Estrategias para potenciar el aprendizaje y el rendimiento académico en estudiantes universitarios
Cervantes López, Miriam Janet1
Llanes Castillo, Arturo2
Peña Maldonado, Alma Alicia3
Cruz Casados, Jaime4
Resumen
En la actualidad los docentes deben de saber que cada estudiante aprende de acuerdo con sus propias motivaciones, su grado de desarrollo cognitivo-académico y su estilo de aprendizaje, lo cual les permite alcanzar altos niveles de aprendizaje. En esta investigación se analizan las estrategias para potenciar el aprendizaje y su relación con el rendimiento académico de estudiantes de primer período de licenciatura de médico cirujano en una universidad pública de México. Desde la perspectiva metodológica la investigación cuasi experimental en alumnos de primer semestre de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Tamaulipas en Tampico, Tamaulipas, México (N=194), utiliza prueba de la Programación Neurolingüística de Blander y Grinder con 40 ítems de tres opciones de respuesta para identificar el canal de percepción preferente y el análisis estadístico en SPSS 19.0 calculando la confiabilidad del instrumento a través del coeficiente alfa de Cronbach. Los resultados precisan que en los estudiantes que formaron parte del estudio predomina el estilo de aprendizaje kinestésico (58.2%), observándose relación entre el estilo de aprendizaje y el rendimiento académico con la prueba ANOVA. Como conclusión, deben implementarse estrategias de enseñanza-aprendizaje-evaluación para los distintos grupos de estudiantes, con la finalidad de que los alumnos alcancen rendimientos adecuados.
Palabras clave: estrategias; aprendizaje; rendimiento académico; estudiantes universitarios.
Recibido: 26-11-19 Aceptado: 15-02-20
1 Doctor en Ciencias de la Educación. Profesor investigador de la Facultad de Medicina “Dr. Alberto Romo Caballero” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, México. E-mail: mcervantes@docentes.uat.edu.mx. ORCID: 0000-0002-5925-1889
2 Doctor en Ciencias de la Educación. Profesor investigador de la Facultad de Medicina “Dr. Alberto Romo Caballero” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, México. E-mail: allanes@docentes.uat.edu.mx. ORCID: 0000-0003-2570-826X.
3 Máster en Ciencias. Profesor investigador de la Facultad de Medicina “Dr. Alberto Romo Caballero” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, México. E-mail: almapena@docentes.uat.edu.mx. ORCID: 0000-0001-9770-9259
4 Máster en Ciencias Administrativas. Profesor investigador de la Facultad de Medicina “Dr. Alberto Romo Caballero” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, México. E-mail: jcruz@docentes.uat.edu.mx. ORCID: 0000-0002-8308-964X
Strategies to enhance learning and academic performance in university students
Abstract
Currently, teachers must know that each student learns according to their own motivations, their degree of cognitive-academic development and their learning style, which allows them to achieve high levels of learning. This research analyzes the strategies to enhance learning and its relationship with the academic performance of first-year undergraduate surgeon students at a public university in Mexico. From a methodological perspective, quasi-experimental research in first semester students of the Faculty of Medicine of the Autonomous University of Tamaulipas in Tampico, Tamaulipas, Mexico (N = 194), uses the Neurolinguistic Programming test of Blander and Grinder with 40 items of three response options to identify the preferred perception channel and the statistical analysis in SPSS 19.0 calculating the reliability of the instrument through the Cronbach’s alpha coefficient. The results indicate that the kinesthetic learning style predominates in the students who were part of the study (58.2%), observing a relationship between learning style and academic performance with the ANOVA test. In conclusion, teaching-learning-evaluation strategies must be implemented for the different groups of students, in order for the students to achieve adequate performance.
Keywords: strategies; learning; academic performance; university students
1. Introducción
Durante las últimas cuatro décadas, las Instituciones de Educación Superior se han interesado en incorporar en sus currículos el concepto de flexibilidad en el aprendizaje con la finalidad de responder a las características particulares de los futuros profesionistas (Alducín & Vázquez, 2017). Se han realizado varios intentos por construir una teoría integral sobre el aprendizaje, pero a pesar de los numerosos estudios que se han realizado aún se carece de una explicación sólida de cómo se produce el aprendizaje. Algunos autores señalan que llegar a una teoría unificada respecto al aprendizaje es poco menos que imposible, porque existen múltiples formas de aprender, debido a la gran cantidad de elementos que intervienen en el proceso, cognitivos, afectivos y motivacionales (González et al, 2016).
Se ha hablado y escrito mucho sobre la necesidad de desarrollar en los estudiantes la competencia de aprendizaje autónomo y reflexivo, aunado a que el rol del profesor debe de evolucionar de ser una figura transmisora de información a ser promotor del aprendizaje (Monereo & Pozo, 2003). Bajo este enfoque, es cada vez más importante comprender, tanto de parte del estudiante como del profesor, qué es el aprendizaje, cómo se produce, de qué depende y en qué formas puede darse en un individuo. El conocimiento y comprensión por parte del estudiante sobre su estilo de aprendizaje le permitirá estar consciente de las estrategias cognitivas que emplea y de cuáles son las más adecuadas en su caso (Alonso, Gallego & Honey, 1997). De igual forma, el conocimiento y comprensión de los estilos de aprendizaje de los estudiantes por parte del profesor, facilitará la toma de decisiones académicas fundamentales y la orientación al estudiante para identificar posibles deficiencias y dificultades, permitiéndole con ello mejorar su rendimiento (Monereo & Pozo, 2003).
La investigación sobre las preferencias de aprendizaje de los estudiantes universitarios, en particular en carreras del área de ciencias de la salud, ha despertado gran interés como insumo para la mejora en el proceso enseñanza aprendizaje (Altamirano, Araya & Contreras, 2019). En este sentido, es necesario indagar sobre la relación existente entre el rendimiento académico de estudiantes de primer período de licenciatura de médico cirujano en una universidad pública de México, esto con la finalidad de determinar aspectos positivos y otros sucesibles de ser mejorados, de manera que se permitan adaptar los procesos de formación y planificar las estrategias necesarias que permitan mejorar el rendimiento académico y con ello se minimice la deserción universitaria (McKenna et al, 2018).
Desde la perspectiva metodológica la investigación cuasi experimental en alumnos de primer semestre de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Tamaulipas en Tampico, Tamaulipas, México (N=194), utiliza prueba de la Programación Neurolingüística de Blander y Grinder con 40 ítems de tres opciones de respuesta para identificar el canal de percepción preferente y el análisis estadístico en SPSS 19.0 calculando la confiabilidad del instrumento a través del coeficiente alfa de Cronbach.
2. Aprendizaje: Una conceptualización necesaria
El concepto de aprendizaje es muy vasto (varias aristas), complejo (muchas interrelaciones) y difuso (diversas connotaciones), que toma elementos de diferentes ámbitos, y ha llevado a los investigadores a desarrollar líneas de investigación en torno a diferentes aspectos relacionados con él, cobrando mayor interés los denominados perfiles, enfoques y estilos de aprendizaje. Las actividades cotidianas en la realidad actual, exigen un individuo integral, que aporte la conformación de una sociedad más justa y equitativa, bajo este contexto, el reto de las Instituciones de Educación Superior es la formación de individuos capaces de convertirse en especialistas durante toda la vida, personas con actitudes emprendedoras e investigativas, que utilicen los recursos a su alcance en busca de información actualizada, especializada y confiable que permita interiorizar el aprendizaje (Vivas, Cabanilla & Vivas, 2019).
Para Alonso, Gallero & Honey (1997), el aprendizaje es un proceso automático y mecánico, vinculado al estímulo-respuesta, resultado de las situaciones que se producen en el contexto y en el cual influyen diversas variables, una de ellas los llamados estilos de aprendizaje, que, en conjunto con las habilidades sociales, el entorno personal, el autoconcepto, entre otras, están vinculadas con el rendimiento de los estudiantes y con la satisfacción frente al estudio. Por lo que el éxito académico estaría compuesto de los estilos requeridos para una disciplina en específico y por la combinación manifestada por el alumno (Segura, Cacheiro & Domínguez, 2018). Cada persona se caracteriza por aprender de manera distinta al resto; el concepto de aprender significa “un cambio perdurable de la conducta o la capacidad de conducirse de manera dada como resultado de la práctica o de otras formas de experiencia” (Schunk, 1997).
Por su parte, Purves (2001) menciona que el aprendizaje es la manera como se adquieren los nuevos conocimientos y para que éste se lleve a cabo, los sistemas sensoriales tienen que estimularse mediante la activación de la memoria declarativa, referente a los hechos o acontecimientos o bien a la memoria del procedimiento la cual incluye conductas y habilidades; siendo para Beltrán y Bueno (1995) un proceso que se genera cuando se produce un cambio duradero en la conducta del estudiante.
Sobre los planteamientos anteriores, De la Torre (1993) cuestiona que cuando la concepción mecánica es estimulada por situaciones externas, da paso a un modelo donde los individuos construyen su aprendizaje mediante la interacción estudiante-experiencia-información, contribuyen a la inclusión de los aspectos cognitivo, afectivo y efectivo, en el concepto de aprendizaje, permitiendo esta nueva concepción generar una línea de investigación sobre las particularidades de cada persona en el proceso de aprender, es decir los estilos de aprendizaje que prevalecen en cada individuo (Meléndez, 2004).
La perspectiva neurocientífica vista desde el conocimiento del docente, le permite reflexionar, analizar y explicar el comportamiento del cerebro humano como un órgano que aprende desde seis perspectivas teóricas diferentes, pero que se integran y complementan (Pedraza et al, 2018). Abrir un abanico de oportunidades a los docentes para fundamentar el diseño de estrategias metodológicas, innovadoras que atiendan a las necesidades y realidades de los estudiantes de nuestra universidad en un proceso de búsqueda y construcción del conocimiento, y elevar el nivel de desempeño académico, para de esta manera lograr que estos procesos, sean mucho más efectivos, pertinentes, creativos o innovadores desde el punto de vista de la práctica educativa (Paz et al, 2019).
Derivado de lo anterior, se define aprendizaje como el proceso de cambio relativamente permanente que se presenta en el comportamiento de una persona, el cual es generado por la experiencia y como un subproducto del pensamiento cuya calidad depende de los propios pensamientos.
3. Estrategias para el aprendizaje: vías para la enseñanza universitaria
Las estrategias de enseñanza aprendizaje son instrumentos que los docentes utilizan para fortalecer el desarrollo de las competencias de los alumnos, con base en una secuencia didáctica que incluye inicio, desarrollo y cierre, utilizándose de manera permanente y tomando en cuenta las habilidades y destrezas que se pretenden desarrollar (Cerezo et al, 2015).
Según Pallarés, Alava & Sallán (2017), existen estrategias para recabar conocimientos previos y para organizar o estructurar contenidos, entre las que se encuentran:
Las estrategias mencionadas contribuyen a iniciar las actividades en secuencia didáctica, son importantes ya que constituyen un recurso para la organización gráfica de los conocimientos explorados y le permiten al aprendizaje significativo favorecerse con los puentes cognitivos entre lo que el sujeto ya conoce y lo que necesita conocer para asimilar significativamente los nuevos conocimientos.
Paralelamente a los procesos metacognoscitivos, los factores motivacionales juegan un papel muy importante en la transferencia de las estrategias, siendo necesario que el docente brinde tanto apoyos motivacionales como orientaciones con la finalidad de que los alumnos obtengan los mejores resultados en el proceso enseñanza aprendizaje (Del Valle, 2018).
Cada persona aprende de forma distinta, apoyados en el empleo de diferentes estrategias, aprende con diferentes velocidades, con mayor o menor eficacia, incluso aunque tenga las mismas motivaciones, la misma edad o estudie un mismo tema (Peñuela, 2015), el estilo de aprendizaje es el mayor logro académico de un estudiante, porque lo pone en el camino de aprender a aprender (Pourhosein, 2012); es decir, los estudiantes aprenden mejor cuándo se les proporcionan situaciones de aprendizaje que corresponde a su estilo de aprendizaje dominante o preferente o cuando utiliza varios de estos estilos en forma complementaria.
Nuestra personalidad y estilo de aprendizaje influyen en la manera habitual como percibimos y procesamos la información durante el aprendizaje, estas variables son algunas de las que influyen en el rendimiento académico de los alumnos (Escanero et al, 2013). Los estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje comprenden los problemas educativos de acuerdo con su canal cognitivo y buscan resolverlo de diversas maneras, acorde a su estilo propio (Cachay, 2015).
Existen distintos modelos y teorías sobre los estilos de aprendizaje que ofrecen un marco conceptual para entender el comportamiento diario de los estudiantes en el aula, la forma en que se relacionan, cómo están aprendiendo y el tipo de acción que pueden resultar más eficaces para alcanzar el resultado deseado (Valencia, Alonzo & Maldonado, 2016). Al respecto, se plantean, en el cuadro 1, estilos activo, reflexivo, teórico y pragmático, mientras que otros consideran el visual, auditivo y kinestésico de acuerdo con Kolb, tomando como referencia la Programación Neurolingüística, técnica que permite mejorar el nivel de comunicación entre los docentes y los estudiantes utilizando frases y actividades que comprenden las tres vías antes mencionadas, retomando el criterio de que la información ingresa a nosotros a través de los sentidos de forma inconsciente, sin embargo, de forma consciente puede percibirse una sola información sensorial a través de un sistema de representación favorito desde tres órganos de los sentidos, ojo oído y cuerpo (Córdova et al, 2015).
Otro modelo es el de Felder y Silverman, calificado como el modelo de las cuatro categorías bipolares, considerando que cada una se extiende entre dos polos opuestos: activo/reflexivo, sensorial/intuitivo, visual/verbal y secuencial/global (Villalba, 2015).
Cuadro 1
Modelos de estilo de aprendizaje
Modelo |
Estilos |
Hemisferio cerebral |
Lógico Holístico |
Herrmann (Cuadrante cerebral) |
Cortical izquierdo Límbico izquierdo Límbico derecho Cortical derecho |
Programación Neurolingüística (Sistema de representación) |
Visual Auditivo Kinestésico |
Kolb (Modo de procesar la información) |
Activo Reflexivo Pragmático Teórico |
Felder y Silverman (Categoría bipolar) |
Activo/reflexivo Sensorial/intuitivo Visual/verbal Secuencial/global |
Gardner (tipo de inteligencia) |
Lógico-matemático Lingüístico-verbal Corporal-kinestésico Espacial Musical Interpersonal Intrapersonal Naturalista |
Fuente: elaboración propia
Conocer la forma como se expresan los estilos de aprendizaje en los grupos de estudiantes de las asignaturas de licenciatura puede ser una herramienta docente útil para generar estrategias adecuadas, adaptando el estilo de enseñanza, con el fin de conseguir un mejor rendimiento académico (Ramírez et al, 2014), aprender conceptos usando procesos de contraste de hipótesis propias de su contexto clínico, es el ideal para un buen desarrollo de conocimientos (Hederich, Gravini & Camargo, 2011).
Con la finalidad de conocer los estilos de aprendizaje que predominan en los estudiantes de medicina de esta facultad se utilizará la prueba basada en el modelo de Programación Neurolingüística de Blander y Grinder.
4. Programación Neurolingüística: Un modelo de comunicación personal
La programación neurolingüística es un modelo de comunicación que interpreta lo que sucede alrededor, con la finalidad de mejorar la comunicación consigo mismo, evitar los pensamientos limitadores, solucionar los conflictos internos y mejorar el autoconcepto, además de mejorar las relaciones con las demás personas, utilizando la empatía, descubriendo las creencias de los demás y practicando el asertividad (Mora, Sandoval & De la Vega, 2017).
De acuerdo con Serrat en el contexto educativo la definición de programación neurolingüística es muy clara y apropiada, relacionado cada término de la siguiente manera (Arvelo & Soto, 2016):
De acuerdo con la programación neurolingüística pensar es hacer lo que se considera posible, por lo que la Alianza Internacional para el Aprendizaje (AIL) propone los siguientes elementos considerados fundamentalmente para la enseñanza y el aprendizaje exitoso (Gómez, 2015):
Un aspecto muy importante en el proceso de aprendizaje es la forma en que ingresa la información al cerebro (percepciones) lo que da una preferencia del sujeto hacia una forma perceptual. El ser humano tiene tres grandes sistemas de percibir la información: visual, auditivo y kinestésico (VAK), utilizando en mayor medida alguno de los tres (Moreno, Molina & Chacón, 2014). Este modelo fue propuesto por Riding & Rayner, (2013) describiendo la representación visual como el proceso de pensar en imágenes, lo que permite absorber más información en menos tiempo; la representación auditiva como el proceso de internalizar la información mediante la escucha, siendo secuencial y ordenada; la representación kinestésica como el proceso de adquirir información mediante las sensaciones y movimientos (Cuadro 2).
Cuadro 2
Canales de percepción y características derivadas en el aprendizaje y en el comportamiento de las personas
Canal de percepción |
Características fisiológicas |
Cómo aprende |
Visual |
Las personas visuales hablan más de prisa, tienen voz más aguda, tienen pocas faltas de ortografía y respiran superficialmente es decir de forma torácica |
Con estímulos visuales, a través del uso de colores, mapas organizadores de información, diagramas y gráficos en general |
Kinestésico |
Hablan más lentamente, tienen voz más grave y respiran por el abdomen. Son hábiles en artes plásticas, teatro y literatura |
A través de representaciones, actividades que impliquen hacer |
Auditivos |
Poco hábiles para la ortografía, tienen habilidades para los idiomas y para la música |
Estímulos auditivos diferentes a la voz e instrucciones repetitivas, aprende el paso a paso, no tiene una visión global |
Fuente: elaboración propia
Para Maureira et al, (2012) los estudiantes visuales poseen una conducta organizada, ordenada, observadora y tranquila; su aprendizaje se basa en lo que ven, identifican caras, letras y números piensan en imágenes. Los estudiantes auditivos poseen facilidad de palabra, aprenden lo que oyen, le gustan los diálogos, recuerdan lo que escuchan, no identifican caras y piensan en sonidos. Los estudiantes kinestésicos aprenden con lo que tocan, lo que hacen y con sus sensaciones, sus recuerdos son generales, almacena información mediante la memoria muscular. En la investigación de Ortega (2011) se determinó que los estilos de aprendizaje de 201 estudiantes de odontología de la Universidad Autónoma de la Juárez (50,7% damas, 49,3% varones, edad promedio 21,9), son los siguientes: el 45,8% de los alumnos se catalogaron como visuales, el 29,9% como kinestésicos y el 14,9% como auditivos, los restantes fueron mezclas de esos estilos.
El estudio realizado por Maureira et al. (2012) en relación entre los estilos de aprendizajes, medidos con el VAK, y el rendimiento académico de estudiantes de cuarto grado, con edades entre 8 y 11 años, mostró que el 66% es auditivo, el 23% visual y el 3% kinestésico, los restantes fueron mezclas de esos estilos. En relación con el rendimiento en matemáticas el estilo visual y auditivo no muestra diferencias significativas. Sin embargo, en el rubro del lenguaje se muestra diferencia significativa entre auditivos y visuales, siendo estos últimos los que poseen mejores calificaciones.
Tanto desde el punto de vista del docente como del alumno, el concepto de estilos de aprendizaje resulta especialmente interesante porque ofrece una teoría sustentada en sugerencias y aplicaciones prácticas con grandes posibilidades de alcanzar un aprendizaje mucho más efectivo. De tal manera que, entre mayor sea la información que el educador recabe del discente, mayor será la posibilidad de acercamiento entre el estudiante, el profesor y el área de estudio. El establecer ambas variables, estilos de aprendizaje y rendimiento académico permitirá reorientar los mecanismos de aprendizaje por parte de los estudiantes y poder así establecer estrategias más efectivas para un logro significativo en su desempeño y en la mejora del rendimiento académico (Lazo, 2012).
El docente que conoce el perfil de aprendizaje de sus alumnos puede adaptar su estilo de enseñanza y conseguir una interacción más ajustada; de igual manera puede enriquecer el proceso educativo con un mayor abanico de actividades que faciliten al alumno la consolidación y desarrollo de sus estilos de aprendizaje, propiciando el autoconocimiento y autonomía necesarios para avanzar globalmente en su formación integral. León et al, (2014) aseveran que, conociendo los estilos de aprendizaje de los alumnos, los maestros podrán diseñar estrategias de enseñanza en otras materias, en el área de Ciencias de la Salud, con el fin de alcanzar aprendizajes significativos.
Finalmente, conocer los estilos de aprendizaje de los estudiantes puede ayudar a los docentes a organizar de manera eficaz, el proceso de enseñanza – aprendizaje garantizando la atención a la diversidad de intereses y aptitudes de los alumnos, según lo expresa García (2012) en su investigación; y esto redundará en un mejor desempeño académico.
5. Rendimiento académico
El rendimiento académico es el “conjunto de factores que inciden en el aprendizaje del estudiante y en el logro obtenido, sea de forma inmediata, medido por notas, o de forma mediata vista en el desempeño profesional” (Vivas, Vásconez & Vivas, 2019).
También se rescatan los siguientes conceptos importantes por su valor de investigación en diferentes estudios. Díaz et al, (2017) mencionan que el rendimiento académico es una medida de la capacidad de respuesta de un individuo, expresando en forma estimativa lo que se aprende como resultado de un proceso de instrucción o formación; también expresan que desde la perspectiva de los estudiantes es la capacidad de respuesta que tienen a estímulos, objetivos y propósitos educativos previamente establecidos.
Cachay (2015) define el rendimiento académico como el grado en que se logran los objetivos establecidos en los programas de estudio; para Campos (2017) es la expresión de capacidades y características psicológicas que el estudiante desarrolla y actualiza a través del proceso de enseñanza aprendizaje, lo que le permite alcanzar un nivel de funcionamiento y logros académicos a largo plazo, que se convierten como resultados en un indicador cuantitativo.
El rendimiento académico involucra elementos agrupados como factores internos propios de las personas y externos entre los que se encuentran los profesores y la institución, considerando el acceso a la información, la disponibilidad de recursos y la infraestructura. Entre los factores que inciden para lograr un buen rendimiento están la motivación, conocimientos previos, actitudes, creencias, personalidad y estilos de aprendizaje (Vivas, Vásconez & Vivas, 2019).
Como resultado de lo anterior se puede generar una cultura académica con efectos profundos y positivos que impacten en el aprendizaje de los alumnos y en toda la comunidad educativa (Suárez, 2018).
6. Estilos de aprendizaje y su relación con el rendimiento académico en la Universidad Autónoma de Tamaulipas
Se realizó un estudio tipo cuasi experimental, la población de estudio fueron 194 alumnos de la carrera de médico cirujano primer período de la Facultad de Medicina de Tampico “Dr. Alberto Romo Caballero” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Para identificar el canal de percepción preferente de los alumnos, se aplicó un cuestionario de 40 ítems con tres opciones de respuesta. Los resultados determinaron su canal preferente, así como reestructuración del material educativo, organizándose en forma de videos, lecturas, presentaciones, debates, analogías, metáforas, actividades motrices (desarticulando modelos anatómicos, realizar mapas conceptuales, dibujar estructuras anatómicas) observando su comportamiento en relación con su canal de captura de la información, enfatizando los siguientes indicadores; conducta, aprendizaje, lectura y ortografía, memoria, imaginación, cómo almacena la información, comunicación y distractores.
Se admitieron en el estudio a todos los alumnos que cumplieron con los siguientes criterios de inclusión: que contaran con expediente individual, que fueran alumnos regulares, que proporcionaran información completa de las variables de estudio. Se excluyeron los alumnos que hubieran acumulado cinco faltas, los que se rehusaron a participar en el estudio y se eliminaron los que no proporcionaron información completa del cuestionario aplicado.
Para el análisis estadístico se utilizaron porcentajes, promedios y desviación estándar, así como pruebas estadísticas no paramétricas, además se calculó la confiabilidad del instrumento aplicando el coeficiente alfa de Cronbach (tabla 1), el cual obtuvo un resultado de 0.95 considerado como alto.
Tabla 1
Estadísticos de fiabilidad
Alfa de Conbach |
N de elementos |
.950 |
40 |
Fuente: Elaboración propia
La población estudiada fue de 122 mujeres y 72 hombres con promedio de edad de 18.12 años (límites: 17 y 23) inscritos en primero período de la carrera de la Licenciatura de Médico Cirujano, y con promedio en relación con el rendimiento académico de 9.03 (límites: 7.30 y 10.00). Las preferencias más frecuentes fueron la kinestésica con un total de 113 estudiantes (67 mujeres y 46 hombres) y la visual con 57 (39 mujeres y 72 hombres) como se muestra en la tabla 2.
Tabla 2
Preferencia de estilos de aprendizaje por género
Estilo de aprendizaje |
Género |
Total |
||
Femenino |
Masculino |
|||
Auditivo |
16 |
8 |
24 |
|
Kinestésico |
67 |
46 |
113 |
|
Visual |
39 |
18 |
57 |
|
Total |
122 |
72 |
194 |
Fuente: elaboración propia
Para contrastar los efectos de estas preferencias, se agruparon por rendimiento académico como sigue: grupo A, igual o mayor a 9 (116); grupo B entre 8 y 8.99 (75); y grupo C entre 7 y 7.99 (3). En promedio los estudiantes con preferencia visual tuvieron el mejor aprovechamiento (9.14), seguidos por los kinestésicos (9.01) y obteniendo el menor promedio los auditivos (8.89). El grupo A estuvo integrado por 82 mujeres y 34 hombres, el grupo B por 40 mujeres y 35 hombres y el grupo C por 3 hombres. En cuanto a la distribución por estilo de aprendizaje tanto en hombres como en mujeres predomino el estilo kinestésico como se muestra en la Tabla 3.
Tabla 3
Estilos de aprendizaje por promedio y género
Género |
Promedio |
Estilo |
Total |
|||
Auditivo |
Kinestésico |
Visual |
||||
Femenino |
9.00 - 10.00 |
7 |
45 |
30 |
82 |
|
8.00 - 8.99 |
9 |
22 |
9 |
40 |
||
Total |
16 |
67 |
39 |
122 |
||
Masculino |
9.00 - 10.00 8.00 - 8.99 7.00 - 7.99 |
3 5 0 |
21 23 2 |
10 7 1 |
34 35 3 |
|
Total |
8 |
46 |
18 |
72 |
||
Total |
9.00 - 10.00 8.00 - 8.99 7.00 - 7.99 |
10 14 0 |
66 45 2 |
40 16 1 |
116 75 3 |
|
Total |
24 |
113 |
57 |
194 |
Fuente: elaboración propia (2020).
De la descripción entre el comportamiento de las variables de estudio, rendimiento académico y los estilos de aprendizaje (visual, auditivo y kinestésico) se puede evidenciar que, en cuanto al rendimiento académico, la media del promedio de los alumnos es 9.03 con una desviación de 0.596.
En cuanto a los estilos de aprendizaje, se observaron medias muy similares entre los estilos de aprendizaje, siendo sin embargo el auditivo el que obtuvo la media mayor, seguido por el kinestésico y el tercer lugar el visual como se muestra en la Tabla 4.
Tabla 4
Comparación entre los estilos de aprendizaje
Estilo |
N |
Media |
Desv. típ. |
Error típ. de la media |
Auditivo |
24 |
1.5833 |
.50361 |
.10280 |
Kinestésico |
113 |
1.4336 |
.53245 |
.05009 |
Visual |
57 |
1.3158 |
.50561 |
.06697 |
Fuente: elaboración propia (2020).
Derivado de la aplicación de la prueba ANOVA, no se observaron diferencias significativas entre los grupos ya que se obtuvo un nivel de significancia de 0.098 por lo que podemos decir que el estilo de aprendizaje tiene relación con el rendimiento académico de los alumnos. A través de la prueba de Levene contrastamos la homogeneidad de varianzas obteniendo un nivel de significancia de 0.093 lo que significa que las varianzas de los distintos grupos son iguales.
6. Reflexiones Finales
Para lograr un rendimiento académico de calidad en el alumno, la información presentada debe ser coherente y congruente con su sistema de percepción, el modelo de programación neurolingüística considera que la vía de ingreso de esta a través de los sentidos de la vista, oído y tacto resulta fundamental en las preferencias de los estilos de aprendizaje. El humano representa mentalmente la información mediante tres grandes sistemas preferenciales visual, auditivo y kinestésico, prevaleciendo este último como el principal.
Con respecto a las estrategias de aprendizaje, estas propician mejores resultados, motivan el autoestudio y potencian las capacidades de aprendizaje de los alumnos, ya que conociendo el canal de comunicación del estudiante, es más fácil el entendimiento, comprensión, análisis, relación y síntesis, sin olvidar el componente emocional, ni el escenario donde se desarrolla, generando con ello un mejor aprovechamiento académico, conceptual, procedimental y actitudinal.
Derivado de lo anterior, deben implementarse estrategias de enseñanza-aprendizaje-evaluación específicamente diseñadas para los distintos grupos de estudiantes, además de que los docentes empleen diferentes modalidades con la finalidad de que los alumnos alcancen rendimientos adecuados, pues, los sistemas de educación actuales no permiten individualizar el aprendizaje debido al cúmulo de trabajo en dichos procesos y a lo extenso de los grupos estudiantiles, especialmente en el área de ciencias de la salud.
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