Revista Arbitrada de la Facultad Experimental de Arte
de la Universidad del Zulia
Maracaibo - Venezuela
Dep. Legal ppi 201502ZU4671
Esta publicación cientíca en formato digital es continuidad de la revista impresa
ISSN 2542-3231 / Depósito legal pp 200602ZU2376
AÑO 15 Nº 26. ENERO - DICIEMBRE 2020
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Resumen Abstract
Revista Arbitrada de la Facultad Experimental de Arte
de la Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela
AÑO 15 N° 26. ENERO - DICIEMBRE 2020 ~ pp. 36
-41
Silencios: Naturaleza en alto contraste
Silences: Nature in high contrast
Elizabeth Chirinos y Mireya Ferrer
Escuela de Fotografía Julio Vengoechea
Maracaibo, Venezuela
elinouart@gmail.com ; mireyaferrer@gmail.com
Recibido: 10-05-19
Aceptado: 30-06-19
La fotografía macro comúnmente se muestra predecible
y muy recurrente en la temática de insectos y plantas,
olvidando y dejando a un lado la cantidad de recursos
que esta tiene y las oportunidades de abstraer realidades;
por este motivo, la presente investigación plantea mostrar
el cuerpo femenino desde una perspectiva alejada del
erotismo usualmente abordado. Las texturas de la piel y
el estudio de la forma femenina como naturaleza muerta,
sirven de fuente de inspiración, teniendo como objetivo
principal llevar el desnudo al distanciamiento de formas
familiares del cuerpo femenino a través de la abstracción,
generando ilusiones ópticas de forma expresiva y
dramática, propiciando ambigüedades en la imagen
fotográca hasta llegar a la confusión óptica del espectador.
Bajo la modalidad de investigación-creación se desarrolla
la serie fotográca
Silencios: naturaleza en alto contraste
,
compuesta por 30 imágenes, haciendo alusión a la ausencia
de identidades, naturaleza al desnudo como objeto de arte.
Palabras clave:
Silencios, fotografía, texturas, abstracción.
Macro photography is commonly predictable and very
recurrent in the theme of insects and plants, forgetting and
leaving aside the amount of resources that it has and the
opportunities to abstract realities, for this reason the present
investigation proposes, to show the female body from a
perspective far from the eroticism commonly approached.
The textures of the skin and the study of the female form
as a still life, serve as a source of inspiration, with the main
objective of taking the nude to distance itself from familiar
forms of the female body through abstraction, generating
optical illusions in an expressive and dramatic way, causing
ambiguities in the photographic image until reaching the
viewer's optical confusion. Using the research-creation
modality, the photographic series
Silences: nature in high
contrast is developed
, composed of 30 images alluding to
the absence of identities, naked nature as an art object.
Keywords:
Silences, photography, textures, abstraction.
Silencios: Naturaleza en alto contraste
Elizabeth Chirinos y Mireya Ferrer
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Introducción
El cuerpo siempre ha sido un argumento dentro
del arte: en la pintura, la escultura, la fotografía y otras
especialidades artísticas, el estudio anatómico interviene
y, en particular, la desnudez femenina puede adoptar una
apariencia muy distinta, transformándose en un elemento
que va más allá del arte. De ahí nace el propósito de esta
investigación, sirviendo a la vez a la culminación de estudios
en la Escuela de Fotografía “Julio Vengoechea”, para lo cual
nos planteamos manejar aspectos relativos a la historia
del desnudo en la fotografía, su importancia, y también la
fotografía abstracta como movimiento artístico que surge
a nales del siglo XIX. Alrededor de 1910 se consideró al
fotógrafo bostoniano Alvin Langdon Coburn uno de los
principales representantes de esta tendencia fotográca.
Este trabajo fotográco consta de una serie de
30 imágenes del cuerpo femenino, desde un acercamiento
puntual, muchas de ellas con ayuda de la técnica de la
macro-fotografía, para resaltar detalles que de otra manera
son imperceptibles al ojo humano, obteniendo no solo un
mejor detalle sino además convirtiéndolas en abstractas,
con lo que se pretende experimentar y representar el
cuerpo femenino desde otra visión, separándolo de
sus asociaciones convencionales, convirtiendo cada
extremidad en una pieza con un lenguaje propio al ser
fotograadas individualmente.
Es así como se pretende mostrar el cuerpo
femenino desde otra perspectiva, separada de los aspectos
sensuales y eróticos que el tema del desnudo supone,
teniendo como n el distanciamiento de las formas
familiares del cuerpo. Estas imágenes fueron creadas
deliberadamente en un ambiente de interiores, únicamente
con luz natural en blanco y negro para mantener la esencia
de la imagen, conservando el anonimato de los intérpretes
tras la gura, con la intención de evitar cualquier distracción
en el mensaje, a n de presentar una serie fotográca
donde se pueden precisar las características del desnudo
visto desde una perspectiva contemporánea.
Desarrollo
Desde sus inicios la fotografía tuvo una función
especíca que consistía en registrar los instantes que
acontecían en la vida, tratando con esto de representar la
realidad. El cuerpo humano se convirtió para numerosos
fotógrafos en un tema fascinante para ser retratado, ya sea
por su anatomía o por el placer sensual que éste genera.
Estando en boga el verbo "descubrir" durante la época del
Renacimiento, se ambicionaba explorar el mundo a través
de profundos cambios que marcaban una ruptura con el
pasado medieval, con lo que el desnudo tomó una gran
importancia en la representación de la gura desnuda por
su belleza corporal, la exquisitez de su silueta y para realizar
escenas eróticas. Este avance en la expresión del desnudo
se produjo debido a que en el Renacimiento se dio un
cambio de mentalidad y de expresión, especialmente en
cuanto a conocer, juzgar y comprobar. Así, las esculturas
y las pinturas creadas en este tiempo reprodujeron con
maestría la gura humana.
El período barroco y el arte del siglo XX
especialmente, son dos espacios donde Occidente fue
testigo de un profundo ingreso en la temática del cuerpo.
Cuando se reexiona acerca de la historia del arte occidental
se puede comprobar, sin lugar a dudas, que el motivo
más recurrente ha sido el cuerpo humano y la expresión
corporal.
Sería imposible hablar del desnudo fotográco
en el sentido ortodoxo del término, por cuanto
la exhibición de la desnudez humana no suele
ser una condición imprescindible ni la nalidad
de la obra, sino una alternativa para propiciar
un discurso adicional. De modo que resulta
concebir a estas imágenes desde un proceso
que implique la representación del ser humano
desnudo o bien a la representación fotográca
de otras alternativas que soportan un discurso,
en la presencia del ser humano desnudo o
semidesnudo. (Alom Jiménez, 1994 y 1996)
A través de la historia del arte, el cuerpo humano
ha despertado gran interés, siendo tratado con todos
los procedimientos técnicos, discutido en las diversas
corrientes estéticas e inmerso en la polémica social ante el
cuestionamiento en torno a la sexualidad, el erotismo y la
pornografía. La fotografía, al adoptar el desnudo dentro de
su campo de acción, vericó que lo que se estaba mostrando
y había estado realmente ante la cámara, se representaba
como un icono, un desnudo real y no simbólicamente como
lo había hecho la pintura.
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La fotografía del desnudo se compone de un
conjunto que incluye factores psicológicos, estéticos y de
estilo personal. Como han mencionado algunos críticos,
entre ellos Kenneth Clark (1996): “No es solamente un tema
del arte, sino una forma de hacer arte”.
Como también arma el fotógrafo ecuatoriano
Eduardo Quintana (1992): “Es una temática fascinante y
complicada en la que cada autor resuelve con su visión
las vivencias de búsquedas y hallazgos de una personal
caligrafía fotográca”.
En la actualidad existe una gama variada
en cuanto al tratamiento del desnudo fotográco: el
desnudo abstracto, el desnudo erótico, entre otros; todos
enmarcados dentro del desnudo artístico, como también el
desnudo publicitario y el desnudo editorial. En los últimos
años, después de un cierto declive, el desnudo artístico ha
vuelto a tomar fuerza y, a pesar de que ya prácticamente
nadie se escandaliza al ver un cuerpo desnudo, este sigue
siendo un tema social en cierto modo tabú, debido a los
convencionalismos sociales y educacionales que generan el
prejuicio del miedo a la propia desnudez. Hoy, en general,
se entremezclan los estilos entre el realismo, la abstracción
del pictorialismo y lo conceptual.
Aun así el tema del desnudo en la fotografía
muchas veces sigue siendo tabú. Su mal uso o interpretación
puede crear una obra obscena, violenta, invasiva y ofensiva.
Cada autor, al igual que cada observador, tiene su propia
interpretación, que va de acuerdo a las ideas o enseñanzas
que ha adquirido, y sus preferencias pueden ir de lo sutil a
lo desagradable.
El cuerpo expuesto como representación en
el arte, fue tomado por los artistas en términos de “gura
humana”, para describirla, exaltarla como forma simbólica y
también expresión de deseo, de lo erótico por excelencia. En
la gura humana van asociados el pudor y la provocación,
así como la singularidad y la generalidad de la especie.
Si bien el cuerpo no es más que el punto de
partida de las obras se trata, sin embargo, de un pretexto de
gran importancia. Desde las más remotas manifestaciones
artísticas que se conocen, vemos representaciones de
desnudos, porque el cuerpo está sujeto a múltiples
connotaciones y cuando se convierte en imagen artística,
esas asociaciones se potencian, tanto simbólica como
estéticamente.
El desnudo es entendido como una excusa para
abordar las diferentes actitudes con las que miramos
y tenemos contacto con nuestro propio cuerpo y el de
los demás. Existe la creencia de que el cuerpo humano
desnudo es en sí mismo un objeto en el que la vista se
detiene con curiosidad y agrado; por tanto, es algo que nos
complace ver representado; no obstante, esa complacencia
se funda en una consideración ideal de cuerpo que no es
representado sino perfeccionado en el arte, aspecto que
fue reconsiderado más adelante en el siglo XX.
Al contemplar el mundo, nos identicamos con lo
que vemos y, mediante esta relación hemos creado y nos
expresamos artísticamente. Este es el proceso denominado
en estética “empatía”. El desnudo promueve nuestra empatía
con el objeto representado como ningún otro, porque la
frontera entre el cuerpo y la imagen es infranqueable. El
desnudo no es un tema de arte, sino una forma de arte.
Las texturas de la piel y el estudio de la forma
femenina como naturaleza muerta, fueron la inspiración
para este trabajo, teniendo la intención de llevar el
desnudo al distanciamiento de formas familiares del cuerpo
femenino. No sólo el tema, sino también en el mundo de la
fotografía, se busca a través de luces y sombras, jugar con
lo abstracto y las ilusiones ópticas, que esta sea expresiva
y dramática, crear ambigüedad en la imagen, de modo que
el espectador dude acerca de qué parte del cuerpo está
mirando. De esta manera, se consigue liberar el cuerpo
femenino de sus asociaciones convencionales.
Las fotografías del desnudo, desde el sentido de
la realidad de lo cotidiano, es muchas veces tabú, mal vistas
o no apreciadas; de allí que este trabajo pretende darle un
valor más allá de este punto de vista como objeto de arte.
Las fotografías presentadas, fueron realizadas en blanco y
negro en la búsqueda de mantener la esencia de la imagen,
creadas en ambientes interiores, donde los intérpretes
fueron guiados en su totalidad, evitando cualquier
identicación tras la gura en la fotografía, con el propósito
de minimizar la distracción en el mensaje.
Silencios: Naturaleza en alto contraste
Elizabeth Chirinos y Mireya Ferrer
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Asimismo se buscó la riqueza de las texturas
de la piel, acentuando muchas veces las supuestas
imperfecciones y la belleza de las líneas, la iluminación
natural, así como los reejos de sombras, piel mojada y
texturas, buscando abstraer lo que generalmente se nos
viene a la mente cuando planteamos el desnudo desde
un acercamiento más directo, presentando así el cuerpo
como un rompecabezas, donde cada extremidad tiene
su lenguaje, su protagonismo, y la desnudez es al mismo
tiempo hermosa e imperfecta.
Siendo así, tal vez por el contacto diario que
experimentamos sin prestar atención a los pequeños
detalles, este conjunto de imágenes precisamente pretende
acentuar fragmentos de nuestra corporeidad. Asimismo,
en esta serie se quiere retratar la textura de los cuerpos
desnudos, en escenarios o situaciones habituales donde,
a medida que se fotografía, se descubren innidad de
posibilidades presentes en cada cuerpo. Partes del cuerpo
menos apreciadas, atendiendo a los cánones estéticos
tradicionales, son dotadas de una atención única. Muchas
de ellas resultan interesantes, pero que al verlas de cerca se
volvieron aún más fascinantes.
Las imágenes fueron retocadas por medios
digitales, para profundizar el contraste, utilizando, en la
mayoría de los casos, fondos negros; y en otros casos, la piel
fue pintada, para acentuar las texturas.
Silencios: Naturaleza en alto contraste
Elizabeth Chirinos y Mireya Ferrer
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Conclusiones
Podemos concluir, una vez realizado el estudio,
que el desnudo femenino es una temática fascinante
para el área fotográca, inmersa en innitas posibilidades
creativas, separando los preceptos convencionales que se
tienen de él, aprovechando detalles de formas y texturas de
la piel, a través de la técnica de la macro-fotografía y sus
posibilidades para abstraer las formas.
Para ello se estudió el tratamiento del desnudo a
lo largo de la historia del arte en diversos procedimientos
técnicos y variadas corrientes estéticas e inmerso en la
polémica social ante el cuestionamiento en torno a la
sexualidad, el erotismo y la pornografía, siendo la fotografía
del desnudo un conjunto que incluye factores psicológicos,
estéticos y de estilo personal, donde no es solamente un
tema del arte, sino una forma de hacer arte, tomando el
desnudo para la realización de las imágenes como cuerpo
expuesto para describir y exaltar las formas simbólicas
como expresión sublime de lo erótico por excelencia, a
través del acercamiento para descubrir multitud de detalles
imperceptibles a una primera mirada.
Es así como estas consideraciones y la propia
práctica fotograca arrojó como resultado una serie de 30
imágenes que tiene como título
Silencios: Naturaleza en
alto contraste
, haciendo alusión a la concentración de la
imagen y la ausencia de identidades que estas presentan, y
la naturaleza al desnudo como objeto de arte.
Referencias
Alom Jiménez, Juan Carlos (1994/96).
Fotografía
impresa
. Huella Múltiple: La Habana.
Clark, Kenneth (1996).
The Nude: A Study in Ideal
Form
(Trad. esp. Francisco Torres Oliver, El desnudo: Un
estudio de la forma ideal, Madrid: Alianza, 1981).
Quintana, Eduardo (1992).
Catálogo del Salón
Nacional PROESA.
Quito.
Fotografías: Elizabeth Chirinos
Silencios. Naturaleza en alto contraste
Selección de imágenes
Maracaibo, 2016
Revista Arbitrada de la Facultad Experimental de Arte de la
Universidad del Zulia
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