Presentación al número 106 de la revista Utopía y Praxis Latinoamericana
Resumen
En las ciencias sociales contemporáneas, la adopción de enfoques críticos y multidisciplinarios se revela esencial para abordar los desafíos complejos y dinámicos que enfrenta la sociedad. Dos conceptos fundamentales emergen como claves para este análisis: la reconfiguración de las identidades y la educación inclusiva. Las identidades humanas no son entidades estáticas, sino constructos dinámicos que se transforman a lo largo del tiempo y en respuesta a diversas experiencias. Es primordial reconocer que las identidades son multifacéticas y se enriquecen a través de las experiencias vividas, lo cual demanda una comprensión inclusiva y compleja de estas realidades. En el ejercicio del experimentar las realidades, la educación juega un papel fundamental, especialmente por su mandato de formación de las personas y sociedades. Fomentar la diversidad y la inclusión solo se puede conseguir desde un modelo que se proponga respetar la alteridad desde un diálogo sincero y respetuoso de las diversidades. En este sentido, la interculturalidad en la educación es uno de los puntos clave para enfrentar los retos del siglo XXI. Las metodologías que integran diversas disciplinas y perspectivas culturales permiten una comprensión más completa y relevante de los problemas complejos actuales.