Universidad del Zulia (LUZ)

Revista Venezolana de Gerencia (RVG)

Año 29 No. 107, 2024, 1111-1129

julio-septiembre

ISSN 1315-9984 / e-ISSN 2477-9423

Como citar: Remaycuna-Vasquez, A., Atoche-Silva, L. A., Carrión-Barco, G., y Niño-Tezén, A. L. (2024). Inteligencia espiritual como correlato de la felicidad: perspectivas de los estudiantes universitarios de Perú. Revista Venezolana De Gerencia, 29(107), 1111-1129. https://doi.org/10.52080/rvgluz.29.107.8

Inteligencia espiritual como correlato de la felicidad: perspectivas de los estudiantes universitarios de Perú

Remaycuna-Vasquez, Alberto*

Atoche-Silva, Luz Angélica**

Carrión-Barco, Gilberto***

Niño-Tezén, Angélica Lourdes****

Resumen

Uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenibles de la agenda para el 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, es el bienestar psicológico expresado en la felicidad. Por lo tanto, esta investigación tuvo como objetivo determinar la relación entre la inteligencia espiritual y la felicidad en estudiantes de universidades privadas del Perú. Fue una investigación no experimental, descriptiva, correlacional; la muestra estuvo constituida por 600 estudiantes universitarios del norte del Perú, quienes respondieron a dos cuestionarios: escala de inteligencia emocional y cuestionarios de felicidad. El 34.5 % necesita mejorar su inteligencia espiritual, mientras que el 35.5 % presenta bajos niveles de felicidad. Se encontró que existe una relación entre la inteligencia espiritual y la felicidad (p = 0.000). No existen diferencias significativas entre inteligencia espiritual y felicidad en función del sexo, pero sí en cuanto a la edad, los estudiantes mayores de 25 años son los que desarrollan una mejor capacidad de inteligencia espiritual. Se destaca la importancia de que las universidades, a través del área de bienestar universitario y tutorías, planifiquen y desarrollen programas, charlas, talleres orientados a fortalecer la inteligencia espiritual a fin de encontrar un mejor bienestar psicológico reflejado en una mayor felicidad.

Palabras clave: Inteligencia espiritual; felicidad; bienestar psicológico; sentido de vida; autorrealización personal.

Recibido: 13.12.23 Aceptado: 22.02.24

* Licenciado en Psicología y Magíster en Intervención Psicológica por la Universidad César Vallejo de Trujillo. Afiliación: Universidad Privada Antenor Orrego - Perú. e-mail: aremaycunav1@upao.edu.pe, ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9752-1632.

** Licenciada en Psicología con mención en el Área Educativa, Magíster en Docencia Universitaria, Doctora en Educación por la Universidad Cesar Vallejo, Post Doctorado en Educación, Tecnología y Educación. Afiliación: Universidad Nacional de Frontera - Perú. e-mail: latoche@unf.edu.pe, ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2901-2326.

*** Licenciado en Administración Pública, Master en Innovación de Procesos en la Gestión Pública por la Universidad Politécnica de Valencia. Doctor en Gestión Pública y Gobernabilidad por la Universidad César Vallejo. Afiliación: Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo - Perú. e-mail: gcarrion@unprg.edu.pe, ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1104-6229.

**** Licenciada en Psicología, Maestra en psicología educativa por la Universidad César Vallejo. Con experiencia en el área educativa y clínica.Afiliación: Universidad Privada Antenor Orrego - Perú. e-mail: aninot1@upao.edu.pe ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0288-1430.

Spiritual intelligence as a correlate of happiness: perspectives of Peruvian university students

Abstract

One of the Sustainable Development Goals of the 2030 agenda of the United Nations is psychological well-being expressed in happiness. Therefore, this research aimed to determine the relationship between spiritual intelligence and happiness in students from private universities in Peru. It was a non-experimental, descriptive correlational research; The sample was made up of 600 university students from northern Peru, who responded to two questionnaires: emotional intelligence scale and happiness questionnaires. 34.5% need to improve their spiritual intelligence, while 35.5% have low levels of happiness. It was found that there is a relationship between spiritual intelligence and happiness (p = 0.000). There are no significant differences between spiritual intelligence and happiness based on sex, but there are significant differences in terms of age, students over 25 years of age are those who develop a better capacity for spiritual intelligence. The importance is highlighted for universities, through the area of university well-being and tutoring, to plan and develop programs, talks, and workshops aimed at strengthening spiritual intelligence in order to find better psychological well-being reflected in greater happiness.

Keywords: Spiritual intelligence; happiness; psychological well-being; sense of life; personal self-realization.

1. Introducción

Durante la historia de la humanidad el hombre ha tratado de combatir tres cosas esenciales para la supervivencia: la guerra, las hambrunas y las pestes (Harari, 2016; Fuentes, 2019), ahora que ha tenido el control sobre estas cosas, tiene un fin único, alcanzar la felicidad, es decir controlar todas las variables que interfieren en su desarrollo (Lifshitz, 2017; Jiménez, 2018). La lucha en el futuro será por la búsqueda de la felicidad, apoyados por la inteligencia artificial, el hombre ha desarrollado diversos mecanismos para conseguirla. En tal condición, la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2022), ha planteado como tercer Objetivo del Desarrollo Sostenible la salud y el bienestar (Campos, 2017; Álvarez, 2016). De tal forma que el bienestar psicológico y la felicidad se ha vuelto un asunto de interés global. Diversos Estados se han comprometido a desarrollar políticas que promuevan estrategias para un mejor funcionamiento y ajuste psicológico.

A pesar de los esfuerzos para fomentar la satisfacción con la vida, mejora del bienestar psicológico y felicidad (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2013; Tang et al, 2019; Ruggeri et al, 2020), se siguen presentando problemas relacionados con el humor y el afecto. Por lo que se puede decir, que la felicidad aún sigue siendo un problema que debe ocupar la agenda en los años posteriores.

A nivel mundial, 280 millones de personas presentan depresión, lo que representa el 5% de la población global, siendo las mujeres las más afectadas (Schafer et al, 2022; Álvarez-Pardo et al, 2023). En los últimos, la depresión se ha incrementado en un 16% entre 2010 y 2019, siendo la causante de enfermedades en países desarrollados, especialmente la población adolescente ha sufrido sus consecuencias (Encina-Zúñiga et al, 2023; Gilandoust & Torkaman, 2022). Esto a generado insatisfacción con la vida, llegando en algunos casos al suicidio, especialmente los países con ingresos económicos altos (Lew et al, 2022; Lover|o et al, 2023). En los países musulmanes, el 88% llegaron a presentar suicidio y conductas suicidas (Marthoenis & Yasir, 2022; Shoib et al, 2022). Estos informes son corroborados por los datos de la OMS (2023) que refiere que cada año se suicidan más de 700 mil personas, específicamente los jóvenes de 15 a 29 años.

En Perú, según los datos del Ministerio de Salud (MINSA, 2023), en lo que va del año se han atendido 650 mil casos de personas con depresión, Lima es la ciudad que presenta mayor porcentaje, luego sigue Cusco con 45%; de estos casos, se estima que 40% son jóvenes con edades de 19 a 26 años (Instituto Nacional de Salud, 2022). Sin embargo, otros informes estiman también que los adolescentes de 15 años han tenido una alta prevalencia de problemas con su salud mental (Instituto Nacional de Estadística e Informática [INEI], 2023). Cuando estos problemas superan las capacidades de afrontamiento, recurren al suicidio como solución más inmediata, siendo los hombres quienes presentan la tasa más alta (Ministerio de Salud, 2022; Contreras-Cordova et al, 2022).

Según los datos, el grupo poblacional que más presentan problemas del estado de ánimo, bienestar psicológico y satisfacción con la vida son las personas entre 15 a 29 años (OMS, 2022).

Como se puede observar, los problemas de ansiedad y depresión son alarmantes en las personas de 15 a 29 años, los problemas del estado de ánimo conducen a tener una ideación suicida y en algunas circunstancias llegan a quitarse la vida (Marthoenis & Yasir, 2022; Lovero et al, 2023; Shoib et al, 2022). Esto indica que los jóvenes no son felices, no tienen un adecuado bienestar psicológico, están insatisfechos con la vida (Álvarez-Pardo et al, 2023; Gilandoust & Torkaman, 2022), debido a factores internos y externos como familia, trabajo, amigos (Chakraborty et al, 2019; Tofallis, 2020; Yin & Shao, 2021); siendo la inteligencia espiritual entendida como la capacidad de conocerse interiormente mediante la reflexión (King & DeCicco, 2009; Antunes et al, 2018), una variable que explica la felicidad (Lukoševičiūtė et al, 2022; Cheon, 2021).

Por lo tanto, el analizar estas variables en estos jóvenes, ayudará a comprender cómo la inteligencia espiritual ayudaría a desarrollar una mayor felicidad, de modo que sean personas estables emocionalmente y presenten adecuado funcionamiento y equilibrio psicológico.

La felicidad ha sido estudiada en diferentes contextos tratando de comprender los factores subyacentes, siendo uno de ellos la inteligencia espiritual. Arnout (2020) en Arabia Saudita evaluaron la relación entre la inteligencia espiritual, el estrés del desempleo y los componentes de salud mental en 761 adultos de 30 a 48 años, encontrando que la felicidad está relacionada con el estado de la salud: salud mental: atención mental, flexibilidad, autoeficacia, apoyo social, siendo la inteligencia espiritual la que presenta una asociación menor.

Pant & Srivastava (2019) en Reino Unido y la India investigaron la relación entre la inteligencia espiritual y la salud mental en 300 estudiantes; se encontró que la inteligencia espiritual y la salud mental se relacionan significativamente, no se encuentra una diferencia significativa entre estudiantes masculinos y femeninos en términos de inteligencia espiritual. Wahab (2022) en Malasia, al examinar la relación entre inteligencia espiritual y emocional y la felicidad, encontraron que la felicidad está ligada con los elementos de la liturgia del culto; de igual forma, la inteligencia espiritual se explica por la devoción a Dios.

Guerra-Bustamante et al. (2019) en España han determinado que, a medida que aumenta la capacidad de comprensión y regulación de la inteligencia emocional, también aumenta la felicidad. Por lo tanto, se subraya la necesidad de llevar a cabo prácticas que conduzcan a mejoras en la inteligencia emocional de los adolescentes y por ende aumenten su felicidad y bienestar emocional. En Irán, Sadeghi & Bavazin (2019) han encontrado que existen correlaciones negativas entre el bienestar mental, el capital psicológico y la inteligencia espiritual con la soledad en los adultos mayores (P≤0.01); los adultos mayores pueden sentirse menos solos si experimentan mayores niveles de bienestar subjetivo, bienestar psicológico e inteligencia espiritual.

Otras investigaciones han determinado que la inteligencia espiritual se asocia con el conocimiento y la experiencia financiera (Manafe, 2021; Inam et al, 2021), las habilidades que potencian la inteligencia espiritual son el equilibrio, liderazgo, la religiosidad. Por lo tanto, estos hallazgos arrojan nueva luz sobre la importancia de desarrollar las habilidades de inteligencia espiritual para resolver problemas de liderazgo y aumentar la productividad, la creatividad y el bienestar (Nawal et al, 2021; Hakoköngäs & Puhakka, 2021).

Los estudios consultados analizan la inteligencia espiritual con la percepción de la salud, inteligencia financiera y las habilidades de liderazgos (Arnout, 2020; Pant & Srivastava, 2019; Manafe, 2021), la felicidad se ha estudiado con la inteligencia emocional, salud mental y física (Guerra-Bustamante et al, 2019; Lukoševičiūtė et al, 2022; Cheon, 2021), así mismo las investigaciones indican cómo la felicidad se regula por la calidad de funcionamiento y de las actividades rutinarias (Inam et al, 2021; Hakoköngäs & Puhakka, 2021). No obstante, son limitadas las investigaciones que hayan estudiado cómo la inteligencia espiritual explica y regula los niveles de felicidad, lo que sería de base para fomentar una educación de la inteligencia espiritual.

Para responder a estos vacíos del conocimiento, la investigación tiene como objetivo determinar la relación entre la inteligencia espiritual y la felicidad en estudiantes universitarios del norte del Perú, y posteriormente identificar características de estas variables. Para tal efecto, se ha empleado una metodología cuantitativa no experimental basada en un análisis descriptivo correlacional empleando estadística no paramétrica debido a que los datos no siguen una distribución normal. Finalmente, se consideran los aspectos éticos como el consentimiento informado, respeto por la propiedad intelectual, confidencialidad e integridad en el procesamiento de los datos.

2. Inteligencia espiritual y felicidad

La inteligencia espiritual es un terminado acuñado por Emmons a inicios del año 2000 y hace referencia a un conjunto de capacidades y habilidades que ayuda a los individuos a solucionar problemas y alcanzar metas. Desde esta concepción, la espiritualidad puede conceptualizarse en términos adaptativos, cognitivo-motivacionales. Está constituida por una serie de habilidades y competencias que pueden formar parte del conocimiento experto de una persona y que son relevantes en situaciones de resolución de problemas (Emmons, 2000; Skrzypińska, 2021).

Gracias a la inteligencia espiritual, se puede descubrir un sentido de profundidad, empleándolo para la solución de complejos problemas de la vida cotidiana. También ayuda a desarrollar un rasgo constructivo y permitirle hacer uso de la capacidad de enfrentar el peligro y la ira. Quienes poseen altos niveles de inteligencia espiritual son tolerantes, honestas y llenas de afecto hacia los demás en su vida (Atroszko et al, 2021). La inteligencia espiritual ayuda a extraer conocimiento también de la riqueza del corazón y del universo; existe consenso para afirmar que esta inteligencia permite un sentido de contacto con las personas, el todo, un sentido de su propia plenitud, viendo conexiones entre cosas diversas y también comprender la importancia de las relaciones interpersonales (Vaughan, 2002; Samul, 2020).

Las dimensiones propuestas por King & DeCicco (2009) y ratificadas por Antunes et al, (2018) son cuatro:

Pensamiento existencial crítico. Tiene que ver con tener la capacidad de analizar adecuadamente las situaciones, tratando de ver los aspectos favorables de las circunstancias, encontrar las soluciones a los problemas, reflexionar en las cosas que acontecen en la vida diaria (Grasmane et al, 2022).

Producción de significado personal. Esta dimensión tiene que ver con encontrar significado a las situaciones, aun cuando parezcan que son adversas. Implica ver los problemas de diferentes perspectivas, incluso convertir los problemas en oportunidades que se pueden aprovechar para el cumplimiento de metas y objetivos, encontrando sentido a las cosas que se hacen (Antunes et al, 2018; Mróz et al, 2023).

Conciencia trascendental. Es la capacidad de percibir las dimensiones inmateriales del yo, los demás y el mundo físico. Es decir, tener la habilidad de entender las cosas espirituales, de nosotros mismos, habilidad para comprender el comportamiento y el accionar de los demás, sobre todo captar los aspectos fundamentales del entorno donde se desenvuelve (King y DeCicco, 2009; Alrashidi et al, 2022).

Expansión del estado consciente. Tiene que ver con la capacidad de acceder a experimentar estados espirituales o expansión consciente prevista. Las personas con alto nivel del estado consciente son capaces de acceder a estas experiencias que proporcionan paz y tranquilidad en momentos críticos y de incertidumbre (Antunes et al, 2018; Mróz et al, 2023).

En cuanto a las bases teóricas de la felicidad, se pueden mencionar dos básicamente. Desde la teoría del bienestar psicológico de Karol Ryff, la felicidad implica el desarrollo de procesos psicológicos como el propósito de vida, autonomía, autoestima, aceptación personal, relaciones y crecimiento personal. Cuando estas condiciones se cumplen, la persona encuentra el equilibrio psicológico haciendo que sea plenamente feliz (Díaz et al, 2006). Por su parte, la psicología positiva enseña que las personas tienen debilidades y fortalezas; para encontrar la felicidad se debe aprender a convivir con estas características, el ser humano debe considerar los errores y equivocaciones como aprendizajes y no como fracasos. Se debe centrar más en las virtudes que en las debilidades, fortaleciendo aquellos aspectos sobresalientes para encontrar sentido pleno de la vida (Bolaños & Cruz, 2017; Seligman, 2010).

Por expuesto, la felicidad ha sido y es un constructo estudiado a lo largo del tiempo, especialmente en el contexto teológico y filosófico (Barraza, 2020). Se la define como un estado y un proceso dinámico, que surge a partir de la interacción de una gama de condiciones que actúan sobre el ser humano, provocando respuestas positivas. Dichas condiciones abarcan aspectos biológicos, psicológicos y socioculturales (Pérez et al, 2012). Aquellas personas felices consiguen el éxito mediante múltiples dominios de la vida, abarcando aspectos como matrimonio, la amistad, economía, desempeño y condiciones laborales y salud adecuada. Los individuos que se perciben felices encuentran la adaptación rápida a las experiencias cotidianas, toman decisiones, participan en situaciones y eventos sociales y se recuperan de los fracasos que suceden (Vera-Villarroel et al, 2011).

Las dimensiones propuestas por Alarcon (2006) son:

El sentimiento positivo de la vida, tiene que ver con tener optimismo y capacidad para tener una buena actitud ante las diversas situaciones que acontecen en la vida diaria. Quienes poseen niveles altos de sentido de vida, han clarificado sus propósitos, siempre actúan en función de metas establecidas. El sentido de la vida permite disfrutar de las situaciones, encontrando significado y disfrute en cada actividad que se realiza (Alarcon, 2006; Lung & Shu, 2020).

La satisfacción con la vida que es una valoración subjetiva e implica una satisfacción con las metas y con todas las cosas que se hace. Estar satisfechos con la vida implica tener contentamiento y aceptación de sí mismo, reconocer las debilidades y las fortalezas. Quien se sienten plenamente satisfechos con su vida, siempre logran sus propósitos, sus estados de ánimo, siempre se caracterizan por ser alegres, disfrutan de todas las actividades, es estar contento cómo funciona la vida a nivel intrapersonal e interpersonal (Lin et al, 2021; Moyano-Díaz et al, 2016).

Realización personal, que tiene que ver con lograr todos los proyectos de vida, crecer a nivel personal y profesional. Esta dimensión tiene que ver con el cumplimiento de las metas, que hacen que las personas experimenten gozo y satisfacción debido a que perciben que se autorrealizan, que son valorados en el trabajo y en la interacción social, implica desarrollar plenamente en todos los ámbitos de desarrollo (Alarcon, 2006).

Alegría de vivir que alude a tener motivos para vivir y planificar metas que de sentido a la existencia. Tiene que ver con dar sentido a la vida y tener motivos para existir. Aquellos que se desempeñan bien esta área, tienen menos probabilidades de presentar enfermedades, dado que siempre buscan el disfrute de las rutinas diarias (Rodríguez-Hernández et al, 2017).

3. Fundamentos metodológicos de la investigación

La investigación fue de tipo no experimental de corte transversal debido a que no se manipularon variables, sino que hizo una evaluación de las variables en un tiempo específico. En cuanto al diseño, fue descriptivo correlacional orientado a encontrar asociación entre la inteligencia espiritual y la felicidad.

La muestra estuvo compuesta por 600 estudiantes de dos universidades privadas de la ciudad de Piura de las siguientes facultades: psicología, administración, derecho, ingeniería civil y de sistemas, ciencias de la salud, entre otras. Fueron 171 hombres y 429 mujeres, la edad mínima fue 16 años y la máxima 43, siendo la edad promedio de 20 años y una desviación estándar de (3.63). Para la selección de la muestra se aplicaron los siguientes criterios: que sean estudiantes de universidad privadas, que tengan una edad de 17 a 25 años, de cada facultad se han considerado cantidades proporcionales de estudiantes, la disponibilidad de los alumnos para resolver los cuestionarios, datos que algunos no están dispuestos, se ha considerado estudiantes de todos los ciclos y finalmente que sean de la ciudad de Piura.

Para evaluar la inteligencia espiritual se empleó la escala inteligencia espiritual en su versión abreviada conocida por sus siglas SISRI-24, tiene tres dimensiones y consta de 24 ítems, pensamiento crítico existencial (1,2,3,4,5,6), producción de significado personal (12,13,14,15,16) y expansión del estado consciente (18,19,20,21,22). La validez de constructo mediante análisis factorial confirmatoria de los cuatro factores propuestos por King & DeCicco (2009) indicó la configuración de tres factores con cargas factoriales superiores a 0.56 y 0,77 que explicaban el 58% de la varianza total explicada. La confiabilidad fue superior a 0.86 (Antunes et al, 2018).

La escala de felicidad fue creada por Alarcón (2006), tiene cuatro dimensiones y 27 ítems. Sentido positivo de la vida (1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11); satisfacción con la vida (12,13,14,15,16,17); realización personal (18,19,20,21,22,23); alegría de vivir (24,25,26,27). En la validez de constructo se han obtenido cuatro dimensiones con valores absolutos de 0.55 a 0.68. Las correlaciones ítems test fueron de superiores a 0.40. La confiabilidad fue de 0,76 a .88. Ambos instrumentos evidenciaron adecuadas propiedades psicométricas en cuanto a validez y confiabilidad.

Los datos fueron analizados empleando las siguientes pruebas estadísticas. La distribución de los datos se analizó mediante la asimetría y curtosis, las características entre variables fueron determinadas mediante las tablas de frecuencia. Para establecer las relaciones entre la inteligencia espiritual y la felicidad se ha empleado la prueba no paramétrica de Spearman debido a que los datos no siguieron una distribución normal. Finalmente, las diferencias de medias en función al sexo y a la edad, se establecieron mediante la prueba de U de Manwiney, la H de Kruskal-Wallis para comprar varios grupos.

Se consideraron los aspectos éticos estipulados en el Código de Ética y Deontología del Colegio de Psicólogos del Perú (2018). Primero se aplicó el consentimiento informado a todos los participantes como evidencia de su participación voluntaria en la investigación. Segundo, se consideró el respeto irrestricto por la propiedad intelectual, para tal efecto se realizó una adecuada citación de la literatura, según las normas APA en su séptima edición. Por otro lado, se destaca la integridad reflejada en el procesamiento de los datos sin alteraciones, ni mucho menos manipularlos, sino que tal como los participantes han respondido, así se han procesado. Finalmente, se ha garantizado la confidencialidad de los datos, por tal razón, se han tomado datos en anonimato y solo se han solicitado datos sociodemográficos.

4. Inteligencia espiritual como correlato de la felicidad: Discusión y aportes científicos

En este apartado se procede a presentar los resultados que están en función de los objetivos planteados. Se empieza realizando un análisis descriptivo de las variables, y posteriormente se describen características, correlaciones y comparación de medias. Se evidencia que la edad mínima de los participantes es 16 y la máxima es 43, siendo la edad promedio de 20 años (tabla 1).

Tabla 1

Estadísticos descriptivos de la inteligencia espiritual y felicidad

Descripción de variables

N

Mínimo

Máximo

Media

SD

Asimetría

Curtosis

Sexo

600

1

2

1,71

,452

-,955

-1,092

Edad

600

16

43

20,21

3,634

2,894

12,378

Inteligencia espiritual

600

29

80

54,20

8,995

,248

,465

Pensamiento crítico existencial

600

8

30

20,25

4,183

,175

-,073

Producción de significado personal

600

8

25

18,10

3,492

,005

-,231

Expresión del estado consciente

600

5

25

15,86

3,424

,021

,988

Felicidad

600

41

135

81,03

10,176

,756

3,591

Sentido positivo de la vida

600

11

55

26,51

9,868

,564

-,160

Satisfacción con la vida

600

6

30

20,32

4,682

-,240

,318

Realización personal

600

6

30

19,02

4,799

-,169

,285

Alegría de vivir

600

4

20

15,18

3,261

-,681

,708

Los puntajes mínimos para inteligencia espiritual, es 29 y el máximo 80; para felicidad, el mínimo es 41 y puntaje máximo 135. Finalmente, se observa que los datos no siguen una curva normal debido a que los valores de tendencia central no se encuentran entre los rangos d -1.5 y 1.5, lo que siguiere el uso de una prueba no paramétrica para estimar correlaciones entre variables.

Se evidencia que el mayor porcentaje (34,5%) representados en la tabla 2 presenta un bajo nivel de inteligencia espiritual; sin embargo, existe otro porcentaje que tiene un nivel regular de inteligencia espiritual.

Tabla 2

Caracterización de la inteligencia espiritual y la felicidad

Variables

N

Bajo

Regular

Alto

Total

Inteligencia espiritual

600

34,5%

32,2%

33,3%

100%

Felicidad

600

35,5%

34,5%

30,0%

100%

De igual forma, en cuanto a la felicidad, se visualiza que un 35,5% no son felices y solo un 30% considera que sí es feliz. Como se observa, el mayor porcentaje no son felices, a pesar de que son universitarios, se espera que en su mayoría sean felices. Esto indica que la felicidad no está condicionada solamente por aspectos cognitivos, sino por factores familiares, sociales, laborales, relaciones interpersonales. Estas características probablemente expliquen por qué los jóvenes presenten problemas con sus estados de ánimo que los conduce a bajos niveles de felicidad.

Tabla 3

Correlaciones de la inteligencia espiritual con la felicidad y dimensiones

Sentido

Positivo de

la vida

Satisfacción con la Vida

Realización Personal

Alegría de Vivir

Felicidad

Rho de Spearman

Inteligencia Espiritual

Coeficiente de correlación

-,082*

,245**

,187**

,285**

,201**

Sig. (bilateral)

,044

,000

,000

,000

,000

N

600

600

600

600

600

La inteligencia espiritual se relaciona directamente con la felicidad (,201**), de igual forma se observan relaciones con las dimensiones de la felicidad; lo que llama la atención es que las dimensiones alegría de vivir y satisfacción con la vida tienen relaciones más altas (,285**; ,245**). Lo que significa que una mayor inteligencia espiritual se asocia con mayor felicidad. En la medida que mejoran la alegría de vivir satisfacción con la vida, los jóvenes universitarios probablemente presentan mayor desempeño en su inteligencia espiritual.

Se observa en la tabla 4 que la felicidad e inteligencia espiritual tienen una relación directa y significativa (,201**), de la misma forma, estás relaciones se corroboran a nivel de dimensiones de la inteligencia espiritual.

Tabla 4

Correlación entre la felicidad y la inteligencia espiritual y sus dimensiones

Pensamiento crítico existencial

Producción de Significado personal

Expresión del estado consciente

Inteligencia espiritual

Rho de Spearman

Felicidad

Coeficiente de correlación

,143**

,154**

,191**

,201**

Sig. (bilateral)

,000

,000

,000

,000

N

600

600

600

600

Se evidencia que no existen diferencias significativas entre la inteligencia espiritual y la felicidad en función al sexo, debido a que la significancia es mayor que 0.05, lo que quiere decir que ser hombres o mujer, no influye para desarrollar mayor o menor inteligencia espiritual (tabla 5).

Tabla 5

Diferencias significativas de la inteligencia espiritual y felicidad en función al sexo

Rangos

Sexo

N

Rango promedio

Suma de rangos

U de Mann-Whitney

Sig.

Inteligencia espiritual

Hombre

171

313,15

53549,50

34515,500

231

Mujer

429

295,46

126750,50

Total

600

Felicidad

Hombre

171

293,46

50182,50

35476,500

,505

Mujer

429

303,30

130117,50

Total

600

Se observa que la edad, si es un determinante para el desarrollo de la inteligencia espiritual (0.046), las personas de 19 a 24 años, seguido por los de 25 a 31 años, son los que presentan mayores niveles de inteligencia espiritual y los que menos la han desarrollado son los estudiantes menores de 18 años. En cuanto a la felicidad, no se observan diferencias significativas, lo que quiere decir que tener menor o mayor edad no necesariamente implica ser más feliz (tabla 6).

Tabla 6

Diferencias significativas de inteligencia espiritual y felicidad en función a la edad

Rangos

Edad

N

Rango promedio

H de Kruskal-Wallis

Sig.

Inteligencia espiritual

<= 18

211

282,18

8,005

,046

19 - 24

341

306,87

25 - 31

36

313,75

32+

12

401,67

Total

600

Felicidad

<= 18

211

301,20

,111

,991

19 - 24

341

299,18

25 - 31

36

305,21

32+

12

311,50

Total

600

El bienestar psicológico es un objetivo de Desarrollo Sostenible en la Agenda del 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, a fin de promover mayor salud y bienestar psicológico, elementos que llevan a la consecución de la felicidad. Por lo tanto, siendo la felicidad un asunto de interés global, es importante conocer los factores que la explican. En tal sentido, bajo la premisa que la inteligencia espiritual mejora las condiciones de salud, las habilidades para tener un mejor desempeño, fortalecer las relaciones interpersonales y mejora del bienestar psicológico (Pant & Srivastava, 2019; Arnout, 2020; Manafe, 2021), y sobre la base de que la felicidad se relaciona con los elementos de la inteligencia emocional y capacidad de desempeño (Guerra-Bustamante et al, 2019; Cheon, 2021).

Esta investigación tuvo como objetivo general establecer la relación entre la inteligencia espiritual y la felicidad según las perspectivas de los estudiantes.

Se ha encontrado que existe una relación directa y significativa (,201**), del mismo modo, la mayoría de las dimensiones de la felicidad se asocian con la inteligencia espiritual. Lo que significa que las capacidades de comprender del mundo, a nosotros mismos y a los demás desde una amplia perspectiva y reflexión de las situaciones (King & DeCicco, 2009; Antunes et al, 2018), mejora sustancialmente el sentido de vida, la alegría de vivir, promoviendo la realizaron personal y una plena satisfacción de la vida (Inam et al, 2021; Hakoköngäs & Puhakka, 2021). Dicho de otra forma, mientras las personas desarrollan una adecuada inteligencia espiritual, tienen mayores probabilidades de tener altos niveles de felicidad, teniendo una alegría para disfrutar de la vida satisfactoriamente.

Resultados que se corroboran con los encontrados por Arnout (2020) quien, al evaluar la relación entre el estrés del desempleo, la inteligencia espiritual y los componentes de salud mental en adultos, encontraron relaciones directas entre las dimensiones de la salud mental (atención mental, flexibilidad, autoeficacia, apoyo social), la felicidad y la inteligencia espiritual.

Por su parte, Guerra-Bustamante et al. (2019) en España analizaron la asociación entre la inteligencia emocional y los niveles de felicidad percibida en adolescentes, encontrando que a medida que aumenta la capacidad de comprensión y regulación de las emociones, también aumenta la felicidad, por lo tanto, se subraya la necesidad de llevar a cabo prácticas que conduzcan a mejoras en la inteligencia emocional de los adolescentes y por ende aumenten su felicidad y bienestar emocional.

La relación encontrada entre la inteligencia espiritual y la felicidad en los jóvenes universitarios indica que cuando no se desarrolla una buena inteligencia espiritual no se tiene una comprensión existencial y sentido crítico de las cosas, en consecuencia la felicidad no se expresa en su vida, a pesar de que la felicidad se explica por diversos factores, esta investigación contribuye con haber encontrado las mejoras de la inteligencia espiritual promueva mejor sentido de felicidad, destacando la importancia que a través de las áreas de bienestar psicológico de la universidad se desarrollen talleres y charlas para mejorar la inteligencia espiritual.

Como primer objetivo se tuvo hacer una caracterización sobre la inteligencia espiritual y la felicidad, se ha encontrado que el mayor porcentaje (34,5%) presenta un bajo nivel de inteligencia espiritual, lo que significa que estos estudiantes no tienen una adecuada comprensión de los determinantes psicológicos en la trayectoria de la vida, ante el sufrimiento se desesperan y no buscan la solución de los problemas, sino que presentan dificultades para tener una comprensión de sí mismo y de los demás (Skrzypińska, 2021; Ma & Wang, 2022).

En cuanto a la felicidad, se encontró que un 35,5% considera que no son felices, es decir, no encuentra sentido y satisfacción con la vida, muchas veces no sienten alegría para disfrutar de las actividades rutinarias y consideran que no cumplen sus metas de realización personal (Alarcón, 2006; Jiang et al, 2022; Muyan-Yılık, & Bakalım, 2022). Investigaciones similares han encontrado resultados análogos. Wan et al. (2021) al analizar la felicidad asociada con el estrés y la ansiedad, ha encontrado que el 50% obtuvo niveles altos de felicidad, mientras tanto, el 50,4% y el 39,4% obtuvieron niveles altos de conflicto entre el trabajo y la familia.

Lo que significan estos resultados es que, se debería esperar que los universitarios, en función de su formación académica, tengan bien desarrollada su inteligencia espiritual, pero no es el caso.

Por consiguiente, se puede deber a que la virtud se tiene que desarrollar desde casa, requiere de una formación desde la niñez, debe ser un hábito de vida. Es muy diferente a los aspectos cognitivos que se fortalecen con los estudios, si no más bien tiene que ver con un desarrollo del coeficiente emocional. En cuanto a la felicidad, es preocupante que un gran porcentaje de estos jóvenes consideren que no son felices, esto significa que la felicidad tiene que ver con factores emocionales, sociales, familiares, relaciones interpersonales, se puede ser un buen profesional académicamente, pero eso no garantiza una plena felicidad.

Esto permite deducir probablemente que los padres de estos estudiantes se preocupan por cubrir las necesidades económicas y materiales, pero se descuidan características importantes como son la inteligencia espiritual. Al respecto, algunas investigaciones han determinado que inteligencia espiritual y la felicidad está ligada con los elementos de la liturgia del culto, de igual forma la inteligencia espiritual se explica por la devoción a Dios (Wahab, 2022; Sadeghi & Bavazin, 2019), lo que ayuda a mejorar aspectos en la salud mental y bienestar psicológico (Ma, & Wang, 2022).

Como segundo objetivo específico se buscó identificar las diferencias significativas en cuando a los niveles de inteligencia espiritual y felicidad en función al sexo y grupo etario. Se evidencia que no existen diferencias significativas entre la inteligencia espiritual y la felicidad en función al sexo, lo que indica que el hecho de ser hombre o mujer no necesariamente tenga que ver con mayor o menor inteligencia espiritual y felicidad. En función al grupo etario, se evidencia que la edad se asocia con el desarrollo de la inteligencia espiritual (0.046), las personas de 19 a 24 años presentan mayores niveles de inteligencia espiritual y los que menos la han desarrollado son los estudiantes menores de 18 años, no se observan diferencias significativas en la felicidad, lo que quiere decir que tener menor o mayor edad o ser hombre y mujer no necesariamente implica ser más feliz.

Sin embargo, en otras investigaciones se han encontrado diferencias significativas. Shah et al, (2021) han encontrado que ser hombre, la edad y vivir en áreas urbanas se asociaron con la felicidad, por lo tanto, garantizar que la población mayor reciba apoyo emocional y un compromiso social activo, mejora su nivel de felicidad. No obstante, una investigación realizada en República Checa ha encontrado que entre hombre no existen diferencias entre la felicidad (Petrovič et al, 2021).

El análisis de los resultados comparativos, indica que los estudiantes que tienen una mayor edad tienen un mayor sentido crítico y existencial de las cosas, es decir, tienen una perspectiva global de los problemas considerando las ventajas y desventajas de las situaciones. Por otro lado, la felicidad no se desarrolla en función de la edad ni mucho menos tiene que ver con el hecho de ser hombre o mujer, sino aparte de la inteligencia espiritual, se debe considerar la familia, trabajo, relaciones sociales, cumplimiento de metas, entre otras.

Como parte complementaria de este apartado, es oportuno señalar la utilidad de los resultados. Primero, la inteligencia espiritual ayuda a mejorar la calidad de vida en las personas, por lo tanto, se justifican investigaciones futuras sobre intervenciones destinadas a mejorar la inteligencia espiritual como medio para reducir los síntomas de depresión (Parattukudi et al, 2022), ya que la evidencia empírica demuestra que las personas con niveles más altos de inteligencia espiritual, están psicológicamente más activos y satisfechos con su vida en el trabajo y por ende la consecución de la felicidad (Singla et al, 2021).

En este sentido, se subraya la necesidad de que las universidades consideren dentro de sus planes de estudios estrategias que ayuden a que los estudiantes desarrollen sus capacidades de pensamiento crítico, conocimiento y comprensión de los demás, búsqueda de sentido y propósito de vida, lo que hará que se tenga una mejora en la felicidad y bienestar psicológicos de los estudiantes.

5. Conclusiones

Considerando que la ONU en la agenda del 2030 plantea como uno de sus objetivos la salud y el bienestar, que implica la calidad de vida y bienestar psicológico; en ese sentido, la investigación estuvo orientada a estudiar la felicidad, teniendo la inteligencia espiritual como variable asociada. Los resultados indican la inteligencia espiritual y felicidad presentan bajos niveles y necesitan mejorarse, la inteligencia espiritual funciona como un mecanismo explicativo de la felicidad, por lo tanto, las personas que desarrollan mejores características de la inteligencia espiritual experimentan mayores niveles de felicidad.

Dentro de las implicancias prácticas de los resultados, se destaca la necesidad de que las instituciones educativas promuevan la planificación y desarrollo de diversas actividades orientadas a que los estudiantes pueden encontrar el sentido y propósito en sus vidas, así como estimular el pensamiento crítico y reflexivo ante las condiciones adversas, para fortalecer el bienestar y felicidad en este grupo de estudiantes.

Una de las limitaciones en esta investigación, ha sido el hecho que solo se han evaluado a estudiantes de diversos ciclos de estudios superiores donde se espera que sus características influenciadas por el nivel cognitivo que tienen, sin embargo, se desconoce cuáles con las características de la inteligencia espiritual y felicidad en adolescentes, considerando la inestabilidad emocional que presentan, por lo tanto, se recomienda que estudios futuros se enfoque en esta población. Así mismo, sería importante realizar que tanto la inteligencia espiritual y la felicidad se considere también a la resiliencia como variable asociada.

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