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REDIELUZ
ISSN 2244-7334 / Depósito legal pp201102ZU3769
Vol. 13 N° 2 • Julio - Diciembre 2023: 145 - 148
ENSAYO
EL CUADRO COMO POTENCIADOR DE LA HISTORIA:
REFLEXIONES SOBRE KURUVINDA
Por Romina De Rugeriis y Alex Rincón
En la muestra “Lago, Lienzo y Libertad” inaugu-
rada en julio 2023, en el Centro de Arte de Maracai-
bo Lía Bermúdez, se dieron cita los más variados
autores del mundo de las artes plásticas de Mara-
caibo, para el gran homenaje al tema de nuestro
lago, en el marco de la conmemoración del bicen-
tenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo.
La producción de la muestra y su curaduría estuvo
a cargo del profesor Aitor Romano, y la rectora de
la Universidad del Zulia, la Dra. Judith Aular de Du-
rán, inauguró la muestra que homenajea a Régulo
Segundo Díaz Labarca, alias Kuruvinda.
Dicho homenaje a Kuruvinda se destaca, porque
este pintor tiene una obra que es un precioso tesoro
que volvió al encuentro con su público en la expo-
sición: es un lienzo con ecos históricos, sonoros y
plásticos. Es un cuadro que de tanto hablar, estruje
la mente del espectador, enriqueciéndolo con vistas
múltiples de historias que suceden en el fragor del
tiempo, pues en fracciones de segundos es posible
vislumbrar, uno de los momentos más épicos de la
historia del lago de Maracaibo: se trata de la obra
“Batalla Naval del Lago”, que viene a enriquecer el
patrimonio artístico de la ciudad ya que reeja en
cada centímentro (185 x 315) la gran batalla que
tuviera lugar en las aguas del lago marabino.
A través de este ensayo queremos acercarnos
a la riqueza visual propuesta por el artista Régu-
lo Díaz (1906-2005), en su obra Batalla Naval del
Lago.
El barco como escenario de acción
La obra de Kuruvinda forma parte de la colección
del Patrimonio Artístico de la Universidad del Zulia/
Dirección de Cultura de LUZ. Es un óleo sobre tela
que tiene la cualidad de proponer una instantánea
fotográca, en un momento en el que la pintura era
según la narración y legado oral, la verdadera po-
sibilidad de retratar en el tiempo un acercamiento
acucioso, cercano, de carácter cronístico, como
fuera el rol de su autor con nuestra historia, es “pin-
tor, escritor, músico y cronista espontáneo de su
ciudad natal” (Arteaga, 2020), Gonzalo (2005) se-
ñala “nadie como este cronista para conocer, des-
entrañar y divulgar el alma de este pueblo”.
La riqueza de detalles de la propuesta pictóri-
ca la convierte en una obra que intelectualiza y se
propone responder la pregunta: ¿qué pasó ese día
fatídico de la historia de nuestro lago?
Para acercarnos a la obra pictórica diremos que
la obra tiene un peso en el que ayuda al espectador
a sentir que forma parte del evento pues nos da
una perspectiva área del mismo, asomándonos a
los rincones y perspectivas del barco y las diferen-
tes acciones dentro de los barcos, cumplidas por
los marinos y tripulantes, actores protagónicos de
la épica batalla lacustre.
El elemento de fantasía, como la capacidad de
repensar las formas del pasado, sale a relucir de
quien fuera testigo directo, y tramanda de manera
oral a Kuruvinda detalles de la batalla: “Este relato
lo escuchó de su abuelo, que desde uno de esos
montículos en la zona de El Milagro, fue testigo pre-
sencial de toda la batalla.” (Nava, 2024), “Maracai-
bo entero fue entonces, según su relato, testigo pre-
sencial de este encuentro bélico: desde las lomas
de Los Haticos, los Cerros de Marín, las colinas de
Valle Frío y El Milagro, miles de miradas se posaron
muy al norte, en la zona de Capitán Chico, para
seguir los acontecimientos. Escena que se repetía
en Los Puertos y demás poblados de la otra orilla.”
(Nava, 2024). Suciente narración para encender
las ganas de pintar y retratar tan signicativo mo-
mento, chispa divina que atraversara su quehacer
cronístico a lo largo de su vida.
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Gestos de los héroes
Mientras otros cuadros hechos por otros pinto-
res sobre el mismo tema, nos dan un punto de vista
más desde las riberas del lago a lo lejos, la obra de
Kuruvinda sólo nos hace ver una porción del lago,
porque el artista claramente establece dónde será
el punto focal que va a tener peso visual, que es
el lugar de acontecimientos del barco: “Allí está su
testimonio vivo en un espacio de poco más de tres
metros, con el Independiente en primer plano y el
San Carlos, segundo buque insignia, a su vera. Y
entre el velamen desplegado al viento, la escuadra
completa en una perspectiva lateral que alcanza los
linderos de la otra costa.” (Nava, 2024).
La preocupación de Kuruvinda es situarnos allí,
en el calor de los acontecimientos, no es importan-
te el cómo estaban situados los barcos, su men-
te fotográca/narrativa nos quiere hacer ver quién
hace qué en qué momento: mientras otros atacan,
otros se rinden, otros trepan, otros irremediable-
mente mueren, se lanzan por la borda. Todo ocurre
al mismo tiempo, cañonazos que hunden barcos,
bergantines que se alejan, el fuego que consume
las velas, las olas del mar que chocan con el barco.
No te invita a experimentar la paz del lago, sino a
desplazar la mirada por toda la diagonal del barco,
involucrando al espectador en un vaivén de emo-
ciones, entre los que corren, los que gritan, los que
atacan: escudriñamos la rica historia llena de deta-
lles. Formamos parte del tumulto.
Machetes y hachas de doble lo, cuerdas en-
rolladas, cuerpos a torso desnudo, héroes que
marcaron el destino geopolítico del Zulia, tienen
una cita con bergantines españoles, que izan sus
banderas, que por efecto de la distancia quedarán
empequeñecidas mientras que el sello de la bande-
ra de Venezuela, que danza airosa en el viento en
la parte superior del cuadro, señala en doble par-
tida de signicación que estamos arriba y somos
ya nación. “La escuadra patriota ondea la bandera
tricolor reclamando patria y libertad, soberanía e in-
dependencia” (Fernández, 2023, p. 106).
Aspectos formales
Es un cuadro en el que más de dos tercios del
bergantín de San Carlos, será el espacio donde
se revelarán las fuerzas que impulsan la gesta del
evento capturado por Régulo Díaz. Entre otros as-
pectos que destacan, resumimos de manera breve
los principales, entre ellos:
- El formato: Es la forma y el tamaño del soporte
sobre el que se realiza la obra. En este caso, el for-
mato es rectangular y horizontal, lo que favorece la
representación del espacio marítimo y la sensación
de amplitud y dinamismo.
- El encuadre: Es la selección y delimitación del
espacio que se quiere mostrar en la obra. En este
caso, el encuadre es cerrado, ya que no se aprecia
el horizonte ni el límite del mar. Esto crea un efecto
de proximidad y tensión, al mostrar el momento ál-
gido de la batalla.
- La composición: Es la disposición y ordena-
ción de los elementos visuales dentro del espacio
pictórico. En este caso, la composición es asimétri-
ca y diagonal, ya que los barcos se sitúan en dife-
rentes planos y ángulos, creando una sensación de
movimiento y desequilibrio. Se puede observar una
línea imaginaria que une los mástiles de los barcos,
formando una diagonal ascendente de izquierda a
derecha, que aporta dinamismo y dirección a la es-
cena. También se puede apreciar un punto focal o
centro de interés, que es el barco más grande y cer-
cano al espectador, situado en el centro de la obra.
Este barco destaca por su tamaño, color y detalle, y
por ser el que recibe más impactos de los cañones
enemigos.
- El color: Es el elemento visual que determina
las tonalidades y matices de la obra. En este caso,
el color es frío y monocromático, predominando los
azules y verdes, que crean una atmósfera de calma
y serenidad, contrastando con la violencia de la ba-
talla. El color también sirve para crear profundidad
y perspectiva, al diferenciar los planos según su in-
tensidad y saturación. Así, los barcos más lejanos
tienen colores más claros y difuminados, mientras
que los más cercanos tienen colores más oscuros
y denidos.
- La luz: Es el elemento visual que determina
las sombras y brillos de la obra. En este caso, la
luz es natural y proviene del cielo, iluminando la es-
cena desde arriba. La luz también sirve para crear
volumen y relieve, al modelar las formas según su
incidencia y reejo. Así, los barcos más iluminados
resaltan sobre el fondo marino, mientras que los
más sombreados se integran en él.
- La textura: Es el elemento visual que determi-
na el aspecto supercial de la obra. En este caso,
la textura es lisa y uniforme, sin apreciarse las pin-
celadas ni los trazos del artista. Esto crea un efecto
de realismo y precisión, al mostrar los detalles con
nitidez.
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Kuruvinda y su legado
Lo que podemos apreciar de la gesta indepen-
dentista, de la que el cuadro deja clara referencia
como historia del Zulia, es su fuerte carga emoti-
va. Y no es para menos, ese fatídico 24 de julio
de 1823, llega a través de los ojos de Kuruvinda la
crónica visual, de su legado oral abuelo paterno, la
puesta en escena de aquellas voces que encuen-
tran en su lienzo, el espacio para que la historia no
borre sus nombres.
El dinamismo visual es un elemento fundamen-
tal (ver g. 1), con el que se retratan los diferentes
personajes en el momento más cruel en el que se
juega la historia de nuestra región, donde el ele-
mento patriótico desla en la toma de las armas
blancas de los marinos y tripulantes, representado
el choque y asalto del bergantín “El Independiente”,
guiado por el Contraalmirante José Padilla, al ber-
gantín “San Carlos” (Fig. 2), del que destaca justo
el momento de la maniobra para acercar el barco
con toda fuerza al barco realista
La escuadra realista descarga cañonería y
fusilería al unísono sobre la escuadra patriota
que aún con los estragos sobre sus naves,
continúa su avance, impasible, sin responder
al fuego enemigo, hasta que estando a toque
peñoles, detonó sus baterías sin distinguir ya
entre el abordaje o continuar accionando su
batería. El bergantín Independiente, rompe el
baupres contra el San Carlos, cruje su made-
ramen y lo abordan. Padilla, Tono, Beluche y
Celis ya en cubierta en lucha cuerpo a cuerpo
degollan, barren la popa, cortan drizas, asal-
tan la cámara y hacen lanzar a las aguas a
quienes sobreviven para perecer ahogados
o devorados por tiburones en las ya enroje-
cidas aguas del lago (Fernández, 2023, pp.
110-112).
El asalto muestra en su lado derecho las
manos arriba en signo de rendición de los ene-
migos españoles, junto a los cañones y balas.
Un comandante realista intenta saltar del bar-
co, otros tripulantes no corren la misma suerte,
pereciendo en el acto por parte de los patrio-
tas. Al mismo tiempo cae una vela incendiada,
la suerte está echada y se comprueba como
otro bergantín patriota lanza cañones a barcos
realistas más lejanos: “La derrota de Laborde
está escrita allá al fondo, en forma de naves
hundidas o quemadas” (Nava, 2024). Los ojos
de patriotas y realistas se salen fuera de las
cuencas, el terror se apodera, la adrenalina de
quien necesita cumplir una hazaña envuelve
los cuerpos. La furia de la batalla es retratada
con los cuerpos en movimiento y simultaneidad
de sucesos.
No podemos dejar de aplaudir el eco que
resuena a través de la pincelada cronista de
Régulo Diaz. Gracias a él la página del libro de
nuestra historia regional podrá leerse a través
de gestos, miradas, sonidos, choques de ber-
gantines, en una de las más sentida y acuciosa
obra plástica que entrelaza los hilos de nuestra
identidad y nuestro más profundo sentir colec-
tivo, siendo éste el elemento más generoso
de su pincel: el de asomarnos a la historia y a
los gritos de libertad anclado en las aguas de
nuestro lago para siempre, sus voces resuenan
saliendo los límites del lienzo y nosotros testi-
gos silenciosos que nos asomamos a la batalla.
Figura 1. Detalle de la obra Batalla Naval del lago
Fuente: Edwin Vergara (2023)
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Figura 2. Obra Batalla Naval del lago
Fuente: Edwin Vergara (2023)
BREVES CONCLUSIONES
Los cuadros tienen un valor extraordinario que
supera el tiempo
1
, “hay que escudriñar cuál es el
aporte que supera las convenciones temporales, he
allí el verdadero legado que deja un cuadro” como
explica Carlos Ildemar Pérez, al acercarnos a Kuru-
vinda descubrimos el poder extraordinario de la pa-
labra, del relato, de la oralidad, que tuvo el tiempo
de amalgamarse en la mente del artista para bus-
car el camino de la revelación en un cuadro, y es
esa capacidad de hacer que la palabra tome cuerpo
y forma, el más grande legado de “La Batalla Naval
del Lago”: darnos un acercamiento a los hechos de
la batalla lacustre, como lo hicieran otrora los po-
bladores desde los Haticos, los Cerros de Marín,
las colinas de Valle Frío y El Milagro, convirtiendo
al espectador presente en un testigo más de esa
cápsula de la historia.
Kuruvinda deja un auténtico legado a las artes
y del hecho histórico del Zulia. Morelis Gonzalo
(2005) lo dene como “una enciclopedia andante,
el perfecto autodidacta”.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Arteaga, A. (2020). RÉGULO SEGUNDO DÍAZ,
‘’KURUVINDA’. En El Zuliano rajao. Recuperado
el 2 de octubre de 2023 de: http://www.elzuliano-
rajao.com/noticias/regulo-segundo-diaz-kuruvin-
da/
1 Clase del Seminario de Crítica de Arte dictado en la FEDA, por el Prof. Carlos Ildemar Pérez. (Diciembre
2022-Mayo 2023)
Fernández, A. (2023). Batalla Naval del Lago 1, Ma-
racaibo: Editorial Kuruvinda. Recuperado el 2 de
octubre de 2023 de: https://www.calameo.com/
read/004051992c35451dad9ed
Gonzalo, M. (2005). “Kuruvinda, el cronista que Ma-
racaibo nunca olvidará”. En Aporrea. Recuperado
el 2 de octubre de 2023 de:
https://www.aporrea.org/cultura/a11990.html
Nava, M (2023). Un maracucho que resucitó la Ba-
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el 2 de octubre de 2023 de:
https://elpitazo.net/cronicas/un-maracucho-que-re-
sucito-la-batalla-naval/