Revista Gaceta Laboral
Vol. 26, No. 3 (2020):
254-274
Universidad del Zulia (LUZ) • ISSN 1315-8597
Una aproximación a la reconfiguración
programada del sistema de relaciones
industriales: Efectos sobre el mercado laboral
y la emigración reciente en Venezuela
Luis Lauriño
Msc. en Relaciones Industriales. Msc. en Sistemas de la Calidad. Msc. en
Historia de Venezuela. Candidato a Doctor en Historia. Profesor/Investigador
(Asociado) del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la
Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB). Director del Área Laboral
(IIES-UCAB). Director de Docencia (IIES-UCAB). Editor de la Revista Temas
de Coyuntura (IIES-UCAB). Correo electrónico: luis_laurino@yahoo.com.mx
Resumen
A partir del año 1999 se inició un proceso de transformación programado e in-
tencionado del sistema de relaciones industriales imperante en Venezuela des-
de el año 1958, cuya orientación ideológica, con referencia en un marxismo se-
lectivo, pretendió como fin último la maximización del control político y social,
a través de un conjunto de medidas y políticas diseñadas específicamente para
ello. En este trabajo se busca analizar, de manera general, cómo a través de las
políticas laborales oficiales y la consecuente transformación intencionada del
sistema de relaciones industriales se fueron produciendo cambios programa-
dos y graduales del orden social, expresados particularmente en indicadores
económicos, del mercado laboral y migratorios durante el período 1999-2019.
Palabras clave: Relaciones industriales; mercado laboral; migración; marxismo.
Recibido: 17-12-2020 Aceptado: 28-12-2020
254
Una aproximación a la reconfiguración.../ Luis Lauriño
An approach to the programmed
reconfiguration of the industrial relations
system: Effects on the labor market and
recent emigration in Venezuela
Abstract
Starting in 1999, a process of programmed and intentional transformation
of the prevailing industrial relations system in Venezuela began since 1958,
whose ideological orientation, with reference to a selective Marxism, aimed
as its ultimate goal the maximization of political and social control, through
a set of measures and policies specifically designed for this. This paper seeks
to analyze, in a general way, how through labor policies and the consequent
intentional transformation of the industrial relations system, programmed and
gradual changes of the social order were produced, expressed particularly in
economic, labor market and migration indicators during the period 1999-2019.
Keywords: Industrial relations; labor market; migration; marxism.
1. La reconfiguración del
adecuada, arrojan como resultado
sistema de relaciones
global un relativo equilibrio, o “paz
industriales 1999-2019
laboral”, vitales para el manteni-
miento y optimización del sistema
John Dunlop, en su obra “Sistemas
económico con el cual interactúa (Ver
de Relaciones Industriales” afirmó
figura Nº 1). Cuando la configuración
que,
“las sociedades industriales
de este sistema es alterado de forma
crean necesariamente relaciones
orgánica o intencionada, y se afectan
industriales, definidas como el com-
las relaciones y correlación de
plejo de interrelaciones entre empre-
poder entre sus actores principales
sarios, obreros, y organismos del
(trabajadores, patronos y Estado) no
gobierno”, dados en contextos parti-
sólo es alterado el equilibrio resul-
culares y regulados por un conjunto
tante del sistema, al elevarse los
de normas de diferentes niveles y
niveles de conflictividad, también re-
alcances.
sulta afectado directamente el desem-
peño y equilibrio de los sistemas
Un sistema de relaciones indus-
económico y social con los que éste
triales supone un conjunto de ele-
interactaúa1.
mentos que, articulados de forma
1
Afirma John Dunlop (1978: 105), que una de las dimensiones analíticas “…del entorno de un
sistema de relaciones industriales es la situación y distribución del poder en la sociedad general”,
añadiendo que “esta faceta del contexto es decisiva para la definición del status de los actores:
obreros y sus organizaciones, jerarquías empresariales, y organismos gubernamentales”.
255
Revista Gaceta Laboral Volumen 26, No. 3. 2020
Figura No. 1
Interpretación del Prof. José Ignacio Urquijo S.J. del Sistema de
Relaciones Industriales de J. Dunlop
Distribución de Poder en la
Sociedad
Contextos
CONSENSO
Proceso legal
ideológico (++)
PROTAGONISTAS
Legislación
N
Socio-laboral
O
Empresarios y
Administración
OBJETIVO
Trabajadores y
R
sus Organiz.
de las Leyes
sus Organiz.
PAZ LABORAL
M
A
...lugar, comunidad
Interacción
Relaciones...
sociales de trabajo reguladas y armónicas
T
de trabajo
I
Procedimientos
Equilibrio por
Gobierno
V
homeostasis
agencias
NEGOCIACIÓN
social
especializ.
A
Colectiva
+ CONSENSO
Administración
ideológico
del Contrato
Mercado y Restricciones
Tecnología
Presupuestarias
Contextos
Fuente: Urquijo (2001: 154)
En este sentido, se espera que las
del capital, la reinversion en la
politicas laborales impulsadas desde
capacidad y mejoramiento produc-
tivo, y por otro lado, el bienestar
el Estado para el funcionamiento de
integral del trabajador y su familia,
las relaciones de trabajo en cualquier
a partir de una remuneracion y
sociedad contemporánea busquen
beneficios suficientes”
(Lucena,
como objetivo principal contribuir
2015: 96).
con que las actividades productivas
se desarrollen de manera armoniosa
y adecuada para garantizar a la
Sin embargo, en Venezuela, las
sociedad los productos y servicios
políticas laborales asociadas al sis-
necesarios para su funcionamiento y
tema de relaciones industriales, como
bienestar.
marco orgánico en el que se desarrolla
y dinamiza el mercado laboral, han
De la misma forma, impulsar
sido objeto de transformaciones
condiciones adecuadas para un
estructurales, programadas e inten-
funcionamiento equitativo en las
cionadas, en las dos últimas décadas.
relaciones entre empresas y traba-
Diseñadas y ejecutadas por el
jadores, cuya retribucion permita
régimen político instaurado a partir
su común satisfacción, favoreciendo
del año 1999, las políticas laborales
con ello,
oficiales han generado gradualmente
“por un lado, el mejoramiento de
efectos regresivos, no sólo sobre el
sus capacidades, el rendimiento
sistema de relaciones industriales,
256
Una aproximación a la reconfiguración.../ Luis Lauriño
sino sobre todas las instancias que
tivo, también definidas por el marxis-
conforman la sociedad venezolana en
mo clásico: la primera es la “infra-
sus dimensiones política, económica
estructura”, entendida como el
y social.
armazón interior de la sociedad,
en el cual, la propiedad privada es
Un marxismo “selectivo” ha servido
interpretada como un hecho econó-
como eje discursivo y referencial
mico en sí mismo. La segunda
metodológico para la transformación
instancia es la
“superestructura”,
del sistema de relaciones industriales
instancia en la que se justifica, ética
desde el año 1999. En este sentido,
y jurídicamente, como una suerte
se incorporó del marxismo clásico la
de
“caparazón”, la mencionada
idea de que la producción es la base
infraestructura2.
de todo orden social, y por ende, es
en el sistema productivo en el que se
A propósito de ello, los cambios
generan sus cambios. Aceptada esta
orientados hacia tal transformación
visión como un referente estratégico
no sólo fueron enunciados, también
de acción política se concibe en ello
fueron “fundamentados” sobre una
una relación causal y determinística
base de “legitimidad” y “legalidad”,
para la puesta en marcha de la
a través del diseño y aprobación de
transformación social y política, a
una particular red normativa3 que
partir de la transformación del sis-
permitiría su puesta en marcha
tema productivo.
gradual,
“justificándolos” así ética
y jurídicamente a partir de ese
De manera que, con base a estas
momento.
ideas el nuevo régimen político
focalizó sus esfuerzos para la trans-
“En este sentido, los hitos progra-
formación y control social, entre
máticos y normativos tomaron
otros, a partir del diseño y ejecución
forma, entre otras: en la propia
de unas políticas laborales dirigidas
Constitución Nacional de
1999,
a la transformación del sistema
que introdujo la idea de la “pro-
productivo, y específicamente a la
piedad colectiva” de los medios de
destrucción de las bases del modelo
producción, como una herramienta
capitalista de producción puesto en
para “alcanzar la igualdad en la
marcha en el país a partir del año
repartición de la riqueza”; en el
Plan de Desarrollo Económico y
1958, cuando es reinstaurado el
Social de la Nación 2001-2007 que
sistema liberal democrático (Lauriño,
promovió una “mayor participación
2019).
del Estado y nuevas formas cor-
Asumiendo las ideas de aquel
porativas”, para avanzar hacia
marxismo “selectivo” como un dogma,
una “economía mixta”; en el “Salto
las políticas laborales oficiales se
Adelante”, que sentó las bases de
enfocaron en la transformación de
la “aceleración en la construcción
dos instancias del sistema produc-
del nuevo modelo productivo”; en
2
Inspirado en una “revision crítica de la filosofía hegeliana del Derecho”, señaló Marx (1989: 7),
que las “relaciones de producción en su conjunto constituyen la estructura económica de la
sociedad [infraestructura], la base real sobre la cual se erige la superestructura jurídica y política
y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social”.
3
Se trata de la justificación “ética” y “jurídica” planteada en la “superestructura” por Marx.
257
Revista Gaceta Laboral Volumen 26, No. 3. 2020
la Reforma Constitucional y la Ley
truir la configuración, el consenso
Habilitante de 2007, que planteó
y los fundamentos ideológicos del
la “subordinación de la propiedad
sistema productivo ensayado du-
privada a la propiedad social y el
rante el período 1945-1948 y desa-
desarrollo de la economía popular”,
rrollado a partir de 1958 en Venezuela
introduciendo la “organización co-
(Lauriño, 2019; Lauriño, 2020).
munal”; en el Primer Plan Socia-
lista de la Nación 2007-2013, que
En un plano macro o general,
estableció abiertamente el desa-
aquella estrategia oficial para la
rrollo de un “Nuevo Modelo Pro-
transformación y control del sistema
ductivo Socialista” y la “transfor-
de producción, supuso medidas
mación de las relaciones de pro-
orientadas a los trabajadores,
ducción”; y finalmente, en el III
patronos y el Estado, como actores
Congreso del Partido Socialista
principales del sistema.
Unido de Venezuela (Libro Rojo),
realizado en el año 2010, con “la
En cuanto a los trabajadores, las
eliminación de la propiedad pri-
medidas diseñadas para desmontar
vada de los medios de producción
su capacidad organizativa y de acción
esenciales”, y la
“reducción pro-
contemplaron la ruptura absoluta
gresiva y creciente [del sistema de
del diálogo social o el consenso, lo
producción] hasta su eliminación
que derivó en la unilateralidad de las
definitiva de la explotación del
políticas laborales, de negociación
trabajo ajeno” (Lauriño, 2019: 12).
colectiva y salariales. Se consolidó
el protagonismo del Estado como
Así, la
“superestructura” puesta
ordenador, y sobre todo como
en marcha desde 1999 se comenzaba
patrono, y en consecuencia se retrasó
a alinear con el “batiburrillo ideo-
de forma deliberada la discusión
lógico” de influencia marxista4 enun-
de los contratos colectivos5. Se
ciado y ejecutado durante las dos
discriminó por razones políticas a
últimas décadas en el país, a través
las organizaciones sindicales y se
de las diversas medidas oficiales,
introdujo e impulsó una práctica
unilateralmente definidas, para des-
regular de criminalización de la pro-
4
En cuanto a la configuración ideológica que origina los cambios introducidos en el sistema de
relaciones industriales a partir del año 1999 puede verse: Lauriño, L. (2019). “Consenso, Diálogo
Social y Redistribución del Poder Productivo (1999-2019)”. Trabajo de Ascenso a Asociado.
Universidad Católica Andrés Bello. Caracas.
5
En varios años de la década de los ochenta se negociaron anualmente cerca de dos mil convenios
colectivos. En la década de los noventa, a pesar de las dificultades de la economía venezolana,
con un barril del petróleo que llegó hasta los ocho dólares, no hubo menos de un mil convenios
negociados cada año. En contraste, en el período 1999-2015, apenas en los dos primeros se
superaron las setecientas negociaciones: 753 en 1999 y 741 en 2000. Y entre 2000 y 2015, el
número de convenios negociados ha oscilado entre un mínimo de 360 -año 2011- y un tope
de 680 -año 2005- anualmente. Véase: Lucena, H. (2015). “Venezuela: Politicos Públicas y
Relaciones de Trabajo”. En: Cuadernos del CENDES. Año 32. N° 89 Tercera Época Mayo-Agosto
2015. Caracas. CENDES. p. 223.
258
Una aproximación a la reconfiguración.../ Luis Lauriño
testa laboral, así como las inéditas
dad y la radicalización del discurso
prácticas de sicariato sindical6, entre
antiempresarial, hoy conocida desde
otras. Estas medidas correlacionadas
predios oficiales como “guerra econó-
derivaron, lógicamente, en la frag-
mica” (Lauriño, 2019).
mentación y el paralelismo sindical,
En relación al Estado, como el
reduciendo con ello la capacidad de
tercer actor fundamental del sistema
acción y el poder socio-económico
productivo, se impulsaron una serie
del trabajador como actor del sis-
de medidas desde el Ejecutivo que
tema productivo (Lauriño, 2019).
gradualmente le permitieron conso-
En cuanto al empresariado, otro
lidar su poder hegemónico en el
actor fundamental del sistema, las
sistema. Han destacado entre éstas la
medidas de facto lograron reducir,
dilatación programada de la nómina
no sólo su participación en la acti-
oficial, cuyo “numero de empleados
vidad económica, sino su capacidad
(…) creció a una tasa anual de 4,6
productiva. Entre ellas, un proceso de
por ciento (7,3 por ciento desde 2004)
desindustrialización impulsado por el
y paso de poco más de 1.350.000
Ejecutivo que hizo que, de un parque
funcionarios en
1999 a cerca de
industrial de aproximadamente
2.450.000 en el segundo semestre de
12.700 empresas existentes en 1997,
2011” (Daza, 2012: 14), sin alguna
se llegara a unas 5.500 empresas en
incidencia en los niveles producción
2015 y aproximadamente 2.500 en
o productividad, aunque si en el
2018, operando por debajo del 23%
control político y la dependencia. Se
de su capacidad instalada. Aunado a
diseñaron instituciones y normativas
ello, y como una de sus causas, las
para la maximización del control
medidas de expropiaciones, naciona-
gubernamental y la concentración de
lizaciones y estatizaciones, que
los poderes públicos en el Poder
dieron cuenta entre 2005 y 2012 de
Ejecutivo, difuminando con ello el
más de 3.300 violaciones a la pro-
equilibrio característico de las demo-
piedad privada; un cerco legal que,
cracias, maximizando y monopoli-
en su conjunto, comprende más de
zando el poder del Estado como actor
cincuenta (50) fórmulas normativas
socioproductivo, y reforzándolo con
(leyes orgánicas, leyes ordinarias y
la militarización gradual de las ins-
decretos, entre otras), a fin de limi-
tancias del más alto nivel de decisión
tar la actividad productiva privada;
en el sistema productivo (Lauriño,
lo que se complementó con un
2019).
incremento significativo de los entes
En este nivel general, las políticas
oficiales de fiscalización de la activi-
6
El sicariato sindical es una práctica delictiva orientada a sembrar temor entre las organizaciones
sindicales de signo político contrario al oficial, a través de la violencia y la muerte por
encargo, inexistente en el país hasta el año 2005, cuando comienzan a aparecer sus primeras
manifestaciones, sin que haya registro o reconocimiento oficial de las mismas. Por ejemplo, en
el año 2012 el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVS) contabilizó un total de 59
sindicalistas asesinados por presuntos conflictos sindicales, mientras que PROVEA registró en
2014 un total de 35 sindicalistas muertos por razones similares. Véase: Observatorio Venezolano
de Conflictividad Social (2012). “Violencia Sindical en Venezuela”. Enero-Septiembre. Disponible
en: http//www.observatoriodeconflictos.org.ve; y Programa Venezolano de Educación Acción
en Derechos Humanos (PROVEA). “Informe Anual: Derechos Laborales”. 2014. Disponible en:
http//www.derechos.org.ve.
259
Revista Gaceta Laboral Volumen 26, No. 3. 2020
laborales y demás medidas oficiales,
cialmente, entre los años
2003 y
condujeron al sistema de producción,
2008, período en el que los precios
desde un modelo tripartito y demo-
internacionales del petróleo supe-
crático de relaciones sociales de tra-
raron gradualmente la barrera de
bajo, que permitió alcanzar los más
los US$30 por barril, hasta llegar
altos niveles de desempeño econó-
a un tope cercano a los US$90 en
mico y productivo de la historia
2008- mostraría su faceta más dura
contemporánea del país, a un mo-
y evidente a partir del año
2012,
delo militarista y hegemónico que,
cuando empezaron a caer los precios
priorizando la consolidación de su
del petróleo desde un pico superior
poder político, sólo ha mostrado los
a los US$100, haciendo ya imposible
peores indicadores macroeconómi-
ocultar sus dimensiones.
cos, productivos y laborales que se
Sus efectos serán evidenciados
hayan conocido desde la fundación
en el mercado laboral a través de los
de la República.
indicadores del desempleo, subem-
Aquella estrategia oficial para la
pleo, informalidad, precariedad y
transformación y control del sistema
salario, entre otros. De manera que,
de relaciones de trabajo no sólo
cumplidos trece años desde que
había generado consecuencias en el
aquel nuevo régimen político iniciara
plano general, también lo ha hecho
el proceso de transformación del
en un plano específico o en un micro
sistema de producción, la tasa de
nivel. De manera que, siendo el
desempleo se había visto reducida,
mercado laboral parte fundamental
“gracias a la creación de alrededor
del sistema de relaciones de trabajo,
de 3,65 millones de empleos, en su
no podía estar exento del influjo que
mayor parte formales, pero, al mismo
aquellos cambios generaban en el
tiempo, escasamente productivos”
mediano y largo plazo, resultando en
(Daza,
2012: 12). En alguna pro-
un colapso macroeconómico (Puente
porción aquello fue producto, entre
y Rodríguez, 2020: 55-72), y en una
otras causas, de las medidas de
crisis humanitaria7 sin precedentes
expropiación, nacionalizaciones y
en el país.
estatizaciones, sucedidas entre 2005
y 2012.
Los datos del Instituto Nacional de
2. Evolución del mercado
Estadística (INE) indican que cerca
laboral 2013-2019
de 2.780.000 de esos empleos habían
sido de carácter formal, y que de cada
Aquella crisis que, aunque en
cien de estos puestos formales de
buena medida atenuada y encu-
trabajo, 41 habían sido creados por
bierta en sus inicios, -debido a los
el Estado, y 59 habían sido generados
crecientes y extraordinarios recur-
por la empresa privada.
sos provenientes del petróleo; espe-
Por su parte, el sector informal de
7
Así lo catalogó en el año 2016 la organización Human Rights Watch. Véase: Human Rights
Watch (2016) “Crisis humanitaria en Venezuela. La inadecuada y represiva respuesta del
gobierno ante la grave escasez de medicinas, insumos y alimentos”. Octubre 24 de 2016.
Disponible en: https://www.hrw.org/es/report/2016/10/24/crisis-humanitaria-en-venezuela/
la-inadecuada-y-represiva-respuesta-del-gobierno#_ftn178.
260
Una aproximación a la reconfiguración.../ Luis Lauriño
la economía había absorbido cerca
consecuencia incluir trabajadores en
de 870.000 personas. Se incluía así
condiciones vulnerables no incluidos
en este sector, principalmente traba-
por otros métodos de cálculo basados
jadores no calificados por cuenta
en los mencionados criterios de racio-
propia (68,9%), empleados y obreros
nalidad productiva (Daza, 2012).
en empresas pequeñas (23%), patro-
Así, basándose en el criterio de la
nos de microempresas
(6,2%) y
OIT, en la presencia o ausencia de
ayudantes familiares (1,9%) (Daza,
cobertura de normas de protección
2012: 13).
laboral, mientras la tasa de infor-
En este orden de ideas, y en aras
malidad correspondiente al 2009 se
de entender la relatividad de estas
estimaba en 47,4%, el INE calculaba
cifras de informalidad, es importante
en aquel año una tasa del 44,1%. Es
destacar que en Venezuela, la con-
decir
3,3 puntos porcentuales por
cepción del trabajo informal está aún
debajo (Daza, 2012). De acuerdo a
atada a un criterio de racionalidad
ello,
“el sector informal venezolano
productiva que se asocia a micro-
tendría en sus filas entre 425.000 y
empresas o establecimientos de pe-
785.000 personas adicionales, y la
quena escala, así como de capital
creación de empleo formal sería infe-
y productividad de baja escala, en
rior a la indicada por las autoridades
los que priva una logica más de
venezolanas” (Daza, 2012).
subsistencia que de acumulación.
Durante este período 1999-2013,
Bajo esta concepción, será informal
la tasa de desempleo aumentó signi-
un trabajador que labora por cuenta
ficativamente en las recesiones (1998-
propia o en una pequeña empresa de
1999/2002-2003) y disminuyó con-
menos de cinco empleados.
siderablemente durante el período de
Adicionalmente, en Venezuela, se
crecimiento (2004-2008), promovido
consideran empleados informales a
por la inversión pública y privada, y
aquellos trabajadores que no están
por un contexto favorable de nego-
amparados por la regulación laboral,
cios. A su vez, en este período se
bien sea por razones de hecho o de
registraron caídas en la tasa de
derecho. De manera que mientras el
desempleo, aunque en menor me-
INE adopta este criterio de racio-
dida, en los años 2007 y 2008 (Daza,
nalidad productiva en torno a la
2012). A pesar de ello, el empleo se
informalidad, la Organización Inter-
había constituído en el principal
nacional del Trabajo
(OIT) y la
problema de los venezolanos en el
Comisión Economica para América
plano personal, si bien la inseguridad
Latina y el Caribe (CEPAL), han adop-
lo había sido en el plano colectivo
tado otros criterios técnicos de cál-
(Daza, 2012).
culo que permiten ampliar las consi-
deraciones de informalidad, y en
261
Revista Gaceta Laboral Volumen 26, No. 3. 2020
Figura No. 2
Fuente: theglobaleconomy.com, 2020
Los
3.6 millones de empleos
cual aumento la participación de
creados durante estos trece años se
trabajadores en condición de depen-
habían concentrado principalmente
dencia, mientras que disminuyó la
en sectores de baja productividad,
de trabajadores por cuenta propia,
tales como ministerios y organismos
los empleadores y los ayudantes o
adscritos a la administración pública
auxiliares familiares
(Daza,
2012:
central. Un porcentaje menor en
13-14).
empresas grandes del sector privado
Otro aspecto particular del mer-
(Daza,
2012). Por otra parte, el
cado laboral fue la reducción de la
proceso de creación de empleo
participación laboral de los ado-
había mostrado tres características
lescentes y adultos jóvenes entre 1999
fundamentales. A saber: 1) la modi-
y 2011, atribuida al retraso de su
ficación de la composición sectorial,
ingreso al mercado laboral, proba-
pues la mayor parte del empleo se
blemente, debido a
“la mejora del
dirigió hacia los servicios sociales,
salario real, particularmente impor-
comunales y personales, el comercio
tante entre 2004 y 2008”, así como
y el transporte, generando el 71 por
al subsidio
[oficial] recibido en los
ciento del empleo entre 1999 y 2011;
hogares, impactando los ingresos no
2) la dinámica del empleo público,
laborales de este segmento de la
pues el número de empleados pú-
población, e incentivando una menor
blicos paso de 1.350.000 empleados
participación laboral (Daza, 2012: 15).
aproximadamente en 1999 a cerca
Aún durante el período 1999-2013
de 2.450.000 en el segundo semestre
el panorama del mercado laboral
de 2011; y 3) la dinámica del empleo
parecía relativamente alentador en
por categoría ocupacional, según la
262
Una aproximación a la reconfiguración.../ Luis Lauriño
comparación con los años subsi-
por encima de la registrada en 2014
guientes. De manera que, al final
(68,5%)8.
de este período, ya los datos daban
En relación al mercado laboral
cuenta de cifras alarmantes, según
propiamente dicho, y particularmente
las cuales, 1 de cada 10 venezolanos
en cuanto al desempleo, debe adver-
comían dos o menos veces al día,
tirse que una persona es considerada
dada la insuficiencia de su ingreso;
en esta condición, según estándares
4 de cada 10 personas de 15 años
internacionales propuestos por la
y más, se encontraba al margen
OIT, cuando no ha laborado siquiera
de la fuerza laboral; y
32% (3.7
una hora la semana previa a la admi-
millones) de los ocupados recibían
nistración de la encuesta de hogar,
una remuneración igual o inferior al
está en disposición de participar en
salario mínimo de referencia (Zúñiga,
el mercado de trabajo y lo intenta de
2015: 100-101).
forma activa. Según esta concepción,
El desempeño económico del año
podrían incluirse en esta categoría
2015 mostró una contracción del
a personas con trabajos precarios,
5,7% con respecto al PIB. Se registró
aunque aún así permite medir y
así una disminución del 7,0% de la
comparar las cifras en, y entre países
actividad no petrolera y del 1,9% de la
(Daza, 2012: 13).
actividad petrolera. Destacó entonces
Habiendo hecho esta considera-
la caída de sectores no petroleros de
ción, podemos señalar que en un
la economía como la construcción
contexto de fuerte contracción econó-
(-23,8%), las instituciones financieras
mica como el arriba descrito, el mer-
(-13,0%), y el comercio
(-11,8%),
cado laboral mostró un aumento de
entre otros. Sólo se registraba aquel
0,5% en la tasa de desocupación,
año el crecimiento del sector de las
pasando del 5,5% en diciembre de
comunicaciones (2,7%) y el de los
2014 al 6,0% en diciembre de 2015
servicios del gobierno general (1,0%).
(CEPAL, 2016). La tasa de desocu-
La caída del PIB, aunada a la de
pación afecto particularmente a los
las importaciones
(-18,7%), había
grupos etarios más jóvenes (15 a 24
generado una contracción de la
años y 25 a 44 años). Así, entre
oferta global del 9,2% durante 2015.
diciembre de 2014 y diciembre de
Mientras que la demanda agregada
2015 se registraron incrementos del
interna se contrajo (-10,1%), con una
0,5% y 3,6%, respectivamente. Asi-
caída de la inversión bruta fija
mismo, se observó el incremento de
(-17,6%), del consumo privado
la tasa de inactividad en 3,0%, para
(-7,8%) y del gasto del gobierno
alcanzar el 37,4% a finales de 2015
general
(-2,4%). Las exportaciones
(CEPAL, 2016).
también registraron una disminución
Se perdieron este año, unos
del 0,7%. Por otra parte, la inflación
440.000 puestos de trabajo, de los
medida por índice de precios de
cuales unos 300.000 pertenecían al
consumo nacional alcanzada aquel
sector formal de la economía. Se
año, fue estimada en 180,9%, muy
8
Éste sería “el mayor valor informado por el Banco Central de Venezuela desde 1950”. Véase:
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2016). “Estudio Económico de América
Latina y el Caribe”.
263
Revista Gaceta Laboral Volumen 26, No. 3. 2020
reflejaba así, una disminución de
resultados cónsonos con el grave
510.000 puestos en el sector privado,
retroceso de los indicadores macro-
sólo compensada parcialmente con
económicos. Particularmente en rela-
la creación de
70.000 puestos de
ción a la tasa de desempleo que se
trabajo en el sector público (CEPAL,
mostró relativamente moderada, a
2016).
las tasas de ocupación informal y a
la inactividad. Sin embargo, por el
En cuanto al salario mínimo, se
lado de la demanda de trabajo se
incrementó este año (2015) en cuatro
apreció un ambiente poco favorable
oportunidades (febrero, mayo, julio y
a la inversión, con la consecuente
noviembre). “La variación acumulada
reducción de los puestos de trabajo,
fue del 97,3% si se compara el valor
resultado de una estrategia política
de esta variable a finales de 2015
como la arriba descrita, y que tradu-
(9.649 Bolívares) con el valor de
cida a la práctica en elmercado laboral:
cierre de 2014 (4.889 bolivares)”. Sin
1) obligaba a las empresas privadas
embargo, la capacidad adquisitiva
a
“incorporar a los trabajadores
de los trabajadores y pensionados
tercerizados (vía reforma de la Ley
venezolanos se veía significativamente
Orgánica del Trabajo 2012)”, a fin de
mermada, dados los altos niveles de
mantener relativamente controlada
inflación. “Entre diciembre de 2014 y
la tasa de desempleo; 2) elevaba los
diciembre de 2015 el salario mínimo
costos de despido; y
3) decretaba
expresado en términos reales regis-
unilateralmente constantes incre-
tro una contracción del 23,6%, signi-
mentos del salario mínimo, y “que
ficativamente mayor a la observada
en teoría busca[ban] impedir los
en igual periodo de 2014 (-4,6%)”
despidos masivos, [y] eleva[ban] los
(CEPAL, 2016).
costos laborales de las empresas (…),
Dos años más tarde, en 2017, las
lo que imposibilita[ba] el traslado de
condiciones del país habían empeo-
dichos costos a los precios de los
rado significativamente, al punto que,
productos que esta[ban] controlados”
entre el año 2015 y 2017, se registrara
(Marotta, 2018: 110).
un flujo migratorio, que hizo que “casi
Aquel ambiente, generó unas
80% de los emigrantes [venezolanos]
condiciones sumamente adversas
recientes dejar[a]n el país” (Freitez,
que propiciaron el cierre de muchas
2018: 222). Se calculó al cierre del
empresas, y en algunos casos su
año una inflación del 2.586% (Sosa,
reubicación internacional, reforzando
Zambrano,
2018), así como una
el proceso de desindustrialización,
contracción del ahorro, la inversión
y contribuyendo con la caída de la
y la producción de bienes y servicios.
producción local y con la “destrucción
Además, una importante caída de los
del empleo formal productivo”
ingresos fiscales petroleros y de los
(Marotta, 2018: 111).
ingresos tributarios de la economía
no petrolera. Adicionalmente, una
Por su parte, por el lado de la
contracción del PIB del 40% entre el
oferta de trabajo, se hacían sentir los
período 2013-2017 (Marotta, 2018:
efectos de la agravada recesión
110).
económica en la participación de los
Ante aquella situación, el mercado
trabajadores, mermando la impor-
laboral no mostró, paradójicamente,
tancia del trabajo formal asalariado.
264
Una aproximación a la reconfiguración.../ Luis Lauriño
“Tal situación incentiva el sobreem-
Por otra parte, la tasa de
pleo y la búsqueda de (…) opciones
desocupación global
(inactivos y
de captación de rentas para generar
desempleados) de 2017, alcanzó el
ingresos adicionales al salario”, lo
47%; mientras la tasa de participación
que aunado a las políticas asisten-
fue del 58,5% (13.147.828 personas),
cialistas del gobierno, reforzaba la
parecida a la registrada el año
inactividad y corrompía la noción
anterior. La tasa de inactividad se
ética del trabajo, como expresión
registró en 42%, también similar a
de una fórmula básica, en la que el
la de 2016, con la particularidad de
logro es resultado del esfuerzo y el
que
320.000 estudiantes dejaban
trabajo (Marotta, 2018: 111).
este rol y
241.000 pensionados
abandonaban su condición, para
El desempleo abierto se registró
ingresar al mercado de trabajo. Se
en 9% (1.177.852 personas) de la
develaba con estos últimos datos el
población económicamente activa
impacto de la recesión económica y la
(PEA), 1,6% (220.680 personas) por
abrupta caída del poder adquisitivo
arriba de la tasa registrada en 2016,
en el mercado laboral
(Marotta,
cifra que sí mostraba expresamente
2018).
la magnitud de la crisis económica
registrada aquel año
(2017). Al
En
2017, el subempleo se
descomponer esta cifra, se conta-
registró en 1,6% de la PEA (212.000
bilizaban 69.000 trabajadores cesan-
personas que trabajan menos de 15
tes, mientras 152.000 nuevos traba-
horas semanales), lo que sumado
jadores no conseguían su primer
al desempleo abierto, alcanzó el
empleo. Buena parte de aquel
11% de la fuerza de trabajo. Por
desempleo se concentraba en grupos
otra parte, se registró un 45,2% de
etarios de jóvenes con edades com-
ocupados en trabajos informales (5,4
prendidas entre los 15 y 24 años,
millones de venezolanos en edad de
así como entre 25 a 34 años, para
trabajar), a los cuales se añadían
dar cuenta de un total de 69% de
13,3% de trabajadores ocupados,
desocupados con edades compren-
pero sin contrato formal de trabajo,
didas entre los
15 y los 34 años
para alcanzar así una tasa de
(Marotta, 2018: 114). Estos últimos
informalidad del
58,5% sobre el
datos sobre el desempleo se mos-
total de los ocupados. Por debajo del
traban como una proyección de lo
salario mínimo, y trabajando más de
que ya venía observándose desde el
40 horas semanales
(desocupados
año 2013, cuando un estudio sobre
invisibles) se registró un total de
la juventud venezolana de la Uni-
3,7% de la PEA (487.000 personas)
versidad Católica Andrés Bello (inti-
(Marotta, 2018).
tulado “La Juventud Venezolana Pro-
Recordando el criterio de racio-
tagonista de la Democracia”) revelaba
nalidad productiva, principal refe-
las vulnerabilidades laborales de
rente para la medición de la infor-
este particular sector de la sociedad
malidad empleada por el INE, en 2017
venezolana, y que podían sintetizarse
se registró un porcentaje de 45,2%
en ese 23% de jóvenes que, entre 15 y
(5,4 millones) de personas en edad de
29 años, ni trabajaban ni estudiaban,
trabajar ocupadas en trabajos infor-
“manteniéndose excluidos de los prin-
males. Lo que significó un incremento
cipales vínculos sociales” (Zúñiga, 2017).
265
Revista Gaceta Laboral Volumen 26, No. 3. 2020
del
1,6%
(200.000 personas) con
auxiliares familiares. Se registraron
relación al 2016. Sin embargo, estos
entonces aquel año,
4,6 millones
datos de la precariedad se incre-
de venezolanos ocupando empleos
mentan en el país cuando se ana-
vulnerables, 754 mil trabajadores en
lizan con otros criterios técnicos.
condiciones vulnerables por arriba
Por ejemplo, aquellos empleados por
del año 2015 (Marotta, 2018).
la OIT, y según los cuales se in-
Finalizado el año 2018, la situa-
cluye en la medición estadística a
ción del país había sido ya catalogada
los empleados informales que labo-
como “crisis humanitaria compleja”.
ran en el sector formal de la eco-
Así, el desempeño económico mos-
nomía. En este sentido, aquellos
traba indicadores, como mínimo,
ocupados en el sector formal, pero
desoladores. Entre ellos, una con-
sin contrato laboral formalmente
tracción acumulada del 65% (2013-
acordado y firmado entre las partes,
2019), una inversión real contraída
representaban el
13,3% del total
en un promedio del
25%, y una
de los ocupados, lo que sumado al
contracción del sector privado del
45,2% registrado según la medición
61% en relación al PIB (2014-2019)
basada en la racionalidad productiva
(Freitez y Marotta, 2019).
empleada por el INE, alcanzaba un
En estrecha relación con el mer-
porcentaje de informalidad laboral
cado laboral, los sectores de mayor
del
58,5% sobre el total de los
demanda de mano de obra habían
ocupados de aquel año
(Marotta,
registrado cifras negativas. Entre
2018).
ellos, la construcción
(-91%), el
Otro criterio técnico empleado
comercio
(-76%), las instituciones
para medir la precariedad laboral es
financieras (-75%), y la manufactura
el propuesto por el Banco Inter-
(-72%). El parque industrial sólo
americano de Desarrollo (BID), según
contaba con 2.500 empresas, ope-
el cual deben agruparse, para el caso
rando, en promedio, a menos del
venezolano, aquellos ocupados que
23% de su capacidad instalada. La
no reciben beneficios de prestaciones
inflación acumulada al 2019 alcanzó
sociales o seguro social obligatorio.
un inédito 7.274,4%, y la devaluación
De manera que, en 2017, siete de
de la moneda había alcanzado el
cada diez ocupados no había recibido
64.415% al cierre de 2018 (Freitez
tales beneficios, haciéndolo sólo el
y Marotta, 2019). Estos indicadores
31% (3,7 millones de personas), a
eran suficientes para poder entender
diferencia del año anterior, cuando el
la mermada capacidad que ahora
37% de los trabajadores venezolanos
tenía el mercado laboral venezolano
había recibido tales beneficios
para generar, entre otros, empleos
(Marotta, 2018).
formales, y satisfacer con ello, las
Como último dato sobre el mer-
más elementales aspiraciones socia-
cado laboral del año 2017, está el
les de los trabajadores.
referido a la vulnerabilidad laboral,
El mercado laboral venezolano
íntimamente asociado a la preca-
mostraba entonces el deterioro de sus
riedad. En esta categoría se consi-
principales indicadores, en corres-
deran los empleados asumidos por
pondencia con los registrados en el
cuenta propia y los trabajadores
desempeño macroeconómico. Así,
266
Una aproximación a la reconfiguración.../ Luis Lauriño
el salario mínimo mensual había
cuenta de una tasa de desempleo
quedado reducido a finales de 2018 a
estimada por el Fondo Monetario
8,8 Bs. S/$ en términos reales
Internacional (FMI) para el año 2019
internacionales, lo que aunado al
del
44,3%, con una proyección al
recorte de los subsidios oficiales
2020 del 50%. La calidad del empleo,
directos a la población más vulne-
como era lógico, tampoco escapaba
rable, reducía aún más el poder
de aquella situación, toda vez que
adquisitivo de una buena parte de la
goza de una estrecha relación con el
población venezolana.
comportamiento del PIB, reflejo a su
vez del tamaño del aparato productivo
En este sentido, la remuneración
del país.
integral, a pesar de los 27 ajustes
realizados entre
2013 y 2018, no
De manera que, con un parque
alcanzaba los US$
15 al mes,
industrial reducido de manera tan
quedando por debajo del nivel general
significativa como la hasta ahora
de los precios de bienes y servicios. En
evidenciada, se hacía muy difícil la
la práctica, las empresas realizaban
demanda del empleo formal, y en
grandes esfuerzos por remunerar a
consecuencia, el incremento de la
sus empleados muy por encima del
calidad del empleo. En este orden
salario mínimo, haciendo que cada
de ideas, para el 2018, un 43,2%
vez más trabajadores estuviesen
(4,8 millones de personas) trabajó
alejados de este límite.
en condiciones de vulnerabilidad, el
empleo informal alcanzó el 45,2%, y
Sin embargo, la velocidad de la
la tasa de desocupación formal llegó
hiperinflación fue tan acelerada que,
al 54%. Mientras el subempleo visible
manteniendo la rigidez de los salarios,
se registró en 3,8% y el desaliento
hacía imposible su correspondiente
laboral alcanzó el
8,4% (Freitez y
indexación, reduciendo a su vez a la
Marotta, 2019).
mínima expresión otros beneficios
laborales relacionados con el trabajo
En síntesis, el comportamiento
formal
(antigüedad, bonificaciones,
económico ha fungido como determi-
y seguros, entre otros). Más recien-
nante de otros procesos económico-
temente, en 2019, una relativa flexi-
sociales, entre ellos el proceso mi-
bilización en los controles de cambio
gratorio. De manera que puede
ha dado a las empresas un mayor
afirmarse que, “la configuración de
acceso a las divisas, permitiendo con
un contexto de depresión económica
ello mejores remuneraciones a los
y de desequilibrios en el mercado
empleados; al punto de que el 95%
laboral
[son] condicionantes de la
de estas empresas hoy recurren al
emigración” (Freitez y Marotta, 2019:
pago parcial de sus remuneraciones
5), lo que queda en evidencia al
en divisas, buscando con ello una
observar, entre otros muchos datos,
relativa competitividad salarial, a fin
que “los años de mayor inflación se
de reducir los altos niveles de rota-
corresponden con los de más elevado
ción de sus empleados
(Freitez y
flujo de emigrantes” (Marotta, 2019
Marotta, 2019).
:84).
La profundidad de la crisis vene-
zolana era tal que su reflejo en el
mercado laboral venezolano daba
267
Revista Gaceta Laboral Volumen 26, No. 3. 2020
3. El mercado laboral y la
De manera que, así como la
emigración internacional más
evolución que analizamos del mer-
reciente
cado laboral venezolano en los
últimos años generaba reacciones
Como se señalara inicialmente,
migratorias, también, a la inversa,
las políticas laborales puestas en
la emigración ha generado impactos
marcha desde el año 1999 para la
sobre el mercado laboral. Entre los
transformación del sistema produc-
principales efectos pueden obser-
tivo y sus efectos programados sobre
varse, la importante reducción del
la propia sociedad venezolana habían
tamaño de la fuerza de trabajo, lo
estimulado así, particularmente en
que ha redundado en una presión
los últimos años, la aceleración del
atenuada sobre la búsqueda de
proceso migratorio del venezolano.
empleo, así como el carácter selec-
tivo del proceso, considerando varia-
Por ello, la agravada situación
bles como el sexo, la edad, y el nivel
del país en
2017, ya considerada
educativo, entre otras
(Freitez y
una catástrofe social, motivó aquel
Marotta, 2019).
año una nueva ola emigratoria que,
según los datos arrojados por la
Sin embargo, no son éstos los
ENCOVI 2017, había sido causada,
únicos efectos que se pueden señalar.
fundamentalmente, por razones eco-
Por ejemplo, tomando en cuenta
nómicas o de ingreso
(de cada
3
que “las estimaciones actuales de
emigrados hubo 2 que lo hacían por
Naciones Unidas reportan que para
estas razones), mostrando en los
2020 el volumen de población de
datos, las carencias personales o
Venezuela no será mayor de 28,4
familiares que, de facto, padecía el
millones”, reduciéndose en 4,2 millo-
emigrante
(Freitez,
2018). Aquella
nes
(Freitez y Marotta,
2019), no
tendencia no sólo se sostuvo, sino
serán ni pocas, ni menores, las conse-
que se magnificó, observando así
cuencias que ello comporte en rela-
una parcial relación con la salida
ción al mercado laboral venezolano.
de un millón de venezolanos al
Considerando entonces que,
cierre de 2018, y la de 800 mil más
aproximadamente
3,4 millones de
que salieron entre 2018 y 2019, así
esos 4,2 perdidos tiene edades com-
como con el stock total acumulado
prendidas entre los
15 y los
59
de
4,5 millones de venezolanos
años, básicamente un rango de edad
residenciados fuera del país para
propicio para trabajar, habrá que
este último año (Freitez y Marotta,
señalar que:
2019).
1)
“la emigración ha constituido
En retrospectiva, no sólo la evolu-
una válvula para restar presión a
ción del mercado laboral venezolano,
una crisis social que pudo estallar
sino su articulación orgánica con la
si esa población hubiese perma-
economía y las condiciones del sis-
necido en el país sin acceso al
tema de relaciones de trabajo en el
trabajo…”; 2)
“la selectividad de
último quinquenio, habían generado
la emigración según la edad ha
efectos bidireccionales y antagónicos
significado un envejecimiento de la
en relación a los flujos migratorios
oferta potencial de personas dispo-
más recientes de los venezolanos.
niblesparatrabajar, ydelapoblación
268
Una aproximación a la reconfiguración.../ Luis Lauriño
en general con implicaciones no
la sociedad, la estructura normativa
previstas sobre el sistema de pro-
que les regula, el marco o proceso de
tección social…”; y
3)
“la selec-
industrialización, los contextos o el
tividad de la emigración según el
entorno, particularmente el tecnoló-
nivel educativo, ha significado la
gico, y la conflictividad laboral u
pérdida de capital humano (profe-
homeóstasis del sistema.
sionales y téc-nicos así como
operarios entrenados)”
(Freitez y
Los gremios y sindicatos de tra-
Marotta, 2019).
bajadores no sólo ven mermado el
tamaño de la población económica-
mente activa y potencialmente afilia-
Esta significativa pérdida de po-
ble, sino su capacidad organizativa
blación tiene a su vez impacto sobre
y su volumen, viendo así aún más
otras macro variables del sistema de
reducido su poder como actor del
relaciones de trabajo que afectan,
sistema de relaciones de trabajo, y
directa e indirectamente, el mercado
con ello, su capacidad de negociación
laboral: los trabajadores y sus orga-
colectiva, núcleo de la democracia
nizaciones, el empresariado y sus
empresarial9. Asimismo, se ve afec-
organizaciones, el Estado y su insti-
tado el desarrollo formativo técnico-
tucionalidad especializada, todos
profesional, y la posibilidad de
como actores principales del sistema
entrenamiento y reentrenamiento
de relaciones de trabajo; además de la
del trabajador, toda vez que la selec-
distribución del poder entre éstos en
tividad de buena parte de la población
9
Vale la pena señalar que esta situación se suma a un proceso gradual pero sostenido de cambios que
ha afectado la capacidad afiliatoria y organizativa del movimiento sindical venezolano. En relación al
contexto nacional, pueden identificarse “los primeros signos de deterioro” de la organización sindical a
partir del año 1986, cuando por primera vez en la historia de este movimiento se observa una fractura en
la estructura de poder y el consenso ideológico hasta la fecha observado entre la máxima organización
sindical, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), organización multipartidista, aunque
presidida por el partido Acción Democrática (AD) desde su refundación en 1947, y el partido de
Gobierno, en este caso presidido por la figura estelar de Acción Democrática, Jaime Lusinchi. Las
diferencias ideológicas entre la cúpula cetevista liderada al momento por Juan José Delpino, figura
destacada y militante del partido Acción Democrática, y la Secretaría Sindical de este mismo partido,
para el momento en ejercicio de Gobierno, hicieron que por primera vez se rompiera la lógica leninista
con la que había funcionado dicha relación. En otras palabras, por primera vez el sindicato dejaba de
actuar como la “correa de transmisión” de la política del partido. Así, la CTV liderada por Delpino se
sumaba entonces a la huelga que, contra el Ejecutivo, se llevara a cabo en 1986. Esta situación sería
ratificada tres años más tarde, cuando en 1989 se acordó en el II Congreso Extraordinario de la CTV,
un paro nacional (en mayo de 1989) “que colocó a la CTV al margen de la línea partidista”, afectando así
la correlación de poder que le había permitido, no sólo su desarrollo organizativo e ideológico primario,
sino la gradual asunción de cuotas de poder extraordinarias y relativamente significativas, como actor
económico, político, y social. Véase: Lauriño, L. (2015) “Hitos evolutivos y reacomodo orgánico del
sindicalismo venezolano en el marco de un nuevo pacto social”. En: Revista Iberoamericana, XV, 59.
Instituto de Estudios Latinoamericanos. Universidad Libre de Berlín.
Por otra parte, ya un informe de la OIT (1997-1998) afirmaba que “la afiliación a los sindicatos se redujo
drásticamente en un nivel global durante la última década, cayendo a menos del 20 por ciento de los
trabajadores en 48 de los 92 países encuestados”, entre ellos Venezuela, afirmando que “si bien gran
parte de la disminución numérica se puede atribuir a factores económicos como la reducción del empleo
en el sector público, el aumento de la competencia económica y la disminución de la participación de
las industrias manufactureras en el empleo total, el dramático aumento o disminución de la afiliación
sindical está vinculado a cambios sistémicos en la gobernanza o importantes reformas legislativas en
muchos países y regiones”, lo que comenzaría a ocurrir en Venezuela tan sólo un año más tarde. Véase:
ILO. “ILO Highlights Global Challenge to Trade Unions”. ILO/97/28. Nov. 1997. Disponible en: https://
www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_008032#N_1_
269
Revista Gaceta Laboral Volumen 26, No. 3. 2020
perdida en el país, redujo su capital
venido generando sobre la demanda
humano, y con ello importantes
de trabajo. Finalmente, se dificulta
capacidades para la transferencia de
con ello, cualquier esfuerzo o proceso
conocimiento10.
inmediato de reindustrialización, de-
terminando así el desempeño de los
El empresariado, por su parte,
indicadores de desempleo, salario,
es afectado directamente por esta
informalidad, subempleo o protección
pérdida poblacional, no sólo por el
social, entre otros.
volumen de trabajadores disponibles,
dado el achatamiento de las opciones
Una lógica similar sucede con el
del mercado laboral, sino por la
Estado y su institucionalidad espe-
contracción de los niveles de las
cializada, como actor del sistema
capacidades técnicas disponibles
productivo. La pérdida de una pobla-
en el mismo, restringiendo aún más
ción joven, en edad productiva y en
las posibilidades de adaptación a las
buena medida de alta calificación,
significativas demandas contextuales
determina la calidad de lo que
para la adopción de competencias
podríamos llamar su cadena de valor,
técnicas y cognitivas del más alto
limitando su capacidad para ofrecer
nivel, determinadas por los mercados
servicios públicos con criterios de
globales como fundamento de su ven-
calidad, eficiencia y eficacia, afec-
taja competitiva, e inclusive de su
tando gravemente la percepción
sobrevivencia, en el contexto deman-
social de la gestión oficial, asociada
dante de la IV Revolución Industrial.
a su vez, con la concepción colectiva y
valoración, del sistema democrático.
Estas restricciones determinan a
su vez la calidad de los procesos
Finalmente, la emigración, al
productivos, así como de los pro-
generar una serie de efectos y trans-
ductos y/o servicios finales ofrecidos
formaciones determinantes sobre los
por la organización empresarial,
actores principales del sistema de
redundando a su vez en los niveles
relaciones laborales, su estructura
de productividad y los problemas que
normativa, el proceso de industria-
la propia contracción económica ha
lización y la homeóstasis del mismo,
10 En este sentido los profesores Freitez y Marotta (2019:1) afirman que “la emigración ha
impactado el mercado laboral, principalmente a través de la reducción del tamaño de su fuerza
de trabajo, hecho que ha significado una menor presión sobre la búsqueda de empleo, pero
también debido al carácter selectivo de este fenómeno en función de variables como sexo, la
edad, el nivel educativo, entre otras”. Estos mismos argumentos son presentados por el profesor
Marotta en “Venezuela. Determinantes económicos de la migración venezolana entre 2014 y
2018”, publicado por el Observatorio Venezolano de Migración (OVM), a los que añade que,
dados los resultados del comportamiento de esos determinantes de la migración durante el
periodo indicado, “disminuye la Población Económicamente Activa y en consecuencia las tasas
de participación y desempleo”, mostrando una tasa de empleo del 8,8% y 4,1% de subempleo
visible en el período. Por otra parte, se muestra en el “perfil de los que cruzan la frontera”, que
un 46% de los emigrantes consultados en el estudio son ocupados formales o informales y 32%
son trabajadores por cuenta propia; con un nivel educativo en el que el 62% tiene secundaria
completa, 19% universitaria y 12% técnico. Concluye el profesor Marotta que “Venezuela está
perdiendo población joven calificada y económicamente activa, entregando el bono demográfico
a los países de la región y comprometiendo su desarrollo económico a mediano y largo plazo”.
Véase: Observatorio Venezolano de Migración (2019). Horizontes de la Migración Venezolana:
retos para su inserción laboral en América Latina. Abediciones. OVM. Caracas.
270
Una aproximación a la reconfiguración.../ Luis Lauriño
ha terminado por redefinir los equi-
1999 lograron gradualmente, y de
librios en la distribución de poder
forma ex profesa, la transformación
interno del sistema, generando, au-
del sistema de relaciones laborales
nado a otros factores, una excesiva
instaurado a partir del año 1958, y
concentración en el Estado, alentan-
con ello, la de todas las instancias que
do con ello niveles de conflictividad
conforman la sociedad venezolana en
social y laboral que vulneran las
sus dimensiones política, económica
propias bases del sistema liberal
y social.
democrático del país11.
En este orden de ideas, se diseñó un
sistema normativo (lo que el marxis-
mo clásico considera en la superes-
Conclusiones
tructura) que permitió “legalizar” o
“justificar” jurídicamente todas las
Desde el año 1999, el nuevo régi-
medidas para generar los cambios
men político instaurado en Vene-
necesarios en el sistema de relacio-
zuela diseñó, impulsó e introdujo un
nes laborales (en lo que el marxismo
conjunto de políticas y medidas para
clásico considera como infraestruc-
la transformación del sistema de
tura). Posteriormente ejecutaron las
relaciones de trabajo. Basados en
medidas y políticas diseñadas para
ideas seleccionadas de la doctrina
reducir a la mínima expresión la
y el método marxista, los cambios
propiedad privada, destruir la capa-
orientados, en última instancia, a
cidad productiva y el sistema capi-
la maximización del control político
talista
(Lauriño, 2019), esencia del
y social, se fundamentaron en la
modelo productivo instaurado en
idea de que la transformación “revo-
Venezuela a partir de 195812.
lucionaria” del sistema de relaciones
El Gobierno consolidó así su
de producción capitalista generaría los
control sobre el sistema económico, y
cambios esperados en el orden social.
particularmente sobre la producción,
En este sentido, las políticas labo-
generando dependencias vitales
rales oficiales ejecutadas desde el año
para el trabajador, para la pobla-
11
La conflictividad laboral fue la de mayor incidencia en 2018, registrando 5.735 protestas al final de este año.
Por otra parte, mientras la conflictividad social se estimó este mismo año en 12.715 protestas por diferentes
motivos, incluidos los laborales, en 2019 los niveles de conflictividad alcanzaron las 16.739 protestas. Véase:
www.observatoriodeconflictos.org.ve.
12
Y aunque existe un relativo consenso entre especialistas para considerar buena parte del período 1958-1999
como un capitalismo de Estado, valdría la pena hacer algunas precisiones: 1) El intervencionismo estatal
y el capitalismo de Estado se inicia a la muerte del general Juan Vicente Gómez, con el “Plan Trienal-
Político Administrativo” durante el gobierno del general Eleazar López Contreras, continuando con pocas
variantes durante el gobierno del general Isaías Medina Angarita. 2) La concepción e impulso primario
sobre la participación del Estado en las relaciones de producción iniciada entre 1945 y 1948 con Rómulo
Betancourt, como presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno, y luego continuada por éste y por el
gobierno de Raúl Leoni, fue concebida por Betancourt como una función indispensable del Estado para la
“transformación nacional”, considerada por éste necesaria y factible, sólo a partir del previo fortalecimiento
de la institucionalidad y organización del Estado, pues en su opinión, sólo así podría alcanzarse una mayor
disciplina que, de una forma programada y consensuada por el Ejecutivo, permitiera articular, en una misma
dirección, aquellos actores políticos, económicos y sociales directamente involucrados. En consecuencia, en
paralelo a la construcción de la institucionalidad y organización del Estado para el estímulo y desarrollo
industrial, debía ponerse en marcha, en opinión de Betancourt, la iniciativa oficial para la “transformación
ordenada del país” y la “formulación de un plan de conjunto” consensuado, a través de la “planificación
democrática”, y en el marco de lo que llamó el “intervencionismo estatal democrático”. Ciertamente, el estadio
de desarrollo industrial integral del país estaba en aquel tiempo en una etapa tan incipiente y primaria
271
Revista Gaceta Laboral Volumen 26, No. 3. 2020
ción desempleada y para el em-
cia, son a su vez el resultante de la
pleador. Redujo el sector privado de
eficacia del régimen gubernamental
la economía a unos niveles mínimos
en la procura y consolidación de su
de participación, a un estado prácti-
poder económico, político y social.
camente “vegetativo” o de sobrevi-
Ello, en contra sentido de toda racio-
vencia, y en estricta dependencia del
nalidad económica y lógica social de
Estado. Redujo a su vez al ciudadano a
progreso. Es decir, mientras la razón
un nivel de dependencia, bien sea por
económica y social liberal democrá-
ingresos en su relación laboral con el
tica se fundamenta en el progreso,
Estado, o bien sea por necesidad de
la razón del régimen gubernamental
la asistencia social oficial, generando
se ha fundamentado en el poder,
a su vez importantes estímulos para
actuando en consecuencia.
expulsar población y activar un flujo
migratorio, inédito y extraordinario
que alcanzó los
4,5 millones de
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funciones de planeación y desarrollo no sólo eran vitales, sino insustituibles, en aras de impulsar un proceso
de industrialización y diversificación económica para superar las condiciones económicas y sociopolíticas, y
con ello estabilizar el sistema liberal democrático introducido en 1945 y reinstaurado en 1958. En palabras del
propio Betancourt ‘Hemos considerado siempre que la política económica nacional debe vertebrarse conforme
un plan. Y que es el Estado, por su determinante peso específico, quien debe tomar la iniciativa de planificar
en todos sus aspectos la producción, la distribución y el consumo. No se trata de que propugnemos una suerte
de capitalismo de Estado, en que este llegue a absorber y ahogar la iniciativa privada. Si no la formulación de
un plan de conjunto, que acuerde el Ejecutivo con los factores que intervienen en el proceso de producción y
distribución de riqueza, a fin de que el país aproveche esta coyuntura para vitalizar su agricultura y su cría
y para darle impulso vigoroso a la industrialización del país’. Sin embargo, una vez superada esa necesidad
originaria que demandó la participación del Estado en las actividades productivas, no sólo se mantuvo, sino
que se transformó, tornando en un capitalismo de Estado, que aumentaba su injerencia en no pocos sectores
de la actividad económica, particularmente desde finales de los 70, dada la consolidación de la industria
minera y la nacionalización de la actividad petrolera. Y 3) Lo sucedido gradualmente a partir del año 1999
en torno a las transformaciones intencionadas en el sistema de producción y las relaciones sociales de éste
derivadas, muestran una estrategia y una política oficial que no se corresponden con la concepción clásica
del capitalismo de estado, en tanto su pretensión y alcance no han sido principalmente la puesta en marcha
por parte del Estado de “una actividad económica comercial, con administración y organización de los medios
de producción de manera capitalista, incluyendo el sistema de mano de obra asalariada y con administración
centralizada”, como lo sugiere la acepción del capitalismo de estado planteado por Raymond Williams; sino
la destrucción propiamente dicha del sistema, llevándolo de cerca de 12.700 grandes empresas que existían
en 1997 a cerca de 2.500 en abril de 2019, y de las cuales cerca del 50% no se mantenían en actividad
permanente, trabajando apenas a un 25% de su capacidad. Véase: Lauriño, L. (2020). “Rómulo Betancourt.
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274
Vol.26 Nº3
Esta revista fue editada en formato digital y publicada
en diciembre de 2020, por el Fondo Editorial Serbiluz,
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
www.luz.edu.ve
www.serbi.luz.edu.ve
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