Revista de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXXI, Número Especial 11, enero-junio 2025. pp.
445-463
FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431
Como citar: Restrepo, R., y
Clemenza, C. (2025). Procesos metacognitivos mediados por docentes para
fortalecer la lectura crítica en estudiantes de educación media. Revista De
Ciencias Sociales, XXXI(Número Especial 11), 445-463.
Procesos metacognitivos mediados por docentes para
fortalecer la lectura crítica en estudiantes de educación media
Restrepo Torres, Rosa*
Clemenza de Araujo, Caterina**
Resumen
La
metacognición es una herramienta eficiente para que el estudiante identifique
las dificultades al resolver una tarea y pueda seleccionar estrategias
adecuadas para superarlas a través de la planificación, regulación y control.
Además, emplear los procesos metacognitivos conlleva a la cualificación del
aprendizaje. El propósito de esta investigación fue examinar los procesos
metacognitivos mediados por los docentes para fortalecer la lectura crítica en
los estudiantes de la educación media en las instituciones educativas del sur
de la ciudad de Armenia, Quindío, Colombia. El estudio se ubica en el paradigma
interpretativo, con enfoque cualitativo y método fenomenológico. Los resultados
revelaron debilidades a la hora de mediar procesos metacognitivos en las
sesiones de aprendizaje por parte de los docentes, puesto que falta incluir con
mayor contundencia acciones para fomentar la metacognición y la reflexión sobre
su propio aprendizaje. Se concluye como decisivo el papel del docente y su
mediación para el impacto en el rendimiento escolar del estudiante, a través
del empleo de los procesos metacognitivos para generar vínculos asertivos de
acercamiento al acto lector, en la medida en que un estudiante pueda acceder a
una lectura y comprenderla, obteniendo mejores resultados y mayor motivación en
su proceso académico.
Palabras clave: Procesos metacognitivos; aprendizaje; estudiantes;
metacognición; lectura critica.
* Doctoranda
en Ciencias de la Educación con énfasis en Investigación, Evaluación y
Formulación de Proyectos Educativos en la Universidad Metropolitana de
Educación, Ciencia y Tecnología (UMECIT), Ciudad de Panamá, Panamá. Magíster en
Enseñanza de la Literatura. Licenciada en Español y Literatura. Docente de
Planta en la Secretaría de Educación Municipal de Armenia, Quindío, Colombia. E-mail: rosarestrepo.est@umecit.edu.pa ORCID: https://orcid.org/0009-0002-2946-3765
** Postdoctora
en Ciencias de la Educación Superior. Doctora en Ciencias Gerenciales. Magíster
en Gerencia de Empresas. Economista. Profesora Emérita de la Universidad del
Zulia, Maracaibo, Venezuela. Directora de Tesis en la Universidad Metropolitana
de Educación, Ciencia y Tecnología (UMECIT), Ciudad de Panamá, Panamá. E-mail: caterinaclemenza.doc@umecit.edu.pa ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0065-8171
Recibido: 2025-01-05 • Aceptado: 2025-03-25
Metacognitive
processes mediated by teachers to strengthen critical reading in middle school
students
Abstract
Metacognition is an efficient tool for students to identify difficulties
when solving a task and select appropriate strategies to overcome them through
planning, regulation, and control. Furthermore, employing metacognitive
processes leads to improved learning. The purpose of this research was to
examine the metacognitive processes mediated by teachers to strengthen critical
reading among secondary school students in educational institutions in the
southern part of Armenia, Quindío, Colombia. The study is based on the
interpretive paradigm, with a qualitative approach and phenomenological method.
The results revealed weaknesses in teachers’ mediation of metacognitive
processes in learning sessions, as they need to include more forceful actions
to promote metacognition and reflection on their own learning. It is concluded
that the role of the teacher and his mediation for the impact on the student’s
academic performance is decisive, through the use of metacognitive processes to
generate assertive links of approach to the reading act, to the extent that a
student can access a reading and understand it, obtaining better results and
greater motivation in his academic process.
Keywords: Metacognitive processes; learning; students;
metacognition; critical reading.
Introducción
El mundo moderno exige lectores ávidos y competentes, capaces de resolver las múltiples tareas impuestas por el entorno donde deben desenvolverse y por la misma sociedad la cual favorece al más capacitado (Chávez, 2006; Bravo et al., 2023). Es aquí donde el rol del docente es decisivo para abordar, desde la escuela, el desarrollo de competencias lectoras; es por ello, que los procesos metacognitivos conducidos a través de la mediación docente contribuyen a regular el conocimiento de los estudiantes, dando sentido a su lectura, descubriendo el significado aportado por un texto, y posteriormente desarrollen las habilidades de la lectura crítica.
Frente a la problemática del empleo de los procesos metacognitivos mediados por docentes para fortalecer la lectura crítica en los estudiantes, es deber de los profesores cualificar sus prácticas de aula, con estrategias que fomenten el desarrollo de las competencias comunicativas lectoras y así alcanzar un modo de leer crítico. Todas estas consideraciones, se relacionan con lo propuesto por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2016), donde establece que las prácticas pedagógicas orientadas a la comprensión lectora deben enfocarse en formar lectores autorregulados. Esto implica desarrollar en los estudiantes la capacidad de identificar las variables esenciales para su aprendizaje, así como de conocer, elegir, utilizar y valorar sus propias estrategias de lectura, por tanto, la autorregulación incluye la metacognición.
Esta posición, confirma la necesidad de vincular procesos metacognitivos en las aulas de clase ejercidos a través de la mediación docente, de manera que hay una gran responsabilidad con el estudiantado en fomentar un ejercicio lector consciente, para enseñarle a ver lo que antes no había sido posible. Es importante indicar, tal y como lo señalan Jurado (2008); Suárez et al. (2020); y, Duche et al. (2022), el espacio de la escuela debe brindar la oportunidad a los jóvenes en formarse como lectores críticos a pesar de sus limitaciones, pasar de la alfabetización hacia el campo de la interpretación crítica de los textos.
En este sentido, se asume que los procesos metacognitivos asistan a las exigencias educativas actuales, pues tal como lo manifiestan Rivas (2008); y, Chirinos et al. (2013), la metacognición brinda conciencia, comprensión, valoración, control y regulación de los propios procesos cognitivos, para cualificar la adquisición del conocimiento y sus resultados; por consiguiente, la intervención del docente es fundamental en tanto dispone las condiciones, guía los procesos e identifica las estrategias pertinentes para mejorar la actividad cognitiva de sus estudiantes.
Bajo esta perspectiva, Díaz-Garay et al. (2020) aseguran que es fundamental el papel asumido por la escuela en la formación de sus estudiantes, pues en ella no solo se transmiten contenidos, sino también ayuda a formar personas para convivir socialmente, siendo de suma importancia las estrategias utilizadas para lograrlo. Se considera entonces, que el proceso de enseñanza-aprendizaje se debe desarrollar de manera integral, cuando los actores del proceso formativo hacen una lectura crítica de las necesidades dentro de la compleja realidad social, donde se encuentran inmersos los estudiantes, y buscan mecanismos o alternativas para que los jóvenes logren construir su identidad a través de la lectura.
De lo anterior, se desprende la importancia de este artículo, donde se examina la necesidad imperiosa de sensibilizar a los profesores a incorporar en sus prácticas pedagógicas procesos metacognitivos, para que los alumnos desarrollen competencias de lectura crítica, en el aula y fuera de ella y sean capaces de comprender el contenido de los textos, las palabras, del lenguaje y de los mensajes que reciben.
Para ello, se requiere una mediación docente efectiva en el proceso de enseñanza-aprendizaje, donde el desarrollo y apropiación de los procesos metacognitivos como la metamemoria, metacomprensión, metaatención, el metalenguaje, y el metaconocimiento, sean considerados aspectos esenciales para vincular de forma activa al estudiantado en su proceso de aprendizaje, desde una doble dimensión, atendiendo simultáneamente la apropiación de los procesos metacognitivos y el desarrollo de sus capacidades de lectura crítica.
1. Fundamentación teórica
1.1. La metacognición, un camino al aprendizaje
Moreno et al. (2022), señalan que los procesos metacognitivos son considerados como componentes complejos en cuanto implica conocer los procesos cognitivos, ya sean propios o de otras personas, el cual comprende dos dimensiones: El conocimiento y la regulación metacognitiva. Los autores subrayan que en ambas se producen conductas de interacción entre factores internos, como son los procesos cognitivos; y factores externo, como el contexto. Los dos son determinantes para la producción del conocimiento incidiendo en el proceso de desarrollo de competencias en la educación.
Referida a este contexto, existe una estrecha relación con el cambio conceptual que debería tener el ámbito de la educación para generar una mayor cercanía con perspectivas científicas, así como lo indica Berríos (2019), pues para contribuir a esas transformaciones se deben suscitar ejercicios de toma de conciencia que permitan movilizar un pensamiento reflexivo; por tanto, se considera a los procesos metacognitivos como uno de los factores de la cognición humana que permiten cambios en dichas estructuras conceptuales.
Por otra parte, son múltiples las bondades que ofrece el uso de las estrategias metacognitivas para la comprensión lectora, tal como lo expresan Puente et al. (2019); Castrillón et al. (2020); Tamayo (2021); y, Pérez y Severiche (2023), quienes coinciden en la utilidad de la metacognición para fortalecer el desempeño académico y su incidencia de forma positiva para la concientización de los estudiantes hacia las estrategias y la autonomía de los mismos, hasta que sean totalmente independientes y autodirigidos; por tanto, puede considerarse pertinente al aprovechar la apropiación esperada de dichas estrategias metacognitivas para alcanzar los procesos metacognitivos y favorecer el desarrollo de las habilidades lectoras.
En tal sentido, Sierra (2011) considera la metacognición como una tarea compleja de procesos sobre la cognición misma, de ahí que la clasifica de la siguiente manera: Metamemoria, Metacomprensión, Metaatención, Metalenguaje y Metaconocimiento. Se observa, como la metacognición adquiere un papel importante en el proceso de esta investigación, pues posibilita la capacidad de planear, revisar, autorregular y evaluar sus propios procesos de aprendizaje, en este caso para fortalecer la lectura crítica. Cabe añadir, como lo expresa Burón (2012), que el desarrollo de las habilidades metacognitivas puede influir de manera consciente o inconsciente en la construcción de los saberes, y donde el estudiante se apropia de sus propias operaciones mentales.
En el contexto de esta investigación se asumen los procesos metacognitivos como aquellos pasos que debe alcanzar un estudiante, para el desarrollo y control sobre las estrategias utilizadas a la hora de realizar una actividad; a fin de lograr reflexionar sobre ese proceso y que, en últimas, podría considerarse un aprender a aprender.
De allí, resulta indispensable que el estudiante actual comprenda cuáles son sus debilidades y también sus fortalezas, para encontrar estrategias que le permitan avanzar hacia el conocimiento de sí mismo y al descubrirse pueda realizar los ajustes necesarios. Lo anterior, requiere de cada alumno, entender cómo vive su proceso de aprendizaje y se familiarice con su cerebro como medio por el dónde circula una indeterminada información, lo cual incide en su plena educación y modo de vivir la vida.
Dadas estas circunstancias, emerge el fenómeno de estudio del presente trabajo, para comprender la importancia de promover los procesos metacognitivos en los estudiantes, que reconozcan estrategias útiles para impulsar la metamemoria, metacomprensión, la metaatención, el metalenguaje y el metaconocimiento, como los pasos que les permitirá estructurar su experiencia de aprendizaje, ayudándolos a organizar su pensamiento y la asimilación de la información que leen, para conducirlos a la construcción de un conocimiento más efectivo.
1.2. Alcanzar los procesos metacognitivos, un reto para el verdadero aprendizaje
Dadas las diversas necesidades que se deben atender en el aula de clase, el conocimiento metacognitivo se puede convertir en un aliado estratégico del docente, como lo enfatiza su precursor, Flavell (1976), quien destaca la importancia de la metacognición en el aprendizaje; y, Allueva (2002), para quien en la labor del docente se necesita incluir instrucciones de habilidades metacognitivas como una tarea habitual. Y como lo interpreta Bruner (1988), al señalar que cada maestro proporcione andamios para la construcción del conocimiento, y que además debe reconocer el momento de retirarlos según el nivel de desarrollo.
Es por ello, que se pretende explicar la importancia de los procesos metacognitivos en el fortalecimiento de la lectura crítica, de manera que el control se ejerza sobre su propio conocimiento, facilitando el desarrollo de las habilidades comunicativas, para su comprensión y producción textual e incursionando asertivamente en el mundo vertiginoso del que hace parte.
Apelando a Beltrán (1993); y, Osses y Jaramillo (2008), el conocimiento y la formación recibida por los docentes en temas de metacognición son necesarios para realizar procesos exitosos en la enseñanza y el aprendizaje; así la labor docente no solo debe promover los procesos metacognitivos, sino, además, debe evaluar constantemente el avance que presentan sus estudiantes.
Se comprende así que, tal como lo indican Gutiérrez-Pingo et al. (2023), la metacognición es un elemento vital en el proceso educativo y en el desarrollo de diversas habilidades, para posibilitar al estudiante el monitorear su propio conocimiento, la adquisición, su fortalecimiento y culminación. Algo similar expresa Tapia (2022), al describir la autorregulación como la conducta regulada que alcanza cada estudiante por medio de la interacción con los adultos, por tanto, debe ser un proceso activo y reflexivo por parte de cada aprendiz bajo la mediación de los docentes.
Así, para esta investigación resulta importante precisar que el fomento de estos procesos metacognitivos, llevados a cabo en una sesión de clase, representa todo un desafío para cada estudiante, quien se ve obligado a utilizar todo su cerebro para aprender a través de las mediaciones de su docente, ya sea a través de sus acciones, solicitudes o interrogantes; por tanto, el docente con estas nuevas exigencias logrará en el alumnado una atención sostenida, y una verdadera concentración, lo que posibilitará el metaconocimiento.
Finalmente, cuando el estudiante logra apropiarse del uso de los procesos metacognitivos, tal como se propone en el desarrollo de una sesión de aprendizaje, va adquiriendo la experiencia, la cual representa el conocimiento práctico que obtiene éste al interactuar con su entorno y su propia mente, transformando su práctica educativa en todo un desafío que afronta como protagonista de su propio aprendizaje, al hacer uso de habilidades autorreguladoras, reflexivas y de autonomía.
2. Metodología
El paradigma bajo el cual se fundamenta la presente investigación es el interpretativo; pues este, tal como lo expresan Corbetta (2007); Hernández-Sampieri y Mendoza (2018); y, Bautista (2022), desde sus inicios representa el acercamiento a la investigación social bajo toda perspectiva teórica en la cual la realidad no solo se observa, sino que se le otorga determinado sentido para ser interpretada.
Como consecuencia de la posición paradigmática asumida, se considera el enfoque cualitativo como la vía para el recorrido metodológico que se realiza en la investigación desarrollada. Este posibilita a través de la interpretación y la contextualización, identificar qué elementos pueden incidir favorablemente en los procesos de aprendizaje desde la metacognición y por ende cualificar las prácticas de aula.
En ese sentido, Vasilachis (2006) argumenta como una característica esencial de la investigación cualitativa la habilidad de poderse centrar en la práctica real de cada contexto, observando las interacciones dadas, pero también cómo se hacen las cosas, caso similar al que se busca atender en la presente investigación, al tratar de entender la forma de procesar la información y cómo se pueden mejorar los hábitos en la consecución de ciertas tareas a través del análisis, la autorregulación y la apropiación de estrategias que permitan optimizar los procesos cognitivos.
En cuanto al método se considera fenomenológico, el cual de acuerdo con Rodríguez et al. (1996); Valenzuela y Flores (2018); y, Bautista (2022), centra su interés interpretativo en el análisis descriptivo del mundo conocido, con base en experiencias vividas y compartidas.
Las unidades de estudio para el desarrollo de la presente investigación se centran en las instituciones educativas oficiales ubicadas al sur de la ciudad de Armenia, Quindío, en Colombia. Estas se seleccionaron considerando que tienen como modalidad de atención en jornada única; poseen mayor número de matrícula y mayor número de grupos en la educación media, es decir para los grados 10° y 11°.
Se tomaron cuatro docentes como informantes clave, distribuidos así en las instituciones educativas: Un docente en Ciudadela del Sur; dos en Teresita Montes y uno, en Rufino José Cuervo Sur. Se asumió como criterio de selección a aquellos docentes titulares del área de Lenguaje con formación igual o superior a maestría; con nombramiento en propiedad bajo Decreto 1278 y quienes aceptaron participar de forma voluntaria en el estudio. En este orden de ideas, se utilizaron dos técnicas para la recolección de datos, estas son: La entrevista a profundidad y la observación no participante.
3. Resultados y discusión
En el presente apartado se dan a conocer los resultados obtenidos en la aplicación de los instrumentos destinados a los informantes clave, a la vez que se convierten en insumos indispensables para comprender el fenómeno estudiado. Así, se precisa que el artículo se organiza en dos momentos donde se transcriben y codifican los hallazgos obtenidos con el fin de analizar y establecer relaciones entre los conceptos estudiados y la información transmitida por los informantes clave desde las instituciones educativas intervenidas.
3.1.
Primer momento: Observación no participante
Este
momento estuvo orientado por la observación de clase, se partió de las
videograbaciones a los docentes que orientan el área de Lengua Castellana en
los grados 10° y 11° de las instituciones educativas ubicadas al sur de la
ciudad de Armenia en Colombia; el tiempo de cada grabación de clase osciló
entre los 40 y 60 minutos, las grabaciones estuvieron dirigidas a las sesiones
desarrolladas por cuatro docentes quienes hacen parte de los informantes clave,
en el mes de mayo del año lectivo 2024, los grupos participantes son aquellos
estudiantes que se encuentran realizando la educación media en las tres
instituciones focalizadas.
Para
la recolección de los datos de cada clase, se contó con la lista de cotejo para
verificar la presencia o ausencia de los aspectos considerados en la categoría
de análisis, a fin de indagar los procesos metacognitivos mediados por los
docentes para fortalecer la lectura crítica en los estudiantes de la educación
media. Del análisis y observación de las clases se determinó que estos procesos
se abordan según su clasificación en cinco aspectos: Metamemoria,
metacomprensión, metaatención, metalenguaje y metaconocimiento.
a.
Metamemoria
Hace
alusión a la estrategia que busca un sujeto para ayudarle a recordar, de manera
que pueda acudir a sus conocimientos previos sobre un determinado tema, pero
también es capaz de reconocer aquello que desconoce sobre un asunto. En ese
sentido, dos de los docentes observados desarrollan actividades para conocer
los saberes previos de sus estudiantes, en este caso recurren a la indagación
verbal sobre los conocimientos acerca del tema a iniciar, uno de ellos lo
solicita de forma escrita en sus cuadernos y el otro hace uso de una plataforma
virtual para recibir las respuestas y motivar la participación de sus
estudiantes, haciendo alusión a su memoria y a recabar aquello relacionado con
lo que se indaga.
Por
otra parte, se observan dos docentes que no utilizan alguna estrategia para
conocer los saberes previos de sus estudiantes y relacionarlos con el
desarrollo de la clase, una de ellas inicia con un tema visto y proporciona la
definición del concepto, impidiendo a sus estudiantes a acudir a lo recordado
del tema que se dispone a iniciar.
En
contraste con el otro criterio, se observa que los docentes aplican técnicas
con sus estudiantes para recordar con mayor facilidad alguna información,
situación indispensable para activar los conocimientos previos de los alumnos y
así enganchar con las nuevas enseñanzas y profundizar para garantizar un
verdadero aprendizaje, tal como se evidencia a continuación cuando expresan:
“Vamos a extraer proposiciones del texto leído, tal como se hizo en el periodo
académico anterior”; “Por favor parafraseen los contenidos conceptuales y así
poder recordar y comprender el tema desarrollado”; “Vamos a recordar lo que han
visto relacionado con el tema a lo largo de su escolaridad así sea solo con un
término”; “Vayan a buscar en sus apuntes conceptos que ya habían desarrollado
en clase y que no recuerdan”.
Por
lo anterior, se demuestra la importancia para que los docentes generen
estrategias de mediación, permitiendo a sus estudiantes recurrir a los saberes
previos, como un proceso metacognitivo necesario para impactar en un
aprendizaje significativo, usando como detonante su propia memoria para obtener
como producto un nuevo conocimiento o un refuerzo de este.
En
definitiva, pensar sobre la memoria y el uso que se hace de ella es un proceso
ineludible en el aula de clase, pues provee de seguridad al estudiante para
identificar lo aprendido que lo llevará al conocimiento sobre su propio proceso
de aprendizaje. Así pues, activar los conocimientos que posee un estudiante
otorga una base sólida sobre la cual pueden construir nuevos conocimientos e
interpretar asertivamente la información.
b.
Metacomprensión
Se
entiende como la capacidad que posee cada persona para darle uso a la
información recolectada a partir de una lectura activa, de manera que se indaga
constantemente por la comprensión alcanzada de la misma, ya sea para cambiar la
estrategia, adaptarla o mejorarla y así entender el sentido global de un texto
y darle un significado completo.
De
acuerdo a lo observado, los docentes en general se preocupan por acompañar y
buscar alternativas en clase al permitir que sus estudiantes alcancen la
comprensión de una enseñanza; en el ítem
referido a si el docente realiza preguntas a sus
estudiantes que posibilite reflexionar sobre su proceso de aprendizaje,
en este caso, solo un docente de los observados da cuenta de esta situación, al
elaborar preguntas dirigidas sobre la comprensión del texto; los demás no
realizan preguntas explícitas que lleven al estudiantado a reflexionar sobre su
proceso de aprendizaje, perdiendo de vista una posibilidad de que el estudiante
piense sobre la actividad que se está desarrollando y con ello darle paso a un
proceso mental que podría incrementar su nivel de aprendizaje.
Al
lado de ello, ninguno de los docentes observados ofrece recomendaciones a sus
estudiantes para facilitar la comprensión de un texto. Si bien es cierto
indagan por la comprensión de la instrucción y de la información ofrecida, no
sugieren técnicas útiles para entender lo que se está leyendo, o quizás el
ejercicio quede inmerso dentro de la verificación de la instrucción, pero no
como una alternativa explícita que lleve al estudiantado a alcanzar la
comprensión de un texto, ignorando que estos consejos podrían ser de gran
utilidad para futuras lecturas.
De
lo anterior, se desprende la realidad vivida en el aula de clase, para que los
docentes medien los procesos metacognitivos, en este caso la metacomprensión
para fortalecer la lectura crítica, propósito que persigue el presente estudio,
pues se podría estar ignorando todo el potencial que poseen los estudiantes al
reflexionar e identificar sus debilidades y fortalezas en la forma en cómo
están aprendiendo diversas habilidades.
c.
Metaatención
Entendida
como el proceso
de atención que tiene una persona, capaz de identificar sus niveles de
distracción y aquello que lo pueda fomentar, así como la manera de regularlo y
centrar la atención para alcanzar determinada tarea. Referente a esta
subcategoría, se puede evidenciar un contraste muy significativo dentro de la
labor realizada por un docente en el aula, pues, por un lado, se halla el hecho
de que el docente emplea alguna estrategia en su clase para lograr centrar la
atención de sus estudiantes, situación que se identifica en los cuatros
docentes observados, quienes recurren a diversas estrategias para fomentar la
atención del estudiantado, tal como se evidencia a continuación:
Expresiones
tales como: “Voy a realizar preguntas al azar dirigidas a cualquier estudiante
en cualquier momento de la clase y el estudiante que nombre deberá continuar
con la lectura”; “Vamos a participar todos consignando en el tablero las
proposiciones del texto leído, la mitad del salón escribirá en una parte del
tablero y la otra mitad en la parte restante”; “Vamos a guardar los
dispositivos y a verbalizar si ven a algún compañero haciendo uso del celular
en clase”; “Vamos a recordar las reglas de clase, estas incluyen la
participación activa alrededor del tema expuesto”.
Lo
anterior, permite deducir un gran compromiso por parte de los docentes para
garantizar la atención de sus estudiantes en la actividad propuesta para
desarrollar, pues como docente se desea lograr la participación y el
involucramiento de todos los educandos, reconociendo que, sin centrar la
atención, es muy probable que los jóvenes no se vinculen con los nuevos
aprendizajes y podría entorpecer el entendimiento que se desea alcanzar.
Y
por el otro lado, se encuentran cuatro docentes quienes no dan a conocer
técnicas a emplear en el aula para que los estudiantes reconozcan los diversos
distractores a los que pueden verse expuestos y que influirían en su capacidad
para comprender un tema. Es posible que esta situación no se vea explícita en
el quehacer docente; sin embargo, podrían mediarse estrategias para ayudar al
estudiantado a reconocerlos.
Finalmente,
lo presentado, confirma la importancia de incluir el pensamiento reflexivo en
el aula, debido a que el mismo estudiante al hacer este proceso, controlaría
las variables que pueden afectar su enfoque y halle una forma de evitar
distraerse cuando conoce el funcionamiento de su propia atención.
d.
Metalenguaje
Este
proceso hace referencia a la conciencia que tiene un individuo sobre el uso que
hace de su lenguaje y la forma en cómo lo emplea para cada una de las
actividades a realizar, lo cual es fundamental para relacionarse con el mundo y
analizar lo concerniente con lo lingüístico.
En
el aula de clases se evidenció algunos aspectos que pueden considerar los
docentes para fomentar las habilidades lingüísticas; se percibe un panorama muy
equilibrado entre el desarrollo de las sesiones de clase por parte de los
docentes participantes, pues se observa un número muy similar entre las
acciones realizadas o las que omiten frente a esta subcategoría.
Así,
por ejemplo, se registran dos docentes que incentivan en sus estudiantes la
reflexión sobre el uso de su lenguaje, tal como lo proponen a continuación:
“Vamos a detenernos en la terminología posiblemente desconocida por ustedes e
intentaremos deducir el significado de los nuevos términos”; “Sofía dinos por
favor si sabes la definición del término ineludible o sino entre todos tratemos
de construir su significado”. Estas actuaciones permiten inferir que el docente
prioriza el análisis que sus estudiantes puedan hacer sobre la terminología
desconocida, tratando de llevarlo a la construcción del concepto y así poder
reflexionar sobre el uso del lenguaje.
En
contraste se contemplan los otros dos docentes participantes, quienes no
estimulan en el estudiantado la reflexión sobre el uso del lenguaje, en este
caso considerando que son espacios ideales para fomentar la ampliación del
léxico, dado que están interactuando con una lectura que puede proporcionar
términos desconocidos y su asimilación servirá para la construcción de futuras
ideas las cuales a su vez serán generadoras de nuevos aprendizajes.
Dando
continuidad a este proceso, se analiza el criterio que indica si el docente realiza actividades en el aula para promover
las habilidades lingüísticas, en el cual alienta el hecho de entender
que para la mayoría de los docentes observados, es importante aportar en la
construcción de técnicas útiles para fortalecer competencias comunicativas en
los estudiantes, tal como lo expresan: “Vamos a realizar la lectura en voz alta
y parafrasear los hechos según vayan sucediendo en la historia”; “Por favor van
a ir escribiendo en el tablero siguiendo la instrucción que doy sobre la
construcción de las proposiciones”; “Van a construir entre todos una historia
guardando el hilo conductor de la misma”.
Sin
embargo, aunque el último docente no desarrolle este tipo de actividades de
forma explícita, sí motiva a sus estudiantes para la participación en clase;
con esto, se promueve el discurso oral y la validación de las opiniones que se
puedan construir alrededor de un tema.
Por
todo lo anterior, es importante que los docentes incluyan dentro de sus
planeaciones aspectos que conlleven al estudiantado a reflexionar sobre el uso
de su lenguaje y a apropiarse de estrategias que les permita evaluar aspectos
relacionados con lo lingüístico.
De
los profesores observados no tienen en cuenta el metaconocimiento como un
proceso que puede cualificar los procesos de enseñanza y aprendizaje, en esta
subcategoría se tuvieron en cuenta cuatro aspectos para analizar, de los cuales
tres son completamente omitidos en las prácticas del aula, al menos en las
clases observadas.
Para
iniciar, ninguno de los docentes observados elaboró preguntas para que sus
estudiantes puedan reconocer las estrategias más útiles para alcanzar un
verdadero conocimiento, quizás este aspecto fue ignorado por mero
desconocimiento del docente o por lo menos no lo expresan de forma explícita en
el desarrollo de cada clase y esto queda inmerso en las actividades que propone
al estudiantado, sin verbalizar la utilidad de este proceso para alcanzar un
verdadero conocimiento.
Se
puede precisar que, para alcanzar este proceso metacognitivo, los estudiantes
deben verbalizar qué estrategias son más útiles para conseguir la consecución
de una tarea; esto permite señalar que no todos los estudiantes aprenden de la
misma manera y que a través de preguntas se puede validar la adquisición o no
de un conocimiento y cómo lo logró.
Bastante
similar parece el siguiente ítem, donde se
pretende saber si el docente indaga y/o propicia en
el aula espacios de reflexión sobre el proceso o los pasos que desarrollan los
estudiantes para resolver una tarea. De los cuatro docentes observados
ninguno atendió a este aspecto, al menos no de forma explícita. Si bien, uno de
ellos conduce paso a paso al estudiantado para la comprensión de un texto, no
se generan espacios reales de reflexión sobre los pasos que realizan los
estudiantes para resolver una tarea.
Se
puede mencionar, además, que ninguno de los docentes observados formuló
preguntas a los estudiantes para permitir identificar y reflexionar sobre lo
aprendido y la forma cómo aprenden. Solo uno de los docentes indaga
constantemente por la comprensión de la instrucción, más no por la forma de
aprender. También se debe señalar, que aun y cuando, este proceso no se haga de
forma explícita, una de las docentes sí lleva a los estudiantes a reconocer las
ideas que escribieron en el tablero y la pertinencia de estas con respecto a la
instrucción dada; sin embargo, no cumple con el criterio indicado, pues lo que
se desea conocer en este ítem es la mediación
hecha por el docente para que sus estudiantes reflexionen sobre lo que están
aprendiendo y la forma en cómo lo aprenden.
Como
último criterio se tiene que si el docente
desarrolla un proceso de evaluación en el aula que le posibilita al
estudiantado reflexionar sobre sus aciertos y desaciertos en la consecución de
los logros. Para este indicador se identificaron dos docentes quienes
realizan esta actividad y lo manifiestan de la siguiente manera: “Vamos a
evaluar el ejercicio solicitado, dando a conocer aquellas ideas que no hacen
parte de la indicación dada al inicio de la clase”; “Para terminar ustedes
deben indicar los errores encontrados y reconstruir la oración con sentido
lógico y bien elaborada”. Estas expresiones permiten que los estudiantes
analicen y reflexionen sobre la realización de la actividad y si fallaron o no
para alcanzarla.
Por
otra parte, se encuentran dos docentes que no dan cuenta de un proceso de
reflexión sobre los aciertos o desaciertos de los estudiantes en la consecución
de una determinada tarea, omisión que impide la evaluación del proceso para
lograr con éxito un propósito.
Reflexionando,
a partir de lo observado, falta incluir con mayor determinación los procesos
metacognitivos en el desarrollo de las clases, por tanto empodera a los
estudiantes para desarrollar todo su potencial; destacando además que es una
herramienta de fácil acceso poseída por todos los aprendices; por tal, se debe
favorecer en el aula, puesto que el hecho de pensar sobre cómo se aprende e
incluir el pensamiento reflexivo es indispensable para un mejor aprendizaje;
por ende, el docente está llamado a mediar estos procesos metacognitivos en sus
estudiantes hasta que los haga saber pensar.
3.2. Segundo momento: Entrevista a docentes y
contrastación con la observación en el aula
Para
este segundo momento se utilizó el guion de la entrevista dirigida a los docentes
que orientan el área de lectura crítica en las instituciones educativas objeto
de estudio, los cuales se convierten en informantes clave, ellos permitieron un
acercamiento al fenómeno analizado, ejerciendo un puente con la comunidad y dan
cuenta de la realidad con la que se enfrentan a diario, abriendo así un abanico
de oportunidades para responder a las preguntas de investigación.
En
este caso, se tiene como propósito indagar los procesos metacognitivos mediados
por los docentes para fortalecer la lectura crítica en los estudiantes de la
educación media; el desarrollo de este propósito permitió el encuentro con los
cuatro docentes de las diferentes instituciones educativas intervenidas, lo que
posibilitó ver la realidad de cada contexto estudiado, así como las
apreciaciones y perspectivas de cada entrevistado frente al tema de estudio y
su intervención directa en el aula de clase.
El
instrumento está constituido en total por once preguntas, orientadas a los
procesos metacognitivos y el papel del docente en su mediación, esta categoría
de análisis a su vez se clasifica en las siguientes propiedades de las
subcategorías: Metamemoria, metacomprensión, metaatención, metalenguaje y
metaconocimiento; a través de estos sensibilizadores se elaboraron diferentes
preguntas con el fin de indagar y entender cómo desarrolla este proceso cada
docente en el aula.
Así
pues, las preguntas 1 y 2 están relacionadas con el proceso: Metamemoria, que hace alusión a la forma en cómo el
docente reflexiona y cuestiona a sus estudiantes frente a sus saberes previos o
los conocimientos que no han adquirido para un determinado tema, así como las
técnicas que les puedan ser útiles para acudir a dicha información.
Se
inició con el interrogante: ¿Qué actividades
desarrolla para conocer los saberes previos de sus estudiantes? De
acuerdo con las respuestas ofrecidas por los docentes, todos coinciden en la
elaboración de preguntas orientadoras que activen los conocimientos ya
concebidos sobre el tema, dos de ellos concuerdan en el primer momento de la
secuencia didáctica, en el cual se solicita directamente la indagación de los
conocimientos previos, también se acude a la lluvia de ideas o nube de palabras
como estrategia que permite identificar la información que se posee frente a
una enseñanza nueva.
Sin
embargo, al contrastar esta información con lo observado en clase, se evidencia
que no todos los docentes recurren a la indagación directa para conocer los
saberes previos que traen los estudiantes referentes a un tema a iniciar,
negando esta posibilidad al estudiantado. No cabe duda, que ignorar este paso
en el desarrollo de una clase imposibilita al docente identificar un panorama
general de los conocimientos que traen sus estudiantes, impidiendo con ello
reforzar conceptos, aclarar interrogantes y anclar esos saberes previos como
una oportunidad para que se potencie el proceso de aprendizaje.
Vale
la pena reconocer, que en este proceso metacognitivo se hace necesario la
intervención del docente como mediador para que sus estudiantes acudan a su
memoria y busquen allí aquello relacionado con lo indagado. De tal manera, que
en este proceso están implícitas las acciones del docente que a su vez debe
desarrollar un estudiante para controlar, verificar y dar seguimiento a la
adquisición de nuevos conocimientos, integrando sus saberes y experiencias para
construir una base sólida en ese proceso de aprendizaje.
En
referencia a la pregunta 2: ¿Qué técnicas aplica con
sus estudiantes para recordar con mayor facilidad alguna información?, los
docentes entrevistados manifiestan diversas técnicas para que sus estudiantes
recuerden la información, entre ellas predomina el uso de organizadores
gráficos, toma de notas, dibujos y el uso del subrayado; además, destacan la
importancia de relacionar el tema con el contexto actual, situación fundamental
para vincular la información partiendo de conocimientos existentes.
Un
aire de semejanza existe entre estas manifestaciones de los docentes
entrevistados y lo observado en sus clases, pues en sus sesiones de aprendizaje
hicieron uso de algunas de estas técnicas, además del parafraseo, la inclusión
de las tecnologías y la búsqueda de información en apuntes de clases
anteriores, esto da la posibilidad al estudiante de recurrir a su memoria y
relacionar eficazmente dicha información para contrastarla con sus nuevos
aprendizajes.
Por
tanto, es fundamental que los docentes tengan en cuenta la activación de los
saberes previos en la planeación y el diseño de estrategias de aprendizaje para
aprovechar los conocimientos y habilidades existentes y a su vez utilizarlo
como una herramienta para construir nuevas habilidades en el proceso educativo.
A
continuación, las preguntas 3, 4 y 5 las cuales se encuentran vinculadas con el
siguiente proceso: Metacomprensión, que está relacionado con el reconocimiento
de lo que se comprende, es decir saber qué se comprendió, cómo se comprendió,
cuáles recursos se utilizaron para alcanzar dicha comprensión y a su vez
conocer el propósito de esa comprensión, proceso en el cual puede ser útil la
modelación por parte del docente.
Ahora
bien, en relación con la pregunta 3: ¿Qué preguntas
elaboraría a sus estudiantes que les permita reflexionar sobre su proceso de
aprendizaje?, los docentes entrevistados dan cuenta de diversas
perspectivas para el abordaje de esta pregunta, pues acuden a interrogantes de
variadas índoles, algunos más enfocados en el orden filosófico, preguntas
relacionadas con la verdad, la existencia y la búsqueda de interrogantes
concernientes con su vida; por otra parte, se halla un docente más orientado a
la indagación a través de cuestionamientos de orden lector, con preguntas
conducentes al proceso lector y los niveles de lectura, que si bien son una
herramienta útil para acercar al estudiantado al abordaje eficiente de un
texto, podría considerar otras técnicas de uso más general.
De
otro lado, se encuentran los testimonios de dos docentes que elaboran preguntas
relacionadas directamente con el proceso que vive cada estudiante para alcanzar
su aprendizaje, acuden así a indagar por hábitos de estudio, manejo del tiempo
y proyección a futuro, también se destacan las preguntas formuladas por un
docente que podría llevar al estudiante a reflexionar sinceramente por su
proceso de aprendizaje, indicando si maneja bien el concepto transmitido por el
docente, si han quedado vacíos o desafíos por enfrentar, la forma en cómo
explicaría un tema y la ejemplificación del mismo.
En
contraste con lo observado en clase, se identifica que diferente a lo expresado
en esta entrevista, los docentes no utilizaron preguntas que dieran cuenta de
la reflexión necesaria a realizar por los estudiantes a lo largo del desarrollo
de una tarea, de manera que puedan monitorear su proceso de aprendizaje.
De
ahí, que este resultado permite suponer, que la reflexión frente al proceso de
aprendizaje experimentado por un estudiante, no se logra por la indagación
directa que expresa un docente en las diversas actividades propuestas en clase,
el cual pareciera ser un elemento útil en cuanto lo declaran a través de la
entrevista, pero no se evidencia de forma auténtica en la sesión de
aprendizaje, ignorando con ello el pensamiento que se puede procesar en cada
educando cuando se da cuenta que está asimilando o no, cierta información.
En este orden de ideas, se presenta la pregunta
4: ¿Qué recomendaciones hace a sus estudiantes para facilitar la
comprensión de un texto? Según las apreciaciones de los
docentes entrevistados, son múltiples las recomendaciones dadas para que a un
estudiante se le facilite la comprensión de un texto, algunas de ellas van
desde la extracción de ideas principales, la identificación de la estructura
del texto, uso de organizadores gráficos, fichas de análisis, lectura en voz
alta, toma de apuntes y subrayados.
La afinidad es notoria entre las respuestas
dadas por los docentes, al coincidir por la consulta de vocabulario
desconocido, la identificación de elementos paratextuales, elaborarle preguntas
al texto, construir síntesis de lo leído, el análisis del título y su relación
con el contenido; lo cual deja ver un horizonte amplío para explorar por parte
del estudiante quien se apropia de dichas recomendaciones para hacer uso en
función del acercamiento que tiene a los diversos texto y la comprensión del
mismo.
Ahora bien, al remitirse a la observación de
clase, conviene advertir la identificación de un hallazgo importante en este ítem, debido
a que de todos los docentes participantes ninguno hace uso de las técnicas
mencionadas, las cuales suenan bastante atractivas para que el estudiante practique
y gestione su propia comprensión y pueda identificar el nivel en el que va
asimilando la información contenida en un texto.
En función del análisis precedente, se requiere
resaltar las múltiples estrategias de las que se valen los docentes en un aula
de clase, las cuales son vitales para que sus alumnos las apropien y puedan
desarrollar habilidades para su comprensión lectora y la consecución de un
aprendizaje significativo, lo que se verá reflejado en la capacidad de los
estudiantes para adaptar dichas estrategias, innovarlas y crecer
intelectualmente, como lo expresa Solé (1998),
al recalcar el uso de estrategias de comprensión lectora para la formación de
lectores autónomos.
Queda por añadir un último interrogante
relacionado al proceso de la metacomprensión, y es la pregunta 5, la cual
expresa: ¿Cuál cree usted que es el camino ideal para
que los estudiantes comprendan el sentido global de un texto? De
acuerdo con las respuestas procesadas, los docentes despliegan una diversidad
de estrategias que permiten ir construyendo un sendero para la comprensión del
sentido global de un texto, las cuales guardan gran similitud con la pregunta
anterior, en la cual se identificó también un amplio uso de técnicas que
facilitara la comprensión de un texto.
Para dar solución a este interrogante, añaden
además de lo mencionado en el ítem
anterior, la elaboración de micro y macroestructuras, considerado un elemento
fundamental para intervenir en la construcción del significado del texto,
debido a que la macroestructura proporciona la idea global que subyace en cada
lectura, en cuanto posibilita el encuentro de cada lector con las ideas
principales del discurso.
Es necesario, en este contexto, subrayar las
apreciaciones dadas por una docente quien manifiesta que más allá de tratarse
de un camino ideal, es preciso recurrir a una combinación de estrategias que
conlleven al estudiantado a una lectura activa, crítica y reflexiva, agrega
además el uso de estrategias de lectura, las cuales se elaboran antes, durante
y después de la lectura; finalmente, cierra su discurso indicando que es vital
realizar preguntas tipo saber, con las cuales serán evaluados los estudiantes a
través de pruebas estandarizadas.
No ocurre lo mismo con la observación de clase,
pues no se evidencia ninguna correspondencia con las respuestas obtenidas a
través de la entrevista; donde los docentes en sus sesiones de aprendizaje no
indicaron un camino que condujera a sus estudiantes a comprender el sentido
global de un texto; sin embargo, si hicieran uso de las recomendaciones
manifestadas, sería un gran recurso para que el estudiante acudiera a ellas y
lograra encontrar el significado del texto.
A través del análisis expuesto, cabe considerar
como un hallazgo significativo la dificultad encontrada en este proceso
metacognitivo, relacionado con la metacomprensión; principalmente, las dos
últimas preguntas se asocian de forma directa con la mediación que se espera
del docente en una sesión de aprendizaje, pues de los observados ninguno dio
cuenta de estas acciones, al menos no de forma explícita.
Dando continuidad a los interrogantes asociados
a los procesos metacognitivos, se encuentra la Metaatención,
relacionada con la habilidad que posee cada aprendiz para ser consciente de
elementos que puedan afectar su atención, esta subcategoría ayuda a identificar
los diversos distractores a los que se ve expuesto un estudiante y los cuales
impiden la comprensión y culminación efectiva de una tarea, para este
sensibilizador se relacionan las preguntas 6 y 7.
Para ello, es oportuno iniciar con la pregunta
6: ¿Qué técnicas se podrían emplear en el aula para que los estudiantes
reconozcan los diversos distractores a los que pueden verse expuestos y que
influirían en su entendimiento? Según las respuestas recibidas para
este ítem, se destaca una tendencia por hacer
un uso apropiado de la tecnología en clase, dado que se considera como un alto
distractor; sin embargo, podría obedecer más a una norma de convivencia en la
clase y no a una acción voluntaria y consciente del reconocimiento de los
distractores que pueda encontrar en el aula o en una sesión de aprendizaje.
Agregando a lo anterior, se encuentran también
los llamados de atención personalizados, el establecimiento de reglas,
ejercicios que conecten con la realidad del estudiante y generen interés en las
actividades de clase, la escucha activa, la participación constante en clase y
el desarrollo de actividades mediadas por el tiempo.
Es importante subrayar las respuestas dadas por
los docentes cuando hacen alusión a la identificación de prioridades, la
reflexión y el análisis de los beneficios y perjuicios del uso de los
dispositivos en clase, citando además el título de una película para realizar
un debate y para descubrir el origen de la distracción, con la explicación de
las consecuencias que puede traer dichos distractores y por ende la pérdida de
su atención.
Dicho esto, existe una notable coincidencia
entre esos docentes, así como el que expresó la búsqueda de la motivación,
puede estar intrínseca, pero también extrínseca y el docente puede detonar ese
factor, el cual sin duda alguna funciona como un elemento conducente a la
reflexión sobre los niveles atencionales que manejan los estudiantes y centrar
su foco siguiendo sus propios intereses.
Ahora se confrontan dichas versiones con lo
observado en clase, identificando que no hay correspondencia entre lo emitido
por los docentes y lo desarrollado en las sesiones de aprendizaje, pues de los
cuatro docentes participantes, ninguno dio a conocer técnicas para que los
estudiantes reconozcan los distractores a los cuales puedan verse expuestos,
determinando así, la comprensión de un determinado tema.
Lo observado conduce a inferir la existencia de
un dominio sobre variadas técnicas que se podrían emplear al interior de la
clase; sin embargo, estas intenciones plasmadas en las entrevistas no se
visibilizan en las acciones emprendidas en el aula, impidiendo dotar de
herramientas al estudiante para que inhiba los distractores y logre una
verdadera concentración.
Se puede concluir este análisis con la
reflexión en aprovechar los diversos mecanismos expresados por los docentes
que, aunque no se lograron evidenciar, son recurrentes en una clase, en la
cual, confluyen diversos factores; por consiguiente, es preciso tener en cuenta
en la planeación el diseño de estrategias de regulación para conservar el
enfoque de los estudiantes.
Dando continuidad a este mismo proceso, se
referencia la pregunta 7: ¿Qué estrategias emplea
habitualmente en sus clases para lograr centrar la atención de sus estudiantes?
A través de las opiniones recolectadas, los docentes dan cuenta de
diversas estrategias encaminadas a centrar la atención de sus estudiantes, la
mayoría coinciden en la forma en cómo estructuran su clase, partiendo de un
momento de enganche, en el cual hacen reconocimiento de los saberes previos, se
pasa al desarrollo con los conceptos a trabajar, la modelación y el cierre o
evaluación. Dentro de estas fases realizan diferentes actividades, incluyendo
llamar a los estudiantes por su nombre, uso de preguntas dirigidas,
correcciones y juegos.
Otro aspecto que se añade es la asignación de
roles para los equipos de trabajo, en el cual los estudiantes deben asumir una
responsabilidad para la entrega oportuna de la actividad propuesta, dichos
roles van desde el dinamizador, secretario, líder y material. Esta estrategia
resulta útil en cuanto garantiza la participación de todos los integrantes con
una intervención específica dentro de su grupo de estudio.
Gran similitud presenta estas declaraciones con
la observación de clase, en la cual todos los docentes participantes dieron
muestra del uso de variadas estrategias para mantener la atención del
estudiantado; especialmente, apelan a la participación activa de los educandos
con preguntas dirigidas, lecturas en voz alta, pasar al tablero, recordar las
normas de clase e identificar si algún compañero hace uso del dispositivo para
que lo comunique en voz alta.
De
acuerdo con lo anterior, se infiere la importancia de usar estrategias en el
aula para ayudar al estudiante a concentrarse y evitar la distracción; sobre
todo, que las puedan interiorizar y practicar para darle control a su propia
atención. Más aún, teniendo en cuenta que muchos problemas de aprendizaje
residen en el déficit atencional causado por lo múltiples estímulos recibidos
del ambiente.
Avanzando
un poco más, se expone el siguiente proceso: Metalenguaje,
relacionado con la capacidad que tiene un sujeto sobre el pensamiento de su
propio lenguaje y el uso que hace del mismo, haciendo referencia a su propia
lengua y la elección, análisis y evaluación de su práctica lingüística; para
indagar sobre este sensibilizador, se diseñaron las preguntas 8 y 9.
Para
dar inicio, se presenta la pregunta 8: ¿De qué
manera incentiva en sus estudiantes la reflexión sobre el uso que hacen de su
lenguaje? Para este interrogante los docentes entrevistados refieren el
uso de varios mecanismos, como la reflexión misma en el desacierto en
ejercicios de producción textual, revisión de errores, la modificación de
textos, hallar el significado de términos desconocidos y después aplicarlos en
ejercicios prácticos.
De
igual modo, cultivan el arte de la escritura a través del diario lector y
ejercicios de escritura creativa, destacando la forma en cómo se relaciona el
estudiante con el texto, la comprensión y el uso de la didáctica de la lectura,
lo cual llama la atención, pues presenta un panorama diferente, puesto que
posibilita un encuentro con la palabra por placer.
Este
horizonte, no es del todo similar en la observación que se hizo de clase, pues
solo dos docentes hicieron muestra de esta acción en el aula, llevando al
estudiantado a deducir el significado de la terminología desconocida, lo cual
indica que se aprovecha la situación de aprendizaje para que sea el mismo
estudiante quien propicie su propio conocimiento; generando a la vez, reflexión
sobre el uso del lenguaje y la ampliación de su vocabulario.
Para
proseguir, se examina la pregunta 9: ¿Qué
actividades realiza en el aula para promover las habilidades lingüísticas? Según
lo expresado por los docentes, acuden a numerosas actividades que suscitan el
desarrollo de las habilidades lingüísticas, en las cuales incluyen ejercicios
de lectura en voz alta, exposiciones orales, palabras clave, lectura por placer
con temas de interés para luego socializar con compañeros y docentes; así como,
discusiones, debates, diarios lectores, dramatizados, entre otros.
Con
todo y lo anterior, coinciden además sin discrepancia alguna, en realizar
talleres de producción textual, donde den cuenta de su redacción, el uso de
elementos de cohesión y coherencia, estructuración de resúmenes y elaboración
de ensayos; actividades que propician sin duda el análisis y la reflexión del
uso de su lenguaje, en este caso para dar cumplimiento a una meta de
aprendizaje.
En
contraste, se observan tres docentes que en sus sesiones de aprendizaje se
ocuparon de esta situación, al invitar a sus estudiantes a realizar ejercicios
de lectura en voz alta y seguidamente parafrasear la misma, elaborar
proposiciones y consignarlas en el tablero, también la construcción de una
historia guardando el hilo conductor de la misma; con lo anterior se propicia
en el aula el desarrollo de las habilidades comunicativas.
En
último lugar, después del recorrido de estos procesos metacognitivos, se
encuentra el Metaconocimiento, el cual
designa el conocimiento que un sujeto tiene sobre su propio conocimiento y el
control ejercido sobre su proceso cognitivo, para realizar eficazmente una
tarea y alcanzar un aprendizaje significativo. En este contexto, se plantearon
las siguientes preguntas: 10 y 11.
En
cuanto a la pregunta 10: ¿Considera que en el aula
se propician espacios de reflexión sobre el proceso o los pasos que desarrollan
los estudiantes para resolver una tarea? ¿De qué manera se logra? Frente
a este interrogante se recogieron respuestas poco similares, pues dos docentes
manifiestan que es poco el espacio para generar la reflexión con los
estudiantes sobre el proceso que se sigue para resolver una tarea, pues las
diferentes actividades inherentes a labor docente que demanda cada institución,
impiden llevar a cabo estas acciones, al menos no de manera sistemática y
funcional para que repercuta en un proceso intencionado.
De
igual manera, manifiestan que de lograrse dicha reflexión no le llega a todos
los estudiantes, porque los docentes deben enfrentar tareas difíciles en el
aula de clase, ya sea por problemas de indisciplina, de conflictos familiares o
personales; alejando, en muchas ocasiones a los estudiantes de un contexto
educativo y más al tratarse de un proceso que amerita mucha disposición por
parte del alumno.
Aun
así, la respuesta dada por un docente indica un panorama más alentador en
cuanto considera que en un aula de clase sí se propicia dicha reflexión de
componente metacognitivo a través de la retroalimentación, en la escucha activa
al estudiante, cuando el docente lee lo escrito, cuando se le indaga sobre sus
inquietudes, cuando se le explica y además cuando se realizan actividades que
buscan una evaluación formativa.
Esta
sencilla observación indica que, en tareas, aun y cuando parecieran tan
simples, se puede ver el desarrollo de este proceso metacognitivo. Más allá de
tratarse de un camino arduo, pretende dotar al estudiante de herramientas
útiles para construir su propio conocimiento; esto se puede lograr a través de
preguntas detonantes llevándolo a la reflexión y a descubrir el potencial que
puede encontrar en su propia mente.
Pero
no acontece igual para la observación realizada en la clase, pues de los cuatro
docentes participantes, ninguno atendió a este aspecto, en ningún momento se
verbalizó el desarrollo o los pasos a realizar por un estudiante para resolver
una tarea, impidiendo el procesamiento de esta información que se podría
replicar para resolver una tarea más adelante.
Ya
para finalizar, se examina la pregunta 11: ¿De qué
manera el proceso de evaluación que desarrolla en el aula le posibilita al
estudiantado reflexionar sobre sus aciertos y desaciertos en la consecución de
los logros? Conforme a las respuestas, la mayoría de los informantes
reconocen la necesidad de precisar los aprendizajes a alcanzar, así como la
reflexión que debe realizar el docente para darle un uso efectivo a los
resultados de las evaluaciones y tomar decisiones con base en ello, para
realizar los cambios necesarios.
Del
mismo modo, añaden que es preciso lograr un proceso de evaluación significativo
para el estudiante, hallando una utilidad para su proceso de aprendizaje,
también se recurre al discurso oral para identificar los progresos en el
desarrollo de las habilidades propuestas o si es el caso brindar
recomendaciones para seguir trabajando en las construcciones de los saberes
propuestos desde el área.
También
cabe destacar el uso de las rúbricas de evaluación, en la cual se identifican
los aciertos y desaciertos de los estudiantes frente a las tareas propuestas,
menciona nuevamente la retroalimentación, herramienta vital de la que dispone
el docente para ofrecer observaciones a tiempo y modificar o adaptar la
conducta hasta alcanzar una meta de aprendizaje.
Pero
no resultó igual a la realidad observada en clase, pues solo dos docentes
condujeron a sus estudiantes hacia la evaluación de la actividad asignada,
solicitando expresamente encontrar los errores cometidos y corregir hasta
cumplir con las exigencias propuestas, estas acciones permiten que el
estudiante pueda analizar y gestionar su propio proceso cognitivo.
El
estudio reveló algunas debilidades de los docentes a la hora de mediar los
procesos metacognitivos en una sesión de aprendizaje; puesto que es importante
conducir al estudiante a través de la reflexión sobre el uso de estrategias
dirigidas a identificar aciertos y desaciertos en la obtención de una tarea
determinada y con ello poder evaluar su proceso para alcanzar con éxito una
meta.
Desde
esta perspectiva, se puede considerar que falta incluir con mayor determinación
actividades donde se promuevan la metacognición y empoderen al estudiante sobre
la forma en cómo aprende, cómo se le facilita o qué se le dificulta a la hora
de desarrollar una tarea, situaciones que se pueden propiciar en el aula a
través de la mediación docente, ya sea con instrucciones específicas o recurriendo
a preguntas para posibilitar le generación de pensamiento en los estudiantes y
puedan aprender a aprender.
Conclusiones
Como resultado del análisis de los instrumentos se evidencian varios hallazgos relacionados con las prácticas de aula que afectan indudablemente los procesos de aprendizaje de los estudiantes. El estudio revela cómo la gran mayoría de los docentes encuestados no guardan coherencia entre lo que expresan frente a la entrevista realizada y las observaciones de clase, identificando algunas debilidades a la hora de mediar procesos metacognitivos en las sesiones de aprendizaje.
Al confrontar las respuestas de los entrevistados con la observación de clase, se puede inferir que los docentes gozan de un dominio conceptual con bases sólidas y muy bien intencionadas; sin embargo, a la hora de materializar todas sus ideas en las prácticas de aula no se completan dichas finalidades. Ahora bien, eso puede obedecer a múltiples razones, que a veces recaen sobre la saturación de las tareas propias del profesorado, pero también sobre el ambiente escolar, familiar y emocional de cada estudiante.
Otro de los hallazgos significativos que se plantea en este artículo, está relacionado con el proceso del metaconocimiento, en esta subcategoría de análisis se evidenció una omisión completa por parte del profesorado observado, quienes no dieron cuenta de la mediación para alcanzar dicho proceso, para lo cual se tuvo en cuenta cuatro sensibilizadores, relacionado con las estrategias utilizadas por un estudiante para alcanzar su conocimiento, propiciar espacios para la reflexión sobre el proceso de aprendizaje, la reflexión sobre lo que aprenden y la forma como aprenden, así como la reflexión sobre aciertos y desaciertos en la consecución de una tarea.
En definitiva, considerar el uso de los procesos metacognitivos en el aula de clase elevaría los niveles de eficiencia en las diversas actividades propuestas en la escuela; de ahí, que la mediación de los docentes en sus enseñanzas deben ser un puente para la construcción del conocimiento y su comprensión, de manera que posibilite el progreso y el bienestar del estudiantado.
Como aporte de este artículo, se busca promover el desarrollo de prácticas pedagógicas que impulsen transformaciones significativas, especialmente en el proceso de aprendizaje de cada estudiante, fomentando el hábito de la lectura. Además, permite al alumnado autorregular y reflexionar sobre sus propios procesos cognitivos, ayudándolos a crear y transformar la realidad mediante una construcción continua del conocimiento, mientras planifican, supervisan y evalúan las tareas que enfrentan diariamente, constituyéndose en el protagonista de su propia formación.
Al respecto, se presenta la imperante necesidad de la capacitación constante del docente, para seguir fortaleciendo sus competencias y su rol de formador; en especial, para mediar oportunamente los procesos metacognitivos con los estudiantes en sus prácticas pedagógicas; puesto que al no ser contenidos conceptuales de obligatorio cumplimiento según los lineamientos curriculares del Ministerio de Educación Nacional de Colombia, podría incurrirse en el error de ser omitidos en las planeaciones de clase, por tanto, privilegiar la metacognición en el aprendizaje permitiría cambios significativos hacia una educación de calidad.
Para futuras alternativas de investigación, se requiere considerar, poder explorar esta experiencia de aprendizaje con otros grupos de estudiantes de diversos grados, pues este estudio se diseñó pensando en estudiantes de la educación media; sin embargo, sería interesante comprender el fenómeno de estudio, en este caso, cómo actuarían los procesos metacognitivos si son tenidos en cuenta en el desarrollo de una sesión de clase con estudiantes de diversas edades, combinando la metacognición con la mediación docente.
Finalmente, se propone seguir indagando sobre los procesos metacognitivos en la labor pedagógica; debido a la importancia de su abordaje al abrir una ventana a las múltiples posibilidades y beneficios que ofrece en el aprendizaje, contribuyendo a revertir las dificultades enfrentadas por los estudiantes en la construcción del conocimiento.
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