Revista de Ciencias Sociales (RCS)

Vol. XXX, Número Especial 9, enero/junio 2024. pp. 476-488

FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431

Como citar: Acevedo, D., Montero, P. M., y Marrugo, Y. A. (2024). Gerencia Social y Estratégica: Oportunidades para garantizar la seguridad alimentaria en Colombia. Revista De Ciencias Sociales, XXX(Número Especial 9), 476-488.

 

 

Gerencia Social y Estratégica: Oportunidades para garantizar la seguridad alimentaria en Colombia

 

Acevedo Correa, Diofanor*

Montero Castillo, Piedad Margarita**

Marrugo Ligardo, Yesid Alejandro***

 

Resumen

 

La soberanía alimentaria evidencia el derecho humano al acceso a alimentos de calidad, producidos mediante métodos ecológicos y socialmente sostenibles. Considerando la relevancia de estas premisas, la investigación plantea analizar las oportunidades que brinda la gerencia social y la gerencia estratégica a los sistemas de alimentación. Se trata de un estudio descriptivo, llevado a cabo en comunidades vulnerables del Departamento de Bolívar en Colombia. La metodología utilizada consiste en una indagación empírica, en la cual se utiliza el cuestionario, aplicado a una muestra de 277 familias, seleccionadas mediante muestreo de tipo aleatorio o probabilístico, al azar simple. Entre los principales resultados, se destaca el reconocimiento, por parte de la comunidad, de la gerencia social y de la gerencia estratégica, como mecanismos para impulsar la ejecución de proyectos sociales, conducentes al progreso colectivo. Asimismo, se indica la importancia de los proyectos sociales y de los objetivos de la Red de Seguridad Alimentaria, para impulsar el desarrollo y la generación de ingresos propios dentro de la comunidad. Se concluye en la relevancia de gestionar los recursos alimentarios por medio de estrategias gerenciales y colectivas, que tengan como norte la producción y el acceso de alimentos dentro de las comunidades vulnerables en Colombia.

 

Palabras clave: Gerencia social; gerencia estratégica; seguridad alimentaria; proyectos sociales; bienestar colectivo.

 

 

Social and Strategic Management: Opportunities to guarantee food security in Colombia

 

Abstract

 

Food sovereignty demonstrates the human right to access quality food, produced using ecological and socially sustainable methods. Considering the relevance of these premises, the research proposes to analyze the opportunities that social management and strategic management provide to food systems. This is a descriptive study, carried out in vulnerable communities in the Department of Bolívar in Colombia. The methodology used consists of an empirical investigation, in which the questionnaire is used, applied to a sample of 277 families, selected through random or probabilistic, simple random sampling. Among the main results, the recognition by the community of social management and strategic management stands out as mechanisms to promote the execution of social projects, leading to collective progress. Likewise, the importance of social projects and the objectives of the Food Security Network is indicated, to promote development and the generation of own income within the community. It is concluded in the relevance of managing food resources through managerial and collective strategies, which have as their focus the production and access of food within vulnerable communities in Colombia.

 

Keywords: Social management; strategic management; food safety; social projects; collective well-bein.

 

 

Introducción

La urgencia sanitaria provocada por COVID-19 y la situación pospandémica, agudiza, considerablemente, la crisis civilizatoria causada por el neoliberalismo como marco socioeconómico que determina las relaciones humanas y ecológicas (Massieu, 2021). El optimismo dogmático por el progreso característico de la modernidad, al obviar valores éticos interculturales, promueve las urgencias sociales; donde destaca la emergencia alimentaria (Estermann, 2012; Torres, 2020). Consecuentemente, el derecho humano a la alimentación es amenazado debido a la implantación del modelo de producción industrializado, junto a estrategias de distribución y consumo mercantilistas (Bonet, 2023).

Debido a la hegemonía del modelo económico neoliberal, las diversas estrategias locales en favor de enfrentar la urgencia alimentaria, resultan sólo paliativas, al no enfrentar la estructura sociopolítica que provoca las crisis. Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto a otros organismos multilaterales, enfatiza que para finales del año 2021 se incrementó el hambre en el mundo; concomitante, se exacerbó las desigualdades sociales (FAO et al., 2022).

Los organismos señalan que, a pesar de ser los campesinos responsables de solventar las premuras nutricionales locales, no son insertados en las políticas globales de producción agrícola; así, se desaprovecha una importante oportunidad humana para solventar la crisis alimentaria (Mançano, 2017). Seguidamente, se recomiendan gestiones sociales de administración de los sistemas de producción de alimentos; con la finalidad de sumar esfuerzos ante las necesidades humanas.

En los países en vía de desarrollo la insuficiencia alimentaria es consecuencia de deficientes estructuras de producción. Pues, los modelos se caracterizan por privilegiar los commodities para exportación; junto a esto, se incrementan las importaciones de alimentos, al no existir continuidad en las políticas económicas; dificultades que agudizan la dependencia alimenticia (Morett-Sánchez y Cosío-Ruiz, 2023).

Por ende, esta investigación tiene el propósito de analizar las oportunidades que brinda la gestión social de los sistemas de producción de alimentos en el Departamento Bolívar en Colombia, a través de un estudio empírico-descriptivo, que enfatiza en las vulnerabilidades sociales encontradas en la mencionada región.  

 

1. Fundamentación teórica

En Colombia, la alimentación infantil es un tema relevante, que ha sido atendido por diversos sectores del gobierno nacional, empleando estrategias gerenciales y de gestión, para mejorar significativamente los índices de nutrición en niños, niñas y adolescentes, priorizando aquellos sectores vulnerables. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE, 2022), antes de la pandemia el 90,5% de los jefes de hogares con niños, reportaron que consumían alrededor de las 3 comidas diarias en las 23 ciudades y áreas metropolitanas; índice que se redujo al 67,1% durante y después de la urgencia sanitaria COVID-19.

La atención alimentaria en Colombia está en concordancia con las políticas de gestión propuestas por los organismos internacionales. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la sana nutrición es parte fundamental de la seguridad alimentaria (Gordillo y Méndez, 2013). No obstante, a pesar de los esfuerzos de la FAO, como la Ley del derecho a la alimentación, seguridad y soberanía alimentaria (FAO, 2012), los índices nutricionales son sorprendentemente bajos; siendo, la inadecuada alimentación, un problema generalizado de salud.

En este sentido, tal como señalan García-Díez et al. (2021), la seguridad alimentaria y nutricional esa referida a garantizar que las personas, familias y comunidad en general puedan adquirir y consumir suficientes alimentos inocuos, así como nutritivos; con lo cual la Soberanía Alimentaria sea vista como una alternativa para comprometerse a alcanzar condiciones de vida digna también en la ruralidad (González, 2020).

Para el año 2018, América Latina y el Caribe presentaron un elevado número de individuos subalimentados, el cual va en ascenso paulatino; el incremento es de 39,3%; es decir, afectando el 6,1% de la población (Díaz, 2020). Luego de la pandemia, los datos aportados por la FAO, la OMS (Organización Mundial de la Salud) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), indican que los niveles mundiales de hambre y desnutrición aumentaron significativamente; donde se registra que 828 millones de personas se encontraban afectadas en el año 2021, con una ampliación de 150 millones de individuos en situación de inseguridad alimentaria con respecto a las estadísticas del año 2019 (Burki, 2022).

Ahora bien, se concibe que la producción y consumo de alimentos son necesidades básicas; el funcionamiento de estos procesos se encuentra determinados por factores gerenciales vinculados al Estado y las empresas, a aplicación de políticas públicas, así como desarrollo de planes y proyectos específicos. Sin embargo, en el contexto actual, los problemas de producción alimentaria se deben, principalmente, a la alta depredación de los suelos, gestiones desacertadas, indisponibilidad de recursos agrícolas y pecuarios, desatención a las necesidades del productor; se adiciona, la alta dependencia a las variaciones de mercado (Nova-Laverde, Rojas-Chávez y Ramírez-Vanegas, 2019).

Esta situación hace énfasis en las fuertes interrelaciones entre la gerencia social, la gerencia estratégica, los proyectos sociales y la seguridad alimentaria, que se encuentran determinados por diversos conflictos de orden social (Mançano, 2017), evidenciando la fuerte determinación económica de políticas neoliberales.

En tal sentido, se considera la soberanía alimentaria como un marco categorial epistémico, que involucra la responsabilidad social; como tal, es discutida ampliamente y posee diversas concepciones, dependiendo del enfoque teórico empleado (Raposo et al., 2021). Por esta razón, se trata de un derecho que involucra múltiples sentidos sociopolíticos, que se relacionan con la gestión social, la gestión estratégica, los proyectos sociales y la Red de Seguridad Alimentaria.

Estos elementos surgen como estrategias a favor de la seguridad alimentaria, atendiendo a los inconvenientes económicos, políticos y sociales; donde las acertadas propuestas consideran los riesgos ante los desastres naturales, los conflictos armados y la variación de precios en el mercado. Así, todo plan de desarrollo considera las vulnerabilidades sociales como causante de las crisis, enfatizando en la pertinencia de entablar formas de gerencia acordes a las demandas sociales (Vásquez et al., 2018).

Para Giunta y Dávalos (2020), los elementos propuestos en la investigación, se conciben como caminos para enfrentar y detener la depredación ambiental, el despojo territorial y la discriminación humana; por lo que procura una gerencia que vele por la conservación y el desarrollo sostenible (Cevallos, Urdaneta y Jaimes, 2019; Sáenz-Leguizamón et al., 2023).

De esta manera, se apuesta por una gerencia cuyo accionar se rija por principios como la inclusión, la equidad y la solidaridad, teniendo como premisa central el respeto de los derechos humanos y la responsabilidad hacia el medioambiente. Se insta a una gerencia social y estratégica determinada por una visión humanística, ética, responsable y sostenible, que vele por el bienestar colectivo, así como por el impulso de proyectos y acciones para la transformación social.

 

2. Metodología

El diseño de investigación es de tipo descriptivo. De acuerdo a Guevara, Verdesoto y Castro (2020), este tipo de investigación se lleva a cabo “cuando se desea describir, en todos sus componentes principales, una realidad” (p. 166). Puntualiza las características de la población de estudio, llevando a cabo registros, análisis en interpretaciones de la naturaleza de los fenómenos observados; se enfoca en observar cómo cierto grupo de personas o grupo de individuos funcionan entre sí. En esencia, este tipo de investigación integra fenómenos homogéneos, utilizando criterios para la obtención de información y para el contraste con otras fuentes, llevados a cabo, generalmente, por medio de la observación, encuesta, estudios de caso, cuyo fin es la obtención de datos cuantitativos y cualitativos para la explicación de la realidad observada.

La población en estudio está constituida por una muestra de 277 familias en condiciones de vulnerabilidad en el Departamento de Bolívar en Colombia, empleando el muestreo de tipo aleatorio o probabilístico, al azar simple. Además, como herramienta primaria de investigación se utiliza el cuestionario. Las categorías de respuesta que contiene el instrumento de recolección de datos son las siguientes: (5) Muy de acuerdo; (4) De acuerdo; (3) Ni de acuerdo, ni en desacuerdo; (2) En desacuerdo; y, (1) Muy en desacuerdo. Para analizar e interpretar la información, se estima conveniente la categorización y la tabulación de los datos mediante el uso de estadísticas descriptivas.

 

3. Resultados y discusión

3.1. Gerencia social

El enfoque de la gerencia social, se refiere a un cuerpo de conocimientos y prácticas emergentes que sirven de apoyo a la intervención de los actores sociales involucrados en la resolución de los problemas que entran en el desarrollo social. Asimismo, propone la gerencia social como un campo de encuentro entre conceptos, teorías, aproximaciones y diagnósticos con metodologías y herramientas que permitan, por un lado, la participación de todos los actores y, por el otro, la adecuada intervención para superar las falencias y carencias que impiden el desarrollo social (Díaz y Salcedo, 2017).

En concordancia con lo anterior, la gerencia social hace alusión al manejo de aquellos asuntos sociales que tienen en miras la equidad, justicia, democracia y participación activa de la colectividad. Como tal, plantea generar cambios, procurando el bienestar de la población, mediante el uso eficiente y racional de los recursos que posee. En este caso específico, se refiere a la gestión integral de la alimentación, mediante programas sociales de relevancia para diversos actores.

Se evidencia en la Tabla 1, que en el indicador Enfoque de Desarrollo Social, 129 de los sujetos encuestados correspondientes al 47% seleccionan la categoría de respuesta “De acuerdo”. Además, se evidencia que 128 de ellos, que representan el 46%, responden a la categoría de respuesta positiva “Muy de acuerdo”. Por otra parte, 10, 8 y 2 de los sujetos encuestados que representan el 4%, 3% y 1%, respectivamente, seleccionaron las categorías de respuestas negativas “Muy en desacuerdo”, “En desacuerdo” y una posición neutral al seleccionar la categoría de respuesta “Ni de acuerdo, ni en desacuerdo”.

Tabla 1

Enfoques de la gerencia social

Categoría de Respuesta

Público

Fi     %

Desarr.

Fi     %

Gestión

Fi      %

Polític.

Fi     %

Innovac.

Fi      %

Valor

Fi    %

Inclus.

Fi     %

Eficien.

Fi     %

X

 

%

Muy de acuerdo

146   53

128    46

121   44

118  43

118    43

119  43

123   44

124   45

125

45

De acuerdo

109   39

129     47

118   43

127  46

120    43

119   43

120   43

121   44

120

43

Ni de acuerdo, ni en desacuerdo

2       1

2       1

3       1

3     1

4       1

3       1

3        1

2       1

3

1

En desacuerdo

10      4

8       3

17      6

15     5

18      6

18      6

15      5

13      5

14

5

Muy en desacuerdo

10      4

10      4

18      6

14     5

17      6

18      6

16      6

17      6

15

5

TOTAL

277  100

277  100

277 100

277 100

277  100

277  100

277  100

277  100

277

100

 

Fuente: Elaboración propia, 2024.

Como es de observar, al sumar las categorías de respuestas positivas se puede apreciar que 257 de las familias que representan el 93% de los encuestados consideran la presencia del enfoque de desarrollo social en la gerencia; 255 que representan el 92% de las familias encuestadas, perciben el enfoque de lo público; 245 que constituyen el 89% de las familias encuestadas reconocen el enfoque centrado en políticas sociales en la gerencia.

Asimismo, se evidencia en la Tabla 1, que 245 que representan el 89% de las familias encuestadas califican como eficiente la gerencia social; 243 que constituyen el 87% de las familias encuestadas señalan presencia del enfoque de inclusión en la gerencia social; 239 que simbolizan el 87% de las familias encuestadas aceptan el manejo del enfoque problema y de gestión por parte de la gerencia social; 238 que representan el 86% de las familias encuestadas perciben la presencia del enfoque de innovación en la gerencia social; y finalmente, 238 que refieren el 86% de las familias encuestadas alegan la presencia del enfoque de la creación del valor público de la gerencia social hacia las comunidades vulnerables del Departamento de Bolívar en Colombia.

Las comunidades reconocen el apoyo de la gerencia social en cuanto al suministro de conocimientos y metodologías para la ejecución de los proyectos sociales que contribuyen a disminuir su gran déficit social. La Tabla 1 refleja que, de 255 familias encuestadas, el 92% admiten la presencia del enfoque público equitativo en la gerencia social. Díaz y Salcedo (2017), califica la gerencia social como el manejo de los asuntos públicos en una sociedad, acotando que lo público es el campo de encuentro entre los intereses comunes de los diferentes actores sociales, es la gerencia del bien común.

Asimismo, el autor señala que la corresponsabilidad se hace presente cuando los actores reconocen que tienen parte en la responsabilidad de solucionar un asunto o problema, pero no tienen toda la responsabilidad. Detalla, que la fortaleza de una gestión social está en la participación de los actores en ella, aunque no todos participan en todo el proceso o en el mismo grado, pero sí se puede establecer un claro camino participativo a lo largo del programa o proyecto desde el diseño hasta la evaluación. En tal sentido, los resultados permiten inferir que las familias aseguran que las relaciones entre los actores del proyecto sobre responsabilidad ayudan a solventar situaciones sociales, que la fortaleza de la gestión social sobre el proyecto radica en la participación de los actores en la persecución del bien común.

El fin de la política social radica en todas aquellas actividades que contribuyen a la salud, nutrición, educación, asistencia pública, seguridad social y vivienda de la población, y también aquellas que afectan, en general, la redistribución y distribución del ingreso y las dirigidas a construir y conservar el capital social. En este sentido, el 89% de las familias (245) encuestadas perciben el enfoque centrado en políticas sociales a evidenciar el logro del desarrollo de las comunidades y su participación en los proyectos.

 

3.2. Gerencia estratégica

González et al. (2019), señalan que la gerencia estratégica:

 Es una herramienta para administrar y ordenar los cambios, donde se definen los objetivos de la organización y se establecen estrategias; así mismo, se reconoce la participación basada en el liderazgo y la toma de decisiones que correspondan a las demandas del ambiente inmediato y futuro. (p. 244)

 

Lo anterior evidencia el proceso gradual de cambios que se generan en las estructuras organizacionales, con la finalidad de evolucionar y de garantizar su permanencia en el tiempo, atendiendo a las necesidades de los sectores sociales y a las dinámicas del mercado.

En esencia, se enfoca en la ejecución, formulación y puesta en práctica de acciones orientadas al alcance de objetivos comunes, con impacto dentro de la población, lo que hace prioritario identificar las necesidades y atenderlas, mediante el análisis de las condiciones internas, así como externas, que suscitan las problemáticas a encarar. 

En lo referido a la investigación, se comprueba en la Tabla 2, que el indicador organización refleja que 125 de los sujetos encuestados, que representan el 45%, responden “Muy de acuerdo”; 124 de ellos, que constituyen el 45%, responden a la categoría de respuesta positiva “De acuerdo”; 12 de los sujetos encuestados, que significan el 4%; y, 12 que igualmente representan el 4%, seleccionan las categorías de respuestas negativas “Muy en desacuerdo” y “En desacuerdo” respectivamente. No obstante, 4 de los sujetos encuestados, que representan el 1%, mantienen una posición neutral al seleccionar la categoría de respuesta “Ni de acuerdo, ni en desacuerdo”.

Tabla 2

Funciones básicas de la gerencia estratégica

Categoría de Respuesta

Planeac.

Organiz.

Comport.

Administ.

Control

X

%

Fi

%

Fi

%

Fi

%

Fi

%

Fi

%

 

 

Muy de acuerdo

125

45

125

45

122

44

115

42

118

43

121

44

De acuerdo

123

44

124

45

123

44

123

44

122

44

123

44

Ni de acuerdo, ni en desacuerdo

5

2

4

1

3

1

4

1

4

1

4

1

En desacuerdo

11

5

12

4

14

5

19

7

17

6

15

5

Muy en desacuerdo

13

6

12

4

15

5

16

6

16

6

14

5

TOTAL

277

103

277

100

277

100

277

100

277

100

277

100

 

Fuente: Elaboración propia, 2024.

En la Tabla 2, al sumar las categorías de respuestas positivas se puede observar que 249 de las familias que representan el 90% de los encuestados, consideran la organización como función de la gerencia estratégica; 248 de las familias que constituyen el 89% de los encuestados, reconocen la planeación; 245 de las familias que refieren el 88% de los encuestados, admiten la función del comportamiento motivacional; 240 de las familias que representan el 87% de los encuestados, reconocen la función del control; y, 238 de las familias encuestadas que constituyen el 86%, consideran la función de la administración de personal en la gerencia estratégica.

Estos resultados concuerdan con lo acotado por David (2017), el cual explica que, dentro de las funciones de la gerencia estratégica, la planeación es el puente entre presente y futuro; es la forma cómo se calcula la manera de alcanzar los objetivos, siendo un proceso que permite que un individuo o una empresa transformen sus sueños en logros; en contraste, la planeación a largo plazo busca optimizar para el mañana las tendencias de hoy.

Asimismo, el autor acota que la planeación conduce a una empresa a reunir los recursos necesarios y llevar a cabo las tareas de la manera más eficiente posible, conservar sus propios recursos evitando el desperdicio de recursos ecológicos, obtener utilidades justas y ser vista como una empresa útil y eficaz. Con base a estos resultados se infiere que la gestión gerencial cumple con la función de planeación, pues gestiona los procesos para que las comunidades mejoren su seguridad alimentaria, reúne recursos para ejecutar los proyectos y evita el desperdicio de recursos ecológicos.

En cuanto a la organización, tiene como propósito lograr un esfuerzo coordinado para definir las tareas y las relaciones de subordinación, definir quién hará qué y quién le reportará a quién. Del mismo modo, incluye todas las actividades administrativas que generan una estructura de tareas y relaciones de subordinación (David, 2017). Este indicador arroja que la gerencia estratégica se esfuerza por tareas, se compromete con el éxito y lleva a tomar decisiones a los participantes de las comunidades.

 

3.3. Proyectos sociales

Un proyecto social, se concibe como la serie de acciones que tienen como finalidad contribuir en las mejoras en las formas de vida de un determinado colectivo de individuos. Plantea la interacción conjunta entre el Estado, las empresas y la comunidad, actores que, previa identificación de las carencias sociales, emprenden etapas de gerencia social y estratégica para operativizar los proyectos. Por tanto, abarcan diversos ámbitos, derivando en la ejecución o formulación de políticas públicas eficientes, garantizando la protección de los individuos y el bienestar social.

La evidencia presentada en la Tabla 3, considera el indicador Motivación, refleja que 137 de los sujetos encuestados, que representan el 49%, responden en forma positiva a las afirmaciones contenidas en el cuestionario, al seleccionar la categoría de respuesta “Muy de acuerdo”; 132 de ellos, que constituyen el 48%, responden a la categoría de respuesta positiva “De acuerdo”; 4 de los sujetos encuestados, que explican el 1% y 3 que igualmente representan el 1%, seleccionaron las categorías de respuestas negativas “Muy en desacuerdo” y “En desacuerdo” respectivamente.

Tabla 3

Componentes de los proyectos sociales

Categoría de Respuesta

Motivación

Difusión

Insumos

 

X

%

Fi

%

Fi

%

Fi

%

Muy de acuerdo

137

49

133

48

133

48

134

48

De acuerdo

132

48

132

48

135

49

133

48

Ni de acuerdo, ni en desacuerdo

1

0

2

1

2

1

2

1

En desacuerdo

4

1

5

2

4

1

4

2

Muy en desacuerdo

3

1

5

2

3

1

4

1

TOTAL

277

100

277

100

277

100

277

100

 

Fuente: Elaboración propia, 2024.

Del mismo modo, el indicador Insumos reflejado en la Tabla 3, demuestra que 135 de los sujetos encuestados, que representan el 49%, responden en forma positiva a las afirmaciones contenidas en el cuestionario al seleccionar la categoría de respuesta “De acuerdo”; 133 de ellos, que constituyen el 48%, responden a la categoría de respuesta positiva “Muy de acuerdo”; 4 de los sujetos encuestados, que refiere el 1% y 3 que igualmente representan el 1%, seleccionaron las categorías de respuestas negativas “Muy en desacuerdo” y “En desacuerdo” respectivamente. Empero, sólo 2 de los sujetos encuestados, que representan el 1%, mantienen una posición neutral al seleccionar la categoría de respuesta “Ni de acuerdo, ni en desacuerdo”.

En la Tabla 3, al sumar las categorías de respuestas positivas se puede observar que 269 de las familias que representan el 97% de los encuestados, consideran la presencia de la motivación como componente básico de los proyectos sociales; del mismo modo, 268 de las familias que constituyen el 97% de los encuestados, reconocen el componente de insumos; y, 265 de las familias que representan el 96% perciben el componente de difusión.

Con respecto a la motivación, se define como el proceso de influir en las personas para que cumplan con determinados objetivos para satisfacer sus necesidades. El comportamiento democrático por parte de los líderes, trae como resultado actitudes más positivas hacia el cambio, fortaleciendo el empoderamiento, un concepto cuya fuerza sugiere la necesidad de ir más allá de compartir sólo un poco de información y un poco de la toma de decisiones (David, 2017), posición que es contraria a los enfoques tradicionales y economicistas sobre la motivación, que tienden hacia la maximización de la utilidad y a la satisfacción de los deseos de los individuos, mediante el consumo (Fernández, 2012; Jaramillo-Bernal, Robao-Pinzón y Rojas-Berrio, 2018).

Considerando los resultados, se infiere que la gerencia estratégica se preocupa por la vulnerabilidad; se caracteriza por su liderazgo con actitudes positivas y ofrece el empoderamiento de las comunidades. Lo anterior permite hacer mención de los componentes básicos de la Red de Seguridad Alimentaria (ReSA), desarrollado por el Estado colombiano, a través de la Subdirección General de Programas y Proyectos para la Inclusión Productiva.

Se tiene que, el componente motivación contempla encuentros con metodologías que incluyan actividades lúdicas, demostrativas y participativas, que buscan la generación y/o fortalecimiento de conocimientos, capacidades y habilidades conducentes a motivar el “cambio de actitud” en las familias participantes hacia la producción de alimentos para el autoconsumo, el fortalecimiento del cultivo tradicional y el uso y asignación de recursos para la producción de alimentos y su consumo, así como la promoción de hábitos alimentarios saludables.

A criterio de las familias encuestadas el proyecto social ReSA, desarrolló encuentros motivacionales con actividades lúdicas, implementó prácticas de hábitos alimentarios saludables, fortaleció la solidaridad con técnicas, desarrollo de huerta demostrativa, realizó encuentros de actividades relacionadas con el liderazgo e involucró a los niños y niñas como participantes en los huerteritos.

Del mismo modo, cabe destacar que el componente de difusión consiste en que cada persona que forme parte del equipo técnico portará un distintivo del proyecto en su prenda de vestir, gorra, camiseta, cofia y delantal, dependiendo de la zona de intervención. Los resultados dejan en evidencia que el proyecto social ReSA, utilizó pendones, distintivos, delantales, cofias, gorras, entre otros; entregó a cada familia un delantal y una cofia y a cada niño y niña piezas de difusión para los huerteritos.

El componente de insumos está representado por semillas, material vegetativo, especies menores y otros elementos que son entregados a los usuarios para que inicien la producción de alimentos en casa. Se debe precisar que el proyecto social ReSA, entregó variedades de semillas a las familias participantes, garantizó el transporte para entrega de los insumos y estableció barbacoas con la producción de hortalizas.

 

3.4. Objetivos del proyecto Red de Seguridad Alimentaria

En Colombia, la Red de Seguridad Alimentaria (ReSA), tiene como objetivo promover la seguridad alimentaria en todos los hogares del país, mediante la implantación de unidades productivas de autoconsumo, fomentando, a su vez, el consumo de alimentos saludables, producidos localmente, contribuyendo al desarrollo étnico, rural, resguardando los hogares vulnerables de la región.

En lo referido al impacto de los objetivos del ReSA, la Tabla 4 muestra en el indicador Objetivo hacia el Estímulo, que 137 de los sujetos encuestados, que representan el 49%, responden en forma positiva a las afirmaciones contenidas en el cuestionario, al seleccionar la categoría de respuesta “Muy de acuerdo”; 135 de ellos, que constituyen el 49%, responden a la categoría de respuesta positiva “De acuerdo”; 3 de los sujetos encuestados que refieren el 1% y 2, que igualmente representan el 1%, seleccionaron las categorías de respuestas negativas “Muy en desacuerdo” y “En desacuerdo” respectivamente.

Tabla 4

Objetivos del proyecto Red de Seguridad Alimentaria

Categoría de Respuesta

Prevención

Estímulo

Legitimac.

Fomento

Alianzas

Apoyo

 

 

Fi

%

Fi

%

Fi

%

Fi

%

Fi

%

Fi

%

X

%

Muy de acuerdo

133

48

137

49

135

49

134

48

132

48

136

49

135

49

De acuerdo

132

48

135

49

133

48

134

48

131

47

136

49

134

48

Ni de acuerdo, ni en desacuerdo

1

0

0

0

0

0

1

0

3

1

0

0

1

0

En desacuerdo

5

2

2

1

5

2

4

1

6

2

3

1

4

2

Muy en desacuerdo

6

2

3

1

4

1

4

1

5

2

2

1

4

1

TOTAL

277

100

277

100

277

100

277

100

277

100

277

100

277

100

 

Fuente: Elaboración propia, 2024.

Del mismo modo, es relevante que, en el indicador Objetivo hacia el Apoyo, 136 de los sujetos encuestados, que representan el 49%, responden en forma positiva a las afirmaciones contenidas en el cuestionario, al seleccionar la categoría de respuesta “Muy de acuerdo”; de igual manera, 136 de ellos, que constituyen el 49%, responden a la categoría de respuesta positiva “De acuerdo”; 3 de los sujetos encuestados, que refieren el 1% y 2 que igualmente representan el 1%, seleccionaron las categorías de respuestas negativas “En desacuerdo” y “Muy en desacuerdo” respectivamente.

Considerando los resultados reflejados en la Tabla 4, al sumar las categorías de respuestas positivas se puede observar que 272 de las familias que representan el 98% de los encuestados, admiten la presencia del objetivo hacia el estímulo dentro del proyecto; 272 de las familias que constituyen el 98% de los encuestados, consideran la presencia del objetivo hacia el apoyo; 268 de las familias encuestadas que refieren el 97%, señalan la legitimación; 268 de las familias que refieren el 96% de los encuestados, admiten el objetivo hacia el fomento; del mismo modo, 265 de las familias que representan el 96% de los encuestados, contemplan la función de prevención; y finalmente, es de notar que 263 de las familias que representan el 95% de los encuestados pronuncian la presencia del objetivo hacia la alianza.

Con relación a estos resultados es pertinente hacer mención de los objetivos del proyecto Red de Seguridad Alimentaria (ReSA): El objetivo de prevención, persigue que las comunidades, cuenten con un bagaje de conocimientos ancestrales y amplia sabiduría. En consecuencia, se tiene como objetivo apoyar la prevención del desplazamiento mediante la ejecución de proyectos de autoconsumo que estimulen la permanencia de los pequeños productores agropecuarios en el campo. Los resultados evidencian que el proyecto social ReSA ejecutó proyectos de auto consumo, estimuló pequeños productores agropecuarios y contó con conocimientos ancestrales.

El objetivo hacia el estímulo, consiste en promover el retorno de la población desplazada a sus tierras, mediante el apoyo a proyectos que recuperen la capacidad productiva de los predios. Los resultados reflejan que el proyecto social ReSA, benefició a pequeños productores agropecuarios y estimuló el retorno de la población desplazada a sus tierras, gracias a la intervención de los proyectos.

En el mismo orden de ideas, el objetivo hacia la legitimación explica el derecho fundamental que tiene todo ser humano a la alimentación, cubriendo en parte las necesidades nutricionales del núcleo familiar. A criterio de las familias encuestadas, el proyecto social ReSA, fortaleció el derecho que tiene todo ser humano a la alimentación, cubrió necesidades nutricionales e involucró a todo el grupo familiar.

En cuanto al objetivo hacia el fomento, se refiere justamente, a fomentar un cambio de actitud en los pequeños productores rurales de manera que produzcan para comer lo que la tierra puede producir. Los resultados reflejan que el proyecto social ReSA, logró apoyo financiero con otras instituciones para multiplicar los recursos, celebró acuerdos de cooperación con organismos internacionales y logró alianzas para la capacitación de los beneficiados.

Con respecto al objetivo hacia el apoyo, este consiste en apoyar el proyecto productivo o eje económico principal de los predios rurales, impulsando la siembra de productos para el autoconsumo, para que los recursos generados por la actividad principal no se gasten en comprar la comida que la tierra puede dar. Evidentemente, el proyecto social ReSA, impulsó la siembra de productos para autoconsumo, logró el ingreso permanente generado por las actividades de autoconsumo y consiguió generar que las familias cuenten con más ingresos para adquirir su canasta básica alimentaria.

 

Conclusiones

Esta investigación evidencia las oportunidades que brinda la gerencia social y estratégica para la producción de alimentos. Pues, adiciona los recursos ecológicos y sociales locales, donde las necesidades de las sociedades validan las acciones a seguir; deroga esto las imposiciones del mercado neoliberal que actúa a favor de la acumulación de capital, vulnerando los derechos humanos fundamentales. En efecto, las familias del Distrito de Bolívar en Colombia, consideran que la gerencia social genera condiciones equitativas para provocar modos justos de convivencia. Esto significa que la gerencia social contribuye a la reducción de la pobreza; enfrenta la desigualdad para fortalecer gestiones democráticas de gobierno.

De este modo, contrarrestar la degradación ambiental y social que provoca modelos mercantiles rapaces, exige la participación ciudadana en los planes de inversión, producción y distribución de alimentos. Las debidas gestiones adicionan las oportunidades comunales, locales, a los recursos y políticas nacionales, capaces de provocar la alimentación como fortaleza colectiva.

Se enfatiza, que la gerencia social y estratégica son herramientas capaces de orientar los recursos naturales, las normativas jurídicas, las políticas públicas, el trabajo colectivo, las empresas privadas, en favor de la producción y acceso a la alimentación, como preeminente derecho humano que debe ser respetado en Colombia y en América Latina. Se busca derogar las exigencias neoliberales, en favor de coordinar oportunidades técnicas, ecológicas y humanas para el bienestar común.

El aporte fundamental de la investigación radica en establecer una vinculación entre la gerencia social y estratégica con la seguridad alimentaria, acentuando su relevancia sobre el contexto colombiano, siendo una temática que involucra diversas aristas, como la justicia y equidad social, el desarrollo territorial, el desarrollo sostenible, los derechos humanos, la democracia protagónica, la corresponsabilidad del Estado y la empresa en el cambio social, entre otros aspectos. Entre sus limitaciones, se destacan las resistencias a las transformaciones del entorno por parte de las corporaciones neoliberales, lo que genera desplazamiento de habitantes, destrucción de los ecosistemas y pérdida de credibilidad en el Estado.

En virtud de lo anterior, establecer líneas de investigación sobre derechos humanos y seguridad alimentaria desde la perspectiva de la gerencia social y estratégica, permitirá identificar y afrontar las problemáticas sociales de la alimentación, suscitando un enfoque holístico, interdisciplinar y transformador, con un alto compromiso ético, con potenciales para la reivindicación de las poblaciones vulnerables en Colombia y América Latina.

 

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* Doctor en Ingeniería. Ingeniero de Alimentos. Docente de Tiempo Completo de la Facultad de Ciencias Económicas, Programa de Administración en la Universidad de Cartagena, Cartagena de Indias, Colombia. Miembro del Grupo de Investigación IDAA. E-mail: dacevedoc1@unicartagena.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1364-7044

 

** Doctor en Gestión de la Innovación. Magister en Ciencia y Tecnología de Alimentos. Ingeniera de Alimentos. Profesor Titular de la Facultad de Ingeniera, Programa Ingeniería de Alimentos en la Universidad de Cartagena, Cartagena de Indias, Colombia. Miembro del Grupo de Investigación IDAA. E-mail: pmonteroc@unicartagena.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7148-5285

 

*** Magister en Ciencia y Tecnología de Alimentos. Ingeniero de Alimentos. Licenciado en Ciencias de la Educación, especialidad Química y Biología. Docente de Tiempo Completo de la Facultad de Enfermería, Programas a distancia en la Universidad de Cartagena, Cartagena de Indias, Colombia. Miembro del Grupo de Investigación MAAS. E-mail: ymarrugol@unicartagena.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2998-2795

 

Recibido: 2023-12-23                · Aceptado: 2024-03-10