesional, salud en el trabajo, trato digno, entre otros.
As�
entonces, el desempe�o del sistema pol�tico, junto a las prerrogativas
consagradas en el ordenamiento jur�dico que caracterizan a un Estado, permiten impulsar
a las organizaciones a un mejoramiento continuo que consienta a sus
colaboradores alcanzar su bienestar individual y colectivo, calidad de vida y
por tanto felicidad.
Por
su parte, incorporar felicidad en las organizaciones, ha generado un impacto
positivo no s�lo para sus colaboradores sino para la organizaci�n en s� y el
Estado mismo (Carballeira, Gonz�lez y Marrero, 2015; Ram�rez, Orozco y Garz�n,
2020), puesto que, con individuos motivados y felices, se propician ambientes positivos
que incrementa sus fortalezas y competencias en lo cotidiano (Quiceno y Vinaccia, 2015; Palacios-Cartagena et al., 2021); hacer de
la organizaci�n un lugar propicio, agradable e importante para el desarrollo
integral de los individuos, se traduce en bienestar para todos en la
organizaci�n.
En
este contexto, el presente art�culo aborda desde el estado del arte: �De
qu� manera las pol�ticas p�blicas promueven la gesti�n de la felicidad organizacional? Para ello se utilizar� el
paradigma cualitativo, mediante la revisi�n documental, con un enfoque
hermen�utico � interpretativo � descriptivo, mediante la observaci�n documental
de fuentes documentales secundarias,
se realiz� una revisi�n bibliogr�fica a fin de hacer el rastreo de categor�as o
conceptos tales como: Pol�ticas p�blicas, felicidad, bienestar subjetivo,
felicidad organizacional, calidad de vida y bien com�n.
1. Fundamentaci�n te�rica
La
raz�n de ser de los gobiernos es, redistribuir las riquezas, valores econ�micos
y recursos ambientales y sociales disponibles entre los grupos de individuos
que componen la sociedad. As� entonces, las pol�ticas p�blicas son la manera
que tienen los gobiernos-estados de hacer que lo anterior ocurra. Entonces, �el
an�lisis de las pol�ticas p�blicas permite abordar la cuesti�n del Estado desde
la perspectiva de su actividad concreta� (R�th, 2003, p. 115), y como todo
ello logra impactar a las organizaciones, impulsa una efectiva gesti�n de la
felicidad organizacional.
1.1.
Conceptualizando las pol�ticas p�blicas
La
tarea de coordinar a las sociedades contempor�neas resulta compleja y ha
conllevado a un nuevo t�rmino �gobernanza� o �buen gobierno�, esto es entendido
como una forma de gobernar m�s cooperativa, donde el Estado-gobierno ya no
ejerce una autoridad plena, sino que por medio de redes se facilitan
negociaciones y consensos para la generaci�n de las pol�ticas p�blicas (Mayntz,
2001; Merch�n-Ponce, Pinargote-V�squez y Acebo-Calder�n, 2022), creadas por
todos y para cubrir las necesidades de todos.
Es
as� como las sociedades de hoy han creado un ecosistema de decisi�n conjunta
(Messner, 1999; Merch�n-Ponce et al., 2022), con soberan�as compartidas
mediadas por redes cuyo mecanismo de acci�n es auto � organizado, integrando
los intereses en com�n de todos los actores sociales y finalmente se convierten
en medios suaves de conducci�n de una naci�n.
As�
pues, las pol�ticas p�blicas se refieren a actividades materiales o simb�licas
que gestionan las autoridades p�blicas (Kauffer, 2002;
Altamirano-Santiago y Mart�nez-Mendoza, 2020), lo cual implica dos elementos: El
gobierno (autoridades p�blicas) y las acciones concretas (materiales), sin
dejar de lado lo simb�lico; para explicar lo simb�lico es necesario hablar de
lo que los gobiernos deciden realizar o no (Thoenig, 2019;
Altamirano-Santiago y Mart�nez-Mendoza, 2020), lo cual indicar�a que el no
actuar ante una necesidad, corresponder�a en s� a una pol�tica p�blica. Es
importante tener claro que la pol�tica p�blica es el lazo propio entre todos
los actores sociales, instrumento que materializa sus objetivos, da respuesta a
una necesidad, incluso ayuda a cambiar conciencias; modificando su entorno
(Parsons, 2007; Harguind�guy, 2020).
Para
generar pol�ticas p�blicas efectivas es necesario que exista una configuraci�n
de m�ltiples actores (Muller, 2006): Organizaciones
civiles, p�blicas, privadas, con y sin fines de lucro. Todos estos actores son
responsables de la formulaci�n, ejecuci�n y evaluaci�n de la pol�tica p�blica. Entonces,
las pol�ticas p�blicas son programas de acciones que deben desarrollarse desde
una perspectiva humanista (Batista, 2000; Harguind�guy, 2020), buscando el bienestar
de la poblaci�n; deben estar legitimadas por el gobierno con la intenci�n de
redistribuir la riqueza: Social, econ�mica y humana. Procurando: Equidad, bien
com�n, calidad de vida, desarrollo: Social, econ�mico, pol�tico, ambiental,
cultural, inclusive organizacional.
1.2.
Felicidad
Antes
de hablar sobre felicidad organizacional es imprescindible entender la
conceptualizaci�n de felicidad, misma que puede traducirse como bienestar
subjetivo (Chumaceiro
et al., 2020; Salda�a et al., 2020),
as�, estudiar el bienestar subjetivo es igual que estudiar el t�rmino de
felicidad y el c�mo puede obtenerse; en s� es la experiencia individual de todo
ser humano y que permite interpretar lo que siente y la cantidad de
satisfacci�n que tiene con la vida (Scorsolini-Comin,
y Dos Santos, 2010). La felicidad es el conjunto de experiencias positivas,
propias de la naturaleza humana que genera sensaci�n de bienestar (Alayon, 2015; �lvarez-Maldonado et al., 2021).
La
felicidad puede explicarse tambi�n como la experiencia de placer combinada con
sensaciones profundas de realizaci�n que implica buen humor en el presente y
expectativas positivas del futuro (Hern�ndez, Chumaceiro
y Ravina, 2019). La felicidad tambi�n puede ser
entendida como calidad de vida dividida en dos: Por una parte, el bienestar
objetivo: Que est� determinado por la satisfacci�n de necesidades b�sicas como
salud, educaci�n, vivienda, alimento, equidad, otros; y, por otra parte, el
bienestar subjetivo, que se refieren a las experiencias emocionales (Lykken y Tellegen, 1996; Chumaceiro et al., 2020).
Ya
hablando de felicidad social se entiende que debido a su alcance debe ser
medido con indicadores que permitan probar la satisfacci�n de las necesidades
dentro de un contexto social (Hern�ndez et al., 2019), estos indicadores deben
incluir lo econ�mico, la pol�tica social, la inclusi�n, los derechos humanos,
la democracia, justicia social y calidad de vida.
Desarrollar
bienestar social y felicidad objetiva desde el Estado-gobierno debe involucrar
equidad, inclusi�n y participaci�n (Hern�ndez et al., 2019), mediado por un
sistema de pol�tica p�blicas que incluya participantes de todos los sectores
involucrados, aportando soluciones aptas para el logro de una buena calidad de
vida.
Ahora
bien, la felicidad organizacional es m�s que una simple tendencia y no es lo
mismo a felicidad laboral (Moccia, 2016), resulta ser una estrategia (Mendoza y
L�pez, 2015) �tica (Balc�zar y Rodr�guez, 2017) de mejoramiento con gran impacto en
las organizaciones. En este contexto, se distinguen dos vertientes (Fern�ndez,
2015b): a) La percepci�n subjetiva de cada colaborador acerca de c�mo se siente
en el trabajo denominada �felicidad en el trabajo� (Fern�ndez, 2015a; Escobar y Pintos, 2016); y, b) lo que la empresa hace para producir el
bienestar (subjetivo) en sus trabajadores, a lo cual se le llama felicidad
organizacional (Fern�ndez, 2015b; Chumaceiro et al.,
2020).
As� pues,
la felicidad organizacional se enmarca en el bienestar de los individuos y calidad
de vida, se encuentra tambi�n relacionado con flexibilidad y motivaci�n como: Ambiente
de trabajo, relaciones entre compa�eros, posibilidad de seguir estudiando,
ascender de puesto y dem�s beneficios.
2. Metodolog�a
La
observaci�n documental y el an�lisis matricial de las categor�as, mediante una
revisi�n cr�tica comparativa permitieron los hallazgos. Se consider� la
posici�n de Stiglitz, Sen y Fitoussi (2008), quienes argumentan
que la raz�n de los gobiernos es garantizar calidad de vida a los ciudadanos. El
m�todo usado se sustenta en la exploraci�n de un tema espec�fico que debe ser
definido mediante un an�lisis hermen�utico determinado por una posici�n cr�tica
(Arias, 2016). La investigaci�n documental,
se basa en recopilar informaci�n de documentos escritos por otros autores en
cualquier momento dado y que, puedan ser usados como referencia en cualquier
otro estudio que as� lo requiera para apoyar el contenido expuesto, en todo
caso la consulta debe exponer una realidad o un hecho sucedido (Hern�ndez, Fern�ndez y Baptista, 2014).
Para
desarrollar una investigaci�n documental resulta necesario haber seleccionado
un tema espec�fico que demuestre relevancia y que sea susceptible de ser
ampliado para conseguir mayor claridad y precisi�n al respecto (De Pelekais et al., 2015). Por su parte, las
investigaciones de dise�o bibliogr�fico se basan en la exploraci�n de un
estudio; sin embargo, los datos empleados como fuente de informaci�n deben
provenir de estudios previos realizado por conocedores del �rea a estudiar (Sabino,
2014).
En
este entendido, la presente disertaci�n fue orientada por el m�todo postpositivista con un enfoque cualitativo, mediante el
an�lisis hermen�utico � interpretativo � descriptivo, de dise�o documental �
bibliogr�fico. Se procedi� a la identificaci�n y categorizaci�n del objetivo
objeto de an�lisis. Se exploraron diferentes fuentes documentales con los
siguientes criterios de inclusi�n en la b�squeda de informaci�n secundaria: Art�culos cient�ficos publicados en revistas de
acceso abierto o no, con datos num�ricos o no, indexados en bases de datos de
alto impacto como: WoS,
Scopus, Scielo, Publindex, DOAJ, entre otras.
Los
tesauros utilizados para la b�squeda del tema de Pol�ticas P�blicas:
"ESTADO", "GOBIERNO", "ADMINISTRACI�N P�BLICA",
"POL�TICAS P�BLICAS". Las palabras clave utilizadas para el tema de
Felicidad Organizacional: �BIENESTAR�, �BIENESTAR OBJETIVO�, BIENESTAR
SUBJETIVO�, �BIENESTAR LABORAL�, �BIENESTAR ORGANIZACIONAL�, FELICIDAD�,
�FELICIDAD ORGANIZACIONAL�, �FELICIDA SUBJETIVA�, �FELICIDAD OBJETIVA�
Para
indagar sobre el tema de Pol�ticas P�blicas para la gesti�n de la Felicidad
Organizacional se hicieron las siguientes b�squedas: �ESTADO�, �GESTI�N
P�BLICA�, "ESTADO DE BIENESTAR�, �GOBIERNO � EMPRESA � SOCIEDAD�, �PROMOCI�N
DE POL�TICAS P�BLICAS�, �POL�TICAS P�BLICAS CON INSENTIVOS�. Las actividades
para la ejecuci�n de la investigaci�n se detallan a continuaci�n: 1) Identificaci�n
del problema, 2) revisi�n de la literatura, 3) recolecci�n de datos, 4)
preparaci�n de datos para an�lisis, 5) an�lisis de datos, 6) sistematizaci�n de
categor�as, y, 7) preparaci�n del informe de resultados.
3. Resultados y discusi�n
3.1. Medir bienestar y
felicidad
La felicidad depende de los bienes econ�micos que un
individuo puede comprar de manera racional o no; y de los bienes sentimentales
que pueda tener en el trayecto de toda su vida y que no pueden comprarse (Martins, 2016). As�
pues, But�n pa�s con el cual nace la Felicidad Interna Bruta (FIB) (Rodr�guez-Calles, 2019), mide la felicidad o el bienestar considerando que el
desarrollo econ�mico (Llamas et al., 2020) y
material debe ser complementado con desarrollo cultural, humano, espiritual,
bienestar sicol�gico, armon�a con el medio ambiente, entre otros recursos que
no pueden comprarse.
Dado que medir el bienestar ha resultado una tarea
muy dif�cil debido a tantos puntos de vista, generando en algunos casos confusi�n,
hubo un amplio consenso donde se recogen tres aspectos esenciales sobre el
bienestar subjetivo (Dolan y Metcalfe, 2012;
Ib��ez, 2019): 1) En t�rminos generales la persona eval�a el nivel
de satisfacci�n con su vida: Vivienda, salud, ocio, entre otros (Evaluativo) (Helliwell, Layard y Sachs, 2017); 2)
Se considera las emociones positivas incluyendo la sensaci�n de felicidad,
alegr�a, aprecio, otras; y las emociones negativas como el temor, ansiedad,
tristeza, ira, entre otras (Afectivo) (Diener,
Helliwell y Kahneman, 2010); y,
3) Satisfacci�n por lo que la persona puede llegar a lograr, realizaci�n
personal, (Eudaim�nico) (Seligman,
2015).
El bienestar subjetivo puede
ser medido por encuestas que finalmente aportaran datos significativos al
momento de la formulaci�n de pol�ticas p�blicas (Organization for Economic Cooperation
and Development [OECD], 2013). Por
su parte, la psicolog�a positiva habla de tres tipos de felicidad (Boniwell, 2008; Seligman, 2015):
1) Una vida totalmente placentera y hedonista; 2) La
buena vida, orientada a las comodidades y el goce material de los logros
obtenidos; y, 3) La vida significativa, que se identifica con lo
socioemocional, espiritualidad, amor por los otros, entre otros. Finalmente, de acuerdo con Helliwell et al. (2017), se cuenta con indicadores que permite la medici�n
cuantitativa de la felicidad (ver Cuadro 1)
Cuadro 1
Indicadores de medici�n de la
felicidad
Indicador |
Descripci�n de indicador |
Bienestar psicol�gico |
Valora
niveles de estr�s y emociones positivas y negativas. |
Uso del tiempo |
Cuantifica
el tiempo que se dedica a diversas actividades como
la familia, trabajo, educaci�n, deporte, entre otros. |
Vitalidad
de la comunidad |
Estima
la confianza y apoyo en la comunidad, as� como�� los
niveles de seguridad, entre otros. |
Cultura |
Eval�a
el conocimiento de la cultura propia y de otros pa�ses. |
Salud |
Mide
la atenci�n m�dica y sus limitantes, la calidad de los servicios
m�dicos. Incluye el conocimiento de la poblaci�n en
cuanto a salud. |
Educaci�n |
Val�a
calidad de la educaci�n, su aprovechamiento y el nivel
de educaci�n de la poblaci�n. |
Diversidad medioambiental |
Pondera
el conocimiento ambiental de la poblaci�n y la cantidad
de �rboles sembrados por persona. |
Nivel de Vida |
Calcula
el consumo de los hogares, el n�mero de casas propias,
incapacidad para remodelar viviendas. |
Gobernanza |
�Valora calidad de los servicios p�blicos,
confianza en las instituciones
p�blicas, niveles de seguridad, entre otros. |
Fuente: Elaboraci�n propia, 2022 a partir de Helliwell et al. (2017).
De lo anterior destaca que
si bien es cierto que medir el bienestar incluye elementos propios e individuales
complejos de calcular como: La satisfacci�n en culminar o no los estudios;
hallar un primer empleo y los sucesivos que permitan alcanzar lo deseado de
forma personal; la vida conyugal o la solter�a; ser o no padres; entre otros, no menos verdad es que existen indicadores
que permiten de forma muy aproximada estimar la felicidad (objetiva) de un
individuo. Estos indicadores van desde la evaluaci�n de niveles de tristeza y
alegr�a, el tiempo que se dedica a la familia, ocio, trabajo, otros; hasta la interacci�n
con las comunidades donde se desenvuelve el individuo y el conocimiento que se
tiene sobre la cultura propia y de otros.
De
la misma forma, hay indicadores globales (que afectan a todos) que dependen
habitualmente de los estados-gobiernos a trav�s de las pol�ticas p�blicas,
algunos de ellos son: calidad y acceso a la salud y el conocimiento necesario
para hacer uso de estos servicios, seguridad f�sica y psicol�gica; nivel de
educaci�n de la poblaci�n; conocimiento sobre el medio ambiente; cantidad de
casa propias, casas en mal estado, capacidad para acceder a la canasta b�sica,
otros; eficacia de los servicios p�blicos (agua, electricidad, aseo urbano, internet), confianza en las autoridades
del gobierno como polic�a, garant�a en la seguridad f�sica, entre otros.
Al
respecto, se puede notar que existe mayor compromiso por parte de los gobiernos
de pa�ses desarrollados para construir pol�tica p�blicas y herramientas que
permiten la construcci�n colectiva de bienestar de las personas m�s all� de lo
meramente econ�mico, en cuanto a los pa�ses en v�a de desarrollo hacen su mayor
esfuerzo sin que esto sea suficiente.
3.2. Gesti�n de la felicidad organizacional
Antes de hablar de gesti�n de la felicidad, resulta
necesario hablar de productividad laboral porque este es un sistema inteligente
e integrado que permite a los colaboradores optimar los recursos: Financieros,
materiales, tecnol�gicos y humanos, de los cuales dispone la empresa, con la
finalidad de producir bienes y/o servicios con calidad, que permita finalmente,
competitividad (Maldonado, 2020) en
un pa�s, propiciar la sostenibilidad (Bravo
y Mar�n, 2012) organizacional, e incrementar el ingreso de los
colaboradores.
Entonces, gestionar felicidad organizacional debe
ser entendido como el incentivo (no necesariamente monetario) atribuido a
factores tanto internos como externos, que refuerzan el actuar y sentir
positivo de los colaboradores, los autores no se ponen de acuerdo referente a
esta teor�a; sin embargo, se puede resaltar algunos elementos motivadores que
aumentan la productividad laboral: Reconocimiento, crecimiento profesional,
responsabilidad, salario, buenas relaciones interpersonales dentro y fuera de
la organizaci�n (Simancas et al., 2018),
estatus y seguridad laboral (Ram�rez, 2012).
Si se toma en consideraci�n la gesti�n del talento
humano se puede decir que este es el eslab�n entre el desarrollo humano y el
desarrollo organizacional (Caicedo y Acosta, 2012;
Hern�ndez-Gracia
et al., 2023), lo cual propicia la
felicidad organizacional.
As�
entonces, si desde la organizaci�n se logra fidelizar a los colaboradores,
mediante la satisfacci�n con sus tareas laborales, estos atraer�n a m�s
potenciales clientes generando los resultados esperados. Este eslab�n
constituye una evoluci�n del talento humano, dado que para lograr lo antes
expuesto resulta necesario un gran esfuerzo, porque no basta con generar los
pagos a tiempo o conocer los cargos de cada colaborador, sino que resulta
imperante conocer el entorno familiar, las habilidades, intereses, forma de vida,
retos, entre otros; para poder enrutar a cada colaborador seg�n sus
expectativas de felicidad organizacional.
Finalmente, la gesti�n de la felicidad en un sistema
abierto conformado por personas, con procesos definidos y normados mediante pol�ticas
organizacionales (no de gobierno) y valores compartidos, donde se delimita la
actuaci�n de cada colaborador, es una gran estrategia que implementada y
asumida de la manera correcta logra generar valor, no solo a la organizaci�n
sino a todos los que la componen.
3.3. La econom�a de la felicidad
La econom�a de la felicidad no es algo nuevo, ya en el
siglo XIX los economistas escrib�an sobre el tema y otros conceptos m�s,
orientados hacia una postura filos�fica y psicol�gica, aunado a ello se sustitu�a
el t�rmino felicidad por utilidad; sin embargo, se teorizaba sobre la
satisfacci�n de deseos o necesidades desde la adquisici�n de bienes, ya en la
segunda mitad del siglo XX se comienza a hablar de econom�a de la felicidad (Trincado, 2008; N��ez,
2021).
La econom�a de la felicidad resulta ser una rama de
la econom�a conductual, donde se busca mediante encuestas, recabar informaci�n
sobre las preferencias y su nivel de felicidad. La implementaci�n de
herramientas estad�sticas permitir� hacer correlaciones entre la felicidad y
diferentes variables, por ejemplo, el estudio denominado: ��Qu� es lo que
importa en el trabajo?� (Clark, 2001), donde
se demuestra que conocer la satisfacci�n de los colaboradores en cuanto a las
caracter�sticas de su puesto de trabajo, permite predecir el abandono de los
mismos; o el trabajo de correlaci�n causal, titulado: �Happiness
and Productivity� (Oswald,
Proto y Sgroi, 2015),
donde se identifica que la satisfacci�n declarada por los colaboradores impacta
positivamente en la productividad.
En
definitiva, otra investigaci�n aplicada en USA que estudia un mill�n de
personas, analiza la correlaci�n entre la felicidad declarada por los
individuos y calidad de vida regional (Oswald y Wu, 2009), concluyendo que esta correlaci�n es bastante alta,
lo cual coincide con los resultados obtenidos en el aparte �Medir bienestar y
felicidad� de esta investigaci�n.
As�
pues, es bien conocida la existencia de la relaci�n entre felicidad y muchas
otras variables, a ello no escapa el desarrollo econ�mico (Easterlin, 2013), aunque el ingreso econ�mico no constituya satisfacci�n
personal en s� misma, el poder adquisitivo que �ste media, facilita las condiciones
de bienestar. As� entonces, la pol�tica econ�mica establece la satisfacci�n
b�sica de las necesidades de los ciudadanos (OECD, 2013).
Estudiar la felicidad en la pol�tica econ�mica
permite, en lo macro, conocer el impacto de la inflaci�n, el desempleo o el
ingreso; desde lo micro, las utilidades individuales de personas. Revela,
adem�s las condiciones organizacionales en cuanto a calidad en la gesti�n
econ�mica y el capital social sobre el bienestar individual. Tambi�n, coadyuva
a monitorear el bienestar subjetivo. De igual manera, propicia nuevos
conocimientos sobre la valoraci�n que las personas otorgan a los bienes,
servicios y condiciones que adquieren o hacen uso, estos estudios permiten la
formulaci�n de pol�ticas p�blicas basadas en las necesidades reales de la
poblaci�n.
3.4. Pol�ticas p�blicas para la
felicidad organizacional
Siendo que la raz�n de ser de
los gobiernos parte de la procura del bienestar de los ciudadanos y que la
planificaci�n territorial ejerce influencia activa en la salud f�sica y mental
de sus ciudadanos (Stiglitz
et al., 2008; Frijters et al., 2020),
por tanto afecta el bienestar de las personas de manera directa, puesto que el
ser humano pasa su vida en espacios f�sicos dise�ados o no por los gobiernos,
por lo cual resulta indispensable para quienes formulan las pol�ticas p�blicas
conocer la satisfacci�n de los individuos en cuanto a: Calidad de las
condiciones ambientales y servicios p�blicos, seguridad y salud p�blica,
educaci�n, entre otras.
Para generar pol�ticas p�blicas orientadas hacia la
felicidad es importante considerar aquellos soportes y estilos de vida que
puedan propiciar bienestar, garantizando lo necesario para futuras generaciones
(Thin, 2012; Mouratidis, 2019; Zumelzu y Herrmann-Lunecke,
2021; Kaved�ija, 2021), es
as� como los individuos y organizaciones que componen una comunidad, se hacen
los mejores jueces para determinar lo que est� bien y lo que necesita
mejorarse; en este sentido, la econom�a de la felicidad logra hacer aportes
significativos.
Por
su parte, cuando se eval�a el estado de bienestar de las personas, el gobierno
opta por influenciar a los individuos para autosatisfacerse porque cada persona
conoce lo que lo hace feliz, lo que justificar�a que los gobiernos generen
pol�ticas que enfatizan en los ingresos como medidas de progreso y bienestar.
As� entonces, las pol�ticas p�blicas deben contribuir
al desarrollo econ�mico sin detrimento del bienestar social y organizacional;
por tanto, apoyar un ambiente econ�mico, social y pol�ticamente estable
facilita a las organizaciones crear entornos saludables para sus empleados,
entornos que favorezcan el desarrollo personal, familiar y profesional de los
colaboradores organizacionales mediados por: Horarios flexibles, teletrabajo,
capacitaciones, evaluaci�n por objetivos, esparcimiento familiar, facilidades
de acceso a transporte, colegios, farmacias, entre otras; y que este comprenda
todo esto como el compendio de retribuciones no econ�micas que la organizaci�n
aporta para ellos, como mecanismo de incentivo en pro de la felicidad
individual y organizacional.
Las pol�ticas p�blicas orientadas a la felicidad
organizacional involucran toma de decisi�n a conciencia, pues su fin es
impulsar un aparato productivo que no solo respete a las personas y el ambiente,
sino que adem�s propenda al est�mulo de la felicidad. Es necesario entender que
existen muchos conceptos en torno a la felicidad y el bienestar, por ende,
muchos m�todos de recolecci�n de datos sobre esta variable, entonces, dise�ar y
ejecutar pol�ticas de felicidad depender� en s� del objetivo que busca la
pol�tica (Rodr�guez, Garc�a y Chica�za,
2018; Hern�ndez-Gracia et al., 2023).
Finalmente, la implementaci�n de pol�ticas de gesti�n de la felicidad organizacional
necesita de condiciones de trabajo apropiadas y de mejora continua en los
procesos.
Conclusiones
El presente art�culo ha descrito algunas
contribuciones y caracter�sticas de un tema de investigaci�n relativamente
nuevo como es la pol�tica p�blica orientada a la gesti�n de la felicidad
organizacional, tema cuya variable �felicidad� tiene mecanismos de medici�n
subjetivos, lo cual hace un poco impreciso lograr una pol�tica p�blica
eficiente en una primera fase de ejecuci�n; incluso en una segunda. Sin
embargo, el tema de felicidad o bienestar ha mostrado un avance significativo
en los �ltimos tiempos, lo cual podr�a ser un reflejo del valor que tiene la
felicidad para las personas.
Al hablar de felicidad, se debe comprender que no
solo es una cualidad humana, sino que se trata del sentir de cada ser humano y
es auto-responsabilidad el alcanzarla. As� pues, la felicidad podr�a decirse
que es la integraci�n de recursos y actitudes humanas que busca el bien
individual y com�n. Deben ser considerado dos vertientes: Lo que se puede
comprar y las experiencias emocionales.
La felicidad en la organizaci�n debe ser tratada
como un componente m�s de la filosof�a organizacional, donde los equipos de
trabajo se orienten hacia la b�squeda de objetivos en com�n, estrechando lazos
de respeto, igualdad y motivaci�n; entonces; bienestar, felicidad
organizacional, motivaci�n laboral y productividad, son conceptos inherentes
que aportan a los objetivos de todos para todos. Concebir felicidad
organizacional como parte de su filosof�a permite maximizar la utilidad, altos
indicadores de calidad en servicio al cliente, optimaci�n de los recursos,
excelente clima laboral, bienestar subjetivo de los colaboradores, entre otros.
Las organizaciones hoy d�a buscan sobrevivir de una
manera m�s eficiente, sostenible y responsable con el entorno, con la consciencia
plena de que se desenvuelven en un ambiente altamente competitivo, para ello la
gesti�n de la felicidad dentro de las organizaciones, mediante la inclusi�n de
los colaboradores dentro de los objetivos institucionales resulta
preponderante. Este sistema de gesti�n debe reconocer las capacidades,
fortalezas y debilidades de sus colaboradores, adem�s, se debe permear a toda
la organizaci�n con la estrategia a ejecutar.
El �xito o no de la implementaci�n de un sistema de
gesti�n depender� de la operacionalizaci�n de los resultados de alto impacto
(para replicarlos). La consciencia y apropiaci�n de los colectivos sociales
inherentes a la organizaci�n y que se encuentran a cargo de la implementaci�n,
ser�n quienes generen el balance entre resultados y el bienestar generado.
Aunque la medici�n de la felicidad resulta compleja,
los estudios hechos han encontrado que la satisfacci�n personal con la vida
(felicidad) se encuentra vinculada a la riqueza, porque esta permite el acceso
a bienes materiales, seguridad, salud y educaci�n. En este sentido, la econom�a de la felicidad ha sido la primera en
responder a la necesidad de pol�ticas p�blicas que incentiven la gesti�n de la
felicidad tanto de las personas como de las organizaciones.
Ya hablando de pol�ticas
p�blicas, se puede decir que en la variable de felicidad efectivamente podr�a
incluirse algunas regulaciones gubernamentales que incentive a una mejor toma
de decisiones. Tal es el caso del impulso dado por las Naciones Unidas, cuando
desde hace algunos a�os se encuentra promoviendo en sus Estados miembros la
creaci�n de indicadores que midan el bienestar subjetivo como parte del
desarrollo de una naci�n.
En definitiva, el impacto de
la pol�tica p�blica se encuentra desde su elaboraci�n hasta su implementaci�n y
evaluaci�n. Por lo tanto, las pol�ticas p�blicas
bien elaboradas e implementadas posibilitar� la felicidad organizacional, que
finalmente resultar� en una gran experiencia para todos los colaboradores,
siempre y cuando la actitud de todos los individuos se enfoque verdaderamente a
la b�squeda del bienestar individual y com�n; esto es, comprender todos que el
estado de �nimo de cada uno afecta el clima laboral y por ende a toda la
organizaci�n.
Por otra parte, el objetivo de la presente revisi�n
fue observar: �De qu� manera las pol�ticas p�blicas promueven la
gesti�n de la felicidad organizacional? y al respecto se puede decir que para
gestionar la felicidad organizacional es necesario contar con pol�ticas
p�blicas que de forma estrat�gica conlleven al bien com�n, que garanticen a las
organizaciones estabilidad econ�mica y pol�tica, aunado al conocimiento previo
de la percepci�n de bienestar y niveles sociecon�micos
de las personas.
La gesti�n de la felicidad dentro de las
organizaciones representa ventaja competitiva que se ve reflejadas en la
fidelizaci�n de clientes internos y externos, reconocimiento de marca,
posicionamiento en el mercado, entre otras. A partir de la sistematizaci�n de
las categor�as de an�lisis se muestran algunos indicadores que pueden ser
usados para medir el bienestar subjetivo, adem�s, se evidencia el estado actual
del estado del arte sobre la cuesti�n recogiendo elementos clave que pueden ser
usado por otras investigaciones.
Finalmente, la investigaci�n tuvo limitaciones al
momento de encontrar informaci�n sobre pa�ses en v�a de desarrollo, aquellos
pa�ses m�s avanzados econ�micamente son quienes muestran avances en esta
materia; en este entendido, la invitaci�n es a generar investigaciones que
permitan responder preguntas como: �De qu� manera los pa�ses en v�as de
desarrollo pueden iniciar el impulso de la felicidad organizacional?; �Cu�les
son los problemas que impiden dar inicio a la promoci�n del bienestar
organizacional desde las pol�ticas p�blicas?.
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* Posdoctora
en Estado, Pol�ticas P�blicas y Paz Social. Doctora en Ciencias Pol�ticas. Profesora � Investigadora en la Universidad de la Costa
(CUC), Barranquilla, Colombia. Editora en
jefe de la Revista Econ�micas CUC. Investigadora SENIOR por MinCiencias.
E-mail: achumace@cuc.edu.co; anachuma@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8539-2853
**
Posdoctora en Estado,
Pol�ticas P�blicas y Paz Social. Doctora en Ciencias Sociales. Profesora �
Investigadora en la Universidad de la Costa (CUC), Barranquilla, Colombia.
Editora en jefe de la Revista Jur�dicas CUC. Investigadora
SENIOR por MinCiencias. E-mail: jhernand86@cuc.edu.co; lasanas23@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5621-9496
*** Estudiante
de Pregrado de Ciencia Pol�tica y Gobierno en la Universidad del Norte, Barranquilla,
Colombia. E-mail: jovanav@uninorte.edu.co; jovavela@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6306-4966
Recibido: 2023-06-10��������������� � Aceptado: 2023-08-27