Maduración y deterioro en el campo de la semilla de frijol (Vigna unguiculata) (L.) Walp
Resumo
En dos variedades de frijol Magnolia Blackeye (MB) y Bunch Purplehull (BP) se estudió el proceso de maduración del fruto y la semilla, durante el año 1975 en Mississipi State University, USA. La fecha de floración se estableció marcando flores individualmente en el momento de estar completamente desarrolladas, pero antes de la separación de sus pétalos (apertura de la flor), comenzando tres días después de la floración, y cada dos días de intervalo. Posteriormente se hizo un muestreo cosechando los frutos para el análisis de su desarrollo. Se identificaron cuatro etapas (o grados de crecimiento) diferentes pero superpuestas parcialmente durante la maduración y desarrollo de los frutos y semillas de frijol. Durante el período de 0 a 13 días después de la floración, el tamaño del fruto y de la semilla se incrementó rápidamente, alcanzando su máximo valor. El peso seco se acumuló a una rata moderada. El máximo contenido de humedad se obtuvo de seis a nueve días y posteriormente comenzó a decrecer rápidamente, y un pequeño porcentaje de las semillas (18-50 por ciento) fue capaz de germinar. La segunda etapa comenzó 11 días después de la floración y terminó al alcanzar la madurez fisiológica a los 17 y 19 días después de la floración. Durante este período el tamaño de fruto y semilla decreció algo y se estabilizó. La materia seca se acumuló a una rata muy rápida hasta que el máximo se alcanzó a los 17 y 19 días después de la floración. El contenido de humedad disminuyó de 80 a 50 por ciento, y se alcanzó el máximo de germinación y vigor. La tercera etapa comenzó 19 días después de la floración y terminó a los 23 y 25 días. Durante este período, el peso seco permaneció estable, el contenido de humedad decreció desde 50 por ciento hasta 18-20 por ciento y la germinación se redujo por efecto climático de 95 por ciento a 65-75 por ciento. La etapa final comenzó a los 23 y 25 días y continúa hasta la última cosecha de muestreo a los 41 días después de la floración. Esta etapa se caracterizó notablemente por el efecto climático: germinación y vigor se redujeron a muy bajos niveles. El resultado de estos estudios hace énfasis sobre el papel crucial del clima durante la post-maduración y el período de pre-cosecha sobre la calidad de la semilla.