Universidad del Zulia (LUZ)
Revista Venezolana de Gerencia (RVG)
Año 29 No. Especial 12, 2024, 1347-1363
julio-diciembre
ISSN 1315-9984 / e-ISSN 2477-9423
Como citar: Rodríguez-Márquez, R. L., Angulo-Rangel, F. A., y Ustate, M. (2024). Innovación en turismo ecológico y cultural: estrategias para el desarrollo sostenible. Revista Venezolana De Gerencia, 29(Especial 12), 1347-1363. https://doi.org/10.52080/rvgluz.29.e12.28
Innovación en turismo ecológico y cultural: estrategias para el desarrollo sostenible
Rodríguez-Márquez, Ritssy Liney*
Angulo-Rangel, Franklin Alejandro**
Ustate Pérez, Marili***
Resumen
Este artículo aborda la intersección entre la innovación en turismo ecológico y cultural y su contribución al desarrollo sostenible. El objetivo del estudio es identificar y proponer estrategias innovadoras que promuevan la sostenibilidad, con un enfoque especial en la participación comunitaria y la preservación de los recursos naturales y culturales. Los resultados de la investigación revelan que las estrategias más efectivas incluyen el uso de tecnologías sostenibles, como energías renovables y sistemas inteligentes de gestión de recursos, y la inclusión activa de las comunidades locales en la planificación turística. Esto no solo fomenta la conservación del entorno, sino que también impulsa el desarrollo económico y social. En cuanto a la participación comunitaria, los casos exitosos demostraron que las comunidades que participan en la toma de decisiones logran una mejor distribución de beneficios y una mayor preservación de su patrimonio. Se destaca la importancia de un modelo de gobernanza participativa que integre a todos los actores involucrados —comunidades, gobiernos y empresas— para garantizar que el turismo ecológico y cultural no solo sea económicamente viable, sino también socialmente inclusivo y ambientalmente responsable. Se recomienda a los gobiernos fomentar políticas que incentiven estas prácticas, y a las empresas turísticas, adoptar tecnologías inteligentes y sostenibles.
Palabras clave: Turismo ecológico; turismo cultural; innovación sostenible; participación comunitaria; desarrollo sostenible.
Recibido: 03.09.24 Aceptado: 04.11.24
* Magíster En Desarrollo Sostenible. Universidad De La Costa-CUC, Barranquilla, Colombia. Administradora De Empresas, Universidad De La Guajira, Maicao, Colombia. Profesor En La Facultad De Ciencias Económicas Y Administrativas. Universidad De La Guajira, Maicao. Colombia. Docente Catedrática Universidad De La Guajira Sede Maicao. ritssy@uniguajira.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3854-3102
** Doctor En Ciencias Gerenciales. URBE, Maracaibo, Venezuela. Magíster En Gerencia Financiera. Universidad Del Zulia, Maracaibo, Venezuela. Contador Público. Universidad Popular del Cesar. Valledupar, Colombia. Profesor en la Facultad de Ciencias Económicas Y Administrativas. Universidad de La Guajira- Maicao. Colombia. Docente Ocasional Universidad de La Guajira, Sede Maicao. Email: franklinangulorangel@uniguajira.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2160-1107
*** Doctora en Sostenibilidad, Universidad de Centro de Estudios Panamericanos, México; Magíster en Dirección de Empresas Y Organizaciones Turísticas, Cartagena, Colombia. Especialistas en Gestión del Talento Humano, Universidad Autónoma Del Caribe, Barranquilla, Colombia. Administración Del Turismo Universidad Sergio Arboleda Seccional Santa Marta Colombia Y Elaboración de la Oferta Turística del Servicio Nacional De Aprendizaje SENA Regional Guajira. Administradora de Empresas Turísticas y Hoteleras, Universidad Autónoma Del Caribe, Barranquilla, Colombia. Profesora en la Facultad de Ciencias Económicas Y Administrativas. Universidad de La Guajira, Riohacha, Colombia. Email: marilisustate@uniguajira.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4507-3329
Innovation in ecological and cultural tourism: strategies for sustainable development
Abstract
This article addresses the intersection between innovation in ecological and cultural tourism and its contribution to sustainable development. The objective of the study is to identify and propose innovative strategies that promote sustainability, with a special focus on community participation and the preservation of natural and cultural resources. Research results reveal that the most effective strategies include the use of sustainable technologies, such as renewable energy and smart resource management systems, and the active inclusion of local communities in tourism planning. This not only encourages environmental conservation, but also drives economic and social development. Regarding community participation, successful cases demonstrated that communities that participate in decision-making achieve a better distribution of benefits and greater preservation of their heritage. The importance of a participatory governance model that integrates all the actors involved - communities, governments and companies - is highlighted to ensure that ecological and cultural tourism is not only economically viable, but also socially inclusive and environmentally responsible. It is recommended that governments promote policies that encourage these practices, and that tourism companies adopt smart and sustainable technologies.
Keywords: Ecological tourism; cultural tourism; sustainable innovation; community participation; sustainable development.
1. Introducción
El turismo ha experimentado una rápida expansión global en las últimas décadas, convirtiéndose en una de las principales actividades económicas en muchos países. Entre los distintos tipos de turismo, el turismo ecológico y cultural han emergido como alternativas sostenibles que buscan mitigar los impactos negativos del turismo masivo y promover la preservación de los recursos naturales y el patrimonio cultural. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo ecológico, también denominado ecoturismo, se define como "una forma de turismo responsable que conserva el medio ambiente, sustenta el bienestar de la población local e implica la interpretación y educación" (OMT, 2020). Este enfoque no solo promueve la protección del medio ambiente, sino también la participación activa de las comunidades locales en la gestión y los beneficios económicos generados por la actividad turística (Honey, 2008).
De manera complementaria, el turismo cultural se enfoca en la interacción entre los visitantes y los elementos tangibles e intangibles del patrimonio de una región, tales como monumentos, tradiciones, lenguas y modos de vida. Richards (2018) destaca que el turismo cultural no solo incluye la visita a sitios históricos, sino que también permite a los turistas experimentar las culturas vivas y contemporáneas, enriqueciendo así el entendimiento mutuo entre visitantes y comunidades locales. Ambos tipos de turismo, cuando se gestionan de forma responsable, no solo fomentan el respeto y la conservación de la naturaleza y la cultura, sino que también pueden actuar como catalizadores del desarrollo sostenible en áreas rurales y urbanas (Buckley, 2012; Barrientos-Báez et al, 2021).
La relevancia de investigar la innovación en el turismo ecológico y cultural radica en su potencial para abordar varios de los desafíos más apremiantes que enfrentan las economías locales y los ecosistemas a nivel mundial. Los crecientes problemas ambientales, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, demandan enfoques más creativos y sostenibles en el sector turístico. En este sentido, la innovación —entendida como la aplicación de nuevos métodos, ideas y tecnologías— se presenta como un pilar fundamental para transformar las prácticas turísticas tradicionales en modelos más responsables y resilientes (Hall y Williams, 2008).
Asimismo, la participación comunitaria juega un papel crucial en la implementación de estas innovaciones, ya que asegura que los beneficios del turismo se distribuyan equitativamente y que las decisiones sean inclusivas, respetando los derechos y las necesidades de las poblaciones locales (Bramwell y Lane, 2013). Las estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural no solo deben buscar la sostenibilidad desde el punto de vista ambiental, sino también social, mediante la creación de oportunidades económicas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las comunidades receptoras. Además, la creciente demanda por parte de los turistas de experiencias auténticas y sostenibles ofrece una oportunidad única para desarrollar productos turísticos que se alineen con estos valores (Wearing y Neil, 2009).
Por lo tanto, la investigación sobre las estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural no solo es pertinente desde un punto de vista académico, sino que también tiene implicaciones prácticas para la formulación de políticas públicas, la planificación turística y la gestión de destinos. Identificar y proponer tales estrategias no solo ayudará a minimizar los impactos negativos del turismo, sino que contribuirá al desarrollo de modelos más sostenibles y equitativos, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, particularmente los relacionados con la conservación del medio ambiente (ODS 15), el crecimiento económico inclusivo (ODS 8) y la reducción de las desigualdades (ODS 10) (Naciones Unidas, 2015).
De este modo, el presente estudio tiene como objetivo identificar y proponer estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural que promuevan el desarrollo sostenible, fomentando la participación comunitaria y la preservación de los recursos naturales y culturales. Este objetivo se orienta hacia la identificación de prácticas innovadoras que, no solo busquen la sostenibilidad ambiental y la conservación del patrimonio cultural, sino que también promuevan una mayor integración de las comunidades locales en los procesos de planificación y gestión turística. La investigación pretende, además, evaluar cómo estas estrategias pueden contribuir a la consecución de un turismo más responsable, en el que el crecimiento económico, el bienestar social y la protección del entorno se alineen bajo un enfoque integral de desarrollo sostenible (Mosedale, 2016).
2. Turismo ecológico y cultural: definiciones y principios
El turismo ecológico, comúnmente conocido como ecoturismo, es definido por la Organización Mundial del Turismo (OMT) como "una forma de turismo que se enfoca en la preservación del entorno natural, la educación ambiental y el bienestar de las comunidades locales" (OMT, 2020). Este enfoque del turismo promueve un tipo de interacción responsable entre los visitantes y el medio ambiente, con el objetivo de minimizar los impactos negativos y maximizar los beneficios conservacionistas y socioeconómicos. Honey (2008) sostiene que el ecoturismo debe cumplir ciertos principios clave, entre ellos: la conservación de la biodiversidad, la educación ambiental, y la contribución al desarrollo económico de las comunidades locales. De manera crítica, el ecoturismo se distingue de otras formas de turismo por su compromiso con la sostenibilidad ambiental y el respeto por los valores ecológicos y culturales del destino.
El turismo cultural, por otro lado, se refiere a aquellas actividades turísticas en las que el principal interés del visitante es la experiencia de aspectos tangibles e intangibles del patrimonio cultural de un lugar, como monumentos, arte, costumbres, y estilos de vida (Richards, 2018). Según la OMT (2018), el turismo cultural representa un 40% de todas las actividades turísticas a nivel global, lo que subraya su relevancia en la actualidad. Este tipo de turismo promueve el respeto por la diversidad cultural y fomenta la apreciación de las tradiciones locales, contribuyendo tanto a la identidad de las comunidades como a la creación de oportunidades económicas.
Ambas formas de turismo, ecológico y cultural, comparten ciertos principios esenciales: la preservación de los recursos locales, la educación y sensibilización de los visitantes, y la participación de las comunidades receptoras en la gestión y toma de decisiones. Los beneficios de estos tipos de turismo incluyen la conservación de los recursos naturales y culturales, la diversificación económica y el fortalecimiento de las identidades locales (Wearing & Neil, 2009). Sin embargo, entre los desafíos se encuentra el riesgo de sobrefrecuentación y la comercialización excesiva de la cultura, lo que puede erosionar tanto los recursos ecológicos como la autenticidad cultural de las comunidades locales (Smith & Robinson, 2006).
Con respecto a la sostenibilidad, el concepto de desarrollo sostenible la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en su informe Nuestro Futuro Común, como "el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades" (Naciones Unidos, 2022). Este enfoque integra tres pilares fundamentales: el pilar económico, el pilar social y el pilar ambiental, que deben estar equilibrados para asegurar un desarrollo sostenible (Cuadro 1).
Cuadro 1
Pilares del desarrollo sostenible
Pilar económico |
Este pilar se refiere a la creación de riqueza y empleo, asegurando que el crecimiento económico no degrade los recursos naturales ni aumente las desigualdades. En el contexto del turismo ecológico y cultural, la sostenibilidad económica implica generar ingresos para las comunidades locales a través de la actividad turística, sin depender excesivamente de esta industria ni comprometer la calidad de los recursos naturales y culturales a largo plazo (Rodríguez y Rivera, 2012). |
Pilar social |
Este componente pone énfasis en la equidad, la participación y el bienestar de las personas. En el ámbito del turismo, esto significa garantizar que las comunidades receptoras participen activamente en la planificación, gestión y distribución de los beneficios turísticos, respetando su identidad cultural y social (Bramwell & Lane, 2013). En el turismo cultural, por ejemplo, es crucial que la autenticidad cultural no sea mercantilizada ni explotada, sino que se promueva como un recurso valioso que enriquece tanto a los locales como a los visitantes. |
Pilar ambiental |
El pilar ambiental busca garantizar la protección y conservación de los ecosistemas y los recursos naturales. En el turismo ecológico, la sostenibilidad ambiental se logra mediante la reducción de los impactos negativos, como la contaminación, la sobreexplotación de los recursos naturales y la degradación del hábitat, al mismo tiempo que se promueven prácticas de conservación activas (Buckley, 2012). |
La relevancia del desarrollo sostenible en el turismo ecológico y cultural es evidente. Estos modelos de turismo se alinean estrechamente con los objetivos de sostenibilidad globales, al fomentar un uso responsable de los recursos, la protección de las identidades culturales y la inclusión económica de las comunidades locales (Goodwin, 2011). Sin embargo, uno de los mayores desafíos es asegurar que los beneficios del turismo sean distribuidos equitativamente y que los recursos no sean explotados en exceso, poniendo en riesgo su conservación a largo plazo (Holden, 2013).
Por su parte, la innovación ha sido ampliamente reconocida como un factor clave para impulsar la competitividad y la sostenibilidad en la industria turística (Hall & Williams, 2008) (Cuadro 2). En el contexto del turismo ecológico y cultural, la innovación puede ser entendida en tres vertientes principales: tecnológica, social y de gestión.
Cuadro 2
Principales tipos de innovación
Innovación tecnológica |
La adopción de nuevas tecnologías en el turismo ecológico y cultural ha permitido mejorar la gestión de recursos naturales y culturales, así como optimizar la experiencia del visitante. Tecnologías como los sistemas de gestión de residuos, el uso de energías renovables y la implementación de plataformas digitales para la promoción de destinos sostenibles han demostrado ser eficaces en la reducción de los impactos ambientales (Gretzel et al, 2015). Además, el uso de tecnologías como aplicaciones móviles y realidad aumentada en el turismo cultural ha mejorado la accesibilidad y la interpretación del patrimonio cultural (Neuhofer, Buhalis & Ladkin, 2015). |
Innovación social |
En el contexto del turismo, la innovación social se refiere a nuevos enfoques que promuevan la cohesión social y la inclusión de las comunidades locales en la actividad turística. Esto incluye el desarrollo de modelos participativos de gestión, en los que las comunidades desempeñan un papel activo en la planificación y toma de decisiones, asegurando que los beneficios del turismo se distribuyan de manera equitativa (Novelli, 2022). |
Innovación de gestión |
Las innovaciones en la gestión del turismo incluyen nuevas formas de gobernanza y cooperación entre los actores clave, como el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y las autoridades locales. Estas innovaciones promueven una gestión más eficiente de los recursos y un enfoque integrado de la sostenibilidad, en el que se priorice tanto la conservación de los recursos como el bienestar de las comunidades receptoras (Hall, 2013). |
Por último, la participación comunitaria en la gestión turística ha sido ampliamente reconocida como un factor clave para garantizar la sostenibilidad del turismo ecológico y cultural (Tosun, 2006). Este enfoque participativo se fundamenta en la idea de que las comunidades locales son los principales guardianes de los recursos naturales y culturales, y que, al involucrarlas en la toma de decisiones, se puede lograr un turismo más equitativo y respetuoso con el entorno (Bramwell & Lane, 2013).
En este sentido, para que el turismo sea sostenible, las comunidades receptoras deben tener control sobre cómo se desarrollan y gestionan los proyectos turísticos en su territorio. Arnstein (1969) clasifica la participación comunitaria en diferentes niveles, desde la manipulación simbólica hasta la participación ciudadana activa. En el turismo ecológico y cultural, la participación debe ir más allá de la consulta y buscar la coparticipación, donde las comunidades locales no solo sean consultadas, sino que tengan un papel decisivo en la planificación y el reparto de los beneficios turísticos (Murphy, 1985).
La participación comunitaria también es fundamental para la preservación de los recursos naturales y culturales. Las comunidades locales poseen conocimientos tradicionales que pueden ser clave para la gestión sostenible del entorno, lo que permite implementar soluciones adaptadas al contexto específico (Scheyvens, 1999). Sin embargo, lograr una participación genuina puede ser desafiante, ya que implica superar barreras como la falta de capacidad técnica, poder económico desigual y la dependencia del turismo como única fuente de ingresos (Wearing & McDonald, 2002).
3. Aspectos metodológicos
El enfoque de la presente investigación es cuantitativo, dado que se busca analizar la relación entre las estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural y su impacto en el desarrollo sostenible. La elección de un enfoque cuantitativo permite medir y evaluar, de forma objetiva, las percepciones de los actores involucrados en la gestión turística respecto al uso de tecnologías, participación comunitaria y conservación de recursos. Al generar datos numéricos y estadísticos, este enfoque facilita la identificación de patrones y tendencias que puedan generalizarse a otros contextos similares (Creswell, 2014).
La recolección de datos se llevó a cabo mediante la aplicación de encuestas estructuradas a un total de 150 participantes, divididos en tres grupos clave: empresarios turísticos, autoridades locales y miembros de distintas comunidades colombianas. Esta muestra fue seleccionada mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia, con el fin de obtener información de los actores más relevantes en el ámbito del turismo ecológico y cultural en la región de estudio (Cuadro 3).
Cuadro 3
Grupos de participantes
Empresarios turísticos (40% de la muestra, 60 participantes) |
Este grupo estuvo conformado por dueños y administradores de hoteles, operadores de tours y guías turísticos locales, quienes tienen una perspectiva privilegiada sobre la aplicación de innovaciones tecnológicas y la gestión sostenible de los recursos naturales y culturales. |
Autoridades locales (20% de la muestra, 30 participantes) |
Representantes de entidades gubernamentales y municipales responsables de la planificación y regulación del turismo en el área de estudio. Este grupo es clave para comprender cómo se implementan y regulan las políticas de sostenibilidad y cuáles son los principales desafíos en su ejecución. |
Miembros de la comunidad (40% de la muestra, 60 participantes) |
Habitantes locales que, de manera directa o indirecta, están involucrados en la actividad turística, ya sea como trabajadores o como ciudadanos cuyas vidas y entorno están afectados por el turismo. Este grupo aportó una visión esencial sobre la sostenibilidad social y cultural de las estrategias turísticas. |
Las encuestas se diseñaron con preguntas cerradas de tipo Likert y dicotómicas, lo que permitió obtener datos comparables y medibles. Asimismo, se incluyeron preguntas abiertas para captar opiniones cualitativas que complementaran la información estadística. El instrumento fue validado mediante una prueba piloto con un pequeño grupo de encuestados para asegurar su claridad y pertinencia (Neuman, 2011).
Los datos obtenidos fueron analizados utilizando un enfoque mixto, que combina técnicas cuantitativas y cualitativas para proporcionar una visión completa de los resultados. En primer lugar, se realizó un análisis estadístico descriptivo para identificar patrones y frecuencias de las respuestas obtenidas de los participantes. Este análisis incluyó la generación de tablas de frecuencias, medidas de tendencia central (media, mediana y moda), y gráficos que ilustran la percepción general de los participantes sobre la innovación y su relación con la sostenibilidad en el turismo ecológico y cultural.
Posteriormente, se aplicó un análisis estadístico inferencial, utilizando el software SPSS para realizar pruebas de correlación de Pearson y análisis de regresión lineal, con el fin de evaluar las relaciones entre las variables cuantitativas. Por ejemplo, se analizó la relación entre el grado de implementación de innovaciones tecnológicas y los niveles percibidos de impacto ambiental y económico. Además, se compararon las percepciones de los tres grupos encuestados para determinar si existían diferencias significativas en sus evaluaciones sobre la efectividad de las estrategias de innovación turística.
El análisis cualitativo se centró en las respuestas abiertas de las encuestas. Las opiniones de los participantes fueron codificadas mediante análisis de contenido y categorizadas en temas clave como "beneficios sociales", "retos ambientales", y "participación comunitaria". Este análisis permitió identificar percepciones y narrativas emergentes que no se capturaron completamente en las preguntas cerradas. En conjunto, el análisis mixto proporcionó una interpretación robusta y detallada del impacto de las estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural, integrando tanto datos numéricos como experiencias cualitativas de los actores clave (Bryman, 2016).
4. Turismo ecológico y cultural: resultados
La investigación ha permitido identificar patrones y relaciones significativas entre la innovación en el turismo ecológico y cultural y su impacto en el desarrollo sostenible. El análisis descriptivo de las encuestas proporcionó una visión general de las percepciones y actitudes de los tres grupos encuestados en relación con la implementación de estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural (tabla 1).
Tabla 1
Análisis descriptivo de las percepciones sobre la innovación y la sostenibilidad
Grupos |
Innovación Tecnológica (%) |
Impacto Positivo en la Sostenibilidad (%) |
Barreras Principales |
Empresarios turísticos |
65 |
80 |
Altos costos |
Autoridades locales |
50 |
90 |
Falta de infraestructura |
Miembros de la comunidad |
60 |
70 |
Mercantilización cultural |
En términos generales, el 75% de los participantes (n=113) considera que la innovación es un factor crucial para garantizar el desarrollo sostenible en el turismo, con una fuerte preferencia por las innovaciones tecnológicas (65%), como el uso de aplicaciones móviles para la gestión de visitas y la implementación de energías renovables en alojamientos turísticos. En relación con los impactos percibidos, el 80% de los empresarios turísticos (n=48) reportaron que la implementación de tecnologías ecoeficientes ha mejorado significativamente la rentabilidad de sus negocios, al tiempo que reduce su huella ecológica. Por otro lado, el 90% de las autoridades locales (n=27) manifestaron que las innovaciones han facilitado la gestión del flujo turístico y la protección de los recursos culturales y naturales de la región, aunque señalaron desafíos relacionados con la falta de infraestructura adecuada y el acceso a financiamiento. En cuanto a los miembros de la comunidad, el 70% (n=42) percibe que las innovaciones, particularmente aquellas relacionadas con el turismo cultural, han incrementado la participación local y fomentado el orgullo por el patrimonio cultural.
Por último, las barreras para la implementación de innovaciones también fueron identificadas. El 60% de los empresarios (n=36) señalaron que los altos costos iniciales de las tecnologías sostenibles son un obstáculo significativo, mientras que el 50% de los miembros de la comunidad (n=30) expresaron preocupación por la posible "mercantilización" de sus costumbres y tradiciones.
Para profundizar en la relación entre las estrategias de innovación y los resultados percibidos en términos de desarrollo sostenible, se realizó un análisis de correlación de Pearson. Se encontró una correlación positiva significativa (r = 0.65, p < 0.01) entre la implementación de innovaciones tecnológicas en el turismo ecológico y la percepción de mejoras en la sostenibilidad ambiental por parte de los empresarios turísticos. Esto sugiere que cuanto mayor es el grado de adopción de tecnologías ecoeficientes, mayor es la percepción de beneficios ambientales, como la reducción en el consumo de recursos naturales y la mitigación de impactos negativos sobre el entorno.
Asimismo, se aplicó un análisis de regresión lineal para evaluar el impacto de la participación comunitaria en la sostenibilidad social del turismo cultural (tabla 2). Los resultados indican que la participación activa de los miembros de la comunidad en la planificación y gestión de actividades turísticas tiene un efecto positivo y significativo en la preservación del patrimonio cultural (β = 0.72, p < 0.05).
Tabla 2
Análisis inferencial: Correlaciones y regresiones significativas
Relación Analizada |
Coeficiente de Correlación (r) |
Nivel de Significancia (p) |
Innovaciones tecnológicas y sostenibilidad ambiental |
0.65 |
< 0.01 |
Participación comunitaria y preservación cultural |
0.72 |
< 0.05 |
Percepción económica entre actores clave |
n/a |
< 0.05 |
Esto refuerza la idea de que la inclusión de la comunidad local no solo fomenta una mayor aceptación de las actividades turísticas, sino que también contribuye a la sostenibilidad a largo plazo de los recursos culturales.
En cuanto a las diferencias entre los tres grupos estudiados, los resultados del análisis de varianza (ANOVA) revelaron diferencias significativas en las percepciones sobre los impactos económicos del turismo. Los empresarios turísticos evaluaron positivamente los beneficios económicos de las innovaciones (M = 4.5 en una escala de 5), mientras que los miembros de la comunidad mostraron una valoración más moderada (M = 3.8, p < 0.05), indicando que las percepciones de los beneficios económicos no se distribuyen de manera uniforme entre los distintos actores.
El análisis cualitativo de las respuestas abiertas permitió profundizar en las narrativas y percepciones que no se capturaron completamente en las preguntas cerradas. Los temas más recurrentes incluyeron la "necesidad de capacitación" (mencionado por el 55% de los participantes), la "sostenibilidad del empleo local" (42%) y el "equilibrio entre la preservación cultural y la innovación" (35%).
Los empresarios turísticos destacaron que, si bien las innovaciones tecnológicas son necesarias, existe una falta de conocimiento y capacitación adecuada para su implementación, especialmente en áreas rurales. Este grupo también manifestó su interés en recibir apoyo técnico y financiero para mejorar sus prácticas sostenibles. Por su parte, las autoridades locales expresaron preocupaciones sobre la capacidad de las comunidades para gestionar el creciente flujo de turistas sin comprometer los recursos culturales, sugiriendo la necesidad de un mayor control regulatorio.
Un aspecto central en las respuestas de los miembros de la comunidad fue el papel de la autenticidad cultural. Muchos de ellos señalaron que, aunque el turismo cultural ha revitalizado ciertas tradiciones, también ha generado una "comodificación" de las mismas, lo que podría diluir su significado original. Este hallazgo sugiere que la innovación en el turismo cultural debe ser gestionada cuidadosamente para evitar impactos negativos en las comunidades anfitrionas.
Finalmente, se identificó un consenso sobre la importancia de la participación comunitaria en el turismo sostenible. Tanto las autoridades locales como los miembros de la comunidad coincidieron en que el involucramiento activo de los residentes es clave para asegurar la preservación de los recursos naturales y culturales a largo plazo. Sin embargo, señalaron que este involucramiento debe ir acompañado de recursos adecuados, como formación y acceso a información sobre prácticas sostenibles.
Los resultados de esta investigación demuestran que la innovación en el turismo ecológico y cultural tiene un impacto positivo en la sostenibilidad, especialmente en términos ambientales y culturales, siempre que se acompañe de una adecuada participación comunitaria y apoyo institucional. Las innovaciones tecnológicas y de gestión parecen ser esenciales para mejorar la sostenibilidad del turismo, pero enfrentan barreras como la falta de capacitación y los costos asociados. Estos hallazgos resaltan la necesidad de políticas integradoras que promuevan la equidad en los beneficios del turismo y fortalezcan la capacidad de las comunidades locales para gestionar sus propios recursos de manera sostenible.
5. Estrategias e impacto del turismo ecológico
El turismo ecológico y cultural se presenta como una vía efectiva para promover el desarrollo sostenible, siempre que se acompañe de estrategias innovadoras que integren el respeto por el entorno natural, la preservación del patrimonio cultural y la participación activa de las comunidades locales. Este enfoque busca un equilibrio entre la satisfacción de las necesidades económicas, la inclusión social y la conservación ambiental, como lo proponen autores como Weaver (2006). A continuación, se detallan las principales estrategias innovadoras identificadas en esta investigación, su impacto en el desarrollo sostenible y la relevancia de la participación comunitaria en su implementación.
En el contexto de esta investigación, se han identificado tres tipos principales de estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural: tecnológicas, sociales y de gestión, cada una contribuyendo de manera significativa a la sostenibilidad del sector.
La implementación de tecnologías sostenibles ha sido una de las estrategias más relevantes. Estas incluyen el uso de energías renovables en establecimientos turísticos, como paneles solares y sistemas de eficiencia energética en alojamientos y centros de visitantes, lo que ha reducido considerablemente las emisiones de carbono y el consumo de recursos (Gössling, 2017). Además, el desarrollo de plataformas digitales para la gestión de reservas y la orientación turística ha permitido una mayor optimización de los recursos, minimizando los residuos mediante boletos electrónicos y el uso de aplicaciones móviles que controlan la capacidad de carga en sitios naturales (Buhalis & Amaranggana, 2015).
Con respecto a las innovaciones sociales, estas estrategias se centran en el empoderamiento de las comunidades locales. Un ejemplo clave es la capacitación de residentes locales como guías turísticos especializados en patrimonio natural y cultural, lo que no solo fomenta la inclusión laboral, sino que también promueve un sentido de pertenencia y orgullo cultural (Zapata et al, 2011). Este modelo de turismo comunitario asegura que los beneficios del turismo sean distribuidos de manera equitativa entre los miembros de la comunidad.
En el ámbito de innovaciones en la gestión, se ha destacado la implementación de modelos de gestión participativa en destinos turísticos. Estos modelos incluyen la colaboración entre los sectores público, privado y comunitario para la toma de decisiones en la planificación y gestión del turismo, promoviendo así una mayor transparencia y corresponsabilidad en la preservación de los recursos culturales y naturales (Dredge & Jenkins, 2011).
El análisis de los resultados permite evidenciar cómo las estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural contribuyen al desarrollo sostenible al promover un equilibrio entre los tres pilares fundamentales: económico, social y ambiental.
Las innovaciones tecnológicas, como la adopción de energías renovables y el uso de tecnologías digitales, han demostrado un impacto económico positivo en la rentabilidad de los negocios turísticos, al reducir los costos operativos y mejorar la eficiencia de los servicios (Gössling, 2017). El 80% de los empresarios turísticos encuestados reportaron que la implementación de estas innovaciones ha mejorado la viabilidad económica de sus negocios, alineándose con los principios del turismo sostenible al generar ingresos sin comprometer los recursos (UNWTO, 2015).
Las innovaciones sociales, centradas en la participación comunitaria y la formación de guías locales, han tenido un efecto notable en la inclusión social y la cohesión comunitaria. Al capacitar a los miembros de la comunidad para que se integren activamente en la oferta turística, se promueve no solo el empleo, sino también la preservación del patrimonio cultural, reforzando las identidades locales (Scheyvens, 1999). El 70% de los encuestados en la comunidad local destacó el incremento del orgullo cultural y la revitalización de tradiciones a través del turismo.
La incorporación de tecnologías sostenibles ha sido crucial para mitigar los impactos negativos del turismo en el medio ambiente. Las prácticas ecológicas, como el uso de energías limpias y sistemas de gestión de residuos, han permitido que las empresas reduzcan su huella ecológica, promoviendo un modelo de turismo más respetuoso con el entorno natural (Bramwell & Lane, 1993). La correlación positiva encontrada entre la adopción de innovaciones tecnológicas y la percepción de beneficios ambientales refuerza este hallazgo, evidenciando que estas estrategias contribuyen a una mayor conciencia y responsabilidad ambiental por parte de los actores del turismo.
La participación comunitaria ha sido identificada como un factor crítico en el éxito de las estrategias de turismo ecológico y cultural. Los resultados del análisis cualitativo de contenido revelaron que los casos donde la comunidad ha estado activamente involucrada en la planificación y gestión del turismo han mostrado una mayor sostenibilidad social y cultural. La inclusión de las comunidades locales en el diseño de productos turísticos y la gestión de los recursos naturales y culturales asegura que sus intereses sean respetados y que los beneficios del turismo se distribuyan de manera equitativa (Pretty, 1995).
La evaluación de los resultados también señala que el éxito de la participación comunitaria está vinculado a factores como la formación continua, el acceso a recursos técnicos y financieros, y la creación de marcos institucionales que respalden la inclusión efectiva de las comunidades en el turismo. Sin embargo, algunas barreras fueron identificadas, como la falta de infraestructura y apoyo financiero, lo que limita la capacidad de las comunidades más vulnerables para implementar prácticas innovadoras de manera autónoma (Zapata et al, 2011).
De este modo, las estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural, junto con la participación comunitaria, han demostrado ser efectivas para promover el desarrollo sostenible, siempre que se garantice un equilibrio entre los beneficios económicos, la inclusión social y la protección ambiental. La integración de estas dimensiones refuerza el turismo como un motor de cambio positivo para las comunidades anfitrionas y el entorno natural en el que se desarrollan las actividades turísticas.
6. Estrategias innovadoras: propuesta
La sostenibilidad en el turismo ecológico y cultural requiere de la implementación de estrategias innovadoras que permitan alcanzar un equilibrio entre la conservación del entorno, la valorización cultural y el desarrollo económico. En este contexto, la presente investigación propone un conjunto de estrategias que abordan la innovación tecnológica, social, la conservación de los recursos y la gobernanza participativa, tomando en cuenta los resultados obtenidos y las recomendaciones de autores clave en la materia (Gössling, 2017; Weaver, 2006).
Las innovaciones tecnológicas se presentan como una herramienta fundamental para optimizar el uso de recursos, minimizar los impactos negativos del turismo y mejorar la experiencia de los visitantes. La transición hacia fuentes de energía limpias, como la energía solar, eólica o geotérmica, es esencial para reducir la huella de carbono de las actividades turísticas. La instalación de paneles solares en alojamientos y centros turísticos, así como el uso de sistemas de energía eólica en áreas rurales, permitirían satisfacer la demanda energética de manera sostenible (Gössling, 2017).
Esto no solo reduce los costos operativos a largo plazo, sino que también mejora la percepción de los destinos como responsables con el medio ambiente.
Por otro lado, la implementación de tecnologías inteligentes, como sistemas de monitoreo del consumo de agua y energía, permitiría a los destinos turísticos gestionar de manera eficiente sus recursos. Estas tecnologías pueden incluir sensores ambientales que regulan el uso de agua potable o sistemas de control automático de iluminación y climatización, los cuales reducen el desperdicio y optimizan el uso de los recursos en función de la ocupación y condiciones climáticas (Buhalis & Amaranggana, 2015).
La creación de plataformas digitales que ofrezcan información detallada sobre los sitios turísticos, incluidas las prácticas sostenibles, el patrimonio cultural y la capacidad de carga de los destinos, puede mejorar la planificación de las visitas y evitar la saturación de los recursos. Además, el uso de aplicaciones móviles que permitan al visitante realizar reservas, obtener guías personalizadas y participar en programas de turismo comunitario fomentará un uso más responsable de los recursos naturales y culturales (Buhalis & Amaranggana, 2015).
La participación activa de las comunidades locales es clave para asegurar que los beneficios del turismo sean compartidos equitativamente y que los intereses y necesidades locales sean tomados en cuenta. La formación de los miembros de la comunidad en áreas relacionadas con el turismo, como la gestión de negocios turísticos, la interpretación ambiental y la conservación cultural, permite su inclusión activa en las actividades económicas generadas por el turismo (Avilez et al, 2019). Programas de capacitación que promuevan el turismo basado en la cultura y el patrimonio, así como en la protección de los recursos naturales, contribuirán a la creación de empleos y el fortalecimiento del tejido social (Zapata et al, 2011).
Los modelos de turismo comunitario priorizan la propiedad y gestión de iniciativas turísticas por parte de la comunidad, asegurando que los ingresos derivados del turismo beneficien directamente a los residentes locales. Un ejemplo de este enfoque es el turismo rural comunitario, donde las comunidades ofrecen experiencias turísticas que integran la agricultura sostenible, la gastronomía local y las manifestaciones culturales autóctonas (Scheyvens, 1999). Este tipo de turismo permite a los turistas sumergirse en la vida cotidiana de las comunidades locales, a la vez que preserva sus costumbres y valores.
Involucrar a la comunidad en la creación y diseño de experiencias turísticas garantiza que estas sean auténticas y reflejen los valores culturales locales. Esto incluye desde la elaboración de rutas culturales guiadas por los propios habitantes, hasta la participación en actividades agrícolas o artesanales que promuevan un turismo más participativo y menos intrusivo (Bramwell & Lane, 1993).
La conservación efectiva del entorno natural y del patrimonio cultural requiere de un enfoque integrador que combine prácticas sostenibles con el uso de tecnologías avanzadas. La implementación de programas de restauración de ecosistemas degradados, como la reforestación con especies nativas y la rehabilitación de hábitats críticos, es esencial para la protección de la biodiversidad. Además, el uso de tecnologías de monitoreo como drones y sensores remotos permite evaluar el impacto del turismo en los ecosistemas y tomar medidas correctivas cuando sea necesario (Gössling, 2017).
La adopción de tecnologías digitales para la documentación y preservación del patrimonio cultural, como la creación de archivos digitales de artefactos y la digitalización de sitios arqueológicos, puede garantizar la conservación de los bienes culturales para las generaciones futuras. Asimismo, el fomento de prácticas tradicionales, como la producción artesanal y las festividades locales, fortalece el vínculo entre el turismo y la preservación del patrimonio (UNESCO, 2012).
Estrategias como el desarrollo de senderos ecológicos y la promoción de actividades turísticas de bajo impacto (p. ej., observación de aves, senderismo interpretativo) pueden ayudar a reducir la presión sobre los recursos naturales y culturales más vulnerables, a la vez que ofrecen a los turistas experiencias significativas en contacto con la naturaleza (Weaver, 2006).
Para asegurar la sostenibilidad a largo plazo, es imprescindible que las estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural estén respaldadas por un modelo de gobernanza participativa que promueva la cooperación entre los diferentes actores involucrados: comunidades locales, sector privado, autoridades gubernamentales y ONG.
La creación de comités de gestión donde estén representados todos los actores clave (comunidades locales, empresarios turísticos, gobiernos locales y organizaciones no gubernamentales) permite la toma de decisiones consensuada y la distribución equitativa de los beneficios del turismo (Dredge & Jenkins, 2011). Estos comités pueden encargarse de la planificación territorial, la gestión de los recursos naturales y la promoción de la cultura local.
Un enfoque de cooperación público-privada es esencial para garantizar que los recursos financieros, técnicos y humanos necesarios para la gestión sostenible estén disponibles. Los gobiernos pueden proporcionar incentivos fiscales a las empresas que adopten prácticas sostenibles, mientras que el sector privado puede contribuir con inversión en infraestructura ecológica y programas de responsabilidad social (Hall, 2011). Para fomentar la confianza entre los diferentes actores, el modelo de gobernanza debe incluir mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, que aseguren que los recursos derivados del turismo sean gestionados de manera justa y eficiente. La creación de indicadores de sostenibilidad para evaluar el desempeño de los destinos turísticos en términos ambientales, sociales y económicos, permite una evaluación continua y la toma de decisiones basadas en evidencia (Pretty, 1995). De este modo, la propuesta de estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural combina la adopción de tecnologías sostenibles, el empoderamiento de las comunidades locales, la conservación de los recursos naturales y culturales, y la creación de un modelo de gobernanza participativa que garantice la sostenibilidad a largo plazo.
7. Conclusiones
Los resultados de esta investigación destacan que la implementación de estrategias innovadoras en el turismo ecológico y cultural es fundamental para promover el desarrollo sostenible. Entre los hallazgos clave, se identificaron tecnologías sostenibles, como el uso de energías renovables y la gestión inteligente de recursos, como herramientas esenciales para reducir el impacto ambiental. Asimismo, la participación activa de las comunidades locales en la planificación turística y la preservación de recursos naturales y culturales se presenta como una estrategia eficaz para garantizar la inclusión social y el empoderamiento económico de las mismas. La investigación contribuye al conocimiento existente al integrar la innovación tecnológica, social y de gestión en el campo del turismo ecológico y cultural, ampliando el marco teórico sobre cómo estas iniciativas pueden equilibrar los beneficios económicos con la protección ambiental y la inclusión social.
Este enfoque interdisciplinario aporta evidencia empírica que muestra la importancia de la gobernanza participativa y los modelos de gestión descentralizada para el éxito de estas estrategias. En cuanto a las recomendaciones prácticas, se sugiere a los gobiernos fomentar políticas que promuevan el uso de tecnologías sostenibles y modelos de gobernanza participativa, a las empresas turísticas se les recomienda adoptar tecnologías inteligentes y fomentar la cocreación de experiencias con las comunidades locales, y a estas últimas, organizarse en cooperativas para gestionar el turismo de manera autónoma, garantizando una distribución equitativa de los beneficios y promoviendo la preservación del patrimonio cultural y natural.
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