
Expresiones corporales presentes en los comensales del comedor de LUZ
Yajaira Machado y Denny Fernández
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Introducción
Alimentarse es una necesidad biológica primaria
de todo ser vivo y especialmente del ser humano. Es por
ello que todos comemos para sobrevivir, pero nuestro
comportamiento alimenticio va en concordancia con
nuestra cultura, costumbres, ideas aprendidas sobre la
etiqueta, patrones de alimentación, comidas aceptadas,
tamaño de las porciones y horarios (desayuno, almuerzo
y cena). De estas tres, el almuerzo es considerado uno
de los más importantes en la dieta diaria, ya que este
aporta las proteínas y energía que el cuerpo necesita
para no desfallecer y afrontar cualquier actividad (Navarro
et al, 2020, p. 552-560); además, ayuda a mantener el
metabolismo activo.
Por tal motivo, la Dirección de Desarrollo y
Servicios Estudiantiles de La Universidad del Zulia (DIDSE-
LUZ), ubicada en Maracaibo, estado Zulia, Venezuela, en
su programa de Comedores universitarios, entendiendo
la importancia del almuerzo y que los estudiantes son su
prioridad, se ha abocado para que este renglón de la dieta
estudiantil permanezca accesible para quienes lo necesitan.
DIDSE cuenta con cuatro comedores estudiantiles: el
del núcleo Técnico, que benecia a los estudiantes de las
Facultades de Ingeniería, Arquitectura y Diseño gráco; uno
ubicado en el núcleo de la Costa Oriental del Lago (COL)
y otro en el núcleo de Punto Fijo, y el comedor central “Br.
Isidro Hernández”, fundado el 21 de noviembre de 1990,
ubicado en los alrededores de la Facultad de Medicina,
diagonal a la Facultad Experimental de Ciencias. Es así que
desde 1990, el comedor Central de La Universidad del Zulia,
ha albergado a miles de estudiantes en sus instalaciones
para cubrir esta necesidad de suma importancia para su
desarrollo físico e intelectual.
En sus inicios, en estos comedores se atendía
diariamente alrededor de 10 mil estudiantes; en la
actualidad esta cantidad de comensales ha disminuido
debido a la deserción estudiantil, acentuada en este tiempo
posiblemente por la situación económica en la que se
encuentra nuestro país.
A lo largo de nuestros estudios de Artes
Escénicas, mención Teatro, en la Facultad Experimental de
Artes (FEDA-LUZ), nos vimos en la necesidad de acudir al
comedor central para almorzar, como lo hacen muchos
estudiantes, y pudimos constatar las muchas dicultades
que se afrontan para acceder al necesario alimento. Desde
las diez de la mañana (10:00 am) se empieza a formar la
cola (la), para adquirir de manera gratuita el ticket que es
canjeado por el almuerzo; a medida que avanza el tiempo,
se va incrementando la masa estudiantil, lo que hace que
la espera para poder almorzar sea aproximadamente de
dos horas, durante las cuales generalmente hay caos y
desorden, especialmente propiciados por quienes llegan
de últimos queriendo ser atendidos de primero.
Luego de esta travesía, el estudiante logra entrar
al comedor para enfrentar otra serie de dicultades, tales
como: una segunda cola, falta de utensilios para comer,
espacio en precarias condiciones y un tiempo de espera
extra por falta de algunos de los rubros que componen la
dieta alimentaria (arroz, ensalada, proteína, entre otros).
Después de superar tales obstáculos, el estudiante logra
convertirse ocialmente en un comensal.
En este tránsito observamos con detalle cómo
se maniestan las técnicas del cuerpo, la proxémica y la
kinésica, a través de los cuerpos de los diferentes individuos
que se congregan para cumplir con el rito del almuerzo,
lo que nos indujo a estudiar y recrear este fenómeno para
aproximarnos a una puesta en escena que muestre la
corporeidad del estudiante hasta cumplir con su objetivo
en el comedor central de LUZ.
Partiendo de esta idea, nos planteamos
desarrollarla tomando como punto de partida los
conceptos de kinésica, proxémica y técnicas del cuerpo,
hasta llegar a describir las técnicas del cuerpo a través de
las expresiones corporales presentes en los comensales
del comedor central de La Universidad del Zulia (LUZ),
aplicando los conceptos antes expuestos. Para ello fue
necesario utilizar recursos como la observación y el análisis
del comportamiento corporal y gestual de los comensales,
con la nalidad de tener una guía para la representación de
los mismos, mediante una puesta en escena.
Para concluir, hacemos un breve análisis de
estos conceptos con la problemática planteada, cuyo
resultado nal es una propuesta artística. Este trabajo forma
parte de nuestro proceso investigativo sobre el cuerpo,
comunicación y producción escénica, el cual propone crear
una línea de investigación que permita al artista indagar
sobre las posibilidades que tiene el ser humano para
afrontar dicultades y vencer obstáculos que le lleven a un
resultado favorable en su búsqueda de sobrevivir.
Partiendo de las deniciones
A continuación, hacemos referencia a algunas
deniciones y conceptos básicos que nos ayudarán a
entender y aproximarnos al tema planteado. Iniciamos
con la kinésica, ciencia de la comunicación que se expresa
a través del gesto y la expresión facial, siendo esta “el
estudio de las formas y de las funciones de la comunicación
individual, la naturaleza de la interacción entre movimiento
y lenguaje verbal, la observación de la interacción gestual
entre dos o varios individuos” (Pavis, 1998, p. 268).
A través de la kinésica podemos crear y recrear
situaciones y momentos de la vida cotidiana y de igual
manera codicar y decodicar mensajes en un entorno
determinado o en una población. Es así que la comunicación
no verbal cobra suma importancia, porque aun sin hacer
uso de la palabra, el ser humano constantemente envía
diferentes mensajes que van desde la forma de caminar y
vestir, hasta la manera de transmitir información por medio
de la mímica del rostro o la kinésica.