El consumo en la encrucijada ética
Resumen
El estudio se orienta a la reflexión ética sobre el consumo contemporáneo, partiendo de la constatación de los peligros y consecuencias de la actual vía civilizatoria. Es evidente que la minoría de habitantes de los países industrializados utiliza los recursos planetarios en niveles tales, que ponen en peligro las condiciones que hacen posible la vida. Y no es posible que esos niveles de abundancia material se puedan extender a toda la población mundial. El modelo del capitalismo se basa en el aumento constante de bienes que propone la utopía de la abundancia infinita. Estimular la compra y aumentar los deseos de consumo supone un conjunto de valores, donde el placer y el tener se presentan como objetivos deseables y centrales en la vida. La era de la abundancia y el consumo necesita un deseo amplio y multiforme centrado en satisfacciones materiales e instantáneas, que uniformizan los modos de gozar a través del mercado. El imperativo del goce crea una moral emocional y festiva, donde los valores éticos deben su legitimidad a un carácter lúdico de complacencia, ligado a la noción de preferencias, que elimina la distinción entre necesidades y deseos. La cultura del consumo ha propagado una racionalidad social que privilegia el presente expresado en beneficio individual y actual, que desvaloriza el futuro. La visión hedonista narcisista propone un presente en continuo cambio, escenario del goce personal, que se iguala a la autorrealización personal y al bienestar social. Se propone una revisión que desarrolle una ética del futuro y del cuidado, que conlleve la responsabilidad por el bien común, como condición de posibilidad de la vida humana.